sábado, 20 de mayo de 2023

EL BANCO LATINO, A LA PALESTRA


 

EL BANCO LATINO, A LA PALESTRA
Luis Marín

Pedro Rosas Bravo ha escrito un libro titulado “El Banco Latino: Anatomía de una muerte inducida”, en homenaje a su amigo José Vicente Rodríguez Aznar, con el propósito manifiesto de poner el foco de la atención pública sobre una serie de acontecimientos de los que precisamente en estos días se están cumpliendo treinta años.

La primera pregunta que siempre salta a la vista es el porqué, después de tanto tiempo, volver sobre este asunto, que ya debería estar olvidado y sin entrar a discurrir sobre los tiempos históricos, para los que treinta años no es nada, todo el mundo estaría de acuerdo en que en aquellos acontecimientos de principios de los años 90s se encuentra la raíz de muchos de los males que hoy nos agobian.

Desde una perspectiva de filosofía política, testimonios como éste reviven la clásica controversia entre quienes reivindican la necesidad de “comprender” los hechos para desentrañar lo ocurrido, lo que nos ha traído hasta aquí, para poder rectificar el camino y, al menos, no incurrir en los mismos errores. Frente a los “pragmáticos” que proponen pasar la página, hacer una especie de tabula rasa y comenzar todo de nuevo, desde cero, porque, argumentan, ¿para qué revolvernos en el pasado?

Ambas posiciones tienen mucho a favor y en contra, de manera que es otro indecidible que no vamos a resolver jamás porque cualquiera de los extremos es intolerable: es necesario ver los hechos a la cara por duros que nos resulten, no podemos vivir sin pasado; por otra parte, no debemos anclarnos allí, la vida continúa y tenemos que adaptarnos a la nueva realidad resultante de aquellos naufragios.

La caída del Banco Latino se inscribe en el contexto más general del derrocamiento del Presidente Carlos Andrés Pérez no sólo porque fueran procesos que corrían en paralelo, sino porque no se podrían entender el uno sin el otro y, entre ambos, el doctor Pedro Tinoco (hijo), quien fuera propietario del Banco Latino y Presidente del Banco Central de Venezuela durante el período del Presidente Pérez.

Es en este punto donde se entrelaza toda la trama del libro en comento, el Banco Central de Venezuela es el escenario donde coinciden dos eventos capitales para aquellos sucesos: uno, el famoso cheque de 250 millones de la Partida Secreta, que fue el pretexto legal para el procesamiento y defenestración del Presidente Pérez; otro, la salida del Banco Latino de la Cámara de Compensación por los también famosos 4.700 millones faltantes.

Los detalles pormenorizados de ambos eventos son narrados meticulosamente más que por testigos de excepción por los mismos protagonistas, que vivieron presencialmente y luego sufrieron en carne propia las consecuencias de aquellas decisiones y acciones que aún hoy estamos pagando todos los venezolanos, seamos o no conscientes de ello.

Dicho en pocas palabras: el Banco Latino no se arruinó, lo arruinaron. Así como el gobierno del Presidente Pérez no se cayó, lo tumbaron. Ambas cosas premeditadas, planificadas y fríamente ejecutadas por prácticamente los mismos personajes.

No por casualidad el doctor Tinoco salió de la presidencia del BCV luego de la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 y murió muy poco después, en marzo del 93; pero la persecución continuó contra sus sucesores, al punto de involucrarlos en una supuesta conjura cívico militar para frustrar el inminente regreso de Rafael Caldera al poder.

Para defenestrar a Carlos Andrés Pérez e impedirle concluir su periodo constitucional, al que le faltaban apenas unos pocos meses, se violentó la institucionalidad democrática y se echó abajo el Estado de Derecho. Para aniquilar al doctor Tinoco, “el banquero de Pérez”, destruyeron al Banco Latino, “el banco de Pérez”, a la sazón el segundo grupo bancario del país con mayor volumen de depósitos, con lo cual toda la red bancaria del país, laboriosamente tejida en más de un siglo de ardua labor, resultó irreparablemente averiada. La moraleja no podría ser más obvia: para eliminar al capitán, no se debe hundir el barco, tanto menos si se está navegando en él, en alta mar.

Cuando la víctima es prominente, se eluden las responsabilidades. Nunca se ha revelado cuál fue la mano que sacó del BCV el facsímil del cheque de los 240 millones para dárselo a José Vicente Rangel, quien encendió la mecha del proceso contra Pérez, aunque es evidente que muy pocas personas tenían acceso a ese documento y comprendían su valor.

Para sacar al Banco Latino de la Cámara de Compensación se armó toda una ópera bufa no exenta de momentos de alto dramatismo, como la espera del Presidente del Centro Simón Bolívar que traía consigo unos títulos salvadores para pagar su deuda con ese instituto, muy por encima de los fatídicos 4.700 millones, y que llegó ¡diez minutos tarde!, cuando el Directorio ya había tomado la decisión. Un lector desprevenido podría pasar el resto del día preguntándose por qué no la revirtieron, si esa hubiera sido su voluntad.

Resta decir que el libro de Pedro Rosas Bravo es un libro valiente, porque aunque muchos de los dramatis personae ya han muerto, como Rafael Caldera y Carlos Rafael Silva de un lado, Carlos Andrés Pérez y Pedro Tinoco del otro, muchos están entre nosotros todavía y son muy cercanos conocidos.

En Venezuela no es muy propicia la discusión abierta de los asuntos públicos, ni existen medios apropiados para ello, tanto menos en estos tiempos tenebrosos que sobrevivimos, en los que cualquier guiño de ojos puede costar la libertad, sino la vida.

Lo más probable es que se quiera hacer pasar el libro y sus revelaciones por debajo de la mesa, en medio del más denso silencio. Pero el mandado está hecho y la misión cumplida.

Ojalá lo siente así José Vicente Rodríguez Aznar y los demás agraviados.


20 de mayo del 2023


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miércoles, 3 de mayo de 2023

LA MENTIRA INDEPENDENTISTA


 

 


LA MENTIRA INDEPENDENTISTA

Agustín Blanco Muñoz



 
Sobre este tema incursionamos desde que hacíamos la licenciatura en Historia. A partir del primer trabajo publicado como profesional en 1974: Modelos de violencia en Venezuela, nos enfrentamos a la anciana periodificación romántico-positivista de la Historia de América que refiere un llamado ‘Descubrimiento’, seguido por una tal conquista, colonización, independencia y república.

 
 
 


 

NADIE DESCUBRE A NADIE

 

Hemos mantenido y mantenemos que nada de esto refiere la realidad. ¿Cuál descubrimiento de una ‘América’ que  entonces no tiene existencia real? ¿Cómo sostener que ‘un grupo de individuos’, para no hablar de sociedad, se descubre? Nadie descubre a Nadie. No hay gente cubierta ni descubierta, sino gente que hace su vida en un tiempo y un espacio.

 

Y ese ‘descubrimiento’, inicio del proceso invasor que llega al hoy, está unido a ‘la conquista’ sometimiento del originario por la fuerza-violencia. Es así como se intenta poner de manifiesto la supuesta superioridad en cultura, civilización y armamentismo del europeo.

 

El nativo de estas tierras, el originario’ (como establecimos en la CPT-CEHA desde 1984) es el inferior, descubierto. Nace allí el estigma entre superiores e inferiores. Por esto la relación es de sometedores y sometidos. Colonizadores y colonizados.

 

 

 

 

 


 

TRES COMPONENTES DE UN ÚNICO

PROCESO VIOLENTO

 

Tres componentes de un único proceso violento que ubicamos y nombramos como primer momento del período invasor. Y a partir de 1810, luego de desechados y hasta enfrentados los nombrados ‘precursores de la independencia’, la clase adinerada, con algunos agregados, declara una independencia que viene a velar por la conservación de los derechos de Fernando VII, el monarca español.

 

Luego sigue lo que se ha llamado Firma del Acta de la Independencia. Los adinerados blancos criollos, al carecer del visto bueno imperial de sus propósitos, deciden ir a una confrontación con las fuerzas que defienden los derechos extranjeros.

 

A dos décadas de enfrentamientos se produce, en Carabobo o en el Lago de Maracaibo según otras fuentes, el Sello de la Independencia antes declarada y firmada. Y a España no le quedó otro recurso que reconocer su derrota.

 

 

 

 


 


¿CUÁL INDEPENDENCIA QUE TRASPASE

LA PROCLAMA Y SE HAGA REALIDAD?

 

¿Pero cuál independencia que traspase la proclama y se haga realidad? ¿Cómo es esto de un país independiente, soberano, autónomo, dueño-responsable de sus actos y que no registre vida propia, libertad, soberanía y autonomía?

 

Frente a este planteamiento hay dos posibilidades: seguir en la aceptación de la mentira, seguir creyendo que son verdad la ‘libertad, igualdad y fraternidad’ que lega la llamada ‘revolución francesa’ de 1789, que es verdad el mito de la independencia, soberanía, autonomía que los poderosos han vendido e impuesto a los países controlados.

 

 

 


 

 

DE UN PODER IMPERIAL HACIA UN PROCESO DE SUCESIÓN

 

La otra posición llama a la verdad, a ver la realidad. La aludida cantidad de atributos pertenecen a las potencias. Y sin embargo, el proceso social registra las pugnas y guerras imperiales en busca de la producción de un desplazamiento, que significa la caída de un poder imperial y el establecimiento de un proceso de sucesión. Una potencia que adquirió mayor peso desplaza la hasta el momento hegemónica.

 

Y en este momento procede preguntar sobre la independencia, libertad, autonomía y demás que sólo hace valer la potencia correspondiente en el ejercicio de su poder. La conclusión parece clara: mientras rija la ley de la dominación sólo regirá la ley de la fuerza-poder

 




   

 

TENEMOS AQUÍ MÁS DE 200 AÑOS

ATENIDOS A LA ‘LEY DE LA MENTIRA’

 

El actual ‘proceso revolucionario’ dice haber logrado la plena independencia, la libertad, la autonomía, la soberanía y la patria. Pero ahora convoca diariamente a sus partidarios a protestar y luchar contra el cerco económico que le impuso el poder vigente del norte. ¿De qué hablamos entonces? Por esta razón aquí tenemos más de 200 años atenidos a la ‘la ley de la mentira’.

 

 

 


  


SIGUE PREVALECIENDO LA MENTIRA INDEPENDENTISTA

 

Sancho, ¿Quién puede negar que en este ex país hoy prevalece la sombra dependiente del 19 de Abril de 1810 y la propia mentira independentista?

 

 

@ABlancoMunoz

 

 

 

 

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