viernes, 7 de noviembre de 2014
UNA “COMPLEJA” RESPUESTA A ROLAND DENIS
UNA “COMPLEJA” RESPUESTA A ROLAND DENIS. (I)
Un artículo de Roland Denis “La
funcionalidad de la muerte: de Robert Serra a José Odreman” [1],
en el cual habla del asesinato del joven diputado y destaca como en medio del
despliegue de honores al nuevo “mártir” de la revolución, se produce la masacre
-por parte de CICPC “bolivariano”- de cinco activistas del colectivo 5 de Marzo. Respondiendo
al artículo aludido, escribimos: “Rolan Denis y la funcionalidad del doble
discurso” [2]
donde confrontamos nuestro análisis a esa corriente emergente a la que llamamos
“chavismo vergonzante”. La contra respuesta de Denis no se hizo esperar;
aparece acá en negritas y cursivas, seguida de
nuestro comentario escrito sobre la base de realidades que demuestran la
continuidad histórica de una política que se corresponde con un modo de
producción y distribución y su correspondiente Estado, donde abundan discursos reformistas,
oportunistas y utopistas para ocultar lo inocultable: que la esencia opresiva del
Estado capitalista no ha sido alterada, como pretenden hacérnoslo creer quienes,
desde diversas trincheras, persisten en maquillar las actuaciones del Estado y en descontextualizar éstas del proceso
económico y político mundial.
Si bien es cierto que este material va
dirigido a Roland, vale también para responder a los postulados de ese
“chavismo vergonzante” que, valiéndose de toda una “neo taxonomía marxista”,
persiste en su empeño de sostener la contrarrevolución en pleno desarrollo en
Venezuela.
“Una sencilla contra respuesta a Pablo
Hernández[3]
1.- Muy bueno tu análisis Pablo,
efectivamente este es un gobierno que se ha transformado de más en más en un
gobierno de camarillas desfalcadoras. ¿Solamente militar?, no, allí entran
múltiples agentes políticos y económicos más allá de los militares- Ahora bien,
tu como buen hijo del marxismo mecanicista estás viendo al gobierno como una
totalidad cerrada, una dictadura contra el pueblo, contra quien se ejerce toda
una carga de represión y opresión”. (RD)
Antes que nada Roland, vayamos a lo
concreto de tu análisis, sobre lo que llamas mi visión hija del “marxismo mecanicista”
que, “de la totalidad del gobierno, apenas alcanza a ver algo cerrado solamente
militar, cuando también hay agentes económicos y políticos”. Entendemos al Estado,
y la forma de ejercer el dominio y el poder a través de los llamados gobiernos,
monarquías, etc., como una institución de la sociedad, muy vieja y antigua,
creada a partir de la aparición de la propiedad privada, las clases, la familia
patriarcal y la religión.
La
historia ha probado desde la antigüedad que las instituciones políticas y
militares creadas por la propiedad privada y la clase propietaria, como minoría
social, sirven para ejercer el dominio y la explotación sobre las mayorías
trabajadoras, en función de los intereses de los propietarios privados. Por
ello, la burguesía cuando derrocó al feudalismo dejó intacto al ejército, la
burocracia y la religión; modificó sí las
formas del Estado pero sin alterar su esencia, hasta el punto que dejó a los
reyes y monarcas, como en Holanda e Inglaterra, que luego de 400 años de
capitalismo, siguen siendo bastiones del capital y son instituciones de dominio
arraigadas dentro de la población. El llamado “socialismo realmente existente
de Stalin, así como los llamados socialismo cubano, chino, etc., han seguido
exactamente el mismo camino. Ejercito permanente, burocracia gubernamental
hegemonizada por el “partido de vanguardia” y la religión divina es sustituida
por el más vulgar culto a la personalidad al nuevo dios viviente. Mientras la
explotación económica, el trabajo asalariado, las clases y la familia
patriarcal se desarrolla a todas sus anchas
Pero no se necesita ir a Europa, ni
recurrir al “marxismo”, para comprobar cómo en la historia de Venezuela, desde
sus orígenes hasta hoy, la espada y la cruz, la violencia y la religión, el
ejército y las iglesias[4]
siguen siendo el fundamento del llamado Estado venezolano como organización de
la sociedad, de acuerdo a los intereses y privilegios de la minoría propietaria
vencedora en cada momento, a pesar de la infinidad de “revoluciones” de las
cuales nos cuenta la historia nacional y oficial, del gobierno de los
vencedores.
Observa cómo el ESTADO FUNDADAMENTADO
EN LA PROPIEDAD PRIVADA, LAS CLASES SOCIALES, LA RELIGIÓN, DIRIGIDO POR
GOBIERNOS CIVILES O MILITARES, SIEMPRE Y EN TODO MOMENTO HAN SIDO Y HAN REPRESENTADO
A LOS INTERESES DE LA MINORIA PROPIETARIA. Estos pilares de la dominación de
los propietarios han exhibido determinadas formas modificadas a lo largo del
tiempo, de acuerdo al modo de producción y de la clase que ha vencido, pero la
esencia de esa TOTALIDAD CERRADA LLAMADA ESTADO SIGUE SIENDO LA MISMA, AUNQUE
LOS IDEÓLOGOS DEL CAPITAL, DE TIEMPO EN TIEMPO, TRATEN DE VENDER AL ESTADO Y SUS GOBIERNOS
COMO UN ORGANO APROVECHABLE Y MODIFICABLE EN BENEFICIO DE LAS MAYORIAS. En
nuestro caso, aquí en Venezuela, desde 1500 hasta hoy el amo extranjero con sus
agentes y cómplices internos (patronos, políticos, curas y militares), sigue
siendo el principal factor de propiedad y por ende del poder político,
independientemente de los gobiernos civiles o militares, “democráticos” o
dictatoriales que se han conocido a lo largo de ese periodo.
Haz un simple ejercicio: compara el
Requerimiento que el conquistador y el cura que lo acompañaba, le leían en
latín o español antiguo a los aborígenes antes de masacrarlos, con el artículo
1 de la Constitución de 1811 y con el Preámbulo de la Constitución Bolivariana
de 1999, y verás sin solución de
continuidad como el cuento ha cambiado muy poco, es el mismo musiú con diferente
cachimbo.
Entonces Roland eso que llamas
gobierno, que no es más que una parte de esa totalidad que se llama Estado y
que como bien sabes, dentro de esa totalidad, vale decir la hegemonía, o sea el
poder del Estado, la detenta siempre la minoría propietaria. Este es un poder
que la clase propietaria NO COMPARTE, y
que es erigida en una totalidad que no admite cuestionamientos[5].
Lamentablemente Odreman, para
mencionar al más reciente de los ejecutados,
no comprendió que el Estado del capital, y los militares y políticos que
ejercen el Poder politico, no admite competencia, solo permite servidores
públicos a su servicio y fines de dominación, y para ello necesita -como tu bien sabes y lo
has comprobado por experiencia propia-, hombres y mujeres venidos de abajo, desde
los Odreman hasta los Britto Garcia, pasando por los Chávez, Rodríguez Torres,
Cabello, Maduro y en la “Venezuela del siglo XXI” a todos esos “guerrilleros”
que el 4 de febrero del 2012 vimos desfilando ante el caudillo de turno.
Roland, al Estado y al gobierno se les
derroca y se les enfrenta en la calle, ese es el escenario donde se dirimen los
derechos y libertades de los explotados que, históricamente, solo se conquistan luchando porque el Estado no se los
“regala”. Cómo actúan los factores de
poder y cómo manejan la política lo
pudiste observar con lujo de detalles
entre el 11 y el 13 de abril del 2002. ¿O es que tú crees en verdad, que el
pueblo rescató a Chávez?
Pregúntale a Ali Rodríguez, “antes de
que se le olvide”, cómo y quiénes negociaron el retorno de Chávez.
Pregúntale a Baduel, quién le dio la
orden para ir a buscar a Chávez a La Orchila, en aquella maniobra que luego se
vendió como Operación Rescate.
Pregúntate tú, cómo y por qué supuestos fascistas y gorilas de la talla de Néstor
Rodríguez, Medina Gómez y el resto de militares, le perdonaron la vida a Chávez
EN ABRIL. Singulares fascistas estos que le perdonan la vida a su “acérrimo
enemigo”; Pinochet no vaciló en asesinar a Allende bombardeándole el Palacio.
Todo esto es historia muy reciente, y
el asesinato de Odreman es un ejemplo
más del verdadero militarismo y terrorismo de Estado que nunca se ha ido de
Venezuela.
El Estado es el escenario de la lucha
de clases. Pero eso sí, es lucha de clases cuando éstas, en especial las clases
trabajadoras y asalariadas tienen conciencia y organizaciones autónomas que recojan
y defiendan sus intereses y aspiraciones. Y te pregunto, salvo con Boves y su Rebelión
Popular de 1814, ¿me podrías mencionar un solo ejemplo en la historia de
Venezuela donde el indio, el campesino, el artesano o el obrero hayan levantado un programa de clase y, sobre
todo, una organización que se contraponga al programa y estructura de la clase
propietaria?
Lamentablemente, la historia de
Venezuela conoce de luchas y violencia donde los de abajo han puesto los
muertos y los votos, pero estas luchas generalmente fueron conducidas en
beneficio del sector de la clase dominante que tiene claridad de lo que busca,
verbigracia los mantuanos caraqueños, los terratenientes y caudillos con Zamora y Falcón; y así ha sido, no como fatalidad, pero si como
tragedia a lo largo de la historia de este país, hasta llegar al presente donde
tú y muchos “guerrilleros, comunistas y revolucionarios” repiten la historia al servir de furgón de cola, de
coro y de careta al partido militar que logró, en 15 años, lo que no pudieron
AD y COPEI en 40 años de dominación: PRIVATIZAR EL YACIMIENTO PETROLERO
VENEZOLANO, HIPOTECAR EL PETRÓLEO Y MINAS, ENDEUDAR MASIVAMENTE A VENEZUELA, Y
LO QUE SE CREIA IMPOSIBLE: QUEBRAR AL PAIS CON EL YACIMIENTO PETROLERO MÁS
GRANDE DEL MUNDO. CON TAMAÑA HAZAÑA, EN SOLO SEIS AÑOS, CHÁVEZ Y SU GOBIERNO SE
HACEN MERECEDORES POR UNANIMIDAD DEL PREMIO NOBEL DE ECONOMIA.
Y por favor, no argumentemos la
necesidad de las luchas económicas y reivindicativas, que no es igual un
gobierno “democrático” a una dictadura, que las reformas son necesarias, y tantos otros lugares comunes que se han
convertido en los principios de la
táctica de los oportunistas, muy especialmente de la “vanguardia histórica”, como
es el caso del célebre camaleón llamado el PCV. Mejor, centrémonos en el escenario de la discusión.
“A mí no me interesa salvar gobiernos,
no creo en gobierno nacidos de la ley burguesa y sabrá el destino humano si
algún día podremos deslastrarnos de ellos, simplemente trato de ver como decía
Lenin la realidad desde la situación concreta y no la que se ajusta solamente a
mis preceptos ideológicos.” (RD)
Roland, declaras que “no te interesa
salvar gobiernos y menos salidos de las leyes de la burguesía”. Bueno, a los
seres humanos se les caracteriza y analiza por sus hechos y no por sus
palabras, por lo que hacen y no por lo que dicen de sí mismos, significa
entonces que nuestros actos nos definen. Pero, es inocultable que tú, a lo
largo de varios años, has tratado de salvar a este gobierno y de convencer a
quienes te oyen de que este gobierno es una especie de revolución, de avance, y sobre
todo que Chávez fue un revolucionario.
Pues bien, qué te dice hoy la
situación concreta y el resultado final de 15 años de gobierno de militares con
políticos adoradores de un caudillo, que en el más vulgar culto a la
personalidad, tratan por todos los medios de erigir como un nuevo padre de la
patria:
Venezuela ha sido entregada
amordazada, atada y doblegada al capital financiero y petrolero internacional
sin necesidad de un ejército de intervención. Hoy las mayorías del país sufren
la más grande crisis de su historia y en
todos los órdenes. Esta, y no otra, es la situación concreta a la cual
tú ni le das explicación, ni respuesta, por el contrario, pretendes “vender una
realidad” como si las condiciones actuales del país, surgieron con Maduro y lo que
existe es una “lucha entre
fracciones de poder en su proceso de descomposición”; un análisis parcelado y
sin continuidad que desvincula a Chávez, y su política, de lo que ocurre hoy en
Venezuela.
Precisamente, esto es tratar de
ajustar la “realidad de la situación concreta a tus preceptos ideológicos”,
según la cual Chávez fue una especie de revolucionario, que intentó una
transformación del país en beneficio de las mayorías. Y se insiste en ello
precisamente cuando los hechos, las cifras, las estadísticas y la vida diaria
de millones de hombres y mujeres de a pié, no demuestran más que la
contrarrevolución y el retroceso que han significado 15 años de gobierno
militar y policiaco. Es evidente Roland, que después del camino andado tengas
que defender, justificar y tratar de explicar tu posición de apoyo y defensa de
todo este proceso que llamas revolución o como quieras. Seamos sinceros, y revisemos quién ajusta la realidad a “preceptos ideológicos”.
Veo que el prisionero de su pasado reciente- y sobre todo de sus acciones- eres tú y no yo. Es innegable que tú, y otros
tantos, se montaron en ese autobús creyendo
en los gritos y palabrerías del conductor y ahora no encuentran como bajarse,
pero lo más grave, es que no encuentran como bajar a quienes ustedes embarcaron
en semejante fraude.
Llama mi atención que uses al marxista
Lenin como argumento, cuando más adelante
acusas mi posición de “ideología”, mientras que lo tuyo es un intento
de “recreación política, desde algo donde estamos en muy mal momento”. Buen juego de palabras, lo mío es ideología,
algo así como reflejo invertido de la realidad, falsedad; lo tuyo es
“recreación política”, algo así como pseudociencia o por lo menos una postura
“científica” que supera la ideológica.
“Tú me acusas de pequeño burgués por estar
diciendo que al pobre de Serra lo mataron paramilitares ligados a la derecha.
Muy bien, pero en todo caso eso no es lo que digo, simplemente le dejo la
ventana abierta a la gente para que entienda que eso no es así, que hay mucha
ingenuidad es que querer ver algo como mis deseos lo dictan, cuando la realidad
es otra. Pero no importa si quieren interpretarlo de esa manera perfecto.
Asumamos en todo caso que estamos ante dos grandes monstruos uno que tiene que
ver con el terrorismo internacional fascista y el otro el terrorismo interno de
Estado, eso es lo importante, en ese lío estamos más allá de ideologías. El
problema es que tu --y me disculpas pusiste la cagada- al reivindicar
las guarimbas y los movimientos de ultraderecha en su momento, Hasta los
francotiradores de Valencia que se pegaron a tres obreros y un policía los
vistes como víctimas del opresor interno, cuando eran unos asesinos. En tu
momento a cualquier militante quedaba expulsado cuando menos, de hecho no hay
el mas mínimo criterio de clase en esas opiniones. De allí que no aceptes ver
otra cosa que la tiranía del gobierno y todos tus análisis hacia allí apuntan
sin importarle factores externos que inciden dentro del pedazo de Estado
venezolano y su realidad nacional.” (RD)
Empezando, tu afirmas alegremente que
“reivindiqué las Guarimbas y los movimientos de ultraderecha”, yo te invito a
demostrar tal afirmación, o al menos a sustentarlo para que no quedes como un
hablador de pendejadas, toda vez que mis escritos son públicos y de libre
acceso. Durante este año, en unos 10 o más artículos y ensayos, he denunciando
el papel del gobierno y de la oposición en su intento por frenar la rebelión
popular[6]
y tratar de contener – y de desviar- las más de 5.000 protestas populares
espontáneas, primordialmente laborales, por servicios e inseguridad que han
ocurrido en Venezuela anualmente en los últimos cuatro años. Sostengo que ambos
bandos han recurrido a este mecanismo para encubrir la crisis económica,
profundizar la polarización entre los de abajo y fundamentalmente para tomar
medidas políticas, económicas y militares en contra de la población trabajadora.
Esta acción conjunta de gobierno y oposición, este jueguito perverso y trágico,
le ha permitido al Estado blindarse más y unirse a la oposición y a la
burguesía, en su objetivo común como defensores del Estado venezolano, para
contener una rebelión popular.
A Odreman, lo ejecutó el CICPC (cuerpo
policial que venimos denunciando desde febrero como un instrumento político de
represión, pero en el caso de Lara venimos denunciando colectiva y sistemáticamente
estas prácticas extrajudiciales desde el 2004[7]).
La represión contra la oposición, concretamente contra los estudiantes y clase
media, donde María Corina y Leopoldo López jugaron muy bien su papel de
enemigos de paja y provocadores de oficio, ha sido el ensayo para aplicarle hoy
la misma medicina a los llamados colectivos y trabajadores.
Analiza bien, desde el 2003 cuando
apareció la Ley Antiterrorista por orientación del FMI, la práctica de la
criminalización de la protesta, el sicariato laboral y campesino y el
enjuiciamiento de líderes populares y sindicales, todo este perverso juego de “gobierno
contra oposición”, condujo a una fase que ahora se recrudece y que desde el
propio chavismo se ha denunciado, no solo en las revelaciones de Mario Silva,
sino desde hace mucho tiempo. Revisa los escritos de la articulista de
Aporrea, Rosa Natalia, ella viene
alertando desde julio pasado que se está gestando un golpe sin resistencia contra la población chavista por parte de los nuevos gorilas
militares.
Insisto, muéstrame dónde está nuestra
defensa a los francotiradores y a la ultraderecha, porque así es muy fácil
descalificar a cualquiera, sobre todo dentro del circulo en el que te mueves
donde el fanatismo, los sentimientos y las simpatías emocionales por Chávez,
con demasiada frecuencia privan más que la razón y los hechos.
Para que encuentres mejores argumentos
en mi contra, te explico, estoy casi convencido de que hoy en Venezuela, como
en abril del 2002, están operando mercenarios ligados directamente al capital
financiero, que junto con la Guardia Nacional juegan al caos y obedecen directamente a los intereses de esos
capitales.
Lee bien los escritos y
recomendaciones de la Banca, en febrero
de este año, sobre la necesidad de la
crisis para aplicar las medidas y el papel de la represión como política de
distracción, y verás que aquí como en el
Medio Oriente, Ucrania y otras regiones operan esos mercenarios, precisamente
para apoyar al gobierno, que en este caso fue, ha sido y es -en medio de la
crisis económica- el mayor beneficiario político de la misma. Pregúntale a
Mario Silva, él sabe algo de eso cuando denunció a Diosdado y a grupos de
ultraderecha donde mencionaba, entre otros personeros, a la señora Achkar.
El problema es que siguen con el
jueguito de denunciar a Uribe, al payaso de Lorent, Ángel Vivas y otros
espantapájaros y ocultan lo incontestable: En este yacimiento petrolero actúan,
como es de esperarse, agencias y organismos policiales internacionales que juegan al caos en función mantener en el
gobierno a esta mafia de militares, o como tú lo llamas “gobierno de camarillas
desfalcadoras” que quiérase o no son ¡por ahora! la mejor garantía que tienen
para evitar la rebelión popular y garantizarse el pago de la deuda y el
suministro de petróleo.
Deduzco Roland que no has leído uno
solo de mis artículos, en los que desde hace años vengo exponiendo:
El capitalismo es un todo mundial, no
una simple suma de economías y Estado nacionales. No hay un terrorismo
internacional, desligado de los terrorismos de los Estado nacionales. Quienes
se creyeron los cuentos y los show mediáticos antiimperialistas de Chávez -contra
el imperio y sus testaferros políticos como Bush u Obama-, no captaron el
mensaje del presidente de Chevron, cuando le dijo "Señor Presidente
tenga la seguridad que usted puede contar con nosotros porque creemos en hechos
no en palabras".
Con relación a ello y para que
hablemos de “criterio de clase”, te cito
una de las mejores recomendaciones de Lenin:
“Los hombres
han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo
seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases,
declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los
intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán
siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda
institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza
de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases,
sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas
que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz
de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para
la lucha”.(Lenin)
En fin Roland, analizo a este gobierno
y a todos los anteriores, como parte de un sistema mundial de dominación, donde
los agentes nacionales son expresión y agentes del capital. Desde 1963 hasta
hoy, he aprendido que como comunistas hay que enfrentar al Estado capitalista y
sus respectivos gobiernos, y no prestarse para la colaboración con ellos, y eso
no excluye –al contrario- a un gobierno de militares en una época como la actual de descomposición, cuando el capital financiero
internacional establece e impone, con muy poca resistencia y por todos los
medios, su añorado Nuevo Orden Mundial.
En síntesis, la dictadura de clase, no
importa el disfraz democrático o militar que adopte, es en todo momento y lugar
una autentica dictadura, no porque en ella predomine lo militar, policiaco o
represivo, no amigo, es una dictadura PORQUE NO ESTA SOMETIDA A LEY ALGUNA Y SE
APOYA EN LA VIOLENCIA.
Y dime Roland cuál es el gobierno o Estado
en el mundo donde la burguesía se somete a las leyes y Constituciones que dicta
y pregona. En todas, incluso en la república
más “democrática”, la burguesía se reserva el poder y el derecho de gobernar
sin leyes, para ello deja la mesa servida con su arsenal jurídico las
condiciones y la posibilidad de decretar estados de excepción, suspender
garantías, detener sin orden judicial, declarar la guerra, emitir
ejecutivamente leyes habilitantes, cambiar el ordenamiento legal a su
conveniencia. Eso es lo que realmente significa dictadura de una clase, y no
las bolserías ideológicas de los liberales que señalan a Hitler, Stalin o Perón
como dictadores, pero ven en Obama,
Roosevelt o Churchill a señores demócratas.
Creo que una lectura de “Qué es una
Constitución”, de Lasalle te ayudaría mucho a comprender esto que me reprochas sobre
la TIRANIA DEL GOBIERNO. Si Roland, todo gobierno y Estado es tirano,
demuéstrame lo contrario. Creo que ahora se te hace más fácil explicarlo, tengo
entendido que te acercas hoy a los llamados libertarios, esos que difunden como
algo novedoso el viejo cuento de “Cambiar el mundo, sin tomar el poder”
“Tu y yo al fin no somos que más
pequeños burgueses tratando de interpretar desde una óptica revolucionaria una
realidad que nos excede. Tu eres un profesor y yo cualquier cosa, pero ni tu ni
yo estamos vendiendo empanadas ni buscando trabajo en un cafetín o alguna
empresa de caña que nos deje trabajo en la cosecha. “(RD)
Totalmente
de acuerdo, somos pequeño burgueses, no reniego ni me ruborizo de mi pasado.
Procedo de la pequeña burguesía en el sentido de que soy hijo de un empleado de
comercio, y luego empleado público, y de una mujer dedicada al hogar. Tuve la
oportunidad de estudiar, porque en aquella época en ese sector social era donde
se anclaba con más facilidad la ideología pequeño burguesa que el capital
petrolero y el nuevo Estado, difundió entre la población. Exactamente ser
profesional, tener un título, ser “doctor” fue una vía de ascenso social que -desde Gómez hasta finales de los años 70
del siglo pasado- nucleó a las llamadas clases medias o pequeña burguesía
urbana. Aunque aprovecho para aclararte que no poseo título de profesor, desde
1963 abandoné la carrera, y nunca más
volví a interesarme por retomarla. Para los efectos, cambié de oficio, me sienta
mejor mi rol de agitador y me enorgullece más mi prontuario, que un currículo.
Pero Roland, el problema no es la
procedencia de clase, ni el lugar que se ocupe en el proceso productivo, “
ni vendiendo empanadas ni buscando trabajo en un cafetín o alguna empresa”, en
nuestro caso, la cuestión es más concreta, se trata del LUGAR QUE SE OCUPA
DE HECHO Y NO DE PALABRA EN LA LUCHA DE CLASES Y AQUÍ –QUIÉRASE O NO- LA POSICIÓN ANTE EL ESTADO Y SUS GOBIERNOS ES
UNA POSICION DEFINITORIA
¿Se apoya
o no se apoya al Estado y al gobierno de los patronos?
¿Pueden conciliarse los intereses y aspiraciones de los
trabajadores y asalariados del capital con el papel y función de los Estados y
Gobiernos, en defensa de los intereses y aspiraciones de los patronos?
¿Pueden lograr los trabajadores y asalariados sus
reivindicaciones, derechos y libertades sin enfrentar decididamente al Estado y
gobiernos, sin luchas?
Roland, para ser más sencilla la pregunta.
¿Por qué a este gobierno le resultó tan fácil asesinar a los
Odreman o Montoya, que los defendía, y a
los supuestos y temidos “fascistas”, “oligarcas apátridas”, como dicen, ni con
el pétalo de una rosa?
¿Recuerdas? a Leopoldo López el propio Diosdado fue a
buscarlo ¡hasta le sirvió de chofer! para protegerlo dizque porque lo iban a
matar, en cambio ¿Quién daría la orden de ejecutar a Odreman y al resto de los
integrantes del colectivo 5 de marzo?
¿Por qué todos los gobiernos, a través de las
instituciones y organismos policiales y militares, violan a diario y sistemáticamente los
llamados Derechos Humanos a todos los trabajadores, asalariados y pobres en
general, derechos consagrados como esencia de toda Constitución y expresión
jurídica de la llamada igualdad política. En cambio por qué respetan y protegen
tanto a los patronos, a sus propiedades?
Tan fácil que es para un policía ejecutar a un pobre, lo
detiene si orden judicial, le allana la casa, le siembra un delito, lo
extorsiona o lo atropella, y tan difícil para detener a un Cisneros, a un patrono especulador, a un
López Cisco o Rodríguez Chacín. Por cierto, qué dirá la Comisión de la Verdad
de Roger Cordero Lara y el resto de militares bolivarianos implicados en las
Masacres de la IV república, donde era el sostén principal del gobierno de
turno.
“Tú tienes una obsesión por buscar
tiranías donde lo que hay es una cuerda de malandros peleándose la renta
petrolera, aprovechándose de la circunstancia que los dejó Chávez en el poder.
Atados a unas coordenadas discursivas de orden revolucionario. Ellos las utilizan
porque desde allí se creó la unidad histórica que quebró la IV república,
algunos hasta tendrán identificación con ellas, pero a la final, las usan como
todo Estado que se reproduce utilizando el sustrato ideológico que le ha
servido para mantenerse. No son tiranos, simplemente los oportunistas de turno
que buscan a como dé lugar conservarse en el poder hasta donde puedan. A la
derecha por supuesto, puesto que las coordenadas de gobierno son
revolucionarias, les interesa acusarlos de cualquier cosa, conspirar contra
ellos, no por ellos sino por lo que puedan provocar en la verdadera masa que
los escucha, por ejemplo Odreman. Y tu en tu marxismo mecánico terminas dándole
la razón y te conviertes así en una liberal cualquiera viendo tiranos donde lo
único que hay es descomposición y lucha interna de poder. De hecho todo esto de
Odreman y Serra no es más que una lucha entre fracciones de poder en su proceso
de descomposición, y sobre esto no quiero añadir más porque no es el momento y
porque toda la realidad terminará por descubrirse.” (RD)
Roland, este párrafo tuyo es un
dechado de enredos y mescolanzas, supongo que es una muestra de eso que tú
llamas “recreación política”. Es increíble que califiques a este gobierno como “una cuerda de malandros peleándose la renta
petrolera, aprovechándose de la circunstancia que los dejó Chávez en el poder.
Atados a unas coordenadas discursivas de orden revolucionario”, y me digas que tengo obsesión por “buscar
tiranías”. Precisamente Roland no hay tiranía más infausta que la de unos
malandros disfrazados de revolucionarios, de “izquierda” y para colmo de “socialistas”.
Esto equivale a unir el agravio a la ofensa.
No se
discute que Gómez y Pérez Jiménez
fueron unos tiranos y que, en las
condiciones históricas que les tocó ejercer la tiranía, estaban forzados a
echar las bases de este Estado Moderno; Estado que precisamente estos malandros
y mafias, como los califican en Aporrea, han terminado de reformar. Ciertamente
es así, lo han modificado no de acuerdo
a las necesidades e intereses de las mayorías explotadas, sino de las
necesidades e intereses principales del capital: Pagar la deuda y despachar el
petróleo al mercado mundial.
Y te digo terminaron, porque la “misión histórica” de Chávez y el partido militar fue coronar la
Reforma del Estado, como parte de la política mundial del capitalismo
financiero emprendida por allá en los años 70 del siglo pasado. El
endeudamiento iniciado con CAP I y la apertura petrolera, por cuya causa fue
derrocado en su segundo mandato, fueron concluidos exitosamente por Chávez con
las empresas mixtas, la hipoteca del petróleo
y el endeudamiento masivo del país.
Exactamente, Roland, esta banda de
malandros y mafias, es una expresión de lo que los griegos llamaron oclocracia,
también caracterizada magistralmente en el siglo XIX por Marx cuando analizó el
gobierno de Luis Bonaparte.
En el siglo XX esta modalidad de
oclocracia fue adoptada por el fascismo italiano y el nazismo alemán. En esas
tiranías se unen la demagogia, el populismo, el atraso de las masas, las sucesivas
derrotas de los trabajadores, las crisis económicas para los explotados; y bajo
esas condiciones materiales creadas por el desarrollo del capital, es cuando los
gobernantes movilizan y se apoyan con especial empeño en los sectores
desclasados de la sociedad, tanto del lumpen proletario como del lumpen
burgués. “Polibio, historiador griego,
llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como "la
tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los
gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas"…
"Cuando esta (la democracia), a su vez, se mancha de ilegalidad y
violencia, con el pasar del tiempo, se constituye la oclocracia"
Por su parte, Marx describió a la
oclocracia de la sociedad francesa bajo Luis Bonaparte, con estas lucidas
palabras : “En estas giras, que el
gran Moniteur oficial y los pequeños «monitores» privados de Bonaparte, tenían,
naturalmente, que celebrar como cruzadas triunfales, le acompañaban
constantemente afiliados de la Sociedad del 10 de Diciembre. Esta sociedad data
del año 1849. Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se
organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de
ellas dirigida por agentes bonapartistas y en general bonapartista a la cabeza
de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca
procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía,
vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras,
timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores,
alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros,
traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda esa masa
informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème: con estos
elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de
Diciembre, «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían,
al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación
trabajadora. Este Bonaparte, que se erige en jefe del lumpen proletariado, que
sólo en éste encuentra reproducidos en masa los intereses, que él personalmente
persigue, que reconoce en esta hez, desecho y escoria de todas las clases, la
única clase en la que puede apoyarse sin reservas, es el auténtico Bonaparte,
el Bonaparte sans phrase. Viejo roué ladino, concibe la vida histórica de los
pueblos y los grandes actos de Gobierno y de Estado como una comedia, en el
sentido más vulgar de la palabra, como una mascarada, en que los grandes
disfraces y los frases y gestos no son más que la careta para ocultar lo más
mezquino y miserable.” Marx.
Cualquier
parecido con la realidad venezolana es pura coincidencia.
Sin embargo
Roland, hay algo sorprendente en tu análisis, expresado en el extracto de tu
párrafo que refiero arriba, donde queda
trazada tu prisión ideológica y tu apego por el fallecido Chávez. Resulta, que
esta “cuerda de malandros” no son los
herederos de Chávez, los continuadores de su política, sino que estos
mafiosos aprovechándose de la circunstancia que los dejó Chávez en el poder.
Atados a unas coordenadas discursivas de orden revolucionario, surgieron
de la nada, repentinamente y por generación espontánea.
Bueno Roland, la verdad considero que
ni tú mismo crees este cuento, elevado a teoría política, y recurrido por todos
los partidarios de Chávez que, desde la muerte del caudillo, el dúo
Maduro-Cabello y la camarilla militar han apartado de sus esferas. Esta práctica
de reivindicarse como continuadores y verdaderos defensores y custodias del
legado de Chávez, y acusar a Maduro y Cabello de traicionar el Plan de la
Patria, el golpe de timón, etc., etc.,
es puro y simple oportunismo, falta de rigurosidad en el análisis de los
hechos y complicidad encubierta al ocultar la responsabilidad total y absoluta
de Chávez en toda esta política, con la clara intención de sacar rédito del
apoyo y devociones que despertó el líder entre los pobres y humildes.
Este explicación que oigo, y me
repiten a diario amigos simpatizantes del chavismo, me parece deshonesta y
falaz. Equivale al ateo y al científico que para ganarse el apoyo de los
creyentes se disfraza de religioso para formar parte de la farsa; el resultado
es conocido: la gente persiste en el engaño, creyendo más en dios, y es el ateo
quien acaba convertido a fanático religioso.
Se llega al absurdo de negar lo
elemental, y es lo que todo el mundo sabe: que fue el propio Chávez, aquella
noche cuando se despidió de Venezuela, quien nombró públicamente a Maduro y a Diosdado
como sus herederos políticos. Indudablemente que no es nada fácil -luego de 15
años defendiendo a un gobierno y calificando a un caudillo como “revolucionario
y socialista”- la tarea de revelar ciertas verdades a millones de creyentes
ante los cuales edificaron un culto.
Chávez siempre estuvo consciente y
claro de dos cuestiones básicas en la formación de todo militar: Primero, los
civiles sobran, como le contestó al flaco Prada cuando éste le increpó sobre el
papel de los civiles en el golpe de 1992; y segundo, el único partido y
organización en que puede apoyarse un militar es en el ejército. Chávez y los
militares del 4 de febrero, se levantan contra los partidos y políticos de la
IV República, concretamente Arias Cárdenas ya en 1985, en la famosa reunión en
San Cristóbal, había estipulado que en el golpe, no debía participar la izquierda;
si contraviniendo esto Chávez se apoya en los últimos restos de la izquierda,
lo hace con el pragmatismo y el cinismo que lo caracterizaron hasta el final, siguiendo las enseñanzas de su mentor.
En efecto, el Libertador en la
Victoria antes de entrar a Caracas en 1813 y para aplacar el temor de los
mantuanos por las castas populares que componían
el ejército que lo acompañaba, le dice a
su amigo Francisco Iturbe: "No
tema usted por las castas; las adulo porque las necesito: la democracia en los
labios y la aristocracia en el corazón”.
Como puede verse, esta conducta demagógica
y populista no es nueva en la política venezolana, ya Caldera el salvador
político de Chávez el 4 de febrero y principal beneficiario político del golpe,
gobernó en su segundo mandato no solo con el chiripero que incluía al PCV, MAS,
restos de la izquierda, sino también con militares del 4 de febrero, y no por
eso calificaríamos Caldera de demócrata o revolucionario. En fin Roland, eso
que tú llamas la Unidad histórica que quebró a la IV República, nació con
Caldera y continúo con Chávez. Recuerda que los gobiernos pasan, pero el Estado
queda.
En fin, confieso que para continuar analizando
este párrafo necesitaría la ayuda de un psicólogo, pues cómo es que tu Roland
llegas a la conclusión de que soy yo quien le da la razón a la derecha y a los
tiranos, cuando afirmas: “tú en tu marxismo mecánico terminas dándole la
razón y te conviertes así en un liberal cualquiera viendo tiranos donde lo
único que hay es decomposición y lucha interna de poder.
Por si queda alguna duda, debo decirte
que obviaste un detalle fundamental: Los principales cabecillas de esos
“malandros en descomposición” a los que Chávez les entregó el poder, y siguieron
con su discurso, fueron formados y educados directamente por el propio Chávez;
recuerda que los Centuriones de Chávez y los capitanes fueron y siguen siendo
el núcleo central del gobierno. Cómo es que luego de 15 años la “izquierda
dentro del chavismo” descubre que los herederos de Chávez, nombrados y educados
por él son unos malandros. O de otro modo, “el inocente y caído de la mata” Chávez
no sabía que andaba con malandros. Perdón, Roland, no subestimes la
inteligencia y el entendimiento de la gente, ¿no te parece que lo lógico,
sensato y razonable es concluir que Chávez era y fue siempre el jefe de la
banda?
“Por otro lado compañero, entiendo que
quieras decir las cosas con toda crudeza, en eso me asumo hasta alumno tuyo.
Ahora una cosa es escribir para nuestra propia consciencia y otra es entender
que nuestro papel como divulgadores de una visión de realidad que se tiene que
confrontar con la conciencia del otro. Si quieres estar tranquilo con tu
consciencia, perfecto lo has dicho todo pero a nadie le llegaste, solo a
círculos cerrados de verdad homóloga a tí. En mi caso mi problema es un poco
más político, viéndome yo mismo como producto de una realidad a la cual tengo
-digo yo- algo que decirle pero respetando su proceso, su historia, sus
coordenadas de valores y verdades: es lo que siempre llamamos "la razón de
todos", y no de una élite iluminada. Tu código es la ideología mientras
que el mío es un intento de recreación política, desde algo donde estamos en
muy mal momento”. (RD)
Realmente vuelves a sorprenderme en tu
intento por justificar lo injustificable. No Roland, mi problema no es tener la
conciencia tranquila, mi posición no deriva de la fe o de creencias, allá
aquellos que viven mortificados por sus pecados, tanto más cuando han secundado
a este gobierno en un inmenso fraude y estafa contra millones de hombres y
mujeres, a los cuales vendieron un caudillo militar como líder revolucionario,
a un demagogo y populista, que de no ser por las condiciones materiales de la
sociedad venezolana, entre las que destacan las continuas derrotas propinadas
al movimiento de los trabajadores, un militar mediocre designado para dirigir
una proveeduría, terminó convertido en un “héroe revolucionario”. El problema indudablemente
es político, se trata de ser consecuente con una posición y ser coherentes. De
ser así no se necesitaría cambiar de ropaje, como vienen haciendo quienes por
años defendieron a ultranza a un
gobierno, para ahora salir a calificarlo como una camarilla de estafadores y malandros.
Justamente porque el problema es
político y muy grave, es que he venido tomando partido con base al análisis de
realidades concretas. Habría que ser muy miope o fanático, para no ver el
inmenso revés que ha sufrido el movimiento de los trabajadores y con él las
ideas del socialismo y el comunismo, en Venezuela y en América Latina, cuando
en una situación como la crisis que vive la sociedad venezolana, las opciones
que se le ofrecen al trabajador son precisamente esa camarilla de malandros
llamado gobierno bolivariano y socialista, frente a la reacción neoliberal de
María Corina y Leopoldo López. En otras palabras, las salidas a la crisis que
se dirimen en Venezuela serían algo así
como entre el Opus Dei y el Ku Khu Klan. Y frente a estas nefastas opciones hay
quienes todavía tienen la desfachatez de seguir enarbolando el legado de Chávez.
Pero la miopía y el oportunismo van
más allá, porque se propone secundar abiertamente el atraso de la población, el
dominio de la ideología del capital y de Chávez, el oscurantismo y religiosidad
de todo tipo que ha permeado todos los rincones y estratos sociales del país.
Decir sin tapujo: “En mi caso mi problema es un poco más
político, viéndome yo mismo como producto de una realidad a la cual tengo -digo
yo- algo que decirle pero respetando su proceso, su historia, sus coordenadas
de valores y verdades: es lo que siempre llamamos "la razón de todos",
y no de una élite iluminada. Tu código es la ideológía mientras que el mío es
un intento de recreación política, desde algo donde estamos en muy mal momento” (RD).
En este punto debo decirte con “toda crudeza”, que esto es una declaración de
hipocresía y cinismo supremos.
Realmente Roland has dejado plasmado, a cuerpo entero, tu
verdadero autorretrato; resulta que ser político es colocarse a la cola del
atraso político, cultural, religioso que el capital y su Estado ha impuesto a través de todas sus
instituciones, órganos de poder y medios de información, difusión y educación a
la población, porque lo “democrático,
libertario e igualitario” es respetar
su proceso, su historia, sus coordenadas de valores y verdades: es lo que
siempre llamamos "la razón de todos", (RD)
Perdóname la “crudeza”, pero considero
que es difícil encontrar una mayor muestra de oportunismo en tan pocas líneas, sobre
todo viniendo de alguien curtido en política supuestamente al lado de los
trabajadores.
Resulta que la ideología dominante, que condiciona la
conciencia y el carácter de la mayoría de la población, desde que nacemos, hay
que respetarla. “Ideología y verdades”,
impuestas y transmitidas por las clases poderosas a lo largo de 500 años
de dominio por medio de la moral, costumbres, tradiciones, familia, educación. ¿Realmente
piensas que para “ser político” hay que reverenciar estas “coordenadas de valores
y verdades”, acompañar a los creyentes en su sufrimiento y ayudarles a arrastrar tan pesadas cadenas? Si es así, serías un político en el
más amplio sentido vulgar del término, un político al servicio del capital, un
demagogo que se aprovecha de la confianza y credulidad de la población,
valiéndose del dominio que sobre ella ejerce la ideología del capital.
Insisto, si eso es verdad, “ser político” se asemeja muchísimo a ser predicador
religioso, de la calaña de un Pare de Sufrir,
ellos haciendo exactamente lo mismo que propones -respetarle “a la gente su
proceso, su historia, sus coordenadas de valores y verdades”- tienen mucho
éxito.
Si estas son las “coordenadas” que
orientan tu visión y papel dentro de la lucha de clases, entiendo perfectamente
tus discrepancias, pero por favor no tienes que recurrir al término “recreación política” para velar lo que en
resumidas es una posición política muy clara. Si tu papel es acompañar a la
gente en su historia y vida diaria, ir a la cola de su ideología y prácticas,
entonces Roland, no se requiere estudio, investigación, trabajo intelectual, en
pocas palabras no se requiere ni de tu presencia, ni de la mía. Con semejante
concepción, ante la humanidad sufriente, la humanidad pensante sobra.
No podemos negar a estas alturas de la
historia que en la política, como la guerra, analizar las expresiones de la
lucha de clases requiere de un trabajo
intelectual bastante sólido, aunque ello les resulte tan impopular y pesado a
quienes levantan las banderas de la “verdad
de todos”. Por ello, y acá tienes toda la razón, debe ser que no tengo el
acceso a tu auditórium que, sin duda, es
mayor; sin embargo, deberíamos preguntarnos
–al menos como ejercicio- no solo por la
cantidad de butacas ocupadas en ese auditórium, sino por lo que allí se pregona y sobre
todo por lo que se defiende. Total, la
verdad en la historia no es un problema numérico, sino de reflejar lo más
exactamente posible los hechos y la realidad concreta. Sabemos muy bien cómo y
cuánto ha tenido que pujar la “otra historia” para abrirse paso y mostrar el
abismo existente entre aquella y la historia oficial. Hoy, en tu “recreación política”, has escogido el lado
del capital y del militarismo, al persistir en llamar a esta contrarrevolución como
socialista y revolucionaria, y al vendernos a este nuevo “semidiós de la patria”
como un revolucionario socialista.
La historia de la lucha de clases nos
ha mostrado hasta la saciedad el papel de los individuos y de las
organizaciones minoritarias de la clase revolucionaria que impulsa las
transformaciones, estos individuos y organizaciones –producto de las
condiciones concretas- generalmente son quienes han coordinado y dirigido las
luchas. Si esto fue una norma en el pasado, imagínate hoy, cuando la lucha de
clases es definitivamente mundial.
En lo que a mí respecta jamás me he
creído- y menos aspiro- ser parte de una
elite y mucho menos de eso que llaman la “vanguardia del proletariado”. Desde
hace ya dejé de pertenecer a la secta “marxista”, a mis 70 años puedo decir que
creo haber asimilado el significado de aquella célebre frase de Marx ”SOLO SÉ
QUE NO SOY MARXISTA”. En ese camino sigo aprendiendo y continúo intentando ser
un MATERIALISTA PRÁCTICO, tal como definió Marx, desde su juventud, al
comunista que participa en el movimiento real de la lucha de clases con miras a
establecer un modelo de sociedad verdaderamente justa, a partir del capitalismo existente, con sus
trabajadores, pero también con sus fuerzas productivas, y no recreando ilusiones
del tipo “planes de salvación” o “nuevas
civilizaciones” nacidas de “genios pensantes”. De tal manera nadie me verá en
el papel de pregonar a los trabajadores que desde el Estado del capital - y
sobre todo a la cola de su instrumento principal de represión y sometimiento, como
es el ejército-, se puede hacer o iniciar una revolución en beneficio de las
mayorías.
En función de ello, intento aplicar el
materialismo como concepción para
analizar el mundo, eso que llamamos la realidad objetiva, los hechos, la
naturaleza, usando aún con limitaciones, la dialéctica como método de
abordaje de dicha realidad. Para ser más claro, analizamos los hechos, como
procesos en movimiento, como una totalidad interrelacionada y no partiendo de
palabras y discursos “preñados de buenas intenciones”. A partir de allí - de
esa realidad que se llama la lucha de clases y la producción- se desprenden las soluciones, los caminos,
las formas de lucha y organización de la clase en función de su misión
histórica: una verdadera revolución en beneficio de las mayorías trabajadoras y
asalariadas, que todo lo producen y nada tienen.
“Y finalmente camarada, más allá de
discusiones estúpidas entre izquierdistas, si te puedo decir con alguna
certeza, que el momento no da para eso. Me interesa, esperando que la larga
historia qu está tras tus espaldas te sean de escuela, que entindas que vivimos
una circunstacia tan grave, que más allá de todo, necesitamos buscar los
terrenos de diálogo y organización frente a algo que puede terminar siendo
terrible. La burguesía creciendo en poder económico todos los días, incluida la
de gobierno, puede estar de acuerdo en llevar a este país a un caos total sin
fronteras. Hay que actuar no discursear que luego será demasiado tarde. Por
ello insisto el reto no es solo ideológico eminentemente político, y esto es
mucho más complejo, es el momento de la unidad profunda de "la patria buena",
fuera de allí no hay nada, si te gusta que sea así para corroborar tus
agumentos, perfecto ...saludos compañero”. (RD)
No subestimo la lucha ideológica en
ningún momento, de hecho tengo abiertas reservas por los prácticos y
pragmáticos que consideran estúpida la discusión en el seno de cualquier
movimiento social que participe en la lucha de clases. Mi experiencia
particular me ha enseñado que quienes subestiman el debate, la investigación,
el estudio, la cuestión programática, para dónde se va y qué se busca, terminan
siempre en el otro lado de la lucha de clase, y como hijos pródigos regresan al
hogar de procedencia. La historia nos enseña que las posiciones que hoy se
discuten, mañana se pelearán en las calles. Lo que hoy consume tintas y
palabras, pronto se traducirá en combates. Odreman y Montoya son pálidas
expresiones de lo que conlleva subestimar la cuestión ideológica y creer en
palabras, discursos y verborreas de predicadores y caudillos.
Sin unidad ideológica y programática,
sin claridad de fines y de medios para alcanzarlos, las derrotas de la clase son
previsibles y seguras; de esto conocemos bastante, sobre todo cuando la unidad no pasa de un espectáculo mediático,
una declaración o llamado a la
participación electoral. En conclusión, el principio es supremamente claro:
cualquier política de transformación social, de derrocamiento de un Estado, de
erigir una nueva sociedad, pasa obligatoriamente por definir la cuestión ideológica,
en especial el programa de transformación que nos une y nos dice hacia dónde
vamos. La ausencia de una teoría en que fundamentar la acción política y
militar deviene en espontaneismo puro y simple, cuyos resultados y
consecuencias son harto conocidos. Saludos, de mi parte.
Pablo Hernández Parra
04/11/2014
[1] La funcionalidad de la muerte: de Robert Serra a
José Odreman. Roland Denis.
En: http://www.aporrea.org/ddhh/a196364.html
[2] “Rolan Denis y la funcionalidad del doble
discurso”. Pablo Hernández
Parra. En: http://www.soberania.org/2014/10/17/roland-denis-y-la-funcionalidad-del-doble-discurso/
[3] De
la respuesta de Rolan Denis
[4]
Ahora reforzadas y multiplicadas por ese inmenso aparato de control y
manipulación ideológica, como son los llamados medios de comunicación.
[5] Ayer el hombre fuerte del gobierno han sido
Páez, Guzman, Gómez, Betancourt o Chavez hoy pretende serlo Diosdado Cabello
pero todos ellos como parte de la clase dominante o a su servicio como
testaferros políticos no modificaron en absoluto la relación con los factores
reales de poder, en especial con el amo extranjero.
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