Los venezolanos no merecemos el destino que desde hace doce años nos quieren imponer y contra el cual nos hemos venido defendiendo y rebelando. Y no nos referimos sólo a esa mezcolanza de modelo marxista-leninista-castrista con vetas fascistas y nacionalsocialistas (nazis), que es el tan nombrado “Socialismo del Siglo XXI”, sino a esa insistencia permanente y sistemática de acabar con nuestra venezolanidad, con nuestra idiosincrasia, con nuestros valores.
PRETENDEN QUITARNOS NUESTRO VOCABULARIO POR
CONSIDERARLO RACISTA
Pretenden imponernos a Fidel Castro o al Che Guevara en sustitución a nuestros próceres. Pretenden quitarnos nuestro propio vocabulario, aduciendo que el mismo es discriminatorio o racista. Nos gustaría saber quién en este país, se siente ofendido cuando le dicen “negro” o “negra” y prefiere que le digan nada más y nada menos que “afrodescendiente”.
Todos sabemos que son expresiones de cariño, de confianza, de apego. Por lo demás ¿qué familia venezolana no tiene a su “negro” o a su “negra”? O el término “conserje”, ¿qué de malo hay en él? ¿Acaso no es un oficio como cualquier otro, como plomero, carpintero, electricista, obrero? Pretenden en definitiva sembrar el odio y el resentimiento social.
NI LA DISCRIMINACIÓN NI EL ODIO HAN SIDO
CONDUCTAS PROFESADAS EN CONTRA DE OTROS
Desde siempre nuestra Venezuela ha sido un país muy especial, fundamentalmente por la calidez y humanidad de sus habitantes. Por años nos hemos jactado no sólo de ser solidarios entre nosotros, sino también hacia todo aquel que decidió hacer vida en nuestro país a través del trabajo digno y el esfuerzo y la superación personal. Hemos siempre acogido con respecto y cariño a todos los inmigrantes que llegaron a nuestras costas buscando un futuro mejor y gracias a ello, todos nos hemos beneficiado ya que han contribuido de manera invalorable al desarrollo y progreso del País en todas sus áreas.
Ni la discriminación, y menos aún el odio, han sido conductas o sentimientos que hayamos profesado en contra de quienes son distintos a nosotros por causa de su país de origen, idioma, acento, color de piel, condición social o religión. Y por ello, es que a pesar de formar parte de lo que se llama el “Tercer Mundo”, somos una Patria Grande ejemplo de muchas naciones.
AQUÍ SE QUIERE ACABAR CON TODO
Pero quieren acabar con todo esto. El discurso oficialista es siempre de odio, de confrontación, de aniquilamiento. De que quien no es igual al “hombre” que pretende imponer la “Revolución”, no tiene derecho a existir. Y por si fuera poco, nuestros aliados internacionales no son los países respetuosos de los derechos humanos, sino los distintos regímenes dictatoriales del Mundo. Se prefiere a genocidas asesinos que a demócratas; se prefiere a quienes abusan de pueblo en lugar de aquellos que les ofrecen desarrollo y respeto.
EL DISCURSO DE RESENTIMIENTO ESTÁ CALANDO
Con profunda tristeza y preocupación venimos observando como ese discurso cargado de resentimiento y manipulación, ha ido calando en parte de nuestra población y por ello nuestro mensaje de reflexión y de alerta. No podemos permanecer indiferentes ante lo que está ocurriendo, porque estamos recibiendo señales de que las cosas no están bien y si no las paramos a tiempo pueden desembocar en situaciones altamente peligrosas. Las luces de alarma se han prendido y no podemos ignorarlas.
Jamás imaginamos que se atentara, se vejaran y se profanaran, símbolos católicos, tal como recientemente ha ocurrido. Dispararle a la Virgen de la Divina Pastora, mancharla con pintura roja o decapitar a nuestro José Gregorio Hernández, era, hasta hace poco, un imposible. Jamás pensamos que se llegara a irrespetar a las autoridades eclesiásticas, de la manera en que ha venido sucediendo. Jamás creímos que se atentara contra una sinagoga, templo religioso de los judíos, o que la religión pudiera ser motivo de conflicto entre nosotros. Jamás creímos que nos dirían que ser rico es malo, cuando desde chiquitos nos enseñaron el valor de la propiedad privada y que la meta era salir de la pobreza para que todos seamos ricos.
NO PERMITAMOS QUE NOS CONVIERTAN EN LO QUE NO SOMOS
A todos mis conciudadanos, cristianos, católicos, evangélicos, judíos, musulmanes, budistas, hinduistas, deístas, agnósticos, ateos (si se me olvida alguien disculpen), de la nacionalidad que sea, negros, blancos, amarillos, rojos, mezclados, a todos, les hago un llamado para que no permitamos que nos conviertan en lo que no somos.
SIGAMOS SIENDO NOSOTROS QUE JUNTOS
UNIREMOS HORIZONTES
Esta patria nuestra que es Venezuela, ha sido bendecida con muchas cosas y muchos recursos, pero principalmente con su gente. Sigamos siendo libres como las tierras de nuestros llanos, bravíos como nuestro mar Caribe, cálidos como nuestras costas, amplios como la Gran Sabana, acogedores como nuestros páramos y respetuosos como nuestro Avila o nuestros Morros.
Sigamos siendo nosotros. Juntos uniremos horizontes. Que ningún modelo extranjero o algún esquema de odio se nos imponga. Porque si permitimos que eso ocurra, entonces, simplemente, dejaremos de ser venezolanos.
Jesús Urdaneta Hernández
C.I. 4.391.814
Twitter @jesusurdanetah
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