lunes, 12 de mayo de 2014
LUIS MARÍN - EL TRIMESTRE DE LOS ESTUDIANTES
TRIMESTRE DEL ESTUDIANTE
ALGUNOS SORPRENDENTES
PARALELISMOS
La semana del estudiante de 1928 se
inscribió en el contexto del carnaval, tuvo mucho de fiesta condimentada con
algo de sátira política y no poca ingenuidad; pero las tiranías militares no
tienen sentido del humor, sino esa hosca seriedad cuartelaria tan propia de
sujetos entrenados para herir y asesinar profesionalmente al prójimo, bajo la
cobertura moral del cumplimiento del deber.
Así, los jóvenes irreverentes fueron a
dar a La Rotunda y más tarde sus compañeros, en solidaridad generacional, al
Castillo de Puerto Cabello. Esto dio un giro dramático a la historia y de esa
hornada salieron los personajes más influyentes del siglo XX venezolano.
Esa no podía ser la intención del
general Juan Vicente Gómez, ni de sus lugartenientes, ni siquiera de su ala
luminosa de intelectuales que conjuraban el futuro pergeñando teorías
justificadoras del despotismo militar bolivariano.
Pero por cierta ironía de la historia,
fraguaron la espada que habría de ensartarlos, enhebraron la soga con la que
serían ahorcados, cavaron la fosa donde iban a enterrarse ellos mismos, sin
proponérselo.
La lucha de los estudiantes del siglo
XXI es de mayor envergadura, más sangrienta y cruel que aquella: nadie se
imaginaría siquiera que un esbirro de entonces le disparara a “Beatriz I” un
certero balazo a la cabeza con un fusil Dragunov con mira telescópica, como a
la mayoría de los 42 muertos de esta última jornada de apenas tres meses o que
le metiera el caño del fusil por el culo a estudiantes prisioneros; sin
embargo, no deja de mostrar algunos sorprendentes paralelismos.
LO NUEVO ES LA COBERTURA MEDIATICA
Si no puede decirse que la razzia contra
los campamentos juveniles en algunos puntos de Caracas sea la mayor jamás vista
es porque el número de secuestrados coincide con los más de doscientos que
Gómez mandó al Castillo Libertador de Puerto Cabello. Nótese que el Castillo se
llama “Libertador”, de manera que no hay tampoco mayores innovaciones en la
neolengua totalitaria.
Si es nueva la cobertura mediática.
Gómez no hablaba tanto, lo que puede agradecérsele y hace que esto sea
muchísimo peor: una insidiosa campaña de difamación, calumnias y descrédito
agrava la tortura física y moral de las familias.
LOS MILITARES BOLIVARIANOS DEL SIGLO XXI
SUPERAN LARGAMENTE EN MALDAD A LOS DEL SIGLO XX
Los militares bolivarianos del siglo XXI
superan largamente en maldad y sevicia a los del XX, como éstos superaron a los
del XIX; por el lado de los estudiantes, como sus experiencias no pueden
entenderse sino en términos de educación, la pregunta que asalta no puede ser
más obvia: ¿Qué es lo que se está formando? ¿Qué tipo humano va a surgir de
todo esto? ¿Cuál será esa, la sociedad real del futuro que está creándose hoy?
Los que ignoran la historia, suele
decirse, están condenados a repetirla.
LA SONRISA DE LA HISTORIA
VENEZUELA HA TENIDO QUE PAGAR MÁS DE 250
MIL MUERTOS
Venezuela ha tenido que pagar más de 250
mil vidas sólo para comprobar la falsedad de las teorías de Elio Gómez Grillo
sobre la sociedad criminógena. Tal como se la ha querido interpretar, nadie es
criminal en sí mismo, sino que es la sociedad quien criminaliza, quien elige
que individuos y que actividades son criminales.
Es la sociedad el caldo de cultivo donde
se genera el delito y el delincuente, con el sorprendente resultado de que se
invierten los términos y el criminal ya no es victimario sino la víctima de una
sociedad que lo ha creado, presumiblemente, contra su voluntad.
Esta teoría tiene una fantástica
expresión en el lenguaje socialista en la frase de Teodoro Petkoff según la
cual no sabe quién es más ladrón, si quien funda un banco o quien lo roba.
Frase muy oportuna en una época en que el Partido Comunista de Venezuela
se financiaba asaltando bancos, actos que apropiadamente llamaban
“expropiaciones”.
El problema para ambos es que los
actuales administradores del sistema de justicia se han tomado al pie de
la letra sus afirmaciones, no como metáforas o formas de hablar, sino en el
sentido literal, como suelen hacer los militares sin imaginación literaria.
Esto es lo que explica que a tantos
asesinos, ladrones y secuestradores les hayan dado chapas de policía o los
hayan nombrado jueces, siempre en el entendido de que eso basta para
convertirlos en ciudadanos ejemplares.
SEGÚN ESTA FILOSOFÍA LA SOCIEDAD DECIDE
‘ESTE ES EL TRAIDOR, ÉSTE EL HÉROE’
Pero también, en contrapartida, que a
tanta gente honrada la hayan metido en la cárcel, la hayan difamado y enviado
al exilio según esta filosofía: la sociedad es quien decide, “éste es traidor;
éste héroe” y eso es suficiente en un muy mal entendido positivismo.
Desafortunadamente para EGG y sus
numerosísimos discípulos, hay algo más que la mera decisión social, de un juez
u otro funcionario: los criminales existen. Y podemos
asegurar que ellos no se los llevan a sus casas como domésticas, jardineros,
choferes y escoltas. Y si lo hacen, pagarán las consecuencias de su error
in eligendo.
Como paga la sociedad civil el tener
presos a los auténticos policías y sueltos a los criminales. Esta no es una
cuestión de opinión sino de constatar los resultados prácticos de una política
criminal, en el doble sentido de tratar al delito y por las consecuencias que
tiene para la familia venezolana.
LA NEOLENGUA TOTALITARIA DEL MINISTRO
El ministro que en la neolengua
totalitaria, que todo lo pone al revés, no puede llamarse sino “de justicia y
paz”, lo hace evidente en sus rocambolescas ruedas de prensa tratando de
criminalizar actividades inocuas y a personas intachables en la creencia de que
basta que él diga que son delincuentes para que lo sean; siendo a la vez
palmario que ante doscientos cincuenta mil asesinatos no haya agarrado a nadie,
que el secuestro exprés y el narcotráfico sean las únicas industrias en
expansión en este país.
Cualquiera se da cuenta que cuando
resuelven un crimen en tiempo record, si la víctima es prominente, es otra
mentira. No agarran a nadie o agarran a cualquiera y le imputan cualquier cosa,
porque, al fin y al cabo, como ni siquiera los exhiben en público, nadie los
carea, ni hay contraste de información, todo se vuelve teatro.
TIENEN UN KIT PARA EXHIBIR EN CADA CASO
Tienen un kit para exhibir en cada caso,
según la banda que desmantelan sacan de un almacén los objetos “incautados” y
los muestran al público sin ningún rubor. Si alguien se ocupara de contrastar
estas exhibiciones probablemente verificaría sin sorpresa que son los mismos
objetos desvaídos por miles de ruedas de prensa.
La cocaína desapareció hace años porque
se la robaron ellos mismos para venderla o inhalarla, lo mismo que unos dólares
que ya fueron gastados y sustituidos por otros falsos de cualquier incautación
anterior.
¿Y QUÉ HACE UNO CON DÓLARES EN UN
CAMPAMENTO?
Esto hace que, como en las películas de
bajo presupuesto, unas cintas se mezclen con otras y produzcan resultados
hilarantes, si no fueran trágicos. En el asalto a los campamentos juveniles, a
los que llaman “campamentos violentos” (pero uno no sabe cómo puede ser
“violento” un campamento), exhiben armas, drogas ¡y dólares! Más allá de la
crítica usual de cómo van a tener dólares unos jóvenes que no tienen para pagar
un pasaje, lo ridículo es ¡¿para qué?! ¿Qué hace uno con dólares en un
campamento?
Lo que pasa es que el jefe de utilería
le llevó a Rodríguez Torres el kit que usan para la captura de narcotraficantes
y ése, lleva dólares. Desafortunadamente ya no hay periodismo independiente en
Venezuela porque sino hubiera sido interesante que le preguntaran qué hacían
esos jóvenes con dólares en unas carpas.
Pero el ministro se va transfigurando,
en su psicosis los estudiantes se transforman en drogadictos y sin solución de
continuidad en terroristas; se le olvida que está hablando de “hijos de vecinos”
y que no está en medio de la selva, en un campamento como el de su camarada
Raúl Reyes, sino en Chacao, en el centro de Caracas.
Asimismo dice que encontraron
“promiscuidad”, como si eso fuera un coroto que puede constar en un acta; le
faltó completar “sexual”, que es lo que quería insinuar. En general, se
entiende por promiscuidad el intercambio de parejas. Pero, ¿cómo se encuentra
eso en un supuesto allanamiento? ¿Personas de distinto sexo conviviendo en
carpas? En ese caso, ¿cuál es el crimen?
¿Y CÓMO PUDO ESTE PAÍS CAER HASTA AQUÍ?
Lo que está en el fondo es el afán, más
propio de vieja chismosa, de incitar un escándalo beato, manipular un morbo
pacato e hipócrita, a la vez que rebajar una protesta legítima a camping
vacacional; pero si así fuera, si alguien le creyera sus infundios y calumnias:
¿eso justificaría la movilización de cientos de policías y guardias nacionales?
Uno se imagina a un grupo de hombres
serios, entrenados toda la vida para la defensa nacional, alrededor de una
mesa, con trajes de camuflaje, manipulando planos y gráficos aéreos, cotejando
cifras, calculando efectivos enemigos y propios, resolviendo graves problemas
logísticos, de avituallamiento, estudios del terreno, vías de ingreso y escape,
todo esto para asaltar unos campamentos escolares: ¡El factor sorpresa es
esencial! ¡Una operación limpia!
Luego lo que se siente es pena, una gran
vergüenza: Dios mío, ¿cómo este país pudo caer hasta aquí?
La historia sonríe: después de Boyacá,
Carabobo, Ayacucho, Pichincha, los generales, Acosta Carles, recordado por el
asalto a la Coca Cola, con eructo; Alcalá Cordones por el asalto a la división
motorizado de la PM, con abrazo; Ramírez Torres, por el asalto a los
campamentos de nuestros muchachos, con insultos.
Podrán decir con su comandante en jefe,
Fidel Castro: “La historia nos absolverá”. Quizás Dios perdona; pero la
historia es implacable.
BOLIVARIANISMO DEL SIGLO XXI
EL LOGRO MÁS NOTABLE
DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
ES UN PASTICHO
INDIGERIBLE
El general Juan Vicente Gómez fue el
fundador del bolivarianismo moderno y se identificó con el libertador al punto
de hacerse morir en la misma fecha que él, un 17 de diciembre. Lo irónico es
que creó esta ideología, nacionalista y patriótica, para oponerla al
internacionalismo socialista.
El logro más notable del socialismo del
siglo XXI es integrar ambas ideologías en un pasticho indigerible que combina
ambos elementos con cristianismo y comunismo, que hasta ahora suscribía la
consigna “ni Dios, ni patria, ni rey”.
Salta a la vista el daño terrible que
hace el colaboracionismo a la claridad política y conceptual de la oposición,
partiendo del cálculo erróneo de que el chavismo es mayoría o por lo menos la
mitad del país, por lo que, si quiere crecer, necesariamente tiene que hacerlo
mordiendo en ese sector.
Su estrategia es imitar a Chávez en
gestos y palabras, agregando el error de creer que se puede atraer algo de
aquel lado sin perder nada de éste. El resultado no puede ser peor: no consigue
nada con los chavistas “moderados” que prefieren el original a la imitación y
pierden a los opositores “radicales” que no quieren nada que huela a chavismo.
EL APELATIVO BOLIVARIANO ES UNA DECISIÓN
POLÍTICA
DEL COLABORACIONISMO
Queda claro que el uso del apelativo
“bolivariano” es una decisión política del colaboracionismo para congraciarse
con un sector militarista que lo tiene como piedra angular de su ideología y
que no puede, ni quiere aceptar nada fuera del bolivarianismo.
Podría decirse sin ofender a nadie:
constitución de la república de Venezuela, de la república o Venezuela (por
separado), constitución nacional, carta magna, constitución; pero cuando se
agrega “bolivariana” se está tomando una posición política partidista.
Si la república es bolivariana el que no
sea bolivariano está fuera de la república, es un apátrida. He aquí el fundamento
de las calumnias y descalificaciones que ponen a los opositores como agentes
extranjeros, tal cual como en una república socialista soviética. ¿Qué pasa con
los que no son socialistas ni soviéticos?
Esta es la increíble violencia que no se
advierte cuando se califica a una república con un apelativo político,
ideológico, religioso, tanto como cuando se hablaba de repúblicas cristianas
como ahora de repúblicas islámicas.
EL TAL PODER POPULAR NO EXISTE EN LA CONSTITUCIÓN
Así, se ha aceptado dócilmente nombrar a
cada ministerio como de un supuesto “poder popular”, pero ocurre que tal poder
popular no existe en la constitución, aunque los elevaron de los tres
tradicionales a cinco; pero sí existe en la constitución de Cuba.
Es un subterfugio de Fidel Castro para
eliminar la separación y equilibrio de poderes, porque los poderes públicos son
subordinados explícitamente en la constitución al poder popular que, por
supuesto, encarna el comandante en jefe.
El lenguaje es la primera víctima del
totalitarismo, pero también su eficaz herramienta de dominación.
Luis Marín
11-05-14
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Febrero de 1928-febrero 2914,
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