ELECCIONES
PARLAMENTARIAS
EN
VENEZUELA 2015
Genaro
Mosquera
Por muchos años, se ha denunciado de manera
documentada las irregularidades del sistema electoral venezolano. Siete
trabajos de investigación científica confirman con pruebas irrefutables que el
gobierno venezolano incurrió en fraude en el Referéndum Revocatorio
Presidencial del 2004. Estos trabajos han sido publicados en las dos revistas
científicas más prestigiosas del mundo en materia de estadística matemática: The International Statistical Review y Statistical Science.
El informe concluye que, de los 9.789.637
votos emitidos en el 2004, aproximadamente 2.550.000 fueron “irregulares”, y
afirma, que se estiman los verdaderos resultados electorales en un 56.4% de
votos SI contra un 43.6% de votos NO, lo que contradice los resultados
oficiales. A pesar de la campaña de propaganda del sector oficial y de muchos voceros de la oposición los cuales negaron
que el gobierno haya manipulado los resultados electorales en 2004.
En el año 2006 afirmamos en un estudio sobre el Sistema
Electoral publicado en: www.frentepatriotico.com decíamos: “…El sistema electoral
venezolano tiene una
serie de debilidades
que determinaron un
escenario de incertidumbre
y de falta
de confianza en
el mismo”. Algunos de los primeros elementos que
surgieron en aquel entonces pusieron en duda el crecimiento acelerado del
Registro Electoral.
Estas inconsistencias fueron entonces analizadas a
profundidad llegando el análisis de datos a nivel de municipios y se estudió el
crecimiento demográfico, la mortalidad, natalidad y otras variables demográficas
asociadas tales como: los registros del sistema de identidad nacional, el
seguro social, registros efectivos de nacimientos y fallecidos y
nacionalización de extranjeros. Ello puso en evidencias la baja calidad del
registro electoral y ciertamente su impacto fue negativo para las elecciones y
en consecuencia se clamó masivamente por una revisión de dicho Registro
Electoral, lo cual obviamente fue desatendido por el órgano electoral,
incluyendo algunos sectores de la oposición.
Independientemente de la opinión calificada sobre la inconsistencia del registro electoral, el CNE
afinó su estrategia y procedió a la creación de nuevos centros de votación. Se
precisó que, de un total de 4.673 centros de votación, fueron creados
artificialmente 2.804 nuevos centros con votantes provenientes de los centros
originales, muchos de ellos ubicados físicamente en el mismo centro de
votación. De estos nuevos centros, 1.689 tuvieron una sola mesa y 1.115 con dos
mesas. Existen otros elementos que se desprenden del análisis, y en resumen, la
realidad del sistema electoral venezolano hizo presumir absolutas
inconsistencias en la data, cuyos reclamos no fueron atendidos y más grave aún,
persisten en la actualidad.
Las
elecciones del 26 de septiembre del 2010 revelaron que las
cifras de inscritos en el Registro Electoral fue sospechosamente alta, Al sacar
esta relación para el país encontramos que el 93% de la población mayor o igual
a 18 años estaba inscrita en el RE y a nivel de Estados se observó que en todos
ellos se inscribió más del 80% de su población, algo fuera de los parámetros
estadísticos conocidos en muchos países
democráticos Por tanto, resulta obvio que se oficializó la cifra de 18,7
millones de votantes de los cuales se concluye que sobraban entre 3 y 5 millones de votantes convenientemente distribuidos en
más de 3.000 nuevos centros de votación.
Al buscar razones
válidas para hacer crecer el registro electoral, aparece una premisa, “ello se
hace para crear nuevos centros de votación, buena parte de ellos en lugares
casi inaccesibles o en centros móviles, o ubicados en organismos oficiales
incluyendo cuarteles militares. Adicionalmente, este crecimiento permitió
unilateralmente crear nuevos circuitos electorales uniendo municipios de clase
media con sectores populares de la población. Por otra parte, cuando se aprobó
la Ley Orgánica de Procesos Electorales, en julio de 2009, se observó la
supresión del sistema de representación proporcional que provocaría que el
bloque político que acumulara poco más de la mitad de los votos, controlara
casi la totalidad de la Asamblea Nacional y quedó claro que esa premisa se
cumplió y el oficialismo se quedó con la mayoría de los diputados donde la
oposición obtuvo 5.877.646 votos vs el oficialismo que obtuvo 5.451.422, es
decir, que los primeros ganaron las elecciones con el 51,88% de los votos vs el
48,12 del oficialismo y paradójicamente el número de curules favoreció al
gobierno con 98 diputados (59,39% frente a 67 diputados (40,61%).
Para las
elecciones presidenciales del año 2012 el CNE informó oficialmente que según del Censo de Población organizado por el
gobierno en el año 2011 la tasa de
crecimiento interanual se ubicó en un 1,9 % y se concluyó que Venezuela tenía en aquellos entonces 27.150.095 habitantes. Al estimar la
población con métodos demográficos se observó un crecimiento hipertrofiado del
Registro ya que en una década el
registro electoral pasó de 11,7 millones
de electores a 19,1 millones para el año 2012.
Todas
estas observaciones las contrarresta de forma continua el gobierno mediante una
campaña publicitaria mediante la cual afirman sin rubor que el sistema
electrónico de votar es en sí mismo confiable y el “mejor del mundo”,
En las elecciones presidenciales del mes de
octubre de 2012, se confirmó el clima político
polarizado y que siempre existió un plan muy claro del oficialismo de preservar
el poder a toda costa, ello a pesar que los estudios revelaron:
1 1. La votación de millones de votantes presumiblemente inexistentes, pero se
demostró que tienen nombre, dirección y número de cédula
2. La migración sigilosa e inconsulta de cientos de miles
de votantes identificados como opositores a centros de votación remotos y/o
inaccesibles
3. La coacción del votante, afirmando cuidadosamente que el gobierno pudo razonablemente
determinar la dinámica del voto, incluso su intención, a través de la
yuxtaposición intencional de las máquinas capta huellas y los mecanismos de
pre-chequeo en un sistema computarizado bajo control del gobierno.
Un análisis de los resultados electorales del año 2012,
con cifras oficiales del CNE permitió identificar aquellos centros en todo el
país donde el oficialismo “ganó” con más del 95% de los votos, y abstención que
era casi nula. Los resultados del análisis concluyeron que ello ocurrió en la
identificación de los denominados Centros Claves Estos centros agruparon un
total de 5.504 mesas de votación y representaron el 39% de un total de 14.034 CV.
Estos centros claves incluyeron nuevos centros los cuales
fueron creados y se determinaron un
total de 1.518. Estos Centros Claves (CC) representan nada menos que 3.048.182
votantes, es decir, 16,6% de la población electoral, suficiente para voltear
los resultados electorales, de un registro de
18.312.906 votantes potenciales.
Como complemento de el proceso, se realizó una investigación sobre la base
de
una muestra probabilística de 56 centros
de votación críticos y se analizaron los resultados de las elecciones tomando
como fuente el total mostrado por el CNE para cada uno de los centros
muestreados los cuales informan su ubicación y los resultados por candidato
presidencial incluyendo la diferencia entre el candidato oficial y el opositor.
Cuando se analiza estadísticamente la muestra la diferencia
media entre los votos oficiales vs los votos opositores no tiene variabilidad
significativa. Es decir, en la muestra y en una población de 5.504 se estima
que la diferencia en uno y otro revela un valor constante de las diferencias
donde el oficialismo tiene un valor constantes de 66% vs 33%. De la oposición.
Podría decirse, que si seleccionamos un Centro Clave al azar el gobierno gana
con 6 votos contra 3 de la oposición de manera constante
Se observa una diferencia entre uno y otro, del 66%. Se
confirma esta dinámica cuando al calcular la correlación lineal entre las dos
variables el resultado es del 0,82 es decir, existe correlación positiva. En
otras palabras, a una subida de un punto en la serie de datos oficiales se
corresponde una subida de la serie de la oposición manteniendo constante la
diferencia de un 33%.
Se concluye que los datos no tienen mayor dispersión, en
efecto, al calcular las varianzas y hacer una prueba de hipótesis para analizar
si no hay diferencias significativas en la variabilidad y aplicar la hipótesis
de igualdad de varianzas con un nivel de significación del 5%. El valor del
test de Fisher revela un resultado de
1.9756E-08 lo cual demuestra que no hay diferencias significativas en la variabilidad entre la distribución de
los votos del gobierno y la oposición. Este parámetro nos está informando que
los valores de la muestra tienen una extraña correspondencia, es decir, “bailan
juntos” los resultados, preservando una diferencia constante a favor del
oficialismo la cual es de un 66 % en cada muestra.
Se observa que la mayor parte de las muestras que a lo
largo del país en los centros críticos muestreados siempre gana el oficialismo
con una diferencia constante del 66% lo cual es difícil de comprender dada la
gran variabilidad que debía existir entre centros electorales tan distantes y
regados por el país.- Se deriva como conclusión que la muestra revela y permite
hacer inferencias de que los resultados representaron una diferencia entre los
dos candidatos de manera constante del 66% a favor del oficialismo vs 33% de la
oposición. Esta diferencia no se puede explicar ya que es constante
relativamente, no tiene variación significativa, es decir, los datos son
homogéneos y existe una relación directa en cada centro de votación. Todo ello
no es posible estadísticamente a menos que se asocien estos resultados a un
algoritmo que obligue a que los resultados preserven esta diferencia constante
66-33. Se hacen entonces sospechosos los resultados electorales y son sinónimo
de manipulación y obviamente de fraude.
Con este procedimiento no cabe la menor duda que estas
elecciones las perdió el grupo opositor en los Centros Claves con una
diferencia que se produjo en estos centros donde siempre se alertó de la
manipulación electrónica de los datos.- Esta cifras extrañamente se parecen
mucho a otras elecciones donde la diferencia se aproxima al millón ochocientos
mil cifra mágica para el gobierno.
Durante la elección
presidencial del año 2013 adelantada por la desaparición de quien dirigía
al país bajo la
circunstancia que no vivimos en una democracia, ni siquiera en una autocracia,
sino en un ambiente de autoritarismo-militarismo montado sobre un falso
discurso socialista han venido practicando el fraude electoral continuo, por tanto,
este instrumento fraudulento legitima al
gobierno frente a terceros, el cual no dudó de manipular los resultados para preservar el poder por el poder, en
otros términos, se llegó a un nuevo fraude electoral apoyado en el ventajismo
gubernamental protegido por personeros oficialistas del CNE y de las
instituciones públicas en general.- Entonces, el candidato opositor nunca pudo ganar bajo
las condiciones adversas que fueron ignoradas las exigencias sobre la
confiabilidad del sistema.
Efectivamente, en ese proceso electoral se identificaron signos claros de
irregularidades de todo orden, desde el impedimento de ingresar a los centros
de votación, a la práctica de auditorías incorrectas, a la intimidación abierta, a la intervención
de la fuerza armada, listas de opositores, etc. etc. La realidad fue que el
gobierno proclamó a su candidato a pesar que el candidato opositor mostraba una
tendencia de horas en los escrutinios de haber ganado, pero a medianoche los
resultados cambiaron dramáticamente y el resultado fue la proclamación de un
presidente baja la sospecha de un gran cambiazo. Ello fue la confirmación dicho
por nosotros que sería imposible ganar las elecciones de abril 2013, aun teniendo
una mayoría de los votantes a su favor. Ante este panorama, el liderazgo de la
oposición de alguna manera, tímida por cierto, asumió que el Fraude fue real
pero despreció una emergente fuerza de cambio lo cual creó decepción de los
votantes ante la imposibilidad de un cambio por la vía democrática.
Mientras tanto, tenemos un gobierno ilegitimo, reprimiendo y desarrollando
una política dependiente de intereses particulares y de países supuestamente
amigos o hasta colonialistas cuya
dependencia interesada nos hace pasar por situaciones graves de penuria,
escases y estrecheces que inevitablemente se volteará hacia sus ductores con
consecuencias impredecibles aunque intuidas por el hombre de a pie.-
Ante todo este panorama, se aproximan este año 2015 las elecciones
parlamentarias inscritas dentro de parámetros electorales que no han cambiado
en la estructura del sistema electoral,
pero con el agravante que se tiene a una población sujeta a mecanismos de
represión, sometida a bajos salarios, en un clima de hiperinflación ambientada
en los , desbarajustes de las estructura económica y candidatos de ambos bandos
listos a ser reelegidos a pesar su incompetencia en el ejercicio de sus
funciones, acompañados de pocas caras nuevas muy escasas frente a una elección marcado
por un conjunto de elementos del sistema electoral cuya estructura no ha
cambiado, incluso perfeccionado y,
nuevamente, se producirá el efecto de las elecciones parlamentarias del año
2010.
En efecto, el registro electoral continuo hipertrofiado, se han creado nuevos
centros de votación, especialmente rurales y ubicados en lugares de difícil
localización o incluso en zonas abiertamente oficialistas como son las sedes de
la misión vivienda. Se han creado nuevos circuitos electorales bajo el esquema
de la anulación del concepto democrático de eliminación del sistema de representación proporcional,
traslado masivo de votantes a otros centros de votación, control de la fuerza
armada como protectores del acto de votación, etc., todo ello, nuevamente provocará
que el bloque político oficialista sacará menos votos nacionales que la oposición,
cuestión casi obvia por la impopularidad medida del gobierno, pero la elección controlado permitirá que el
oficialismo continuará controlando la Asamblea Nacional.
Debe quedar claro que esa premisa se cumplirá
con 95% de probabilidad y que el oficialismo se quedará con la mayoría de
los diputados aun cuando la oposición representada por la MUD y la avalancha de
independientes que obraron por su cuenta serán significativamente disminuidos,
por tanto, el número de curules favorecerá al gobierno en proporción de 6 de
cada 10 diputados en una extraña maniobra donde algunos de los diputados
opositores que son bien conocidos por su grado de colaboración con el gobierno,
y además se da el caso que la mayoría de
ellos son repitientes y están listos para
replicar su papel anterior. Entonces, continuaremos con un sistema fraudulento
reconocido por la oposición lo cual permitirá legitimar una mascarada de
democracia sustentada en el autoritarismo funcionando en un entorno de debacle
socio económico que no predice nada bueno para el país y su población.
Dr. Genaro Mosquera C
Profesor Titular, UCV.
Agosto,
2015
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