EL CAPITAL NEGOCIA HASTA LA DISIDENCIA
El presente material, un artículo escrito por el profesor Michel Chossudovsky, de la Universidad de Ottawa y Director del Centro de Investigación de la Globalización en Montreal, y preparado por el Profesor Héctor Sánchez para su
difusión, nos presenta la realidad que está en el trasfondo de muchos de los
movimientos disidentes y antiglobalización mundiales. No es noticia que
sorprenda, por cuanto el capital que mueve, controla y aprisiona el mundo, no
podría dejar escapar el dominio de las mismas formas que lo enfrentan. Y
evidentemente hay con qué financiarlo. Lo importante a resaltar, sin embargo, es que no se trata sólo de registrar estos
movimientos sino del papel que dentro de ellos juegan las llamadas fuerzas
insurgentes, disidentes o anticapitalismo.
LAS FUERZAS INSURGENTES
PARTICIPAN
DEL JUEGO
¿Existen en realidad? ¿Dónde está la propuesta o la puesta e practica de
un orden distinto? ¿Acaso históricamente no se ha comprobado que las tales
revoluciones y movimientos similares, que han provocado tanta masacre como el
capitalismo más salvaje, no pudieron ni han podido construir un orden que
rescate a las grandes mayorías de la situación de vulnerabilidad, indefensión y
miseria a la que han estado sometidas materialmente desde la aparición de la
acción explotadora?
¿Acaso esas revoluciones no formaron sus propias cúpulas y su propio
orden explotador, tan consustanciado con el que decían o dicen enfrentar,
que terminaron absorbidas por la
globalexplotación?
LAS REVOLUCIONES NO HAN OFRECIDO UN
DESTINO
DISTINTO AL COLECTIVO
El juego diabólico al que se refiere el autor del trabajo no se limita a
las fuerzas más oscuras del capital globalexplotador. Tiene que ver y hay que
señalarlo, con las grandes corrientes revolucionarias locales, nacionales y
continentales que se disputan los favores del capital y la riqueza con esos
grupos poderosos. Y no distinguir esto nos lleva a otra forma de trampa-engaño,
que coNduce a esas mayorías a los mismos terribles destinos que se le han
asignado desde hace milenios.
LO QUE VEMOS ES LA PUGNA POR
LOS ESPACIOS DEL PODER MUNDIAL
En la visión del mundo actual lo que podemos referir no es una pugna
entre intereses explotadores e ideales liberadores. A esa creencia es llevada
una gran mayoría. Lo que subsiste es una pugna entre poderes muy semejantes por
el control mundial. El colectivo queda fuera en ambos casos, se lleve a creer
que vota limpiamente en procesos electorales, o porque sea llevado a obedecer
ciegamente a cambio de una mínima garantía de sobrevivencia.
Concluye su trabajo el investigador con estas palabras: Cualquier organización, movimiento o iniciativa que se
levante contra un sistema salvaje como el actual, si no se autofinancia y parte
de un cambio radical de este sistema, caerá en puro reformismo y lo engullirá
el propio sistema, como así lo ha demostrado la historia.
SÓLO UN COLECTIVO ORGANIZADO Y CONSCIENTE
PUEDE ENFRENTAR LOS DOS MONSTRUOS
Ciertamente. Lo hemos repetido muchas
veces y desde hace muchísimo tiempo. Sólo un colectivo consciente y organizado,
por la vía pacífica, puede enfrentar los dos monstruos que hoy dominan el
mundo, que tienen los mismos intereses y que están dispuestos, como lo han
hecho en el pasado y seguirán haciendo en el futuro, a sacrificar a cualquier parte
de la humanidad, en aras de negociar acuerdos y repartirse el planeta para que
puedan seguir su labor de destrucción y de muerte de la que está lleno este
mundo.
LAS REVOLUCIONES HAN
SERVIDO Y SIRVEN A
PROPÓSITOS TAN PERVERSOS COMO LOS
DEL
CAPITAL
No hay que dejar de advertir que la excusa
del ‘cambio radical de este sistema’, ha servido para propósitos también muy
perversos. Muchos entienden por cambio radical, como ocurre hoy en este expaís,
la destrucción pacífica pero armada, es decir violenta, de todo lo existente
para plantar la semilla de lo que vendrá.
Una semilla que muere mucho antes de
germinar, porque los instrumentos utilizados, el poder que se acumula, los
beneficios y privilegios que se vuelven a concentrar en diferentes agentes de
un mismo hacer, lejos de concientizar al colectivo para que haga su propia
historia, lo utiliza, domestica y negocia, al mejor estilo del capitalismo
feroz.
LA DESTRUCCIÓN COMO MEDIO DE CONTROL
La destrucción les sirve, sin embargo,
para clausurar toda apertura al pensamiento y al hacer crítico y creador, para
instalar aparatos igualmente represivos, para imponer un pensamient único y
para mantener a la pobreza en su mismo estadio de vulnerabilidad que los hace
abiertos a toda dádiva, populismo y engaño.
UAN PROPUESTA HORIZONTAL
PARA UNA
HISTORIA DISTINTA
Lo que proponemos nosotros, desde la Cátedra
Pío Tamayo, el Centro de Estudios de Historia Actual, la RIC y Los
Disidentes, es una organización horizontal del colectivo, que deje atrás la
historia mesiánica-caudillista-positivista, y que pueda avanzar pacíficamente,
armada con pensamiento, arte y ciencia nuevos, como clamaba Pío Tamayo, hacia
la estructuración de una sociedad y una historia distintas.
mery sananes
Financiando la disidencia.
Quien paga manda
El Foro Social Mundial y el Foro Económico Mundial,
las ONG y movimientos de oposición a la globalización están controlados por las
mismas fuerzas ante las cuales protestan. Michel Chossudovsky*
La fabricación de consentimiento implica la
manipulación y la formación de la opinión pública. Se establece la conformidad
y aceptación de la autoridad y la jerarquía social. Se busca el cumplimiento de
un orden social establecido.
Bajo la ilusión de capitalismo contemporáneo, la
ilusión de democracia debe prevalecer. Es en el interés de las élites
corporativas de aceptar la disidencia y la protesta como una característica del
sistema en la medida en que no pongan en peligro el orden social establecido. El
propósito no es reprimir la disidencia, sino, por el contrario, dar forma y
moldear el movimiento de protesta, para establecer los límites de la
disidencia. Para mantener su legitimidad, las élites económicas favorecen
formas de oposición limitadas y controladas, con el fin de prevenir el
desarrollo de formas radicales de protesta, lo que podría sacudir los cimientos
mismos y las instituciones del capitalismo global.
En otras palabras, “la fabricación de disidencia” actúa como una “válvula de seguridad”, que protege y sostiene el Nuevo Orden Mundial. Para ser eficaz, sin
embargo, este proceso debe ser cuidadosamente regulado y supervisado por los
que son objeto del movimiento de protesta.
¿Cómo se ha logrado crear y mantener el proceso de
fabricación de la disidencia? Esencialmente financiándola, es decir, mediante
la canalización de recursos financieros de los que son objeto del movimiento de
protesta a los que están involucrados en la organización del movimiento de
protesta. La cooptación no se limita a la compra de favores de los políticos.
Las élites económicas –que controlan grandes fundaciones– también supervisan la
financiación de numerosas organizaciones no gubernamentales y de la sociedad
civil, que históricamente han estado involucradas en el movimiento de protesta
contra el orden económico y social establecido. Los programas de muchas ONGs y
movimientos populares dependen en gran medida tanto de fondos públicos como
privados, incluyendo las fundaciones Ford, Rockefeller, McCarthy, entre otras.
El movimiento anti-globalización se opone a Wall Street y a los gigantes del
petróleo controlados por Rockefeller y otros.