martes, 30 de octubre de 2012
RAFAEL IRIBARREN - LEYENDO EL 07 Y EL 08 DE OCTUBREE
LEYENDO EL 7 Y EL
8 DE OCTUBRE / I
Rafael Iribarren
.-.* PRIMERA PARTE
.-* El año de las mayores movilizaciones
ciudadanas de nuestra historia
Las votaciones presidenciales del pasado domingo 7O constituyeron el cuarto de una secuencia de eventos sin precedentes
en nuestra historia de movilización ciudadana, contra el autoritarismo. El primero, la sorprendente e inesperada
participación masiva en las Primarias de Febrero; el segundo,, la marcha igual espectacular para la inscripción de
la candidatura unitaria de Capriles en el CNE en julio; el tercero, el acto de cierre del 30 de septiembre; sin contar las
decenas de movilizaciones masivas en las regiones durante la campaña; conforman
una secuencia espectacular de movilizaciones ciudadanas, políticas, in-equiparables
en nuestra Venezuela, contra el
autoritarismo; que coronó, el cuarto,,
dentro de la movilización de 16 o mas millones en todo el país en las colas de votación; de los cerca de 7
millones que lo hicieron para votar abiertamente contra Chávez; sin sumar los
otros millones que se abstuvieron ni los que pretendieron hacerlo para no
volver a votar por él; pero que en contra de su voluntad finalmente fueron
remolcados a votar; o hechos aparecer votando virtualmente. El 7O, desmintiendo en la calle los resultados cantados por el CNE, se
dio una expresión viva del rebullir
ciudadano antiautoritario, antichavista, cotidiano que ya desde hace años viene
creciendo en todo el país; y que en la campaña se desató torrencialmente
.-* El chavismo no
iba a votar
La jornada de votación fue como
la campaña. Una abrumadora movilización de la oposición que en todas partes del
país, formó colas para votar desde la madrugada; en contraste con la ostensible
menor participación masiva oficialista cuya presencia en las colas en la mañana
y hasta medio día fue menos notoria y activa que la de la oposición en relación
a como fue en anteriores eventos. La “diana” cuartelaria que se ha decretado como “partida”, y que el mismo
Chávez ordenó a que sonara en los barrios desde media noche para que los
chavistas se movilizaran hacia estar desde las 3 am encabezando las colas; se escuchó fue ya hacia el amanecer y mas que
todo a lo largo de las avenidas recorridas por pequeñas caravanas chavistas con potentes
equipos de sonido que se sentían acercándose cuando pasaban y luego alejándose
y no se escuchaban mas hasta que al rato volvían. En general, como fue a lo
largo de la campaña, y a diferencia de procesos anteriores, el chavismo no se
sintió; siendo tan notorio hasta después de mediodía esa mayor presencia
oposicionista tanto en las colas como en
los alrededores de los centros de votación y en general en la Ciudad , que hay la información, de que antes de ir a
votar el mismo Chávez en persona ordeno telefónicamente a todos sus
gobernadores, jefes regionales de campaña, que como fuera procedieran a
remolcar la gente a los centros de votación.
Desde primeras horas de la tarde las mediciones a boca de urna
mostraban números parejos; unos con Chávez
encima por algún punto; otros con Capriles;
punteando. Y mientras en muchos centros seguía habiendo colas, porque el ritmo de votación estaba siendo deliberada
y notoriamente lentificado, otros se mostraban ya vacíos sin colas. Desde
mediodía las llamadas telefónicas de equipos identificados con entes gubernamentales;
además de las campañas de robots telefónicos; otro tanto hacia la oposición;
llamaban a decenas de miles de electores, con nombre y apellido y datos sacados
de nóminas o directorios y series de planillas, de dichos entes, misiones
ministerios alberges etcétera;
advirtiéndoles que no habían votado todavía y anunciándoles que los
buscarían para que lo hicieran..
A partir de cierta hora de la tarde a muchos centros electorales ya
vacíos fueron llevados y puestos a formar colas, grupo tras grupos de votantes
supuestamente rezagados remolcados por equipos del activismo chavistas, de la “maquinaria
chavista”; muchos en vehículos oficiales indisimuladamente identificados como
tales y hasta con presencia de personal militar y de la milicia armado Nada nuevo ni exclusivo del oficialismo; la
universal “operación remolque”; o “remate” como la llamó el chavismo para
ocultar su compulsividad; aunque a una
escala superior a cualquiera antes conocida, sin disimular el uso y el abuso de
recursos oficiales; y evidentemente haciendo ostentación de la presencia amenazante de militares armados .Como
es legal, formadas entre 5 y 6 pm fuertes colas en las afueras de los centros,
estos se mantuvieron abiertos varias horas adicionales.
Tenemos que creernos entonces,
que entre la media tarde en que se
pulsaba un resultado parejo, y con tendencia al triunfo oposicionista; emparejamiento
que, matemáticamente en total parcial no podía estar por encima de los 11 o 12
millones de votos ya emitidos; o sea en torno a los 6 millones cada candidato;
hasta el cierre total del proceso de votación por el CNE , dos o tres horas
mas tarde, se habrían producido la movilización de ¡entre 2 y 3 millones de
votos!, supuestamente “rezagados”,(o, ¡”aguantados”! según), obviamente
chavistas; y que de hecho voluntariamente
no habían votado ni en la madrugada cuando las dianas y las colas ordenadas
formar por Chávez, ni en la mañana;: habiéndolo hecho finalmente, los que
realmente lo hicieron, solo a partir de los millones de llamadas de la presión
y el compulsivo remolque masivo del fin de la tarde.
.-*Los resultados
del CNE : Fata Morgana; un desconcierto para todos
Fue una jornada tranquila sin incidentes importantes. Solo en algún
momento ya en la tarde se vieron algunos grupos de motorizados embanderados;
sin que llegaran a darse las fuertes e impactantes movilizaciones de varios
cientos recorriendo estruendosa y amenazadoramente las avenidas, de otras
ocasiones.
Hacia el fin del día, ya cerca del cierre de las mesas, la idea y la sensación
general, nacionales, sobre las mediciones hechas y ante la forma masiva y
notoriamente no- oficialista como se habían movilizado los venezolanos para
votar, y no solo en los “territorios” que alguna vez y con solo algún sentido
se consideraban no-chavistas, sino en general , era que Chávez había perdido.
Luego del primer boletín del CNE dando como ganador a Chávez hubo, no
muchos, fuegos artificiales en algunas partes de la ciudad y alguna pequeña caravana
celebrando el triunfo. Pero, si la oposición no celebró, por razone obvias; a
diferencia de ocasiones anteriores, el chavismo tampoco lo hizo. Y, ya hacia la
media noche, no mas de solo algunos pocos miles se congregaron ante el “balcón
del Pueblo” para celebrar y escuchar a Chávez.
De ser verdad los resultados cantados por el CNE; hay que concluir que
todo fue una ilusión óptica,. “Fata Morgana”.
Nada había sido cierto; ni la agitación nacional cotidiana contra el
chavismo y la crisis nacional profunda en que cabalga su gestión, paralizada e
incapaz de responder mínimamente salvo con retórica y demagogia baratas,
reaccionaria antipopular antiobrera; ni habían sido ciertas las espectaculares
movilizaciones antichavistas de oposición de los meses previos a la campaña; ni
tampoco las igual sin precedentes movilizaciones regionales en ella.
Nada; nada había sido tan verdad como había sido visto y sentido en
todas partes; ni la calidad real de la movilización nacional el propio 7O. Ni
era cierto el emparejamiento que pre-electoralmente medían las encuestas
confiables; y que hasta las menos confiables que manipulaban los números pero
dejaban abierta la posibilidad del llamado “empate técnico”; resultando ciertas,
precisamente las predicciones de las encuestadoras notoria e indisimuladamente
pagadas por el chavismo y puestas a su servicio de matriceo, que, según, sí
acertaron; aunque se les había pasado un poco la mano.
El lunes 8 fue como un domingo
malo, de mal tiempo y modorra pesada Las
calles desiertas, la actividad comercial y administrativa oficial y privada cerrada
casi sin transporte superficial la gente en sus casas, o en la acera.o en las
esquinas Nadie celebraba nada. Notoriamente y al contrario de celebrar la gente, toda, estaba verdaderamente
reponiéndose del desconcertante impacto del día anterior; los votantes
antichavistas, reponiéndose de su derrota; y, ¡también!, los votantes
chavistas, reponiéndose de su “triunfo”. .
.-* Una plasta de
victoria; y una derrota esplendorosa.
Los resultados electorales, en relación a las diferencias de calidad política
de las votaciones, chavista y antichavista, diferencias parejas con las de las que se dieron entre las dos campañas, no
tienen comparación. Mientras la votación antichavista, aparte cualquier
especulación sobre una supuesta, y solo relativa, “territorialización clasita de
la polarización”; fue determinantemente voluntaria y espontánea; la chavista
nó; al menos buena parte de ella no lo fue.
Sin contar aquí la parte fraudulenta,; y asumiendo que de la votación
chavista del domingo ciertamente una buena parte fue voluntaria, que fue de
gente que aparte su motivación concreta, otro tema, aparte del clientelismo,
del antipuntofijismo, de la presión, etcétera, votó voluntaria y
espontáneamente, por “el malo conocido…”, otra parte, grande, importante,
históricamente chavista o sociopolíticamente relacionada con él; hasta media
tarde, hasta que fue remolcada o empujada compulsivamente hasta las colas y la
mesa de votación, se estaba absteniendo; se estaba absteniendo conciente y voluntariamente, aceptando al
final ir a votar solo bajo presión acoso chantaje y miedo.
¿Cuantos?, uno o uno y medio, o dos o dos y medio millones, que luego
del acoso telefónico y comunal tuvieron que
ir a votar; a votar realmente o que fueron sustituidos fraudulentamente, por
quienes lo hicieron con sus identificaciones “pret a porter” del SAIME, por
Chávez.. (La leyenda de que todo eso, el
remolque a última hora, fue una estrategia, de “remate”, según, meticulosamente
elaborada y ejecutada; aparte de suponer una capacidad que realmente el
chavismo no tiene y de no concordar con su mengua e incapacidad crecientes de
convocatoria; tapa lo que realmente fue:una respuesta de emergencia, de
vida o muerte; y, con todo; obviamente
incluido el fraude).
Se estaba absteniendo el 20 o
25% o más de quienes real o falsamente luego aparecieron o fueron hechos
aparecer votando por Chávez, haciéndolo finalmente en contra de su voluntad y
de su conciencia, lo que significa que quizás hasta una cuarta parte de quienes aparecieron
como votando por él, aunque rechazan la oposición, y de ninguna forma hubieran votado por ella, también lo rechazan
a él. Dicho en otros términos, buena parte de la votación por Chávez, hoy, ya también
lo rechaza a él.
Quiere decir que, sobre una derrota, resultado al menos en parte del
fraude; sobre una derrota honrosa, brillante, de millones que asumieron
voluntaria y hasta valientemente, aunque bajo presión de la polarización, votar
por la oposición; el “triunfo” chavista, oscuro y resultado, del ventajismo y
el abuso del Poder, de las mas sucias manipulaciones y operativos de chantaje
miedo tráfico y compra, y del fraude, es indiscutiblemente “una plasta” de triunfo. O, dicho en lenguaje coloquial,
política ética y si se quiere ideológica y “revolucionariamente”, el triunfo
electoral de Chávez, no sobre Capriles y Oposición que han sido
circunstanciales; sino sobre la gente sobre los venezolanos y sobre su propia
gente, es una cagada de triunfo.
.-* No importa el
fraude; sino que no se hable de él
A partir del 2005 cuando se abstuvo mas de dos tercios del electorado;
una actitud política bién respetable, comprensible y éticamente justa; con la Asamblea Nacional 100% chavista que resultó de los comicios de
ese año, en la oposición las cúpulas puntofijistas y “politólogos” articulistas
y partidos; y mas recientemente en la MUD y el CV, se estableció, “ex cátedra” la línea de que del fraude y de su evidente manejo por
el CNE no se habla; aunque nunca se ha demostrado consistentemente de donde
sale la votación chavista; y aunque resultados de pasados procesos luego de
años no han sido publicados; se rechaza y condena, hasta la histeria,
descalificándola como “antipolítica” cualquier referencia al respecto.
El país conoce de las controversias que dentro de la oposición ha
habido en ese tema; y de su disposición sin relativismos, en concreto de la MUD y el Comando Venezuela (CV), reiterada hasta
impertinentemente, a reconocer los resultados que produjera el CNE Y también igual
lo conocen Chávez y el chavismo. Sin embargo, el eje de su ofensiva
política, junto a presentar a Capriles como el candidato de la burguesía y los
empresarios, de la derecha y del Imperio; etcétera, del puntofijismo y como
neoliberal, fue acusar a la oposición de un “Plan B”, para desconocer al
“arbitro” como él llama al CNE , y de estar montando las condiciones y los operativos
para desconocer en la calle el “triunfo popular”, el suyo, cuando ese ente
informara los resultados de que ganaba la reelección. Hasta que avanzada la campaña la MUD y el CV inexplicablemente y con una dudosa
motivación, y sin justificación, aceptaron el chantaje de firmar, y lo
hicieron, el compromiso de que reconocerían, a nombre de la oposición y del
candidato, “fueran cuales fueran”, los resultados que el “arbitro” cantara
luego del conteo de votos del 7 de octubre.
Resultados, por cierto, que él, Chávez, cantó, varias veces; aunque con
un “margen de error” de no mas del un 4% desde el inicio de la campaña Sin embargote ello, y solo bajando la
frecuencia, Chávez y los chavistas, no pasó día sin que insistieran en el
supuesto “Plan B” de “un sector de la Oposición , del Imperio”, de denunciar los resultados
que cantaría el “arbitro”, producir violencia “desestabilizar y ensangrentar al
país; advirtiendo que “si se les ocurre y de lanzarse a una aventura, serían,
etcétera, etcétera…”.
Así, además de la ya vieja y
reiterada declaración oposicionista de que el sistema electoral es confiable y
de que el secreto del voto está garantizado, aunque denunciando el ventajismo;
toda ella, encabezada por la
MUD y el CV y Capriles, se convirtió en la mas
importante y radical defensores del CNE
descalificando hasta la histeria de “antipoilítica” y hasta de “hacerle el
juego al chavismo”, cualquier cuestionamiento sobre su absoluta falta de
transparencia y el manejo arbitrario, sin contraloría de ningún tipo, que se
hace de la estructura del sistema. Anatematizar cualquier cuestionamieno o duda
sobre el sistema y el CNE ,
fuera cual fuera su soporte y a pesar de la evidencia que fuera, se impuso como
línea política a acatar por encima de todo. La cuestión dejó de ser, si hay o
no fraude; sino que sea lo que sea ni siquiera se le mencione.
.-* El candidato
perdedor legitima al “arbitro”; y avala moralmente Chávez
A no mas de dos horas del primer boletín del CNE con los resultados todavía parciales, Capriles,
desentendido absolutamente de las opiniones de la pluralidad oposicionsista a
la que le debe su condición de candidato unitario; y de las de los millones que
votaron contra Chávez, por ella; declaró que los aceptaba reconocía el triunfo
de Chávez; y, firmemente lo felicitó. A “su” gente, la consoló con la idea de
que ellos no habían perdido, que realmente fue su triunfo de ellos; y que el
único y verdadero perdedor era él; que así lo asumía con humildad pero que
seguía, que no había sido sino el comienzo, que tenía 40 años; y que siguieran
contando con él. En declaraciones posteriores y en la circunstancia de reasumir
la gobernación de Miranda; reiteró lo dicho en el primer momento; insistiendo
en advertir contra “la antipolítica” y “los radicalismos”.
Al felicitar a Chávez por su
triunfo, sin relativismos ni puntos suspensivos, aparte la referencia al
“ventajismo”,avaló reconociéndolas no solo todas las actuaciones del “arbitro”
sino también el obsceno manejo de todos los recursos del Poder del que sin
límites ni escrúpulos hizo uso a lo largo de su campaña.
En la nutrida rueda de prensa de
Capríles aceptando los resultados una reconocida luchadora social y política,
muy respetada y ajena a “radicalismo” o “antipolítica”; promotora de una
pequeña organización que lo apoyó bien activamente en Guayana; en el lapso de
preguntas, la planteó la posibilidad legal de solicitar el recuento de los
votos; ante lo que él, al mas puro estilo chavista, la descalificó y, como a
todo el que coincidiera con tal actitud, la puso en tres y dos: Sin que sea
textual, le espetó,: Dejémonos de cómicas;…;no permitamos que regrese la
“antipolítica”, la atajó; “aquí” no hay lugar para “radicalismos”…”radicales”
fuera….
El CNE y el SAIME son cajas negras bajo total control político y
técnico de personal chavista de absoluta confianza; son entes cerrados a cuyas
estructuras no hay acceso libre ni son objeto de ningún tipo de contraloría ni
supervisión externo no-oficialista. Que se sepa y a menos que se esté mal
informado, en ellos sucede solo y todo lo que el alto chavismo, Chávez, decide;
incluso y obviamente a nivel de su directiva La oposición y los entes que han
sostenido que no hay inconsistencia ni fraude lo han hecho, bien
cuestionablemente, solo con base a
auditorias específicas sobre muestras aleatorias, del REP las máquinas de
votación las captahuellas, de los equipos de rechequeo diseñadas técnico-institucionalmente sobre
normativas y programas del mismo CNE.
No hay, como tendría que ser, presencia no-chavista permanente con pleno derecho y libre acceso a todas las
áreas y fases internas de los procesos. Hoy, repito, que se sepa, nadie tiene
conocimiento ni manejo exhaustivo de toda la estructura medulares ni del CNE ni del SAIME, bases procesales y técnico-jurídicas
del sistema electoral venezolano; por lo que nadie seria y honesta, e
inteligentemente, puede afirmar terminantemente que en esos entes no hay
posibilidad de fraude, que no es posible y que no lo hubo .Quienes lo hacen, lo
hacen ambigua y acotadamente, y sobre un pragmatismo electoralista rayano en la
ingenuidad y/o la deshonestidad; en cualquier caso lo hcen irresponsablemente.
Puede entenderse, aunque es bien discutible, que se asuma por
conveniencia ”política” pragmática-electoral, no mencionar el fraude por que
“no puede probarse”; pero negarlo, sin poder probar que no lo hay, como lo han
hecho en la oposición la MUD el CV, y Capriles, es irresponsable. Obviamente, la
prueba contra la idea de que sí hay fraude; sería la demostración incontestable
de que no puede haberlo; con una contraloría independiente técnico-ciudadana
exhaustiva y permanente del CNE y el SAIME; o si estos entes fueran
transparentes y absolutamente abiertos a la vista de la gente.
Lo que no es así. Por lo que, y mientras tanto, es éticamente una
obligación, políticamente acertado y respetuoso de la inteligencia del
venezolano; apuntar a que, si el fraude
sí es posible y esos entes electorales y de identificación son controlados por
un Chávez sin escrúpulos; en necesitándolo para su mesiánico “proyecto
histórico”, para disponer de mayores y mas cómodos márgenes electorales y sobre
todo en situaciones críticas; no cabe la
menos duda de que lo hace hizo y hará; cada vez que lo considere necesario.
,.* SEGUNDA PARTE
.-* De la unidad
al liderazgo; al fin, nuestro David contra Goliat
Las campañas de Chávez y Capriles, fueron, inversas a como se esperaba
o se supondría que fueran cada una con respecto a la otra. La de aquel, según, gran
líder mundial, de la “participación”, de que “la calle es del pueblo” de “la
inclusión”, etcétera, fue determinante y omnipresentemente mediática casi sin
actos ni vínculo real directo espontáneo con la gente. Mientras los actos que hubo fueron
remolcados tarifados y fríos; pesados. La de Capriles, relativa y se diría que hasta calculadamente
con muy poca presencia mediática; aunque con muchos recursos; fue de contacto y
comunicación directa con la gente; desde en los “casa a casa” en los “pueblo a
pueblo” hasta en las decenas de actos regionales
sorprendentemente masivos. La calle fue de la oposición, de la gente; la
penetrante convocatoria unitaria antichavista la ocupó espontánea masiva y
entusiastamente.
No hubo debate sobre nada; fue una campaña vacía; y aunque
supuestamente para unos y para otros, todo, absolutamente todo, “la Patria ” y “el Futuro” estaba en juego; fue una
campaña sin planteamientos de fondo y obviando temas tan sensibles como el
militarismo y la corrupción. Chávez con evasivas
impertinentes no se atrevió, rehuyó el debate que la oposición y Capriles
insistentemente propusieron. Pero, realmente, nadie promovió el debate real
sobre nada; desde ningún lado a ningún nivel de ninguna de las dinámicas de
campaña Los candidatos manejaron solo slogans y discursos.
Discursos que se relacionaban el uno con el otro; solo en una relación
de “paralaje”; solo candidaturalmente se referían mutuamente. El de Chávez metapolítico, épico, referido
al Universo a la
Utopía al Género Humano; etcétera; al capitalismo y
el imperio; a la
Patria ; supuestamente socialista, revolucionario;
supuestamente de izquierda; exaltado; con la gestualidad el gesticular y la
expresión corporal del discurso de Fidel
cuando Bahía de Cochinos; pero sin nada que ver con nada, ni de la coyuntura
real ni de la realidad concreta ni de la
crisis profunda en que vivimos, y.sobre la que su régimen cabalga El de Capriles, siempre sustentado en cifras
precisas y referencias vivas en sitio, sin dimensión, siempre sobre a los
problemas concretos locales y nacionales, que el mal gobierno chavista profundizó
y no resuelve ni podría resolver; y que, según, él y el buen gobierno que
haría, sí resolvería.
La campaña chavista, incoherente y errática, pesada, inicialmente
desdeñosa y subestimante de Capriles, descalificándolo y pretendiendo
desconocerlo como retador válido a su nivel; sin embargo, ante la sistemática y
bien precisa e impactante confrontación de éste, tuvo que pasar a un plano reactivo,
a ponerse a la defensiva; de tal forma que “puesto contra las
cuerdas”, se vio forzado a responder diariamente, compulsiva errática y hasta
lastimeramente a los cuestionamientos relativos a los problemas nacionales
puestos en la agenda electoral diaria que, Capriles sin mayor esfuerzo le
impuso hasta el final.
Aunque sin profundidad ni concreción sobre la solución a los problemas, ni sobre la base teórica o
conceptual de la que sería su gestión ante ellos; la campaña de Capriles “milimétricamente”
diseñada programada y ejecutada, se sustentó en aprovechar al máximo sus
ventajas personales y políticas, como candidato, apuntando a la relación de la crisis nacional continuada y
profundizada por Chávez y su gobierno agotado e incapaz; incoherente con su
pretensión reeleccionista; incoherencia
puesta de bulto, con la actuación y el discurso electoral, repetitivo y cansón;
hasta lastimero, de un candidato agotado emocional y psicosomáticamente;
enfermo; que como respuesta al cuestionamiento opositor, no alcanzaba mas allá
de seguir invocando y anunciando misiones; y a hacer referencias elípticas
inconcretas, a la “consolidación de la revolucíón” “anticapitalista” que,
según, avanzaría con su Plan 2013-2019.
La agilidad cobertura y alcance con que Capriles recorrió varias veces
el país, en los tres meses de campaña, aprovechando tales buenas condiciones
físicas un eficiente calendario y los recursos de que dispuso; aunque sobre
todo y siempre a partir del carismático carácter unitario originario de su candidatura;
aunque enmarcada en la inexplicable y
mas que dudosa validación del CNE y del proceso, según en función de crear la expectativa de un triunfo seguro; produjeron
la exitosa convocatoria plural y la
movilización nacionales en suma de los varios millones del antichavismo; a tales
niveles y con calidades políticas
imposibles hoy para el chavismo; ni siquiera imaginarlo.
Como derivación de ello, a
partir de esos muy buenos resultados de
la movilización iniciales por el país,
el carácter y el contenido unitarios de
la campaña fueron siendo desdibujados destacándose crecientemente su carácter
personal; de ser él, Capríles, quién
derrotaría a Chávez, ya no la unidad ni la gente; sino él; y que él sería quién resolvería los
problemas; hasta hacer axial y permanente la idea de que se trataba de “David”
que derribaría a Goliat; la vieja y profundamente reacccionaria y antihistórica
idea de que para sacar a Chávez se necesitaba otro Chávez; de que “solo con
otro líder” saldríamos de él; fue puesta como eje de la campaña..
El carácter unitario originario
de su candidatura, y su esencia unitaria, fue siendo hecha desparecer casi
totalmente a partir de inciada la campaña formal; y con el pretexto o la
justificación de “no tener nada que ver con el pasado”; el resto de las
organizaciones y las bases políticas y partidistas protagonistas de las
Primarias, diferentes a su partido PJ y a su nuevo Comando Venezuela,
desentendido del Comando Tricolor con que había ganado la candidatura única,
fueron excluidas de su campaña; que se redujo a una campaña presidecialista a la
Presidencia. Nada
nuevo por lo demás. Negar la “tarjeta única” que potenciaba la unidad, fue
consistente con la sectarización de la candidatura...
.-* Las “agendas
ocultas” y la opción por “el malo
conocido”
El discurso electoral de Capriles se armó sobre la idea de que los
problemas del país son resultado de que el chavista es un gobierno incapaz y
malo; y en que él los resolvería, todos y hasta en lapsos cantidades precisos,
con un gobierno bueno que él iba a hacer. En ese discurso, reconocía las principales ejecutoria chavistas en función de
lo social, sobretodo de las misiones, que, según, conservaría y mejoraría,
haciéndolas mas incluyentes pero despartidizándolas.
Y, aunque nunca se refirió a
cambiar la propiedad estatal de PDVSA de las empresas básicas y de las
privatizadas CANTV y EDC, siempre sin mayores precisiones sobre cuales sí y
cuales nó, reiteraba que detendría revisaría y hasta, según, revertiría las expropiaciones, de que respetaría la
propiedad privada, igual sin específicar; y que con el sector privado y la
inversión extranjera crearía millones de empleos y reactivaría la producción
nacional; pero de tal forma expuestas esas posturas, que era evidente su
sintonía con lo medio-dicho ambigua y dejado en suspensivos; siempre seguido de la advertencia de “lo difícil
y duro que era lo que venía; la reconstrucción de lo que Chávez había, y seguía
destruyendo” “ la durísima transición que venía”; que declaraban algunos de los
principales especialistas tecnócratas y burócratas de sus equipos de campaña y
programa, y que, presumiblemente estarían en su gobierno.
Capriles y la MUD y el CV rechazaron terminantemente y denunciaron que
se trataba de una componenda, los documentos difundidos hacia el final de la
campaña, que mostraban una clara
orientación neoliberal. Y aunque eran evidentemente manipulados y editados, y que
no habían sido oficialmente asumidos; igual
era claro que sí habían sido hechos y manejados por algunos de los equipos de
programa-. La idea simplista y evasiva de que “las etiquetas no tienen sentido”,
de que, según, “es obsoleto hablar de neoliberalismo, de izquierdas y
derechas”; no disipó el efecto concreto que
el ataque central chavista, de neoliberal de que revisaría y reprivatizaría lo expropiado;
y sobre todo de duda sobre que eliminaría las misiones, tuvo en sus varios millones
de beneficiarios; y hasta en la buena parte de los ya distantes del chavismo y
que mostraban tendencia a abstenerse. Entre la afirmación chavista de que
mantendría las misiones crearía más y las profundizaría; sobre todo teniendo la capacidad concreta de hacerlo; y
la idea de Capriles de que no las eliminaría sino que las revisaría y
mejoraría; la lógica que por lo visto prevaleció, al menos en algunos sectores,
fue la de “malo conocido preferible que bueno por conocer”.
La ilimitada deshonestidad de Chávez no le quita veracidad a su
denuncia, repetida día a día por sus títeres, de que Capriles, y, si no la MUD o el CV, su eventual equipo de gobierno,
teníau una “agenda oculta”; oculta a la opinión general, pero manejada por los
factores de poder que lo apoyaron, y que en sus elementos básicos y líneas
generales eran mostrados en los medios por sus tecnócratas polítologos y
voceros aparentemente mas cercanos. Pero, con la circunstancia, de que,
exactamente igual y con igual opacidad, Chávez en su Plan 2013-2019, realmente desconocido
por la gente y al que él se refiere genéricamente como “continuar la
construcción del socialismo” o “profundizarlo”, etcétera; lo que hay, igual, es
una agenda oculta; que no se atreve a mostrar; en cuanto a “el ariete” sobre la
sociedad en qué consiste realmente “el
Estado Comunal” al que se refiere ese plan.
Que aquella sea calificada de “neoliberal” o “capitalista”, siéndolo
realmente; y esta de “socialista” sin que realmente no sea sino el proyecto de “capitalismo
de estado” soportado en un control reticulado de toda la sociedad; y aparte de que sea irrealizable;
no las diferencia, en cuanto que, agendas ocultas ambas; se sustentan en una concepción mesiánica delirante y autoritaria
del poder y de una acción pública por encima y negadora de la soberanía
ciudadana; que hoy por hoy es, precisamente, el punto deslindante entre lo
regresivo y lo progresivo, entre las posiciones de izquierda y las de derecha;
ante los problemas de la sociedad y del ejercicio del poder.
-* Sustituir un “gobierno
malo” por “uno bueno”/ La“política” y la “antipolítica”
La idea de que de lo que se trata era de “gobernar bien”, sacando a Chávez
que gobierna mal, además de lo
teóricamente inconsistente que es; obvia varios aspectos concretos de las
vivencias y visiones de la gente en general. Uno, se refiere a la visión de los beneficiarios del gobierno
chavista, “malo” para la oposición y Capriles; pero que para esos clientelajes
que todavía son una buena parte del país, y explicablemente, el de Chávez ha
sido el mejor gobierno que han conocido. Otro
se refiere a que si ciertamente el actual es un gobierno malo, el peor
conocido; que no resuelve, igualmente los anteriores puntofijistas fueron malos
y permitieron un acumulado de deterioro y exclusión de la que fue víctima y todavía
lo recuerda y tiene conciencia y vivencia propias, concretas, buena parte de los
venezolanos mayores de 30 años.
Y, un tercero, que va mas
allá de la idea de que se requiere “un buen gobierno”, aunque Capriles se
desentiende del pasado y de la vieja política, los dirigentes y cuadros que lo
acompañaron y que estarían en su gobierno; y él mismo; aunque no hayan estado muchos de ellos personalmente en gobiernos
anteriores, muchos sí vienen del partidismo y la tecnocracia puntofijista y/o
multilateral, y reproducen concepciones y estilos de la vieja política,
sustentada en la representatividad liberal-burguesa en el autoritarismo y el
mesianismo, civiles y tecnocráticos; y en el partidismo; en los que ellos
sustentan su agresivo deslinde entre lo que califican como “política” y lo que
descalifican como “antipolítica”
Pero el cuestionamiento mas de
fondo a la idea de que los problemas nacionales se solucionarían, saliendo
Chávez, claro, y, con un buen gobierno; es que la crisis nacional, los
problemas el acumulado de deterioro de décadas, y la respuesta a ellos no es,
sino circunstancial e instrumentalmente una cuestión de mal o buen gobierno, de
una buena gestión pública; porque es una cuestión de poder; la cuestión de,
quién, sobre cuales relaciones fácticas y subjetivas, y en función de qué
expectativas e intereses concretos, se ejerce el poder, se define y activa lo
público y se formulan las decisiones sobre él. No entrando en materia sino yendo
directa y solo referencialmente al epicentro del asunto: no es con Chávez que
la economía venezolana se convierte en rentista; desde Gómez ha sido así; y
tampoco es ahora que la política es clientelar; desde los años cincuenta ha
sido así; y no es con Chávez que se inicia el desmantelamiento institucional
del Estado Venezolano, y se disparan la inflación la paridad cambiaria y el
endeudamiento; sino que fue en la década de los 70 y 80. Con Chávez se ha
continuado y profundizado el deterioro de todo en Venezuela; pero no fue con él
que se inició. Y eso lo sabe la gente, lo sabe el país. .
-* Una
polarización solo electoral La gente votó en contra
Desde el 2006 cuando todavía se mantenía la polarización general del país
inducida mediáticamente por ambos sectores; ella vino cediendo, a nivel de la
gente, hasta casi no existir hoy; aún cuando se sigue manejando, manipulando,
en los discursos y a nivel mediático. Obvio, en procesos eleccionarios la polarización
mediática se dimensiona circunstancialmente en la gente; aunque ya sin la intensidad violencia y agresividad, de antes y
de luego del RR del 2004 Hoy el
venezolano de a pié no está polarizado; aunque mayoritaria y crecientemente
rechaza al chavismo; a contrapelo de lo polarizadas que sí están las figuras
mediáticas partidistas intelectuales empresariales, religiosas de ambas partes.
En la campaña, naturalmente, la
gente fue requerida y presionada para votar por Chávez o por Capriles Pero con
la circunstancia, que siempre se da como una condicionante mas, y que aquí fue
lo determinante; de que realmente la gente, mayoritaria y mayormente, no voto por
Chávez ni por Capriles; sino en contra; en contra de Capriles del puntofijismo de la derecha y el Imperio; de
que “te van a quitar las misiones”; la
mayoría de quienes votaron Chávez; y, en contra de Chávez, un porcentaje
probablemente mayor, contra la inseguridad, la destrucción del país, el
comunismo, los militares etcétera. En
mediciones hechas a mediados de campaña, se determinaba que el
porcentaje de quiénes votaron por Capriles, propiamente por él, andaba por el
10%; el mayor peso porcentual era el del carácter unitario de su candidatura. Y
aunque no había información precisa sobre la motivación para votar por Chávez,
seguramente que el porcentaje de quienes lo hacían en concreto por él, debía
ser inferior al 20%,.si acaso; siendo el
de mayor porciento, probablemente, el temor a que quitaran las misiones.
A pesar de la retórica pseudorevolucionaria
socialista; y a pesar del Plan Bolívar 2013-2019, supuestamente “un proyecto de
país”; y a pesar también del discurso pragmático aunque con resonancias
milenaristas, de “hay un camino” y del
Programa de la
MUD y el CV, igual, supuestamente “un proyecto de
país”; el cuadro de motivación electoral fue preciso y cerradamente polarizado;
de votar en contra. No se votó por ninguno de los “proyectos”; ni se voto por
la izquierda ni por la derecha Para votar eficientemente y por lo que fuera contra
Chávez, no se podía sino votar por Capriles; y para votar eficientemente y por
lo que fuera contra Capriles, no podía sino votar por Chávez.
.-* Capriles, el
candidato de una derecha; no de toda
.A la candidatura de Capriles apostaban las cúpulas partidistas y
empresariales, nacionales, y religiosas; algunas no abiertamente; y, no todas;
ni siquiera las mas de mas poder como la bancaria; junto a los factores
políticos y de poder conservadores internacionales Sin que pueda decirse que era
el candidato de “el capitalismo y el Imperio” de “la derecha”; sino de algunos
sectores del capital mundial del “Imperio” que están en contra Chávez; y que no son sus socios comerciales o
industriales. Es cierto igualmente que Capriles
personal y político-partidistamente tiene un origen y una trayectoria de
centro-derecha; salió de COPEI; y
PJ partido del que es cofundador se ha
identificado con el PP español y con el PAN mexicano; con el uribismo; y hasta
con los republicanos de EEUU Y es cierto
igual que su campaña que se soportó y arrancó inicialmente en la condición y el
contenido unitario de su candidatura; fue siendo llevada a pulso,
concientemente y él conciente, hacia la deriva sectaria y reaccionaria de ser “el
otro Chávez”; de ser el “David” que derribaría a Goliat; deriva oscura
antiunitaria de la que resultó la conciente y voluntaria exclusión por el CV de
la pluralidad partidista y organizacional que, aparte su real dimensión y
alcance, su peso real y vigencia, fue la que determinantemente conformó las Primarias;.
Pero ello no significa que la candidatura fuera de derecha, aunque si lo fuera de
la derecha, de la derecha nacional y de parte, solo de parte, de la
internacional Otra parte jugó fue a Chávez.
Junto a que, tema aparte, la motivación de medio país, que se expresó
votando por él, no es de derecha; ni siquiera y a pesar de todo, es
anticomunista, sino muy minoritaria y superficialmente; sino que rechaza la
concentración de Poder el autoritarismo; que es lo mas de derecha que puede darse
hoy por hoy en cualquier contexto; y rechaza el estancamiento y la regresión
del país, el desmantelamiento de sus estructuras productivas y sociales
históricas nacionales; por lo demás inevitablemente “capitalistas” “burguesas”.De
tal forma que, motivacionalmente, el voto por Capriles no era por un candidato
de derecha; ni, menos un voto de derecha. Como el voto por Chávez no era ni un
voto por la izquierda ni un voto de izquierda.
Por lo demás, la candidatura de Chávez, y su “proyecto” no tiene nada de
izquierda; mas allá de la retórica y de lo que digan sus planes; y del
clientelismo hacia los sectores “C” y “D”.Centenares de trasnacionales de todo
el Mundo; por mencionar solo algunas, las navieras ferrocarrileras y
telefónicas españolas; las grandes agroindustriales metalúrgicas de
construcción brasileiras y argentinas; las chinas las rusas las italianas,
etcétera, las centroamericanas; las petroleras de todo y las fabricantes de
aviones y trenes del Mundo, francesas brasileñas españolas; tienen a Chávez
entre de sus principales socios comerciales.
Por otra parte, si podía visualizarse el que sería el gabinete de Capriles
como conformado por tecnócratas vinculados al sector empresarial y a los
multilaterales y con experiencia, currículum y orientación neoliberal; en
contraste con la chapusería desrprofesionalizante y militarizante
característica de los gabinetes de Chávez; sin nada que ver con “socialismo” ni
izquierda ni revolución; sino con la chapucería y la negación absoluta de la
inteligencia; pero que se reivindican como “revolucionarios” e “izquierdistas”;
y sin entrar en el tema de la calidad y el contenido real que han tenido sus
ejecutorias; no hay sino que atender a quienes serán, designados a dedo, sus
gobernadores a partir del 16D; nuevos y viejos; que en general y aparte de
algún matiz que se pueda observar en uno que otro; todos, aparte de incapaces y
corruptos, son reaccionarios de derecha y hasta fascistas; sin nada que ver con
izquierda ni posiciones progresistas. La conclusión es bien clara; el voto por
Chávez fue un voto por un régimen
reaccionario, de derecha.
.-* Chávez en su
verdadera pequeñez
De estas presidenciales queda un
Chávez desmitificado, sin prepotencia, reducido a su real estatura y dimensión;
frágil hasta el llanto; y que fue puesto y mantenido “contra las cuerdas”, por un retador que
aparte la condición unitaria de su candidatura, tampoco tenía mucho con qué,
salvo su juventud y las muy buenas condiciones físicas que tiene, de su entrenamiento
de maratonista y montañista,; y que con un discurso primario y directo referido
sin dimensión ni densidad al caos del día a día de los venezolanos; y a la
responsabilidad de Chávez, en su profundización; terminó imponiéndole la agenda
diaria en todo evento aunque no fuera o no debiera ser electoral
TERCERA PARTE
.-.* Lo que no podía ser y no fue; el Flautista de Hamelín no estuvo aquí
El 7O, felizmente, no fue nada de lo que ambas partes anunciaron que
sería. Ni fue realmente el inicio de “la última gran batalla de La Patria ”; ni fue “el primer día de El Futuro”; según la amenaza fuera del chavismo,
según fuera de la oposición. El “huracán revolucionario, bolivariano, etcétera,
no se dio, o no pasó por aquí. Aunque sí hubo, culminó, la gran avalancha ciudadana antichavista
antiautoritaria que comenzó a formarse y crecer desde el inicio del año.
A Chávez ni al CNE le
fueron suficientes ni los votos reales voluntarios que todavía tiene ni
siquiera sumando los de los abstencionistas remolcados; para producir al menos
el efecto de que había “ventiado”; teniendo que echar mano de los votantes
“pret a porter” del SAIME, procesados y computados por el CNE hasta los totales cantados. Fue la primera de las
tres jornadas de la “Victoria Perfecta”
decretada; una “victoria” electoral, ciertamente gracias al SAIME y al CNE ; mas que a “la maquinaria”; y, “perfecta”, sí,
estando avalada por la oposición; pero de mierda; una victoria vergonzosa,
hedionda.
Mientras que la avalancha ciudadana antichavista, espontánea
voluntaria, de votos, sí la hubo; y, a por encima de todo, y también de la oposición, fue espectacular sin precedentes. Porque fue de
la gente, nada que ver con la pretensión
de que fue provocada por una suerte de “Flautista de Hamlín” que con su embrujo
nos sacaría de la pesadilla chavista y nos llevaría, siempre él con su flauta,
al Futuro. Y, claro que hubo los votos para “ganar” si hubiera habido un
verdadero “arbitro”; en vez de un CNE que simplemente leyó los números que
desde meses atrás Chávez mismo había cantado como resultados mínimos aceptable.
Fue una derrota electoral espectacular, brillante; de la gente, de los
venezolanos; frente a la sucia y vergonzosa “victoria” chavista sobre el país
todo. Una derrota con la que no comenzó “El Futuro” imaginado por la MUD y el CV, al que llevarían el país de la mano;
aunque si, mas allá de lo obvio, el inicio sí, de todo lo que viene e
inevitablemente sucederá, mas allá y a pesar de la perversión
institucional-electoral chavista, que ya monta el segundo y el tercer evento de
su “Vitoria Perfecta”. Como ha venido siendo, la avalancha ciudadana, seguirá
creciendo hasta sepultar el autoritarismo.
Seguro que en el corto tiempo se verá que el “triunfo” chavista del 7O
no significará la pretendida gran batalla por “La Patria ”, supuestamente haciendo “irreversible” el
proyecto autoritario. La gente, incluida la gente cuyo voto de la manera que
haya sido, fue computado para Chávez; lo enfrentará; como ya desde hace años
viene enfrentándolo. Igual que tampoco hubiera sido el inicio del lanzamiento a
“El Futuro” según la agenda real de la MUD y el CV; en el escenario imposible de que el CNE hubiera el triunfo de Carriles.
Ninguna pretendida elite, ni
cúpula ni articulación de factores de poder, ni autonombrada “vanguadia”; ninguna estirpe ni ningún
mesianismo ni tecnocratismo; está en capacidad hoy; por eso ocultan sus
agendas; de imponerle a la gente, en nuestro caso, a los venezolanos, su
proyecto su modelo; sea cual sea su orientación
sea cual sea su alcance, ideológico doctrinario teórico. El aspecto
común, igualante aunque hubiera algún matiz, de ambas votaciones chavista y de oposición,
fue su constitución “policlasista”; la pluralidad en todos los aspectos. Mas
allá de que realmente la subjetividad nacional esté hoy escindida; y de lo que
puede indicar cierta emocionalidad y alieamiento; y una polarización
circunstancial, los venezolanos de ambas votaciones, realmente están
mayoritariamente contra la concentración de Poder contra el autocratismo. Por
eso la agenda real de Chávez, era y es una agenda oculta; tanto como era
la de la MUD y el
CV.
Caracas octubre 2012
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Rafael iribarren
viernes, 26 de octubre de 2012
ERIC EKVALL - CÓMO FUE ORGANIZADO EL FRAUDE ELECTORAL EN VENEZUELA
MegaTv, Miami
26 de octubre de 2012
El prestigioso analista político Eric Ekvall, radicado en Venezuela desde el año 1982, ha explicado cómo fue realizado el fraude en la elección presidencial de Venezuela del 7 de octubre de 2012.
En entrevista con el editorialista Jaime Bayly:
Primera parte:
Segunda parte:
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Eric Ekvall
SHIVA KALI - EN CAMINO AL PRECIPICIO CON EFICIENCIA
Para quienes
participamos en el proceso de toma de decisiones gerenciales como rutina de
vida, el análisis de la realidad situacional constituye el factor crítico para
orientar y fundamentar las decisiones
que han de tomarse en torno a un problema determinado. Y más aún, cuando
el problema reviste una significativa gravedad, capaz de poner en riesgo la
permanencia misma de la organización empresarial. Por esta razón, no hay nada
mas desagradable que tener que decir “te lo dije”, cuando los “caminos” tomados(decisiones)
para enfrentar problemas gerenciales han sido equivocados. Precisamente, por
obviar, por increíble que parezca, el análisis situacional del entorno que no
es otra cosa que la “cruda realidad” que cubre a cada camino en particular y
cuyo desconocimiento origina resultados nefastos (a veces hasta catastróficos)
por el terco empeño de decidir por “caminos equivocados”.
El 7 Oct no podía ser
distinto a lo que viene ocurriendo desde Diciembre 1999, pues la “realidad
situacional del entorno” es exactamente la misma. La única diferencia es que
con cada nueva fiesta electoral se manifiesta la prueba infalible de esa
realidad situacional existente que tratan de simular oportunistas cuyos único
interés no es precisamente el bienestar y progreso de ese pueblo a quien
engañan en cada fiesta para llevarlo al matadero, no; el bienestar y progreso
que ellos persiguen es el del grupo clientelar que han logrado estructurar para
chupar de la ubre que amamanta al chupa cabras rojo y asi ellos poder mantener
su “estatus”. Cual estatus? Ese que perdieron en 1999.
Efectivamente, ante la
grave crisis de liderazgo que vive el país, la insepulta, incapaz y viciada
dirigencia del pasado, frente a la realidad situacional roja que les pajeó el
“estatus” de mas de 40 años, pues idearon una fórmula, muy original por cierto,
para mantener el “ordeño public”, su única razón de vida pues no saben de otra
cosa que de las trampas, chanchullos y guisos a que han estado acostumbrados
mediante el manejo del poder. Perdieron el poder por viciados e incapaces; pero
han logrado la “formula perfecta”
para la sobrevivencia y estatus en tiempos de realidad situacional roja: las miniparcelas
del poder que les permite el dueño de la comarca para que no echen vaina y
coman tranquilos.
Por su puesto que, la “formula perfecta” de miniparcelas de poder(migajas) para el ”ordeño
publico”, léase gobernaciones, alcaldías y AN, es un coto cerrado, única y
exclusivamente, para el grupito clientelar “formula perfecta”, de cada uno de
los parceleros con su respectiva
cabeza de “parcelamiento” al frente. La
fórmula incluye la innovadora idea de juntarse para cada fiesta electoral. Y es
allí donde han surgido los “slogans unitarios” para ir unidos a la fiesta y no ser dejados por fuera sin
pasapalos ni tragos: coordinadora democrática; atrévete; mi negra; mud; hay un
camino; autobus; progreso; avalanchas; etc.etc.etc. La última es, “el camino
continua”. Desgraciadamente, pienso que llegaron a una calle ciega. Sencillito
pues.
Y cual es esa realidad
situacional que menciono? Pues esa que se presenta al dia siguiente de cada
borracahera electoral, en pleno ratón, para abofetear, gritar y burlar a
quienes, una vez mas, han vuelto a caer por inocentes. Me refiero a esa inmensa
masa de pueblo bueno, noble, honesto y trabajador que poco a poco muere de
asfixia esperando que su Venezuela llegue el ansiado día donde un nuevo
amanecer les indique que ahora sí, ha llegado la luz. Y no la de la corrupta, ineficiente y buena para
nada Corpoelect, precisamente.
La realidad situacional
es muy clara: institucionalidad del país, desde la A hasta la Z, obedeciendo
silenciosamente al grito de una bota que los humilla; FAN roja que grita patria
socialista y anti imperialista; Pdvsa bajo un deterioro operacional tan grave
que ya le estallan las refinerias, y bajo un riesgo financiero tan peligroso
que ahora depende de lo que le preste Fogade, Fonden, bancos del Estado y el endeudamiento
acelerado e indiscriminado de emisión de papeles de deuda para poder operar; el
BCV vendiendo las barras de oro para obtener divisas pues ni el fondo chino ni
Pdvsa le cubren las necesidades de divisas para mantener al pais respirando; la
institucional electoral del país estructurada, penetrada, vigilada y controlada
para producir las “Victorias Perfectas”
que sean necesarias; una fuerza civil armada y organizada en milicia claramente
con un objetivo de defensa de la revolución que no de la nación; una población
humilde estructurada en mas de 40 mil consejos comunales(todos “enmisionados”)
a njivel nacional, para minar las atribuciones, autonomías y poder de gobierno
de gobernadores y alcaldes, esperando el momento del zarpaso final que ya está
muy cerca; TSJ y estructura de justicia del país sometida a los deseos
emocionales del jurisconsulto de Miraflores incluyendo la fabricación de
expedientes contra seres inocentes; una sociedad aterrorizada por el hampa
desbordada, que se desplaza libremente en motos con camisas rojas, bajo la
mirada complaciente de unos cuerpos policiales corrompidos que tambien cuidan
su parcelita pues.
Los ejemplos de la
realidad situacional que cubre nuestra Venezuela por los cuatro costados es
obvia y visible. Frente a esa realidad un grupo de irresponables, unidos por
una mano peluda(MUD) le ofrecieron a un pueblo inocente, hastiado, confundido y
temeroso, que había un fulano camino hacia el progreso, llegando al abuso
burlón de invitarlos a montarse en ese “autobús imaginario” que solo alguien
bajo desespero es capaz de pensar que un espejismo puede ser verdad, incapaz
como está de percatarse que todo no es mas que “Vapor de Ilusión”.
Pero y entonces, ahora
cuál es el camino? Sin duda que el precipicio.
Ese que son incapaces de ver los “parceleros
del ordeñe”, cuyo autobus para el progreso es el que los lleva al guiso,
chanchullo y demás tramposerias juntas a las que están acostumbrados. Lo grave,
es que el viaje hacia un camino
llamado precipicio será con
eficiencia, pues quienes no conocen a su enemigo y jamás lo han conocido (
elemental principio de la Guerra de Sung Zu ), ni mucho menos se molestan en
analizar lo que a su alredeor circunda pues son sabiondos que se las saben
todas mas una pues.
Los anuncios de cambios
ministeriales y vicepresidencia, incluyendo el regreso del pistolero Loyo a
gabinete, pues son mas que obvios para concluir lo que vendrá a continuación
del 7O. Pues lo mismo que siguió después de la derrota del “atrévete Rosales”
en el 2006. Movimientos para el avance acelerado hacia el plan original de
Patria Socialista(comunismo disfrazado). Por eso Chávez arengó a sus ministros
el día Sábado sobre el Poder Comunal. Y esa es la fase que sigue: avance
acelerado del comunismo con disfraz de socialismo. Chávez ha utilizado un
estrategia distraccionista dejando que muchos se beneficien de negociados,
misiones, corruptelas, guisos y componendas bajo cuerdas, haciendoles pensar
que todo sigue igual mientras él avanza hacia sus propósitos de una sociedad
comunista donde el poder lo dirigen y controlan a través de las comunas. Todo
sera fácil pues ya los “parceleros” están pendientes de las miniparcelas el
16D. De paso, las perderán casi todas por no decir todas. Su ambición será su
propia perdición.
En este fase que sigue
se aceleran las comunas pues ya el ineficiente, incompetente e ignorante que
hoy pide eficiencia, sabe que la candela ya le toca los pies y tiene que
acelerar la marcha pues la revolución sabe que han alcanzado el punto rojo de no retorno.Ya no hay
marcha atrás posible. Pero mientras que un obstinado Chavez piensa que será
exitoso en su fase final de implementación, lo que viene será el gran reventón.
El piensa que el “Chavez corazón de pueblo” es la llave mágica para controlar a
una masa que ya una vez se mostró indomable. Es exactamente la misma masa
humana que bajo el liderazgo de un líder popular como lo fue CAP , se desbordó por los
cuatro costados, cual río revelde sin cauce, cuando le incrementaron el pasaje
y la gasolina. No quiero imaginarme cuando a esa masa que han acostumbrado a
misiones, regalitos chinos y viviendas gratis que se caen a los meses, le digan
que se acabó lo que se daba porque ya Pdvsa esta en terapia intensiva; porque
el BCV se tiró todas las reservas de oro y porque ya los bancos del país han
sido saqueados por la revolución buscando hasta el último centavo como de hecho
ocurrirá muy pronto. Viene la toma de la banca. Del 2013 no pasan! A preparase
pues que hay un camino. Y se llama precipicio!
Pero como el tiempo de
Dios es conocido solo por el mismisimo Padre Clestial, soy un convencido de que
aparecerá el portador de una antorcha de luz que guiará el norte de un pueblo
bueno, noble y alegre viviendo bajo oscuridad pero que jamás será doblegado. Esa
fue la enseñanza y legado de Bolivar y no la del ciudadano sumiso arrodillado
frente a la voz de un amo que lo patea y humilla. Asi será en memoria del Padre
Libertador Simón Bolivar.
No me canso en repetir
una y otra vez, que los líderes nacen
cuando las circunstancias los llaman. La historia del mundo esta llena de
ejemplo de líderes y de lo que su talla significa como conductores consensuados
hacia rumbos muy bien definidos, ciertos y posibles de alcanzar(jamas fingidos
con autobuses invisibles), fundamentados en
la visión y convencimiento de su palabra carismática, pues el líder
utiliza como herramienta de lucha a una poderosa y temida arma llamada verdad. Arma muy temida por el
polo opuesto al líder, el tirano; quien lejos de liderizar y guiar
consensuadamente pues simplemente somete voluntades bajo la amenaza y el
terror. Son muy fáciles de reconocer pues por le general se uniforman y aun
cuando se les ven las armas te lo recuerdan a diario que estan armados. Asi
son. Hasta que los alcanza el Kadafi o el Saddan Hussein que no es otra cosa
que las masas cuando se revelan y vuelven indomables. Dios todopoderoso tenga
piedad del noble pueblo venezolana y de nuestra bella tierra.
Shiva Kali
21 de octubre del 2012
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Shiva Kali
lunes, 15 de octubre de 2012
JUAN CARLOS SOSA AZPÚRUA - SER RADICAL
Aclararé lo que significa para los
radicales el término “radical”.
La vida es una sola y constituye el bien más preciado que tenemos,
porque si lo perdemos, lo perdemos todo. La Libertad es el idioma de la
vida, lo humano se explica gracias a la Libertad, los humanos no somos animales
porque somos libres.
Cuando algo atenta contra la Libertad, está atentando contra lo humano,
ergo está quitándole a la vida su forma de expresión y su esencia. Un hombre
esclavo, no es hombre, es esclavo, que es lo mismo que decir que está muerto,
es un zombie, un ser sin esencia, si posibilidad que su vida tenga algún valor
en lo que respecta a la expresión de su naturaleza.
Cuando algo atenta contra la Libertad, ese algo es un enemigo
implacable, porque si tiene éxito, nos mata lo humano que hay en nosotros,
volviéndonos esclavos. Por eso un régimen que viola la Libertad, es un régimen
que puede y debe ser combatido con cualquier medio disponible, sin matices y
sin contemplaciones.
Atenuar esta premisa es lo mismo que hacen los que deciden negociar con
narcoterroristas, conciliar posiciones con asesinos. Los mismos que defienden
los derechos humanos de monstruos como Osama Bin Laden pero nunca hacen mención
de los derechos humanos de las miles de personas asesinadas por este difunto
enemigo barbudo de la Libertad.
Los conciliadores concilian ambas posiciones, las de Bin Laden y las de
sus víctimas; las del pueblo colombiano y las de la narcoguerrila que lo
destruye con drogas y bombas.
Los conciliadores buscan ser comprensivos, usan matices para
llegar a posiciones de consenso; y así los Bin Laden, los Marulanda, los
Chávez, y un sinnúmero de enemigos de la Libertad logran escabullirse y
continuar sus respectivas muecas destructivas.
En Venezuela la Libertad está en juego con el régimen de Chávez y
por ende el régimen de Chávez debe desaparecer, como sea. Los radicales
entendemos esto muy bien. Los conciliadores buscan explicaciones matemáticas,
tratan de descubrirle las cinco patas a la rata…y así se les va la vida y
obviamente el país.
Para los radicales lo que sucedió el 07 de octubre fue una tragedia de
proporciones catastróficas. Por eso nos sentimos frontalmente insultados por
las posiciones conciliadoras, por las auto felicitaciones pepsodent de los
responsables de esa hecatombe y por sus maneras suaves y cínicas de “pasar la
página”… sus formas “conciliadoramente democráticas”.
Por eso nos hartamos; es imposible de tragar que los individuos que han
permitido que esta tragedia ocurriese, cuando hubo muchas formas advertidas de
evitarla (y que sabotearon y ridiculizaron), pretendan seguir aplicando sus
estrategias fallidas; y mucho menos soportamos a los necios que los aplauden y
que además tienen los bríos de insultar a quienes estamos de luto, solamente
porque se nos ocurre abrir la boca para decir que es una total y absoluta FARSA
todo el proceso que culminó en ese patético discursillo bobalicón que le
entregó nuestra Libertad al régimen de Chávez, cual cochino mordiendo una
manzana, en bandeja de oro y brillantes, legitimándolo por seis años más. ¿Para
qué otra cosa sirvió esa bufonada del domingo más triste de la historia de este
país? ¿Para las cretinadas que alega la MUD, y que taladran la materia gris de
quien la tenga?
Por todo esto somos radicales, porque entendemos que la Libertad
solamente se merece cuando se lucha con la vida por no perderla; no cuando se
le considera una simple apuesta para jugársela en un hipódromo electoral.
Juan Carlos Sosa Azpúrua
15 de octubre del 2012
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Juan Carlos Sosa Azpúrua
domingo, 14 de octubre de 2012
HUMBERTO GARCÍA LARRALDE - DÓNDE ESTAMOS
“Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia
destrucción”
Simón
Bolívar
No puede menospreciarse el sentimiento de frustración, dolor e indignación
de millones de venezolanos por los resultados de las elecciones presidenciales
del pasado domingo. Decepciona constatar que sectores mayoritarios de la
población prefirieron alinearse con un proyecto retrógrado y primitivo cuando
se les ofrecía la posibilidad de montarse en el autobús del progreso. El
aforismo “más vale malo conocido que
bueno por conocer”, nos recuerda la propensión conservadora del ser humano ante
decisiones que pueden ser trascendentales para su futuro. Que la inseguridad y
las 19.000 muertes violentas el año pasado, el deterioro en los servicios y en
las condiciones de vida del venezolano, la corrupción desbordada, el abuso
grosero del poder, el apartheid político, la militarización del país, el
colapso de PdVSA y de las industrias básicas de Guayana, y la amenaza creciente
a las libertades civiles no hayan entrado en la balanza de esta mayoría a la
hora de votar, exaspera.
Y no vale al chantaje de que “el pueblo siempre tiene la razón” para
atemperar lo dicho. Un pueblo corrompido por prácticas clientelares –y conste
que no las inventó Chávez- no tiene “siempre la razón”, menos cuando está bajo
el influjo de una propaganda Goebbelsiana,
ingeniada para convertir al Caudillo en imprescindible salvador. Ya lo decía el historiador Francois Furet con relación a Hitler, “Supo, por instinto, el más grande secreto de la política: que la peor de
las tiranías necesita el consentimiento de los tiranizados y, de ser posible,
su entusiasmo”.
Desde
luego, la contienda fue muy desigual; Henrique Capriles contra la maquinaria
del Estado, con un ejecutivo volcado abiertamente a promover la candidatura de
Chávez, un CNE que ni chistaba ante este ventajismo abusivo y con la invasiva presencia
de éste y del gobierno en los medios a través de las cadenas y las “cuñas”
obligatorias de la ley Resorte. Adicionalmente, el brinco pegado por el gasto
público este año en toda suerte de misiones, sobornos y mecanismos de
transferencia, sin duda influyó. Finalmente, no puede subestimarse el efecto de
la campaña de intimidación y miedo para evitar que empleados públicos y
“misioneros” se apartaran del carril Bolivariano. Sin embargo, este abuso de
poder es intrínseco a la ecuación de dominio y control del presidente Chávez,
parte del desafío a superar.
El
verdadero desafío va más allá y tiene que ver con la amenaza de que se imponga
una visión de sociedad refractaria al progreso y la libertad. Se trata de una
competencia crucial entre dos maneras excluyentes de concebir el país. Se bien
es absurdo pretender que triunfó el “socialismo”, la mayoría sí se alineó con
un proyecto social ajeno a la democracia liberal. Se cosechó lo que, de manera
sistemática, venía sembrando Chávez: los (anti)valores de una sociedad fundada
en el derecho a usufructuar bienes y servicios, remuneraciones y/o posiciones
de poder, independientemente del esfuerzo realizado o de los méritos puestos de
manifiesto para ello: solo importa la lealtad hacia él y a su proyecto
bolivariano. La legitimidad y perpetuación en el poder del Caudillo pasa por la
instauración de un régimen populista de
expoliación en el que el reparto de la riqueza social obedece a
consideraciones políticas.
Con
base en una simbología maniquea cuidadosamente urdida, Chávez ha construido un
imaginario que alimenta un sentido de pertenencia con un “modelo” que solo él
puede garantizar. Cosas tan nimias como tildar a cada ministerio como “del
Poder Popular”, hacer del “pueblo” una entelequia insubstancial que se confunde
con la voluntad de Chávez, y ponerle el epíteto de “protagónica” a la
democracia; y no tan nimias como falsificar el pasado reciente para decir que
el 4 de febrero (de 1992) se alzó el “pueblo” contra el neoliberalismo y
calificar a la gigantesca marcha de la oposición el 11-A de 2002 de
conspiración golpista, incitan a alinearse en torno al salvador.
A
ello se añade la permanente descalificación de las fuerzas democráticas de
“apátridas” o “oligarcas”, y a levantar el coco de una agresión imperialista en
ciernes para quitarnos el petróleo –como si no le estuviera entregando un
millón de barriles por día. La engañifa de señalar que Chávez nacionalizó el
petróleo, que antes de él, el país era una “colonia” y que el “pueblo” lo que
comía era perrarina -que lo que está en juego es la “independencia de la
patria”-, terminan por redondear un dispositivo ideológico de dominación que justifica
poner en sus manos la decisión sobre nuestro futuro. El control de los medios y
la negativa al diálogo contribuyen a obstruir todo vaso comunicante con ideas
ajenas que pudiesen desmontar tal impostura.
De
ahí lo crucial que ha sido la demolición de las instituciones del Estado de
Derecho y de la economía de mercado. La concentración en manos de Chávez de
potestades cada vez mayores impide que normas autónomas, institucionales,
puedan interponerse a la consolidación del régimen
de expoliación que se ha venido instaurando en los últimos años, verdadero
fin de la “revolución bolivariana”, no obstante los aditamentos
“revolucionarios” con que se adorna (y que ellos mismos terminan creyendo).
Pero la sostenibilidad de este régimen depende de que, 1) Continúen
incrementándose los ingresos petroleros para usufructo discrecional del
Ejecutivo; 2) Que estos ingresos se compartan con amplios sectores de la
población a través de mecanismos variados de transferencia, vulnerables a la
manipulación política; y 3) Que logre legitimarse, a través del aparato de
propaganda, la idea de que el derecho al usufructo de estas dádivas es obra
exclusiva de Chávez y del régimen bolivariano.
Cuando
Capriles intenta convencer a los dolientes de estos esquemas de reparto de que
él va a mantener las misiones, pero institucionalizándolas, atenta contra los
valores que fundamentaron su creación. Decir que se van a someter a reglas de
juego objetivas y transparentes dinamita el corto circuito de lealtad que
deliberadamente soslaya reglas imparciales de asignación. Lastimosamente,
desdibuja el sentido con el cual son percibidos por muchos. De ahí la
preferencia del electorado por la versión original, la chavista, cuyas claves
de reparto le son más asequibles: basta la adhesión al ideario
“revolucionario”.
Esta
forma de perpetuar lealtades es muy efectiva en los estados más pequeños, en
los cuales el Estado es prácticamente la única fuente de sustento. El dominio
político del chavismo ahí garantiza que el manejo de las misiones y otros
mecanismos de reparto se mantenga fiel a los objetivos para los cuales fueron
creadas. No en balde la abrumadora superioridad de los votos para Chávez en
esos estados.
¿Qué
implicaciones tiene lo anterior para el programa democrático? En primer lugar,
la importancia de comprender la naturaleza del problema a enfrentar. No se
trata sólo de redoblar esfuerzos por llegar a sectores de la base chavista
–que, desde luego, es importante- sino de entender cómo debe proseguirse esta
vinculación. Segundo, entender que las elecciones regionales y municipales
brindan una oportunidad invalorable para este esfuerzo. Por último, prepararse
para aprovechar el impacto que pudieran tener los escenarios previsibles en el ámbito
político y económico para el próximo año.
El
análisis intentado en estas líneas no pretende criticar el excepcional esfuerzo
hecho durante la campaña presidencial. Fue ejemplar. Solo que debe tenerse
conciencia de la dimensión de este esfuerzo que, por fuerza, está obligado a socavar
las bases mismas sobre las que se sostiene el neofascismo chavista. Los
increíbles tres meses de campaña de Capriles fueron, no obstante lo exitoso de
sus giras y lo efectivo de su mensaje, insuficientes: Chávez ha estado en
campaña desde 1999.
La
vinculación afectiva, de pertenencia, con su prédica simplista y maniquea ha
venido adquiriendo una dimensión cuasi-religiosa que es necesario socavar.
Además de tiempo, requiere de oportunidades propicias. El programa de gobierno,
contentivo de propuestas concretas elaboradas por los mejores especialistas,
debe inspirar una pedagogía política que devuelva al venezolano al mundo real.
Ahora vienen las elecciones regionales y para alcaldes, contiendas que habrán
de decidirse con base en la percepción acerca de la capacidad para resolver los
problemas que agobian a los electores. En muchos estados la base chavista se
viene rebelando ante la desastrosa gestión de “sus” gobernadores. Si bien el
padrinazgo de Chávez seguirá teniendo incidencia, la “magia” es más débil
cuando debe operar a través de intermediarios.
De
ahí, precisamente, la intención de implantar un Estado Comunal, porque elimina
la intermediación de órganos autónomos –por lo menos en lo formal- entre Caudillo
y pueblo. Porque la verdadera inspiración del proyecto chavista no viene de
Carlos Marx sino del neofascista argentino, asesor durante sus primeros años de
gobierno, Norberto Ceresole. El régimen
populista de expoliación de la riqueza social, sin rendición de cuentas ni
normas que lo limite, se afianza con la eliminación de estructuras de gobierno
que puedan competir por recursos y lealtades. Se trata de hacer de la propuesta
comunal un Estado Corporativo que remplace a sindicatos y demás organizaciones
sociales autónomas, por meros apéndices del gobierno. En última instancia, es
el control y la conculcación progresiva de libertades lo que asegura el
disfrute, sin restricción alguna, de las mieles del poder.
Finalmente,
es menester considerar los posibles escenarios a presentarse el próximo año,
que tendrán incidencia sobre la capacidad de evitar que Venezuela se pierda en
el agujero negro del totalitarismo y pueda emprender su camino hacia el
progreso, la justicia y la libertad. Sin entrar en honduras, cabe señalar que,
sin los enormes ingresos petroleros percibidos durante los últimos años, el dispositivo
expoliador entra en crisis. El estancamiento de la economía estadounidense, la
recesión al borde de la cual se encuentra Europa y la desaceleración de la
economía china, auguran condiciones adversas al mantenimiento de precios
petroleros altos.
En
el plano interno, destaca la inviabilidad de un tipo de cambio excesivamente
sobrevaluado así como la insostenibilidad de un gasto público como el
experimentado este año, que habrá de exacerbar la
conflictividad social, más cuando hay tantos contratos colectivos congelados y
un deterioro notorio de servicios públicos esenciales. Bajo Chávez, los ajustes
requeridos para enfrentar esta situación habrán de ser bastante más severos que
si hubiera ganado Capriles, por su empeño en destruir la actividad productiva,
la magnitud de los compromisos clientelares asumidos y el colapso del Estado
bajo su gestión. Las fuerzas democráticas no pueden eludir la responsabilidad
de erigirse en alternativa viable, creíble, ante tal perspectiva. Por último,
está la eventualidad de la muerte –próxima- del Presidente. ¿Quién en esa tolda
podría enfrentarse exitosamente contra Capriles en una hipotética contienda
electoral?
Definitivamente,
no es el momento para amilanarnos por no haber ganado la elección presidencial.
¿O acaso queremos terminar de entregarle el país al fascismo?
“De lo que aquí se trata
es de averiguar cómo tantos hombres, tantas ciudades y tantas naciones se
sujetan a veces al yugo de un solo tirano, que no tiene mas poder que el que le
quieren dar; que sólo puede molestarles mientras quieran soportarlo; que sólo
sabe dañarles cuando prefieren sufrirlo que contradecirle. Cosa admirable y
dolorosa es, aunque harto común, ver a un millón de millones de hombres servir
miserablemente y doblar la cerviz bajo el yugo, sin que una gran fuerza se lo
imponga, y si solo alucinados al parecer por el nombre Uno, cuyo poder ni
debería ser temible por ser de uno solo, ni apreciables sus cualidades por ser
inhumano y cruel”.
Etienne de la Boetie, Sobre la
servidumbre voluntaria, 1576 (?).
Humberto García Larralde
economista, profesor de la UCV
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Humberto García Larralde
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