jueves, 2 de enero de 2020
TRES FINALES DE AÑO
TRES FINALES DE AÑO
Luis Marín
El
fin del año Guaidó. De aplicarse el convenio parlamentario vigente hasta ahora,
deberían elegir a un nuevo presidente de la Asamblea Nacional para el año
restante de gestión; pero eso lleva aparejada la dificultad constitucional de
apelar nuevamente al artículo 233 de la constitución sobre la falta absoluta
del Presidente de la República y a la imposibilidad de realizar elecciones en
un lapso de 30 días, lo que desde el principio contradice la idea de que Guaidó
sea “el presidente legítimo”, para elegir a un nuevo Presidente encargado.
Por
otra parte, se ignora si será reconocido por los Estados Unidos y los otros
sesenta países con tanto entusiasmo como acogieron a Guaidó en su oportunidad.
Quizás
por estas y otras razones algunos dan por descontado que será reelecto en la
AN, lo que traería por vía de consecuencia la encargaduría de la Presidencia de
la República, aunque sea harto discutible que la aplicación del segundo párrafo
del artículo 233 pueda estirarse hasta allí; sin ignorar que en la practica la
AN estaría eligiendo al Presidente de la República, una competencia que no
tiene ni siquiera remotamente.
El
fin de la AN. Pero para empeorar las cosas, entre los planes del régimen se
encuentra adelantar las elecciones parlamentarias probablemente al primer
trimestre del año 2020. Lo que es incomprensible, considerando que ya tienen
una llamada Asamblea Constituyente plenipotenciaria, supraconstitucional y
temporalmente indefinida.
Puestos
otra vez a especular, quizás sea un problema de reconocimiento internacional,
porque todavía queden algunos agentes responsables que vacilen en suscribir
contratos de interés público, empréstitos, convenios internacionales, que
requieren la aprobación de la AN, que en el largo plazo puedan ser desconocidos
o declarados nulos por no haber cumplido con ese trámite.
Cualquiera
que sea el caso, esto dejaría sin base de sustentación a la llamada presidencia
encargada y a toda la precaria institucionalidad que ha tratado de construir en
otro año aparentemente perdido.
El
fin de la Autonomía. El tercer frente abierto por el régimen es contra las
Universidades Nacionales llamadas autónomas, a las que, por cierto, ya les
quedaba muy poco de “autonomía”.
La
disyuntiva es entre hacer elecciones de autoridades mediante un reglamento
electoral inconstitucional, arbitrario y profundamente anti universitario o
hacerlas mediante los reglamentos que ellas mismas dicten de acuerdo con el
principio de autonomía que tiene rango no solo constitucional sino histórico.
En
este segundo caso, se exponen a que las elecciones sean declaradas nulas y el
régimen proceda a intervenir las Universidades y designar sus autoridades manu
militari.
En
un momento en que las universidades se encuentran en bancarrota no solo
económica sino moralmente, como el resto del país, no puede esperarse una mayor
resistencia para este asalto que las convierta definitivamente en “aparatos
ideológicos del Estado”.
Lo
más probable es que todo termine en una gran negociación, una suerte de reparto
de despojos entre bárbaros, como gran finale, de la ópera bufa en que ha
devenido nuestra historia.
La
esperanza podría cifrarse en lo imprevisto, que a veces se cuela entre los
intersticios de la fatalidad, antes de que caiga un telón de oscuridad que
puede durar décadas.
Luis
Marín
1º
de enero de 2020
imagen tomada de la red
Etiquetas:
Luis Marín - Tres finales de año,
Venezuela 2020
Suscribirse a:
Entradas (Atom)