martes, 30 de octubre de 2012

RAFAEL IRIBARREN - LEYENDO EL 07 Y EL 08 DE OCTUBREE



LEYENDO EL 7 Y EL 8 DE OCTUBRE / I

Rafael Iribarren
.-.* PRIMERA PARTE

.-* El año de las mayores movilizaciones ciudadanas de nuestra historia

Las votaciones presidenciales del pasado domingo 7O  constituyeron el  cuarto de una secuencia de eventos sin precedentes en nuestra historia de movilización ciudadana, contra el autoritarismo. El primero, la sorprendente e inesperada participación masiva en las Primarias de Febrero; el segundo,, la marcha igual espectacular para la inscripción de la candidatura unitaria de Capriles en el CNE en julio; el tercero, el acto de cierre del 30 de septiembre; sin contar las decenas de movilizaciones masivas en las regiones durante la campaña; conforman una secuencia espectacular de movilizaciones ciudadanas, políticas, in-equiparables en nuestra Venezuela,  contra el autoritarismo; que coronó, el cuarto,, dentro de la  movilización de 16  o mas millones en todo el país en  las colas de votación; de los cerca de 7 millones que lo hicieron para votar abiertamente contra Chávez; sin sumar los otros millones que se abstuvieron ni los que pretendieron hacerlo para no volver a votar por él; pero que en contra de su voluntad finalmente fueron remolcados a votar; o hechos aparecer votando virtualmente. El 7O, desmintiendo en la calle los resultados cantados por el CNE, se dio una  expresión viva del rebullir ciudadano antiautoritario, antichavista, cotidiano que ya desde hace años viene creciendo en todo el país; y que en la campaña se desató torrencialmente 

.-* El chavismo no iba a votar

La  jornada de votación fue como la campaña. Una abrumadora movilización de la oposición que en todas partes del país, formó colas para votar desde la madrugada; en contraste con la ostensible menor participación masiva oficialista cuya presencia en las colas en la mañana y hasta medio día fue menos notoria y activa que la de la oposición en relación a como fue en anteriores eventos. La “diana” cuartelaria que se ha  decretado como “partida”, y que el mismo Chávez ordenó a que sonara en los barrios desde media noche para que los chavistas se movilizaran hacia estar desde las 3 am  encabezando las colas;  se escuchó fue ya hacia el amanecer y mas que todo a lo largo de las avenidas recorridas  por pequeñas caravanas chavistas con potentes equipos de sonido que se sentían acercándose cuando pasaban y luego alejándose y no se escuchaban mas hasta que al rato volvían. En general, como fue a lo largo de la campaña, y a diferencia de procesos anteriores, el chavismo no se sintió; siendo tan notorio hasta después de mediodía esa mayor presencia oposicionista  tanto en las colas como en los alrededores de los centros de votación y en general en la Ciudad, que hay la información, de que antes de ir a votar el mismo Chávez en persona ordeno telefónicamente a todos sus gobernadores, jefes regionales de campaña, que como fuera procedieran a remolcar la gente a los centros de votación.

Desde primeras horas de la tarde las mediciones a boca de urna mostraban números  parejos; unos con Chávez encima por algún punto; otros con Capriles;  punteando. Y mientras en muchos centros seguía  habiendo colas, porque  el ritmo de votación estaba siendo deliberada y notoriamente lentificado, otros se mostraban ya vacíos sin colas. Desde mediodía las llamadas telefónicas de equipos identificados con entes gubernamentales; además de las campañas de robots telefónicos; otro tanto hacia la oposición; llamaban a decenas de miles de electores, con nombre y apellido y datos sacados de nóminas o directorios y series de planillas, de dichos entes, misiones ministerios alberges etcétera;  advirtiéndoles que no habían votado todavía y anunciándoles que los buscarían para que lo hicieran..

A partir de cierta hora de la tarde a muchos centros electorales ya vacíos fueron llevados y puestos a formar colas, grupo tras grupos de votantes supuestamente rezagados remolcados por equipos del activismo chavistas, de la “maquinaria chavista”; muchos en vehículos oficiales indisimuladamente identificados como tales y hasta con presencia de personal militar y de la milicia armado  Nada nuevo ni exclusivo del oficialismo; la universal “operación remolque”; o “remate” como la llamó el chavismo para ocultar su compulsividad;   aunque a una escala superior a cualquiera antes conocida, sin disimular el uso y el abuso de recursos oficiales; y evidentemente haciendo ostentación de  la presencia amenazante de militares armados .Como es legal, formadas entre 5 y 6 pm fuertes colas en las afueras de los centros, estos se mantuvieron abiertos varias horas adicionales.

Tenemos  que creernos entonces, que entre la  media tarde en que se pulsaba un resultado parejo, y con tendencia al triunfo oposicionista; emparejamiento que, matemáticamente en total parcial no podía estar por encima de los 11 o 12 millones de votos ya emitidos; o sea en torno a los 6 millones cada candidato; hasta el cierre total del proceso de votación por el CNE, dos o tres horas mas tarde, se habrían producido la movilización de ¡entre 2 y 3 millones de votos!, supuestamente “rezagados”,(o, ¡”aguantados”! según), obviamente chavistas;  y que de hecho voluntariamente no habían votado ni en la madrugada cuando las dianas y las colas ordenadas formar por Chávez, ni en la mañana;: habiéndolo hecho finalmente, los que realmente lo hicieron, solo a partir de los millones de llamadas de la presión y el compulsivo remolque masivo del fin de la tarde.

.-*Los resultados del CNE: Fata Morgana; un desconcierto para todos

Fue una jornada tranquila sin incidentes importantes. Solo en algún momento ya en la tarde se vieron algunos grupos de motorizados embanderados; sin que llegaran a darse las fuertes e impactantes movilizaciones de varios cientos recorriendo estruendosa y amenazadoramente las avenidas, de otras ocasiones.

Hacia el fin del día, ya cerca del cierre de las mesas, la idea y la sensación general, nacionales, sobre las mediciones hechas y ante la forma masiva y notoriamente no- oficialista como se habían movilizado los venezolanos para votar, y no solo en los “territorios” que alguna vez y con solo algún sentido se consideraban no-chavistas, sino en general , era que Chávez había perdido.

Luego del primer boletín del CNE dando como ganador a Chávez hubo, no muchos, fuegos artificiales en algunas partes de la ciudad y alguna pequeña caravana celebrando el triunfo. Pero, si la oposición no celebró, por razone obvias; a diferencia de ocasiones anteriores, el chavismo tampoco lo hizo. Y, ya hacia la media noche, no mas de solo algunos pocos miles se congregaron ante el “balcón del Pueblo” para celebrar y escuchar a Chávez.
De ser verdad los resultados cantados por el CNE; hay que concluir que todo fue una ilusión óptica,. “Fata Morgana”.

Nada había sido cierto; ni la agitación nacional cotidiana contra el chavismo y la crisis nacional profunda en que cabalga su gestión, paralizada e incapaz de responder mínimamente salvo con retórica y demagogia baratas, reaccionaria antipopular antiobrera; ni habían sido ciertas las espectaculares movilizaciones antichavistas de oposición de los meses previos a la campaña; ni tampoco las igual sin precedentes movilizaciones regionales en ella.

Nada; nada había sido tan verdad como había sido visto y sentido en todas partes; ni la calidad real de la movilización nacional el propio 7O. Ni era cierto el emparejamiento que pre-electoralmente medían las encuestas confiables; y que hasta las menos confiables que manipulaban los números pero dejaban abierta la posibilidad del llamado “empate técnico”; resultando ciertas, precisamente las predicciones de las encuestadoras notoria e indisimuladamente pagadas por el chavismo y puestas a su servicio de matriceo, que, según, sí acertaron; aunque se les había pasado un poco la mano.

El lunes 8 fue como un domingo malo, de mal tiempo y modorra pesada  Las calles desiertas, la actividad comercial y administrativa oficial y privada cerrada casi sin transporte superficial la gente en sus casas, o en la acera.o en las esquinas Nadie celebraba nada. Notoriamente y al contrario de celebrar  la gente, toda, estaba verdaderamente reponiéndose del desconcertante impacto del día anterior; los votantes antichavistas, reponiéndose de su derrota; y, ¡también!, los votantes chavistas, reponiéndose  de su “triunfo”. .

.-* Una plasta de victoria; y una derrota esplendorosa.

Los resultados electorales, en relación a las diferencias de calidad política de las votaciones, chavista y antichavista, diferencias parejas con las de  las que se dieron entre las dos campañas, no tienen comparación. Mientras la votación antichavista, aparte cualquier especulación sobre una supuesta, y solo relativa, “territorialización clasita de la polarización”; fue determinantemente voluntaria y espontánea; la chavista nó; al menos buena parte de ella no lo fue.

Sin contar aquí la parte  fraudulenta,; y asumiendo que de la votación chavista del domingo ciertamente una buena parte fue voluntaria, que fue de gente que aparte su motivación concreta, otro tema, aparte del clientelismo, del antipuntofijismo, de la presión, etcétera, votó voluntaria y espontáneamente, por “el malo conocido…”, otra parte, grande, importante, históricamente chavista o sociopolíticamente relacionada con él; hasta media tarde, hasta que fue remolcada o empujada compulsivamente hasta las colas y la mesa de votación, se estaba absteniendo; se estaba absteniendo  conciente y voluntariamente, aceptando al final ir a votar solo bajo presión acoso chantaje y miedo.

¿Cuantos?, uno o uno y medio, o dos o dos y medio millones, que luego del acoso telefónico y comunal tuvieron que  ir a votar;  a votar realmente o que  fueron sustituidos fraudulentamente, por quienes lo hicieron con sus identificaciones “pret a porter” del SAIME, por Chávez.. (La leyenda  de que todo eso, el remolque a última hora, fue una estrategia, de “remate”, según, meticulosamente elaborada y ejecutada; aparte de suponer una capacidad que realmente el chavismo no tiene y de no concordar con su mengua e incapacidad crecientes de convocatoria; tapa lo que realmente fue:una respuesta de emergencia, de vida  o muerte; y, con todo; obviamente incluido el fraude).

Se estaba absteniendo el 20 o 25% o más de quienes real o falsamente luego aparecieron o fueron hechos aparecer votando por Chávez, haciéndolo finalmente en contra de su voluntad y de su conciencia, lo que significa  que  quizás hasta una cuarta parte de quienes aparecieron como votando por él, aunque rechazan la oposición, y de ninguna forma  hubieran votado por ella, también lo rechazan a él. Dicho en otros términos, buena parte de la votación por Chávez, hoy, ya también lo rechaza a él.

Quiere decir que, sobre una derrota, resultado al menos en parte del fraude; sobre una derrota honrosa, brillante, de millones que asumieron voluntaria y hasta valientemente, aunque bajo presión de la polarización, votar por la oposición; el “triunfo” chavista, oscuro y resultado, del ventajismo y el abuso del Poder, de las mas sucias manipulaciones y operativos de chantaje miedo tráfico y compra, y del fraude, es indiscutiblemente “una plasta”  de triunfo. O, dicho en lenguaje coloquial, política ética y si se quiere ideológica y “revolucionariamente”, el triunfo electoral de Chávez, no sobre Capriles y Oposición  que han sido circunstanciales; sino sobre la gente sobre los venezolanos y sobre su propia gente, es una cagada de triunfo.   

.-* No importa el fraude; sino que  no se hable de él 

A partir del 2005 cuando se abstuvo mas de dos tercios del electorado; una actitud política bién respetable, comprensible y éticamente justa; con la Asamblea Nacional 100% chavista que resultó de los comicios de ese año, en la oposición las cúpulas puntofijistas y “politólogos” articulistas y partidos; y mas recientemente en la MUD y el CV, se estableció, “ex cátedra” la línea  de que del fraude y de su evidente manejo por el CNE no se habla; aunque nunca se ha demostrado consistentemente de donde sale la votación chavista; y aunque resultados de pasados procesos luego de años no han sido publicados; se rechaza y condena, hasta la histeria, descalificándola como “antipolítica” cualquier referencia al respecto.

El país conoce de las controversias que dentro de la oposición ha habido en ese tema; y de su disposición sin relativismos, en concreto de la MUD y el Comando Venezuela (CV), reiterada hasta impertinentemente, a reconocer los resultados que produjera el CNE Y también igual  lo conocen Chávez y el chavismo. Sin embargo, el eje de su ofensiva política, junto a presentar a Capriles como el candidato de la burguesía y los empresarios, de la derecha y del Imperio; etcétera, del puntofijismo y como neoliberal, fue acusar a la oposición de un “Plan B”, para desconocer al “arbitro” como él llama al CNE, y de estar montando las condiciones y los operativos para desconocer en la calle el “triunfo popular”, el suyo, cuando ese ente informara los resultados de que ganaba la reelección. Hasta que  avanzada la campaña la MUD y el CV inexplicablemente y con una dudosa motivación, y sin justificación, aceptaron el chantaje de firmar, y lo hicieron, el compromiso de que reconocerían, a nombre de la oposición y del candidato, “fueran cuales fueran”, los resultados que el “arbitro” cantara luego del conteo de votos del 7 de octubre.

Resultados, por cierto, que él, Chávez, cantó, varias veces; aunque con un “margen de error” de no mas del un 4% desde el inicio de la campaña  Sin embargote ello, y solo bajando la frecuencia, Chávez y los chavistas, no pasó día sin que insistieran en el supuesto “Plan B” de “un sector de la Oposición, del Imperio”, de denunciar los resultados que cantaría el “arbitro”, producir violencia “desestabilizar y ensangrentar al país; advirtiendo que “si se les ocurre y de lanzarse a una aventura, serían, etcétera, etcétera…”.

Así, además de la ya vieja y reiterada declaración oposicionista de que el sistema electoral es confiable y de que el secreto del voto está garantizado, aunque denunciando el ventajismo; toda ella, encabezada por la MUD y el CV y Capriles, se convirtió en la mas importante y radical defensores del CNE descalificando hasta la histeria de “antipoilítica” y hasta de “hacerle el juego al chavismo”, cualquier cuestionamiento sobre su absoluta falta de transparencia y el manejo arbitrario, sin contraloría de ningún tipo, que se hace de la estructura del sistema. Anatematizar cualquier cuestionamieno o duda sobre el sistema y el CNE, fuera cual fuera su soporte y a pesar de la evidencia que fuera, se impuso como línea política a acatar por encima de todo. La cuestión dejó de ser, si hay o no fraude; sino que sea lo que sea ni siquiera se le mencione.

.-* El candidato perdedor legitima al “arbitro”; y avala moralmente Chávez

A no mas de dos horas del primer boletín del CNE con los resultados todavía parciales, Capriles, desentendido absolutamente de las opiniones de la pluralidad oposicionsista a la que le debe su condición de candidato unitario; y de las de los millones que votaron contra Chávez, por ella; declaró que los aceptaba reconocía el triunfo de Chávez; y, firmemente lo felicitó. A “su” gente, la consoló con la idea de que ellos no habían perdido, que realmente fue su triunfo de ellos; y que el único y verdadero perdedor era él; que así lo asumía con humildad pero que seguía, que no había sido sino el comienzo, que tenía 40 años; y que siguieran contando con él. En declaraciones posteriores y en la circunstancia de reasumir la gobernación de Miranda; reiteró lo dicho en el primer momento; insistiendo en advertir contra “la antipolítica” y “los radicalismos”.

Al felicitar a Chávez por su triunfo, sin relativismos ni puntos suspensivos, aparte la referencia al “ventajismo”,avaló reconociéndolas no solo todas las actuaciones del “arbitro” sino también el obsceno manejo de todos los recursos del Poder del que sin límites ni escrúpulos  hizo  uso a lo largo de su campaña.

En la nutrida rueda de prensa de Capríles aceptando los resultados una reconocida luchadora social y política, muy respetada y ajena a “radicalismo” o “antipolítica”; promotora de una pequeña organización que lo apoyó bien activamente en Guayana; en el lapso de preguntas, la planteó la posibilidad legal de solicitar el recuento de los votos; ante lo que él, al mas puro estilo chavista, la descalificó y, como a todo el que coincidiera con tal actitud, la puso en tres y dos: Sin que sea textual, le espetó,: Dejémonos de cómicas;…;no permitamos que regrese la “antipolítica”, la atajó; “aquí” no hay lugar para “radicalismos”…”radicales” fuera….    

El CNE y el SAIME son cajas negras bajo total control político y técnico de personal chavista de absoluta confianza; son entes cerrados a cuyas estructuras no hay acceso libre ni son objeto de ningún tipo de contraloría ni supervisión externo no-oficialista. Que se sepa y a menos que se esté mal informado, en ellos sucede solo y todo lo que el alto chavismo, Chávez, decide; incluso y obviamente a nivel de su directiva La oposición y los entes que han sostenido que no hay inconsistencia ni fraude lo han hecho, bien cuestionablemente, solo con  base a auditorias específicas sobre muestras aleatorias, del REP las máquinas de votación las captahuellas, de los equipos de rechequeo  diseñadas técnico-institucionalmente sobre normativas y programas del mismo CNE.

No hay, como tendría que ser, presencia no-chavista permanente  con pleno derecho y libre acceso a todas las áreas y fases internas de los procesos. Hoy, repito, que se sepa, nadie tiene conocimiento ni manejo exhaustivo de toda la estructura medulares ni del CNE ni del SAIME, bases procesales y técnico-jurídicas del sistema electoral venezolano; por lo que nadie seria y honesta, e inteligentemente, puede afirmar terminantemente que en esos entes no hay posibilidad de fraude, que no es posible y que no lo hubo .Quienes lo hacen, lo hacen ambigua y acotadamente, y sobre un pragmatismo electoralista rayano en la ingenuidad y/o la deshonestidad; en cualquier caso lo hcen irresponsablemente.

Puede entenderse, aunque es bien discutible, que se asuma por conveniencia ”política” pragmática-electoral, no mencionar el fraude por que “no puede probarse”; pero negarlo, sin poder probar que no lo hay, como lo han hecho en la oposición la MUD el CV, y Capriles, es irresponsable. Obviamente, la prueba contra la idea de que sí hay fraude; sería la demostración incontestable de que no puede haberlo; con una contraloría independiente técnico-ciudadana exhaustiva y permanente del CNE y el SAIME; o si estos entes fueran transparentes y absolutamente abiertos a la vista de la gente.

Lo que no es así. Por lo que, y mientras tanto, es éticamente una obligación, políticamente acertado y respetuoso de la inteligencia del venezolano;  apuntar a que, si el fraude sí es posible y esos entes electorales y de identificación son controlados por un Chávez sin escrúpulos; en necesitándolo para su mesiánico “proyecto histórico”, para disponer de mayores y mas cómodos márgenes electorales y sobre todo  en situaciones críticas; no cabe la menos duda de que lo hace hizo y hará; cada vez que lo considere necesario.

,.* SEGUNDA PARTE

.-* De la unidad al liderazgo; al fin, nuestro David contra Goliat

Las campañas de Chávez y Capriles, fueron, inversas a como se esperaba o se supondría que fueran cada una con respecto a la otra. La de aquel, según, gran líder mundial, de la “participación”, de que “la calle es del pueblo” de “la inclusión”, etcétera, fue determinante y omnipresentemente mediática casi sin actos ni vínculo real directo espontáneo  con la gente. Mientras los actos que hubo fueron remolcados tarifados y fríos; pesados.  La de Capriles, relativa y se diría que hasta calculadamente con muy poca presencia mediática; aunque con muchos recursos; fue de contacto y comunicación directa con la gente; desde en los “casa a casa” en los “pueblo a pueblo”  hasta en las decenas de actos regionales sorprendentemente masivos. La calle fue de la oposición, de la gente; la penetrante convocatoria unitaria antichavista la ocupó espontánea masiva y entusiastamente.

No hubo debate sobre nada; fue una campaña vacía; y aunque supuestamente para unos y para otros, todo, absolutamente todo, “la Patria” y “el Futuro” estaba en juego; fue una campaña sin planteamientos de fondo y obviando temas tan sensibles como el militarismo y la corrupción.  Chávez con evasivas impertinentes no se atrevió, rehuyó el debate que la oposición y Capriles insistentemente propusieron. Pero, realmente, nadie promovió el debate real sobre nada; desde ningún lado a ningún nivel de ninguna de las dinámicas de campaña Los candidatos manejaron solo slogans y discursos.

Discursos que se relacionaban el uno con el otro; solo en una relación de “paralaje”; solo candidaturalmente se referían mutuamente. El de Chávez metapolítico, épico, referido al Universo a la Utopía al Género Humano; etcétera; al capitalismo y el imperio; a la Patria; supuestamente socialista, revolucionario; supuestamente de izquierda; exaltado; con la gestualidad el gesticular y la expresión corporal  del discurso de Fidel cuando Bahía de Cochinos; pero sin nada que ver con nada, ni de la coyuntura real ni  de la realidad concreta ni de la crisis profunda en que vivimos, y.sobre la que su régimen cabalga El de Capriles, siempre sustentado en cifras precisas y referencias vivas en sitio, sin dimensión, siempre sobre a los problemas concretos locales y nacionales, que el mal gobierno chavista profundizó y no resuelve ni podría resolver; y que, según, él y el buen gobierno que haría, sí resolvería.

La campaña chavista, incoherente y errática, pesada, inicialmente desdeñosa y subestimante de Capriles, descalificándolo y pretendiendo desconocerlo como retador válido a su nivel; sin embargo, ante la sistemática y bien precisa e impactante confrontación de éste, tuvo que pasar a un plano reactivo,  a ponerse a la  defensiva; de tal forma que “puesto contra las cuerdas”, se vio forzado a responder diariamente, compulsiva errática y hasta lastimeramente a los cuestionamientos relativos a los problemas nacionales puestos en la agenda electoral diaria que, Capriles sin mayor esfuerzo le impuso hasta el final.

Aunque sin profundidad ni concreción sobre la solución  a los problemas, ni sobre la base teórica o conceptual de la que sería su gestión ante ellos; la campaña de Capriles “milimétricamente” diseñada programada y ejecutada, se sustentó en aprovechar al máximo sus ventajas personales y políticas, como candidato, apuntando a la relación  de la crisis nacional continuada y profundizada por Chávez y su gobierno agotado e incapaz; incoherente con su pretensión reeleccionista;  incoherencia puesta de bulto, con la actuación y el discurso electoral, repetitivo y cansón; hasta lastimero, de un candidato agotado emocional y psicosomáticamente; enfermo; que como respuesta al cuestionamiento opositor, no alcanzaba mas allá de seguir invocando y anunciando misiones; y a hacer referencias elípticas inconcretas, a la “consolidación de la revolucíón” “anticapitalista” que, según, avanzaría con su Plan 2013-2019.
   
La agilidad cobertura y alcance con que Capriles recorrió varias veces el país, en los tres meses de campaña, aprovechando tales buenas condiciones físicas un eficiente calendario y los recursos de que dispuso; aunque sobre todo y siempre a partir del carismático carácter unitario originario de su candidatura; aunque enmarcada en la  inexplicable y mas que dudosa validación del CNE y del proceso, según en función de  crear la expectativa de un triunfo seguro; produjeron la exitosa  convocatoria plural y la movilización nacionales en suma de los varios millones del antichavismo; a tales niveles y con  calidades políticas imposibles hoy para el chavismo; ni siquiera imaginarlo.

Como derivación de ello, a partir de esos muy buenos resultados  de la  movilización iniciales por el país, el carácter y el contenido  unitarios de la campaña fueron siendo desdibujados destacándose crecientemente su carácter personal; de ser él, Capríles,  quién derrotaría a Chávez, ya no la unidad ni la gente; sino él;  y que él sería quién resolvería los problemas; hasta hacer axial y permanente la idea de que se trataba de “David” que derribaría a Goliat; la vieja y profundamente reacccionaria y antihistórica idea de que para sacar a Chávez se necesitaba otro Chávez; de que “solo con otro líder” saldríamos de él; fue puesta como eje de la campaña..

El carácter unitario originario de su candidatura, y su esencia unitaria, fue siendo hecha desparecer casi totalmente a partir de inciada la campaña formal; y con el pretexto o la justificación de “no tener nada que ver con el pasado”; el resto de las organizaciones y las bases políticas y partidistas protagonistas de las Primarias, diferentes a su partido PJ y a su nuevo Comando Venezuela, desentendido del Comando Tricolor con que había ganado la candidatura única, fueron excluidas de su campaña; que se redujo a una campaña presidecialista a la Presidencia. Nada nuevo por lo demás. Negar la “tarjeta única” que potenciaba la unidad, fue consistente con la sectarización de la candidatura...

.-* Las “agendas ocultas” y la  opción por “el malo conocido”

El discurso electoral de Capriles se armó sobre la idea de que los problemas del país son resultado de que el chavista es un gobierno incapaz y malo; y en que él los resolvería, todos y hasta en lapsos cantidades precisos, con un gobierno bueno que él iba a hacer. En ese discurso, reconocía  las  principales ejecutoria chavistas en función de lo social, sobretodo de las misiones, que, según, conservaría y mejoraría, haciéndolas mas incluyentes pero despartidizándolas.

Y, aunque nunca se refirió a cambiar la propiedad estatal de PDVSA de las empresas básicas y de las privatizadas CANTV y EDC, siempre sin mayores precisiones sobre cuales sí y cuales nó, reiteraba que detendría revisaría y hasta, según, revertiría  las expropiaciones, de que respetaría la propiedad privada, igual sin específicar; y que con el sector privado y la inversión extranjera crearía millones de empleos y reactivaría la producción nacional; pero de tal forma expuestas esas posturas, que era evidente su sintonía con lo medio-dicho ambigua y dejado en suspensivos;  siempre seguido de la advertencia de “lo difícil y duro que era lo que venía; la reconstrucción de lo que Chávez había, y seguía destruyendo” “ la durísima transición que venía”; que declaraban algunos de los principales especialistas tecnócratas y burócratas de sus equipos de campaña y programa, y que, presumiblemente estarían en su gobierno.

Capriles y la MUD y el CV rechazaron terminantemente y denunciaron que se trataba de una componenda, los documentos difundidos hacia el final de la campaña, que mostraban  una clara orientación neoliberal. Y aunque eran evidentemente manipulados y editados, y que no habían sido oficialmente asumidos;  igual era claro que sí habían sido hechos y manejados por algunos de los equipos de programa-. La idea simplista y evasiva de que “las etiquetas no tienen sentido”, de que, según, “es obsoleto hablar de neoliberalismo, de izquierdas y derechas”;  no disipó el efecto concreto que el ataque central chavista, de neoliberal de  que revisaría y reprivatizaría lo expropiado; y sobre todo de duda sobre que eliminaría las misiones, tuvo en sus varios millones de beneficiarios; y hasta en la buena parte de los ya distantes del chavismo y que mostraban tendencia a abstenerse. Entre la afirmación chavista de que mantendría las misiones crearía más y las profundizaría; sobre todo  teniendo la capacidad concreta de hacerlo; y la idea de Capriles de que no las eliminaría sino que las revisaría y mejoraría; la lógica que por lo visto prevaleció, al menos en algunos sectores, fue la de “malo conocido preferible que bueno por conocer”.

La ilimitada deshonestidad de Chávez no le quita veracidad a su denuncia, repetida día a día por sus títeres, de que Capriles, y, si no la MUD o el CV, su eventual equipo de gobierno, teníau una “agenda oculta”; oculta a la opinión general, pero manejada por los factores de poder que lo apoyaron, y que en sus elementos básicos y líneas generales eran mostrados en los medios por sus tecnócratas polítologos y voceros aparentemente  mas cercanos.  Pero, con la circunstancia, de que, exactamente igual y con igual opacidad, Chávez en su Plan 2013-2019, realmente desconocido por la gente y al que él se refiere genéricamente como “continuar la construcción del socialismo” o “profundizarlo”, etcétera; lo que hay, igual, es una agenda oculta; que no se atreve a mostrar; en cuanto a “el ariete” sobre la sociedad en qué consiste realmente  “el Estado Comunal” al que se refiere ese plan.

Que aquella sea calificada de “neoliberal” o “capitalista”, siéndolo realmente; y esta de “socialista” sin que realmente no sea sino el proyecto de “capitalismo de estado” soportado en un control reticulado de toda  la sociedad; y aparte de que sea irrealizable; no las diferencia, en cuanto que, agendas ocultas ambas;  se sustentan en  una concepción mesiánica delirante y autoritaria del poder y de una acción pública por encima y negadora de la soberanía ciudadana; que hoy por hoy es, precisamente, el punto deslindante entre lo regresivo y lo progresivo, entre las posiciones de izquierda y las de derecha; ante los problemas de la sociedad y del ejercicio del poder.   

-* Sustituir un “gobierno malo” por “uno bueno”/ La“política” y la “antipolítica”

La idea de que de lo que se trata era de “gobernar bien”, sacando a Chávez que  gobierna mal, además de lo teóricamente inconsistente que es; obvia varios aspectos concretos de las vivencias y visiones de la gente en general. Uno, se refiere a la visión de los beneficiarios del gobierno chavista, “malo” para la oposición y Capriles; pero que para esos clientelajes que todavía son una buena parte del país, y explicablemente, el de Chávez ha sido el mejor gobierno que han conocido. Otro se refiere a que si ciertamente el actual es un gobierno malo, el peor conocido; que no resuelve, igualmente los anteriores puntofijistas fueron malos y permitieron un acumulado de deterioro y exclusión de la que fue víctima y todavía lo recuerda y tiene conciencia y vivencia propias, concretas, buena parte de los venezolanos mayores de 30 años.

Y, un tercero, que va mas allá de la idea de que se requiere “un buen gobierno”, aunque Capriles se desentiende del pasado y de la vieja política, los dirigentes y cuadros que lo acompañaron y que estarían en su gobierno; y él mismo; aunque no hayan  estado muchos de ellos personalmente en gobiernos anteriores, muchos sí vienen del partidismo y la tecnocracia puntofijista y/o multilateral, y reproducen concepciones y estilos de la vieja política, sustentada en la representatividad liberal-burguesa en el autoritarismo y el mesianismo, civiles y tecnocráticos; y en el partidismo; en los que ellos sustentan su agresivo deslinde entre lo que califican como “política” y lo que descalifican como “antipolítica”
Pero el cuestionamiento mas de fondo a la idea de que los problemas nacionales se solucionarían, saliendo Chávez, claro, y, con un buen gobierno; es que la crisis nacional, los problemas el acumulado de deterioro de décadas, y la respuesta a ellos no es, sino circunstancial e instrumentalmente una cuestión de mal o buen gobierno, de una buena gestión pública; porque es una cuestión de poder; la cuestión de, quién, sobre cuales relaciones fácticas y subjetivas, y en función de qué expectativas e intereses concretos, se ejerce el poder, se define y activa lo público y se formulan las decisiones sobre él. No entrando en materia sino yendo directa y solo referencialmente al epicentro del asunto: no es con Chávez que la economía venezolana se convierte en rentista; desde Gómez ha sido así; y tampoco es ahora que la política es clientelar; desde los años cincuenta ha sido así; y no es con Chávez que se inicia el desmantelamiento institucional del Estado Venezolano, y se disparan la inflación la paridad cambiaria y el endeudamiento; sino que fue en la década de los 70 y 80. Con Chávez se ha continuado y profundizado el deterioro de todo en Venezuela; pero no fue con él que se inició. Y eso lo sabe la gente, lo sabe el país. .

-* Una polarización solo electoral La gente votó en contra

Desde el 2006 cuando todavía se mantenía la polarización general del país inducida mediáticamente por ambos sectores; ella vino cediendo, a nivel de la gente, hasta casi no existir hoy; aún cuando se sigue manejando, manipulando, en los discursos y a nivel mediático. Obvio, en procesos eleccionarios la polarización mediática se dimensiona circunstancialmente en la gente; aunque ya sin la  intensidad violencia y agresividad, de antes y de luego del RR del 2004  Hoy el venezolano de a pié no está polarizado; aunque mayoritaria y crecientemente rechaza al chavismo; a contrapelo de lo polarizadas que sí están las figuras mediáticas partidistas intelectuales empresariales, religiosas de ambas partes.

En la campaña, naturalmente,  la gente fue requerida y presionada para votar por Chávez o por Capriles Pero con la circunstancia, que siempre se da como una condicionante mas, y que aquí fue lo determinante; de que realmente la gente, mayoritaria y mayormente, no voto por Chávez ni por Capriles; sino en contra; en contra de Capriles del puntofijismo de la derecha y el Imperio; de que  “te van a quitar las misiones”; la mayoría de quienes votaron Chávez; y, en contra de Chávez, un porcentaje probablemente mayor, contra la inseguridad, la destrucción del país, el comunismo, los militares etcétera. En  mediciones hechas a mediados de campaña, se determinaba que el porcentaje de quiénes votaron por Capriles, propiamente por él, andaba por el 10%; el mayor peso porcentual era el del carácter unitario de su candidatura. Y aunque no había información precisa sobre la motivación para votar por Chávez, seguramente que el porcentaje de quienes lo hacían en concreto por él, debía ser inferior al  20%,.si acaso; siendo el de mayor porciento, probablemente, el temor a que quitaran las misiones.

A  pesar de la retórica pseudorevolucionaria socialista; y a pesar del Plan Bolívar 2013-2019, supuestamente “un proyecto de país”; y a pesar también del discurso pragmático aunque con resonancias milenaristas, de “hay un camino” y del  Programa de la MUD y el CV, igual, supuestamente “un proyecto de país”; el cuadro de motivación electoral fue preciso y cerradamente polarizado; de votar en contra. No se votó por ninguno de los “proyectos”; ni se voto por la izquierda ni por la derecha Para votar eficientemente y por lo que fuera contra Chávez, no se podía sino votar por Capriles; y para votar eficientemente y por lo que fuera contra Capriles, no podía sino votar por Chávez.

.-* Capriles, el candidato de una derecha; no de toda

.A la candidatura de Capriles apostaban las cúpulas partidistas y empresariales, nacionales, y religiosas; algunas no abiertamente; y, no todas; ni siquiera las mas de mas poder como la bancaria; junto a los factores políticos y de poder conservadores internacionales Sin que pueda decirse que era el candidato de “el capitalismo y el Imperio” de “la derecha”; sino de algunos sectores del capital mundial del “Imperio” que están en contra  Chávez; y que no son sus socios comerciales o industriales. Es cierto igualmente que Capriles  personal y político-partidistamente tiene un origen y una trayectoria de  centro-derecha; salió de COPEI; y PJ  partido del que es cofundador se ha identificado con el PP español y con el PAN mexicano; con el uribismo; y hasta con los republicanos de EEUU Y es cierto igual que su campaña que se soportó y arrancó inicialmente en la condición y el contenido unitario de su candidatura; fue siendo llevada a pulso, concientemente y él conciente, hacia la deriva sectaria y reaccionaria de ser “el otro Chávez”; de ser el “David” que derribaría a Goliat; deriva oscura antiunitaria de la que resultó la conciente y voluntaria exclusión por el CV de la pluralidad partidista y organizacional que, aparte su real dimensión y alcance, su peso real y vigencia, fue la que determinantemente conformó las Primarias;. Pero ello no significa que la candidatura fuera de derecha, aunque si lo fuera de la derecha, de la derecha nacional y de parte, solo de parte, de la internacional Otra parte jugó fue a Chávez.

Junto a que, tema aparte, la motivación de medio país, que se expresó votando por él, no es de derecha; ni siquiera y a pesar de todo, es anticomunista, sino muy minoritaria y superficialmente; sino que rechaza la concentración de Poder el autoritarismo; que es lo mas de derecha que puede darse hoy por hoy en cualquier contexto; y rechaza el estancamiento y la regresión del país, el desmantelamiento de sus estructuras productivas y sociales históricas nacionales; por lo demás inevitablemente “capitalistas” “burguesas”.De tal forma que, motivacionalmente, el voto por Capriles no era por un candidato de derecha; ni, menos un voto de derecha. Como el voto por Chávez no era ni un voto por la izquierda ni un voto de izquierda.
  
Por lo demás, la candidatura de Chávez, y su “proyecto” no tiene nada de izquierda; mas allá de la retórica y de lo que digan sus planes; y del clientelismo hacia los sectores “C” y “D”.Centenares de trasnacionales de todo el Mundo; por mencionar solo algunas, las navieras ferrocarrileras y telefónicas españolas; las grandes agroindustriales metalúrgicas de construcción brasileiras y argentinas; las chinas las rusas las italianas, etcétera, las centroamericanas; las petroleras de todo y las fabricantes de aviones y trenes del Mundo, francesas brasileñas españolas; tienen a Chávez entre de sus principales socios comerciales.

Por otra parte, si podía visualizarse el que sería el gabinete de Capriles como conformado por tecnócratas vinculados al sector empresarial y a los multilaterales y con experiencia, currículum y orientación neoliberal; en contraste con la chapusería desrprofesionalizante y militarizante característica de los gabinetes de Chávez; sin nada que ver con “socialismo” ni izquierda ni revolución; sino con la chapucería y la negación absoluta de la inteligencia; pero que se reivindican como “revolucionarios” e “izquierdistas”; y sin entrar en el tema de la calidad y el contenido real que han tenido sus ejecutorias; no hay sino que atender a quienes serán, designados a dedo, sus gobernadores a partir del 16D; nuevos y viejos; que en general y aparte de algún matiz que se pueda observar en uno que otro; todos, aparte de incapaces y corruptos, son reaccionarios de derecha y hasta fascistas; sin nada que ver con izquierda ni posiciones progresistas. La conclusión es bien clara; el voto por Chávez  fue un voto por un régimen reaccionario, de derecha.

.-* Chávez en su verdadera pequeñez

De estas presidenciales queda un Chávez desmitificado, sin prepotencia, reducido a su real estatura y dimensión; frágil hasta el llanto; y que fue puesto y mantenido  “contra las cuerdas”, por un retador que aparte la condición unitaria de su candidatura, tampoco tenía mucho con qué, salvo su juventud y las muy buenas condiciones físicas que tiene, de su entrenamiento de maratonista y montañista,; y que con un discurso primario y directo referido sin dimensión ni densidad al caos del día a día de los venezolanos; y a la responsabilidad de Chávez, en su profundización; terminó imponiéndole la agenda diaria en todo evento aunque no fuera o no debiera ser electoral

TERCERA PARTE

.-.* Lo que no podía ser y no fue; el Flautista de Hamelín no estuvo aquí

El 7O, felizmente, no fue nada de lo que ambas partes anunciaron que sería. Ni fue realmente el inicio de “la última gran batalla de La Patria”; ni fue “el primer día de El  Futuro”; según la amenaza fuera del chavismo, según fuera de la oposición. El “huracán revolucionario, bolivariano, etcétera, no se dio, o no pasó por aquí. Aunque sí hubo, culminó, la  gran avalancha ciudadana antichavista antiautoritaria que comenzó a formarse y crecer desde el  inicio del año.

A Chávez ni al CNE le fueron suficientes ni los votos reales voluntarios que todavía tiene ni siquiera sumando los de los abstencionistas remolcados; para producir al menos el efecto de que había “ventiado”; teniendo que echar mano de los votantes “pret a porter” del SAIME, procesados y computados por el CNE hasta los totales cantados. Fue la primera de las tres  jornadas de la “Victoria Perfecta” decretada; una “victoria” electoral, ciertamente gracias al SAIME y al CNE; mas que a “la maquinaria”; y, “perfecta”, sí, estando avalada por la oposición; pero de mierda; una victoria vergonzosa, hedionda.

Mientras que la avalancha ciudadana antichavista, espontánea voluntaria, de votos, sí la hubo; y, a por encima de todo, y  también de la oposición, fue  espectacular sin precedentes. Porque fue de la gente, nada que ver con  la pretensión de que fue provocada por una suerte de “Flautista de Hamlín” que con su embrujo nos sacaría de la pesadilla chavista y nos llevaría, siempre él con su flauta, al Futuro. Y, claro que hubo los votos para “ganar” si hubiera habido un verdadero “arbitro”; en vez de un CNE que simplemente leyó los números que desde meses atrás Chávez mismo había cantado como resultados mínimos aceptable.

Fue una derrota electoral espectacular, brillante; de la gente, de los venezolanos; frente a la sucia y vergonzosa “victoria” chavista sobre el país todo. Una derrota con la que no comenzó “El Futuro” imaginado por la MUD y el CV, al que llevarían el país de la mano; aunque si, mas allá de lo obvio, el inicio sí, de todo lo que viene e inevitablemente sucederá, mas allá y a pesar de la perversión institucional-electoral chavista, que ya monta el segundo y el tercer evento de su “Vitoria Perfecta”. Como ha venido siendo, la avalancha ciudadana, seguirá creciendo hasta sepultar el autoritarismo.

Seguro que en el corto tiempo se verá que el “triunfo” chavista del 7O no significará la pretendida gran batalla por “La Patria”, supuestamente haciendo “irreversible” el proyecto autoritario. La gente, incluida la gente cuyo voto de la manera que haya sido, fue computado para Chávez; lo enfrentará; como ya desde hace años viene enfrentándolo. Igual que tampoco hubiera sido el inicio del lanzamiento a “El Futuro” según la agenda real de la MUD y el CV; en el escenario imposible de que el CNE hubiera el triunfo de Carriles.

Ninguna pretendida elite, ni cúpula ni articulación de factores de poder, ni autonombrada  “vanguadia”; ninguna estirpe ni ningún mesianismo ni tecnocratismo; está en capacidad hoy; por eso ocultan sus agendas; de imponerle a la gente, en nuestro caso, a los venezolanos, su proyecto su modelo; sea cual sea su orientación  sea cual sea su alcance, ideológico doctrinario teórico. El aspecto común, igualante aunque hubiera algún matiz,  de ambas votaciones chavista y de oposición, fue su constitución “policlasista”; la pluralidad en todos los aspectos. Mas allá de que realmente la subjetividad nacional esté hoy escindida; y de lo que puede indicar cierta emocionalidad y alieamiento; y una polarización circunstancial, los venezolanos de ambas votaciones, realmente están mayoritariamente contra la concentración de Poder contra el autocratismo. Por eso la agenda real de Chávez, era y es una agenda oculta; tanto  como era  la de la MUD y el CV.

Caracas octubre 2012
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viernes, 26 de octubre de 2012

ERIC EKVALL - CÓMO FUE ORGANIZADO EL FRAUDE ELECTORAL EN VENEZUELA






MegaTv, Miami
26 de octubre de 2012

El prestigioso analista político Eric Ekvall, radicado en Venezuela desde el año 1982, ha explicado  cómo fue realizado el fraude en la elección presidencial de Venezuela del 7 de octubre de 2012.

En entrevista con el editorialista Jaime Bayly:

Primera parte:


Segunda parte:


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SHIVA KALI - EN CAMINO AL PRECIPICIO CON EFICIENCIA





Para quienes participamos en el proceso de toma de decisiones gerenciales como rutina de vida, el análisis de la realidad situacional constituye el factor crítico para orientar y fundamentar las decisiones  que han de tomarse en torno a un problema determinado. Y más aún, cuando el problema reviste una significativa gravedad, capaz de poner en riesgo la permanencia misma de la organización empresarial. Por esta razón, no hay nada mas desagradable que tener que decir “te lo dije”, cuando los “caminos” tomados(decisiones) para enfrentar problemas gerenciales han sido equivocados. Precisamente, por obviar, por increíble que parezca, el análisis situacional del entorno que no es otra cosa que la “cruda realidad” que cubre a cada camino en particular y cuyo desconocimiento origina resultados nefastos (a veces hasta catastróficos) por el terco empeño de decidir por “caminos equivocados”.

El 7 Oct no podía ser distinto a lo que viene ocurriendo desde Diciembre 1999, pues la “realidad situacional del entorno” es exactamente la misma. La única diferencia es que con cada nueva fiesta electoral se manifiesta la prueba infalible de esa realidad situacional existente que tratan de simular oportunistas cuyos único interés no es precisamente el bienestar y progreso de ese pueblo a quien engañan en cada fiesta para llevarlo al matadero, no; el bienestar y progreso que ellos persiguen es el del grupo clientelar que han logrado estructurar para chupar de la ubre que amamanta al chupa cabras rojo y asi ellos poder mantener su “estatus”. Cual estatus? Ese que perdieron en 1999.
Efectivamente, ante la grave crisis de liderazgo que vive el país, la insepulta, incapaz y viciada dirigencia del pasado, frente a la realidad situacional roja que les pajeó el “estatus” de mas de 40 años, pues idearon una fórmula, muy original por cierto, para mantener el “ordeño public”, su única razón de vida pues no saben de otra cosa que de las trampas, chanchullos y guisos a que han estado acostumbrados mediante el manejo del poder. Perdieron el poder por viciados e incapaces; pero han logrado la “formula perfecta” para la sobrevivencia y estatus en tiempos de realidad situacional roja: las miniparcelas del poder que les permite el dueño de la comarca para que no echen vaina y coman tranquilos.

Por su puesto que, la “formula perfecta” de miniparcelas de poder(migajas) para el ”ordeño publico”, léase gobernaciones, alcaldías y AN, es un coto cerrado, única y exclusivamente, para el grupito clientelar “formula perfecta”, de cada uno de los parceleros con su respectiva cabeza de “parcelamiento” al frente.  La fórmula incluye la innovadora idea de juntarse para cada fiesta electoral. Y es allí donde han surgido los “slogans unitarios” para ir unidos a  la fiesta y no ser dejados por fuera sin pasapalos ni tragos: coordinadora democrática; atrévete; mi negra; mud; hay un camino; autobus; progreso; avalanchas; etc.etc.etc. La última es, “el camino continua”. Desgraciadamente, pienso que llegaron a una calle ciega. Sencillito pues.

Y cual es esa realidad situacional que menciono? Pues esa que se presenta al dia siguiente de cada borracahera electoral, en pleno ratón, para abofetear, gritar y burlar a quienes, una vez mas, han vuelto a caer por inocentes. Me refiero a esa inmensa masa de pueblo bueno, noble, honesto y trabajador que poco a poco muere de asfixia esperando que su Venezuela llegue el ansiado día donde un nuevo amanecer les indique que ahora sí, ha llegado la luz. Y no la de la corrupta, ineficiente y buena para nada Corpoelect, precisamente.

La realidad situacional es muy clara: institucionalidad del país, desde la A hasta la Z, obedeciendo silenciosamente al grito de una bota que los humilla; FAN roja que grita patria socialista y anti imperialista; Pdvsa bajo un deterioro operacional tan grave que ya le estallan las refinerias, y bajo un riesgo financiero tan peligroso que ahora depende de lo que le preste Fogade, Fonden,  bancos del Estado y el endeudamiento acelerado e indiscriminado de emisión de papeles de deuda para poder operar; el BCV vendiendo las barras de oro para obtener divisas pues ni el fondo chino ni Pdvsa le cubren las necesidades de divisas para mantener al pais respirando; la institucional electoral del país estructurada, penetrada, vigilada y controlada para producir las  “Victorias Perfectas” que sean necesarias; una fuerza civil armada y organizada en milicia claramente con un objetivo de defensa de la revolución que no de la nación; una población humilde estructurada en mas de 40 mil consejos comunales(todos “enmisionados”) a njivel nacional, para minar las atribuciones, autonomías y poder de gobierno de gobernadores y alcaldes, esperando el momento del zarpaso final que ya está muy cerca; TSJ y estructura de justicia del país sometida a los deseos emocionales del jurisconsulto de Miraflores incluyendo la fabricación de expedientes contra seres inocentes; una sociedad aterrorizada por el hampa desbordada, que se desplaza libremente en motos con camisas rojas, bajo la mirada complaciente de unos cuerpos policiales corrompidos que tambien cuidan su parcelita pues.

Los ejemplos de la realidad situacional que cubre nuestra Venezuela por los cuatro costados es obvia y visible. Frente a esa realidad un grupo de irresponables, unidos por una mano peluda(MUD) le ofrecieron a un pueblo inocente, hastiado, confundido y temeroso, que había un fulano camino hacia el progreso, llegando al abuso burlón de invitarlos a montarse en ese “autobús imaginario” que solo alguien bajo desespero es capaz de pensar que un espejismo puede ser verdad, incapaz como está de percatarse que todo no es mas que “Vapor de Ilusión”.

Pero y entonces, ahora cuál es el camino? Sin duda que el precipicio. Ese que son incapaces de ver los “parceleros del ordeñe”, cuyo autobus para el progreso es el que los lleva al guiso, chanchullo y demás tramposerias juntas a las que están acostumbrados. Lo grave, es que el viaje hacia un camino llamado precipicio será con eficiencia, pues quienes no conocen a su enemigo y jamás lo han conocido ( elemental principio de la Guerra de Sung Zu ), ni mucho menos se molestan en analizar lo que a su alredeor circunda pues son sabiondos que se las saben todas mas una pues.

Los anuncios de cambios ministeriales y vicepresidencia, incluyendo el regreso del pistolero Loyo a gabinete, pues son mas que obvios para concluir lo que vendrá a continuación del 7O. Pues lo mismo que siguió después de la derrota del “atrévete Rosales” en el 2006. Movimientos para el avance acelerado hacia el plan original de Patria Socialista(comunismo disfrazado). Por eso Chávez arengó a sus ministros el día Sábado sobre el Poder Comunal. Y esa es la fase que sigue: avance acelerado del comunismo con disfraz de socialismo. Chávez ha utilizado un estrategia distraccionista dejando que muchos se beneficien de negociados, misiones, corruptelas, guisos y componendas bajo cuerdas, haciendoles pensar que todo sigue igual mientras él avanza hacia sus propósitos de una sociedad comunista donde el poder lo dirigen y controlan a través de las comunas. Todo sera fácil pues ya los “parceleros” están pendientes de las miniparcelas el 16D. De paso, las perderán casi todas por no decir todas. Su ambición será su propia perdición.

En este fase que sigue se aceleran las comunas pues ya el ineficiente, incompetente e ignorante que hoy pide eficiencia, sabe que la candela ya le toca los pies y tiene que acelerar la marcha pues la revolución sabe que han alcanzado el punto rojo de no retorno.Ya no hay marcha atrás posible. Pero mientras que un obstinado Chavez piensa que será exitoso en su fase final de implementación, lo que viene será el gran reventón. El piensa que el “Chavez corazón de pueblo” es la llave mágica para controlar a una masa que ya una vez se mostró indomable. Es exactamente la misma masa humana que bajo el liderazgo de un líder popular como lo fue CAP, se desbordó por los cuatro costados, cual río revelde sin cauce, cuando le incrementaron el pasaje y la gasolina. No quiero imaginarme cuando a esa masa que han acostumbrado a misiones, regalitos chinos y viviendas gratis que se caen a los meses, le digan que se acabó lo que se daba porque ya Pdvsa esta en terapia intensiva; porque el BCV se tiró todas las reservas de oro y porque ya los bancos del país han sido saqueados por la revolución buscando hasta el último centavo como de hecho ocurrirá muy pronto. Viene la toma de la banca. Del 2013 no pasan! A preparase pues que hay un camino. Y se llama precipicio!

Pero como el tiempo de Dios es conocido solo por el mismisimo Padre Clestial, soy un convencido de que aparecerá el portador de una antorcha de luz que guiará el norte de un pueblo bueno, noble y alegre viviendo bajo oscuridad pero que jamás será doblegado. Esa fue la enseñanza y legado de Bolivar y no la del ciudadano sumiso arrodillado frente a la voz de un amo que lo patea y humilla. Asi será en memoria del Padre Libertador Simón Bolivar.

No me canso en repetir una y otra vez, que los líderes nacen cuando las circunstancias los llaman. La historia del mundo esta llena de ejemplo de líderes y de lo que su talla significa como conductores consensuados hacia rumbos muy bien definidos, ciertos y posibles de alcanzar(jamas fingidos con autobuses invisibles), fundamentados en  la visión y convencimiento de su palabra carismática, pues el líder utiliza como herramienta de lucha a una poderosa y temida arma llamada verdad. Arma muy temida por el polo opuesto al líder, el tirano; quien lejos de liderizar y guiar consensuadamente pues simplemente somete voluntades bajo la amenaza y el terror. Son muy fáciles de reconocer pues por le general se uniforman y aun cuando se les ven las armas te lo recuerdan a diario que estan armados. Asi son. Hasta que los alcanza el Kadafi o el Saddan Hussein que no es otra cosa que las masas cuando se revelan y vuelven indomables. Dios todopoderoso tenga piedad del noble pueblo venezolana y de nuestra bella tierra.

Shiva Kali
21 de octubre del 2012

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lunes, 15 de octubre de 2012

JUAN CARLOS SOSA AZPÚRUA - SER RADICAL



Aclararé lo que significa para los radicales el término “radical”.

La vida es una sola y constituye el bien más preciado que tenemos, porque si lo perdemos, lo perdemos todo.  La Libertad es el idioma de la vida, lo humano se explica gracias a la Libertad, los humanos no somos animales porque somos libres.

Cuando algo atenta contra la Libertad, está atentando contra lo humano, ergo está quitándole a la vida su forma de expresión y su esencia. Un hombre esclavo, no es hombre, es esclavo, que es lo mismo que decir que está muerto, es un zombie, un ser sin esencia, si posibilidad que su vida tenga algún valor en lo que respecta a la expresión de su naturaleza.

Cuando algo atenta contra la Libertad, ese algo es un enemigo implacable, porque si tiene éxito, nos mata lo humano que hay en nosotros, volviéndonos esclavos. Por eso un régimen que viola la Libertad, es un régimen que puede y debe ser combatido con cualquier medio disponible, sin matices y sin contemplaciones.

Atenuar esta premisa es lo mismo que hacen los que deciden negociar con narcoterroristas, conciliar posiciones con asesinos. Los mismos que defienden los derechos humanos de monstruos como Osama Bin Laden pero nunca hacen mención de los derechos humanos de las miles de personas asesinadas por este difunto enemigo barbudo de la Libertad.

Los conciliadores concilian ambas posiciones, las de Bin Laden y las de sus víctimas; las del pueblo colombiano y las de la narcoguerrila que lo destruye con drogas y bombas.

Los  conciliadores buscan ser comprensivos, usan matices para llegar a posiciones de consenso; y así los Bin Laden, los Marulanda, los Chávez, y un sinnúmero de enemigos de la Libertad logran escabullirse y continuar sus respectivas muecas destructivas.

En Venezuela la Libertad está en juego con el régimen de Chávez  y por ende el régimen de Chávez debe desaparecer, como sea.  Los radicales entendemos esto muy bien. Los conciliadores buscan explicaciones matemáticas, tratan de descubrirle las cinco patas a la rata…y así se les va la vida y obviamente el país.

Para los radicales lo que sucedió el 07 de octubre fue una tragedia de proporciones catastróficas. Por eso nos sentimos frontalmente insultados por las posiciones conciliadoras, por las auto felicitaciones pepsodent de los responsables de esa hecatombe y por sus maneras suaves y cínicas de “pasar la página”… sus formas “conciliadoramente democráticas”.

Por eso nos hartamos; es imposible de tragar que los individuos que han permitido que esta tragedia ocurriese, cuando hubo muchas formas advertidas de evitarla (y que sabotearon y ridiculizaron), pretendan seguir aplicando sus estrategias fallidas; y mucho menos soportamos a los necios que los aplauden y que además tienen los bríos de insultar a quienes estamos de luto, solamente porque se nos ocurre abrir la boca para decir que es una total y absoluta FARSA todo el proceso que culminó en ese patético discursillo bobalicón que le entregó nuestra Libertad al régimen de Chávez, cual cochino mordiendo una manzana, en bandeja de oro y brillantes, legitimándolo por seis años más. ¿Para qué otra cosa sirvió esa bufonada del domingo más triste de la historia de este país? ¿Para las cretinadas que alega la MUD, y que taladran la materia gris de quien la tenga?

Por todo esto somos radicales, porque entendemos que la Libertad solamente se merece cuando se lucha con la vida por no perderla; no cuando se le considera una simple apuesta para jugársela en un hipódromo electoral.

Juan Carlos Sosa Azpúrua
15 de octubre del 2012
    

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domingo, 14 de octubre de 2012

HUMBERTO GARCÍA LARRALDE - DÓNDE ESTAMOS





“Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”
Simón Bolívar

No puede menospreciarse el sentimiento de frustración, dolor e indignación de millones de venezolanos por los resultados de las elecciones presidenciales del pasado domingo. Decepciona constatar que sectores mayoritarios de la población prefirieron alinearse con un proyecto retrógrado y primitivo cuando se les ofrecía la posibilidad de montarse en el autobús del progreso. El aforismo “más vale malo conocido que bueno por conocer”, nos recuerda la propensión conservadora del ser humano ante decisiones que pueden ser trascendentales para su futuro. Que la inseguridad y las 19.000 muertes violentas el año pasado, el deterioro en los servicios y en las condiciones de vida del venezolano, la corrupción desbordada, el abuso grosero del poder, el apartheid político, la militarización del país, el colapso de PdVSA y de las industrias básicas de Guayana, y la amenaza creciente a las libertades civiles no hayan entrado en la balanza de esta mayoría a la hora de votar, exaspera.

Y no vale al chantaje de que “el pueblo siempre tiene la razón” para atemperar lo dicho. Un pueblo corrompido por prácticas clientelares –y conste que no las inventó Chávez- no tiene “siempre la razón”, menos cuando está bajo el influjo de una propaganda Goebbelsiana, ingeniada para convertir al Caudillo en imprescindible salvador. Ya lo decía el historiador Francois Furet con relación a Hitler, “Supo, por instinto, el más grande secreto de la política: que la peor de las tiranías necesita el consentimiento de los tiranizados y, de ser posible, su entusiasmo”.

Desde luego, la contienda fue muy desigual; Henrique Capriles contra la maquinaria del Estado, con un ejecutivo volcado abiertamente a promover la candidatura de Chávez, un CNE que ni chistaba ante este ventajismo abusivo y con la invasiva presencia de éste y del gobierno en los medios a través de las cadenas y las “cuñas” obligatorias de la ley Resorte. Adicionalmente, el brinco pegado por el gasto público este año en toda suerte de misiones, sobornos y mecanismos de transferencia, sin duda influyó. Finalmente, no puede subestimarse el efecto de la campaña de intimidación y miedo para evitar que empleados públicos y “misioneros” se apartaran del carril Bolivariano. Sin embargo, este abuso de poder es intrínseco a la ecuación de dominio y control del presidente Chávez, parte del desafío a superar.

El verdadero desafío va más allá y tiene que ver con la amenaza de que se imponga una visión de sociedad refractaria al progreso y la libertad. Se trata de una competencia crucial entre dos maneras excluyentes de concebir el país. Se bien es absurdo pretender que triunfó el “socialismo”, la mayoría sí se alineó con un proyecto social ajeno a la democracia liberal. Se cosechó lo que, de manera sistemática, venía sembrando Chávez: los (anti)valores de una sociedad fundada en el derecho a usufructuar bienes y servicios, remuneraciones y/o posiciones de poder, independientemente del esfuerzo realizado o de los méritos puestos de manifiesto para ello: solo importa la lealtad hacia él y a su proyecto bolivariano. La legitimidad y perpetuación en el poder del Caudillo pasa por la instauración de un régimen populista de expoliación en el que el reparto de la riqueza social obedece a consideraciones políticas.

Con base en una simbología maniquea cuidadosamente urdida, Chávez ha construido un imaginario que alimenta un sentido de pertenencia con un “modelo” que solo él puede garantizar. Cosas tan nimias como tildar a cada ministerio como “del Poder Popular”, hacer del “pueblo” una entelequia insubstancial que se confunde con la voluntad de Chávez, y ponerle el epíteto de “protagónica” a la democracia; y no tan nimias como falsificar el pasado reciente para decir que el 4 de febrero (de 1992) se alzó el “pueblo” contra el neoliberalismo y calificar a la gigantesca marcha de la oposición el 11-A de 2002 de conspiración golpista, incitan a alinearse en torno al salvador.

A ello se añade la permanente descalificación de las fuerzas democráticas de “apátridas” o “oligarcas”, y a levantar el coco de una agresión imperialista en ciernes para quitarnos el petróleo –como si no le estuviera entregando un millón de barriles por día. La engañifa de señalar que Chávez nacionalizó el petróleo, que antes de él, el país era una “colonia” y que el “pueblo” lo que comía era perrarina -que lo que está en juego es la “independencia de la patria”-, terminan por redondear un dispositivo ideológico de dominación que justifica poner en sus manos la decisión sobre nuestro futuro. El control de los medios y la negativa al diálogo contribuyen a obstruir todo vaso comunicante con ideas ajenas que pudiesen desmontar tal impostura.

De ahí lo crucial que ha sido la demolición de las instituciones del Estado de Derecho y de la economía de mercado. La concentración en manos de Chávez de potestades cada vez mayores impide que normas autónomas, institucionales, puedan interponerse a la consolidación del régimen de expoliación que se ha venido instaurando en los últimos años, verdadero fin de la “revolución bolivariana”, no obstante los aditamentos “revolucionarios” con que se adorna (y que ellos mismos terminan creyendo). Pero la sostenibilidad de este régimen depende de que, 1) Continúen incrementándose los ingresos petroleros para usufructo discrecional del Ejecutivo; 2) Que estos ingresos se compartan con amplios sectores de la población a través de mecanismos variados de transferencia, vulnerables a la manipulación política; y 3) Que logre legitimarse, a través del aparato de propaganda, la idea de que el derecho al usufructo de estas dádivas es obra exclusiva de Chávez y del régimen bolivariano.

Cuando Capriles intenta convencer a los dolientes de estos esquemas de reparto de que él va a mantener las misiones, pero institucionalizándolas, atenta contra los valores que fundamentaron su creación. Decir que se van a someter a reglas de juego objetivas y transparentes dinamita el corto circuito de lealtad que deliberadamente soslaya reglas imparciales de asignación. Lastimosamente, desdibuja el sentido con el cual son percibidos por muchos. De ahí la preferencia del electorado por la versión original, la chavista, cuyas claves de reparto le son más asequibles: basta la adhesión al ideario “revolucionario”. 

Esta forma de perpetuar lealtades es muy efectiva en los estados más pequeños, en los cuales el Estado es prácticamente la única fuente de sustento. El dominio político del chavismo ahí garantiza que el manejo de las misiones y otros mecanismos de reparto se mantenga fiel a los objetivos para los cuales fueron creadas. No en balde la abrumadora superioridad de los votos para Chávez en esos estados.

¿Qué implicaciones tiene lo anterior para el programa democrático? En primer lugar, la importancia de comprender la naturaleza del problema a enfrentar. No se trata sólo de redoblar esfuerzos por llegar a sectores de la base chavista –que, desde luego, es importante- sino de entender cómo debe proseguirse esta vinculación. Segundo, entender que las elecciones regionales y municipales brindan una oportunidad invalorable para este esfuerzo. Por último, prepararse para aprovechar el impacto que pudieran tener los escenarios previsibles en el ámbito político y económico para el próximo año.

El análisis intentado en estas líneas no pretende criticar el excepcional esfuerzo hecho durante la campaña presidencial. Fue ejemplar. Solo que debe tenerse conciencia de la dimensión de este esfuerzo que, por fuerza, está obligado a socavar las bases mismas sobre las que se sostiene el neofascismo chavista. Los increíbles tres meses de campaña de Capriles fueron, no obstante lo exitoso de sus giras y lo efectivo de su mensaje, insuficientes: Chávez ha estado en campaña desde 1999.

La vinculación afectiva, de pertenencia, con su prédica simplista y maniquea ha venido adquiriendo una dimensión cuasi-religiosa que es necesario socavar. Además de tiempo, requiere de oportunidades propicias. El programa de gobierno, contentivo de propuestas concretas elaboradas por los mejores especialistas, debe inspirar una pedagogía política que devuelva al venezolano al mundo real. Ahora vienen las elecciones regionales y para alcaldes, contiendas que habrán de decidirse con base en la percepción acerca de la capacidad para resolver los problemas que agobian a los electores. En muchos estados la base chavista se viene rebelando ante la desastrosa gestión de “sus” gobernadores. Si bien el padrinazgo de Chávez seguirá teniendo incidencia, la “magia” es más débil cuando debe operar a través de intermediarios.

De ahí, precisamente, la intención de implantar un Estado Comunal, porque elimina la intermediación de órganos autónomos –por lo menos en lo formal- entre Caudillo y pueblo. Porque la verdadera inspiración del proyecto chavista no viene de Carlos Marx sino del neofascista argentino, asesor durante sus primeros años de gobierno, Norberto Ceresole. El régimen populista de expoliación de la riqueza social, sin rendición de cuentas ni normas que lo limite, se afianza con la eliminación de estructuras de gobierno que puedan competir por recursos y lealtades. Se trata de hacer de la propuesta comunal un Estado Corporativo que remplace a sindicatos y demás organizaciones sociales autónomas, por meros apéndices del gobierno. En última instancia, es el control y la conculcación progresiva de libertades lo que asegura el disfrute, sin restricción alguna, de las mieles del poder.

Finalmente, es menester considerar los posibles escenarios a presentarse el próximo año, que tendrán incidencia sobre la capacidad de evitar que Venezuela se pierda en el agujero negro del totalitarismo y pueda emprender su camino hacia el progreso, la justicia y la libertad. Sin entrar en honduras, cabe señalar que, sin los enormes ingresos petroleros percibidos durante los últimos años, el dispositivo expoliador entra en crisis. El estancamiento de la economía estadounidense, la recesión al borde de la cual se encuentra Europa y la desaceleración de la economía china, auguran condiciones adversas al mantenimiento de precios petroleros altos.

En el plano interno, destaca la inviabilidad de un tipo de cambio excesivamente sobrevaluado así como la insostenibilidad de un gasto público como el experimentado este año, que habrá de exacerbar la conflictividad social, más cuando hay tantos contratos colectivos congelados y un deterioro notorio de servicios públicos esenciales. Bajo Chávez, los ajustes requeridos para enfrentar esta situación habrán de ser bastante más severos que si hubiera ganado Capriles, por su empeño en destruir la actividad productiva, la magnitud de los compromisos clientelares asumidos y el colapso del Estado bajo su gestión. Las fuerzas democráticas no pueden eludir la responsabilidad de erigirse en alternativa viable, creíble, ante tal perspectiva. Por último, está la eventualidad de la muerte –próxima- del Presidente. ¿Quién en esa tolda podría enfrentarse exitosamente contra Capriles en una hipotética contienda electoral?

Definitivamente, no es el momento para amilanarnos por no haber ganado la elección presidencial. ¿O acaso queremos terminar de entregarle el país al fascismo?

“De lo que aquí se trata es de averiguar cómo tantos hombres, tantas ciudades y tantas naciones se sujetan a veces al yugo de un solo tirano, que no tiene mas poder que el que le quieren dar; que sólo puede molestarles mientras quieran soportarlo; que sólo sabe dañarles cuando prefieren sufrirlo que contradecirle. Cosa admirable y dolorosa es, aunque harto común, ver a un millón de millones de hombres servir miserablemente y doblar la cerviz bajo el yugo, sin que una gran fuerza se lo imponga, y si solo alucinados al parecer por el nombre Uno, cuyo poder ni debería ser temible por ser de uno solo, ni apreciables sus cualidades por ser inhumano y cruel”.
Etienne de la Boetie, Sobre la servidumbre voluntaria, 1576 (?).


Humberto García Larralde
economista, profesor de la UCV

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