Invitamos a leer el siguiente artíulo que nos llegó por gentileza de
la comunicadora social y poeta Cristina Castello.
Deja ver la clara contradicción entre quienes viven de espaldas
a la realidad y la de quienes sobreviven a duras penas circunstancias
que les son ajenas.
No es una reflexión nueva. Es un pensamiento que generalmente preferimos
obviar para no estropear nuestra visión de la escasa vida que
vivimos.
Y si bien acordamos con el autor, esa necesidad de ser humanos,
de la que estamos a años luz, discrepamos con la idea
de que los mismos organismos que han nutrido, avalado y justificado
estas contradicciones y desigualdades puedan hacer algo por recomponer
el mundo, ni siquiera con detener las hambrunas que ciertamente
hoy en Somalía causan la muerte de trece niños diarios por cada diez mil habitantes
por inanición.
Facil de decir, pero terriblemente trágico para aceptarlo, como si
nada ocurriese en este planeta de devastaciones.
¿Servirá para algo esta reflexión?
Tal vez, si cada uno de nosotros, decide girar las aspas
de un molino imaginario, que produzca harina para hacer pan y no
metales para alimentar las metrallas
tal vez, algún día, el hombre pueda al fin
romper las barreras, y pensar el universo como
la casa de una humanidad por construir.
ms
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