Desde Puerto La Cruz.- El 23 de enero de 1958 es parte de esas fechas históricas significativas de nuestra historia política moderna, y que representa un símbolo de los esfuerzos y los sacrificios que tuvo que hacer el país para rescatar y establecer un sistema democrático.
Un breve resumen de la jornada cívica del 23 de enero de 1958, mediante la cual concluyó la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, nos ubica en diversos acontecimientos: Se iniciaron los contactos cívico-militares en diciembre de 1957 y luego del 1° de enero de 1958, el pueblo empezó a evidenciar su oposición y se acentuó la protesta. El 3 de enero, la Junta Patriótica emitió clandestinamente un manifiesto en el cual invitaba a la unión popular y del ejército para acabar con la dictadura. De la misma manera, los obreros y los estudiantes comenzaron sus movilizaciones. Los habitantes de los barrios se enfrentaron en diversos lugares a las patrullas policiales del gobierno.
El día 9, cinco destructores de las Fuerzas Navales se alejaron de la costa de La Guaira y de Puerto Cabello y presentan un pliego peticiones. El día 10 de enero, el gobierno procedió a designar nuevos ministros. El pueblo se congregó en la Plaza Miranda y en El Silencio (Caracas) y se escucharon consignas en contra de la dictadura. Se señaló que Pedro Estrada y Laureano Vallenilla, altos funcionarios del régimen, abandonaron el país. A escasos tres días del nombramiento del gabinete, el dictador Pérez Jiménez escogió nuevos ministros, retiró al ministro de la Defensa, general Rómulo Fernández, y lo expulsó.
Circularon en el país diversos manifiestos reclamando el rescate de las libertades por parte de intelectuales, abogados, ingenieros, médicos y otros gremios, al tiempo que circularon los de la Junta Patriótica. Las barriadas populares y las iglesias católicas fueron vigiladas y numerosos sacerdotes que se manifestaron contra la dictadura fueron detenidos.
El día 20, grupos estudiantiles se enfrentaron con la policía. Se incrementó el número de presos en la Seguridad Nacional y se siguieron aplicando procedimientos de tortura y asesinatos.
La Junta Patriótica convocó a una huelga general y el día 21 de Enero se inició la misma, amaneciendo la capital sin prensa. Se desarrollaron enfrentamientos y protestas en las calles de Caracas. El gobierno dictó el estado de sitio. Se esperaba el estallido de rebeliones militares en la Marina, la Academia Militar y de la Guardia Nacional prevista en horas de la madrugada, pero no se produjo.
A partir del mediodía del día 21, se escuchó un repique de campanas y el sonido ensordecedor de las cornetas de los carros. Los habitantes de San Agustín y de otros lugares de Caracas bajaron de los cerros y salieron a las calles coreando el himno nacional y portaban banderas nacionales. Se produjeron los enfrentamientos en distintos lugares. A las 5:00 pm el gobierno dictó un toque de queda.
El 22, Caracas amaneció con algunos transportes públicos con soldados y se produjeron en el centro las primeras manifestaciones. La policía se desmoralizó y disminuyeron sus acciones represivas. Los manifestantes desafiaron en distintos lugares el toque de queda. A las 10:00 pm se confirmó que la Marina y la Guarnición de Caracas se sumaron al derrocamiento.
El 23 de enero, a primera hora de la madrugada, el dictador Marcos Pérez Jiménez, algunos ministros y su secretario, abandonaron el país en el avión “La Vaca Sagrada” con rumbo a Santo Domingo, República Dominicana. En el ínterin, dejaron una maleta con gran cantidad de dinero. Una hora después, al conocerse la noticia, el pueblo de Caracas y de Venezuela se volcó a las calles en señal de júbilo patriótico. En los sótanos de la Seguridad Nacional se escucha el grito: “¡Cayó Pérez Jiménez…!” y empezaron a salir de la cárcel los presos.
A las 4:00 a.m., se constituyó una Junta Militar de Gobierno que presidió Larrazábal y se nombró un primer gabinete. El pueblo incendió las instalaciones de la Seguridad Nacional, en la Plaza Morelos de Caracas. Se produjeron cambios en la Junta de Gobierno y se retiraron algunos integrantes militares hasta el último momento leales a la dictadura. El pueblo venezolano inició así una nueva etapa de su vida republicana y democrática, acontecimiento del que se cumplirán 54 años.
EL TIEMPO, 23.01.2012
José Félix Díaz Bermúdez
Un breve resumen de la jornada cívica del 23 de enero de 1958, mediante la cual concluyó la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, nos ubica en diversos acontecimientos: Se iniciaron los contactos cívico-militares en diciembre de 1957 y luego del 1° de enero de 1958, el pueblo empezó a evidenciar su oposición y se acentuó la protesta. El 3 de enero, la Junta Patriótica emitió clandestinamente un manifiesto en el cual invitaba a la unión popular y del ejército para acabar con la dictadura. De la misma manera, los obreros y los estudiantes comenzaron sus movilizaciones. Los habitantes de los barrios se enfrentaron en diversos lugares a las patrullas policiales del gobierno.
El día 9, cinco destructores de las Fuerzas Navales se alejaron de la costa de La Guaira y de Puerto Cabello y presentan un pliego peticiones. El día 10 de enero, el gobierno procedió a designar nuevos ministros. El pueblo se congregó en la Plaza Miranda y en El Silencio (Caracas) y se escucharon consignas en contra de la dictadura. Se señaló que Pedro Estrada y Laureano Vallenilla, altos funcionarios del régimen, abandonaron el país. A escasos tres días del nombramiento del gabinete, el dictador Pérez Jiménez escogió nuevos ministros, retiró al ministro de la Defensa, general Rómulo Fernández, y lo expulsó.
Circularon en el país diversos manifiestos reclamando el rescate de las libertades por parte de intelectuales, abogados, ingenieros, médicos y otros gremios, al tiempo que circularon los de la Junta Patriótica. Las barriadas populares y las iglesias católicas fueron vigiladas y numerosos sacerdotes que se manifestaron contra la dictadura fueron detenidos.
El día 20, grupos estudiantiles se enfrentaron con la policía. Se incrementó el número de presos en la Seguridad Nacional y se siguieron aplicando procedimientos de tortura y asesinatos.
La Junta Patriótica convocó a una huelga general y el día 21 de Enero se inició la misma, amaneciendo la capital sin prensa. Se desarrollaron enfrentamientos y protestas en las calles de Caracas. El gobierno dictó el estado de sitio. Se esperaba el estallido de rebeliones militares en la Marina, la Academia Militar y de la Guardia Nacional prevista en horas de la madrugada, pero no se produjo.
A partir del mediodía del día 21, se escuchó un repique de campanas y el sonido ensordecedor de las cornetas de los carros. Los habitantes de San Agustín y de otros lugares de Caracas bajaron de los cerros y salieron a las calles coreando el himno nacional y portaban banderas nacionales. Se produjeron los enfrentamientos en distintos lugares. A las 5:00 pm el gobierno dictó un toque de queda.
El 22, Caracas amaneció con algunos transportes públicos con soldados y se produjeron en el centro las primeras manifestaciones. La policía se desmoralizó y disminuyeron sus acciones represivas. Los manifestantes desafiaron en distintos lugares el toque de queda. A las 10:00 pm se confirmó que la Marina y la Guarnición de Caracas se sumaron al derrocamiento.
El 23 de enero, a primera hora de la madrugada, el dictador Marcos Pérez Jiménez, algunos ministros y su secretario, abandonaron el país en el avión “La Vaca Sagrada” con rumbo a Santo Domingo, República Dominicana. En el ínterin, dejaron una maleta con gran cantidad de dinero. Una hora después, al conocerse la noticia, el pueblo de Caracas y de Venezuela se volcó a las calles en señal de júbilo patriótico. En los sótanos de la Seguridad Nacional se escucha el grito: “¡Cayó Pérez Jiménez…!” y empezaron a salir de la cárcel los presos.
A las 4:00 a.m., se constituyó una Junta Militar de Gobierno que presidió Larrazábal y se nombró un primer gabinete. El pueblo incendió las instalaciones de la Seguridad Nacional, en la Plaza Morelos de Caracas. Se produjeron cambios en la Junta de Gobierno y se retiraron algunos integrantes militares hasta el último momento leales a la dictadura. El pueblo venezolano inició así una nueva etapa de su vida republicana y democrática, acontecimiento del que se cumplirán 54 años.
EL TIEMPO, 23.01.2012
José Félix Díaz Bermúdez
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