sábado, 5 de septiembre de 2015
EL TALANTE DEMOCRÁTICO
EL TALANTE DEMOCRÁTICO
Miguel Aponte
La democracia no
depende del modelo económico que la sociedad adopte; en todo caso es al revés.
Si esto no se entiende, se termina matando a la democracia. No es que el
capitalismo o el socialismo la “traen” consigo; al contrario, posiblemente sea
negándola que “funcionen mejor”. El talante democrático suyo o mío tampoco
depende de que se sea “liberal” o “marxista”. La democracia es una creación muy
anterior a estas ideologías y además su propio “modo de ser” es otro. Las
ideologías han secuestrado la categoría democrática vaciándole de contenido
para someterla a su proyecto ideológico.
Creyeron encontrar un
“vínculo seguro” entre democracia y modelo económico buscando, en el fondo,
someter la libertad -el bien más preciado de todos- a esa “manía” moderna
que es el determinismo y la centralidad en lo económico. Es un error
positivista que no puede sino desembocar en contradicciones y la muerte de la
democracia y la libertad que dicen proteger; y este es el núcleo del problema
que enfrenta la verdadera política hoy. Es verdad que hay vínculo entre
libertad, política, democracia y economía. El error está en creer que “lo
económico” determina o, peor, garantiza a las otras. El imaginario dominante
nos impone ser marxistas o liberales sin cuestionar. Entonces, para ellos, si
usted o yo no es liberal o marxista no existe para la política. Absurdo total.
La ideología funciona
como todo maniqueísmo: falsa lógica entre el bien y el mal. ¿Cómo razonan estas
ideologías? Veamos: “yo tengo razón, yo soy el bien; tú no la tienes, tú eres
el mal”. Esto necesariamente desemboca en la negación del otro; y, pregúntese,
¿hay algo más antidemocrático que negar al otro?
El talante democrático
es otra cosa porque no supone que se tiene “la razón absoluta”, sino que se
enfrenta una opinión a otra. No se impone, sino que negocia, reconoce y cede;
sabe que la propia razón siempre es limitada y que todos ganamos admitiendo las
razones del otro; en el fondo su lógica interna está gobernada por la regla “yo
soy porque tú eres”.
El talante democrático
conduce a la universalización de la política; ésta, por tanto, no es las
intrigas de una banda en Miraflores intentando quedarse allí para siempre, sino
la manera como la comunidad define y configura sus instituciones. Esta
comunidad en esa misma medida se hace “comunidad política”. La política,
entonces, tiene que estar en la vida cotidiana de la gente si queremos
ciudadanos y no simples ovejas.
Por eso, tampoco hay
nada más ajeno al talante democrático que la reelección indefinida, las leyes
habilitantes, el secuestro del espacio público y de los poderes públicos y la
militarización de la sociedad y es por esto que el chavismo niega la democracia
y es un camino seguro a la destrucción nacional.
Miguel Aponte
30 de agosto del 2015
Etiquetas:
Democracia,
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Socialismo Siglo XXI,
Venezuela 2015
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