Desde ya hace varios días se encuentran en huelga de hambre frente a la sede de la OEA, en diferentes representaciones diplomáticas y puntos de la geografía nacional, un grupo de jóvenes valientes estudiantes y ciudadanos quienes están dando un gran ejemplo de liderazgo y de compromiso con las causas casi olvidadas en el país.
Los presos y perseguidos políticos son quienes constituyen la prueba más veraz de que en Venezuela se vive una dictadura moderna, donde no se respeta el estado de derecho, ni la opción de pensar diferente.
En un país embriagado por la opción electoral del año 2012, se encuentran hasta el momento ochenta (80) nuevos héroes reclamando le sean respetados sus derecho a los presos políticos y muy específicamente a la Juez Maria Lourdes Afiuni y a los diputados electos Biaggio Pilliery y Jose "Mazuco" Sanchez, quienes a pesar de ser electos por el pueblo para ocupar un curul en la Asamblea Nacional, todavía permanecen ilegalmente detenidos.
La posición de estos muchachos cobra aun más valor, cuando se observa la falta de compromiso de quienes deberían estar apoyando y luchando por los derechos de quienes son víctimas del régimen. Es inaudito ver a todo el mundo pensando en el 2012 y no ocuparse de apoyar a estos jóvenes que pudieran correr con la misma suerte de Franklin Brito, quien murió en Agosto pasado reclamando sus derechos que fueron vulnerados por un estado terrorista que no respeta a sus ciudadanos.
La solidaridad para las causas justas, pareciera haber desparecido de los valores de los venezolanos y estos muchachos con su heroico accionar, nos están dando un gran ejemplo de lo que ella representa, sobre todo cuando se antepone los intereses del colectivo, por encima de los intereses personales.
Sería interesante ver a todos los que aspiran al 2012 dando una muestra de desprendimiento y apoyando esta causa, que además de justa, es noble y constituiría una acción sincera de lucha y compromiso por todo el país.
En la nueva Venezuela recordaremos con orgullo el hermoso ejemplo que estos jóvenes le están dando a una sociedad que se ha distanciado severamente del compromiso y de la ayuda al prójimo por temor y comodidad a sus propios intereses, que sin duda alguna no son los intereses de la patria.
Jose Antonio Colina
En Dios Confiamos
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