Eduard Munch
YA NO ES POSIBLE CALLAR
Amig@s tod@s, camaradas, compañer@s de lucha, la
reapertura del expediente del asesinato de Motilón y especialmente la aparición
de los restos de Noel Rodríguez, han sido el pretexto para que el gobierno de
los militares anticomunistas y del lumpen político de “izquierda y derecha” que
lo acompaña, quienes hoy dirigen y controlan el país, encabezados por Hugo
Chavez, Diosdado Cabello y Nicolás
Maduro, tomen las viejas banderas de la
revolución democrática y hagan uso de la memoria de nuestros hermanos y
compañeros caídos en la lucha armada contra el Estado venezolano en el siglo
pasado.
El señor Cabello, furibundo anticomunista de toda su
vida llegó al descaro, al cinismo y la hipocresía declarando de la manera más
vulgar que “el joven y
dirigente revolucionario Noel Rodríguez, ejemplo de lucha y espíritu libertario
para las generaciones, que hemos decidido en su honor, continuar transitando el
camino de la Revolución Bolivariana para fraguar la definitiva independencia de
nuestra patria, bajo la insignia de la igualdad y la justicia social.
Si bien es cierto que la lucha que emprendimos en los
años 60 del siglo XX pudo haber estado cargada de errores, de traiciones y
delatores, como de hecho lo estuvo, jamás ninguno de nosotros nos doblegamos ante el Estado venezolano bajo
ninguna circunstancia, ni en la cámara de tortura, ni en la clandestinidad, ni
en la cárcel. Tampoco nos vendimos por un cargo en la administración pública para servir al capital y su Estado, y
en ningún momento hemos aspirando a sus dadivas y limosnas. Muy por el
contrario a lo largo de nuestras vidas le combatimos y seguimos combatiendo, y por sobre todo a nuestra edad no vamos a
mendingarle pensiones ni puestos públicos al Estado venezolano.
En pocas
palabras, no vamos a cambiar nuestros principios, nuestros sueños, nuestro
programa COMUNISTA, haciendo el triste y vulgar papel de títeres y testaferros
mercenarios de los militares venezolanos, y en esto seguimos sin transigir, ni
negociar con el enemigo.
Todo comunista, y aun todo demócrata burgués liberal,
aun cuando solo cuente con su experiencia histórica, saben muy bien que a lo
largo de la historia de nuestro país, el soporte principal de todas las
dictaduras y “democracias” son el
ejército y los militares, y que sus armas y bayonetas son los verdaderos
soportes del Estado venezolano desde 1830. Este principal instrumento de
represión es el fundamento material detrás de
los disfraces y las máscaras que adopta el Estado para garantizar la
opresión política, el sometimiento ideológico y la explotación económica en
defensa de los intereses y privilegios de la minoría propietaria en particular,
y del capital internacional en general, tal como lo hizo el gobierno de la “Gran
Colombia”, cuando llegaron al país las casas comerciales y las embajadas de
Europa y de EEUU a cobrarnos la deuda de guerra y a controlar todo el comercio
exterior y la economía venezolana.
En 500 años de existencia como Estado esta región que
se llama Venezuela ha tenido un solo amo: El capitalismo mundial, sólo ha
cambiado la nacionalidad del mismo. Desde los Reyes Católicos hasta el
capitalismo financiero globalizado de hoy, llámese anglosajón, chino, ruso,
japonés o brasileño que hoy despedaza a Venezuela, nuestra historia es la
historia de la adecuación del Estado, y los títeres que lo gobiernan, al
servicio del amo de turno.
Es hora de que quienes no nos doblegamos ante nuestro
enemigo histórico nacional y extranjero, nos reunamos y fijemos contundentemente
una posición en defensa de nuestros principios e ideales y alcemos la voz ante
estos mercaderes militares y civiles, de “izquierda
y derecha”, que pretenden convertir en propaganda política y electoral la memoria, ideas y luchas de nuestros herman@s, camaradas y compañer@s caídos
enfrentando al Estado y en especial a su ejército, Guardia Nacional y policías.
Ya no es posible callar, estos Señores Chavez, Cabello y Maduro y todas
su Corte de los Milagros que les
acompañan al frente de su gobierno de forajidos y delincuentes, son ante
todo los continuadores históricos del ejército permanente creado por Juan
Vicente Gómez en el siglo pasado, instituido precisamente para garantizar a las
compañías petroleras el control del yacimiento y campamento que se llama
Venezuela. Este ejército y la Guardia Nacional Bolivariana de hoy, nada tienen
que ver ni siquiera con el ejército de la independencia, aunque se disfracen de
herederos del mismo.
Que los militares se pongan su verdadero uniforme de
Boinas Verdes, sean consecuentes con su
ideología, hagan honor a su consigna favorita aprendida y repetida cuando
acudían a la Escuela de las Américas: “SOY
EL ESPÍRITU DE LA ESCUELA DE LAS AMÉRICAS. ESTOY ENTRE AQUELLOS HOMBRES QUE ANSÍAN DETENER EL COMUNISMO EN LAS
AMÉRICAS”.
La parodia de revolución de los Srs. Chávez, Cabello y
Maduro no tiene nada que ver con EL PROGRAMA Y REVOLUCIÓN COMUNISTAS. Esta
comienza en su etapa socialista, con el derrocamiento del Estado burgués
existente, se propone la supresión de la
propiedad privada sobre los grandes medios de producción y no el
fortalecimiento del capitalismo de Estado; la abolición de las clases y el
trabajo asalariado y no convertir a la población trabajadora en tercerizados y
mendigos del Estado; la extinción del
Estado y no la elevación al poder político a ningún “comandante en Jefe” y
partidos al servicio de una casta militar; no es propulsar y propiciar el
oscurantismo religioso en cualquiera de sus formas para mantener a la mayoría sumida
en la ignorancia, cuando lo que se requiere es el desarrollo del pensamiento
científico y crítico para comprender y cambiar las bases del actual orden
social.
No olvidaremos jamás Srs. que los asesinos de Noel
y Motilón y de todos los torturados,
desaparecidos, y asesinados en aquellos
años fue obra principal y única de los militares
integrantes, mandos del Ejército, funcionarios policiales del mismo Estado y
ejercito de cual hoy Uds. forman parte, muchos de estos asesinos fueron sus
profesores y Uds. mismos participaron en la masacre de febrero de 1989.
En conclusión, Srs. Chavez, Cabello y Maduro,
representantes del Estado venezolano, a Uds.les queda grande, pero muy grande
llamarse revolucionarios. Respeten la memoria de hombres y mujeres que murieron
por hacer una verdadera revolución en
Venezuela y no como Uds. y su Corte que la llevan en la boca para vivir de
ella, robar en su nombre y entregar los recursos del país a gobiernos y
compañías internacionales.
“El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía. El
arrepentimiento del hipócrita es de por sí una hipocresía”. -William Hazlitt
Pablo Hernández Parra, 08/02/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario