miércoles, 19 de enero de 2011

ERNESTO RODRÍGUEZ -SOBRE LA LEY DE EDUCACIÓN UNIVERSITARIA (I PARTE)

Lo primero que hay que decir es que las personas que redactaron esa ley no saben ni redactar de manera concisa y el resultado es un bodrio espantosamente tedioso de leer en el cual se repiten ad nauseam las mismas frases.

Por otra parte, cualquier artículo de esa LEU que viole los artículos 102 o 109 de la Carta Magna debe ser rechazado contundentemente. Por ejemplo se repite que las universidades deben estar al servicio de un “socialismo” pero eso viola el art 102 y además todos sabemos que en nuestro país solamente hay una burla disfrazada de “socialismo”, un capitalismo de estado terriblemente corrupto, ineficiente y anti-marxista porque el gobierno destruye las fuerzas productivas. Entonces será importante recordar a Adolfo Hitler (1889-1945) en la Alemania Nazi cuando acabó con la autonomía universitaria.

En efecto, recordemos que Hitler el 1 de mayo de 1927 pronunció un discurso incendiario en el cual dijo: “Nosotros somos socialistas, somos enemigos del sistema económico capitalista” (1). Pero en realidad Hitler era un grandísimo farsante que solamente se proponía esclavizar a las personas y exterminar a los disidentes. Recordemos también que Hitler nombró en 1929 a Joseph Goebbels (1897-1945) como “Ministro para la Propaganda”, que en un panfleto del año 1930 dice: “Nosotros somos SOCIALISTAS porque vemos en el SOCIALISMO la única posibilidad para mantener nuestra existencia racial y para reconquistar nuestra libertad política y el renacimiento del estado Alemán […] Con el nacionalismo, el socialismo es todo ¡EL FUTURO, LA LIBERTAD, LA PATRIA!” (2).

Hitler también decía: “Yo no reconozco ninguna ley moral en política. La política es un juego en el que todo tipo de trampa es permisible” (3). Respecto a la libertad de los profesores Hitler dijo: “No existe una verdad ni en el sentido moral ni en el sentido científico […] el eslogan de la ciencia objetiva ha sido acuñado por el profesorado para escapar de la necesaria supervisión por el poder del Estado” (4). Ahora veamos la lumbrera que Hitler escogió para dirigir la educación: “Para dirigir el “Ministerio del Reich para la Ciencia, la Educación y la Cultura Popular”, cuya misión era “que el Reich unificara y controlara toda la ciencia alemana dentro y fuera de las universidades” […]



Hitler nombró a Bernhard Rust, que había sido un maestro de escuela de provincia  despedido por abusar sexualmente de una alumna y evadió el juicio con el argumento de que sufría enfermedad mental. Para Rust el propósito de la educación era crear Nazis” (5). Las reglas de las universidades fueron cambiadas y los rectores eran designados por Rust que “en 1933 decretó que los estudiantes y profesores debían saludarse con el saludo Nazi “¡Heil Hitler!” (6). Ese saludo significa “Salve Hitler”.

No hace falta decir que los profesores y estudiantes judíos y en general todos los disidentes fueron hostigados y expulsados…Por qué será que en las dictaduras siempre ponen a un papanatas robotizado y lame botas como Director de Educación?  En la Segunda Parte argumentaré a favor de que los bachilleres ingresen a las universidades sin examen de admisión y con un curso propedéutico y también creo que los obreros y empleados deben tener una cuota de poder electoral para elegir autoridades. 

NOTAS: (1) Pags 224-225 en John Toland (1976) “Adolf Hitler”. Doubleday. (2) Pag 177 en Dennis Sherman (2008) “Western Civilization. Vol II. McGraw Hill (3) Dicho por Hitler a Hermann Rauschning y citado por éste último en el Cap 19 de su obra: “The Voice of Destruction” (1940). Cita tomada de pag 618 en “Random House Webster’s Quotationary”, edited by Leonard R. Frank (1999). Random House. (4) Pag 188 en Noretta Koertge (Ed,, 2005) “Scientific Values and Civic Virtues”. Oxford Univ. Press (5) Pag 197 en Timothy Ferris (2010) “The Science of Liberty”. HarperCollins Pub (6) Pag 244 en Timothy Ferris. Op.Cit.   

Ernesto Rodríguez
(Profesor NURR-ULA)(ernestorodri49@gmail.com)


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