LA VIIa CUMBRE DE LAS
AMERICAS II/III
Rafael Iribarren
.- No hay “Carta
Democrática” para Maduro; la “Guerra Fria” terminó.
Para las oposiciones
venezolanas y sus pares de “la Comunidad Internacional”; para sus opinadores y
politólogos habituales; nacionales e internacionales; la Cumbre de Panamá, fue
un fracaso; fue decepcionante. Según, América Latina y El Caribe cabronearon a
Maduro. Los presidentes del hemisferio, ahora, incluido Obama; siguen dándole
la espalda a los venezolanos; desentendiéndose de la realidad que vivimos en el
país; de la violación de los DDHH y la democracia; etcétera. Sin que, aunque no
es el tema, se logre entender, qué es lo que en concreto pretendían o esperaban
que hiciera la reunión hemisférica al gobierno chavista. Quizás, con alguna
hipotética votación mayoritaria impuesta como entonces, sería; ¿aplicarle la “Carta
Democrática”?; y repitiendo la historia, cincuenta y dos años después, ¿sacarla
de la OEA como a Cuba en 1962?.
La realidad es que
Venezuela, con todo y la crisis profunda que vivimos; no era, ni tenía que ser
el tema. El tema no era Maduro ni siquiera los DDHH; ni la soberanía ciudadana
sobre el Estado, que ni chavistas ni oposiciones mencionan. Ni los presos políticos ni la
inexistencia de independencia entre los poderes públicos eran el tema.
Ni tampoco; ni
siquiera los EEUU, en el supuesto de que se lo propusiera; de que estuviera
otro Nixon u otro Bush en la Casa Blanca; hoy estaría en condiciones de imponer
sanciones como sucedió en la conferencia de la OEA de Punta del Este en 1962.
La “Guerra Fría” que por ese entonces comenzó; terminó hace un cuarto de siglo.
Y no solamente “por allá”, en el Mundo; sino aquí también.
.- Una derrota para
Maduro
Simétricamente;
aunque lo tapan con una retórica de simulado triunfalismo; para los
chavismos, particularmente para el
madurismo, también fue un fracaso; peor aún, una derrota. Maduro salió de
Maiquetía. declarando que iba a Panamá a que Obama derogara su Resolución; o a
una confrontación con la mayoría del continente; con cuyo apoyo contaba. Ellos
sí apostaban a un resultado más concreto; apostaban a ser, solo además de Cuba,
el tema central de la Cumbre; hasta imponer una resolución “antimperialista” de
apoyo a Venezuela contra los EEUU; lo
que no fue en nada ni para nada.
La manipulación del
equívoco señalamiento técnico-jurídico de Venezuela como una amenaza; se redujo
a referencias de paso o casi, en muchos discursos; no en todos; sin concreción
de propuestas; salvo la idea general de lo deseable de la derogatoria de la
resolución de Obama. Ciertamente una solidaridad general, pero, en contra de la
medida concreta. De ninguna forma el apoyo que se pretende.
.- Una nueva agenda.
En la dinámica continental
que puede desarrollarse a partir de esta nueva coyuntura; se plantean otras
cuestiones de fondo, más allá de los temas de las soberanías nacionales y los
derechos humanos; que han dominado determinantemente la agenda hemisférica en
la última década Una nueva agenda se planteará. Ahora la atención concreta del conjunto de los países latinoamericanos y
caribeños, estuvo y está, en la perspectiva; en el futuro; definido y alcanzado
soberanamente. En una relación diferente, de iguales, con los EEUU; que
parecería posible. Ya no en la historia; ni siquiera en la reciente; ni en sus
persistencias actuales. De tal forma que, a pesar de su vigencia y dificultad
de procesamiento, las violaciones a los
DDHH, no era el tema. Y no lo fue ningún país en concreto; ni siquiera Cuba,
que por razones obvias, fue el tema concreto más importante y referido; pero no
el central.
.- Dos show que se
quedaron embalados.
Dos shows,
contrapuestos, estaban montados para imponer en la Cumbre el tema Venezuela. Ninguno
se desembaló. El de las firmas. Diez millones; o doce o catorce o quince; según
cual protagonismo chavista declarara; se
quedaron embaladas en Maiquetía o La carlota; ni siquiera salieron del país.
Aunque Maduro y el madurismo durante semanas, a diario y por todos los medios lo estuvo anunciando; lo anunció al llegar a
Panamá; y hasta en su discurso en la Cumbre dijo que las llevaba para
entregárselas a Obama. Para que derogara la Resolución.
El otro show, de la
declaración de veintitrés expresidentes promovida por Felipe Gonzales; en
función de nunca se supo qué en concreto se esperaba lograr con ella en Panamá; tampoco ni siquiera se mencionó en
la reunión. Ni siquiera tuvo cobertura importante en los medios, Un show malo;
no el que varios expresidentes, algunos respetables, firmaran y se pronunciaran
sobre los problemas nacionales; sino el pretender que podían ser considerada en
la reunión. Además de llevadas y promovidas por Aznar que como Uribe, Fox,
Martinelli, y otros firmantes, en relación a la defensa de los DDHH, ni en
Venezuela ni en ninguna parte, le dicen nada bueno, al contrario, a América
Latina.
.-Sin polarización Ni
contra Maduro ni contra EEUU. El ALBA no actuó.
En esta VIIa
Cumbre a pesar del consenso general latinoamericano y caribeño contra la
Resolución de Obama; y a contrapelo de lo que esperaban los chavismos
nacionales e internacionales; EEUU no fue puesto contra la pared; ni, condenado
ni denunciado por amenazar a Venezuela; de querer apropiarse de su Faja del
Orinoco; etcétera. Y aunque se repitió el rechazo genérico al ingerencismo en
los asuntos internos de los países; también se hizo frecuente mención, y en
algunos casos, bien explícita, a la cuestión de los DDHH en Venezuela bajo el
régimen de Maduro.
Tampoco, como
pretendían las oposiciones hubo por parte de ningún país acusación ni condena al
gobierno venezolano. Ni siquiera emplazamiento o referencias concretas, a
nuestros problemas y crisis internas.
Por lo visto, las
expectativas de parte y parte, de que algún grupo de países del Hemisferio
asumiera una actitud beligerante ante uno u otro, según; no tenían ningún
soporte en la realidad actual latinoamericana y caribeña. Por lo visto, la
polarización internacional, que nunca llegó a concretarse; pero que siempre fue
promovida y aparecía implícita en las retóricas opuestas de la última década;
ya no se maneja ni siquiera
sobre-entendida. Y, no es que haya
homogeneidad, ideológica, política, sociopolítica, cultural, etcétera,
en los 35 países del Hemisferio. Es que, por visto, por encima de las diferencias, tensiones y conflictos;
internacionales y nacionales; de alineamientos y polarizaciones; se diría que
como fue en los orígenes de la Unión Europea; se visualiza una dimensión en la
que todos pueden estar.
En ese sentido y en contra de lo que se esperaba y hasta se
había anunciado; fue notorio que el ALBA no actuara ni asumiera posiciones como
bloque. Aunque con matices, estilos e intensidades diferentes, Morales, Correa,
Ortega, y Maduro mantuvieron la confrontación con EEUU; pero fue evidente que
no estaban coordinados ni manejaron alguna forma de estrategia común
.- Obama se reunió con
Maduro; pero la Resolución se mantiene.
Antes de ir a Panamá,
además de que sus voceros oficiales lo habían reiterado; Obama mismo declaró
expresamente que no consideraba a Venezuela una amenaza; y que los EEUU no amenazan
a Venezuela. Reiteró que las sanciones establecidas en su Resolución, eran
específicamente a personas, por violación de los DDHH y otras causas; que no
eran ni al país ni al gobierno En su discurso no mencionó el asunto; contradictoriamente
con la política exterior de su país en el tema; reivindicó su derecho a
ocuparse de los derechos humanos en donde fuera. Obviamente refiriéndose sin
nombrarla a Venezuela. Desde antes de la Cumbre su vocera Roberta Jacobson
declaró que la Resolución se mantiene. Coherentemente, no fue derogada, ni por
lo visto, lo será.
Pero, sin anuncio
previo ni presencia de prensa, Obama se reunió con Maduro; de lo que éste
informó; y que la Casa Blanca confirmó.
Caracas abril 2015,-
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