viernes, 4 de noviembre de 2011

ABM - EL SILENCIO DE CECILIA MATOS


EL SILENCIO DE CECILIA MATOS

Agustín Blanco Muñoz

Llega la noticia del silencio definitivo de  Cecilia Matos.  En un inicio se le vio con fuerzas, pero  la disputa planteada por  el lugar donde debían ser sepultados los restos de Carlos Andrés Pérez, su  compañero por mucho tiempo, terminó por desvanecerla.

Estamos entonces ante un silencio que obliga a la reflexión  sobre el  drama que le tocó vivir a CM al lado de CAP en una relación extramatrimonial e ilegal.

CAP había ocupado altos cargos como el de secretario de Rómulo Betancourt o ministro del Interior de su gobierno. Al poco tiempo de conocerlo CM y al ocupar el cargo de Jefe de la fracción parlamentaria de AD, pasa a ser su secretaria.

Esta relación la tocamos en varias entrevistas con CM a mediados del año pasado. Culminábamos nuestro libro con CAP: Yo sigo acusando y advertimos la importancia que tenía el testimonio de quien, sin ser la esposa o pareja legal del Presidente, había estado más cerca del poder, que la legítima Primera Dama.

¿Pero quién es, de dónde surge y cómo llega a sobresalir esta mujer en la vida política venezolana? Cecilia misma nos hace su relación: vengo de una familia muy humilde de Valera, Estado Trujillo. Nací en Escuque el 06 de agosto de 1945 cuando tiraron la bomba de Hiroshima. Soy la octava de 15 hermanos y viví en los Andes hasta los once años.

En 1956 nos trasladamos a Caracas. Mí padre y mi familia en general estaba ligada a AD y esta circunstancia me ayudó a conseguir empleo en el Congreso en 1963. Me inicié trabajando en la Hemeroteca y después como secretaria del jefe de la fracción parlamentaria, primero Lusinchi y luego CAP.

CAP tenía una personalidad que impactaba y yo más que respeto le tenía miedo. Claro en ese tiempo a los mayores se trataban de usted. Y yo no podía creer que era la secretaria de una persona tan importante.

Y cuando me dijo de su atracción por mí persona tampoco podía creerle. En nuestros primeros tiempos no era fácil nuestra situación. Él era un dirigente importante del partido de gobierno y yo  una joven secretaria menor de edad. Posteriormente pidió a la familia que le permitieran visitarme en mi casa y desde ese momento comenzó una relación que tenía sus dificultades.

En mi familia tuve que enfrentar a mis hermanos que me criticaban por la relación que tenía con CAP, quien era casado. Señalaban que en la calle se referían a mi como ‘La Fulana Esa’. Pero mi respuesta siempre fue muy firme: Yo escogí esto y esto es.

En 1972 mis padres dejan la casa de El Cafetal y se van a vivir a Washington. Viajé  con ellos pero regresé a petición de CAP dado que su deseo es que siempre estuviera cerca de él.

Después de su primera presidencia, él se la pasaba viajando con la Internacional Socialista y yo  lo acompañaba. Ya para el tiempo de su segunda presidencia estábamos más unidos. Sin embargo, allí comenzaron los problemas que terminaron de sacarlo de la presidencia.

Ahí actúa gente como Ramos Allup que fue uno de los que conspiró para que CAP saliera de la presidencia y fue el promotor junto con Pérez Hernández y Nelson Chitty La Roche de aquello de las cuentas mancomunadas. Después que CAP fue puesto en libertad, salimos del país. El 24 de octubre del 2003 le dio un ACV y desde entonces me he dedicado enteramente a él.

Estas son palabras vertidas por CM a mediados del año pasado. El 25 de diciembre del mismo año se va CAP al silencio. Comienza entonces el capítulo relativo al lugar en el cual debía ser sepultado. “Para la familia legal” ubicada en Caracas, sus despojos debían ser repatriados. Para la “familia ilegal” encabezada por CM y acompañada de sus dos hijas, debía cumplirse su expresa voluntad de no regresar al país mientras permaneciera en el poder  el actual mandatario.

El litigio se extendió hasta el mes de septiembre del año actual cuando las dos partes anunciaron haber llegado a un acuerdo que contemplaba el regreso de los restos de CAP a Venezuela.

Se especuló entonces que pudo haber un acuerdo   económico o  cansancio de una de las partes. Cecilia y sus hijas Pérez Matos guardaron silencio. Igual conducta asumió la familia Pérez Rodríguez.

El 31/10/11 llegó la noticia del fallecimiento de CM en Bogotá, donde fue en busca de curación de un cáncer  terminal. Habían pasado más de cuatro décadas de “amor ilegal”. Recién había cumplido los 66 años y apenas sobrevivió diez meses a CAP.

Hoy el silencio de CM se expresa en el contexto de  un gran vacío espiritual que corresponde   al drama que vive  un ex país en el cual el cuidado de las formas está por encima de  valores y de esta  angustiante realidad.

Hace apenas horas fue el bullicio de los discursos e himnos para homenajear a CAP y, por lo general se optó por referir el pesar de la “familia legal” y hacer silencio respecto a “la otra familia”.

Quizás se ignoraba que CM ya estaba montada en  su silencio como acompañante mayor para alcanzar la sobriedad.

Tal vez en esta hora de  esta Venezuela maltrecha y dolorida, no tengamos la claridad necesaria para captar y entender este drama humano-espiritual que tuvo y tiene que ver con dos familias y cada uno de sus miembros. ¡Qué historia amigos! T: @ablancomunoz  

El Universal, 04 de noviembre del 2011.

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