LEGITIMADA POR LA DURA REALIDAD LA
PREDICCIÓN DE COLAPSO CATASTRÓFICO PARA EL MODELO POLÍTICO –ECONÓMICO DE
SOCIALISMO COMUNISTA (versión castrista) DEL ´PSUV Y DEL
GOBIERNO
Manuel Rodríguez Mena
3 de junio de 2015
El 5 de febrero del presente
año, en mi discurso de incorporación a la Academia de Ciencias Económicas del
Estado Zulia, como CONCLUSIÓN FINAL de la parte
dedicada a mi Estudio Crítico del Modelo Político-económico de Socialismo
Comunista del gobierno castrochavista-castromadurista , yo formulé una
predicción de COLAPSO CATASTRÓFICO para la desastrosa
situación económica y social generada por el gobierno con
la absurda y disparatada ejecución del desfasado y estrambótico MODELO POLÍTICO
ECONÓMICO DE SOCIALISMO COMUNISTA (versión castrista). Al ser
conocido el discurso en el ámbito gubernamental, se
desató un torrentico de ataques de articulistas mercenarios del PSUV
y del gobierno alegando que mi predicción, “temeraria”, “arbitraria” y
“totalmente infundada”, era parte de la
“guerra mediática” de “la “burguesía”, “la derecha” y “el
imperio
Yo alegué en un artículo la honestidad y
seriedad intelectual, profesional y política que fundamentó mi predicción y
reté a los mercenarios a dirimir públicamente la controversia. ”. Ningún
mercenario se atrevió a tratar de desmentir mi alegato de que mi predicción no
había sido caprichosa ni mucho menos parte de una maniobra política y
que antes bien era producto de una cuidadosa
extrapolación de los rasgos fundamentales de la desastrosa
situación económica y social. Y que asimismo era producto de un
cuidadoso examen de la enorme potencialidad negativa de la
incapacidad, de la ignorancia, de la irresponsabilidad, de los vicios, defectos
y delitos cometidos por el PSUV y por el gobierno. A continuación, transcribo
mi predicción expresada en la forma de CONCLUSIÓN FINAL y de
EXPECTATIVA RAZONABLE DE COLAPSO CATASTRÓFICO
CONCLUSIÓN FINAL
LA EXPECTATIVA
RAZONABLE ES DE COLAPSO CATASTROFICO.
He afirmado antes que la
crisis no se resolverá mientras el castrochavismo-castromadurismo detente el poder
y se mantenga la ejecución forzosa de su modelo político-económico de
socialismo comunista. Además, las más recientes investigaciones permiten
afirmar que son tan graves, tan disfuncionales (es decir que funcionan contra
su modo natural o sistémico), tan contradictorias y tan irresolubles las
distorsiones y perturbaciones causadas por el PSUV y por el gobierno, que han
hecho que la economía adolezca de una dinámica propia de
empeoramiento que, de mantenerse la ejecución del modelo político
económico del gobierno, conducirá inevitablemente al colapso catastrófico
económico y social de Venezuela. Así lo afirmo responsablemente.
La realidad, que es la que manda en
estos casos, me ha dado total y absoluta razón y ha legitimado mi
predicción con la contundencia de los hechos, como se comprueba de
manera fehaciente en la noticia que transcribo a continuación:
VENEZUELA: LA
ECONOMÍA MÁS MISERABLE DEL MUNDO
Voz de América, 5 de mayo de 2015
Venezuela es la peor
economía del mundo. Así lo demuestra el Índice de Miseria
Internacional realizado por el Instituto Cato, con sede en
Washington, encargado de promover políticas públicas basadas en la libertad
individual. El índice se basa en el análisis de indicadores macroeconómicos.
Esta clasificación surge de la revisión de las cifras oficiales que proporcionan
los respectivos gobiernos. Asimismo, el índice de miseria de Bloomberg también
colocó a Venezuela en el primer lugar mundial en miseria. El índice
refleja la crítica situación que se vive en Venezuela, así como en Argentina,
que ocupa el segundo lugar en el reporte de Cato. Mientras más elevada sea la
inflación y más alta sea la contracción económica obviamente el país
es más miserable. En ese ranking Venezuela tiene el deshonroso primer lugar,
porque la inflación es muy alta y la economía sufre grave depresión. Se trata
de una inflación elevada y de una fuerte
contracción de la actividad económica que combinadas hunden al país
en extrema miseria.
Hace hoy dos días fue publicado
un artículo de Heinz Dieterich, el creador del modelo político
–económico denominado “Socialismo del Siglo XXI” que el PSUV y el
gobierno dicen estar llevando adelante en Venezuela. En dicho artículo, que
transcribo a continuación, Dieterich hace una predicción similar a la que yo
formulé públicamente el 5 de febrero de este año, incluso utilizando los
vocablos “colapso” y “debacle”. Mayor
contundencia de legitimación a mi predicción, imposible.
HEINZ DIETERICH:
VENEZUELA
ÚLTIMO AÑO DE GOBIERNO
CHAVISTA
1.
Crisis terminal
La crisis económica de Venezuela se ha
convertido en una crisis política terminal para el gobierno de Maduro. Maduro
perderá las elecciones parlamentarias de este año y saldrá a más tardar en 2016
del poder, sea por referéndum revocatorio, renuncia o intervención militar. Es
prácticamente imposible que el oficialismo revierta este escenario. Con el 75%
de la población en contra del gobierno de Maduro; con China negándose a
inyectar más liquidez a una política económica idiota y suicida; con una
oposición unificada para las elecciones parlamentarias y la cobardía sin
límites de los gobernadores y líderes del PSUV para cambiar el rumbo del país,
el oficialismo ha perdido todo poder de negociación para salvarse.
La troika Maduro-Cabello-Arreaza se
mantiene sobre mentiras y bayonetas. Pero, las mentiras (“guerra económica”) ya
sólo convencen al 20% de la población y el tiempo de las bayonetas se acaba. En
menos de dos años, una troika de ineptos y prepotentes ha despilfarrado la
herencia de lucha popular de generaciones; desprestigiado la alternativa del
Socialismo del Siglo 21 y creado las condiciones para la reconquista del poder
por la oligarquía y el imperialismo.
2. Economía
política del debacle
La crisis terminal es resultado del
fallido intento de la Nueva Clase Política “bolivariana”, de monopolizar el
poder político monopolizando el plusproducto petrolero. En un raro momento de
verdad, el Gobernador del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, reconoció
públicamente (14.7.2014) esa estratagema: “El control de cambio en Venezuela no
es una medida económica…, es una medida política. Porque si nosotros
quitamos el control de cambio, ustedes sacan los dólares y nos tumban. Mientras
gobernemos tendremos que tener control de cambio. […] Y tendremos que amoldarnos,
con control de cambio, a manejar la economía”.
Dirigir un país a través del control del
plusproducto –medida recomendada por Fidel a Chávez— es una política correcta.
De hecho, todas las clases dominantes del mundo lo hacen. Pero, hay que saber
hacerlo. Y ahí, la troika tenía todo resuelto. Delante de sus narices, Evo
Morales, Rafael Correa, Lula y Daniel Ortega, aplicaban exitosamente el know
how del desarrollismo criollo viable en América Latina. Simplemente, tenían que
entender y asimilar la dialéctica de este desarrollismo. Pero, su incultura,
arrogancia e ideología delusional (delusional thinking) lo impidieron y
llevaron la economía nacional al actual panorama desolador. Las cifras del PIB,
del déficit fiscal, de la inflación, de las reservas internacionales, de la
sobrevaluación, etc., describen el panorama con precisión; mientras que el
precio bajo del petróleo y la incapacidad de someter mercantilmente a Arabia
Saudita, Irak y Qatar, aborta las esperanzas de una pronta recuperación.
3. Se asoma el Leviatán
En su sobreestimación infantil del poder
del Estado frente a la sociedad, y su hybris generalizada, la nomenclatura del
PSUV convirtió la crisis económica en crisis política. Su receta de
autodestrucción consta de tres elementos: a) no hacer las reformas necesarias
cuando tenía el poder de negociación necesario, después de la elección de
Maduro; b) no entender que su mentira de “guerra económica” tenía un ciclo de
manipulación efectiva limitado, como toda propaganda; c) al obligar al
ciudadano a presentar documentos de identidad, registrarse, someterse a
controles biométricos, conculcarle sus derechos civiles y constitucionales
(prohibición de pernoctar fuera de supermercados) etc. —y toda esta
parafernalia para comprar un kilo de papas (sic)— lo humillan, muestran que su
modelo económico es inviable y exhiben la cara de Leviatán del Estado
(policiaco).
4. La
negación de China
El gobierno chino ha tenido tres fases
en su trato con la troika. Cuando –por default– la troika llegó al Palacio de
Miraflores, Beijing creyó en los reportes triunfalistas de los burócratas de su
embajada, de que todo iba viento en popa. Cuando los índices de
disfuncionalidad de la troika se hicieron más evidentes, Beijing aceptó que
había una alta probabilidad, de que fracasara. Pero, para proteger sus inversiones
de alrededor de 50 mil millones de dólares, por razones de Estado y
geopolítica, decidió seguir apoyando, para evitar el peligro de un gobierno de
derecha pro-gringa. Sin embargo, con el fracaso de la desesperada e improvisada
visita de Maduro a China, Rusia y los países de Medio Oriente, quedó claro que
Beijing ha abandonado la esperanza de que la troika pueda salvarse. Le negó a
Maduro la liquidez necesaria ($16 mrd) para mantener su reality show” de
“socialismo” hasta las elecciones. Para Beijing, la troika ya ha entrado en un
de facto default político-económico. Es una conclusión nada dramática ni
sorprendente. Simplemente reconoce una verdad objetiva que en lo económico ya
había sido evidenciada por múltiples instituciones financieras del Capital.
5. Las
mayorías se van – el fin del Chavismo
La sentencia al colapso de la troika
está escrita en la evaluación de su gestión en las últimas encuestas
nacionales. El 84% de la población considera la situación del país mala o muy
mala; el 74% piensa que la gestión de Maduro es mala; el 72% no creen “nada” de
las declaraciones del Presidente sobre la economía; el 70% no quiere que siga
más allá del 2016; el 86% lo considera responsable de las colas; la presencia
de los militares en el gobierno es considerado malo por un 70% y el 75% cree
que la situación económica es ahora peor o mucho peor que hace un año.
Maduro es, hoy día, un general sin
tropas. Pero, peor, sin espacios de maniobra: el 80% de los encuestados está en
contra de una devaluación del bolívar; el 70% en contra del aumento de la
gasolina; el 85% rechaza las expropiaciones como mecanismo para resolver la
crisis y más del 90% considera indispensable un acuerdo entre el sector público
y el privado para enfrentar la crisis.
6. La
batalla decisiva y el colapso de la 6ta República
La troika y su sumisa nomenclatura
entran ahora a la batalla decisiva por el poder. Pero, comandan una fuerza
fantasma. No tienen programa, ni cuerpo dirigente, ni narrativa o mística de
guerra, ni tropas (apoyo popular/clase media), ni dinero. Es decir, carecen de
los recursos básicos para vencer. Y, aunque en la guerra se cuentan los muertos
después de la batalla, es obvio, que el destino de la batalla está sellado.
Ante esta situación, al 40% de los
ciudadanos que no quieren votar ni por la troika moribunda, ni por la derecha
unificada de Capriles-Falcón-López, les queda un solo camino de acción, para
garantizar su futuro y el de la Patria. Formar un partido político de centro
que rompa el nuevo nefasto bipartidismo venezolano.
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