miércoles, 30 de junio de 2021

A AMAURY ME LO DEJARON SOLO - VIANCO MARTÍNEZ


Manuela Aristy
A Amaury me lo dejaron solo
Vianco Martínez

30 junio 2021

 

Publicamos de nuevo esta entrevista
a Doña Manuela Aristy, madre de Amaury,
como un homenaje.
Ella falleció este martes 29 de junio del 2021
 

De aquellos tiempos difíciles en que su hijo, Amaury Germán Aristy, fue perseguido y eliminado por soldados al servicio del gobierno de Balaguer, doña Manuela Aristy guarda recuerdos muy tristes.

“Yo tenía siete meses que no veía a Amaury cuando lo mataron. En ese tiempo nada más lo veía en la televisión, cuando el gobierno los ponía como prófugos, con un letrero grande de “Se buscan” y ofrecía una suma de dinero como recompensa por él y sus compañeros. Tenía un deseo inmenso de verlo, de tocarlo, de verlo reír, de acariciarlo y besarlo. Tenía también un gran dolor. Me desesperaba mucho su situación y lloraba. Yo no dormía tranquila, como si estuviera presintiendo el final”.

El final llegó un miércoles. Era 12 de enero del año 1972. Amaury Germán Aristy, líder de los Comandos de la Resistencia, se encontraba en una casa del kilómetro catorce de la autopista Las Américas, con tres de sus compañeros, Virgilio Perdomo, Bienvenido Leal Prandy y Ulises Cerón Polanco.

Los soldados, alertados sobre su presencia en ese lugar, empezaron a llegar la prima noche del día anterior y tendieron un 
cerco que se extendió varios kilómetros a la redonda.

Ese día, en una reunión del grupo convocada para tal efecto, iba a ser decidida la suerte de esa residencia como punto de operaciones de los Comandos de la Resistencia.

 



La Chuta y Ulises fueron los primeros en caer. Venían de una cueva cercana donde pasaron la noche para mayor seguridad. Fueron interceptados por las primeras tropas y eliminados inmediatamente sin mayores posibilidades de defensa. Amaury y Virgilio retrocedieron y se refugiaron en la cueva.

Desde allí lucharon encarnizadamente durante diez horas. Todo concluyó cuando la tarde empezaba a mostrar sus primeros desvanecimientos. Virgilio cayó alrededor de las tres. Una hora más tarde fue silenciada la última arma de los Comandos de la Resistencia, la de Amaury.

La última vez que doña Manuela vio a Amaury fue en una residencia de Andrés. Boca Chica. “Nunca he olvidado la última imagen de Amaury aquella tarde. Llegó vestido con un pantalón caqui y una camisa de cuadros, manga corta. Tenía el pelo recortadito muy tradicional.

 


Estuvo muy cariñoso, como siempre. Andaba armado con una pistola 45. El llegó como a las cuatro de la tarde. Estuvimos juntos no más de dos horas. Hablamos de la niña, me pidió que me cuidara, me dijo que él no quería que yo sufriera y que estaba preparado para cualquier cosa que sucediera”.

Doña Manuela Aristy tiene ahora sesenta y nueve años. Va con frecuencia a su tumba a llevarle flores y hace veintisiete años, cada 12 de enero celebra una misa por la paz de su alma. “Amaury siempre está conmigo. Con su ternura y su recia voluntad dejó un ejemplo que guía mis pasos en la vida y me da fuerza. Amaury es el muerto más vivo que yo tengo”.

Doña Manuela ha ido muchas veces a la cueva donde Amaury inició su camino a la gloria. La primera vez fue acompañada de Virgilio Almánzar, presidente del Comité de los Derechos Humanos. Por una de las ironías de la vida, Virgilio Almánzar, uno de los luchadores de la izquierda en sus años mozos, es hijo del capitán Virgilio Félix Almánzar, quien cayó abatido en combate en la contienda del 12 enero luchando, justamente en la acera contraria a la de Amaury y sus compañeros.

Doña Manuela Aristy aún vive en la casa marcada con el número siete de la calle Salomé Ureña, en la zona colonial, el mismo lugar donde se sentó aquel día, en un silencio adolorido, aquejada de la enfermedad de la impotencia y rodeada de sus hijos y de los amigos de siempre, a esperar el desenlace de la batalla.


 “Ese día todas las puertas estaban cerradas; lo único que nos quedó fue cruzarnos de brazo a esperar que nos mataran a los hijos y nos entregaran sus cadáveres. Todos, todos se nos negaron. Fuimos a la universidad, el rector Rafael Kasse Acta se movió, formaron una comisión para ver si lograban que el gobierno les respetara la vida a los que quedaban.

Fuimos a la Nunciatura a ver si la iglesia intercedía. No nos querían dejar ni entrar. Fuimos donde Juan Bosch a ver si podía hacer algo. Juan Bosch ni siquiera recibió la comisión de la universidad que fue. Yo quedé decepcionada. Ese dolor yo lo tengo y me lo voy a llevar a la tumba”.

 


Desde la inmovilidad de las fotos que llenan de recuerdos las paredes, Amaury protege sus pasos y con su legado vela por la solemnidad de este recinto, donde cada día que pasa en el calendario de la ausencia, él es todo presencia y ejemplo vivo.

Amaury era un redentor y, como todo redentor, murió crucificado. Perseguido por un régimen que no tuvo piedad con sus enemigos, sitiado por un ejército que llevaba la cuenta regresiva de su vida, alejado de su familia por razones de seguridad, aislado por muchos de sus compañeros e incomprendido por sus amigos de la izquierda, murió enfrentado a las naturales limitaciones de un condenado, caminando sus últimos días por un espinoso sendero de intrigas y elucubraciones, mirado con recelo por el grupo de Caamaño que se preparaba en Cuba para la insurrección y víctima de un inusitado viraje en la política de la dirigencia cubana. Era la soledad de un rebelde.


 https://acento.com.do/actualidad/dona-manuela-aristy-a-amaury-me-lo-dejaron-solo-8959910.html

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domingo, 27 de junio de 2021

EL GRAN CULPABLE




EL GRAN CULPABLE
Luis Marín 

José (Pepe) Suárez Núñez, periodista cubano radicado en Venezuela desde 1963, ese mismo año publicó un libro con este título para saldar sus cuentas con Fulgencio Batista, a quien admite que sirvió con lealtad incluso después de su derrocamiento, el 1º de enero de 1959, hasta los primeros meses de su azaroso exilio, empezando en Santo Domingo hasta recalar en Funchal, islas Madeira, Portugal.

 Ya en el subtítulo de la obra introduce la interrogante de “cómo 12 guerrilleros aniquilaron a 45.000 soldados”, aclarando después que esto sería imposible sin los errores estratégicos y tácticos, la subestimación del adversario, desatinos solo explicables por la psicología de Batista, su soberbia, mezquindad, desidia y falta de voluntad para el combate, lo que llevó a la convicción de sus subalternos que “Batista no quiere capturar a Fidel Castro”.

La ambigüedad de Batista tiene un trasfondo histórico, ciertamente, había ganado las elecciones para su primer período, del 40 al 44, con la Coalición Socialista Democrática que contaba con el apoyo del Partido Socialista Popular, de Blas Roca. Tuvo acercamientos con la Unión Soviética y rechazó la propuesta de crear un cuerpo de inteligencia asesorado por la CIA, que no le hubiera costado un centavo, alegando razones de soberanía nacional.

Antes del golpe del 10 de marzo de 1952, siendo candidato del Partido Acción Unitaria, Batista recibía en su residencia campestre de Kuquine, en Arroyo Arenas, a los más disímiles personajes del espectro político, entre ellos Fidel Castro, para Pepe “un joven ortodoxo lleno de ambiciones”; pero Batista comentaría: “Tuve que decirle a (Rafael) Díaz Balart que no me llevara más a Fidel Castro a mi casa, porque es un pistolero”. A la sazón también su cuñado, esposo de su hermana Mirta Díaz Balart.

Irónicamente esta apreciación coincide con la de Rómulo Betancourt que, en las antípodas, declaró en una entrevista: “La llamada revolución cubana fue dirigida por un grupo de pistoleros, bandas de universitarios secuestradores. El señor Fidel Castro es el personaje al que describe Rómulo Gallegos como Justo Rigores en su novela cubana Una brizna de paja en el viento; abatieron a otro líder universitario llamado Manolo Castro, secuestraron para quitarle un millón de dólares a Julio Lobo, el zar del azúcar, esos métodos fueron trasladados a Venezuela por los agentes del quintacolumnismo castrista en nuestro país”.

En su ámbito periodístico, Pepe devela algunos mitos de la tramoya urdida alrededor de la célebre entrevista realizada por el periodista del New York Times Herbert Matthews a Fidel Castro en la Sierra Maestra el 17 de febrero y publicada con gran despliegue en la edición dominical la semana siguiente, el 24 de febrero de 1957.

La entrevista hoy no sirve ni siquiera como instrumento de propaganda del castrismo porque lo que muestra es una desconcertante sarta de mentiras que no han resistido el juicio del tiempo, un panegírico que presenta a Fidel Castro como “líder rebelde de la juventud cubana”, un idealista, adorado por sus hombres, “sus ideas de libertad, democracia, justicia social, necesidad de restaurar la Constitución (de 1940), de celebrar elecciones, están bien arraigadas”, escribe Matthews y publica el NYT.

Pero además Matthews afirmó: “Lograr que yo penetrara en la Sierra Maestra y entrevistara a Fidel Castro significó un riesgo terrible para docenas de hombres y mujeres en La Habana y en Oriente”. La verdad, reseñada por Pepe, es que “Herbert Matthews la primera y segunda vez que visitó La Habana, fue recibido por el Presidente Batista. Para llegar a la Sierra Maestra fue autorizado por Batista que le aseguró poder moverse con entera libertad por todo el territorio cubano”.

Su llegada a la Sierra Maestra fue tarea del propio Fidel Castro que comisionó a René Rodríguez Cruz para que lo transportara desde el Hotel Sevilla (a dos cuadras del Palacio Presidencial) hasta las lomas orientales. Durante su estancia en la Sierra, Fidel Castro se las arregló de manera tal que hizo desfilar varias veces ante él y Matthews la misma pequeña tropa de apenas setenta hombres.

Matthews calificó a Castro como un Robin Hood moderno que lucha contra los ricos para ayudar a los pobres. La información apareció desplegada de tal forma que fue un impacto periodístico sin precedentes. La noticia cayó dentro de las esferas gubernamentales como un ataque avieso del periódico neoyorkino. Batista personalmente tomó en sus manos el contraataque. Mandó a buscar al representante Rafael Díaz Balart quien le había presentado a Fidel Castro, como la persona más acreditada para aportar información sobre el alzado.

La reunión se efectuó en el Palacio Presidencial, con las fotos del NYT a la vista, ambos las examinaron durante largo tiempo. Batista no quería creer aquello. Díaz Balart comentó que le parecía que la foto no era de Fidel Castro: “Es lampiño y no se parece a él, insistió Díaz Balart”.

Eso fue suficiente para Batista. Sin más confirmación ordenó la presencia de un taquígrafo y le dictó unas declaraciones en las que decía que “era una entrevista apócrifa, que no se trataba de Fidel Castro y que no tenía tropas…”. A la mañana siguiente aparecieron en todos los periódicos habaneros las absurdas declaraciones de Batista, pero no firmadas por él, las puso a nombre del Ministro de Defensa, Dr. Santiago Verdeja. El ministro se enteró por la prensa de la declaración que se le atribuía pero no pudo desmentirla porque del palacio le replicaron que “el general Batista personalmente la había redactado por conocer bien la realidad”.

La contra réplica del NYT no se hizo esperar y en ediciones sucesivas explayaron más fotos y declaraciones desautorizando por completo al régimen, exaltando a Fidel Castro y sus barbudos, creando un mito a la medida del consumidor americano.

En su segunda visita a La Habana para presenciar “la caída del régimen el 9 de abril”, en una huelga general convocada por Castro que fue un rotundo fracaso, al salir del despacho presidencial el periodista Herbert Matthews, entraban los jefes de estado mayor. Cuenta Pepe que: “Esa noche el general Tabernilla Dolz me comunicaría algo inexplicable. En la conversación entre Batista y Matthews -según Batista- el periodista del New York Times le sugirió que con 300.000,00 dólares se podría iniciar una campaña a su favor en todos los Estados Unidos, para cambiar la pésima opinión que había de su gobierno en el extranjero”. Batista después recalcó ante los altos oficiales, refiriéndose a Matthews: “A mí no me chantajea nadie”.

El NYT ha sido el más consecuente soporte mediático del castrismo al que no ha dejado de alabar por más de 60 años, todavía hoy sigue publicando artículos y reportajes laudatorios, celebrando los supuestos éxitos de la revolución en educación, medicina y deportes; silenciando encubridoramente sus crueldades y miserias. Como órgano de partido, es mucho más eficaz que el periódico Granma.

De entre las muchas concepciones que existen de la Historia, Pepe Suárez Núñez parece haber escogido aquella que la considera como una contienda entre grandes personajes. Sin duda, la segunda mitad del siglo XX cubano no podría entenderse sin la figura de Fidel Castro. Fulgencio Batista sería su contrafigura, su retrato al negativo, de la primera mitad.

El duelo histórico lo perdió Batista y se llevó consigo la primera República de Cuba, cuya vida efímera duró apenas 57 años.

 

Luis Marín

24-06-21

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sábado, 26 de junio de 2021

¿MATANZAS POR LA VIDA?

Oswaldo Guayasamin


¿MATANZAS POR LA VIDA?
Agustín Blanco Muñoz


La celebración de una batalla, guerra o matanza lleva a reflexionar e interrogar: ¿lo válido es festejar o lamentar aquella acción independientemente de sus resultados? La celebración de la “hazaña Batalla de Carabobo” ¿acaso convalida la confrontación de fuerzas que podría resolverse por una vía diferente a la que conduce irremisiblemente a declarar como triunfador al mayor productor de muertos? ¿Esa es la concepción de la historia que se postula y practica aún en pleno siglo XXI?

¿Un proceder inscrito en el salvajismo-barbarie-“civilización”? ¿Se mantiene con vida el postulado establecido en el Armisticio firmado por Morillo y Bolívar el 27 de noviembre de 1820: “La guerra entre España y  Colombia se hará como la hacen los pueblos civilizados”? Y esto después de una tregua de seis (6) meses acordada a petición de Morillo. Por eso se llega hasta la fijación de lugar y fecha de la batalla o medición de fuerzas. Carabobo es, por tanto, una batalla programada, que tiene carácter decisivo por cuanto se conoce la situación interna de España y su imposibilidad de mandar nuevos refuerzos a Colombia.

LA “INDEPENDENCIA” PARECÍA ESTAR PREVIAMENTE ANUNCIADA

Se colige, en consecuencia, que el ánimo de las fuerzas españolas no es el mismo y que hasta el propio mando encabezado por La Torre (heredero del negociador Pablo Morillo) sabe que va a un último intento: o triunfa ahora o no tendrá posibilidad de continuar los combates. La “independencia” parecía previamente anunciada.

Sólo faltaba otro gran ‘aporte de muertos’ en Carabobo. Y así, por ejemplo, el contingente británico que es colocado al frente de la primera división que comanda José Antonio Páez desaparece, dejando, sin embargo, como saldo un considerable desgaste en el contrario. ¿Matanza justificada, necesaria, útil?

LA “CIVILIZACIÓN TECNOLÓGICA” CONTINÚA LA MISMA VIOLENCIA DEL SALVAJISMO-BARBARIE

¿Y por eso habrá que admitir que la llamada civilización actual continúe hoy el mismo salvajismo-barbarie que cuenta además de escritura, códigos y Estado con una maquinaria de violencia “civilizada”, superior, tecnológica, para imponer los intereses de la parte dominante? ¿Cómo negar que los cuasi hombres, al momento propietarios se apoyan en esa fuerza-violencia que les garantiza dominio y capacidad explotadora?

¿TODA REVOLUCIÓN SE PROPONE COMO EN EL GÉNESIS LA DESTRUCCIÓN DE LOS PECADORES?

¿Es aceptar la tesis bíblica registrada en el Génesis según la cual para castigar a la humanidad por sus pecados, Jehová envía el diluvio universal? ¿O la del látigo que aplicó Jesús para sacar los mercaderes del templo? ¿La misma tesis de la necesidad de la violencia para desaparecer el mundo que ha tomado el camino del mal y construir el mundo del bien,  o la del marxismo de la lucha de clases como motor de la historia? ¿Cómo y quién arregla el mundo de hoy? ¿Sigue con vida el Arca de Noé?

EL VERDADERO MOTOR DE LA HISTORIA HOY ES LA EXPLOTACIÓN

Lo bíblico no funcionó ¿Habrá que detenerse entonces en la “Biblia Marxista”? ¿Sin confrontación-violencia entre las clases sólo hay historia sin motor, postrada, muerta?

¿Se podrá considerar y  entender alguna vez  que el verdadero ‘motor de la historia’ es la explotación que incluye la fuerza-violencia para el pleno ejercicio de la dominación y que mientras se mantenga seguirá triunfante el salvajismo-barbarie-civilización? Entonces, ¿cuál lucha de clases? ¿Motor de qué historia?

¿SE CONOCE ALGÚN PROCESO LIDERADO POR EL COLECTIVO-SOCIAL-PUEBLO?

¿Hay  algún interés  hoy en derrumbar la vieja escuela caudillista-heroico-sacrosanta que tiene en manos de los ‘grandes hombres’, los Alejandro Magno, Julio César, Atila, Clodoveo, Nerón, Filipo, Colón, Napoleón Bonaparte, Bolívar, Hitler, Lenin, Stalin, Mao o Fidel Castro, las conquistas y colonizaciones necesarias para aumentar los poderes explotadores?

¿Se conoce algún acontecer liderado por el colectivo-social-pueblo? ¿En  qué derivaron en Rusia o China las prácticas socialistas-comunistas? ¿Otra forma de capitalismo o un socialismo  tomado por la burocracia, el culto al personalismo y la misma explotación?



¿CUÁNTOS CAÍDOS ACUSAN HOY LAS REVOLUCIONES? ¿SEGUIRÁN LAS MATANZAS POR UN BIENESTAR QUE NO SE CONOCE?

¿Y qué decir de los millones de combatiente que cae creyendo en una revolución que conformaría un mundo mejor de independencia, soberanía, libertad, belleza, amor y justicia de y para todos? ¿Cuántas víctimas registra a la fecha “la revolución bolivariana”? ¿Y por dónde andarán a esta hora cómplices y “salvadores”?

Sancho, ¿Puede alegrar un festejo Carabobo-200 que considera esa experiencia como la escuela gloriosa llamada a dar empuje hoy, a la violencia necesaria para hacer la revolución que aún no conoce la historia mundial? ¿Qué sigan las matanzas por cuáles vidas de cuál bien?

 

@ABlancoMunoz / abm@gmail.com

26 junio 2021

 

 

 


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lunes, 14 de junio de 2021

HISTORIA SANGRE Y BATALLAS

 

Goya

 

HISTORIA SANGRE Y BATALLAS

Agustín Blanco Muñoz

Mire Don Antero, eso de las batallas se entiende por lo general como la cuestión central en los cursos de historia universal y local. Un contenido que en mis tiempos y todavía, el estudiante tiene que aprender en todos sus detalles.

Las batallas y su expresión en violencia-fuerza-sangre son la base y fundamento de la historia regida, financiada y disfrutada por los beneficiarios del poder con apoyo de la violencia estatal, actores y aportes extranjeros.

¡Así es, profesor! Y fíjese que en los libros de mi tiempo también el reguero de sangre se consideraba lo más importante a estudiar. Y seguro que se quería crear una conciencia sanguinaria en el niño.

UNA EDUCACIÓN “INDEPENDIENTE Y LIBRE” AL SERVICIO DE LA DOMINACIÓN

Y lo peor, mi respetado amigo y maestro, es que ese niño terminará siendo una pieza que será captada por los dueños de la sociedad, los propietarios, que diseñan, organizan y dirigen el acontecer violento llamado a cumplir la tarea de mantenerlos en el poder en los términos de dominación permanente.

Yo entiendo claramente profesor que quien promueve la celebración de la violencia es porque aún le parece bueno el camino de la sangre en la historia. Y eso es parte del viejo pensamiento que sigue sosteniendo el mundo de las guerras, las batallas, el dolor y la muerte de muchos, de tantos inocentes.


Olbinski

 PORQUE SIN SANGRE NO HAY HISTORIA

Sí Don Antero, la dominación concibe y considera necesario e indispensable mantener esa especie de desiderátum, de interesado sentir o concepción que es la misma y vieja data de que hemos hablado y según el cual ‘sin sangre no hay historia’.

Para ellos (románticos y buena parte de positivistas y marxistas) sin violencia, batallas y todo tipo de confrontación de fuerzas y cuenta de muertos, no hay historia.

Y de allí el bullicio, a manera de celebración, de los 200 años de la Batalla de Carabobo, tenida como la mayor de nuestras ‘gestas históricas’. Una de las más grandes empresas acometidas por el primer Gigante, Eterno y Padre de la Patria (PP), a quien le faltó vida para liberar más naciones.

¿Y LA HISTORIA DE LAS MAYORÍAS-PUEBLO?

Para nada cuenta en este caso la preocupación sobre la necesaria elaboración de una historia que tomase al pueblo ‘como primer agente de la historia’, como propone Pío Tamayo desde su “fosa” de El Castillo Libertador de Puerto Cabello en 1930.  

Posteriormente formulan ese llamado para elaborar una Historia del Pueblo: Salvador de la Plaza, Mariano Picón Salas, Mario Briceño Iragorry, Enrique Bernardo Núñez y Miguel Acosta Saignes.

¿Pero eso se ha hecho? No, Don Antero. Esa es una tarea pendiente que deberá enfrentarla quien se sienta separado de la historia de los ‘héroes-caudillos-libertadores’.

DISFRAZ DE LOS GOBERNANTES Y EL CHÁVEZ YO NO SOY YO SINO UN PUEBLO

Pero en cada momento, nuestros libertadores, padres y gobernantes supuestamente se han sentido identificados y actuado como pueblo

Sin embargo, esta decisión y bandera no se expresa abiertamente hasta que lo hace Hugo Chávez: Ya yo no soy. Soy el pueblo y el pueblo es Chávez. Tú, ellos, vosotros sois Chávez.

Esta es la herencia del primer “Padre y Libertador de la Patria”. ¿Es así cómo se puede hablar de la libertad e independencia del pueblo?

 

Profesor, volviendo al tema de que en nuestra historia no ha faltado esa suma de muertos, heridos y desaparecidos, creo que las batallas, tenidas como arma mayor de esa historia, heroico-caudillista y su “yo” está completamente reproducida en la enseñanza que se imparte.

 

Olbinski

 LAS BATALLAS PARA LA MANIPULACIÓN 

Eso me lleva a recordar, Don Antero, una experiencia de inicios de los 50 del siglo pasado. Entonces presentaba en mi Liceo ‘Agustín Codazzi’ de Maracay el examen oral de Historia Universal de 2° año, una vez aprobada con alta calificación la prueba escrita.

El primer jurado me dio una tiza para que dibujase el croquis de la Batalla de Waterloo. Y ante mi ignorancia del tema me paseó por otras batallas que, según él, produjeron ‘cambios históricos’. De ninguna pude hacer el croquis que pedía. Y sentenció el docente: ¡Está   aplazado!

Eso también ocurre cuando el propio profesor Guevara, como jurado en el 6° grado de la escuela Felipe Guevara Rojas que dirigía, me pidió dibujar los croquis de la Campaña Admirable y la Batalla de Carabobo.

TAMBIÉN EN LA ESCUELA DE LA UCV SE NOS “ENSEÑÓ” QUE LAS BATALLAS-SANGRE HACEN LA HISTORIA

En la misma asignatura en el 4° año de la Licenciatura en Historia -UCV 1962-66- se manejaba el viejo criterio, según el cual ‘las batallas hacen la historia’, determinan cambios históricos. Pero en ese caso sí pude enfrentar esta pedestre tesis.

Una batalla es un momento más de un proceso que enfrenta fuerzas en armas ubicadas en contextos marcados por intereses, negociaciones o acuerdos económicos, políticos, sociales, militares que, por lo general apuntan hacia la dominación o hacia una libertad-independencia que disfrutan los jerarcas-caudillos y no el colectivo-pueblo engañado, saqueado y pisoteado.

 

Olbinski

 CELEBRACIÓN DE LA BATALLA DE CARABOBO ¿PARA FESTEJAR CUÁL INDEPENDENCIA-LIBERTAD? 

Profesor, ahí Sancho podría decir que una batalla, como la de Carabobo de 1821, no es para celebrarla como un triunfo mayor, sino para conmemorar otro momento del lamentable dolor al que se conduce permanentemente a ‘los de abajo’. ¿Ahora tenemos independencia, libertad y patria?

¿Libertad e independencia para quiénes? ¿Para el colectivo-pueblo sujeto hoy a la dominación del hambre-miseria y tristeza en tono detenido en su posible estallar por la permanente amenaza y práctica de los más incalificables vejámenes?

¿Hasta cuándo la manipulación, pisoteo y dominación de más de cinco siglos de sometimiento de las mayorías-pueblo?

 @ABlancoMunoz
                                                   12 de junio 2021
 

 

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lunes, 7 de junio de 2021

NEOCASTRISMO




NEOCASTRISMO
Luis Marín

 

El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba fue bautizado como de la “continuidad histórica”; traducido del lenguaje comunista esto quiere decir que no será como el XX Congreso del PCUS, posterior a la muerte de Stalin, o sea, no habrá desestalinización, superación del culto a la personalidad, ni cambio de rumbo en el curso de la “revolución”.

Años antes de la muerte de Fidel Castro, anunciada el 25 de noviembre de 2016, se había preparado el terreno para lo que vendría después, una vez que por ley natural los sedicentes líderes históricos fueran cediendo el poder a sus sucesores, causahabientes del Estado Patrimonial en que devino la que antaño fuera la República de Cuba.

Un hecho anecdótico, pero significativo simbólicamente, es que de este VIII Congreso se  eliminaran los retratos de Marx, Engels, Lenin, que presidian las sesiones del I Congreso del PCC, en diciembre de 1975, poniendo en primer plano una secuencia más criolla iniciada por José Martí para culminar en Fidel Castro.

Pero, ¿quiénes son estos poco conocidos personajes que están en el medio? Carlos Baliño, funge como eslabón perdido que permite establecer una conexión remota entre el Partido Revolucionario Cubano, creado por Martí en abril de 1892 para luchar por la independencia y el Partido Comunista Cubano fundado por Julio Antonio Mella en agosto de 1925 para afiliarse al Comintern, en los que coincidencialmente habría participado.

Y ésta es una de las supersticiones más veneradas por los marxistas de todo género, la ilusión de que existe una secuencia histórica y el siguiente paso es considerarla inexorable. En verdad, el Partido fundado por Martí, ni en su inspiración idealista liberal, ni en sus objetivos políticos independentistas, ni en su programa de guerra patriótica, tiene nada que ver con el Partido de Mella, de inspiración marxista, afiliado a una internacional comunista, con un programa de lucha de clases, antipatriótico, materialista y ateo.

Pero lo más extraordinario es que aquel Partido Comunista que llaman histórico, tampoco tiene nada que ver con el Partido Comunista de Cuba fundado por Fidel Castro cuarenta años más tarde, mediante una fusión de su Movimiento 26 de julio, el Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular; precedido por las iniciales Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y el Partido Unido de la Revolución Socialista.

De hecho, aquel PCC originario fue literalmente aniquilado por la represión de la dictadura de Gerardo Machado, huyendo Mella a México, donde fue asesinado por un pistolero estalinista, agente del Comintern, Vittorio Vidali, el 10 de enero de 1929. Carlos Baliño ya había muerto, sin pena ni gloria, el 18 de junio de 1926, cuando ni siquiera había nacido Fidel Castro, el 13 de agosto de ese año.

Los militantes comunistas no salieron de la clandestinidad sino más de un lustro después de la caída de Machado, agrupándose en 1939 en una nueva Unión Revolucionaria Comunista para, luego de la disolución del Comintern en mayo de 1943, abandonar la línea comunista y abrazar el populismo para convertirse, en 1944, en Partido Socialista Popular.

Este PSP acusó a Fidel Castro de aventurero político, repudió el asalto al Cuartel Moncada que fue el estandarte del Movimiento 26 de julio, apoyó no sólo la candidatura presidencial sino al gobierno de Fulgencio Batista; de manera que la entrega de símbolos al nuevo PCC en 1965 no es ningún acto de consecuencia histórica sino un ejemplo del oportunismo político de Blas Roca.

“El partido es el alma de la revolución”, es una frase de Castro que sirve de emblema a todos sus congresos y aunque resulte imposible explicar qué pueda ser “el alma” desde un punto de vista materialista, a los comunistas les parece tan acertada que la adoptan sin vestigio de duda, como aquella sucesión histórica que finca sus raíces en el PRC, que fue formalmente disuelto por Tomás Estrada Palma, el 23 de diciembre de 1898, porque “había cumplido su misión” una vez alcanzada la independencia de España.

“El Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista, marxista y leninista (…) es la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado”, reza el artículo 5 de la espuria Constitución impuesta en febrero de 2019. Podría preguntarse por el contenido y alcance de la expresión “fidelista” y en qué se diferencia de “castrista” pero eso nos llevaría demasiado lejos. Baste recordar a un humorista venezolano que, para deslindarse de la derecha, afirmaba: “Ellos le dicen Castro, pero nosotros le decimos Fidel”.   

El general de ejército Raúl Castro cedió la Secretaría General del Partido a Miguel Díaz-Canel, que ya era Presidente de la República; pero reservándose la jefatura de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Su hijo, el coronel Alejandro Castro Espín, es Jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional, que controla los servicios de seguridad del Estado. Su nieto, Raúl Guillermo Rodríguez Castro, es el Jefe de la Dirección General de Seguridad Personal, los círculos internos de exclusiva seguridad del tirano.

El general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, ex de Deborah Castro Espín y padre del anteriormente citado nieto en jefe, dirige el Grupo de Administración Empresarial Sociedad Anónima (GAESA), un súper holding que controla toda la economía de la isla. De hecho, el designado Primer Ministro, coronel Manuel Marrero, quien fuera Ministro de Turismo de Fidel Castro, proviene de la corporación Gaviota, un emporio turístico adscrito a GAESA.

La Infanta Mariela Castro Espín, jefe del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), dirige y coordina la batalla cultural por la inclusión de la comunidad LGBTI etcétera, impulsa la promulgación de un “Código de Familias” que pretende formalizar uniones diversas, inspiradas en la ideología de géneros, realizando aquella vieja aspiración revolucionaria de abolir la familia nuclear humana.

CENESEX está financiado por la Fundación Ford; lo curioso es que esto no lo convierte en reo de “mercenarismo”, puesto que en Cuba está prohibido que personas y organizaciones de la sociedad civil reciban fondos del exterior para realizar sus actividades so pena de ser acusados de “mercenarios”, un delito tan genérico que permite desde desacreditar cualquier opinión hasta ser condenado al paredón.

En Cuba se perpetran alrededor de cien mil abortos al año pagados íntegramente por el Estado, aunque no pueden considerarse legales, en estricto derecho, porque no están regulados por ley alguna que los condicione, restrinja o justifique, por lo que la “fría máquina de matar” que predicaba el Che Guevara se ensaña en primer lugar contra quienes ni siquiera se les permite nacer.

No obstante el cuadro de poder familiar antes esbozado, en los medios globales se insiste en vocear unos supuestos cambios inminentes en Cuba y hasta presentan mesas redondas para interrogar a panelistas sobre cómo será el futuro sin los Castro en el poder; pero son mentiras deliberadas y nada podría estar más lejos de la realidad.

En verdad, no sólo están atrincherados en Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia, sino que adelantan una agresiva campaña de asalto al poder en Colombia, que se vio obligada a  expulsar al primer secretario de la embajada de Cuba, Omar Rafael García Lazo, quien coordina el “movimiento de solidaridad con Cuba”, un organismo fachada para promover la guerrilla en todo el país.

Igual están interviniendo en las elecciones de Perú y el proceso constituyente de Chile, que es una copia del que implementaron en Venezuela. En los EEUU impulsan otra campaña por el levantamiento unilateral de las sanciones económicas y su exclusión de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.

El castrismo ya no goza del elan romántico que tuvo en los años sesenta; pero en cambio cuenta con un implacable aparato de represión, control y propaganda que desde la isla extiende sus tentáculos a los cinco continentes, gracias a la colaboración y complacencia de los poderes mundiales, incluso la ONU y la UE, que patrocinan la agenda globalista.

Es un enemigo formidable, pero no invencible, sobre todo por la ley que se expresa en el dicho popular “el que mucho abarca, poco aprieta”.

 

Luis Marín

04-06-21


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