Recientemente conocí una carta abierta enviada al Presidente Chávez por el Sr. Santiago Arconada, investigador, escritor, asesor de HIDROVÉN e integrante del Centro Internacional Miranda (CIM), en la cual destacó dos aspectos cruciales para el gobierno: el socialismo y la situación de los pueblos indígenas. Yo le agrego un tercero: la criminalización de las protestas de los trabajadores venezolanos.
A) El Socialismo. Arconada destaca en su carta la flagrante contradicción en la que incurre el gobierno “Chavezista” ya que, por una parte, se vanagloria de ser socialista pero en la realidad pone en práctica el más cruel salvajismo capitalista. Para demostrarlo solo basta citar dos ejemplos. Uno es el del Gobernador de Sucre quien desde el año 2009 definió la Policía Regional como Socialista, sin que hasta la fecha haya modificado sus prácticas ni sus códigos de autoridad jerárquica y represiva.
El otro ejemplo es PDVSA que compromete la soberanía nacional al convenir acuerdos leoninos de largo plazo con empresas transnacionales, negociando deuda por concesiones de explotación de riquezas naturales estratégicas que son patrimonio de la nación.
No tengo la menor duda de que en PDVSA no vacilarían en aplicar el criterio rentista neo-liberal y salvaje, según el cual: “…si hay petróleo, hay que sacarlo; si hay carbón, hay que extraerlo; si hay coltán y uranio, hay que procesarlos; si hay oro, hay que explotarlo...”; sin tomar en cuenta la devastación social, ambiental y económica que ello acarrearía a corto y mediano plazo, es decir igualito que los gobiernos adeco-copeyanos.
Frente a esta debacle es pertinente recordar las sabias reflexiones del Dr. Maza Zavala: “…el socialismo constituye en sí mismo un avance histórico, una etapa superior del capitalismo para impulsar un progreso acelerado de las fuerzas productivas y elevar sostenidamente el nivel y la calidad de vida de la población…”.
Pero lo que hoy en día prevalece en Venezuela es un Capitalismo de Estado que nada tiene que ver con el Socialismo; es más, estoy convencido que ni a Democracia Socialista se aproxima. Esto es más, y hasta peor, de lo mismo.
B) Situación de los pueblos indígenas. Una de las conquistas que los pueblos indígenas lograron con la Asamblea Constituyente de 1999 fue tener derecho a la Demarcación Territorial Indígena y a la Disposición Transitoria que daba un plazo de dos años para producir esta demarcación. Sin embargo, doce años después los pueblos indígenas carecen de esa demarcación, en consecuencia no son reconocidos como pueblos indígenas, adoleciendo de una Jurisdicción Especial Indígena.
De allí que el sometimiento a la justicia ordinaria de los caciques Sabino Romero, Olegario Romero y Alexander Fernández, de las comunidades yukpa de Chaktapa y Guamo Pamocha, en la Sierra de Perijá, es una flagrante violación del Artículo.119 de la Carta Magna, el cual establece que: “El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida.”
A) La criminalización de las protestas de los trabajadores. Aberrante, por decir lo menos, es el juicio y condena de que fue víctima el luchador social y dirigente del Sindicato de los Trabajadores de Ferrominera del Orinoco, Sr. Rubén González, sentenciado a prisión por más de siete años por haber cometido “el delito” de reclamar y dirigir la protesta que realizaron los trabajadores de esa empresa en Ciudad Piar y Puerto Ordaz, en agosto de 2009, por incumplimientos contractuales. Igual amenaza pesa sobre otros dos dirigentes obreros, presos desde hace tres años, y sobre otros setenta y tres trabajadores.
Mientras el gobierno de Chávez encubre el genocidio cometido por el asesino Gadaffi, en su intento por aplastar la rebelión del pueblo libio, aquí en Venezuela hostiga, encarcela y condena a valientes dirigentes obreros revolucionarios. Y todavía las focas del PSUV y del gobierno, que son lo mismo, se dicen socialistas. Definitivamente, este “socialismo-revolución” de pacotilla carece de principios y valores, más aún de futuro.
Edgar Jaimes
Profesor Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo. jaimes.5060@gmail.com
PD: Ayer 03-03-2011 el gobierno de Hugo Chávez debió concluir un segundo lote de 4.565 casas, de un total de dos millones que ofreció construir entre febrero de 2011 y febrero del 2017. La construcción acumulada de casas hasta ayer debió ser de 12.782
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