Como ya muchos de Uds. saben, he decidido atender el llamado que me hiciera un grupo de honorables e insignes venezolanos guariqueños para postularme a la precandidatura de la gobernación del estado Guárico. Es para mí un verdadero honor asumir el reto que se nos presenta y lo hago con la convicción del hombre que nunca ha evadido ni su deber si sus responsabilidades. Lo único que impera en mí, es un ánimo de lucha contra la tiranía en cualquiera de sus formas y una voluntad de servicio público para con mis conciudadanos, para así encontrar el camino del progreso.
Hoy, cuando las circunstancias me colocan nuevamente ante la posibilidad de servir al País y más específicamente a mi estado, el estado Guárico, no puedo negarme a la posibilidad y lo hago con coraje, con fuerza, con determinación y con compromiso, pero al mismo tiempo con la humildad de quien sabe que la lucha y la tarea es de todos. Así, les extiendo mi mano no sólo en señal de hermandad y unidad, sino con la idea de que trabajemos conjuntamente. Como candidato, me comprometo ante el País y ante el Guárico a trabajar incansablemente con probidad y arrojo para lograr el triunfo, que no será mío, que será de todos, de los que voten y de los que no voten por mí, porque lo único que me anima a asumir este reto es la perspectiva de un colectivo próspero, de un futuro alentador lleno de posibilidades y logros.
La tarea sin embargo, no es fácil. Estamos atravesando un momento histórico sumamente difícil. Quizá el más difícil de nuestra historia republicana. Sin embargo, ya hay luz en el camino. La conformación multicolor de la nueva Asamblea Nacional, los gobernadores y alcaldes del pluralismo ideológico, la unidad en la oposición son, sin duda, un faro que nos ilumina y junto a la voluntad de todos, los símbolos de la libertad. El Pueblo habló y lo hizo buscando el entendimiento, la inclusión, el diálogo, el respeto, la esperanza. Yo quiero lo mismo para mi estado.
Muchos, cuando hablan del Guárico se refieren a un estado pobre e incluso les invade esa sensación de nostalgia que de manera tan palpable se encuentra en la insigne obra de Miguel Otero Silva “Casas Muertas”. Pero quiero decirles, que el estado Guárico ni es un estado pobre ni es un pobre estado. Guárico es grandioso. No sólo por su extensión territorial sino por las bondades propias de su tierra y su gente. Pero lamentablemente es un estado abandonado, víctima de la desidia y del pillaje. Nuestro propósito es cambiar esa realidad, rescatarlo y colocarlo en el sitial que merece. Por un lado manteniendo su idiosincrasia y por la otra tendiéndole la mano hacia la modernidad, para que así la calidad de vida del guariqueño se eleve y sienta aun más orgullo de su gentilicio.
Vamos a rescatar al Guárico. Vamos a rescatar a su gente. Que las coplas vuelvan a oírse en todos sus rincones. En el campo, donde se arrea el ganado, donde se ordeña la vaca. En las ciudades, donde los negocios, los comercios y las industrias. Hagamos que el empresario, el dueño de fincas y hatos quiera continuar invirtiendo y trabajando la tierra y el ganado. Logremos que el campesino no abandone el llano y vea crecer a sus hijos con todas las oportunidades necesarias para que con trabajo digno y estudio también un día sea propietario y dueño. Desarrollemos el turismo, hagamos crecer la ganadería y la cosecha. Que nuestros estudiantes se sientan orgullosos de nuestras instituciones educativas, somos la cuna del gran Juan Germán Roscio!
Eso sí, en el Guárico no habrá lugar para la corrupción, no habrá lugar para la desidia y la mediocridad, no habrá lugar para la delincuencia y la impunidad. Pero sí habrá lugar para la eficiencia y el trabajo honesto, sí habrá lugar para el desarrollo de proyectos, sí habrá lugar para vivir libremente respetando al vecino, pero por sobre todas las cosas sí habrá lugar para todos. Para todos los hombres y mujeres que, sin distinción de raza, credo, condición económica o social o posición política, quieran de buena voluntad incorporarse al proyecto de hacer grande al Estado y por ende a la Patria.
Se necesita el esfuerzo de todos, ayúdenme a conseguir nuestras metas. Para ello analizaremos nuestras realidades y ofreceremos nuestras propuestas. Si trabajamos juntos podemos lograrlo. Sólo quisiera que pensaran en mí, como el hombre de la conciliación, que logró aglutinar y concertar, como una orquesta en perfecta armonía, el esfuerzo de todos para colocar al estado Guárico en el lugar que le corresponde. Allá arriba, bien alto! Acompáñenme. Vamos a trabajar!
Jesús Urdaneta Hernández
C.I. 4.391.814
Twitter @jesusurdanetah
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