jueves, 17 de noviembre de 2022

ANTONIO BERARDUCCI RESPONDE A LUIS MARÍN


LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO
Y EL CENTRO DE ESTUDIOS DE 
HISTORIA ACTUAL
ACTÚAN

II

FORO:

¿HACIA DÓNDE VA EL MUNDO ACTUAL?
¿Inevitable una guerra mundial-nuclear?

Ponente.
ANTONIO BERARDUCCI
Responde a Luis Marín

Moderador:
@ABlancoMunoz


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Caracas 08 de noviembre del 2022




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lunes, 7 de noviembre de 2022

PETRO, LULA Y MADURO




PETRO, LULA Y MADURO

Humberto García Larralde

 


 

El triunfo, por escaso margen, de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil completa lo que, para algunos, es el retorno de la “ola rosa” de gobiernos de izquierda que poblaron la América Latina en la primera década de este siglo. Ante ello se dispara un acto reflejo que evoca a Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, los Kirchner y otros, encarnando una épica redentora alentada por los altos precios de sus materias primas y los tropiezos de la política exterior estadounidense, bajo Bush. Bajo tal delirio, acabaron resintiendo a sus respectivas economías y conculcando libertades ciudadanas, pero con el sello de aprobación revolucionario del gran sacerdote, Fidel Castro. Salvo en Venezuela y Nicaragua, sus excesos provocaron, como reacción, la elección de gobiernos de “derecha” o “centroderecha”. Pero una vez agotado el recorrido opuesto del péndulo político, estaría regresando en la figura de Gabriel Boric en Chile, Pedro Castillo en Perú, el dúo Fernández-Fernández en Argentina y, ahora, con los recientes triunfos de Gustavo Petro en Colombia y de Lula en Brasil, sin mencionar a López Obrador en México y el retorno del MAS de Evo Morales en Bolivia.

 

Desde la perspectiva de muchos venezolanos, el espectro de mandatarios regionales izquierdosos, arrojando un manto protector, de solidaridad automática, a Maduro porque, supuestamente, comparten sus designios, resulta muy preocupante. Le estarían ofreciendo oxígeno a quien desesperadamente chapotea para salir del naufragio que provocó el “socialismo del siglo XXI” de su mentor, contribuyendo con su permanencia en el poder. “Al ver bejuco, el picado de culebra se asusta”. ¿Hay razones valederas para asumir estas perspectivas agoreras? ¿La “izquierda” no es otra cosa que una dictadura comunista?

 

Empecemos por Gabriel Boric, quien ha rechazado las prácticas violatorias de derechos humanos del régimen de Maduro. En cuanto a Pedro Castillo, se encuentra desarmado ante sus detractores y apenas se sostiene en el poder. Más ilustrativas auguran ser las gestiones de Gustavo Petro y de Lula da Silva.

 

A Petro se le reprocha haber sido guerrillero vinculado al M-19, organización que condujo en 1985 el sangriento asalto al Palacio de Justicia en Bogotá. Pero en las casi cuatro décadas desde entonces, se ha sumergido en la lucha política democrática, siendo electo senador y luego alcalde de Bogotá, si bien sin desdecir de sus posturas claramente de izquierda. Su elección como presidente de Colombia exhibe, ahora, una importante dosis de realismo, que lo ha llevado a buscar apoyos más allá de sus partidarios en la centroizquierda liberal, en independientes e, incluso, en personeros identificados con el Partido Conservador, como es el caso de su ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Duran. Su ministro de Hacienda, el economista José Antonio Ocampo, tiene una sólida y reconocida trayectoria en puestos de elevada responsabilidad a nivel internacional, como en altos cargos en Colombia. No es precisamente un gobierno de piromaníacos de izquierda que se retrata con los malos de la película, Maduro y Ortega.

 

Poco después del alborozo exhibido por Maduro ante la elección de Petro, empezaron a asomarse un contraste entre ambos mandatarios, al plantearse la apertura de fronteras entre Colombia y Venezuela. El presidente colombiano mostró su disgusto porque, lejos de desarrollarse un comercio binacional legal, seguía predominando el intercambio a través de trochas, dominado por mafias. Y así las llamó Petro. ¿Quiénes conforman esas mafias? Del lado venezolano, oficiales de la Guardia Nacional, funcionarios de aduanas, soldados y otros, que cobran fuertes peajes a transportistas, mientras ofrecen “garantías” para transitar los “caminos verdes” bajo su control, a cambio de una tajada por sus “servicios”.

 

La reunión de la semana pasada en Miraflores entre Petro y Maduro recalca el contraste referido. Ante la improvisación de su anfitrión, Petro --acompañado de parte de su equipo de gobierno-- expuso unas reflexiones meditadas con objetivos claros. Invitó a Maduro a reincorporar a Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y a regresar al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, haciendo alusión a su naturaleza democrática liberal. Ambos conceptos fueron un anatema en las filas chavistas hasta hace poco. El “eterno” rompió intempestivamente con la CAN, alegando que Colombia y Perú habían firmado un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. Y todavía resuenan las imprecaciones de Chávez y del propio Maduro contra el Sistema Interamericano y la OEA, por su supuesta injerencia en los asuntos internos del país, justificando así su salida. En contra de cualquier esquema que sugiriera la influencia liberal de los EE.UU., Chávez contrapuso el ALBA, UNASUR y CELAC.

  

En cuanto a Lula, ganó las elecciones construyendo una alianza con fuerzas afines y con aquellas interesadas en sacar a Bolsonaro. Su gobierno enfrentará un parlamento, así como gobernaciones de estados principales, como Sao Paulo, dominados por aquél. En sus dos gobiernos anteriores, no obstante algunas veleidades pro-chavistas y –como sabemos-- con la corrupción, se exhibió como un presidente democrático. Como ahora no cuenta con altos precios de las materias primas, la agenda que tendrá que desarrollar tendrá que abrevar, aún más, en los consensos, so pena de ser depuesto por las fuerzas de Bolsonaro. Nada más alejado que servir de caja de resonancia de Maduro.

 

Es de esperar, por supuesto, que, a pesar de estas limitaciones, tanto Petro como Lula buscarán instrumentar políticas sociales y otras medidas identificadas con la izquierda. Petro acaba de conseguir la aprobación de una reforma impositiva que ha causado inquietud en algunos sectores. Pero estos sesgos izquierdosos parecen conducirse sin destruir la institucionalidad democrática. Tanto Petro como Lula están comprometidos con un juego muy distinto al de Maduro. El único juego que le interesa a este último es el que le permita conservar el poder, como sea. Se valió del desmantelamiento de los resguardos institucionales de la república que impulsó Chávez, para ofrecerle oportunidades de lucro a los factores más importantes de poder, sobre todo a aquellos mandos militares dispuestos a traicionar su misión. Labró, así, un régimen de expoliación sostenido por una madeja de complicidades, que aseguró instrumentando prácticas de terrorismo de Estado, de manos cubanas.

 

No son “errores” que se corrigen fácilmente con decisiones administrativas. Ahí están los informes de las misiones de las NN.UU. encargadas del respeto de los derechos humanos y de numerosas ONGs, como la decisión del Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) de continuar con la investigación de crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno contra la población. Son poderosos los intereses forjados en torno a las oportunidades de extorsión y confiscación en alcabalas, fronteras, aeropuertos y puertos, así como en la sustracción de rentas a través de todo tipo de transacción con el Estado. La corrupción parece lubricar de muchas actividades en la administración pública chavo-madurista.

 

En la “ola rosa” primigenia, Chávez ocupó una posición de ascendencia, en buena parte por su abultada chequera petrolera. Maduro se encuentra hoy en una situación casi contraria.  Al aceptar el regreso a la CAN, por ejemplo, ¿está consciente de la cantidad de requisitos con los cuales debe cumplir? ¿O piensa, como cuando anunció su interés en que viniera la inversión extranjera, que basta con expresarlo?

 

El empeño por entenderse con Maduro de muchos de los mandatarios de izquierda de hoy habrá de discurrir sobre bases muy distintas a las del pasado. En ello incide el fracaso del “socialismo del siglo XXI”, la caída en los precios de los commodities que exportan y otros cambios del contexto internacional. Debe interesarles que Maduro cumpla con las reglas de juego a las que ellos se ven comprometidos. Podrán combinar eso haciéndole carantoñas al Foro de Sao Paulo e, incluso, a Cuba, pero difícilmente tolerarán –por lo menos así esperamos—que se le dé una patada al tablero. Queda la interrogante de si Maduro podrá salir airoso de este juego.

 

Convendría a las fuerzas democráticas explorar estas determinaciones de manera de aprender cómo apalancarse en ellas para avanzar en la liberación de Venezuela de tan funesta experiencia.  




Humberto García Larralde, economista, 
profesor (j), Universidad Central de Venezuela, 
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jueves, 3 de noviembre de 2022

LAS GUERRAS DE PUTIN


LAS GUERRAS DE PUTIN

Luis Marín

 

Su irrupción en la política nacional ocurre con la segunda guerra de Chechenia que estalló a mediados del año 99 por la falta de resolución de Boris Yeltsin al primer conflicto que duró casi dos años, entre diciembre de 1994 y agosto de 1996, manteniéndose en forma irregular desde entonces.

 

Nombra a Putin como primer ministro con ese encargo específico, en el contexto de unos atentados terroristas en Moscú que, si no fueron provocados, como se sospecha, resultaron muy oportunos para que se presentara como el salvador, con ese lenguaje rudo, a menudo soez, que muestra al hombre fuerte que adora el populacho: “Perseguiremos a los terroristas donde estén, si los hallamos defecando en el retrete, los mataremos en el retrete”.

 

Yeltsin abdicó a la presidencia el 31 de diciembre y le sucedió su primer ministro para el inicio del nuevo año, milenio y lo que sería “La Nueva Rusia”. Es ratificado electoralmente en marzo y ya en mayo dio por resuelto el problema checheno, con firme determinación, al arrasar la capital, Grozni, e imponer un gobierno títere, que todavía le sigue servilmente.

 

Hubo otra guerra precursora en Moldavia, de diciembre de 1990 a julio de 1992, que prefiguró el guion de las guerras subsiguientes: La población ruso parlante reclamó la secesión del gobierno central y proclamó una república independiente en la orilla oriental del río Dniéster, Transnistria, para luego solicitar su adhesión a la gran federación rusa, que interviene poniendo un contingente de tropas en custodia de ciudadanos considerados rusos.

 

Este esquema se repite meticulosamente en la guerra de Georgia, del 7 al 12 de agosto de 2008, en una verdadera guerra relámpago, Putin aplasta al ejército georgiano y ocupa las provincias separatistas de Abjasia y Osetia del Sur con el propósito manifiesto de unirlas a la madre rusa.

 

Putin decidió la intervención en la guerra civil siria el 30 de septiembre de 2015 para apoyar al dictador Bashar Al Asad que enfrentaba una rebelión desde 2011 derivada de la llamada Primavera Árabe que conmocionó todo el norte de África y Medio Oriente generando la caída sucesiva de varias autocracias árabes.

 

Es fama que estaba consternado por el derrocamiento de Muamar el Gadafi en Libia y no estaba dispuesto a permitir que algo así le pudiera ocurrir a un muy viejo amigo de la era soviética, de paso, podría realizar la todavía más antaña aspiración de arribar a las cálidas aguas del Mediterráneo, por lo que pactó en 2017 la cesión de soberanía a Rusia de los puertos sirios de Tartus y Latakia por 50 años, prorrogables por períodos de 25 años.

 

En Siria se experimenta toda la parafernalia militar postsoviética, con el mismo esquema de fuego avasallante y tierra arrasada, del que Alepo es apenas un trágico ejemplo.

 

La percepción que alienta esta estrategia es que la retirada de la URSS de Afganistán, entre el 15 de mayo de 1988 y 15 de febrero de 1989, fue el canto de cisne del imperio soviético. No pasaron ni 9 meses y ya estaban derribando el muro de Berlín y con él, todo el sistema.


Putin pensó que a la OTAN le pasaba algo similar con su retirada aparatosa de Afganistán, entre mayo y agosto de 2021, una señal para pasarle la factura y se vendrían igualmente abajo; de manera que no pasaron ni 6 meses y ya estaba invadiendo a Ucrania el 24 de febrero de 2022, con el esquema esbozado anteriormente: las provincias de Lugansk y Donetsk declaran su independencia de Ucrania, siendo reconocidas por Rusia, que luego aumenta la apuesta incorporando también las de Zaporiyia y Jersón, ya antes, en 2014, se había anexado la península de Crimea.

 

Confiaba en la falta de voluntad de lucha de occidente y en que el gobierno ucraniano se derrumbaría al primer empujón, como les había ocurrido a ellos; pero no se trata sólo de un error de cálculo. El fundamento filosófico del expansionismo ruso es el paneslavismo, una suerte de reflejo invertido del pangermanismo, con todos sus horrores y ninguno de sus rasgos civilizatorios, de superioridad cultural, científica y técnica.

 

Reivindica su oscura unidad de sangre y suelo (Blut und Boden), su aspecto positivo que es la supremacía eslava y su aspecto negativo que es la aniquilación de todo lo que le sea extraño; pero los métodos rusos siguen siendo bárbaros, primitivos, aderezados con la fría sagacidad del gánster y la despiadada lógica de la mafia.

 

Yevgeny Satanovsky, Presidente del Instituto Ruso para el Medio Oriente, lo resume prístinamente: “Rusia es lo que es como nación. Seguiremos siendo lo que somos. Los que estén con nosotros vivirán. Y al resto, los mataremos”.

 

Su árbol de las tres raíces, por usar una metáfora conocida, es: la autocracia, porque nadie duda que en Rusia se restableció el zarismo entendido como gobierno unipersonal absoluto; la ortodoxia, porque la iglesia vuelve a estar en el centro del poder y lo que llaman “narod”, que puede traducirse como nación o pueblo, porque la expresión admite ambas acepciones.

 

Restaurar el Gran Imperio Ruso, en lo que los geopolíticos afines al Kremlin, copiando una vez más a los germanos sin superarlos en nada, llaman “Eurasia”, un sólido bloque continental alrededor del cual deben girar las demás naciones.

 

A Putin se le atribuye también una cierta afición por la historia, lo que autoriza a pensar que tiene como telón de fondo otra gran guerra patria, la Guerra de Crimea (1853-1856), por muchos considerada como la primera guerra moderna, en que se estrenaron los grandes inventos, como los buques de vapor, el ferrocarril, la fotografía, la balística, etcétera.

 

Brevemente, fue un gran choque de imperios, el ruso y otomano en primer plano, pero luego el imperio británico y el francés, que intervinieron para apuntalar a los turcos e impedir la expansión de los rusos hacia los Balcanes y el Mediterráneo.

 

Los franceses de Napoleón III conquistaron Sebastopol, los británicos de la reina Victoria escenificaron sus últimas cargas de caballería ligera y prefiguraron lo que sería la cruz roja internacional dándole un toque de humanidad a la carnicería; juntos humillaron a Nicolás I que murió antes de firmar el Tratado de París de 1856, por el que Rusia tuvo que confinarse a esperar que un Putin cualquiera la trajera de nuevo a disputar por Crimea, la flota del Mar Negro y el acceso al Mediterráneo.

 

Puestos en esta perspectiva histórica, conviene recordar que entonces se volvió a esgrimir el mito de la reconquista de los lugares santos, de Jerusalén, el sitio de la Natividad, el Cenáculo, el Santo Sepulcro, pretensiones de la Iglesia Ortodoxa de Moscú como de la Católica de Roma.

 

Moscú no reconoce a Jerusalén, única e indivisible, como la capital del Estado Judío y la política Vaticana sigue siendo su internacionalización. Turquía, Irán, el mundo árabe, la ponen en la diana. Sombríamente la guerra de Ucrania, otra vez, se cierne sobre Israel.

 

Las guerras, se dice, tienen orígenes económicos; pero sus fines más bien parecen místicos.


Video

https://www.youtube.com/watch?v=YJRCnAZV2Rk

 

Luis Marín

03-11-22

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LA CÁTEDRA PIO TAMAYO DE LA UCV SIGUE SUS LABORES POR VÍA DIGITAL





LA CÁTEDRA PÍO TAMAYO DE LA UCV
EN VÍSPERAS DE LOS 39 AÑOS
DE  SU FUNDACIÓN

Y ANTE LA AUSENCIA DE ESPACIOS
UNIVERSITARIOS 
PROSIGUE HOY 
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EN ESE SENTIDO OFRECEMOS
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Catedra Pio Tamayo UCV






FORO
12 de octubre del 2022

LOS NO DESCUBIERTOS
¿Una expresión vacía o de contenido histórico y metodológico?
Ponente
Agustín Blanco Muñoz






FORO 29 de octubre del 2022 La guerra Rusia-Ucrania: ¿Confrontación violenta local o la continuación de la histórica lucha por la hegemonía- dominación imperial?
Parte I Las Guerras de Putin Ponente Luis Marín





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CAP: ¿UN SIMPLE ASESINO?



CAP: ¿UN SIMPLE ASESINO?
Agustín Blanco Muñoz

 

Las consignas eran precisas, terminantes, en busca de un resultado inmediato: ‘Abajo este Gobiernito’, ‘Rómulo, Renuncia’, ‘¡Nuevo Gobierno Ya!’ Y conjuntamente avanza un supuesto aparato violento de discutibles acciones, claridad de objetivos y correcta evaluación de la fuerza con la que se pretende enfrentar, en este conmocionado año 62, la maquinaria violenta del Estado.

 


DESDE EL TERCER CONGRESO DEL PCV
EN MARZO 1961 SE DECLARA LA LUCHA ARMADA

 

Desde el tercer Congreso del PCV en marzo de 1961 se declara que la lucha es armada, violenta, en respuesta a la oficial. Todo un desafío. Y de inmediato se da continuidad a un creciente clima de guerra, con nuevas dimensiones. Por una parte, adquieren calor y tono organizativo las ‘Unidades Tácticas de Combate’ (UTC), que estaban presentes desde algunos meses antes y que operaban en forma anárquica.

 

Este componente hizo acto de presencia en los llamados ‘sucesos o alzamiento estudiantil’ de octubre y noviembre del 61 y en la Huelga de Transporte que se inicia a fines de año en San Cristóbal en reclamo por el alza del pasaje, y que llega a Caracas a inicios del 62 con la voz en alto para exigir un ¡Nuevo Gobierno Ya! (¡NGY¡)

 

EN EL SIMÓN BOLIVAR DE LA GUAIRA
NO SE ATENDIÓ EL LLAMADO AL ALZAMIENTO

 

Esto se junta a la solicitud de alzamiento que hace un grupo de estudiantes a las puertas del ‘Simón Bolívar’ de la Guaira para que se alzasen al lado del pueblo. La oficialidad en pleno rechaza la petición e insta a los presentes a abandonar el lugar. Y por otro lado, precisamente, esos oficiales toman la señalada conducta porque, en medio de la descoordinación existente, se sabe que está andando el proyecto marzo 62 y que marcha acelerado el plan guerrillero y ‘cívico-militar’ a la cubana, para dar cumplimiento a la consigna de ¡NGY!

 


SE FIJO LA TOMA DEL PODER
PARA EL 02 MARZO DE 1962


 Porque la toma del poder está ya fijada para el 02 de Marzo de 1962, cuando la oposición obtendría la mayoría parlamentaria y el gobierno se dispondría a desconocerla. En ese momento operarían las ‘fuerzas revolucionarias’ en pleno. Actuarían las UTC, que ya se perfilaban y se hacían reconocer como ‘Fuerzas Armadas de Liberación Nacional’ (FALN), de la cual formarían parte además, los frentes guerrilleros instalados en el país, las unidades militares alzadas, la militancia partidista de izquierda y el pueblo en general, profundamente descontento por la situación  económica, política y social  que se vivía.

 



 EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS BETANCOURT TRAE
A SU GABINETE A CARLOS ANDRÉS PÉREZ

 

En estas circunstancias, en las que todo adquiere el tono de guerra abierta y declarada, Betancourt trae a su gabinete un dirigente fundamental en el partido y el congreso: Carlos Andrés Pérez. Un político con responsabilidades militantes y gubernamentales desde la “La revolución de Octubre de 1945”. Y de inmediato comienza su labor destinada a enfrentar y derrotar  la maquinaria montada por la ‘insurrección’, cuyas solicitud de ¡NGY! no ha sido atendida por ‘el gobierno traidor’ de RB.

 



CAP ASUME LA ORIENTACIÓN PRESIDENCIAL PARA UTILIZAR MEDIOS REPRESIVOS SIN CONTEMPLACIÓN

 

El entonces nuevo señor ministro para el oficialismo y ‘ministro policía y asesino para la insurrección, quien el 27/10/22 cumpliría el siglo de existencia, asume la orientación presidencial de utilizar los medios represivos sin contemplación, para salvar lo que consideran como ‘Democracia Naciente’: ‘Disparar primero y averiguar después’. Y esta es la decisión de quien ‘ni renuncia ni lo renuncian’. La suma de muertes fue creciente y se hizo mayor a la hora de los levantamientos ‘cívico-militares’ de Carúpano 04/05 y Puerto Cabello 02/06/62.

  





AL TRIUNFAR LEONI LA INSURRECCIÓN RATIFICA SU LÍNEA VIOLENTA Y LLAMA A LA TREGUA UNILATERAL

 

Y a pesar de estos golpes, “la insurrección”, al momento ratifica su línea de ¡NGY! Y por esta vía llega a su hundimiento. Por eso el llamado a la ‘Tregua Unilateral’ al darse el triunfo de Raúl Leoni, para de inmediato proponer “La paz democrática” o cese de la LA y dar el triunfo, al “policía-asesino”, a la violencia estatal, madre, generadora de la llamada ‘violencia revolucionaria’.

 




EN SU SEGUNDO GOBIERNO NEOLIBERAL ENFRENTA LAS
PROTESTAS-SAQUEO DEL 27F-89 A PUNTA DE MUERTOS

 

A los 16 meses CAP deja el cargo y comienza el cambio de su imagen y visión general. En su primer gobierno: 74-79 se registra casos de torturas y muertes como la de Jorge Rodríguez (25/07/75) supuestamente activista en el secuestro de WF Niehous. En su segundo y neoliberal gobierno enfrenta las protestas-saqueos del 27F-89 a punta de muertos.

 




EN MAYO DE 1993 CAP ES LLEVADO A JUICIO Y SUSPENDIDO DE SU CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

 

Y al enfrentar el caso del desvío de Bs. 250 millones de la partida secreta para contribuir a la estabilidad del gobierno de Violeta Chamorro en Nicaragua, se decide, el 19/05/93, llevarle a juicio y suspenderlo de su cargo. Muchos analistas entendieron que CAP se alzaría con las fuerzas de que disponía, particularmente militares, para impedir una condena sin precedentes. Pero, lejos de lo pensado por muchos, esto que califica como injusto, le lleva a decir que ‘hubiera preferido otra forma de morir’, pero que seguirá siendo respetuoso de la ley y la constitución.






 

Y AÚN TENIENDO MEDIOS PARA IMPEDIR SU SALIDA
DECIDIÓ ACOGERSE A LA SENTENCIA DICTADA

 

Y en esto basa el razonamiento de su proceder y el hecho de que aun teniendo medios para impedir la defenestración, decide no hacerlo porque es un demócrata obligado a servir de ejemplo al país. Y esa democracia que dice salvar CAP, es la misma a que se acogen los golpistas del 4F y 27N-92, con la variante Paz Democrática de la ‘insurrección’ de entonces, para llegar a la no violencia, a la democracia y su voto”.


 


HE AQUÍ UN CUADRO-SÍNTESIS DE LOS APORTES DE LA IV REPÚBLICA A LA ACTUAL TRAGEDIA

 

Este es el cuadro-síntesis de los aportes de la llamada ‘cuarta república’ a la actual tragedia, de la supuesta democracia del voto y de la ‘revolución pacífica, pero armada porque la derecha no volverá’. Es la instalación del máximo autoritarismo con alto tono dictatorial, sin dejar al margen ninguno de sus fatales componentes, tal y como lo comentaba CAP para el libro: “YO SIGO ACUSANDO”. Caracas, ´Cátedra Pío Tamayo, 2010. 

 

Sancho, ¿Y  cómo aguanta un policía-asesino una defenestración de un TSJ que nombró  a pesar de tener clara conciencia del terrible futuro que nos aguardaba y que hoy nos llena de preguntas?

 

23 de octubre 2022

 

 

 


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