sábado, 29 de abril de 2017
¡ELECCIONES YA!
¡ELECCIONES YA!
Humberto García Larralde
Quienes ocupan hoy las
posiciones de mando del régimen no quieren gobernar.
No rectifican sus
políticas económicas para abatir la inflación, unificar el tipo de cambio y
liberar a las fuerzas productivas de los numerosos controles que las asfixian,
para poder así abastecer al país de los bienes y servicios que requiere a
precios asequibles y generar el empleo productivo que demanda el desarrollo
nacional. No lo hacen a sabiendas de la inviabilidad de sus políticas y a pesar
de que economistas de reconocida trayectoria y seriedad han señalado
reiteradamente las medidas que, en un corto plazo, devolverían el poder de
compra a los venezolanos y permitirían abastecer los anaqueles con alimentos y
medicinas.
No rectifican las
decisiones tomadas por un tribunal supremo írrito que han desconocido las
potestades de la Asamblea Nacional para aprobar leyes, el Presupuesto Nacional,
fiscalizar al Ejecutivo y nombrar los titulares del propio tribunal y del CNE.
No lo hacen a pesar del señalamiento de calificados juristas, y de la condena
internacional, prácticamente unánime, de que con tales decisiones se ha
cometido un golpe de estado en contra de un poder electo.
No rectifican el uso
de la violencia para enfrentar la protesta popular que pide cambio, cívica y
pacíficamente, y arremeten en su contra con bombas lacrimógenas y otros medios
de represión, provocando la muerte de manifestantes. No lo hacen a pesar de la
prohibición expresa del artículo 68 de la Constitución de usar sustancias
tóxicas y armas de fuego en el control de manifestaciones pacíficas, y de la
conminación de organismos nacionales e internacionales a que sean respetados
los derechos civiles y políticos consagrados en los Capítulos III y IV, Título
Primero, de nuestra Carta Magna.
No rectifican
liberando los presos políticos. Al contrario, continúan criminalizando la protesta
y apresando a quienes en ellas participan, sometiendo a algunos a tortura para
que acusen a dirigentes democráticos de delitos inventados. No lo hacen a pesar
de haberse demostrado que las imputaciones contra estos presos son fabricadas;
que, en su contra, se ha violado flagrantemente el debido proceso; que el
artículo 46 de la Constitución proscribe la tortura; de las admoniciones de
organismos defensores de derechos humanos y de las salvaguardas contempladas en
la Constitución sobre estos derechos, así como en los acuerdos internacionales
firmados por Venezuela sobre la materia.
No rectifican
respetando el voto como instrumento supremo de la soberanía popular, sino que
secuestran las elecciones de gobernadores, anulan tramposamente el proceso para
convocar al referendo revocatorio del presidente y se niegan a publicar el
calendario de las elecciones municipales. No lo hacen a pesar del terminante
señalamiento de los Principios Fundamentales de la Carta Magna en sus artículos
5° y 6°, sobre el ejercicio de la soberanía popular y los fundamentos de la
democracia.
No rectifican
restableciendo el hilo constitucional referente a la división de poderes, el
respeto al Estado de derecho y la no militancia política de miembros de la
Fuerza Armada, y persisten en su atropello al orden jurídico. No lo hacen a
pesar de los incontrovertibles mandatos recogidos en los artículos 2, 7, 25,
333 y 350 sobre la vigencia suprema de la Constitución, y sobre la
responsabilidad que tienen los órganos del poder público y la ciudadanía por
asegurar su cumplimiento. En particular, violan los preceptos que limitan
claramente las actuaciones del Poder Ejecutivo, y los que establecen las
potestades del Poder Legislativo y la independencia del Poder Judicial.
En fin, los que hoy
ocupan el poder no rectifican a pesar de los imprescriptibles e irrebatibles
imperativos de los artículos 3 y 141 de la Constitución, que rezan,
respectivamente:
“El Estado tiene como
fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su
dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de
una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar
del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en esta Constitución”;
“La Administración
Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los
principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia,
transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la
función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho”.
Y no rectifican, no
por ignorancia e incapacidad -aunque de ésta última han hecho gran despliegue-,
sino que sencillamente se niegan a hacerlo. Consideran a Venezuela su botín
particular, por lo que no rinden cuentas de sus actuaciones y se sacuden todo
control ciudadano, violando elementos esenciales de un Estado Democrático y
Social de Derecho. En vez, han implantado un Estado Patrimonial, al margen de
la Constitución, que confunde el patrimonio público con el suyo particular,
configurando un régimen de expoliación de la riqueza social a través de
corruptelas e irregularidades de todo tipo fomentadas por los controles,
condenando a la población al hambre, la enfermedad y la muerte.
En resumen, el país se
enfrenta a una oligarquía cruel y despótica, que ha abdicado de su obligación a
gobernar por el bienestar de todos los venezolanos en aras de proseguir
intereses personales, echando por la borda el respeto por el orden
constitucional. Esta oligarquía ha demostrado de manera flagrante y reiterada
que no le importa el sufrimiento de los venezolanos ni sus derechos
inalienables.
En virtud de lo
anterior, y acatando lo dispuesto en el artículo 333 de nuestra Carta Magna que
reza:
“Esta Constitución no
perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere
derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad,
todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el
deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”,
corresponde a los
ciudadanos venezolanos hacer realidad el acuerdo de la Asamblea Nacional para que se efectúen
elecciones generales este año, incluyendo la que designa el Presidente de la
República, como única salida pacífica viable a la tragedia actual. La
movilización masiva y reiterada en reclamo de este objetivo, capaz de
conquistar condiciones de pulcritud que respeten fielmente el ejercicio de la
voluntad popular, habrá de devolvernos posibilidades reales de una vida digna y
esperanzadora. Ello pasa, necesariamente, por la designación, conforme a
derecho, de nuevos integrantes para el CNE y el TSJ, que el régimen insiste en
negar. Esto se hace aún más perentorio ante la payasada que acaba de anunciar
el tsj al ordenar al CNE fijar un nuevo calendario para la renovación de los
partidos, excusa burda que busca prorrogar la convocatoria a cualquier
elección.
Esta convocatoria
ofrece un vehículo decisivo para que se cumplan las cuatro demandas hechas al
régimen por las fuerzas democráticas: la liberación de los presos políticos; el
respeto a la autonomía de poderes, en particular, de la Asamblea Nacional; la
publicación del calendario electoral; y la apertura de canales de ayuda
humanitaria para atender los graves padecimientos sufridos por la población.
Es urgente abrirle al
país el cambio que merece. Corresponde a la Fuerza Armada respetar la voluntad
soberana del pueblo venezolano y abstenerse por interferir y, mucho menos,
prestarse para reprimir, esta Decisión Ciudadana.
Humberto García
Larralde
economista, profesor
de la UCV
28 abril 2017
domingo, 23 de abril de 2017
EL TINGLADO DE LA TORTURA
EL TINGLADO DE LA
TORTURA
Luis Marín
Lo más sorprendente de la conferencia CASLA y la Corte Penal
Internacional dictada por Tamara Sujú en el Instituto Interamericano para la
Democracia el 5 de abril es el espeso silencio que la rodea, no hay nada
parecido a un “escándalo” internacional por las denuncias que son en sí mismas
escandalosas.
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU que ha condenado 62
veces a Israel, la única sociedad abierta del medioriente, ni siquiera ha
mencionado una sola vez al régimen venezolano; la expresión “Cuba, la potencia
ocupante”, no ha sido articulada por ningún funcionario, ni aparece en el
lenguaje oficial de ninguna de sus oficinas.
Y esto es tanto más curioso porque las FFAA cubanas han
intervenido en decenas de guerras no sólo en África sino alrededor del mundo,
incluso Vietnam y Siria, a título de su guerra global contra “el imperialismo”
que, según la mitología castrista, es el agresor por antonomasia.
Las únicas menciones a Cuba son las rutinarias condenas de la
Asamblea General al “bloqueo” de los EEUU, casi unánimes, que ahora cuentan con
la abstención incluso de los mismos EEUU que tradicionalmente eran acompañados
por el solitario voto en contra de Israel.
La verdad es que la izquierda controla tan completamente las redes
de organizaciones defensoras de derechos humanos y los medios de comunicación
en occidente que ningún régimen que se auto identifique políticamente con ella
recibirá otra cosa que justificaciones, no importa lo que haga.
Si hiciera falta demostración basta pasar revista a los llamados
premios Nobel de la Paz, por ejemplo, Adolfo Pérez Esquivel, para quien
“Venezuela no vive en dictadura, sino una agresión permanente para
desestabilizar”. No en balde es miembro del Comité Asesor del Canal Tele Sur, órgano
propagandístico del Foro de Sao Paulo, financiado íntegramente por Venezuela.
Rigoberta Manchú declara que “Venezuela promueve los Derechos
Humanos en el mundo”. Ambos, junto a Timochenko, felicitan a Juan Manuel Santos
al recibir el premio por imponerle a los colombianos, contra su voluntad
expresada en plebiscito, sus llamados “acuerdos de paz” con las FARC.
Pero esta conferencia hace recordar que los jóvenes torturados
en los calabozos de La Tumba fueron precisamente los que Juan Manuel Santos
entregó al régimen de su nuevo mejor amigo, sin hacer luego el menor
seguimiento, como hubiera correspondido en caso de extradición lo que, por
supuesto, no excluye su responsabilidad tratándose de crímenes de lesa
humanidad.
Lo más desconcertante es que el Comité noruego del Nobel no haya
considerado estas circunstancias harto conocidas antes de otorgarle un premio
tan discutible, por no hablar de los muy cuestionables ya mencionados, si se lo
han dado hasta a Yasser Arafat.
De Barack Hussein Obama II puede decirse que nadie ha hecho
tanto por la expansión del Islam y el comunismo, las dos ideologías
totalitarias que amenazan la libertad en el mundo. Y el también socialista
Oscar Arias, ha hecho pronunciamientos contra la dictadura en general, pero no
contra la tortura en particular.
Amnistía Internacional, que hace esporádicas y erráticas
declaraciones sobre Venezuela no le ha dado a estas denuncias la relevancia que
le concede, por ejemplo, a la cárcel de Guantánamo, que puso en el centro de la
agenda mundial de DDHH, cuando nunca hubo allá ni una fracción del número
presos que asesinan aquí en una sola redada.
Estas organizaciones supuestamente defensoras de DDHH son
infaliblemente antiamericanas y anti-israelíes, de hecho, no se sabe de ninguna
que haya defendido jamás los derechos de ningún judío en Europa o el mundo
árabe, al contrario, las muy numerosas de Israel sólo se ocupan en defender los
derechos de los árabes.
Las tiranías de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela
pueden gozar tranquilas de la impunidad que les concede el andamiaje construido
por las internacionales comunistas, socialistas e islamistas, que influyen en
organizaciones como la ONU, UE, OEA, OUA entre otras, que sucumben
lastimosamente a las mayorías automáticas.
La Corte Penal, como buen organismo internacional, se comportará
como lo ha venido haciendo: El anterior fiscal, Luis Moreno Ocampo, argentino,
profesor de Harvard (no se sabe si le dio clases a Obama), ferviente admirador
del socialista prevaricador Baltasar Garzón, alcanzó la fama persiguiendo a las
juntas militares argentinas; pero sobre los expedientes de Chávez nunca hizo el
menor pronunciamiento.
La actual, Fatou Bom Bensouda, musulmana, especialista en
Derecho del Mar, fue Fiscal General, Procuradora y Ministro de Justicia de Yaya
Jamé, viejo mejor amigo de Chávez, atrabiliario dictador de Gambia por 22 años,
que declaró “República Islámica” para atraer inversiones árabes cuando la UE
comenzó a aplicarle sanciones, fue obligado a aceptar el resultado electoral en
enero, previa intervención de una coalición de ejércitos africanos liderados
por Senegal con respaldo de la OUA.
Desde su inicio en 2012 declaró respecto a la violación de
derechos humanos en su propio país que “mi corte no es una corte de derechos
humanos. Yo tengo que permanecer independiente”. “No soy comisionada de
derechos humanos, sino fiscal.” “Voy tras los crímenes que caen dentro de mi
jurisdicción, no cualquier crimen”. Es decir, crímenes de guerra, contra la
humanidad y genocidio. “No voy señalar al gobierno por cuestiones políticas”.
“No voy a pronunciarme sobre cuestiones políticas”.
La CPI hará con esta denuncia lo mismo que con todas las
anteriores y se puede resumir en una sola palabra: nada.
ZERSETZUNG
Una doctrina socialista de la tortura comienza necesariamente
con el aislamiento de la víctima, por su concepción del “ser social” del
hombre, para lograr lo que los maestros alemanes llaman su desintegración,
descomposición o en una palabra “biodegradación”, esto es, su alienación de
toda relación familiar, amistosa, vecinal, gremial, humana o de cualquier otro
tipo.
Este método de tortura se ha denominado “terror gris”, no sólo
porque sea el color de la burocracia, sino por su afición a la monocromía. En
la Tumba predomina el color blanco, gris y el uniforme, marfil. La luz está
encendida permanentemente de manera que el preso termina por no distinguir día
y noche. No puede ver, ni comunicarse con ningún otro preso y si coinciden en
un pasillo uno debe voltear hacia la pared hasta que pase el otro. La
temperatura se mantiene fría, fija en 8 grados.
No hay que ser ningún experto en inteligencia y
contrainteligencia para advertir que esto no existía en Venezuela, donde los
esbirros no iban más allá de un bate de goma, una picana eléctrica, el casco o
las botas; esto de ahora es pura tecnología alemana, importada directamente de
la STASI, el Ministerio de Seguridad del Estado de la República Democrática
Alemana (RDA).
Vale aclarar que no es cierto que la República Federal haya
absorbido a la RDA, sino más bien lo contrario, si hasta Angela Merkel, alias
Erika, nació, se crió y tuvo su formación política en la juventud comunista de
Alemania del Este, la Frei Deutsche Jugend (FDJ), de la que fue secretaria de
agitación y propaganda.
La FDJ era una dependencia del Partido Socialista Unido de
Alemania (PSUA), de Erich Honecker, hegemónico desde la fundación de esa
República satélite de la URSS hasta su disolución en 1990. Su esposa, Margot,
eterna ministro de educación, vivió su exilio dorado en Chile desde 1992 hasta
el día de su muerte, el 6 de mayo de 2016, bajo protección de Michelle
Bachelet, quien junto con su madre, Ángela Jeria, estuvo a su vez asilada en la
RDA de 1975 a 1979, ninguna de las dos observó nunca allí el menor rastro de
tiranía.
Margot calificaba de miserable la pensión que recibía
puntualmente de Alemania, aunque su equivalente al día de hoy es más de
tres millones y medio de bolívares. Intima mejor amiga de Chávez y Daniel
Ortega, pasaba un mes de cada año en Cuba realizándose chequeos médicos.
Recientemente calificó de “estupidez” la conducta de cientos de
alemanes asesinados en el intento de saltar el muro; nunca fue juzgada por las
adopciones forzadas de miles de niños, hijos de los que lograban cruzar, ni por
los centros de reeducación para “jóvenes problemáticos”, antros de lavado de
cerebros de su ministerio. Su marido fue procesado entre 1992-93 pero no
condenado sino liberado por motivos de salud, así que pudo refugiarse también
en Chile donde murió tranquilamente en 1994.
El fundador y eterno jefe de la STASI, Erich Mielke, fue miembro
del buró político del Comité Central del PSUA, creador de los solierlagern,
campos de aislamiento, nunca fue condenado por su actuación al frente de la
STASI, desde 1957 hasta 1989, sino por su participación en el asesinato de dos
policías en 1931, durante la era nazi; condenado en 1993 simbólicamente a
apenas 6 años, de todas maneras no los cumplió porque fue liberado también por
razones de salud en 1995 y murió en mayo del 2000.
El personal de la STASI fue incorporado en pleno al nuevo Estado
Alemán nacido de la reunificación, tuvieron un margen de casi dos años para
destruir los archivos que habían acumulado en décadas de espiar a la población
de la RDA y no pocas personalidades de la RFA, hasta que la población impidió
que siguieran haciéndolo y guardaron sacos de papel picado que son hoy el
rompecabezas más grande del mundo.
La STASI no desapareció ni los comunistas se esfumaron en el
aire con el derribo del muro de Berlín, están vivitos y operando en todo el
mundo, tienen representantes en el Parlamento Europeo que votan contra
cualquier moción de censura al régimen cubano-venezolano y cacarean en Euronews
que aquí no pasa nada, excepto una heroica lucha contra el fascismo y el
imperialismo.
Todos estos personajes han recibido el apoyo consistente no sólo
de la Internacional de Partidos Comunistas sino de la Internacional Socialista,
que no ha reconocido ningún partido socialdemócrata cubano, pero si ha
registrado a todos los partidos de la MUD.
Extrañamente, un dirigente de la IS y del PSOE, José Luis
Rodríguez Zapatero, está con el gobierno y otro, Felipe González, está con la
oposición; pero ninguno de los dos denuncia a los magistrados españoles que
asesoran al TSJ y a la Fiscalía de Venezuela, ni mencionan que las
credenciales académicas de sus funcionarios son otorgados por la Complutense de
Madrid y otras universidades españolas.
Todos estos personajes han demostrado una pasmosa dureza de
corazón, han muerto sin arrepentimiento ni confesión y sin pedir perdón por
nada.
“Que pidan perdón ellos”, fueron las últimas palabras de
Margot Honecker.
EL GENERAL ANGEL VIVAS SÍ EXISTE
El viernes 7 de abril a media mañana fue secuestrado frente a su
casa en Prados del Este el General Ángel Vivas, mediante una emboscada de
supuestos servicios de seguridad que lo desaparecieron sin dar la menor noticia
de su estado durante una semana, hasta el viernes 14 en la tarde en que el
llamado Defensor del Pueblo, a través de twitter declaro, con la mayor
naturalidad, que estaba sometido a un procedimiento judicial, habría tenido
audiencia de presentación a un tribunal 1º de control y asignado un defensor
público, desde entonces, no se sabe más nada.
Hasta aquí el cúmulo de irregularidades es de tal magnitud que
la primera dificultad radica en por dónde empezar a observarlas y podría
decirse, como acostumbran los abogados, que se trata de un funcionario
manifiestamente incompetente para hacer esa notificación, que ni siquiera es
parte del poder judicial y tanto menos de la jurisdicción militar, nadie sabe a
quién dirige el anuncio ni cuál pueda ser su motivación.
Puestos a especular, quizás alguien en El Vaticano, España,
Alemania, Brasil, Argentina o Uruguay necesita esa declaración para decir que
este es un procedimiento normal, apegado a derecho y que todo lo que diga la
familia o se replique en las redes sociales son “noticias falsas”, mientras en
Venezuela todo sigue igual: tercera semana sin saber nada del caso, que puede
servir para ilustrar el proceso de zersetzung en la
vida real.
El General ya había sido detenido en julio de 2008 por demandar
la nulidad de la consigna cubana “Patria, Socialismo o Muerte”, impuesta a las
FFAA y que se negaba a cumplir por inconstitucional e ilegal, además de
contraria a los valores militares, lesiva a la dignidad y soberanía nacional;
fue sometido a un proceso penal militar en la Corte Marcial y llevado a juicio
a cargo del Consejo de Guerra de Caracas que lo condenó en marzo de 2012 a cumplir
una pena de arresto.
Sorpresivamente, el sábado 22 de febrero de 2014, Nicolás
Maduro, de forma nada ortodoxa, ordenó en cadena de radio y televisión: “A
Ángel Vivas, que lo busquen y lo traigan”, con el argumento de que estaría
adiestrando a los vecinos para defenderse de las agresiones de los colectivos
motorizados armados por su régimen.
El domingo 23 de febrero, el General Vivas se resistió a la
comisión que fue a ejecutar la arbitraria orden de Maduro y advirtió que
defendería con las armas, si fuera necesario, su dignidad personal, su familia
y su hogar, como había aprendido desde sus tiempos de cadete en las que alguna
vez fueron las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Y allí ha estado el General irreductible los siguientes tres
años, con la bandera de siete estrellas izada en su patio, como símbolo de que
por lo menos él sí cumpliría con su juramento de no dejarla mancillar aún a
costa de su propia vida.
Los comunistas por su parte implementaron su política de aislar,
silenciar y segregar al que se les resiste y, como el mismo General ha
testimoniado, se fueron retirando de su entorno los colegas, amigos, incluso
sus familiares, con excepción de su esposa e hijas. Nunca ha recibido apoyo
alguno, político, mediático ni institucional.
Desataron campañas de rumores maliciosos y calumnias para crear
un clima de sospecha y desconfianza. Cuando se nombra al General Vivas
responden al unísono: “Ese es un loco”; lo que no obsta para que quieran
imponerle un juicio penal, que es un contrasentido, porque los locos son
inimputables; pero a los comunistas no les importa afirmar una cosa y todo lo
contrario a la vez, a eso lo llaman “dialéctica”.
Tamara comenzó su conferencia diciendo: “Los militares fueron
primeros torturados”. También serán los últimos.
Es algo escalofriante que TWS haya decidido lanzar sus tweets un
Viernes Santo justo a la hora en que, según la tradición, murió Cristo.
Luis Marín
23 abril 2017
Etiquetas:
Luis Marín - El tinglado de la tortura,
Venezuela 2017
sábado, 22 de abril de 2017
EL ENTIERRO DE LAS ILUSIONES
QUE LA MARCHA DEL SILENCIO SIGNIFIQUE
EL ENTIERRO DE LAS ILUSIONES
Pablo Hernández Parra
Sábado 22 de abril del 2017. Hoy el día
amaneció lluvioso y la neblina se mantuvo por un largo rato al amanecer, hasta
la aparición del padre de la vida, el mismísimo sol. La oposición que ayer
llamo a marchar para sacar al gobierno, hoy llama a marchar en silencio por los
muertos y nos imaginamos que también por los presos de esas luchas. Realmente
esta jornada no es un homenaje a quienes cayeron o en solidaridad con quiénes están presos,
creyendo que luchaban y luchan por salir
de un gobierno y por un mejor futuro. Para ellos la lucha continua. Dos de los
fallecidos ni siquiera tenían nada que ver con la situación política, pasaban
por el lugar y en el momento menos indicado.
La caminata de hoy, es una marcha fúnebre, es el entierro de las ilusiones y las esperanzas
del pueblo sobre un gobierno militar, de asesinos y delincuentes que prometió
la máxima felicidad posible y de una oposición aliada y cómplices, que por
enésima vez lo convoca a salir del gobierno. Hoy todos, quedan al descubierto:
Ambas cúpulas son simples asalariados en
defensa del Orden Constitucional” y del Estado vigente, verdadera razón de su
existencia..
Ni al gobierno, ni a la oposición le importa en
absoluto el hambre, pobreza, miseria en que se debate la mayoría de la
población. Todo lo contrario, es ese pueblo, su único y verdadero enemigo.
Para las dos cúpulas su objetivo
primario es defender la ley, el derecho,
la Constitución, el orden y toda la babosería con que engañan y estafan y de la
cual viven. Con promesas y papeles no se quita el hambre ni se curan los
enfermos.
Por ello la marcha de hoy, esperamos se
convierta en el entierro de nuestras
ilusiones y podamos aterrizar en la realidad: Ni patronos, ni gobierno;
ni dioses, ni militares vendrán a salvarnos y en consecuencia terminemos de entender, solo en cada uno de
nosotros, simples mortales está nuestra propia salvación.
No asumir esa responsabilidad individual, es
continuar con nuestra prisión y esclavitud ante una banda de delincuentes y
forajidos, cuya única ventaja no es el número, sino las armas en sus manos con que matan y la palabrería
hueca con que engañan. Ambas bandas ni
siquiera tienen el derecho y la legalidad de la cual se ufanan. El gobierno porque no les hace falta para asesinar
y robar. Los otros porque la perdieron al no cumplir con la función para la
cual fueron electos.
El único derecho que existe para el pueblo
trabajador ante los criminales y sus
aliados es el derecho a la vida y su legítima defensa. Para cada hombre
y mujer de este país en resguardo de su
trabajo, hogar, hijos propiedades y
futuro ese es tanto su verdadero derecho,
como su más importante obligación. Y para
ello no podemos reparar en medios para ejercerlo. No hay alternativas: O luchamos para vivir o morimos en el intento.
Que nadie se llame a engaño, ni espere
soluciones desde arriba, está lucha apenas comienza, su triunfo comenzará en el
mismo momento que caigan las ilusiones en nuestra conciencia de creer en un gobierno o una oposición política preocupados por el pueblo y sus trabajadores.
Para ambas bandas eso que ellos llaman pueblo son solo, instrumentos para matar
y torturar, bien como guardias, policía, militares o paramilitares en defensa
del orden establecido y el gobierno o simples potenciales votos cuando son convocados por los segundos.
Para ellos solo somos: Carne de cañón en sus "revoluciones" y en la
defensa de su orden o mercancía donde elegimos al próximo verdugo de izquierda
o derecha, civil o militar, que nos ofertan en su bazar electoral.
Quién vive de su trabajo no necesita ni de
patrón, ni de gobierno, en cambio ellos sin nuestro trabajo, simplemente no
existen. La humanidad desaparecerá el día que sembrando un billete o una moneda
de cualquier signo o país, salgan frutos, petróleo y vida, mientras tanto solo
el trabajo sencillo y concreto seguirá siendo la fuente de toda la riqueza de
la sociedad.
Marchemos y protestemos contra el gobierno y
la oposición, celebrando el principio del fin de nuestras ilusiones y engaños. De los golpes y derrotas aprendamos, a
superar el miedo inculcado desde niño,
pero sobre todo por las armas que nos asesinan cuando crecemos. Dejemos de ser
ciudadanos respetuosos de una “ley que no cumplen” y de un “orden que solo los
beneficia” y asumamos la única identidad que nos separa del mundo animal: Ser
individuos de la única especie conscientes en este planeta.
La legítima defensa es nuestra única salida. Si
para defender la vida, tenemos que empuñar un arma dejemos el miedo a nuestras
espaldas y ejerzamos el único derecho donde estamos obligados a ser libre. Único
momento donde vida y libertad se unen y confunden. Y para ello, paradójicamente tenemos que
esgrimir las mismas armas que el trabajo de millones de hombres y mujeres ha producido para
sostener a este infierno del capital financiero.
Trabajadores, asalariados, deudores,
refugiados, emigrados, esclavos, desempleados del mundo, somos nueve de cada
diez seres humanos pobladores de la Tierra, pero desorganizados, sin conciencia
de nuestros intereses y objetivos y encima de eso, desarmados, solo somos
números en las estadísticas de gobiernos
y patronos. No perdamos de vista, los que van a morir en la anunciada guerra
mundial no serán los banqueros, Reyes o millonarios, son los mismos que mueren
a diario, seres humanos que les sobran para mantener su nivel de vida en la
opulencia, el lujo, la abundancia a costa precisamente de nuestra miseria,
pobreza, hambre y muerte.
Para los pobres no es el camino del infierno
el que está empedrado de buenas intenciones, sino nuestras vida es el propio
infierno donde el dinero es el diablo y
los bancos sus administradores. Solo así
entenderemos el verdadero fin del mensaje: Para llegar al paraíso del
trabajo creador, de la vida realmente humana
y del amor entre mujeres y hombres, solo hay un camino: Acabar con este
infierno, con sus bancos y todo este edificio de represión y
engaño.
Conquistemos aquí en la tierra el paraíso
donde cada quien viva de su trabajo productivo, útil, socialmente necesario
pero fuente de creación y recreación como debe ser.
Saludos y bienvenidos al infierno de Dante y
recordemos sus palabras:
¡Los
que entráis, abandonad toda esperanza!»
Es
necesario aquí dejar todo recelo;
Toda
cobardía es necesario que aquí muera.
Pablo
Hernández Parra
20/04/2017
.
.
SE LLAMA HANS WUERICH Y ES MI ALUMNO
SE LLAMA HANS WUERICH Y ES MI ALUMNO
Juymar garcía
A pocos días
de proclamar Aleluya, Aleluya, Cristo resucitó, después de orar como todos los
días, Hans salió a la convocatoria. Contaba sus pasos desde la plaza hasta su
destino final: uno, dos, tres, diez, mil, mil diez. Atuendo ligero, koala a la
espada y una sola consigna: ¡YA BASTA!!...
Llegó a la autopista y respiró, se sumó a los correteos de aquí para allá, de allá para acá, biblia en mano y no pensó. Comenzó a desnudarse, a demostrar que no tenía nada, representación perfecta del pueblo que hoy somos, ese que lo ha perdido todo y así, caminó hacia el verdugo, como a Cristo lo flagelaron, sus costillas se encrespaban de dolor, su voz se hacía más triste mientras pedía: “no más, hermano, no más… Yo me voy tranquilito, pero no más” …
Mientras el mundo veía la imagen mi corazón lloraba, y lo reconocí, grité es mi alumno, coño es Hans, es mi alumno, carajo que arrechera, Dios protégelo, no sueltes la biblia, le gritaba yo a la pantalla, no la sueltes por favor…. Después comencé a recordarlo en su pupitre, pensativo y soñador, sonriente y callado, preguntándome cosas desde su extrema humildad y de esa bondad desbordada. El muchacho desnudo tiene nombre, se llama Hans y es mi alumno.
No estamos frente a ningún loco, quienes crean ese absurdo y oscuro cuento de su locura, están más cerca de ella que mi muchacho desnudo, se llama Hans y es mí alumno.
Harto, obstinado, acabado y desprotegido, sin comida, sin medicinas, sin vida social activa y sin oportunidades, haciendo grandes esfuerzos para lograr su título, caminando del cuarto al metro, del metro al bus, del bus al campus, del campus al bus, del bus al metro, del metro al cuarto, del cuarto a la oración.
Cuántos años puede un joven venezolano sobrevivir así sin llegar al hartazgo, sin que su gran inteligencia le ordene “debes hacer algo marico” no es precisamente la locura ni la inestabilidad mental lo que ordena a un joven venezolano actuar así, es la impotencia.
Hoy recibo su respuesta tras las muchas horas de incertidumbre en su búsqueda, creyendo lo peor, lo veíamos en “La Tumba” apaleado. Los mensajes de profesores y amigos, verdaderos amigos y compañeros no se hicieron esperar para que emprendiéramos una cruzada hasta dar con su paradero, desempolvé documentos, busque listas, para saber su número de cédula y hasta las diez de la noche no supimos más del héroe desnudo.
Hoy tiene nombre el muchacho que se desnudó, se llama Hans y es mí alumno, mostró su cuerpo sin pudor para decirle señor deje de maltratar a su pueblo, se llama Hans y es mi alumno.
Pido y exijo para él respeto, todo acto de burla que reconozca hacia su heroica y valedera protesta será tomado como una afrenta a los miles de jóvenes que están dando sus vidas por el país. Gracias a Luis Bond, Jack OV, Dayana Djanedk Gutierreza, , Armando Nori, Anghelly Sanchez , ellos saben por qué.
El que dice
ser presidente, tuvo la gentileza de citar su hazaña con burlas, valiéndose
siempre de su sucia boca, mente pervertida y retorcidas intenciones.
Pido un aplauso de pie para él, y en nombre de mi familia le
agradezco su gesto rebelde, valiente y deslastrado de todo lo material para
decir a su manera basta, se llama Hans Wuerich , es mi alumno y
por Venezuela, ayer se desnudó."
Juymar García
Periodista
venezolana
jueves, 20 de abril de 2017
MILITARES CONTRA PUEBLO
MILITARES CONTRA
PUEBLO
El triste final de
la “revolución” Bolivariana
Humberto García
Larralde
“Maldito el soldado que empuñe
su arma contra su propio pueblo”,
Simón Bolívar
Un primer balance de la jornada de hoy, 19 de abril, pone de
manifiesto las fuerzas en acción. Por un lado, un pueblo aguerrido, hastiado de
tanta mentira, de tanta burla, de tanta opresión, que tomó las calles
valientemente en toda Venezuela para manifestar su repudio a un régimen
empeñado en someterlo por el hambre y la negación de sus derechos más elementales.
Por el otro lado, una Guardia Nacional disfrazada de tortugas ninjas y armada
hasta los colmillos con dispositivos sofisticados para reprimir, que ha
hipotecado irreparablemente toda posibilidad de ser respetada como digna
heredera del Ejército Libertador. El honor, definitivamente, no se les
divisa.
Y al lado de tan abyecta expresión militar, unos malandros
armados, empoderados como colectivos fascistas con patente de corso para
asesinar a inocentes manifestantes, como hicieron lamentablemente, con el
jovencito abatido en San Bernardino, Carlos José Moreno Barón, quien iniciaba sus
estudios de Economía en la UCV y, en el Táchira, con la joven Paola Andreina
Ramírez. Ejército, malandros, represión y sangre, contra un pueblo desarmado
exigiendo sus derechos. Es el trágico desenlace de una “revolución” que quiso
alguna vez auto-designarse “Bolivariana”.
Nos tocó marchar desde Santa Mónica, uno de los 26 puntos desde
los cuales partirían distintas movilizaciones para converger en la Defensoría
del Pueblo con el fin de exigirle al llamado Poder Moral una actitud digna
contra los usurpadores del TSJ que habían perpetrado el golpe contra el orden
constitucional. Pero, como en la novela 1984 de Orwell, en la neolengua fascista
“Moral” significa todo lo contrario.
Más de 10.000 personas arrancaron, pasadas las 11 am, para
encontrar los diversos accesos al centro bloqueadas por tortugas ninja y por
camiones anti-motín con vallas desplegadas a los lados para copar toda la
calle. Para eso si gasta Maduro millones de dólares, pero no para importar
alimentos, medicinas y/o para dotar a hospitales de los equipos requeridos para
salvar vidas. Es la escala de “valores” enfermos de la oligarquía militar-civil
que hoy expolia el país.
A la altura de Ciudad Banesco, la penetración del acre olor de
gas pimienta en narices y gargantas plantó un muro infranqueable que, luego de
varios intentos de vadearlo, terminó dispersando a la multitudinaria marcha. Si
de cada uno de los puntos de congregación hubiesen partido igual cantidad de
gente, estaríamos hablando de más de 200.000 personas ocupando las calles de
Caracas, desde el oeste hasta el este, de norte a sur, sin autobuses y con 19
estaciones de metro cerradas.
De regreso a San Antonio, nos tocó observar la movilización
fascista: todo el distribuidor de La Bandera y toda la autopista de El Valle
hasta Longaray, sirviendo de estacionamiento de autobuses públicos -costeados
por el Estado-, uno detrás de otro, en los que se leían procedencias de
Carabobo, Lara, Cojedes, Trujillo y otros lugares. Más autobuses que gente,
acarreada para jugar el papel de “pueblo”.
Hoy se reveló el pavor que le tiene la oligarquía mafiosa al
pueblo en la calle. Con el uso desproporcionado de la fuerza represiva y las
armas asesinas de las bandas fascistas, no sólo lograron impedir el acceso a la
Defensoría del Pueblo, sino a que se juntaran las distintas marchas en una
masiva demostración de repudio.
Bajo asesoría cubana, trataron de detener, como fuese, el
fortalecimiento del movimiento popular, de su moral, que siguiera
envalentonándose en su enfrentamiento a la opresión. Maduro, enclaustrado con su
secta, habría bailado y cantado -según cuentan quienes tuvieron estómago para
verlo en la tele-, pensando en que hoy, al haber cortado salvajemente las
marchas, evitó una nueva derrota.
Pero se equivoca. Ahí están numerosísimos testimonios grabados,
evidenciados, contados por millares de venezolanos de la determinación,
reforzada con la represión y los asesinatos de hoy, de que no hay vuelta atrás,
de que o seguimos adelante hasta resquebrajar la plataforma militar que
sostiene hoy al gobierno, o le entregamos definitivamente el país a quienes lo
están expoliando.
¡Qué triste papel el de la Guardia! ¡Qué falta de vergüenza, de
honor, de dignidad! La historia NO los absolverá.
Humberto
García Larralde
economista,
profesor de la UCV
humgarl@gmail,com
19
abril 2017
viernes, 14 de abril de 2017
FRANCESCA - José Domingo Blanco
FRANCESCA
José Domingo Blanco
Mingo
Para
romper el silencio, y no darle espacio a la tristeza, bajamos al aeropuerto
diciéndonos cosas cotidianas: palabras cargadas de esa complicidad tan nuestra,
que sólo se logra con la convivencia. Tratamos de que las frases se parecieran
más a un “nos vemos pronto”, que a las que se dicen en una despedida sin vuelta
atrás: esas que no se pronuncian; pero que, tarde o temprano, aparecen entre los
que se van. No es fácil volver a despedir a quien amas. No es fácil tener que
decirle a tu hijita: “cuídate mucho, mi amor. Dios siempre te acompaña.
Recuerda llamarme, de vez en cuando, por Whatsapp”.
Despedí en
Maiquetía a mi otra hija, la pequeña. La que para mí siempre será mi bebita, a
pesar de que ya luce la plenitud de sus tempranos 20. La que ama a Venezuela
tanto como yo; y, sin embargo, no es capaz de reconocerla porque el miedo se la
hizo cada vez más ajena. Un país intransitable, plagado de trampas en sus
caminos. Del que se fue reclamando no poder conocerlo con la profundidad con la
que lo viví yo. Lo intentó por nosotros: quiso permanecer en Caracas, junto a
mí, hasta que la ciudad se le transformó en su verdugo. No es justo para mi
Francesca, ni para ninguna de las Francesca del país, que la juventud se les
vaya entre el miedo, las amenazas, la muerte, la pobreza o la escasez. Que, no
ser víctimas de la violencia, sea lo más parecido a un futuro próspero para
ellos. Mi Venezuela está asfixiando las ilusiones de los más jóvenes. Nuestros
soñadores imperturbables, invulnerables, que ven tambalear su futuro. Mi hijita
se fue del país; al igual que los hijos de quienes, como yo, hoy nos quedamos
sin el beso de buenos días o las caras propias del enojo cuando, para el permiso
que solicitaban, la respuesta era no.
Nos
despedimos, y ella no retrató sus pies en el emblemático piso de Cruz Diez.
Quise tomar ese gesto como una señal de esperanza. Quizá su viaje es, de
verdad, temporal. Tal vez, su partida –y la de todos los venezolanos que se han
ido- es momentánea. Y que el arraigo no desaparece al abordar el avión. Y que,
quizá, un día regresen para ayudar a reconstruir esta patria hermosa, pero
herida. Legiones de compatriotas que hoy viven en otras naciones que, a lo
mejor, regresarán a este suelo cargados de prosperidad para replicar lo que
aprendieron y ayudar a resurgir al país.
Un día,
hija de mi corazón, espero que regreses para siempre a una Venezuela mejor. A
una que sea superior a esa de la que tanto te hablé y la que, con tanto
entusiasmo, te describí. Ojalá en ese futuro que ambos desconocemos, finalmente
pueda llevarte a recorrer Venezuela con la profundidad que deseabas: desde la
Gran Sabana hasta los Médanos de Coro; desde el puente sobre el Lago de Maracaibo
hasta la Península de Paria de donde es el chocolate que tanto te gusta.
Caminar juntos hasta el Panteón Nacional y la Plaza Bolívar, sin que la cara de
un caudillo manche de violencia y politiquería la historia de nuestra nación.
La abracé
muy fuerte, antes de que desapareciera detrás de las puertas de inmigración.
Las palabras que no nos dijimos, las intercambiamos en cartas que nos
entregamos al final. Yo, en la mía, le agradecía por nuestros años juntos. Sus
miradas y sus gestos, tan propios de ella. Le di las gracias por su entrega a
la naturaleza. Por su corazón amplio y lleno de ideales. Le expresé mi gratitud
por su don de gente, rectitud y valores que me enaltecen. Por su forma de
quererme, a su manera, tan auténtica y tan llena de ella…
…Muchísimas
gracias, Francesca, por comprender y ajustarte, por diversos motivos, a los
sacrificios y limitantes de esta Venezuela convulsa que, yo sé, te duele tanto
como a mí. Gracias por ser tan venezolana y caraqueña, con tus aires europeos,
que te hacen tan especial. Gracias por ser una muchacha buena que, desde muy
pequeña, la vida te colmó de retos que supiste muy bien sortear y andas por sus
caminos sin detenerte por cicatrices ni por tormentos. Aun cuando los lleves
adentro, muy dentro, con tus silencios. Yo estoy muy agradecido, hija de mi
alma, y estaré contigo, a tu lado siempre, hasta el final de mis días, en tus
alegrías y tus pesares, contigo de la mano juntos, como en un eterno comienzo…
Esperé
hasta llegar a la casa que compartimos por años para leer sus líneas. Quise
hacerlo en compañía de la soledad que desde ahora habitará conmigo. Te fuiste
de Venezuela reclamando lo que era tu derecho, y el derecho de todos esos
jóvenes que, como tú, no han tenido libertad: “…yo, y me apena decirlo papi, no
conozco la ciudad que me vio nacer. No la viví. Al no tener recuerdos de la
Venezuela de antes, la que tú me cuentas, no puedo aferrarme a algo que jamás
experimenté, y menos esperar seguir viviendo en un lugar repleto de penumbras.
No quiero vivir encerrada entre estas paredes. No quiero crecer y darme cuenta
que no disfruté mis años de juventud. No puedo más con la situación que sofoca
al venezolano cada día más. No quiero ser prisionera del miedo. Quiero saber lo
que es regresar a casa después de la puesta del sol. Me niego a vivir en un
país que no permite realizar mis sueños. Esta situación me aleja de mi derecho
humano de ser libre. A lo largo de mi vida, he estado muy restringida y si sigo
así, no podré formarme ni saber quién soy. Estoy dispuesta a tomar el riesgo de
partir, porque parece que las aguas desconocidas y tormentosas del extranjero
son más seguras que el muro verde y protector que rodea nuestra ciudad”.
13 abril 2017
@mingo_1
Etiquetas:
José Domingo Blanco Mingo - Francesca,
Venezuela 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)