En días pasados, conversando con una periodista ésta me comentaba que Venezuela es el paraíso para los profesionales en su área, en virtud de la proliferación de noticias que se producen en el país. Desgraciadamente para nosotros, esas noticias no se refieren a logros sociales, culturales, deportivos, económicos, educativos, científicos o tecnológicos; muy por el contrario, en el día a día del venezolano lo que destaca son hechos violentos o aspectos políticos donde el Gobierno es el principal protagonista como agente generador de abusos, opresión, irrespeto y violación de derechos humanos.
La última semana no ha sido la excepción. La supuesta “memoria y cuenta” no fue otra cosa que un acto circense por parte de su dueño, donde al menos, se encontró por primera vez en mucho tiempo con verdaderos diputados que lo encararon directamente y le rompieron el esquema. Más de nueve horas de sandeces y mentiras, fueron sin duda una falta de respeto para el intelecto del pueblo venezolano, aún cuando en esta oportunidad y gracias al coraje de una mujer venezolana, como lo es la diputada Machado, lo que todos recordaremos no será sólo la frase “expropiar es robar” sino que el “gran líder”, el “gran forjador del socialismo del siglo XXI” que habla de igualdad para todos, es tan soberbio, prepotente y machista que no se digna a hablar siquiera con los representantes del Pueblo, porque desde sus alturas sería rebajarse indignamente a ello. Su traje de caperucita roja se evaporó en tan sólo cinco minutos, quedando al descubierto una vez más, su talante despótico y autocrático.
El otro evento a destacar lo constituye sin duda, el nombramiento de Henry Rangel Silva como el nuevo Ministro de la Defensa. Asumiendo el cargo que hasta ese momento detentaba el nuevo candidato oficialista a la gobernación del estado Nueva Esparta, por expresa designación del dedo del “líder”, lo que debía ser un acto solemne y protocolar, se convirtió en otra actividad proselitista amparada, sin el menor recato, por los representantes de los distintos poderes nacionales. Verguenza sentimos la Venezuela decente ante tal parodia que sirvió de marco para que Chávez, bajo el mismo discurso de siempre, le diera un espaldarazo a una persona que está siendo sometida a las más graves acusaciones que lo vinculan directamente con el narcotráfico, la extorsión y el terrorismo internacional.
Huyendo hacia adelante, porque sabe que sólo se trata de un lacayo, insiste en hacernos creer que las acusaciones en su contra constituyen un agravio “imperialista” contra las Fuerzas Armadas y contra el País, lo cual es absolutamente falso. Sería interesante saber qué opina el presidente Santos de todo esto y cómo logrará defender a su nuevo mejor amigo ante el pueblo y las autoridades colombianas; pero de lo que tengo certeza es de la indignación silente que en estos momentos debe imperar en los cuarteles, una vez más, ante las designaciones hechas y las similitudes planteadas por el comandante presidente.
En paralelo, la noticia del cierre del consulado de Venezuela en la ciudad de Miami, evidencia, el desprecio que este Gobierno siente hacia sus nacionales a quienes por estar convencido, que son contarios a sus ideas, quiere castigar. En efecto, desamparar y castigar a la población venezolana más numerosa que se encuentra fuera de nuestras fronteras, no es casual, es en realidad un acto de venganza, porque sabe que en esas latitudes cuenta con el rechazo casi absoluto de esos ciudadanos venezolanos. Cualquier excusa es válida para por un lado, hacerles la vida mucho más difícil y onerosa y por el otro, para sabotear su participación en las primarias.
En conclusión, hace mucho que este hermoso territorio nuestro dejó de ser un paraíso. De todos depende que volvamos a ser un país digno donde todos los ciudadanos podamos vivir y progresar en paz, y donde la cotidianidad nos brinde sosiego y esperanza de un futuro mejor.
Jesús Urdaneta Hernández
C.I. 4.391.814
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