lunes, 28 de diciembre de 2015

LA NAVIDAD





UN VIEJO RECUERDO NAVIDEÑO Y UN
PENSAMIENTO RENOVADO
Ramón Santaella

Como siempre, Ramón nos entrega un nuevo y hermoso mensaje.
Su viejo recuerdo no hace sino renovar esos pequeños y
grandes deberes, que la sociedad actual y el individuo que
vive en ella, parecen haber exiliado de su tiempo y  su existir.

La familia en su mayor parte se ha desintegrado, 
y con ella hemos extraviado sentimientos y valores
que nada tenían que ver con haberes monetarios, sino
con un código de deberes que debía cumplirse
sin excepción alguna.

De allí que en esta necesaria memoria de Ramón sobre
su niñez y sus padres, cinco galletas y una locha
cobran un valor incalculable, que ojalá podamos
alguna vez recuperar


La Navidad es fecha milagrosa: los miembros de cada familia parecen buscar la manera de reencontrarse de manera automática o al menos como por arte de magia, es el momento de los recuerdos gratos, evocación de edades pretéritas y la inolvidable niñez como chica en concurso de belleza realiza  pasarela asumiendo todos los sentidos direccionales de nuestra memoria;  disgustos y pesares suelen dispersarse como fuegos pirotécnicos, mientras  arriban al instante del “borrón y cuenta nueva”.

En cierta ocasión, un 24 de diciembre, allá por el año 1942, un niño de 7 años, junto a 3 o 4 de lo que en el futuro completarían nueve hermanos de una familia grande como solía describirse entonces. Ese niño escribía como cada uno de aquellos hermanos, la carta al Niño Dios, haciéndole pedidos de todo cuanto le era necesario entonces: juguetes, ropa, zapatos, dinero para adquirir chucherías en cualquiera de las bodegas del barrio. Por lo visto, los niños en Navidad no piden salud ni amor cuando cerca de ellos está la madre y el padre; con ellos, lo tienen casi todo y por ello piden cuanto les sea necesario para completar la felicidad, aunque se desconozca su significado.
        
Mamá orientaba la escritura de cada hijo y nos estimulaba para incorporar en una larga lista individual, todo aquello que se nos ocurriera imaginar, no sin antes, haber saludado al Niño Jesús y haberle entregado cuentas de nuestro comportamiento o conducta: Haber respetado a padre y madre; haber realizado los mandados con obediencia, sin protestas de ningún tipo; No hacer uso de la mentira, no pelearnos con los compañeros y hermanos, haber sido honestos, responsables de las cosas encomendadas y haber sido respetuoso con los mayores; la falta de cualquiera de esos “mandamientos”, implicaba no recibir regalo alguno de parte del Niño Dios.

Diríamos que aquel niño y sus hermanos tardaban unas dos horas escribiendo, borrando y repasando la escritura de aquellas cartas dirigidas al Niño Jesús, supervisadas por mamá que finalmente, daba el visto bueno.

Terminadas de escribir las demandas, eran colocadas en uno de los zapatos de cada respectivo hermano para que el Niño supiera de quién era la misiva. El varón del grupo, el de 7 años, lavaba previamente sus alpargatas con suela de goma para que fuese detectada por el Niño porque sucias “no” las vería; no importaba andar descalzo el resto del día, siempre y cuando su carta fuese leída y complacidas sus peticiones; aunque, a decir verdad, aquellos escritos, más que cartas, eran documentos de peticiones, cuyo contenido era imposible cumplir o cargar por cien o más niños dioses; pero, en ellas, cabían muchas cosas y en dos horas, era mucho cuando podíamos incorporar.

Por costumbre, debíamos ir a la cama antes de las 9pm, pero era tanta el ansia de recibir aquellos pedidos, que íbamos temprano a dormir y apenas aclaraba la aurora, saltábamos de la cama para dirigirnos a la sala donde aguardaban los calzados con nuestras peticiones.

Veinte o más deseos quedaban convertidos en un pequeño paquete de 5 galletas de soda y una locha. Las lágrimas, imposible detenerlas, no había culpable ni culpábamos a nadie; amábamos al Niño Dios y con el tiempo, aprendimos amarlos más, pero las lágrimas son libres de escapar y escaparon en aquel instante.

El niño de 7 años quiso acercarse al cuarto de sus padres para reclamar aquel trato recibido de quien se adoraba; ellos, abrazados, aún dormían; el niño contempló aquella escena por momentos y optó por retirarse, dando pequeños mordiscos a una de sus galletas; no supo concienciar aquel niño, el instante del mejor regalo que podía brindarle la Navidad y el Niño Dios, la unión de sus padres y la protección permanente de ellos.

Hoy, 24 de diciembre de 2015, el anciano recuerda con amor aquella escena y si volviese a ser niño, jamás cambiaría el mejor de los juguetes por aquella vivencia familiar: padre,  madre y hermanos, juntos en las buenas y las malas, el mejor de los regalos de la vida para el niño, el hombre y la sociedad en general.

Feliz Navidad y un venturoso año 2016, con mucha salud, la más bella de las riquezas que hombre alguno pueda desear.  

Ramón Santaella
24 de diciembre 2015


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martes, 22 de diciembre de 2015

EL OXÍMORON DE CHUO TORREALBA




EL OXÍMORON DE CHUO TORREALBA
Y LA DIRECTIVA DE LA AN.
Rafael Iribarren

Leer bien el 6D.
La directiva de la AN debe ser plural.

Chúo Torrealba, ante una contabilidad que se hacía sobre las cantidades de diputados de cada partido de la MUD, produjo un oxímoron; que los militantes partidistas electos a las AN no eran diputados de sus  partidos sino de la Unidad. O sea que puestos en las planchas unitarias y electos por su condición de militantes; en habiéndolo  sido por la Unidad; ahora como diputados no lo son de sus partidos sino de la MUD. Esto, que permite  y pide, mucha reflexión; un oximorón, al contener, sobre lo mismo, dos afirmaciones ciertas que se niegan entre sí; viene al caso en relación a la cuestión sobre la integración de la Directiva de la AN que se instalará el 5 enero próximo. Y que es el tema de las burocracias partidstas.

El punto es que la afirmación y el sentido del oxímoron de Torrealba son correcta y absolutamente pertinentes. Todos los diputados de la MUD, todos, lo son de la Unidad y tienen la misma representatividad. Y aun a  pesar de las militancias partidistas que los agrupa y separa; están en la AN como diputados de la MUD; no de sus partidos. Solo los treinta a cuarenta que salieron de las primarias, pueden reclamarse legítimos representantes de sus electores. Los ochenta y tantos restantes, en su gran mayoría, no.

Sin hacer juicios de valor; ni desconocer los méritos de muchos de ellos; pero llamando a las cosas por su nombre; entraron a la AN camuflados, u, homéricamente, en el “Caballo de Troya” de la Unidad; de la Tarjeta Única. Pues, ¿Cuántos de los actuales diputados lo serían o habrían sido electos con las solas tarjetas de sus partidos?

Tiene toda la razón Chúo; aunque no  haya sido más explícito.  La cantidad de diputados que cada partido tiene, en la AN, a partir de la negociación y el reparto candidatural unitarios; no es base para pretender ni reclamar ni más derechos ni prelaciones, de ninguno sobre los demás. En el caso concreto, de la integración de la directiva y de las presidencias de comisiones¸ el sectarismo y la prepotencia tendrían que ser supeditados al criterio unitario. Porque, aparte de, como se sabía, que las oposiciones ganaran la AN no sería, en tal caso, sino un paso; no un cambio en sí mismo; que se practique la imposición y la manipulación sectarias como estrategia para coger ventajas internas; y se reproduzcan las mismas  prácticas chavistas sectarias; apunta a que la nueva AN no llegue a ser demasiado diferente a la actual. A pesar de que la correlación interna está invertida.

Todos los voceros de las oposiciones de la  MUD declararon, antes y luego del 6D; que ganando la AN  se manejarían de forma opuesta y negada completamente al manejo que el chavismo aplicó. Que sobre todo se respetaría la pluralidad; que al chavismo se le daría el trato que corresponde a una parte parlamentaria importante; y cómo representación que es de la voluntad de una buena parte de venezolanos.

Este, es exactamente el primer momento, la primera circunstancia concreta, clave, en la que a las oposiciones toca hacer bueno, sincero,  su discurso. El momento de la integración  de la directiva de la AN. Pues, políticamente, lo que ha de ser es que sea plural; que refleje la composición plural parlamentaria. Concretamente; que de los tres directivos, uno sea del chavismo. Nada justifica que no sea así. Como nada justificaba el sectarismo chavista. Y este no es justificación de que  se le aplique a él.

Se dijo que para la MUD no se trataba de sustituir un sectarismo por otro sectarismo. Se trata, de ser consecuente con ese discurso. Nada justifica, ningún pretexto, lo contrario. Como acertadamente ha dicho la CEV; “No es tiempo para  diatriba ni para apresuradas aprobaciones  de leyes”. La representatividad en la constitución de organismos y aprobaciones parlamentarias, son condicionantes constitucionales; limitaciones a la mayoría en materia de decisiones y actividades legislativas.

Una directiva plural, en el caso, con participación chavista, obviamente, implicará limitaciones, y hasta trabas, a la hora de garantizar iniciativas legislativas; pero es que de eso se trata. Obviar el espíritu y la letra constitucional, por circunstancias concretas, es, o sería, continuar en la perversión chavista llevada al extremo por Diosdado Cabello.     

Con toda la dimensión y el alcance que tienen los resultados del 6D; su deriva político-institucional concreta es limitada; específicamente ante el poder fáctico que concentra el gobierno y la falta de autonomía de los poderes públicos. Que la AN sea manejada de otra forma; con otro estilo y con otro sentido, de diálogo y búsqueda de consenso; es lo que la gente espera, y en mucho, por lo que masivamente votó antichavista.

El cansancio antichavista de los venezolanos es también contra el abuso y el ventajismo; contra el atropello a la disidencia. Asumir desde el inicio de la nueva AN, el reconocimiento a la pluralidad en la integración de su directiva;  a más de ser lo que ha de ser; abonará  a  potenciar sus posibilidades de aportar a salir de la crisis nacional.

Se ha dicho que Maduro y el gobierno deben saber leer el mensaje enviado por el país el 6D. También la MUD y las oposiciones deben leerlo bien. La unidad, muy concretamente ésta última  electoral; es un cauce para la suma de fuerzas y voluntades; y lo es eficientemente sobre todo porque permite e implica permitir que la gente asuma  una posición política independiente de partidos y de partidismos.

Partidizar, como se está haciendo, la integración de la directiva de la AN; a contrapelo del sentido no partidista  de las mayorías, y hasta antipartido, legítimo por lo demás,  de muchos sectores  que votaron por la Unidad, es una estafa política; no tiene otro nombre. Tan igual a la que hicieron Capriles, Aveledo y su comando de campaña en el 2012; cuando convirtieron la candidatura, unitaria que era, en un proyecto personalista y sectario. Ahora, igual, o peor.

Definitivamente no están, la MUD y demás, sabiendo leer el mensaje. Peor. Los dos posibles candidatos a la presidencia de la AN; “con más opción”; sin que está claro, por qué ni cómo eso; si, según, no hay diputados de partido sino de la Unidad; son precisamente, dos jefes partidistas, ciertamente; pero, precisamente los dos dirigentes de oposición con más rechazo nacional.

Verdad es que la intensa voluntad antichavista indujo a muchos a votar, en concreto por Ramos Allup y Borges; pese a su expreso rechazo personal; y del general nacional, medido, del que son objeto; porque encabezaban donde votaban. Un porcentaje muy alto votó por la Unidad a pesar de hasta rechazar los candidatos; cual es el caso.

Que ahora, esos millones que, por las razones o sin razones que sea, fuera de la Unidad no hubieran votado por ellos; lleguen a ver a alguno presidiendo  la AN; lo menos que quiere decir es que, realmente, no solo no están leyendo bien el 6D; sino que nada indica que lo hagan en un futuro.   

Caracas diciembre 2015.-
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lunes, 21 de diciembre de 2015

FLOR DE ETERNIDAD


Mensaje de la Cátedra Pío Tamayo 
y el Centro de Estudios de Historia Actual
IIES / FACES / UCV
2015 - 2016


FLOR DE ETERNIDAD

Quién puede negar que este es un 
tiempo tomado por todas las
inmensidades del ayer que ahora
nos obligan a convertirnos en
cultivadores de armonías
bellezas y libertades
para la siembra de la vida que
reclaman los pasos del despertar
de nubes de amor que arroparán
los villancicos de los hombres que
se enfrentan al disparo para
proseguir en la construcción de los
caminos que llenen el milagro de
las navidades  con
cada una de las mañanas que
nos siguen esperando





Cómo ocultar que estamos unidos
a un espacio de remansos y fugas
llamando al encuentro con los territorios
que enfrentarán la destrucción
para que los aleluyas al fin vayan
al sitial de las consagraciones
del porvenir de los hombres que
algún día será simple flor de eternidad



Agustín Blanco Muñoz / Mery Sananes /  Danielita Barrolleta

historiactual.blogspot.com
redinternacionaldelcolectivo@blogspot.com
catedrapiotamayoucv@blogspot.com
embusteria.blogspot.com
@ablancomunoz / @embusterias / @dbarrolleta

Fotos
Danielita Barrolleta

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domingo, 20 de diciembre de 2015

ASAMBLEA Y ECONOMÍA



ASAMBLEA Y ECONOMÍA
Miguel Aponte


Luego del 6D,  una sola cosa luce segura: la economía estará peor en 2016. La realidad política es nueva, pero la realidad económica no. La primera apuntalará a la segunda, pero el asunto no es inmediato, hay que trabajarlo y hay un “quién hace qué, cuándo y cómo”, que no se puede obviar.

Será peor, insistimos, aun si el régimen, en un supuesto negado, hiciera “lo correcto”.  El país sentiría impostergablemente el dolor de la cura. Pero de esto olvídese, estimado lector, porque el gobierno es incapaz en tres niveles esenciales.

Primero, no admite su obvia responsabilidad. Segundo y como consecuencia, no es capaz de “pensar” lo correcto; lo que hace que, tercero, sea incapaz de “hacer” lo correcto; a esto agregue la incompetencia genética del funcionariado chavista: ideológico, torpe, sin educación sobre el tema y, por lo tanto, inservible. ¿No me cree? Espere a ver los “nuevos” ministros y jefes.

Entonces, ¿qué escenarios tendremos si el mejor, “hacer lo correcto”, es imposible?

Primero: que el régimen, apostando al caos, mantenga su postura actual, insustentable con precios del petróleo a la baja, sin caja y sin suficiente financiamiento internacional para continuar la gestión populista. Segundo: que hiciera “algo” y no implosionase por hacerlo —así de absurda es la situación en que él mismo se ha colocado—.

Este camino fracasaría igualmente, porque cualquier medida económica aunque luzca correcta -aumentar el combustible o devaluar, por dar sólo dos ejemplos,  será incorrecta si no se acompaña del resto de acciones que la hagan económica y políticamente coherente y sostenible. La verdad es que el régimen se debate entre fracasar de una manera o de otra.

En estas circunstancias, además de la función contralora que, sin duda, debe regresar,  ¿qué debería hacer, desde el punto de vista propositivo, la nueva Asamblea? Respuesta: crear el marco institucional y político que oriente al país hacia una democracia moderna que sustente una economía sana, sin ofrecer falsas expectativas y sin confundirse con un gobierno totalmente incapaz.

Se trata de acciones legislativas, políticas, pre-económicas, que produzcan las condiciones necesarias para la acción económica, que necesariamente pasa por la reconciliación nacional. ¿Cómo?

1°) Aprobando la Ley de Amnistía General para los Presos Políticos; 2°) Dejando claro que la Asamblea no es el Ejecutivo y no ofrecer aquello que no le corresponde; 3°) Ejerciendo la acción legislativa que reinstitucionalice al resto de los poderes públicos, sin excepción y añadiendo a esta lista el BCV; 4°) Proponiendo a los ciudadanos un programa legislativo coherente, moderno e incluyente, que apuntale los cambios que el país exigió el 6D; y, 5°) Cumpliendo y exigiendo cumplir al Ejecutivo la Constitución de la República.

Domingo, 20 de diciembre del 2015
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jueves, 17 de diciembre de 2015

CHACUMBELE


Chacumbele

CHACUMBELE
Humberto García Larralde

Es tentador aplicar una matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades; Debilidades, Amenazas) para analizar la situación en que se encuentra Maduro. Un examen somero arroja lo siguiente:

•          Sus fortalezas aparentes derivan del control de los poderes públicos, su hegemonía sobre los medios de comunicación, la legitimidad -aunque cuestionada- de origen electoral y el hecho de disponer todavía de una importante renta de hidrocarburos. Adicionalmente, cuenta aún con un número no desestimable de chavistas;

•          Las oportunidades para conservar el poder las pone la coyuntura: la ocasión de reacomodar sus bases de sustento con un acuerdo con las fuerzas democráticas –mayoritarias- en apoyo a las medidas que deberían tomarse para conjurar las amenazas mencionadas abajo;

•          La debilidad más notoria de Maduro como presidente es la pérdida de apoyo popular puesta de manifiesto en la votación del 6-D. No menos significativo es la penuria (relativa) de las arcas públicas, fundamento de su gestión populista y clientelar. Por otro lado, la pérdida de credibilidad ante el país y la imagen generalizada de descomposición interna -entre ella, la penetración del narcotráfico- resquebrajan políticamente al Madurismo;

•          La amenaza por excelencia que enfrenta su ejercicio de poder es la crisis económica que habrá de agravarse aún más en el corto plazo si no rectifica. Ello puede precipitar un rechazo todavía mayor de los venezolanos, civiles y militares, con consecuencias imprevisibles. Luego está la guerra a cuchillos en el seno del chavismo que corroe su apoyo interno. Por último, está la espada de Damocles sobre altos jerarcas políticos y militares, señalados de traficar drogas, así como las cuentas que dejarán muchos de ellos con la justicia venezolana;

Una lectura adecuada de la matriz FODA debería orientar las acciones para alcanzar el fin perseguido. Pero en esto incide la perspectiva adoptada, sujeta a los intereses y la “filosofía de vida” del actor. Es evidente que Maduro y su combo están en un juego muy distinto al que anima el común de los venezolanos. Y este descalce exacerba sus debilidades en esta coyuntura.

El “juego” que quiere proyectar la oligarquía militar–civil en el poder es el de la guerra. Su naturaleza neofascista la lleva a azuzar temores de una supuesta contrarrevolución por parte de Estados Unidos y de la burguesía local en contra de las “conquistas de la revolución”. Paradójicamente, ello se inscribe en un imaginario en el que se representan como defensores del “Pueblo” cuando ha sido el pueblo el que mayoritariamente ha repudiado su gestión, en parte por su negativa a introducir los correctivos que amerita la terrible situación que padece, culpabilizando a otros con el invento de una “guerra económica”.

En este contexto, la fortaleza que los Maduristas perciben tener está en el uso del aparato represivo del Estado y el control de los medios para “justificar” su uso. Los más fanáticos creerán que los legitima la Historia. No obstante, luego del pronunciamiento contundente del pasado 6-D existen indicios claros de que una porción significativa de la FAN no se prestaría para actuar contra la voluntad mayoritaria de la población.

Lo anterior coloca al Madurismo en una posición muy vulnerable ante el agravamiento de la situación económica. Habiendo raspado “el fondo del barril”, han agotado su margen de maniobra: el balance de divisas será aun más estrecho que el de 2015, con lo que el desabastecimiento y la inflación van a empeorar[1]. Posturas de bravucón y amenazas de burlar el pronunciamiento electoral provocan un mayor grado de irritación en una población desesperada por las penurias padecidas. Ello puede precipitar su salida del poder.

La gente clama por soluciones, ya. Desmesuras como la del capitán Cabello de entregarle el hemiciclo del antiguo Senado a un “Parlamento Comunal”, el criminal llamado de Maduro a la FAN para librar una “guerra no convencional” contra el pueblo, la retaliación contra antiguos partidarios que se le voltearon, quitándoles taxis o apartamentos entregados, despidiéndolos de cargos públicos y amenazándolos con excluirlos de los programas de reparto, la bofetada al país de nombrar Defensora a la verdugo Susana Barreiros y la grotesca pretensión de Jorge Rodríguez de impugnar diputados democráticos que salieron electos, afianzan la percepción popular de que se está frente a una banda de pillos que intentan trampearle al país para quedarse, “como sea”, disfrutando de sus chanchullos.

En el seno del chavismo raterías como éstas, totalmente contrarias a la prédica socialista que supuestamente inspira la acción de gobierno, sólo contribuirán a reducir aún más su base de apoyo. Desnudan el verdadero rostro malévolo, desalmado, miserable y vengativo de quienes han abusado tanto del poder en nombre de ese pueblo que hoy maltratan. Es una ofensa a la decencia, sentido de justicia y nobleza de muchos venezolanos.

Una vez vencido el miedo y quedado patente la ventaja numérica de quienes claman por un cambio, va a ser más difícil doblegar a la población. Ya cobramos conciencia de nuestro poder y, como dicen los gringos, el éxito cría más éxitos. Si hay algo que se puso en evidencia en estos comicios es que el pueblo no es pendejo. No se deja manipular con engañifas de una “guerra económica” de los “pelucones” para desviar la atención del saqueo del país emprendido por la oligarquía en el poder.

Lamentablemente, como buen fascista, Maduro prefiere precipitar una confrontación final, definitiva, que limpiaría a la nación de una vez por todas de “enemigos”. La imbecilización de su propia propaganda y el dogma sectario con que inflama las pasiones entre sus huestes, los ciega ante los cambios en la correlación de fuerzas que hoy clama por una rectificación drástica.

Quienes vieron la película “La Caída” no dejaran de apreciar los paralelos entre la desesperación lunática de Hitler, convocando batallones inexistentes para derrotar a las tropas soviéticas que entraban a Berlín y despotricando contra su pueblo porque no estuvo a la “altura” de sus designios, y la alteración que evidencia las amenazas destempladas y malcriadeces de Maduro en estos días.

Hannah Arendt señala que el poder emana de la ascendencia lograda en la dinámica política de relaciones entre individuos y grupos. La violencia puede destruir el poder pero nunca puede ser la base sobre la que éste se sustenta. Apelar a la violencia denota que no se tiene poder. Los arrebatos de Maduro y los suyos revelan patéticamente su debilidad. Y no podría ser de otra forma pues con su soberbia, tramposería abusiva, desprecio por los intereses de la gente y descaro en la comisión de sus fechorías, han entregado toda aspiración de ascendencia, de auctoritas sobre los venezolanos. Definitivamente, no es el momento de “más revolución”.  

“…Chacumbele que ya estaba / cansadito de vivir / y por culpa de sus celos / el mismito se mató.


Humberto García Larralde
economista, profesor de la UCV



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domingo, 13 de diciembre de 2015

EL GRAN ELECTOR


EL GRAN ELECTOR
Luis Marín

La gravitación militar en la política venezolana se debe remontar a los tiempos de la independencia y acompaña toda la vida republicana hasta nuestros días; por lo que al buscar este trasfondo bajo cualquier acontecimiento político relevante, siempre podrá encontrarse algo, lo que no es necesariamente bueno ni malo, sino parte de la realidad con la que tenemos que vivir.

Aunque ningún medio de comunicación en Venezuela lo haya destacado, sin empañar el gran jolgorio civil posterior al 6D, el diario ABC y otros medios internacionales han llenado ese vacío, revelando las tensiones militares que habrían discurrido tras el reconocimiento oficial de la derrota electoral del gobierno.

Parece que alguien manda más que Jorge Rodríguez y Tibisay Lucena, que resultan heraldos de algún Deus absconditus. Ese factor X que nadie nombra es el gran elector, el factor militar. La cruda verdad es que en Venezuela primero se cuentan las botas que los votos y aquellas son determinantes, lo que por obvio no requiere demostración.

Esto no debería sorprender a nadie, con solo recordar que el descalabro del 2002 comenzó con la negativa del general Rosendo a aplicar el Plan Ávila, siguió con la lacónica declaración del general Lucas Rincón y terminó con la intervención del general Baduel, mismo que auspició la anterior derrota electoral del gobierno en el referéndum aprobatorio de la reforma de la constitución en el 2007, que bien caro le ha costado.

Lo nuevo en este episodio es que no hay un rostro visible que asuma la responsabilidad de lo ocurrido, que algunos le atribuyen gratuitamente al ministro de la defensa general Padrino López, con su manifiesta incomodidad; pero lo cierto es que el régimen se ha vuelto más hermético y hace imposible discernir quienes, cómo, cuándo, dónde y por qué se pronunciaron.

Todos los analistas sin excepción ponen el énfasis en que el pueblo se movilizó a votar contra el gobierno, algo que en realidad ha venido haciendo consistentemente desde el 2004; pero ninguno explica el cambio de conducta del administrador de los votos, el CNE, que podía torcer los resultados, como era de esperarse, a menos que alguna fuerza lo obligara a comportarse como lo hizo.

Esto no hace al CNE menos controlado políticamente de lo que siempre ha sido, ni demuestra una supuesta división e independencia de los poderes públicos que todo el mundo sabe que no existe; pero sí pone de relieve que hay fuerzas capaces de cambiar la veleta en la dirección de la corriente para que el barco no naufrague (o no del todo).

El problema de estos golpes de timón es que someten al navío a grandes tensiones: unos no entienden el viraje, otros lo entienden pero no lo comparten, estos siguen su mismo rumbo por inercia, aquellos disciplinados cogen la línea haga lo que haga el timonel.

En teoría estos son virajes tácticos, pero se conserva el objetivo estratégico; el supuesto es que luego se podrá retomar el rumbo en las nuevas condiciones creadas por el cambio de situación. Fue lo que hizo Chávez después del 11A de 2002 y diciembre de 2007.

Está por verse si con un timonel invisible, que no quiere o no puede dar la cara, el barco de la revolución podrá seguir su curso, si es que tiene alguno, cualquiera que éste sea.

EL CINISMO TRIUNFA DE NUEVO

Los politólogos solían dividirse entre cínicos y poetas. Los unos pretenden ver el mundo crudamente, atrapar la realidad tal cual es, sin adornos, por eso también les gusta llamarse “realistas”; los otros quieren soñar un mundo mejor, son cultores de la buena fe y lo que más detestan es que se les tome por ingenuos.

Los cínicos aparentan tener un mejor dominio del arte, en particular, de la política y la guerra, que para ellos resumen el compendio de los asuntos humanos; mientras el mundo, la calle, se encarga de defraudar a los poetas, de desbaratar sus vanas ilusiones.

Antes de que se despeje el humo de los fuegos artificiales, los cantos y celebraciones, no más se sacan los numeritos ya se ve quienes acapararon las fichas y quienes se quedaron con los bolsillos vueltos de revés, quienes sacrificaron todo por nada y quienes no arriesgaron nada pero se quedaron con todo.

Por ejemplo, los partidos políticos: Primero Justicia, el relevo socialcristiano de COPEI y AD, abanderado de la socialdemocracia con otros socialdemócratas detrás, sin duda ganaron. Casualmente, los mismos que asistieron a Miraflores para apaciguar al país luego del 12F de 2014. Esto ya prefigura un pacto no confesado pero funcional.

La MUD pasó su aplanadora, como en los viejos tiempos, piloteada casi por los mismos de siempre; mientras otros que les empujaron el carro con gran esfuerzo y sacrificio no tienen partido, ni cargos y sus aspiraciones serán echadas al desván rápidamente.

Por no hablar de quienes perdieron sus vidas, bienes, empleos, los aventados al exilio o se pudren en las mazmorras de la dictadura; éstos tienen menos que celebrar y antes que los anteriores serán olvidados, que hasta tiene algo de embarazoso estar hablando de muertos, presos y exiliados en una cena de Navidad.

El hecho crudo y duro es que unos seguirán comiendo langostas con champaña mientras otros son sumergidos en la ignominia e incertidumbre; pero esto es lo que nos lleva al meollo de la cuestión  humana que encierra la disparidad esencial entre cínicos y poetas.

Los cínicos pueden ganar, pero hay algo en ellos que molesta, por eso no pueden exhibirse como lo que son sino que más bien suelen encubrir sus éxitos personales como si fueran “de todos”, victorias del pueblo, es decir, de los sempiternos perdedores.

Si uno de estos días nos invaden los chinos para cobrarse tanta deuda acumulada, gente como Julio Borges, Ramos Allup, Timoteo Zambrano, emergerán formando parte del nuevo gobierno pro-chino. Podrá preguntarse: carajo, ¿cómo hicieron? Y la única respuesta plausible sería, sin que esto implique ninguna acusación: “Es parte de su naturaleza, como del corcho es flotar”. No pueden evitarlo. Ellos son así. Otros, que no sería largo pero sí lastimoso enumerar, serán torturados con torturas chinas, aislados y silenciados, asesinados en la resistencia si es que no logran huir al exilio.

Quizás en todo el mundo es así y siempre haya sido así en la historia, tal vez no exista ninguna razón para pensar que alguna sociedad humana esté o haya estado libre de esa suerte de aristocracia británica, siempre ilustre, alerta, anticipada a la vanguardia, dueña y merecedora de todo, mientras que los demás muerden el fango.

Esto ha dado pie a todas las revoluciones que nunca han terminado en nada que no sea peor injusticia e iniquidad, no exentas de mayor violencia y despotismo.

Si no se encuentra cura para este mal, la próxima revolución que nos sorprenda (quien sabe si sea islámica) no dejará cabezas para ninguna otra.

OLVIDO SELECTIVO

Quizás uno de los mayores perjuicios causados por la fiesta democrática del 6D sea esa suerte de santificación retrospectiva de todas las tropelías cometidas por el régimen en más de dos décadas pasadas y en particular por el CNE en la mitad de ellas.

Vuelven a elevar el globo de la democracia imperfecta, pero perfectible, alaban un sistema perverso, celebran el triunfo de la institucionalidad ya rescatada, ocultan que en Venezuela hay un régimen comunista totalitario, violatorio de Derechos Humanos, con bendición no sólo de la oposición oficial sino de la Iglesia, el Departamento de Estado y hasta Putin ha considerado oportuno llamar al entendimiento entre gobierno y AN.

Se olvida que si el mecanismo es fraudulento, tramposo y las elecciones son controladas por el régimen, entonces lo siguen siendo en todo caso, incluso cuando deciden que lo más conveniente para ellos es que “gane” la oposición oficial, lo que los eleva de cómplices a coautores, beneficiarios de un régimen atroz.

Esto resulta casi grotesco en vista de que fue anticipado por analistas que lo estiman parte de las negociaciones celebradas en La Habana entre John Kerry y Raúl Castro. Aquel, argumentando a favor de la expresión libre de los venezolanos; para éste, la cuestión sería defenestrar a otro miembro del triunvirato que sucedió a Chávez, ya eliminado Rafael Ramírez, dejando solo en el poder al delfín Maduro, garante de que siga fluyendo el auxilio para su languideciente tiranía.

Pero nadie puede predecir la reacción del triunviro ante semejante emboscada, lo que sí es seguro es que no se va a quedar ahí, esperando a la DEA, junto a un número creciente de narco generales que supuestamente engrosarían la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro de los EEUU.

Pero todo esto cae en el mundo de la especulación, poco digerible para el público, extraña a la vida cotidiana que es donde está el problema de la oposición oficial. Tal vez ofrecieron demasiado y aunque no les importe no cumplir, tendrán que pagar un precio.

La mayoría de las ofertas electorales de la oposición oficial ni siquiera son competencia de la AN, desde acabar con las colas en los mercados, terminar con la escases de productos básicos, rescatar el valor del salario, reducir la inflación, combatir el acoso del hampa, traer de vuelta los capitales, hasta liberar a los presos políticos, retornar a los exiliados y reconciliar al país. En este  punto no hubiera sido exagerado que ofrecieran revivir a los muertos.

Ciertamente, no parece que un período en la AN alcance para tanta cosa y como se dice de los presidentes, ni que vivan dos veces les alcanzaría para lograrlo. Por poner un ejemplo grueso que sí es competencia de la AN, “decretar amnistías”. La amnistía se refiere a hechos, no a personas y tendrían que dictar casi tantas leyes como de presos se trate, que de algunos ni siquiera está claro qué hechos les imputan, cuando no resultan ser rocambolescos y traídos por los cabellos (valga la expresión).

Aún sin instalarse la nueva AN, sin nombrar una comisión para resolver esta cuadratura del círculo, ya tienen planteado un conflicto constitucional para su promulgación. Lo mismo puede esperarse de las demás leyes que elaboren sin consenso del oficialismo.

El país que ha sido apabullado bajo la avalancha de celebraciones por el 6D reaparecerá como la resaca después de la juerga, diciendo: “Seguimos aquí y sin nada que celebrar”.

Esta es una gran oportunidad para la oposición auténtica, para la Resistencia.

13 de diciembre del 2015


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¿QUÉ ES EL CHAVISMO?

¿QUÉ ES EL CHAVISMO?
Miguel Aponte

Pasó el 6D y todos sacamos lecciones, o deberíamos. Una cosa es segura: Maduro no. Al menos no si juzgamos por sus primeras actuaciones. Pero, más allá de la anécdota trasnochada, ¿qué ver en el chavismo oficial? Todos esos “jefes” sabían de antemano lo que ocurriría y, sin sorprender a nadie, repitieron sin variaciones el guion del político mediocre.

Esta revolución se ha vuelto demasiado predecible, repetitiva, necia y aburrida. Hicieron lo que habría hecho cualquiera, de derecha o izquierda; pero con menos imaginación y con mucha más violencia y brutalidad: amenazar, mentir, manipular, disimular la realidad, ¿ante quién? Pues ante sus propios cada vez más escasos seguidores, sin el más mínimo respeto por la inteligencia de ese pueblo que dicen representar.

Y, ¿para qué? Para quedar desnudos al final, en medio de la desbandada.

¿De qué signo es este régimen? ¿De izquierda o de derecha? Respuesta: es populista. La fórmula que adoptó la izquierda una vez que no ha sido capaz de repensarse a sí misma y mucho menos reconstruir el edificio ahuecado del marxismo.


No saben pensarse de izquierda sin ser marxistas, mientras a la vez tampoco saben ser marxistas, que, para colmo, ¿qué es hoy? Son populistas, sólo eso: invento que, de paso, tampoco es suyo.

Así, la izquierda de hoy -a nivel mundial- es apenas el reflejo de un espejo que replica todo lo que critica, sin filosofía, sin teoría económica y sin teoría de la historia.

¿A dónde pues podría llevarlos semejante indigencia? ¿Es que de verdad creen que la lucha de clases es el motor de la historia y hará el trabajo por ellos?

Pero la izquierda contemporánea no tiene solamente estos problemas existenciales, que no enfrenta atrapada como está en su propia pulsión de muerte, sino que ahora el chavismo viene, como macabro regalo, a sumarse a sus desgracias: ¿Qué es el chavismo en el ámbito de la izquierda?

¿Cómo es que tantos “sabios” lo señalaron como el camino a seguir, sin notar la estafa evidente que significaba? ¿Tanta es la desesperación por alcanzar el poder? ¿Y para qué si no saben gobernar? ¿Dónde estuvo la falla, no de Chávez, que realmente no tuvo nunca nada sustancial que ofrecer, sino de ese “pensamiento” de izquierda que se arrojó a sus botas de militar sin la más mínima vergüenza?

Esa falla, amigos, no es sólo teórica y política, sino que es también ética y aún estética; y si no lo creen así, los retamos a escuchar cinco minutos cualquier discurso, pasado o presente, de los “líderes” del chavismo.

Quien no vea allí que la revolución nunca pudo ser eso y estos tipos jamás su encarnación, tendría que ir de nuevo a la escuela o al terapeuta antes de responder. Así sería, si hubiera gente de izquierda con algo de seriedad y vergüenza; pero no se afanen que, de esos, ¡ya no hay!



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