SÓLO HAY UNA RAZA LA HUMANA
QUE AÚN NI SIQUIERA CONOCEMOS
El régimen, sin duda, es sagaz y astuto en el arte de distraer. Y en eso, como en muchas otras cuestiones, consigue el apoyo irrestricto de las oposiciones.
En esta oportunidad manipuló de lo lindo en la Asamblea Nacional e introdujo el Proyecto de Ley Orgánica contra la Discriminación Racial , debidamente inscrito en el marco del Año Internacional de los Afrodescendientes, decretado por la ONU.
Y para sorpresa del oficialismo y nuestra no hubo en el seno de la AN mayor discusión sobre el asunto. Tal vez se pensó con la elemental lógica de que los problemas se resuelven con la ley respectiva. Y aquí se trata simplemente de echarle un parao al ‘racismo venezolano’.
Y se planteó el asunto en los términos más pedestres: blancos contra negros. O de otra manera: pobrecito el negro que le siguen diciendo negro. Ni siquiera hubo quien sostuviera que la humanidad no es blanca o negra sino simplemente humanidad.
Con signos del mayor atraso, se planteó el asunto como una lucha entre grupos étnicos.
Porque la propia ONU en la década de los 50 señaló que había una raza, la humana, y que sólo existían diferentas étnicas. Esto quiere decir que se mantuvo inmodificado el estatuto del racismo porque los tales grupos étnicos se siguieron comportando como ‘razas’.
Hasta el presente se saca a relucir la carga genético-histórica de las étnias. Y no ha faltado quien teorice sobre el comportamiento de una sociedad a partir de su procedencia.
Por esa vía se llega con mucha facilidad a la calificación de superiores e inferiores, buenos y malos, feos y bonitos, debido a sus condiciones genéticas y los rasgos de su comportamiento.
En el punto en el cual está colocado el tema no tiene una fácil y rápida solución. Y esto es algo que debe sospechar el oficialismo. Porque no tiene motivo alguno para pensar que con una tal Ley Socialista, apoyada por las oposiciones, va a enfrentar el racismo, máxime cuando en nuestro medio la materia tiene características que obligan a un estudio profundo y consciente.
Porque no es verdad que aquí se persiga y mate por motivos raciales. Aquí por lo general, la posición económica tapa las “manchas raciales”.
Lo que está claro es que este no es un problema medular en nuestra sociedad. Es más, el negro ha aprendido a no pararle al asunto del “color” y los otros a entender que la descalificación no le acarrea dividendos favorables.
Esto quiere decir que en esta fecha nuestro problema no tiene nada que ver con la cuestión racial sino con la materia política, con el odio-polarización. Y en ese sentido hay que considerar que la necesidad suprema hoy aquí es una ley que enfrente penalmente a los instigadores y practicantes de la llamada ‘cultura del odio-confrontación’.
¿Por qué el oficialismo no promueve una ley contra lo que ha transformado en su arma principal de lucha?
El uso de la palanca de la destrucción es libre. Pero hay quienes no estamos dispuestos a consumirla ni a asistir a cuanta convocatoria se realice para promoverla.
Ojalá y se haga realidad en un corto plazo el debate que lleve a ponderar la humanidad y a acabar con todos los elementos que sirven para marcar diferencias. abm333@gmail.com / T:ablancomuñoz@
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