VISITA PAPAL
Palabras de la
circunstancia
Ramón Santaella
Hablar de la visita del Papa Francisco
y asumir cualquier tipo de crítica desfavorable, no resulta fácil, ni
conveniente; primero, porque no creemos haya habido espacio de América y posiblemente,
del Mundo, donde los comentarios favorables a su visita y planteamientos, no se
hayan oído y celebrado; segundo, porque resultaría un tanto “grosero” o fuera
de lugar, cualquier comentario negativo y si lo hubiese, habría que considerar
la programación de los gobiernos de los
países visitados por tan importante personaje de la religión católica y la
política mundial.
No obstante, se nos ha ocurrido considerar
algunos aspectos no ventilados con claridad u objetividad en las visitas a
Cuba y EEUU, donde se ha considerado su
presencia con agradecimiento tanto de la población como de los respectivos gobiernos
de ambos países.
El PF
representa al hombre elegido por ambos países con la intención de limar
asperezas que obstaculizaban la apertura del camino de relaciones adecuadas y el trato respetuoso de
uno a otro; el hombre que incentivó el diálogo fraterno de la conciliación, aún
en proceso de construcción pero, bien encaminado.
En la isla caribeña, sin embargo,
llamaría la atención algunos incidentes de carácter político que aparentemente
quedaron al margen de los actos celebrados, no obstante, la insistencia del
sumo pontífice en un discurso tendente a llegarle al corazón y sentimiento de
los oprimidos por el régimen, durante 56 largos años de revolución, a quienes
habló de evitar por todos los medios, de rebelarse contra la “esclavitud de la tristeza”; no sabemos si
se refería al régimen castrista como esclavizador del pueblo o a otro tipo de
tristeza, lo cierto es que pretendía aunque fuese durante ese momento del
discurso, que la población que le escuchara, sonriera junto a él.
“El Papa del pueblo” como lo definiera
“CNN” en español, no pudo evitar encontrarse con los organizadores de su
visita, jerarcas, “dueños” de la isla pero, no sabemos hasta donde, le hubo
sido impedido alguna conexión con el numeroso grupo disidente del poder
dictatorial y, logramos apreciar a través del programa “Impacto”, de
Vene-Visión, la arremetida de cuerpos de seguridad del gobierno (Al instante,
recordamos el comportamiento de la otrora Seguridad Nacional perezjimenista,
durante los años 50 en Venezuela), contra pocos manifestantes de la disidencia
que protestaban, no tanto contra el
Papa, sometido a una programación de visitante, sino en contra de la impotencia
y la desesperanza a la que han sido empujados por el régimen caribeño y,
Francisco en esos pocos días, era como una pequeña tabla en medio del océano a
la que pretendían asirse los jóvenes protestantes en busca del renacimiento de
lo que han carecido por mucho tiempo: libertad, trabajo productivo, crecimiento,
respeto gubernamental, etc.
Tres jóvenes de ese grupo manifestante,
serían tomados “infraganti” y apresados por dicha policía “secreta”.
En opinión de
un transeúnte cubano, son muchos los disidentes pero, pocos se atreven a
protestar por temor a la represión del gobierno.
¿Habría otra causa por la cual el Papa
Francisco evitaría la comunicación con el grupo disidente, más allá de la
impuesta por el gobierno, según programación?
Habrá que esperar unos días y todo
pudiera salir a la luz pública.
En cuanto a la visita del PF a EEUU,
cuarta visita del poder vaticano o papal, a este país, donde noticias y
comentarios dejaron vislumbrar que aquella presencia papal ha sido superior a
las otras.
Temas que han sido preocupación de la sociedad y “no” bien
tratados por organismos internacionales, fueron asumidos con decisión religiosa
y fundamentalmente, política, por el PF, como son: la inmigración y la sociedad
latinoamericana, la globalización y la igualdad en el trato del hombre, el
calentamiento atmosférico y la industrialización, el aborto, la pena de muerte,
la familia como base fundamental de la sociedad, etc.
Esos temas discutidos
internacionalmente, sin rasgos de acuerdo entre los diferentes países allí
representados, fueron puestos en la mesa por el PF.
No vamos a decir que el PF dialogó o
discutió las diferentes propuestas que hizo de los diversos temas
referenciados, pero, aprovechando su posición de personalidad invitada y más
allá de la sencillez con la que las hubo planteado, quedaría clarísima su intencionalidad
social, política, económica y religiosa en aquellos temas y así sería percibida
por la comunidad de católicos y muchos no católicos que acudieron a su cita o
pudieron verlo y oírlo a través de la televisión.
Pero, siempre habrá peros en visitas
de esta naturaleza porque muchos se sienten desconectados con la realidad
tratada y la suya, marginada, más allá de la importancia y complejidad de los
temas revividos en el discurso papal, de tanta importancia para la sociedad en
general.
Digamos que la propuesta de los temas
en cuestión, más que su discusión o tratamiento, se hizo sencillo porque hubo
una sola voz y se partía de principios lógicos, especie de “mandamientos” como
espiritualidad y ética: “Con la vara que midas, serás medido”, “No hagas a
otro, lo que no quisieras te hicieran a ti” y “ama a tu prójimo como a ti
mismo”.
En relación a la inmigración latina a
EEUU, apeló al sentido común de los oyentes, mediante lógica sencillísima como
si estuviese construyendo la forma hermenéutica de llegar a todos: “Los
inmigrantes latinos, andan buscando para sus hijos o familia, lo mismo que muchos
de ustedes han estado buscando siempre, para los suyos”. Luego, una bella
afirmación: “Alguna vez, hemos sido o nos hemos sentido extranjeros”.
Acá
empleó uno de aquellos mandamientos: “Con la vara que midas, serás medido”. Sin
embargo, en nosotros surgiría una duda grande y llegamos a considerar que el PF
había caído en contradicción, cuando, al estar en contra de la pena de muerte,
apelaría a los derechos humanos y al respeto de la vida; entonces, nos preguntábamos:
¿Será que los asesinos (a ex profeso, en serie o sin serie), quedan exentos de
considerar los derechos humanos de sus víctimas; no tienen por qué respetar a
sus presas, ni tienen por qué poseer vara para medir a las víctimas y en
consecuencia, deben ser perdonados?
Si a ello,
colocamos otro de los “mandamientos”: “No hagas a otro lo que no te gustaría te
hicieran a ti” ¿Cómo quedan los culpables de crímenes abominables o el sistema
que los crea?
Otro
planteamiento al margen del discurso papal, de suma importancia para la
sociedad y los individuos involucrados en ello,
quedó manifiesto en la entrevista
que hiciera CNN a una escritora y Psicóloga, supuestamente norteamericana o
mexicana, mientras el Papa permanecía en tierra de Filadelfia: La pregunta base
fue: ¿Qué está ocurriendo con los sacerdotes pederastas u homosexuales en EEUU?
La respuesta
fue sesgada hacia el tratamiento psicológico y el contenido del libro, autoría
de la entrevistada, pero, nunca se llegó a dar respuesta a la pregunta en
cuestión.
Suponemos que
este tipo de planteamiento no aparecía en la carta-menú del discurso papal, ni
de los organizadores del evento. Lo cierto es que, frente al televisor,
reflexionábamos un poco al respecto y nos preguntábamos: ¿Por qué la Iglesia
como organismo importante en las discusiones políticas, económicas, ambientales
y sociales que atañen al mundo, no es capaz de resolver sus problemas internos,
tal como sugiere, a los hombres y diferentes países que conforman la superficie
del planeta?
Es bonito,
cuando leemos en La Biblia, las “Epístolas de San Pablo”, el último de los
apóstoles, en el Nuevo Testamento, y encontramos que no solo la Iglesia
original aplicaba la caridad para construir Fe y esperanza en los pueblos
(Aunque no dio buen resultado y fueron muchos los arruinados); pero, algo más,
los obispos de aquellos inicios eclesiásticos, tenían derecho al matrimonio,
por consiguiente, el homosexualismo ha debido ser pequeño o inexistente.
No solo, se
permitía el matrimonio, sino que el mismo San Pablo, en sus cartas a Timoteo,
su gran discípulo, encargado de la iglesia en Éfeso (Grecia), y a Timo, encargado de la Iglesia en la isla
Chipre (Oriente del Mediterráneo), les recordaba que debían tener una sola
mujer. He ahí, el medicamento poderoso para acabar con los pederastas en la Iglesia
Católica. No olvidemos que antes de santos, son hombres.
RSY.
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