domingo, 31 de mayo de 2015

ECONOMÍA POLÍTICA DEL CHAVISMO


ECONOMÍA POLÍTICA DEL CHAVISMO
Miguel Aponte

Creer que la economía determina todo o que desde ella se articula el resto de la institución de la sociedad es un grave prejuicio que se encuentra en la base del pensamiento tanto marxista como liberal y que con el tiempo ha minado ambas perspectivas hasta su degradación.  Se trata de que por ese camino disuelven la política y terminan despreciando la democracia y perdiendo la libertad. ¿Cómo explicar el problema y sus derivados y cómo se expresa entre nosotros?

Vamos con el marxismo: siempre han creído que la “base económica” es la infraestructura de la cual deriva “necesariamente” la superestructura social, esto es, la política, la cultura, el imaginario social e incluso la libertad -que sería automática-. Positivismo puro. Y, ¿para qué sirve la democracia como régimen, como modo de ser del individuo y la sociedad? Respuesta: para nada. Ella queda disuelta en las “relaciones sociales de producción”, punto. Es un derivado. Así a partir de teorías económicas absurdas como la “ley del valor-trabajo” y otras, como la “caída en la tasa de ganancias”, pretenden que el camino del capitalismo al socialismo y de éste al comunismo, “está asegurado” y, peor aún, que es “necesariamente” bueno. Se trata de su versión de la “línea de progreso”. No estamos aquí en el mundo exclusivo de la teoría, sino que el asunto tiene una cruda vigencia práctica y muy actual, ¡pues estos señores están gobernando!

Así, absurdo tras absurdo y fracaso tras fracaso, han dejado de pensar el asunto quedándose con una sola consigna: lo privado es malo, lo colectivo es bueno. Así han descendido hasta la seudoreligión, el fanatismo, el caudillismo más palurdo y, con todo, a la esclavitud mental y social. Por eso, para ellos, todo es consigna y simplificación. Imposible sacar nada útil de estas cabezas. Vea si no, todo lo que proponen en materia económica para Venezuela después de 16 años de corrupción y despilfarro; cuando parece que salen de la excusa de la “guerra económica”, que ni ellos, en verdad, se creen, ¿qué proponen?

Desde la más absurda “dolarización”[1], argumentada con las peores razones y para alcanzar metas igualmente descocadas, hasta la más idealista y risible “bolivarización”[2]. Han perdido todo contacto con la realidad. Todo sustentado en ilusiones de una riqueza que no entienden y que jamás, si fuera cierta, sabrían manejar. Un total despropósito. Y note que no hablamos de la burocracia mediocre atrapada en su propia trampa, sino de las “mentes pensantes” de la revolución. ¿Qué esperar entonces para el resto? El chavismo no entiende sus propias contradicciones teóricas e ideológicas y no supera las ideologías del resentimiento social. Es religión degradada. Consignas vacías hundidas en un rotundo fracaso. ¿No cree? Revise Aporrea. Se sorprenderá.


Miguel Aponte
31 de mayo del 2015

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sábado, 30 de mayo de 2015

RESEÑA DEL PARTIDO POLÍTICO UN NUEVO TIEMPO


RESEÑA DEL PARTIDO POLÍTICO
UN NUEVO TIEMPO / UNT
Bernardo Conde

En realidad "Un Nuevo Tiempo", UNT, irrumpe en la escena política venezolana no como un nuevo partido político, con una nueva filosofía o propuesta doctrinaria, o de enfoque; ni siquiera por el agotamiento de los "viejos" partidos tradicionales y su renovación evolutiva, sino como una escisión de uno de los grandes partidos tradicionales que con el devenir de los tiempos, el desgaste, y el revolcón de 1998, se vino a menos y generó graves contradicciones internas y luchas entre personalidades, autoridades, líderes y hasta de visión y alcance diferenciados: ambiciones personales o de enfoque de corte regional.

Así ocurrió con "Un Nuevo Tiempo", UNT, al surgir de "Acción Democrática", AD, el partido Social- Demócrata por antonomasia. Partido éste perteneciente a la III Internacional Socialista de la que se nutre y es, y ha sido, miembro muy activo y destacado a nivel mundial, pero sobre todo a nivel continental.

A lo largo de la convulsa vida de AD sucedieron varias e importantes divisiones, tanto en cantidad como en calidad. El MIR se llevó a una buena parte de la juventud contestataria y revolucionaria, entre ellos muchos universitarios que luego insurgirían contra el gobierno legítimamente establecido, y un nutrido número se sumaría a la lucha armada, a la guerrilla de los años '60.- Raúl Ramos Jiménez, "el hombre del caballito", fundaría ARS y arrastraría a una fracción interesante de la clase obrera...


Y así, Acción Democrática, el "Partido del Pueblo", iría perdiendo buena parte de su base. Se separaban las izquierdas de la izquierda en un partido Socialdemócrata que luego se definiría como de "centro-izquierda". Los campesinos, con Ramón Quijada al frente, se quedarían dentro de AD, y constituirían una base poderosa, ya que numéricamente eran mayoría. Después vendría la escisión de Luis Beltrán Prieto Figueroa y Jesús Ángel Paz Galarraga, que conformarían el Movimiento Electoral del Pueblo, MEP.

Llegó a ser tan grande que le disputó los símbolos al Partido Acción Democrática, al punto que éste tuvo que concurrir a las elecciones nacionales y presidenciales con la tarjeta de color negro, estrategia psicológica para, a través de lo opuesto, ligarse sensorialmente con el color blanco que siempre lo identificó.

Estas divisiones tuvieron un carácter profundamente doctrinario, programático. Se separaban de AD por no coincidir con el giro pragmático que éste había asumido una vez instalado en el poder en 1959 y tener que mantener un equilibrio entre los poderes fácticos, iniciándose un período (¿experimento?) democrático y en tiempos de plena Guerra Fría.
Carlos Andrés Pérez, en su segunda gestión de gobierno, casi divide a AD con su personalismo, megalomanía, y tesis neo-liberal.


Terminó por gobernar rodeado de tecnócratas y casi sin la participación del partido en el gobierno. Después del Caracazo se quedó solo, y peor aun después del 4F92. Podríamos decir que fue defenestrado en Mayo 1993 por "Los Notables", por las retaliaciones políticas, por el odio y el revanchismo personal, por las bajas pasiones, que no midieron las consecuencias para la vida política e institucional del País, y en esa coyuntura AD no hizo nada por salvarlo. La de CAP respecto a AD fue una separación "autoinfligida", un "autosuicidio" político, un divorcio como el que decide marcharse del hogar, de la "Casa" donde se formó.

En el caso de UNT, "ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario". Montan tolda aparte por hastío, por rivalidades de personalidades y hasta por regionalismo. En un principio UNT era casi un partido regional, zuliano. Todas sus figuras principales venían de Maracaibo y en todo caso del Estado Zulia: Manuel Rosales, Omar Barboza, Pablo Pérez, Delsa Solórzano... Luego se les unirían otras figuras de otros lares: Alfonso Marquina y algunos arribistas como William Ojeda, de breve tránsito. Tránsfugas. Van y vienen. (En el caso de Marquina: AD, UNT, PJ, y ahora VP).

También llegaron a sus playas Enrique Ochoa Antich, Gerardo Blyde (para quedarse) y Leopoldo López, quien organizó exitosamente en Caracas "La Marcha de los 25 Kilómetros, de La India a Petare" durante la súbita campaña electoral presidencial de Manuel Rosales en el 2006. (Que por cierto hubo amenazas de atentado al arribar a la tarima instalada al final de la Avda. Francisco de Miranda, cerca del elevado de la autopista y flanqueada por altos edificios. Rosales dio órdenes de retirar a Evelyn, su esposa, del lugar. Al final irrumpieron motorizados para atacar la concentración y el anillo de seguridad tuvo que protegerlo y retirarlo apresuradamente por la retaguardia).

Luego Leopoldo, que venía de ser co-fundador de Primero Justicia (PJ) vería un techo a sus aspiraciones personales y montaría tienda aparte organizando el Movimiento Voluntad Popular. Pero no se puede decir que UNT fuese semillero de nada. También aquí ancló su nave Liliana Hernández (ex AD, PJ), y así con estas fichas de otros partidos se fueron configurando los cuadros de UNT y se le dio un alcance nacional. Pasó de ser un partido regional (casi regionalista) a tener pantalones largos, de alcance nacional. Figuras que creyeron ver en UNT un partido político que podría crecer y tener opciones de mando-poder. Una especie de AD-Bis.

Se acercaron e incursionaron en sus filas no por afinidad ideológica sino por descarte y ambición. Gente que está acostumbrada a ser empleados de un partido como otros lo son de alguna empresa pero sin ninguna ligazón doctrinaria, ni siquiera afinidad de principios, sino por intereses personalistas. Para ellos UNT era "Un medio para un fin". Por otro lado, AD iría perdiendo otras figuras importantes como Claudio Fermín, Rafael Marín, Pedro Pablo Alcántara...

Y entonces Henry Ramos Allup se iría consolidando como el eterno Secretario General, el indispensable, el caudillo necesario. El que no suelta el "coroto" ni deja que se le arrimen. En AD no hay elecciones para renovar las autoridades desde hace ya mucho tiempo. Ni las habrá. Henry es quien manda y punto. En UNT pasa algo de lo mismo. Omar Barboza (OB) es la mano que mece la cuna, al igual que en el pasado lo hacía Alfaro Ucero "El Caudillo" en AD. Aquí no hay otro caudillo mas que OB, a la chita callando. Es el factotum. Eso pareciera formar parte de la genética de AD, del AD-N, desde su fundación bajo la égida de Rómulo Betancourt.

En el lado juvenil y la "Pléyade de Estudiantes de 2007", los que hicieron posible el "Mayo Venezolano" y el resurgimiento de la Oposición, que fueron los únicos que lograron llenar con un mitin la Avda. Bolívar de Caracas en toda la historia, y que en buena medida debido a sus actuaciones antes, durante y después se les debe el triunfo del Referéndum Constitucional del 2D2007, sólo uno de ellos, Freddy Guevara, era ficha de partido, y más concretamente de "Un Nuevo Tiempo", UNT. Después se incorporaría a esta tolda Stalin González, y Freddy optaría por irse a Voluntad Popular, VP, donde es uno de sus principales jerarcas visibles. Años más tarde también lo haría David Smolansky (VP), que al igual que otros líderes estudiantiles fueron absorbidos por diferentes partidos políticos al terminar sus estudios universitarios. Caso de Jon Goicoechea con Primero Justicia, donde se estrelló después de ser la estrella del Movimiento Estudiantil del 2007.

Pero UNT, además de ser una organización política nutrida de arribistas, oportunistas y tránsfugas, ¿cuál es su naturaleza? ¿Aluvional? ¿Es "Un Nuevo Tiempo" un nuevo amanecer o es más de lo mismo? Su base doctrinaria proviene de su raíz original: la Social-Democracia, pero ¿la practica, la difunde, prepara a sus cuadros en esa filosofía doctrinaria o más bien deja a un lado su basamento ancestral para actuar con la praxis política que la vorágine del momento actual les impone?


Pareciera que UNT es más de lo mismo: una asociación política sin anclaje, sin rumbo, sino el de aspirar a llenar un vacío existente en la crisis actual. No hay refrescamiento en sus planteamientos (si los hubiere), sino el de la tesis filosófica propia de Eudomar Santos: "Como vaya viniendo vamos viendo". Un partido hecho para lo electoral, lo inmediatista, y por tanto sus ofertas son fugaces, son electoreras, pero sin sustento ni proyecto de largo aliento.

Una especie de mentalidad rentista, filosofía minera, inmediatista. Tesis para el oportunismo pero no para hacer cambios profundos y duraderos en la Sociedad Venezolana. Pareciera que esto no les interesara, sino alcanzar el poder por el poder mismo. Y así se perciben sus actuaciones desde su fundación. Algunos ejemplos: 

1.- Manuel Rosales fue postulado por el Trío "TEROBO" (Teodoro, Rosales y Borges) e impuesto "dedocráticamente" ante lo apremiante del momento y ante la indecisión de la Oposición para escoger su candidato de cara a las Presidenciales de 2006. Pronto haría gala del sectarismo adeco. Se le quiso advertir, con anticipación, de los vicios electorales de los que estaba plagado el sistema. EsData quiso reunirse con él y asesorarlo. Proponerle formas y fórmulas para contrarrestar la trampa. No hubo forma. No los recibió. No fue posible. Tenía "su propio" equipo, en realidad impuesto por Teodoro Petkoff.


2.- Después de las muchas irregularidades y amenazas sucedidas el día de las Presidenciales, el 6/12/2006, se percibía el fraude electoral cometido entre el Ejecutivo y su brazo comicial, el CNE. Manuel Rosales se desapareció "misteriosamente" de escena por varias horas y Pablo Medina quiso cantar fraude pero no lo dejaron. Hasta le interrumpieron abruptamente la transmisión de Radio y TV cuando comenzaba su intervención ¿Con quién estaba entonces UNT? Lo ahí ocurrido ése día le valió a Manuel Rosales un ticket seguro para el exilio, que el régimen hizo efectivo meses más tarde. Todavía a la fecha de hoy Rosales no ha regresado del exterior. Su esposa Evelyn incursionó entonces en la política para reemplazarlo en la Alcaldía de Maracaibo, bajo la tutela de UNT. Y Pablo Pérez después de una exitosa gestión al frente de la Gobernación del Estado Zulia se postuló a las primarias de la MUD el 12/2/2012, pero las "perdió" ante Capriles.


3.- Así como existen "patriotas cooperantes" (zapos) también existen infiltrados en el gobierno y su partido. También hay "informantes" para el lado contrario. De Miraflores llegó la especie de la "presunta" reunión habida el sábado 6 de Octubre de 2012, en la víspera de las Elecciones Presidenciales, en las que Hugo Chávez (HChF) buscaba la reelección. A la cita habrían acudido, además de Hugo Chávez, José Vicente Rangel (operador político del régimen), Omar Barboza (UNT), Julio Borges (PJ), entre otras personas presentes. Allí se les expresó el deseo de HChF de morir en el poder, y que era lo mejor para la estabilidad política de la Nación y la gobernabilidad. Evitar un caos. Especie de advertencia: "Aprés moi le déluge" (Después de mi, el diluvio). Henrique Capriles Radonski (el candidato opositor) era joven y podía esperar... Un acuerdo tras bambalinas para el sostenimiento del régimen y la defraudación al electorado. UNT actuando al borde de la ética pero full de "pragmatismo".  Henrique Capriles Radonski, HCR, conocería esa misma noche la decisión de Estado tomada en Palacio.


Los tres ejemplos anteriores revelan la naturaleza de UNT, y de cómo no tiene nada de nuevo y mucho de la vieja forma de hacer política. Los mismos vicios de siempre: sectarismo, conciliábulos, acuerdos cogolléricos, pragmatismo e imposiciones a las bases. Ética dudosa y nula democracia interna. O sea una Nueva AD-Bis-Bis. ¿Por qué será que generalmente se escogen nombres o denominaciones que reflejan todo lo contrario de lo que realmente son? ¿Un Nuevo Tiempo? ¿Qué hay de nuevo?


Y así, de "trompicón en trompicón" llegamos al día de hoy con un UNT disminuido, donde perdió la Gobernación del Zulia en manos del PSUV (Francisco Arias Cárdenas), un Pablo Pérez perseguido y una exigua representación para las Parlamentarias (apenas 5 aspirantes) como resultado de las primarias de la MUD del 17/5/2015. Ahora UNT se quiere arrimar al Pacto del Huevo Frito (AD-PJ) que domina la MUD y pretende constituir con ellos el "Pacto del Huevo Frito con Salsa de Tomate" para impulsar con el chavismo una transición post Maduro. ¿Funcionará? ¿Esta nueva componenda, la aceptará el Pueblo Venezolano?


Finalmente es bueno revisar cómo el origen influye en el destino. Los psicólogos sociales creen ver en el "adeco" un comportamiento, una conducta, una forma de ser, mas que unas normas para participar en una agrupación o un partido político. Se es adeco. Una personalidad. Una idiosincrasia. Siendo así, pareciera que UNT es mas bien un AD-Bis, un AD sin Ramos Allup. Pero su blanca sombra cabalga por los predios del retoño "Un Nuevo Tiempo".


¿Aplica a "Un Nuevo Tiempo" lo que pregonaba Rómulo Betancourt, que "Adeco es adeco hasta que se muere"? ¿"Un Nuevo Tiempo" o "Un Nuevo Tiempo de AD"? ¿Una nueva oportunidad para el otrora "Partido del Pueblo"? ¿"El mismo musiú con diferente cachimbo"? ¿Serán los "adecos" una especie en extinción, así sean blancos, azulados o rosados? ¿O serán, sin ser peyorativos, tan "venerables" como las cucarachas, que ni los glaciares ni las radiaciones atómicas pueden con ellas? ¿Resistencia, mimetismo, camaleonismo, inmortales dictiópteros?


Un Nuevo Tiempo, un nuevo adequismo sin nuevas soluciones para las nuevas exigencias de la  Nueva Venezuela. Más de lo mismo. A no ser que de ahora en adelante demuestre lo contrario. Surge un gran signo de interrogación en el horizonte...Son demasiados los cuestionamientos y las preguntas.

Bernardo Conde

Caracas 29 de Mayo de 2015


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jueves, 28 de mayo de 2015

"YA ESTAMOS DOLARIZADOS" EXPLICADO PARA NIÑOS



"YA ESTAMOS DOLARIZADOS"
EXPLICADO PARA NIÑOS
Carlos Hermoso

Escribir acerca de cuestiones de dinero —con todo y que el usado en nuestro país no vale mucho— nos lleva a rememorar a Marx cuando afirma: “No creo que nadie haya escrito sobre «dinero» con una falta tan absoluta de dinero como la mía” (Carta a Engels, 21 de enero 1859). No tan dramática nuestra situación como la del gran revolucionario alemán, pero sí la propia de un profesor universitario mucho menos con la profundidad en el abordaje del tema en cuestión, en relación con la que alcanzó el gran científico, nos aventuramos a decir algunas cosas del farragoso asunto. Esfuerzo, a su vez, que me hace recordar una expresión del difunto amigo y economista Oswaldo Ron, según la cual estudiar cosas como el dinero refleja una gran capacidad de abstracción de quien sin tenerlo puede hablar en torno de él.

Igual esfuerzo se demanda del lector para resistir la lectura de estas letras, dada la relación controvertida con el bolívar, sobre todo de quienes apenas lo poseen. En el caso venezolano la cuestión se hace aún más concreta y compleja ya que hemos visto cómo, en cuestión de apenas un lustro, la expresión bolívar fuerte resulta un chiste, si no fuese tan lamentable por sus efectos nocivos sobre la familia venezolana.

A propósito del precio del dólar en el mercado libre paralelo, comenzamos este breve análisis por afirmar que no podíamos obtener otro resultado con la política económica adelantada desde el gobierno en un lapso mayor de tres quinquenios.

El papel de Venezuela en la división internacional del trabajo (DIT) —impuesto por la oligarquía financiera internacional, hoy bajo la hegemonía en disputa por los bloques liderados por Estados Unidos y China— ha sido el centro de la orientación económica del régimen chavista. Esto es, la política económica ha contado con el eje conductor de afianzar el papel de Venezuela en la DIT como productor y abastecedor de materia prima energética, mientras importa bienes finales producidos por China principalmente, así como productos agropecuarios de Brasil y Argentina, primordialmente. Se profundiza el proceso de desindustrialización iniciado en 1989 y se sustituye cada vez más el producto nativo por la importación a dólares revaluados, más baratos que los cotizados en el mercado, lo que los hace más competitivos frente al producto venezolano.

De allí parte la orientación de las políticas bancaria, monetaria, fiscal y tributaria, así como la del comercio interno. Hasta la política social se articula con esta orientación expresada principalmente en el reparto de emolumentos a la gente pobre así como el subsidio para la realización de muchos rubros, que permiten el doble efecto de crear una demanda interna del producto importado así como las simpatías hacia el gobierno y el carisma emblemático que lo encarna.

A partir de allí se hace cada vez más significativa la importancia de la producción petrolera para la economía y la obtención de divisas que permitan la realización de este creciente ciclo perverso. Ubiquemos que la cartera de exportación de Venezuela cuenta con un 96% de participación de actividades estatales, principalmente de la petrolera. La caída de los precios del crudo —casi la única fuente de captación de divisas dado el derrumbe de la exportación de otros rubros— nos condena a depender de la actividad petrolera, con lo que se afianza la especialización.

El gobierno, en vez de estimular la producción de bienes y servicios competitivos, castra toda posibilidad al controlar el mercado de dólares y colocarlos al servicio de la importación de bienes que se hacen más competitivos al realizarlos con la sobrevaluación de la divisa. Por su parte, todo aquel que exporte algún bien está obligado a cambiar los dólares obtenidos en el Banco Central, debe declarar lo exportado y el monto en dólares obtenido al cambio asignado por el gobierno, con lo que se desestimula la exportación por resultar una actividad que arroja pérdidas, y en el mejor de los casos permite bajos beneficios. Con ello, paralelamente, se propicia la fuga de capitales y la especulación en el mercado natural de divisas.

A la par esta política va erosionando el aparato productivo. Al perder capacidad competitiva la producción nativa cede el mercado interno al producto importado. Muchos de quienes se dedican a la producción de bienes cambian de actividad, convirtiéndose en importadores, comerciantes o especuladores. El capital se mueve tras el beneficio. Tras el mayor beneficio. Esto es, el productor nativo busca el beneficio propio sin dar pelea salvo en la búsqueda de espacios para el negocio. Entretanto el Estado favorece al producto importado y al desarrollo en otras regiones, al convertirse en demandante de sus bienes.

A la postre, pierde el país que se ve condenado a depender del producto importado. Pierde soberanía. La tendencia dominante, a partir de esta política, es a la quiebra, recesión mediante. El PIB va a depender cada vez más del aparato petrolero y las transacciones que con él se realizan. La erosión de esta industria significa un mayor desgaste en toda la economía.

De allí que la caída de los precios del crudo, así como la tendencia recesiva y a la quiebra, va a motivar una situación de extrema debilidad de nuestra economía y de su signo monetario. Dada la política implementada, la caída en la captación de divisas fuerza al gobierno a reducir el mercado de dólares. A administrar la escasa divisa de manera tal que se puedan mantener los aún elevados ritmos de importación y seguir penetrando de manera interesada el mercado especulativo paralelo. Con ello crece la presión de demanda de la divisa y por ende el incremento de su precio.

En este escenario, el gobierno se ve impelido a conseguir dólares a como dé lugar, sobre todo ante la escasez alcanzada en el mercado, la caída del PIB, la inflación y otros males de la economía. También busca el gobierno atemperar la situación política, lo que lo presiona aún más para conseguir dólares y así estar en mejores condiciones de cara al proceso electoral venidero. Es por ello que “Datos en el sitio oficial del FMI en internet muestran que Venezuela redujo en unos 380 millones de dólares su posición en derechos especiales de giro (DEG) en abril, lo que le permite transferir esos fondos a sus reservas en efectivo” (agencia Reuters en http://www.laverdad.com/opinion-economia/75173-economia-dolarizada.html).

Otra información de la misma agencia señala: “El Banco Central de Venezuela (BCV) realizó una operación de canje de una parte del oro que mantiene en sus reservas internacionales a cambio de unos 1.000 millones de dólares en efectivo, dijeron el viernes el diario El Nacional y dos economistas”. Y es que la caída de las reservas internacionales las coloca al nivel alcanzado en 2003. “Los últimos datos disponibles del Banco Central de Venezuela (BCV) en su sitio web muestran que las reservas del país están en 18.211 millones de dólares, unos 2.600 millones de dólares menos que los 20.852 millones de dólares que alcanzaban a inicios de abril. Se trata de su nivel más bajo desde septiembre de 2003”, dice la agencia Reuters (http://www.diariolavoz.net/2015/05/10/reservas-internacionales-del-pais-caen-a-su-nivel-mas-bajo-en-12-anos/).

Dinero y papel moneda

El dinero sirve para realizar las transacciones cotidianas. Pero, si deja de cumplir este papel, la gente de manera espontánea lo sustituye por otro instrumento. Se ha dado el caso de practicarse el trueque, con lo que se vuelve a etapas harto superadas por la historia económica. El dinero nace como resultado del volumen del intercambio. Las cosas destinadas al intercambio llegaron a ser tan abundantes que se crea una mercancía que sea equivalente de todas las que circulan. De todas la mercancías que son colocadas en un mercado.

Las primeras formas dinerarias hoy se consideran un tanto folclóricas. Los aztecas llegaron a utilizar semillas de cacao, polvo de oro, entre otras. Semillas, piedras preciosas, obsidiana, cobre, entre muchos elementos se convierten en equivalentes de las cosas transables hasta que comienza la acuñación de monedas. Más adelante, el papel moneda va a cumplir ese rol llegando a esta etapa de la modernidad burguesa cuando surge el dinero electrónico e instrumentos cada vez más sofisticados para el creciente intercambio.

El dinero debe contar con esa maravillosa propiedad de representar la riqueza material. Poseer dinero es poseer una cantidad determinada de riquezas. Pero, si en vez de una riqueza sólida poseemos un dinero que nos empobrece, pierde su función fetichista. Pierde su función esencial. Sirve, pero en forma decreciente. Va perdiendo la propiedad principal. Deja de ser un encanto y se convierte en calamidad ya que poseerlo angustia porque va perdiendo esa propiedad. Queremos salir de él y hacernos de otro equivalente.

Es el resultado de incumplir la ley científica según la cual “la emisión de papel moneda debe limitarse a aquella cantidad en que sin él circularía necesariamente el oro (o la plata) representado simbólicamente por ese papel” (Marx, El capital, tomo I, capítulo 3). Su respaldo se pierde en la medida en que se reproduce su volumen sin crecimiento del aparato productivo y sin incremento de la cantidad de oro en las bóvedas del Banco Central de Venezuela. Es lo que se conoce como dinero inorgánico. Termina por perder poder adquisitivo en virtud de que siendo una expresión del equivalente universal real no posee un valor como expresión de la objetivación del trabajo humano, apenas lo representa.

Ésa es la situación del bolívar. Va perdiendo esa cualidad y hoy es un símbolo que va cediendo espacios para las transacciones en las divisas, principalmente en el dólar. Así, su debilidad encuentra en la inflación otro acicate, además de la erosión del aparato productivo y las importaciones de bienes competitivos. No sólo se trata de su debilidad frente a la divisa escasa, sino que pierde su capacidad referencial dada la pérdida de poder adquisitivo fruto de la inflación.

La inflación —fenómeno creado por el gobierno, que enriquece más a los ya ricos y empobrece a los ya pobres— atenta contra la función del dinero en forma de papel moneda. Por eso todos buscan sustituirlo por bienes durables, preferiblemente antes que atesorarlo o ahorrarlo. Los ricos comprarán propiedades, dólares u otras divisas, metales como el oro, compras a futuro de algunos rubros. Pero los pobres, haciendo uso de él de la manera más idónea posible, solo comprarán algún alimento. Quienes poseen dinero, en condiciones de inflación, quieren deshacerse de la mayor cantidad y hacerse de bienes que no pierdan valor. Esto es, en inflación se incrementa la presión de la demanda, con ello se afianza el mercado especulativo y la estafa.

La inflación es el resultado de la no correspondencia entre el presupuesto de gastos del Estado y los ingresos. Una caída del crecimiento supone una caída de los ingresos. Mantener el nivel de gastos conduce a la inflación. Atacarla supone una política de disciplina. Los Estados capitalistas la atienden de tal manera que aumentan la ganancia del capital y afectan al bolsillo del trabajador. Todo para no afectar sus ganancias.

Una política sana pero en favor de la gente sería canalizar el ahorro hacia la inversión productiva, reducción de la cuota de la ganancia capitalista mediante la imposición de impuestos progresivos, que fuercen a pagar a los que más tienen, mientras se reduce lo máximo a los que menos tienen. En vez de esto el gobierno chavista aumenta el gasto, no toma medidas para recaudar de los que más tienen, por lo que la riqueza se concentra en los grandes ricos, principalmente.

Dicen algunos economistas que es un asunto de confianza. De desconfianza, más bien. Pero no. Es un hecho objetivo. El bolívar ya es tan débil que hay que deshacerse de él cambiándolo por mercancías que no pierdan valor, como el dólar. La base objetiva, lo que conduce a desconfiar, es su debilidad y la pérdida de su poder adquisitivo. Eso explica que la gente prefiera el dólar. Es un mecanismo de protección. Es preferible tener dólares que bolívares. Mientras pasan los días, para quienes requieren de un bien o servicio en el mercado exterior deben recurrir al dólar de manera muchas veces desesperada. En general, quienes ven desvalorizado su signo monetario, el bolívar, buscan protegerse comprando dólares. Por su parte, los estafadores, los especuladores, colocan sus dólares en el mercado obteniendo pingües ganancias.

En las condiciones que vive Venezuela, las leyes del capitalismo —tan sólidas como las que se realizan en la naturaleza— alcanzan una expresión muy nítida. La especulación en todos los espacios de intermediación rompe escalas históricas. En el mercado interno no se conoce parangón histórico alguno en que se haya alcanzado el grado de especulación de este período. El vendedor compra barato para vender caro. Si las condiciones le permiten vender muy caro, así lo hace. Es la lógica capitalista irrefrenable. La escasez de cualquier bien de alta demanda conduce a esa condición.

Esa es la base de la dolarización. Es un hecho objetivo. Es una tendencia objetiva en las condiciones de la economía venezolana, creada a partir de la política económica destructiva del régimen dizque socialista. Esa es la razón por la cual la tendencia a la dolarización se ha impuesto. La moneda de referencia no es el bolívar, es el dólar. O sea “el ancla” ideal es el dólar.

Por eso es que algunos economistas hablan de la necesidad de la caja de conversión que sería una medida extrema que haría desaparecer el bolívar tal cual lo conocemos, cuya ancla sería el dólar, pero que impondría de manera brutal la disciplina fiscal, pasando por la recomposición del mercado a escala nacional y con el sector externo. Se sincerarían los precios, por lo que durante un período indeterminado el salario caería a una escala muy por debajo de su capacidad para adquirir los bienes básicos para medio vivir.

La solución, desde una perspectiva nacional y popular, es el cambio en la orientación y dirección política del país que lo encauce por la senda del desarrollo y el crecimiento económico. Una política para la reconstrucción en la que el signo monetario esté en correspondencia con las riquezas en circulación. Que su fortaleza sea expresión de la solidez del aparato productivo. O sea, una política que garantice la producción nacional, sustituyendo de manera progresiva y acelerada las importaciones de bienes y servicios. Una política que canalice el ahorro social hacia la inversión productiva. Una nueva sociedad, una nueva democracia, una nueva ética.

Dr. Carlos Hermoso
Profesor de Economía UCV
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miércoles, 27 de mayo de 2015

¿A LAS PUERTAS DE UNA HYPER-INFLACIÓN?



¿A LAS PUERTAS DE UNA HYPER-INFLACIÓN?
 Humberto García Larralde
  
La atención a los fenómenos hyper-inflacionarios tiende a centrarse en el umbral a partir del cual un alza sostenida de precios puede llamarse hyper-inflación y en los desequilibrios macroeconómicos que lo causan. Pero hay un elemento sicológico que también define esta tragedia; cuando se instala una sensación de pánico en la gente ante la subida incesante de los precios, que la impela a desprenderse de su dinero para comprar bienes, “ya que van a encarecerse aun más”. Son expectativas autocumplidas, pues la compra en previsión de mayor inflación, cuando es compartida por miles, invariablemente impulsa los precios a niveles todavía más elevados.

Tal comportamiento solo puede sostenerse cuando hay una expansión desbordada de medios de pago por la emisión monetaria sin respaldo de parte del Banco Central. Esto suele desatar corridas contra la moneda local, buscando poner los haberes personales o empresariales a resguardo de la inflación. La devaluación que sobreviene precipita una crisis de confianza y la moneda nacional deja de ser percibida como depositaria de valor o como unidad de cuenta. La capacidad del gobierno por tomar medidas drásticas, coherentes y bien fundamentadas constituye un desiderátum para recuperar la confianza en la economía y quebrar las expectativas hyper-inflacionarias.

En Venezuela se incuban todas las condiciones antes mencionadas para la hyper-inflación.

Primero, la reforma de la Ley del Banco Central de 2010 permitió que éste financiara directamente a las empresas públicas, arrojando a la circulación Bs. 920 millardos hasta finales del primer trimestre de 2015, lo que representa un 42% de la liquidez monetaria para ese momento. Pero esta emisión se viene acelerando: en ese trimestre su incremento fue de Bs. 245 millardos, la misma expansión que hubo en todo el año 2014. Estos dineros “inorgánicos” han posibilitado a PdVSA cubrir las insuficiencias de caja causadas por el pago de misiones, el regalo de gasolina a los venezolanos, el financiamiento a Cuba y a los países de PetroCaribe, el servicio de la deuda china y el pago de impuestos, regalías y dividendos al fisco. Con el financiamiento monetario a PdVSA se han podido validar enormes déficits del sector público, superiores al 15% del PIB durante los últimos cuatro años.  

El desborde inflacionario de tal expansión monetaria se agrava por la severa escasez de bienes en los anaqueles y la merma sustancial de divisas para importar bienes, equipos e insumos –la contracción de la oferta-, que exacerba aun más la desesperación de los venezolanos, sobre todo cuando se trata de adquirir medicamentos vitales y bienes de consumo básicos. Además, el desabastecimiento ofrece oportunidades a la acción especulativa de revendedores, que añade otro factor que empuja los precios hacia arriba.

Pero todo lo anterior no sería tan alarmante si no fuera por el salto de garrocha que viene experimentando el llamado dólar paralelo. Este se cotiza en un mercado que, no obstante ser marginal en términos de volumen, se ha convertido en referencia obligada para la fijación de precios al interior de la economía por ser el único –en el disparatado esquema de control cambiario existente- en el que hay acceso libre a la divisa. Como el monopolio de la oferta de dólares la tiene el gobierno y éste se las reserva -ante la caída en los ingresos petroleros- para las importaciones que considera “esenciales” y para pagar el abultado servicio de la deuda pública, queda poco para el sector privado. 

Además, el otorgamiento de divisas está sujeto al arbitrio discrecional de los funcionarios que deciden al respecto. Queda sólo el mercado paralelo para suplir necesidades no atendidas por el dólar oficial. Percibido como la única “válvula de escape” existente, la demanda eleva el “paralelo” y aviva la inflación.Su disparada a la estratosfera hace que los venezolanos midan sus transacciones en términos del dólar, obviando al bolívar como unidad de cuenta. Y con la inflación más alta del mundo, hace rato que dejó de ser depositario de valor. Ahora se asoma de manera insólita la dolarización de transacciones domésticas, primero con la venta de boletos aéreos al extranjero y luego con la propuesta de vender automóviles en la moneda estadounidense, cuando el único que gana en dólares es el gobierno.

Si éste mostrase un mínimo de coherencia en la conducción de los asuntos económicos, tales desajustes podrían percibirse como pasajeros, de transición, mientras se instrumentasen las medidas para unificar el mercado cambiario -requisito indispensable para la estabilización de precios a mediano plazo- y, con ello, crear condiciones favorables a la inversión productiva y la generación de empleo, amparadas en garantías legales a la propiedad y al intercambio mercantil.

Pero Maduro hace todo lo contrario, precipitando la crisis de confianza de los venezolanos. Se cierra ante toda posibilidad de aplicar medidas sensatas para repetir ad-nauseaum la imbecilidad de una presunta “guerra económica” como culpable, a la que hay que combatir a sangre y fuego. Esta única respuesta a la crisis alimenta la difundida convicción de que su gobierno no sólo es incompetente, sino que está empeñado abiertamente en destruir la economía. No otra cosa acarrean sus políticas de control, regulación, acoso y prohibición.

Se reúnen así las condiciones de desbordamiento monetario, depreciación acelerada del bolívar y pérdida de confianza en el gobierno, para que cunda la desesperación entre los venezolanos por su bienestar futuro y se desate un proceso hyper-inflacionario. De ocurrir, el empobrecimiento de los asalariados será brutal: no habrá manera de mantener su capacidad adquisitiva y los aumentos de sueldo, justificados por el intento de atajar esta pérdida en el corto plazo, terminarán retroalimentando la inflación. Por eso el movimiento sindical y los trabajadores en general tienen que convertirse en los primeros abanderados de un cambio de 180 grados en la conducción del país.

Chávez embarcó a Venezuela en el Titanic ofreciendo camarotes de lujo, comidas esplendidas, entretenimiento y gloria. Se acercó al cumplimiento de lo prometido repartiendo dinero a diestra y siniestra con el petróleo a $100/barril. Pero ocurrió que su alegre y desprevenida irresponsabilidad provocó la colisión con el iceberg. Ahora, en trance de hundimiento, en vez de correr hacia los botes salvavidas, Maduro saca unos taladros para abrirle más huecos al casco.

¿Y qué hacen los jerarcas del chavismo, los diputados y funcionarios con algún nivel de responsabilidad? ¿Son todos cómplices de este régimen hambreador y expoliador? ¿No hay un mínimo de sensatez para evitar la tragedia que se avecina? Y la oposición democrática, ¿cómo no convertir las medidas que la prevendrían en elemento central del debate político e insistir en el ajuste que el país implora?

No podemos permitir que nos apliquen el letrero que Dante colocó a las puertas de su infierno: “Abandonad toda esperanza”.

Humberto García Larralde
economista, profesor de la UCV
27 de mayo del 2015


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lunes, 25 de mayo de 2015

SOCIEDAD ABIERTA



SOCIEDAD ABIERTA

Si hemos de creer a Karl R. Popper (1902-1994) en “La sociedad abierta y sus enemigos” (1945) sobre las condiciones de unasociedad abierta, entonces tenemos serios motivos para preocuparnos en la Venezuela de hoy.

Una sociedad abierta es básicamente una sociedad democrática, plural, tolerante y diversa. Cuyos gobiernos se encuentran bajo la supervisión y control de la ciudadanía. Las instituciones y órganos del Estado le sirven a la sociedad bajo el estricto amparo y cumplimiento de las leyes. La defensa de la libertad y los más sagrados derechos humanos que convalidan la posibilidad de vivir existencias dignas, son los pilares que sostienen a una sociedad abierta.

El Gobierno en una sociedad abierta se ejerce a través de contrapesos y equilibrios entre los más diversos sectores, instituciones y grupos. El acuerdo y la negociación privan sobre las imposiciones. Las minorías gozan de representación y los intereses individuales deben expresarse sin interferir ni contravenir el bienestar público y social.

En una sociedad abierta las universidades, el arte, la ciencia y la cultura son autónomas, libres y contestatarias. No existe la censura y el periodismo se manifiesta de una forma vigorosa. La diversidad de opiniones puede ventilarse sin riesgo de que el poder aplaste.

En la sociedad abierta debe existir la justicia y prosperidad como pre-condición para el ejercicio y disfrute de la libertad. No hay soluciones únicas, ni partidos únicos, ni caudillos únicos, ni prensa única, ni educación única, ni pensamiento único.

Venezuela hoy se debate entre una sociedad abierta posible y deseable como proyecto humanista o una sociedad cerrada bajo el signo de la pre-modernidad, el anacronismo, el militarismo, la violencia, el desencuentro y la dictadura. No existe la menor duda, entre estas dos opciones, sobre cuál es la correcta, y por la que debemos luchar.

ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ
@LOMBARDIBOSCAN


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domingo, 24 de mayo de 2015

DISCURSO POLÍTICO VENEZOLANO


René Magritte


DISCURSO POLÍTICO VENEZOLANO
Luis Marín

La nueva Cátedra Pío Tamayo ha planteado un foro sobre discurso político venezolano partiendo de la premisa de que el liberal positivismo es un hilo conductor que lo recorre desde antes de la aparición de la República hasta nuestros días, tiñendo el abordaje de todos los tópicos en cualquiera de sus diversas manifestaciones.

Como punto previo es inevitable recordar que la CPT fue cerrada el 14-07-14 y sus actividades fueron reanudadas este año; pero cambiando su naturaleza jurídica a la de Cátedra Libre, quedando sometida a las Normas Generales para las Cátedras Libres del 03-07-02, según acuerdo del Consejo Universitario de fecha 03-12-14.

Estas CL duran 4 años, con  posibilidad de “readscripción”, deben presentar un plan de actividades trimestral al Consejo de Escuela o Facultad con copia al Vicerrectorado Administrativo, un informe anual de actividades y el Consejo Universitario puede decidir la finalización de sus actividades discrecionalmente. En todo caso, las cátedras existentes tienen seis meses para ajustarse a esta normativa para poder ser inscritas en el registro centralizado o de lo contrario “se considerarán inexistentes”.

La CPT fue creada el 06-10-83, mucho antes de la aprobación de estas Normas y después de su entrada en vigencia nunca le fueron aplicadas durante más de doce años. Por lo tanto, es un hecho muy discutible que ahora la comisión encargada de investigar los hechos relativos al cierre de la CPT haga la recomendación de establecer en el contexto de las restricciones señaladas por ella “los mecanismos idóneos que permitieran la continuidad del trabajo de la CPT que viene realizando por más de 31 años” en el mismo lugar; pero cambiando su horario de nocturno a vespertino y sometiéndola a unas Normas que transforman su régimen jurídico.

En la práctica la CPT es otra, su auditorio también cambió; pero su espíritu es el mismo: una tenaz resistencia, como Pío Tamayo en el Castillo Libertador, al asedio gomecista.

LA ERA LIBERAL

Se observan en el siglo XIX tres momentos capitales. Primero, el discurso emancipador inspirado en la Revolución Francesa y en la Independencia de los Estados Unidos. Sus tópicos son, por supuesto, libertad e independencia.

Segundo, la separación de la Gran Colombia. Aquí aparece el discurso conservador, representado por José Antonio Páez y Carlos Soublette. Frente a ellos, por necesidad polémica se planta el discurso liberal encarnado por los hermanos Monagas.

En esta misma época emerge el ideólogo del liberalismo, Antonio Leocadio Guzmán, que funda el gran Partido Liberal; pero los tópicos ahora son distintos, la abolición de la esclavitud y de la pena de muerte, ataque contra la oligarquía conservadora, aunque en rigor, los liberales también fueran oligarcas. 

Tercero, la Guerra Federal. Aquí la controversia es entre Federalismo y Centralismo, oposición que no coincide plenamente con la anterior entre liberales y conservadores, de hecho, unos y otros podrían intercambiar perfectamente de roles sin dificultad.

Probablemente haya un influjo de la Guerra de Secesión de los EEUU por los temas del abolicionismo y el federalismo, de hecho, después del Tratado de Coche en 1863, se bautiza la República como “Estados Unidos de Venezuela”.

Después de la guerra larga, se abre un período de inestabilidad con hegemonía evidente del liberalismo amarillo de Antonio Guzmán Blanco, quien introduce el bolivarianismo, le pone el nombre de Bolívar a la moneda y, acto seguido, se dedica a acumularlos, iniciando la corrupción administrativa en su variable ya clásica de fraguar empréstitos en divisas para convertirlas en bolívares y aprovechar el spread cambiario. Su programa es típico del despotismo ilustrado, proliferación de obras públicas e impulso a la modernización del país, lo que repiten todos los dictadores militares que le suceden.

El fin de la anarquía llega con la Revolución Liberal Restauradora de Cipriano Castro, en la que es imposible no advertir el tinte bonapartista. El tópico antiamericano, antieuropeo o antiimperialista que había introducido Guzmán, alcanza con él su apogeo.

Le sucede Juan Vicente Gómez, bautizado como “el tirano liberal”, lo que parece una contradictio in adjecto, pero no es así, la tiranía se engalana con el discurso justificador del gendarme necesario o bien del cesarismo democrático.

Gómez se hizo nacer y morir en las mismas fechas que Simón Bolívar: 24 de julio y 17 de diciembre.

LA ERA SOCIALDEMÓCRATA

De siempre se ha dicho que Venezuela entró tardíamente al siglo XX con la muerte de Gómez, que hegemonizó todo el primer tercio. El cambio más significativo es la irrupción del discurso socialdemócrata, particularmente con la Generación del 28.

Con Gómez desapareció la confrontación liberal conservadora de manera que ahora la controversia se presenta entre militarismo, nacionalismo y bolivarianismo, por un lado y por el otro el civilismo, internacionalismo y marxismo, con ciertas variantes.

Es curioso que en Venezuela la socialdemocracia se manifiesta al revés de como originalmente se presentaron las cosas. Para el momento en que muere Gómez ya todo ha ocurrido en Europa, el partido socialdemócrata se ha dividido dando origen a su versión comunista. En Venezuela se funda primero el Partido Comunista, en 1931, con el antecedente del Partido de la Revolución Venezolana fundado en el exilio en 1927, mientras que Acción Democrática se funda diez años más tarde, en 1941.

No es gratuito que el Golpe de Estado de los adecos contra el gobierno de Isaías Medina en 1945 fuera bautizado como “la Revolución de Octubre”, en resonancia soviética.

Entonces surge el social o demócrata cristianismo con la fundación del partido COPEI, en 1946, que tuvo sus antecedentes en el Movimiento de Acción Nacional y la Unión Nacional Estudiantil, escisión de la Federación de Estudiantes de Venezuela.

Pero estas distinciones pierden relevancia porque todas naufragan en el populismo. El origen y la definición del populismo son muy controvertidos particularmente porque su creador fue Benito Mussolini, el primero que dio el paso del discurso clasista típico del socialismo a la invocación al pueblo propia del fascismo. Ilustrativamente Mussolini pasó de director de Avanti! diario oficial del Partido Socialista Italiano a dirigir Il popolo d’ Italia, órgano del Partido Nacional Fascista.

Asimismo, todos se caracterizan por su devoción a las masas, la idolatría del Estado, su antiliberalismo, anticapitalismo y un proverbial desprecio por el individualismo.

LA ERA TOTALITARIA

El discurso político venezolano describe un arco que va desde la completa hegemonía liberal al más radical antiliberalismo. Esta amalgama de militarismo, nacionalismo, bolivarianismo, unida al socialismo e internacionalismo “de izquierda”, configura el discurso totalitario, sin que le falte una exótica dosis del condimento antisemita.

Por totalitarismo se entiende un régimen que pretende no sólo el control del Estado, como las tiranías clásicas, sino de la sociedad en su conjunto, de la economía, la cultura, en particular de la información, la educación y cualquier manifestación artística.

La originalidad del totalitarismo venezolano radica en que todavía no es un régimen de partido único, sino que ha integrado una oposición oficialista para dar la imagen de un juego democrático, pero ambos repiten en sus puntos esenciales el mismo discurso.

Todos son igualmente socialistas, bolivarianos, asistencialistas o partidarios de las misiones, curiosamente “antifascistas”, en un país en que jamás ha existido y con toda seguridad nunca existirá un partido fascista.

Lo más cercano a un movimiento fascista fue la UNE, creada por Rafael Caldera en 1936, al dividir la FEV por la polémica expulsión de los jesuitas del país; pero en realidad estaba inspirada en la falange de Primo de Rivera, era católica y conservadora, al contrario del carácter revolucionario y anticlerical del fascismo.

Irónica pero no casualmente Rafael Caldera fue el mentor político de Hugo Chávez, a quien indultó, perdono sus pecados golpistas y le entregó la banda presidencial. Antes en los años 70 “pacificó” a los guerrilleros castrocomunistas y los incorporó a su primer gobierno como hizo con los golpistas en el segundo.

Ahora ambos cogobiernan mediante un pacto tácito pero evidentemente funcional cuyos términos deben desvelarse porque una de sus condiciones de operatividad es la de permanecer oculto, fuera del escrutinio público, como los jesuitas.

En este punto se revela la utilidad de la teoría del discurso, porque es a través de las manifestaciones públicas de ambos que puede descubrirse el juego de señales, gestos y mensajes criptografiados que constituyen la plataforma básica del acuerdo.

Todos son demócratas: en el clásico binomio democracia-libertad ponen el énfasis en una, ignorando por completo la otra, dando paso franco a la tiranía de la multitud. Todo lo resuelven con el principio de la mayoría y ninguno cuestiona al “poder electoral” como supremo distribuidor, pese a que dejó de ser un sistema de elección de candidatos a cargos públicos para convertirse en un mecanismo de convalidación de candidatos designados en comités centrales de partidos que participan en un pacto tácito de convivencia. Pasaron del régimen electivo al convalidatorio de tipo castrista cubano.

Es ilustrativo el discurso de “la unidad”, tan omnicomprensiva y perfecta que no dejaría fuera ni siquiera a los chavistas, con lo cual resulta que la alternativa democrática es más totalitaria que el gobierno.

L’ Unitá se llamaba el periódico oficial del Partido Comunista Italiano, fundado por Antonio Gramsci en 1924, el creador del concepto de “hegemonía” e inspirador  del “eurocomunismo” que tuvo su reflejo más cabal en el Movimiento al Socialismo, el “autentico partido comunista de Venezuela” como se definieron en su acta constitutiva al separarse del PCV, hoy todos dirigentes de la MUD.

Unidad es una palabra que en términos de discurso hace plausible al totalitarismo, le da un rostro humano, amistoso porque, visto en la perspectiva del lenguaje común ¿quién puede oponerse a la unidad? El problema de la unidad perfecta es que proscribe al pluralismo, no admite la diversidad de opciones y evita la posibilidad de elección entre distintas alternativas. De allí a la tarjeta única, partido único, vocero único, discurso único, no hay  ni un paso.

Al predicar que hay un momento de discusión donde se explayan libremente todas las posiciones, pero luego debe tomarse una decisión democrática y hecho esto todos se obligan a cumplirla disciplinadamente, porque el momento de discusión ya pasó, se está describiendo el método del “centralismo democrático” de Lenin, que es el alma de la socialdemocracia y del bolchevismo.

La MUD no es importante por lo que hace sino por lo que impide: el surgimiento de la Resistencia. Tiene algunas sutiles diferencias con el gobierno, por ejemplo, no son abiertamente antisemitas, pero tampoco defienden a Israel, lo que en las circunstancias actuales es lo mismo. No obstante, suscriben el discurso dominante del conflicto israelí palestino, ocultando debajo de la alfombra a 21 Estados árabes, como si no existieran. En esto vuelven a hermanarse con el régimen: Todos creen firmemente que lo que ellos no reconocen, ni mencionan, materialmente no existe.

La pregunta que resta por responder es: ¿Por qué el totalitarismo renace tan vigoroso después de las catástrofes que produjo en el siglo XX? No debe creerse que sea una cosa horripilante que nadie en su sano juicio puede querer, siendo la verdad que ejerce una irresistible atracción tanto sobre las élites como sobre las masas.

La ilusión de la omnipotencia, de un poder absoluto, más allá de todo límite y medida, por un lado, y de la igualdad, sin distinciones ni preferencias, por el otro, es lo que funde a la élite con la masa en una sola “unidad” indisoluble.

La psicología de la Gestalt (gestalt significa totalidad) postula que el cerebro humano está predispuesto a seguir siempre la línea del menor esfuerzo, por lo que tiene una inclinación natural a la simplificación. Las discordancias le producen stress por lo que las elimina, completando asimismo las partes faltantes para formarse imágenes concisas de la realidad. El totalitarismo tendría así un apoyo en la naturaleza humana.

La ficción fundamental del comunismo la resumió Lenin diciendo que ningún hombre es imprescindible, de lo que sus seguidores dedujeron que todo hombre es prescindible. Luego, la finalidad esencial de la igualdad perfecta, de la eliminación de toda diferencia, es hacer al hombre completamente prescindible, lo único imprescindible sería la masa.

Esto viene como anillo al dedo del militarismo, porque es lo que admite la pretensión militarista de sacrificar hombres por decenas, cientos, miles, millones, en la certeza de que podrán sustituirlos de inmediato por otros completamente idénticos, sin advertir o pretendiendo ignorar que cada hombre es un ser singular, único e irrepetible.

Todos se arropan bajo el pendón de la fraternidad que dice así: El bien común prevalece sobre el interés individual.

La paradoja es que no se ve cómo el mal individual pueda conducir al bien de todos.


Luis Marín
24-05-15
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