FUERZA Y FE
FUERZA Y FE
Fuerza y Fe es una de las consignas de estos valientes muchachos, que en un número cada vez mayor, se apostan en las principales plazas del país para reclamar la defensa de la democracia, los derechos humanos y la exigencia de poner en libertad a los presos políticos y de conciencia que el régimen actual tiene detenidos.
Este tipo de protesta, pacifica, cívica e inteligente, aunque con un costo para la salud nada desdeñable, es un derecho legítimo consagrado por nuestra Constitución vigente. Esta juventud nuestra, nacida de las universidades libres, tiene plena conciencia que el país está siendo saqueado tomando un rumbo incierto que pone en entredicho las esperanzas de vivir en una Venezuela incluyente y generosa.
Inesperadamente, ésta generación de estudiantes, le ha salido contestón a un proyecto militarista de corte autocrático que contradice meridianos principios de lo que es la convivencia democrática, pacífica y civilizada. Y ante este triunfo del atrevimiento y la imaginación, el poder palidece y desentona, queda al desnudo, y recurre a la descalificación acostumbrada, sin reparar, que ya toda una sociedad, cansada de tantos abusos y arbitrariedades, se encuentra desencantada y avizora alternativas.
Son tantos los agravios cometidos en contra de la institucionalidad del país, y básicamente respecto a sus leyes, que la indignación colectiva es grande. Lo mínimo que estos jóvenes pueden esperar de nosotros es un acompañamiento y solidaridad permanentes. Y a su vez, desde nuestros ámbitos de participación, reivindicando los valores consustanciales de la democracia, resistir cívicamente.
La historia heroica y de grandeza de un país no se construye desde la violencia que aplasta y produce tragedias colectivas, sino desde el comportamiento decente de sus ciudadanos. Y para ello es fundamental recuperar nuestro sistema de justicia a través de legisladores justos y probos, al servicio del país y no sólo de una parcialidad política. Esto lo han entendido a cabalidad estos jóvenes que han puesto al país en vilo y a la espera de una gran amnistía que se convierta en el primer paso para la gran reconciliación que todos anhelamos. Que éste sacrificio que hacen no sea en vano.
Dr. Angel Rafael Lombardi Boscán
Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
Dr. Angel Rafael Lombardi Boscán
Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario