martes, 14 de octubre de 2014
EL PATRIOTA COOPERANTE
Juan Guerrero
EL PATRIOTA COOPERANTE
Juan Guerrero
No existe algo que sea
más degradante a la condición humana que un individuo traicionando, delatando a
un semejante. Esta oprobiosa actitud se vivió de manera dantesca en los años de
la Europa dominada por el nacionalsocialismo o como generalmente se le ha
conocido; nazismo.
Fueron tiempos
terribles, momentos cuando no era posible confiar en nadie ni mucho menos en
quienes se acercaron al poder para protegerse, adulando a sus jefes. A esos
individuos se les llamó de varias maneras: colaboracionistas, comisarios
culturales o delatores.
Al finalizar la
Segunda Guerra Mundial la gran mayoría de ellos, intelectuales, artistas,
académicos o simples políticos, comerciantes y parroquianos, fueron tomados por
las turbas, linchados y colgados entre los escombros que dejó semejante
torbellino bélico.
Esa práctica del
individuo transformado en agente colaboracionista de un régimen fue adecuándose
para poder sobrevivir con los nuevos tiempos.
Los regímenes
totalitarios, autoritarios y militaristas, tanto de derecha como de izquierda,
han sabido valerse de estos tristes y grises personajes quienes, una vez
utilizados, son desechados como podredumbre humana que no tiene más valor para
su uso.
Los más osados han
sabido encontrar protección de padrinos, quienes les ubican casi siempre fuera,
lejos del país de origen mientras el resto es sentenciado, generalmente
asesinado con tiros de gracia.
A esta gente nadie le
tiene confianza ni menos respeto, pues han vendido su honor por dinero, por un
cargo público o por favores financieros.
Causalmente el
laureado Premio Nobel de Literatura 2014, Patrick Modiano, aborda en su obra
literaria la temática de los colaboracionistas en la Francia ocupada por los
ejércitos hitlerianos.
En Venezuela siempre
hemos tenido estos seres grises, anodinos y vendidos al mejor postor, sea por
dinero, por cobardía o por resentimiento, bien social o político.
El caso más
emblemático fue el del marqués del Toro, quien cambiaba de bando según la
intensidad del conflicto independentista. Unas veces se las jugó con los
patriotas mientras otras, con carta de súplica ante el mismísimo rey pidiendo
clemencia, se pasaba al bando realista. Terminó enterrado en el panteón
nacional.
Ahora en la Venezuela
del siglo XXI al régimen de turno le ha dado por denominar a estos agentes del
deshonor humano “patriotas cooperantes” con pago, bono o gratificación
incluida.
Varios de ellos desde
hace algún tiempo, intelectuales y artistas, se han ganado un cargo en el
servicio exterior mientras otros, fablistanes y llamados académicos, medran
alrededor del régimen esperando su mendrugo a cambio de información.
Quienes conocen a
estos individuos les dicen popularmente “sapos” y también “chupamedias”.
Triste terminar
señalado por los ciudadanos decentes de un país de manera tan deleznable.
Despreciado. Es humillante para un hijo, un nieto, saber que su padre, su
abuelo se le conoce de esa manera porque una vez inclinó la cabeza y fue débil
ante el Poder.
@camilodeasis
Mensaje enviado a Juan Guerrero
Desde El Universal
Estimado Sr. Juan
Guerrero,
Lamento mucho
informarle que su artículo “El patriota cooperante” no fue aprobado por el
Consejo Consultivo para su publicación.
No pudimos avisarle
con antelación para sustituirlo por razones estrictamente operativas.
Quedamos
pendientes de su próximo artículo de 4.900 para el martes 21-10 en versión
digital.
De Usted muy
atentamente,
Miguel Maita
El Universal
La respuesta de Juan
Guerrero
Apreciado Miguel
Maita;
Dejémonos de
eufemismos. ¡Al pan, pan, y al vino, vino! El mencionado por ti, Consejo
Consultivo, que desaprobó mi artículo El Patriota Cooperante, lo hizo
imponiendo su visión ideológico-política que obviamente se traduce en lo que
comúnmente se llama “censura”. No hay otra manera de entenderlo, visto el
momento histórico por el que atraviesa el periodismo venezolano y
particularmente, los articulistas de opinión. Desde 1985 envío mis artículos a
diferentes medios informativos, y desde hace cerca de dos años, a El Universal.
Agradezco la deferencia
que tuviste al invitarme a publicar mis escritos en un diario que fue paradigma
del periodismo plural, libre y honorable.
No puedo permanecer
entre quienes vetan, censuran y coartan el ejercicio de las ideas.
Cordialmente,
Juan Guerrero
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3 comentarios:
Este muchacho demuestra que queda dignidad en esta siquitrillada Venezuela. Buena su firmeza de no avalar la censura de este medio que ya es del régimen. Lo felicito.
Sebastián Carpio Gil
Sólo el colaboracionismo periodístico permanecerá en El Universal. La gente decente no tiene nada que buscar en esa pocilga chavista.
Gabriel Machado
Excelente artículo. Y valiente, honesta y responsable respuesta a los dueños y pisoteadores de esta Venezuela.
Marisol Sierra
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