jueves, 16 de febrero de 2012

OTRO ASESINATO DE ESTOS TIEMPOS

Edvard Munch


En estos tiempos de asesinos en los que vivimos, la muerte es algo que a veces se capta, para que no haya dudas sobre lo ocurrido, para que no se negocie la realidad ni se manipule. Alguien con un ojo tecnológico de pronto graba, recogiendo testimonios de un hacer que se ha vuelto terrible. Y de pronto, en medio de protestas y altercados, queda fijada en el lente una imagen que no se esperaba, que da cuenta de la barbarie a que hemos llegado, sin razón ni medida, donde unos pueden abalanzarse sobre otros, como si estuviésemos en un campo de batalla.

Tal vez ese es el propósito: llevarnos a una batalla que otros libran por sus propios intereses pero que es el colectivo el que pone los asesinos y los asesinados, en nombre de una mitología  vacía de todo contenido. Las ideas dan paso al puro atropello, a los desmanes, a una iracundia que hiere tanto a quien alcanza como a quien la ejerce. Pobre expaís llevado a esta desazón y penuria.

Si la imagen de Julio César Sarmiento Macías, atropellado sin recato, sirve para crear conciencia, para que sea espejo de aquello en los que nos están convirtiendo, tendrá sentido colocar la fotografía de un asesinato en estas páginas, que juegan a futuro, que apuestan a porvenir, que laboran para un tiempo sin bochorno. ms



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