sábado, 19 de noviembre de 2016
¿PARA QUÉ SIRVIÓ EL DIÁLOGO?
¿PARA QUÉ SIRVIÓ EL DIÁLOGO?
Carlos Ortega
Los acuerdos firmados, el método aceptado y las mediaciones alcahueteadas por la MUD en la mesa del engaño demuestran, como lo he venido denunciando hace tiempo, que la misma es una de las principales sostenedoras del régimen.
Que la MUD acepte las tesis del régimen sobre la guerra económica, inventada por este para tapar su saqueo a las arcas públicas, sobre el fraude en Amazonas y sobre la inexistencia de presos políticos, es apoyar una injusticia y una enorme traición, explicable sólo si esa conducta le trajo beneficios de naturaleza desconocida.
Siendo el régimen quien crea, arma y financia al malandraje que malvive en los llamados “colectivos” y quien ha hecho de la impunidad y la violencia una política de Estado para reprimir, amenazar, violentar y asesinar al pueblo venezolano, la firma de un acuerdo llamado “Convivir en Paz” debe estar referido a convivir en la paz de los sepulcros.
Pero lo más grave es que ese diálogo se instaló con el fin de buscar una salida política mediante el RR o elecciones adelantadas. Sin embargo, estos temas ni siquiera se consideraron, tal como lo informó el oficialismo y la MUD no refutó.
La MUD fue creada como un mecanismo exclusivamente electoral y no para la conducción política de las fuerzas democráticas, por eso después de las elecciones parlamentarias del 6D, debió ser sustituida, de inmediato. De manera que a partir de esa fecha el hecho de que la MUD, mediante 3 o 4 partidos pretenda liderar y representar a toda la oposición, constituye una usurpación de la participación efectiva de los demás partidos políticos que la integran y una discriminación inaceptable.
Lo señalado anteriormente evidencia que el diálogo sólo ha servido para oxigenar al régimen nacional e internacionalmente, por ello, en mi opinión, es urgente crear una instancia política donde converjan todos los sectores democráticos de la vida pública nacional, que aglutine un liderazgo de oposición transparente, que de verdad quiera a Venezuela, que aproveche el vigor y el inagotable coraje de los venezolanos, particularmente de las mujeres, en su lucha contra la opresión y la miseria reinante y que genere la confianza necesaria en el pueblo para junto a este sacar del poder a los asaltantes bolivarianos, a este régimen criminal, instaurado por Chávez, continuado por un extranjero y sostenido por inmorales y corruptos civiles y militares.
Carlos Ortega
16 de noviembre del 2016
Asilado político
Lima, Perú
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