lunes, 21 de noviembre de 2016
CHAVOMARXISMO EN SERIO
CHAVOMARXISMO EN SERIO
Miguel Aponte
El marxismo propone
que la vida humana sólo depende de cosas y procesos materiales. Así, tabú sobre
tabú, terminó constituyéndose en la peor religión imaginable. Es hoy pura
ideología de la justificación. ¡La arrogancia de prometer lo que nadie puede
hacer por otro y la estupidez de creer que es posible!
Platón lo dijo: el hombre que satisfaga
todas sus necesidades, es digno de lástima. Así, el ser humano será siempre más
que éstas e incluso si acaso las satisficiera, continuaría, como si nada, el
devenir de su infinito potencial.
Para el marxismo estas consideraciones
no existen. Su materialismo vulgar lo condena a no ver más allá del ombligo e
ignorar el imaginario social que, para él, siempre estaría sometido al piso: la
infraestructura económica pura y dura. Es un pobre pensamiento que mostró desde
su primera aplicación sus miserables resultados.
Su trágico destino sólo puede empeorar,
porque al ignorar el imaginario social instituyente -al pretender que todo
dependa de la base material- han terminado por no comprender ni siquiera lo
material, los procesos de creación de riqueza y la riqueza misma; por eso
enredan y arruinan lo que tocan y son peores que la misma muerte, porque lo
único que aseguran es un mundo donde precisamente lo humano es lo único que no
cabe. ¡Absurdo total!
Esta es la explicación tras la realidad
económica venezolana hoy, escena a la vez vil y ridícula porque nada justifica
su estado actual, es la última realización de una ideología denigrante. Los
marxistas adoptaron al chavismo como su hijo predilecto del siglo XXI y le
otorgaron sus mejores consejos: el chavismo es también su hechura y su estafa.
¿Queda algún marxista serio que pise
tierra con honestidad y explique cómo es que la fotocopia de un billete de cien
bolívares “fuertes” vale más que el billete de cien? ¿Por qué con 33 aumentos
del salario mínimo en 18 años, Venezuela registra la mayor inflación del
mundo y el peor poder adquisitivo y todo luego de botar millones de millones de
dólares?
Miguel Aponte
Domingo 20 noviembre 2016
@DoublePlusUT
DE UNESCO A UN ASCO
DE UNESCO A UN ASCO
Luis Marin
El Comité Ejecutivo de la UNESCO hizo el
12 de octubre en Paris una declaración tan escandalosa que su eco podría
resonar por siglos si no fuera porque seguramente otros acontecimientos
subsecuentes la harán palidecer y caer en el olvido, no obstante, es útil para
ilustrar el estado al que ha llegado no ya el Medio Oriente sino algunos países
latinoamericanos involucrados, lo que la hace más interesante para nosotros.
A muy grandes rasgos, el borrador de
decisión en su primera parte reunió los diversos elementos que conforman el
complejo del Monte del Templo en Jerusalem en una sola unidad integral y la
declaró como lugar de culto musulmán (Muslim holy site), incluyendo al Kotel o
Muro de los Lamentos, la Puerta Magrebí, conocida como puerta de los
desperdicios o del estiércol, la única por donde pueden tener acceso los
no-musulmanes a la “explanada de las mezquitas” que denomina sólo con el nombre
árabe Al-Aqsa/Al-Haram Al-Sharif y a la plaza del Muro Occidental “Al-Buraq
Plaza”.
Es una temeraria declaración de
supremacía del Islam sobre todas las demás religiones, absolutamente
incompatible con los principios que sostiene la UNESCO que promueve la
convivencia y tolerancia entre las diversas confesiones, así que su primer y
más chocante defecto es el exclusivismo religioso.
Pero también su unilateralismo, que
imputa a Israel toda clase de agresiones y abusos ignorando por completo los
innumerables atentados perpetrados por extremistas islámicos, así como las
evidentes y documentadas excavaciones realizadas por cuenta del WAQF bajo
responsabilidad de Jordania sin el menor respeto por las reliquias ni
supervisión arqueológica alguna.
Los burócratas de la ONU se distancian
de las decisiones que toman las diversas oficinas, organizaciones, comisiones,
comités, de su enrevesadísima estructura diciendo que son responsabilidad de
los gobiernos que las integran, librándose ellos de toda culpa, lo que han
hecho desde el presidente del consejo ejecutivo, Michael Worbs, la directora
general, Irina Bokova, hasta el secretario general, Ban Ki-moon, pidiendo
excusas a Israel y al mundo, por lo que el ciudadano común puede pasar lo que
le reste de vida tratando de desentrañar el alcance de estas declaraciones.
Primero, que no hay manera de que la ONU
pueda evitar que estados forajidos se agavillen para imponerle a la comunidad
no sólo decisiones atrabiliarias sino sus peculiares “visiones del mundo”. Por
ejemplo los proponentes de la declaración, todos musulmanes: Argelia, Egipto,
Líbano, Marruecos, Omán, Qatar y Sudán, éste último cuyo presidente Omar Hasan
Al Bashir desde 2009 tiene orden de captura de la Corte Penal Internacional por
crímenes de guerra y contra la humanidad en Darfur, lo que significa que algo
ha avanzado en la etapa aniquiladora de la islamización.
De Latinoamérica votaron a favor:
Nicaragua, República Dominicana, Brasil, México, éste último trató de cambiar
su voto por abstención después de que estalló el escándalo, pero ya era tarde,
por lo que destituyó a su embajador, Andrés Roemer Slomianski, que resultó ser
de ascendencia judía, opuesto a la declaración y proverbial chivo expiatorio.
México no es parte del socialismo del
siglo XXI lo que ayuda a explicar sus marchas y contramarchas, que no dé la
cara el responsable de una decisión contraria a la política exterior del
gobierno Peña Nieto; pero la declaración tiene partidarios, en la izquierda que
influye medios de comunicación y universidades, en comentaristas que no ocultan
su odio antijudío, mientras la Iglesia Católica guarda un extraño silencio.
¿No era desde la embajada de Brasil en
Tegucigalpa que Manuel Zelaya arengaba a sus partidarios cuando Chávez trató de
reinstalarlo en el poder luego de su destitución en el 2009? ¿No gira
allí el eje del Foro de Sao Paulo?
Algo muy oscuro debe estar ocurriendo en
República Dominicana para que el tres veces presidente Leonel Fernández se mude
Venezuela a hacerle los mandados a Maduro.
Y Daniel Ortega, guerrillero comunista,
también presidente eterno, ¿qué tendrá que ver con la santidad?
El caso es que siguiendo al rabo siempre
se puede hallar al Diablo.
EL EXTRAÑO ARTE DE
OCUPARSE A SÍ MISMO
Cada vez que la declaración de la UNESCO
menciona a Israel agrega cansonamente la coletilla “Potencia Ocupante”
configurando la falacia que los lógicos llaman argumento ad nauseam que
consiste en repetir una y otra vez un enunciado hasta que se da por sentado,
sin discusión ni demostración alguna.
En verdad, la ocupación es una relación
entre Estados uno de los cuales adquiere ciertas potestades de mantenimiento
del orden público y seguridad de sus propias fuerzas mientras el otro conserva
su soberanía sobre el territorio, según doctrina generalmente aceptada que
todavía se enseña en las Universidades.
Servía para explicar la situación de los
Estados ocupados por Alemania durante la II Guerra Mundial y de la misma
Alemania después de la guerra, que no se extinguieron a pesar de la derrota militar
sino que sobrevivieron bajo este régimen especial.
Ahora bien, ¿en qué cabeza medianamente
sana puede caber la idea de que la relación de Israel con Jerusalem pueda
equipararse a la de Berlín con Rusia y demás potencias, estas sí, ocupantes?
¿Cómo se puede comparar el norte de Francia respecto de Alemania con Judea y
Samaria respecto de Israel?
Parece un hecho bastante palmario que
Alemania existía antes de la ocupación de las fuerzas aliadas y siguió
existiendo después, como debería serlo que nunca ha existido ni existe ahora
ningún Estado árabe llamado “Palestina” cuya capital sea o haya sido Jerusalem.
No obstante, esta coletilla la repite
constantemente alguien tan acreditado como la ministro de relaciones exteriores
de Suecia, Margot Wallström, con el mismo propósito que la declaración de la
UNESCO, de dar por sentado un asunto harto controversial e insostenible. Por
cierto que la misma, dirigente del partido socialdemócrata, estuvo
recientemente en Colombia dándole su entusiasta apoyo al llamado Acuerdo de Paz
de las FARC que cuenta con el respaldo del gobierno socialista sueco.
La cuestión de fondo es la convicción de
los socialistas de que ellos pueden crear no sólo el futuro sino también el
pasado, que no sería más que otro convencionalismo social, a fuerza de
organización y propaganda, así fundaron una nacionalidad palestina en 1964 y le
dieron carácter retroactivo, como si hubiera existido desde siempre.
Una nación se define por ciertos rasgos
característicos como el grupo étnico, idioma, religión, cultura que
incluye desde el folklore, música, danza, literatura, hasta el vestido, usos y
costumbres, fiestas, comidas, bebidas, ritos iniciáticos, matrimoniales,
funerarios y un largo etcétera. Si se analiza la nacionalidad palestina no se
encuentra ninguna característica peculiar diferenciadora del gentilicio árabe,
ese es su idioma, su religión es musulmana y así sucesivamente.
El padre de la nacionalidad palestina,
Yasser Arafat, en realidad era egipcio y el primer presidente de la
Organización para la Liberación de Palestina, Ahmad Shukeiri, era libanes, su
orientación filosófica no tenía nada que ver con la nación palestina sino con
el panarabismo, igual sirvió a Siria que de representante diplomático a Arabia
Saudita.
La población de la Franja de Gaza está
integrada por egipcios que no tienen relación con la de Judea y Samaria que
proviene de Siria e Irak, ni con la beduina, fiel a Israel y todavía hay un
sector árabe de ciudadanía israelí divididos en facciones enemigas del Estado y
las que lo apoyan, que eligen y son elegidos, ocupan cargos públicos, en la
policía y hasta en las Fuerzas de Defensa de Israel.
De manera que la supuesta unidad
nacional palestina es otro mito forjado por una propaganda incesante, como
también lo es el ilusorio Estado soberano que estaría sometido a la “potencia
ocupante” israelí, que no existe ni ha existido y por los vientos que soplan no
existirá como sueñan algunos, judenrein, esto es, libre de
judíos.
La mejor opción para los árabes del
interior es gozar de la protección de un fuerte Estado judío.
UNA SINAGOGA EN LA
MECA
Cuando Moshe Dayan decidió entregarle la
administración del Monte del Templo al WAQF musulmán, una dependencia del
Ministerio de Asuntos Religiosos y Lugares Islámicos Sagrados de Jordania,
quiso hacer la diferencia, considerando que Jordania le prohibió a los judíos
acceder a sus lugares santos y destruyó las sinagogas mientras tuvo el control
entre 1948 y 1967, diciendo “nosotros no hemos venido para atropellar las
prácticas religiosas de nadie”.
En el trasfondo quizás estaba la voluntad
de las autoridades del gobierno de separar la cuestión nacional y territorial
de la religiosa, enfatizando el carácter laico del sionismo. Mucho más al
fondo, las autoridades rabínicas estimaron que no se habían cumplido ciertas
condiciones proféticas y los judíos no estaban todavía preparados para acceder
a un lugar tan sagrado, que involucra no sólo el destino de la Humanidad sino
acaso de todo el Universo.
Y como todo debe ser dicho, hay que
admitir la manifiesta hostilidad de sectas ultra ortodoxas contra el Estado al
que consideran una herejía porque para ellos la superación de la Diáspora y la
edificación del Templo ocurrirán sólo con la llegada del Mesías, que abrirá la
era mesiánica de reunificación de los judíos y paz entre todas las naciones.
Hoy en día es difícil creer e imposible
comprender que los judíos tengan prohibido rezar en el Monte del Templo, sobre
todo considerando que el Monte Moriah es Sión, el centro
espiritual del judaísmo e inspiración del sionismo.
Pero he aquí una estrecha vigilancia del
WAQF sobre los visitantes que si observa el menor movimiento de labios, alguna
inclinación o reverencia empieza a dar voces de alarma para que sea la policía
israelí quien los eche, incluso por la fuerza.
Grupos de zagaletones incitados y
remunerados por Fatah, Hamás y la fracción norte del movimiento islámico
hostigan, insultan y agreden a los visitantes, judíos o cristianos, porque ese
es un lugar sólo para musulmanes. El moderado Mahmud Abbas dice que “los judíos
no tienen ningún derecho a profanar Al-Aqsa con sus sucios pies”.
No puede afirmarse sin contradicción que
se garantiza a todos la libertad religiosa en los lugares sagrados si se
prohíbe a los judíos ejercerla en el Monte del Templo, en aras de la preservación
de un supuesto Status Quo ya roto de iure por decisión
de la UNESCO, porque si lo declaran exclusivamente musulmán, bueno, ese ya no
es el Status Quo, porque un plato no se puede romper por un lado dejando al
otro lado intacto.
Pero antes lo habían roto de
facto con la violencia contra los demás fieles, cruzando una línea
que afecta la existencia misma del Estado de Israel cuya razón de ser es crear
un Hogar Nacional Judío, donde no sufran discriminación, persecución,
hostilidad por el simple hecho de ser judíos. No se puede renunciar a aplicar
las Leyes de Israel en el Monte del Templo sin que eso implique claudicar la
soberanía sobre el territorio.
Irónicamente, mientras para los rabinos
los judíos deben purificarse antes de ascender a este lugar demasiado sagrado,
los árabes utilizan la llamada explanada de las mezquitas para jugar futbol y
hacer picnics. Cuando rezan lo hacen mirando hacia La Meca, dándole la espalda
al Domo de la Roca, en la que, según la tradición, Abraham estuvo a punto de
sacrificar a su hijo Isaac.
Incluso la UNESCO debe reconocer que en
ninguna cultura “dar la espalda” es una señal de respeto, más bien es un
desprecio. Esta profanación es
ostensible, imposible de ocultar y rutinaria.
Cuando el islam toma posesión de un
territorio, entonces echa de allí a todos los demás a los que considera
infieles. Así, no existen sinagogas ni iglesias en La Meca, ni en Medina, es
más, todo el territorio de Arabia Saudita se declaró sagrado y no puede ser ni
siquiera pisado por quien no sea musulmán: más de dos millones de kilómetros
cuadrados, ¡más de cien veces el territorio Israel!
En cuanto a preservación del patrimonio
cultural que es la meta de la UNESCO, ¿quién ha destruido más reliquias
arqueológicas que el islam desde que apareció sobre la faz de la tierra? Cuando
conquistaron la India y Asia Central destruyeron al budismo, una de las más
hermosas y pacíficas culturas que haya conocido la humanidad.
Pero sería demasiado arduo e innecesario
reseñar por conocidos los crímenes islamistas, de manera que sólo resta la
convicción de que la islamización tiene que ser detenida: Si los musulmanes
proclaman que no pueden convivir con judíos ni cristianos es obvio que quienes
tienen que largarse son ellos.
Ni las mentes más escépticas y
científicas podrían evitar un estremecimiento místico al constatar el hecho
indiscutible de que la línea roja que no puede cruzar la ola de islamización de
la tierra pasa por Jerusalem, precisamente por el lugar que Dios eligió para
edificar su Templo.
¿Quién sabe si los resultados de las
elecciones norteamericanas no sean una señal del cambio de la
pusilanimidad cómplice a una actitud valiente contra la islamización? Como sea,
Donald Trump prometió trasladar la embajada de los EEUU a Jerusalem, como debió
hacerse por Ley a más tardar el 31 de mayo de 1999, pero que las sucesivas
administraciones han ido prorrogando para “no ofender” a los musulmanes,
lo que no parece que haya apaciguado el odio que éstos les dispensan.
Será imposible que la alianza de países
islámicos siga encubriendo sus decisiones bajo el manto de organismos
internacionales que no tienen nada que ver con su agenda de supremacía mundial.
Porque en Europa también se percibe el
despertar de la civilización contra la barbarie.
Latinoamérica tendrá que definirse entre
la educación, la ciencia y la cultura o el islam.
Luis Marín
20-11-16
sábado, 19 de noviembre de 2016
J V GÓMEZ VS CHÁVEZ
J. V. GÓMEZ VS CHÁVEZ
Pablo Hernández Parra
Pablo Hernández Parra
Es un esquema comparativo, para un
análisis sobre el papel del militarismo en dos épocas distinta y un mismo
objetivo. El primero es obligado a modernizar la sociedad para facilitar
la salida de la renta petrolera. El segundo se encarga de destruir al aparato
productivo, entregar totalmente la renta y endeudar eternamente al país en un
nuevo colonialismo en pleno siglo XXI.
Escribía un filósofo alemán que la
historia según las épocas, se repite
primero como tragedia y luego como farsa. Chavez y Gómez fueron dos dictadores
de Venezuela, ambos autoritarios y militaristas. Ambos estuvieron al servicio
de las minorías propietarias, especialmente las compañías petroleras y sin
embargo al vivir dos épocas distinta, la “tragedia” que represento Gómez en su
época, significo un avance de la sociedad venezolana, hasta el punto de que es
Gómez y no la generación del 28 el verdadero fundador del Estado moderno venezolano
y aunque resulte contradictorio el verdadero padre de la democracia.
Gómez vivió la época de ascenso del
capital en Venezuela, donde la explotación del petróleo impuso la modernización
de toda la sociedad pese al origen social de Gómez y la época histórica en que
nace. Chavez finaliza la Reforma del Estado y a través de la deuda eterna, la
privatización e hipoteca del petróleo y la destrucción del aparato productivo
nacional, retrocede a Venezuela al siglo XVIII, ahora no como colonia de
España, sino de todo el capital mundial.
Juan Vicente Gómez
|
Hugo Rafael Chavez
Frías
|
Campesino
|
Estudiante
|
Trabajador
desde la infancia. Hijo de campesino
|
Nunca
trabajo. Fue estudiante hijo de maestros
|
Aprendió
el arte de la guerra, en la guerra misma
|
Se
graduó de militar en una academia
|
No
sufrió derrotas durante sus campañas.
|
Fue
derrotado en la único combate que dirigió
|
Estuvo
al frente en combates y resulto herido.
|
Salió
ileso y protegido por el enemigo del Museo de La Planicie. Luego presentado
en televisión, que lo convirtió en un héroe mediático, a partir de una
derrota y una rendición incondicional..
|
Fue
el héroe de la batalla más grande en la historia de Venezuela. Dirigió una
carga de caballería a machete.
|
Estuvo
10 años organizando un golpe militar. Conto con el mayor número de unidades
militares comprometidas y se rindió sin hacer un disparo
|
Con
refuerzos y la División Trujillo que mandaba ,salvo a Cipriano Castro de una
derrota en la decisiva Batalla de la Victoria de 1902
|
El 4
de febrero de1992,se refugió en el Museo Histórico de la Planicie y desde
allí vio cómo eran derrotados durante el asalto a Miraflores los capitanes
Roland Blanco y Antonio Rojas y en ningún momento acudió en su ayuda
|
En
la batalla de Ciudad Bolívar, puso fin a las montoneras en el país, creando
las bases para la unificación política de Venezuela.
|
Con
un falso y doble discurso sobre socialismo, antimperialismo y revolución
dividió a los trabajadores y asalariados venezolanos y coloco una parte de
los mismos al servicio del Estado.
|
Establece
el bolívar-oro. Un bolívar igual un dólar. Elimina las fichas y monedas
regionales
|
Crea
el bolívar fuerte 1 dólar 250 bolívares fuerte y subiendo. Volvemos a la
época del trueque y la escasez
|
Reorganiza
la hacienda pública y moderniza las finanzas
|
Bajo
el lema de regalar lo que no es de él y pedir prestado, hipotecando el
petróleo, quebró al país con las mayores reservas de petróleo del mundo
|
Organizo
el ejército profesional, fundamento del Estado moderno venezolano
|
Transformo
el ejército y todo el aparato de violencia del Estado en la mayor y principal
banda delictiva de Venezuela
|
Pago
el 17 de diciembre de 1930, la deuda externa que por más de 100 años,
desangro al país, desde el fin de la guerra de independencia.
|
Recibió
los más grandes ingresos por la explotación de petróleo en toda la historia
de Venezuela y sin embargo endeudo a las generaciones presente y futuras tal vez por más de un siglo
|
Inicio
la construcción de la infraestructura vial,
de comunicaciones, puertos y aeropuerto, electricidad, que
modernizaron al país.
|
Destruyo
el núcleo principal del aparato productivo nacional. El sistema vial,
eléctrico, hospitalario, que se inicia con Gómez, se consolida con pereza
Jamanes y se continúa con la democracia, es llevado a una situación de
emergencia nacional.
|
¿PARA QUÉ SIRVIÓ EL DIÁLOGO?
¿PARA QUÉ SIRVIÓ EL DIÁLOGO?
Carlos Ortega
Los acuerdos firmados, el método aceptado y las mediaciones alcahueteadas por la MUD en la mesa del engaño demuestran, como lo he venido denunciando hace tiempo, que la misma es una de las principales sostenedoras del régimen.
Que la MUD acepte las tesis del régimen sobre la guerra económica, inventada por este para tapar su saqueo a las arcas públicas, sobre el fraude en Amazonas y sobre la inexistencia de presos políticos, es apoyar una injusticia y una enorme traición, explicable sólo si esa conducta le trajo beneficios de naturaleza desconocida.
Siendo el régimen quien crea, arma y financia al malandraje que malvive en los llamados “colectivos” y quien ha hecho de la impunidad y la violencia una política de Estado para reprimir, amenazar, violentar y asesinar al pueblo venezolano, la firma de un acuerdo llamado “Convivir en Paz” debe estar referido a convivir en la paz de los sepulcros.
Pero lo más grave es que ese diálogo se instaló con el fin de buscar una salida política mediante el RR o elecciones adelantadas. Sin embargo, estos temas ni siquiera se consideraron, tal como lo informó el oficialismo y la MUD no refutó.
La MUD fue creada como un mecanismo exclusivamente electoral y no para la conducción política de las fuerzas democráticas, por eso después de las elecciones parlamentarias del 6D, debió ser sustituida, de inmediato. De manera que a partir de esa fecha el hecho de que la MUD, mediante 3 o 4 partidos pretenda liderar y representar a toda la oposición, constituye una usurpación de la participación efectiva de los demás partidos políticos que la integran y una discriminación inaceptable.
Lo señalado anteriormente evidencia que el diálogo sólo ha servido para oxigenar al régimen nacional e internacionalmente, por ello, en mi opinión, es urgente crear una instancia política donde converjan todos los sectores democráticos de la vida pública nacional, que aglutine un liderazgo de oposición transparente, que de verdad quiera a Venezuela, que aproveche el vigor y el inagotable coraje de los venezolanos, particularmente de las mujeres, en su lucha contra la opresión y la miseria reinante y que genere la confianza necesaria en el pueblo para junto a este sacar del poder a los asaltantes bolivarianos, a este régimen criminal, instaurado por Chávez, continuado por un extranjero y sostenido por inmorales y corruptos civiles y militares.
Carlos Ortega
16 de noviembre del 2016
Asilado político
Lima, Perú

domingo, 13 de noviembre de 2016
LA ÚLTIMA BARRERA
LA ÚLTIMA BARRERA
Florencio Antonio Porras Echezuría*
En estos momentos difíciles que padecemos los
venezolanos, preocupados tanto por la crisis misma como por los posibles
desenlaces violentos, miramos estupefactos la mamadera de gallo del “diálogo”
entre dos que con la anuencia papal y de los acompañantes ex presidentes, se
está llevando a cabo a cuenta gotas, mientras el chorro de muerte producto de
la inseguridad inmisericorde, el hambre que campea por todos los rincones, la
pulverización de la moneda que nos vendieron como “fuerte”, la corrupción,
descaro y cinismo de quienes detentan el poder burlándose a diario del pueblo y
la diáspora de decenas de miles de compatriotas que ha desgarrado la familia
venezolana nos inunda amenazando con ahogarnos.
La gente, en cualquier rincón, calle, mercado o espacio,
exterioriza la necesidad de diálogo, pero a la vez manifiesta, con razón,
desconfianza de lo que se percibe como una negociación entre pranes, a espaldas
del pueblo, como siempre. La negociación del reparto del botín y sus migajas.
A final de cuentas, por más que aborrezcamos al despotismo
actual, tenemos que admitir que Maduro no es la causa. Ni siquiera Chávez. Son
consecuencia. Es una crisis estructural que coyuntura tras coyuntura sigue
arrimando la arruga y que en este momento pareciera ya no poder arrimarla más.
Salir de Maduro, como queremos la mayoría cierta y
abrumadora de los venezolanos, quizás resuelva un momento, quizás dé un
respiro, pero la crisis que ha envilecido las instituciones, pulverizando al
Estado venezolano, ahora amenaza peligrosamente con desintegrarnos como nación.
Yo no creo que el Papa Francisco, Samper, Zapatero y sus
compadres, entiendan bien esto. Pero los venezolanos necesitamos urgentemente
reencontrarnos como nación, necesitamos reconciliarnos, urgimos de justicia y
libertad, y eso no lo va a resolver un “diálogo” entre quienes solamente
representan sus intereses y no a los ciudadanos.
Los venezolanos necesitamos dialogar. Un gran diálogo por
todos los rincones que permita parar la hecatombe fratricida que toca
insistentemente a la puerta, azuzada especialmente desde las instancias de
poder para preservarlo al costo que sea.
La única manera real de hacerlo, y que permita en verdad
que los hijos de esta tierra, todos sin excepción, chavistas y no chavistas,
partidos, gremios, colegios profesionales, campesinos, vecinos, indígenas,
empresarios, obreros, académicos, jóvenes, hombres, mujeres, en fin, todos,
podamos debatir el país que queremos y construirlo entre todos para intentar
superar esta barbarie, el rentismo y la centralización asfixiante, para diseñar
un verdadero estado federal, donde la municipalización sea realidad y podamos
por fin superar la dependencia del vaivén del precio petrolero, construir
riqueza a través del trabajo y el estudio y detener la criminal explotación
irracional de nuestros recursos, definitivamente es a través de un proceso
constituyente.
Estoy convencido que es la última barrera que nos separa
del fratricidio, para no matarnos salvajemente en las calles. Llegó el momento
de hacer realidad la soberanía que reside en el pueblo. Sin ataduras, Sin
mesías. Sin imposiciones. Es la hora de un verdadero proceso constituyente
popular, que no pueda ser secuestrado como el de 1999 y que devino en esta
caricatura trágica y cruel que sufrimos en la actualidad.
Podrá decirme cualquiera que el hambre no puede esperar
por el resultado de la constituyente. Es cierto. Tampoco los enfermos, ni las
víctimas del crimen, ni la devastación producida por el Arco minero. Todo eso
es cierto y muchas cosas más. Pero igual, se fue este 2016 con un resultado
nulo en la intención de superar la crisis y especialmente con la burla en que
devino la mayoritaria aspiración de revocar a Maduro. Solamente la
Constituyente es el mecanismo constitucional, profundamente democrático, cívico
y pacífico que nos puede permitir cambiar todo de una vez.
No es tan solo revocar a Maduro y su banda de bárbaros.
Es revocar también a los integrantes de los otros poderes arrodillados
servilmente al despotismo. Es revocar la impunidad, la prevaricación y comenzar
a revocar a la corrupción de una vez por todas. ¿Y quién mejor para hacer eso
que el pueblo mismo? Sin ataduras, sin negociaciones, sin líneas partidistas. Y
está consagrado en nuestra mancillada Constitución.
Lo contrario es seguir de burla en burla, de manipulación
en manipulación, de fraude en fraude. Y los venezolanos estamos hartos. O
dialogamos entre todos o vamos a matarnos en las calles. Eso no lo merecen
nuestros hijos y nietos. No lo merecemos ninguno. Y es la única forma que
podamos ir de nuevo a las calles masivamente con un propósito real. Millones de
venezolanos en toda Venezuela exigiendo una Constituyente.
Sabemos a quienes no les conviene. Tanto a los
depredadores que bárbaramente saquean desde el poder en la actualidad, como a
los que aspiran sucederlos para retrotraernos a la cuarta, o sea, más de lo
mismo. Y definitivamente, sólo el pueblo salva al pueblo. No le tengamos miedo
a nuestros poderes creadores, no temamos a la democracia: vamos a impulsar un
verdadero proceso constituyente popular, soberano, legítimo y democrático e
impidamos que Venezuela se ahogue con la sangre de sus hijos en un cruel
conflicto civil al que nos ha llevado la soberbia y los intereses de los grupos
de siempre, y que hoy está peligrosamente en la vuelta de la esquina.
*Doctorando
en Estudios Políticos ULA, MSc en Ciencias Políticas, Capitán(Ej-R) 4F, Ex
Constituyente, Ex Gobernador del Estado Mérida @FlorencioPorras florencioporras@yahoo.es
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Florencio Porras - La ultima barrera,
Venezuela 2016
EL TRAUMA DE TRUMP
EL TRAUMA DE TRUMP
Miguel Aponte
Un populista no tiene
ideología, en el sentido convencional del término. No es un liberal, no es un
marxista. No tiene una visión del mundo o de la sociedad que ofrecer y tampoco
tiene interés en la coherencia que exige un planteamiento integral de la
sociedad. Es en realidad un demagogo y, atención, jamás un demócrata. Se
esforzará siempre en decir aquello que cree que la gente quiere escuchar, con
el único objetivo de lograr su apoyo. Es todo. Este apoyo será usado por el populista
para obtener el poder político y, si le es posible, secuestrarlo para siempre.
Siempre será un
reformista, pues no hay manera de que articule, priorice, ordene y seleccione,
de acuerdo con una visión coherente. Como oposición, siempre tendrá la
audiencia de aquellos menos informados e ignorantes, que esperan siempre que
otra persona piense y actúe por ellos; también la de aquellos que buscan su
conveniencia personal por encima del conjunto social, los oportunistas de
siempre.
Como gobierno se
enfrentará al dilema de cumplir lo prometido o de actuar siguiendo su postura
personal que, como carece de perspectiva social de conjunto y visión de la
sociedad que desea confeccionar, estará siempre en el rango del capricho. Es
fácil darse cuenta de que -una vez en el poder- el populista actuará cada vez
menos orientado por lo que piensa que piensa la masa que domina y cada vez más
según su propio capricho.
Las ofertas del
populista siempre serán incumplidas o fracasarán. ¿Por qué? Pues precisamente
por su carácter reformista, por no responder a otra visión que el mantenimiento
del poder por el poder mismo. Populistas fueron y son Chávez, Maduro, Correa,
Morales e Iglesias; pero también Berlusconi y Trump. El populista no tiene
adscripción y hallará en la perspectiva de moda sus argumentos. Por la misma
razón, los traicionará cuando sea necesario. Es un cualquiera. Ahora, como para
que el aprendizaje al respecto sea completo, los mismísimos EE.UU. tendrán su propio engendro. ¡Ojala (les) sirva para algo!
Miguel Aponte
@DoublePlusUT
Dominngo, 13 noviembre 2016
lunes, 7 de noviembre de 2016
CUANDO LO QUE SE ENFRENTA ES FASCISMO (II)
CUANDO LO QUE SE ENFRENTA ES FASCISMO (II)
Humberto García Larralde
En un escrito
anterior señalaba que, en esta contienda entre la MUD y el régimen, no se
comparte el mismo juego. No se coincide en el objetivo ni en las “reglas de
juego” para alcanzar los fines propuestos. De ahí las dificultades que impone
el diálogo a las fuerzas democráticas. Pareciera que no fuera así, pues a
simple vista lo que está en disputa es quién debe ocupar el poder. Pero detrás
de este elemento unificador se esconden fines radicalmente diferentes sobre qué
hacer con el poder.
Para el fascismo el
poder es un fin en sí mismo, por ser la única garantía de que se cumplan con
los designios trascendentes reservados para el Pueblo (con mayúscula, sujeto
histórico del cambio que responde como un solo hombre a los llamados del
líder). El Pueblo cristaliza tales designios precisamente por estar en el poder
o, mejor dicho, porque un líder esclarecido lo ejerce en su nombre para, desde
ahí, darles forma. Puede ser asegurar la pureza y superioridad de la raza aria;
restablecer en Italia la grandeza que disfrutó bajo el Imperio Romano; revivir
las glorias de la gesta emancipadora para asegurar la independencia definitiva;
y, en este orden, instaurar un “socialismo del siglo XXI”.
En todo caso, el
poder es para quedarse con él y disfrutar de sus canonjías, pues es el Pueblo
postergado que -¡al fin!- logra su usufructo. Éstas van desde viáticos,
guardaespaldas, camionetas y otros “atributos del cargo”, hasta los “negocios”
facilitados por las relaciones de poder, siempre que no trastornen la
estructura de mando o comprometan el combate contra los enemigos. La ideología
juega un papel muy importante para los fascistas en todo esto, pues proporciona
los raciocinios para asumir, desde el poder, que la Nación les pertenece o,
mejor dicho, que ellos son la Nación.
Quien no comparte
este criterio y, más bien, quiera desplazar a los fascistas del poder, es
enemigo del Pueblo y debe ser combatido; para él ni pan ni agua. Nada mejor
para ilustrar este punto que las declaraciones del Vice-presidente Istúriz en
el sentido de que la marcha convocada por la oposición para llegar a Miraflores
“tiene que pasar por encima del pueblo”. El pueblo mayoritario -piénsese en las
multitudinarias concentraciones del 1º de setiembre o del 28 de octubre- ¿no
son pueblo, Aristóbulo?
En democracia las
fuerzas que compiten por el poder están obligadas a hacerlo rivalizando por los
favores del pueblo (en minúscula; una asociación de personas y agrupaciones muy
diversa, heterogénea y con pluralidad de intereses y gustos, muchas veces en conflicto).
Se supone que el movimiento político que mejor interpreta las aspiraciones
mayoritarias de quienes componen ese pueblo gana las elecciones y logra ejercer
el poder. En tal sentido, es el bienestar del pueblo lo que va a servir de
referencia para la acción política en democracia.
Esto no quiere decir
que los políticos democráticos sean siempre servidores desinteresados o
desconocer que muchos cínicamente acomodan sus “ofertas” para acceder al poder
en busca de beneficios personales. Pero bajo escrutinios de ese pueblo,
directamente en asuntos concernientes a su localidad o gremio, o indirectamente
a través de los órganos de representación y con el auxilio de medios de
comunicación independientes y libres, las prácticas malsanas tienden a ser
desenmascaradas y sufrir sus ejecutores el costo político que termina
desalojándolos del poder. De ahí la importancia decisiva de contar con las
instituciones de un Estado de Derecho y con las condiciones requeridas para que
sus preceptos se cumplan.
De modo que para
Maduro y la oposición democrática luchar por el poder no significa la misma
cosa. Creer que ambos luchan por lo mismo, solo que desde perspectivas e
intereses distintos, pudiera constituir uno de los mayores errores de la MUD a
estas alturas de la contienda. Al no proseguir el mismo fin, tampoco el régimen
va a coincidir con las razones ni con la lógica que debe guiar la solución de
las diferencias. Para empezar, ni a Maduro ni a ninguno de sus acompañantes les
importa un comino la suerte del pueblo, como lo atestigua de manera fehaciente
y trágica los niveles de hambre y miseria a que lo ha sometido por negarse a
rectificar sus políticas.
Su ineficacia y
efectos perversos no van a influir para que el gobierno busque un acercamiento
con la oposición, pues estas políticas han pasado a constituir la razón de ser
de quienes hoy ocupan el poder. Los controles, regulaciones, precios regulados
–entre ellos los del dólar y la gasolina-, la no rendición de cuentas ni el
respeto por los procedimientos del Estado de Derecho, y la discrecionalidad con
que son manejadas las compras, contratos y transacciones de todo tipo, les han
proveído de inmensas fortunas; no importa que, en paralelo, hayan arruinado al
país. Más cuando los ampara una construcción ideológica que legitima sus
desmanes. La nueva oligarquía constituida a partir de tal disfrute del poder en
absoluto se va a sentir presionada para concertar el restablecimiento de la
soberanía popular –a través del RR16 o de elecciones generales anticipadas-
para abrir vías de solución a la actual tragedia.
Al respecto, temo que
la MUD pudiese estar metiéndose un autogol si deja pasar definitivamente la
activación del RR16 y reclamar, en reemplazo, unas elecciones generales para
principios del próximo año. Porque éstas no están contempladas en la
Constitución. Maduro acusó un importante costo político entre partidarios
–incluyendo militares- y la opinión internacional al desenmascararse como
dictador precisamente porque inhabilitó la Carta Magna.
Con elecciones generales
fuera de lapso ese argumento ahora es de Maduro: no están contempladas en la
Constitución. Por si no me hice entender con lo argumentado en los párrafos
anteriores, confiar en que el gobierno “entre en razón” en interés de
encontrarle salidas a los padecimientos del país, no pasa de una inocentada
irresponsable.
Y he aquí por qué
mantengo que la MUD no ha sabido ejercer la ventaja que significa representar
una mayoría abrumadora a favor del cambio. Porque lo único que hará que ceda la
posición del gobierno para que converja con la necesidad de restablecer el
orden constitucional es la fuerte presión de esa mayoría. Véanse las infelices
admoniciones de Maduro de que la oposición no va a entrar, “ni por votos ni por
balas”, en Miraflores, solo pocos días después de haberse comprometido ante el
emisario del Papa en respetar los derechos del otro.
Sin presión, vuelve a
sus andanzas fascistas. Esto significa movilizaciones de calle y apoyo
internacional para que el régimen entienda que la única base aceptable del
dialogo es el respeto al orden constitucional. De lo contrario, el diálogo será
un “tenteallá” para perder tiempo e inviabilizar los reclamos democráticos. No
será la primera vez.
La búsqueda de
acuerdos es perentoria por la desesperación de la gente, sus sufrimientos y el
cronograma ya bastante comprometido para el RR16. Y estos acuerdos sólo serán
factibles a partir de demostraciones de fuerza, democráticas y en ejercicio de
nuestros derechos constitucionales. Bajo un gobierno fascista derecho que no se
lucha por ejercer es un derecho que se pierde. Esto no significa provocar
enfrentamientos violentos hasta que, por fin, Maduro y su gente se vean
obligados a salir. Al contrario, el desafío del liderazgo democrático está en
evitar este tipo de confrontaciones, que son las que busca el régimen para
justificar la represión y deslegitimar a la oposición.
Los fascistas, por
las buenas, no van a entregar el poder. Son demasiados los intereses
acumulados, excesivo su fanatismo y blindaje ideológico, para comprometerse con
un dialogo sincero. ¿Qué va a hacer la MUD para lograr que ello ocurra? ¿Cómo
aprovechar nuestras fortalezas?
“Conoce a tu enemigo
y conócete a ti mismo y librarás cien batallas victoriosas”
Sun Tzu, filósofo de
la antigua China.
Humberto García
Larralde
economista, profesor
de la UCV
humgarl@gmail.com
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