miércoles, 26 de diciembre de 2012

EDUARDO LÓPEZ SANDOVAL - CHÁVEZ ESTÁ PERO NO


CHÁVEZ ESTÁ, PERO NO

Eduardo López Sandoval

En este escrito se intenta analizar la tormenta de noticias que colisionan en este mar calado de informaciones, abonados por la cada vez más generalizada red.

Se presentan disímiles fuentes, cada una con sus particulares conclusiones, acerca de la enfermedad, ¿cáncer?, la muerte, la calidad de la atención médica en Cuba, -vs Brasil y la propia Venezuela, por ejemplo-, toma de posesión, ¿se comunica?.

Si lo que estamos presenciando es un teatro, el llevarlo al cine promete el logro mayor de oscares de la historia. Si es actuación, es excelente, tiene la atención de todos, ver la prensa nacional, sólo de este cáncer  se ocupa. Agrupemos posiciones, 1, el Gobierno, 2, la Oposición, 3, los presidentes americanos, y 4, el dúo Marquina-Bocaranda.

Gobierno.- Dice que tiene cáncer, que  está bien, que la operación fue exitosa. Que hablaron con él. Rezan por el enfermo aunque se declaran comunistas. (Marx dijo que la religión es el opio del pueblo). Informaron que el Presidente estaba completamente curado del cáncer de marras, para tomar la responsabilidad de ser candidato y presidente de este petrolero expaís.

Oposición.-  No saben nada. Sólo manejan la información que les brinda el gobierno, la misma fuente que recién los engañó en el párrafo anterior. Por, y sobre esa dudosa información, oran por el enfermo.

Presidentes americanos.- Correa, delicada operación. Obama, represión y derechos civiles. Fidel, “habrá que seguir luchando aunque no esté”. Evo, fue para Cuba y no pudo verlo, ha estado tan cerca del presunto enfermo como Usted, mi caro lector, a través de la pantalla de su PC. Santos, espera mantener buenas relaciones con su sucesor.

Marquina-Bocaranda.- Operación quirúrgica fue un fracaso, se muere. Dan información que surge de ojos que tienen en la cama donde está el enfermo. Como si la seguridad cubana no existiera. La frecuente y consecuente noticia de primera mano, nos indica que la inteligencia invicta de la dictadura cubana no sólo ha tenido tiempo para detener el chorro de información. Además –seguro-, quien hubiera tenido la temeridad de un agente 007, de infiltrarse en los colmillos del lobo, seguro ya hubiese sido “paralizado”, por decir lo menos. (Pudimos hacer metáfora con los dientes del régimen cubano y los músculos maceteros de la cárcel de la Cañada).

Sólo hay una cosa cierta, la incertidumbre. Hoy ninguno de los grupos puede responder al mundo las preguntas más elementales, uno, el lugar preciso donde se encuentra el presunto enfermo, Y dos, ¿realmente tiene cáncer, en qué lugar del cuerpo?





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