sábado, 15 de mayo de 2021

LOCURA MELANCOLÍA Y MUERTE


LOCURA MELANCOLÍA Y MUERTE

Agustín Blanco Muñoz

 

La pregunta tiene larga data: ¿Es este un universo de vida o de muerte y destrucción? ¿Sobrevive la locura esto que se llama genéricamente la vida?

Don Quijote al explicar su proceso nos aproxima a una respuesta: viví todo el tiempo de mi locura y al volverme cuerdo caigo en cuenta que no es verdad que hubo y hay Caballeros Andantes empeñados en alcanzar la justicia universal y el vivir de todos.  

Busqué acompañantes para otros destinos y sólo me topé con poderes que en mi antiguo estado pensaba que debían derribarse como el de la Santa Iglesia y los molinos de viento. Sin embargo, ambos mantienen en aumento su dominio económico-espiritual y tecnológico- social.

Lo destacado es que al paso de nuestra pequeña caravana los perros de los dueños en todos los dominios ladraban en señal del peligro que según ellos representábamos. Hoy, cuerdamente, sé que padecimos una locura útil para soportar el amargo tiempo que nos ha tocado padecer.

Y ahora siento que no estoy enfrentado sino cercano a las fuerzas representadas por curas, bachilleres y molinos que antes vimos como atraso y destrucción. En fin, ya estamos lejos de la aventura, acogidos más bien a lo establecido y en mi lecho de muerte para separarme de la vida que no llegó a ser.

 

Recuerdo sobre todo la confrontación que me hizo Sancho, no convencido de mi error en locura que hice suya. Por eso al verme en mi lecho de enfermo en lo espiritual, me dijo cosas firmes y duras: No se muera señor mío, siga mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos lo acaben que las de la melancolía.

Don Quijote siente que sólo vivió en el engaño, que no tuvo vida. Y por ello su melancolía, amargura, tristeza es incurable enfermedad. ¿Existe hoy este mal? En la era electrónico-computarizada las vidas tienen poco que ver con libertad-conciencia. Los propios líderes de potencias y colonias forman parte de este cuadro. Su decir y hacer no les pertenece.

 

 

Por ello los imperios mantienen sus pequeñas guerras ‘locales’ para la medición de fuerzas y estrategias. Cada acción se mide por los resultados de estos componentes. De allí que se acuda en muchos casos a las invasiones a partir de la presión económica, política, social, mediática y la compra de complicidades.

El llamado líder actual de la multifacéticas oposiciones (y muchos otros) de este ex país insiste,  por ejemplo, en que la solución de nuestros males está en manos de las grandes potencias. El otro lado no lo dice. Cuenta con el apoyo que “le corresponde” por una parte de los dueños de este mundo cada vez más ausente de vida y cargado de ambiciones.

 

 

En este sentido procede preguntar: ¿Y qué será de la existencia de esa historia independiente de 200 años que hoy mueve la politiquería en base a una mentira histórico-historiográfica? ¿Cuáles 200 años de cuál independencia? ¿La que nos mantiene invadidos, sometidos, masacrados como inferiores y descubiertos? ¿Cuál es el futuro de Latinoamérica en este tiempo de pandemia que mira hacia la liquidación de millones de ‘seres humanos’?

Sancho, ¡La angustia, miedo, desesperación que producen hoy las guerras en marcha y las ‘ocultas’ junto a las armas Covid-19 aceleran la locura, melancolía y muertes de este mundo sin vida!

 @ABlancoMunoz

Pinturas de Salvador Dalí

15 mayo 2021

 

 


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domingo, 2 de mayo de 2021

MÁSCARAS Y TRUEQUES POLÍTICOS

James Ensor


MÁSCARAS Y TRUEQUES POLÍTICOS

Agustín Blanco Muñoz

 

Juan de Mairena lo explica claramente a Antonio Machado: la política es, ante todo, un carnaval de caretas y trueques. Y por eso al político hay que exigirle el cumplimiento de la máxima virtud pública: ‘ser fiel a su propia máscara’. Obra vuestra que no debe ser impuesta ni rígida. Porque en algún momento el político ‘tendrá que dar la cara’, aunque sea para admitir que todo lío en ese terreno se resuelve a nivel de trueque.

Y este trueque consiste en el cambio de un servicio público, o cualquier otro, por un bien material, efectivo o electrónico. Es la práctica de la consabida corrupción, viviente y activa a nivel mosca. Esto significa que se entiende la necesidad de dar la cara, pero ante el posible “quedar al descubierto”, se repone la necesaria y confundidora máscara.

¿Pero es que las caretas tienen fecha de caducidad? No. Nacieron con la política propiedad-riqueza. Han recorrido los imperios de faraones, emperadores, reinados desde Cristo a los zares y a los príncipados socialistas, revolucionarios  y ‘republicanos-    democráticos y dictatoriales’.

En este subcontinente, la careta la extiende el criminal invasor que intenta esconderse en la máscara de supuesto descubridor y civilizador. Sin embargo, 500 años después queda al desnudo, cuando el movimiento de los No Descubiertos le arranca la careta.

Pero son centenares las máscaras a reventar: la nombrada como guerra humanitaria por la paz, la que alude a DDHH, solidaridad y amistad, la que refiere una tal democracia liberal-burguesa, otra socialista popular y la marxista-leninista-estalinista destructora-criminal.

Y para encontrarnos con la verdadera historia, se impone derribar, además de la descubridora, la máscara patriotera portadora del engaño de la independencia, soberanía, autonomía, libertad e igualdad para todos, la máscara republicana (¿cuál cosa pública?), la democrática del hambre y la miseria en general, el crimen y toda inseguridad.

En el caso de este ex país, la diferencia es el monto del robo. ¿Quién es el más o menos ladrón? Cada politiquero aspira una careta adicional que dé registro legal-institucional, para ejercer el vandalismo con pleno derecho. Para ser fiel a su propia máscara y no valerse de una acuñada para confundir y dominar  sin derecho ni razones.

Por eso en este momento gobernantes y cómplices están dictando una clase magistral a nivel doctoral, como base para un buen título, a los más y mejores ladrones-corruptos que ya actúan con mayor descaro, y con o sin máscaras. 

Sancho, ¡llevamos más de cinco siglos enmascarados con la máxima fidelidad  que impone nuestra continua destrucción!

 

@ABlancoMuñoz

01 de mayo del 2021


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