lunes, 19 de diciembre de 2016
LOS TAMBIÉN Y LOS TAMPOCO
LOS TAMBIÉN Y LOS TAMPOCO
Miguel Aponte
La realidad de las
sociedades no se conforma con lo que está ahí, sino con lo que el ser humano
pone ahí. Nada de lo que existe en la sociedad es para siempre, ni el presente
está santificado y tiene que ser porque sí. Así, cuando el chavismo se hace más
agobiante e imbécil, tanto más podemos asegurar que su debilidad y
desesperación se respira por todos lados.
Se trata de un
zombi cuya única característica es su capacidad de destrucción; no puede actuar
sino para dañar, es incapaz de acción constructiva alguna. En su foso
existencial sólo atina a los manotazos. La tragedia de su situación es que
obviamente tampoco es capaz de llevar a cabo las operaciones mínimas necesarias
para continuar haciéndose viable, ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo
político. Esto es así tanto en su política interna como también en sus
relaciones internacionales. Su derrumbamiento es total.
Bastaría, es verdad, con que la
oposición se ate a la constitución y las leyes, como Ulises al mástil, para
causarle un terremoto, pues, paradójicamente, que se cumpla ésta hace más daño
al régimen que cualquier cosa. Ahora bien, estemos claros, para cumplir y hacer
cumplir la agenda constitucional y democrática hace falta exigirla y el apego a
la paz no puede confundirse con debilidad, concesión y tampoco simple juego de
cintura, este es el punto. La paz no está reñida con la firmeza.
Gandhi jamás levantó un dedo para
violentar nada, pero nunca jamás fue ambiguo frente al imperio que combatió.
Siempre y en todo momento les exigió que debían irse de su país y nunca les
corrigió los errores para prolongar la vida del régimen británico, bajo el pretexto
de la paz; nunca negoció para hacerse preso por conveniencia y cálculo y
tampoco cedió para conseguir un puesto o un presupuesto burocrático. Hay que
apoyar al liderazgo opositor, pero también es necesario que salga de su casita
de muñecas y se decida a gobernar, porque la voluntad de poder es como la
libertad: no se aprende, se tiene, se usa. Punto.
Miguel
Aponte @DoublePlusUT
Domingo 18 de diciembre del 2016.
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