jueves, 28 de septiembre de 2017
UNIDAD INTEGRAL PARA UN PROGRAMA DE RECONSTRUCCION DE VENEZUELA
UNIDAD
INTEGRAL CONDICION NECESARIA PARA EJECUTAR UN PROGRAMA DE RECONSTRUCCION Y
DESARROLLO DE VENEZUELA
Genaro
Mosquera C.
El desplazamiento del régimen venezolano del
poder público es un hecho absolutamente necesario, hay gran concentración de
opiniones nacionales e internacionales al respecto, calificando a dicho régimen
de dictadura, de proceder de manera antidemocrática, narcotraficante y corrupto
cual ninguno en la historia moderna. Este desplazamiento se centra en un
gobierno transitorio que aborde la ejecución de una estrategia capaz de
definir con claridad un escenario de cambio que canalice las fuerzas en plena
rebelión y logre la sinergia necesaria con elementos pragmáticos para
implementar un plan maestro de reconstrucción y
desarrollo.
Muchos venezolanos dignos, éticos, y probos
pertenecen o asesoran a Innumerables organizaciones democráticas que han sido
ignorados expresamente por la oposición formal representada por la MUD los
cuales bajo diferentes formas han venido señalando los caminos a transitar
dentro de las líneas de la Resistencia y de la Reconstrucción Nacional en la
búsqueda de un gobierno de transición que no solo garantice los derechos
ciudadanos, sino que aborde sin restricciones un programa de desarrollo
sustentable que equilibre al país, lo reconstruya literalmente y lo prepare
para el ejercicio democrático.
Lo expresado anteriormente no intenta
descalificar a la dirigencia agrupada en la MUD, integrada por directivos de
partidos políticos cuya representación se hace evidente en la Asamblea Nacional
y en los directorios de los partidos políticos. Se trata, que ellos se han arrogado
una representatividad parcial al dejar de lado a importantes sectores
organizados, que incluso, olímpicamente desprecian como consecuencia de las
denuncias hechas contra el gobierno y muy especialmente del sistema electoral
fraudulento usando epítetos descalificadores llamándoles rompe grupo de la
unidad y de provocar la abstención o de ser abstencionistas.
La tesis sustentada por esa organización de
celebrar elecciones parciales, no generales y el desconocimiento de las
parámetros aprobados formalmente en acuerdos que fueron votados popularmente,
solo intentan preservar una estrategia unilateral basada las estructuras
burocráticas en la Asamblea, Gobernaciones y Alcaldías, lo cual incluso,
favorece la postura oficial de ganar tiempo, de desmantelar la rebelión, y
realmente como consecuencia estimulan con esas acciones la apreciación publica
de colaboración con el régimen surgiendo una matriz de opinión sustentada en la
lucha de calle que los margina como dirigentes de un movimiento popular e
interpreta su actuación como la intención oculta de preservar los intereses de
partidos, intereses personales y de estimular el congelamiento de la lucha de
calle de la población que soporta la arremetida del régimen que se lleva vidas,
encarcela a ciudadanos por el simple hecho de protestar, envía al exilio a
personas de relevancia donde se les acoja en calidad de refugiados, pero que
los limita en el ejercicio de sus actividades y por qué no decirlo, con
restricciones importantes que los ponen en condiciones de precariedad.
Injustamente voceros oficialistas y de oposición los señalan despectivamente
como los “reyes del teclado”, de no estar en el país y en el combate basados en
falsas premisas que hacen que se genere una controversia inútil.
No objetamos los planteamientos electorales
hechos por los partidos, pero es necesario que sus dirigentes examinen los
efectos de su participación en un entorno adecuado y de conveniencia como el
hecho de compartir el poder mediante elecciones basadas en procedimientos
fraudulentos Nadie cuestiona que se ocupen de negociar en su propio nombre,
pero jamás del pueblo que lo eligió, de conversar todas las veces que quieran
con un régimen, pero deben medir exactamente las consecuencias que ello tiene
en una comunidad de ciudadanos que sienten en carne propia la represión y la
ausencia democrática, entender que podemos y tenemos de manera
complementaria el derecho de organizarnos, dar la cara a las
instituciones nacionales y a los organismos internacionales libremente y sin
interferencias contradictorias. Estas instituciones se nos presentan
regularmente desconcertados por las expresiones de miembros de la MUD ante las
intervenciones de personalidades que usan su conocimiento, experiencia y
relaciones para explicar la realidad venezolana con otros argumentos.
Hasta cuando hablar hipócritamente de unidad
basado en diferencias especialmente electorales. Es hora de la reflexión de
lograr la verdadera unidad integral para afrontar un cambio de gobierno,
establecer la base de una transición totalmente respaldada constitucionalmente,
e ir a elecciones generales de todos los poderes públicos y reconstruir un
país.
No es posible traicionar los postulados
votados popularmente con absoluta mayoría, y embarcarse con razón o sin razón
en elecciones regionales con los argumentos públicos que maneja la MUD lo que
probablemente estén en sus estrategias particulares, pero esas acciones son de
partido y repito no necesariamente representan el sentir popular. Por otra
parte, es necesario medir las consecuencias del fraude electoral en la elección
de la Asamblea Nacional Constituyente y asumir un dialogo impopular e
interesado fuera de las exigencias aprobadas en consulta nacional cuando se
tiene la convicción de su ilegitimidad reconocida nacional e internacionalmente,
y que ha servido de argumento válido para descalificar a un régimen como el que
tenemos. Así mismo, caer en trampas montadas desde países invasores de nuestra
soberanía que despliegan sus mesas situacionales y personal operativo dentro
del país solo para preservar sus intereses económicos y de actividades ilegales
de orden comunista. Si ello se si hace, tendrá consecuencias funestas legales,
constitucionales y políticas, por no decir, traición a un pueblo, y serán
corresponsables de la continuación de un régimen que destruye a nuestro país
Tenemos el deber patriótico y constitucional
de restaurar el Estado de Derecho por la vía que sea necesaria, a
entender el clamor y la necesidad nacional dentro del valor insustituible
de la democracia, la dignidad y la voluntad para preservar la calidad de vida,
los derechos humanos, la ética, la decencia, el pluralismo, y la mejor manera
de diseñar una estrategia política inteligente y plural, darle forma nacional y
regional a una fuerza unitaria verdadera que fortalezca el sistema
democrático.
Cientos de organizaciones, ONG, similares o
sucedáneos permanentemente intercambian puntos de vista, documentos de fondo
suficientemente argumentados técnicamente, hacen planteamientos muy serios y no
pueden ser descalificados. Esas organizaciones, grupos, individualidades, etc.
claman por un movimiento verdaderamente unitario donde quepan todos sin
exclusión, solo que porten la bandera de la democracia.
Podemos citar cientos de venezolanos con esas
características dedicados al esfuerzo de construir un movimiento de movimiento.
Ese esfuerzo es torpedeado por los gatopardos, cada acción se frustra
como consecuencia de intereses particulares o simplemente de colaboracionismo
con el régimen, por tanto es imprescindible que un ente con suficiente poder
ético y moral convoque esta poderosa fuerza, donde se elijan a los más
competentes para dar la cara a organismos nacionales e internacionales,
capaz de organizar un procedimiento para la transición y lo más importante,
capaz de sumariar un Plan de Reconstrucción y Desarrollo, construido
parcialmente por muchos grupos profesionales e individualidades de gran
capacidad técnica, para darle coherencia nacional e internacional y estar
suficientemente documentado para obtener los recursos de la ayuda internacional
y facilitar la recuperación del defalco multimillonario que ha depredado
la corrupción de los partidarios del gobierno.
Creo firmemente que podemos construir una
Alianza verdaderamente democrática, sin exclusiones, que los partidos hagan su
trabajo, y los venezolanos recuperemos un país que no merece tanta miseria.
Vamos de una vez a la transición mencionando sin miedo a sus nuevos dirigentes,
a cientos de miles de competentes ciudadanos que deben rescatar hasta la última
organización oficial y privada que ha sido secuestrada. Hágamelo con valor y
sin miedo, pero especialmente sin egoísmo, la tarea es formidable, es de todos,
porque la tarea conlleva a un programa de reconstrucción de enormes
proporciones ante la ruina del país, y a un programa de desarrollo sustentando
en atender la supervivencia y la democracia dentro de unos parámetros modestos
pero satisfactorios para ir a otros estadios del desarrollo,
Considero que hemos perdido mucho tiempo en
el diseño de estrategias, muchas de ellas muy buenas, pero con cierto sentido
de restricción de la generalidad, creo que debemos tomar la iniciativa de
convocar al país político y experimentado. Convoquemos una Asamblea de todos
los que quieran, leamos una declaración de principios e iniciemos una escalada
que nos conduzca a la transición, activar la calle y recoger las banderas de la
rebelión.
Hay muchos que reúnen esas condiciones, unos
en el país, otros en el Y exterior, pero a mi juicio todos representan el
sentir de cambio, es necesario elegir a unos pocos que sean los voceros ante el
país, ante las pocas instituciones nacionales que nos quedan y en los
organismos internacionales, y hagan la tarea enorme de rescate y
reconstrucción. Solamente para atenderlo no menos de treinta y cinco mil
funcionarios de primer nivel se requieren para abordar la tarea, creo que
cabemos todos.
Una de las prioridades fundamentales
planteadas se refiere a resolver los aspectos socio-económicos donde la
población está sujeta a carencias alimenticias, a dificultades extremas para la
preservación de la salud, sin ingresos adecuados y ocupaciones estables; y
buscar la incorporación a la vida productiva de una juventud que en cifras crecientes
anda desesperada ante la ausencia de un futuro adecuado a sus aspiraciones.
Para alcanzar un urgente crecimiento
económico y el desarrollo social sostenible como estrategia de un gobierno de
transición que deberá enfrentar un estado de calamidad, tenemos que pensar como
pasar de una economía de subsistencia y de emergencia humanitaria como la que
actualmente padecemos a una economía comercial, luego a una economía de mercado
emergente hasta llegar a una economía basada en la tecnología.
La economía de subsistencia que tenemos está
caracterizada por una pobreza generalizada, una renta ridícula, incomparable
incluso con los vecinos de otros países de la región, una producción
manufacturera y agrícola totalmente marginal, limitada cobertura de los servicios
públicos, una infraestructura en ruinas. Ella requiere de la ayuda
internacional, pero que, sin representantes válidos, y programas de desarrollo
financieramente evaluados y con alcance y resultados económicos sociales no
será posible.
En este sentido, hay necesidad de prestar
atención al desarrollo del sector rural, de servicios, manufactura y a la red
nacional de infraestructura. El recomienzo del país tiene que estar centrado en
bases democráticas Sin ellas es imposible proporcionar un entorno favorable
para la gestión pública y privada que incluya temas destruidos por el régimen,
tal es el sistema monetario, protección a la propiedad privada, la seguridad
jurídica, y seguridad social, Un reto adicional se refiere la educación que se
masifico sin calidad ninguna donde grandes contingentes de personas adquirieron
profesiones sin valor real en un mundo tecnificado y postmoderno.
Planes maestros nacionales y regionales
articulados a la geopolítica existen, hagamos que un gobierno de transición construya
las bases para un gobierno democrático elegido libremente mediante un sistema
electoral realmente transparente y confiable cuya tarea fundamental sea el
desarrollo económico sostenible fuente de libertad y bienestar social.
Finalmente, entiendo que se ha hecho un
esfuerzo considerable de crear esa unión integral y un movimiento
de movimientos, pero que se aborta cada vez que se plantea, hay un sinnúmero de
razones, pero esta vez no podemos esperar.
Sept 24,2017.-
martes, 26 de septiembre de 2017
ACEITE DE RICINO
ACEITE DE RICINO
José Domingo
Blanco
(Mingo)
Recuerdo que, cuando niño, mi abuela contaba
que era una práctica muy común en las familias que cada cierto tiempo sus mamás
las torturaran con una cucharada de aceite de ricino. Y si por casualidad, el
muchacho se quejaba con frecuencia de dolores de barriga, el ricino estaba más
que garantizado. Me parece escuchar la voz de mi abuela diciendo: “dale a ese
muchacho un purgante” como solución al malestar estomacal. Esas cosas de antes
tan caseras; pero, al final, tan efectivas como tantos otros menjurjes a los
que se les tenía mucha fe. Sin embargo, aún no justifico esta rutina sanitaria;
pero les puedo asegurar que, era tal la cara de repulsión que ponía mi abuela
cuando recordaba el aceite de ricino, que no hacía falta más nada para imaginar
que su sabor era espantoso.
Así pasa con algunos remedios: saben mal;
pero, hacen bien. Y por qué, se preguntarán ustedes, rememorar una práctica tan
nauseabunda, aunque efectiva. Porque, el otro día, luego de ver las noticias y
escuchar las declaraciones de algunos dirigentes políticos de las oposiciones y
personeros del régimen, apagué el televisor, me tomé unos minutos para digerir
las posturas y argumentos que acababa de oír, y lo único que pude imaginar como
solución a la grave situación que vivimos los venezolanos es darle al país un
poderoso purgante. Uno lo suficientemente fuerte como para que libere a
Venezuela de la pandilla de parásitos que la han llevado hasta donde se
encuentra en estos días.
Necesitamos un desparasitante que erradique la
plaga que se ha instalado en cada uno de los órdenes que subyacen en la nación.
Venezuela está llena de parásitos, unos que se han dedicado a hacer lo que
mejor saben hacer: desahuciar al huésped, del que extraen la vitalidad que los
fortalece. Nos urge purgar al país porque nuestra tierra se adelgaza y se seca
con cada nuevo caso de corrupción o trampas mil millonarias que se descubren y
quedan impune. Venezuela está enferma y desnutrida. Nuestro país se muere con
cada niñito, cuya piel es apenas un pellejito frágil que deja ver sus huesitos.
Muere con cada anciano que, al recibir la pensión, se debate entre comprar algo
de comida o parte del tratamiento; pero que sabe de antemano que no puede
cubrir los dos. Venezuela está grave. Y su diagnóstico no es alentador mientras
sigamos dependiendo de un cogollo mafioso, integrado por ambos bandos, que le
hace al honor lo que cualquier burdel le hace a la castidad.
En mi imaginación, luego de esta gran e
intensa depuración, con una Venezuela en blanco como un lienzo virgen, comenzamos
a trazar el destino digno y lleno de progreso que merecemos todos. En el que
fortalecemos, con el ejemplo y con la práctica, el comportamiento ético que nos
diferencia de los parásitos. Donde la honestidad, el respeto y la integridad no
se imponen porque forman parte de nuestra idiosincrasia. No deseo volver a
escuchar que los niños de mi país, cuando sean grandes, quieren ser corruptos, enchufados
o malandros porque “esos tienen pistolas, mucho billete y buenos carros”.
Tenemos que retorcer este paradigma que le acorta la vida a la nación y la
catapulta hacía los sitiales de honor, de los peores rankings mundiales.
Sin embargo, pareciera que en estos momentos
hay un sentimiento colectivo, en donde pasamos muy rápidamente de unos días y muchas
horas intrépidas, a ser un monólogo de brazos cruzados. Pulula entre nosotros
un sentimiento de asfixia. Venezuela se encuentra en una especie de abismo,
entre la vida que se lleva y la vida que el país quiere llevar. Requerimos
líderes que demuestren que nacieron para cambiar el mundo y no para hacer
ruido. Líderes que tengan agallas; pero, no para llenarse los bolsillos.
El Cojo Ilustrado, en la edición de enero de
1896, publicó una elocuente frase de Manuel Vicente Romero García que parece
que aún no hemos superado: “Venezuela es el país de las nulidades engreídas y
las reputaciones consagradas”. Lamentablemente, tengo que reconocer que esta
máxima, después de 116 años, sigue teniendo vigencia. Y me hace recordar a
muchos políticos que alguna vez entrevisté y que, luego de un rato, se quitaban
la careta y reconocían cuánto les gustaba el poder.
La vocación de servidor público se mancha
cuando lo que mueve sus acciones, es el regocijo que provoca anteceder al
apellido el poderoso cargo y las ganancias que le dejará.
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Venezuela 2017
lunes, 25 de septiembre de 2017
AVANZAMOS HACIA LA REGRESIÓN CENTRALISTA
AVANZAMOS HACIA LA REGRESIÓN CENTRALISTA
Rafael Iribarren
.-“Aragua
en red” apoya la unidad.
Una posición
políticamente impecable. Demostrativa de la calidad política; del alto nivel
político; en general de las direcciones y liderazgos regionales y locales. Muy
superior a los de las burocracias partidistas “nacionales” de las oposiciones
que manejan la política; y concretamente la política electoral. ARAGUA EN RED;
AR; no estaba de acuerdo con el candidato; había exigido primarias abiertas; y
rechazado que los postulados los negociaran y definieran las burocracias
“nacionales” y las impusieran a las regiones; como viene siendo. Sin embargo;
resuelto aunque turbiamente el impasse entre los partidos que apoyaron a García
y a Arias; decidió sumarse a la unidad.
.- Sin necesidad de crear falsas expectativas; la
unidad es la política.
Pese a lo sobrio y
muy precisa de la declaración de AR; justificando estrictamente que su apoyo es
a la unidad; sin embargo, cae en la perversión de promover falsas expectativas
al justificar ese apoyo como forma para
impedir que “otro Isea u otro Tarek lleguen a la gobernación de Aragua. En un
proceso en el que lo que suceda finalmente dependerá de cómo el madurismo
resuelva manipular; negociación incluida; su control absoluto del aparato
electoral; definir un objetivo tan
preciso a la unidad, relativiza su
sentido real. La unidad es política y político-electoral buena; válida per se;
porque potencia el alcance la voluntad de la gente; independientemente de para
qué es y hasta de si se alcanza el objetivo.
.- Con este CNE; imposible que las totalizaciones
correspondan con los verdaderos resultados.
En otro contexto; en
al que hubiera una institucionalidad básica; la unidad opositora en 22 estados;
según lo que se siente y ve en la calle y las mediciones; significaría que el
madurismo y el chavismo no llegarían a ninguna gobernación. Es claro que si se
cuentan los votos bien; como se contaron en diciembre del 2015; el chavismo
pierde todas las gobernaciones.
Los politólogos
electorales sostienen que con una buena participación de testigos. las
auditorías de las cajas escogidas, según, al azar; y con el control de las
actas; no es posible el fraude. Aunque en el 2013, Maduro perdió con Capriles y
el CNE lo proclamó y no hubo el reconteo real que se aprobó incluso en UNASUR.
Quiere decir que incluso siendo demostrable; y evidente; que el oficialismo
pierda; como en el 2013: la manipulación por el CNE de las totalizaciones; y la
inexistencia de instancias; además de no tener las oposiciones con qué incidir
ni fáctica ni política ni institucionalmente en el proceso; hacen prever que las totalizaciones finales
no corresponderán con los verdaderos resultados concretos
.- Un cuadro de
resultados “creíble” para la comunidad internacional.
Es difícil de
imaginar que un grupo en el poder; el madurismo en este caso; que ha manipulado
y manipula indisimulada y obscenamente todo lo electoral en función de
encallejonar a la oposición: controlando todo el sistema electoral; al final, cuente los votos para ponerse a perder todas
las gobernaciones. Como se dice”Tanto nadar para ahogarse en la orilla” es
inimaginable. Lo serio previsible es que el conteo madurista-CNE sea una
variante del que aplicaron para el 30J para la ANC. Con un cuadro de
gobernadores resultante y relativamente equilibrado entre oposicionistas y
oficialistas. Que por lo demás; y según lo que corre; sería lo que se está
negociando entre algunas oposiciones y el oficialismo. Y una de las bases de la
bipartidización a la juegan esas oposiciones y el madurismo.
Con la circunstancia
y vale destacarlo; de que un cuadro de resultados más o menos equilibrados;
cantados por el CNE; aceptado por al menos algunas oposiciones; aunque el
proceso sea objeto de cuestionamientos denuncias y se pidan reconteos etcéteras;
puede ser presentado como creíble sobre todo a la comunidad internacional
.- La gente va a votar
como sea y masivamente.
No se trata de
desanimar a los posibles votantes y promover la abstención. Hay suficiente consciencia y alto nivel político en los
venezolanos; demostrados; como para prever una participación masiva pese a las manipulaciones y trampas y fraudes
de los que la mayoría esta convencida; y de su cuestionamiento a las
oposiciones. El 16-J fue una manifestación masiva, histórica de la consciencia
y disposición políticas de los venezolanos a participar incluso en las peores
circunstancias. Y hasta sin objetivo
electoral concreto; con un sentido absolutamente político
En general quienes, pese a todo, se disponen a votar el
15-O; aunque siempre con alguna expectativa; lo hacen; en la mayoría de los casos; no
porque se identifiquen con los candidatos; ni porque tengan la certeza de que la unidad puede ganar; ni
porque en ganando el madurismo-CNE reconocerá su derrota; sino porque lo considera
políticamente correcto. Porque votar es lo que toca y la gente asume.
Aparte la tendencia
histórica; circunstancialmente la abstención crece; sube; más por lo oscuro de
las manipulaciones y las trampas entre las oposiciones mismas; que por cualquier estrategia
oficialista; o mismo oposicionista; que la promueva.
En todo caso, la
misma presencia masiva previsible de la gente; espontanea; en las colas en los centros y la calle; como
fue el 16-J; y como previsiblemente será el 15-O; en fuerte contraste con el
corre-corre y acarreo chavista; será indicativa de la verdadera correlación
sociopolítica concreta; electoral. Independiente las totalizaciones finales del
CNE.
.- Las elecciones
locales que vienen serán igual
desciudadanizadas y desregionalizadas.
Pero el hecho es que
no se trata de solo estas elecciones
regionales. Independientemente de lo que resulte y como ahora el 15-O; en
perspectiva de corto plazo, para el primer trimestre de 2018, están previstas las locales de
legisladores, alcaldes y concejales. Que previsiblemente se acometerán con el
mismo patrón desciudadanizado y
desregionalizado; de que todos los candidatos al cargo y el nivel que sea serán
designados por las burocracias “nacionales” de los 22 partidos habilitados.
Quiere decir que esas
burocracias partidistas asumirán; como lo han hecho hasta ahora; la desciudadanización
y desregionalización que implica el sistema electoral, madurista; diseñado para
garantizarse la reelección mediante un sistema de votación de segundo grado; en
el que, el control de los entes legislativos locales será clave.
La política en
general; y concretamente la regional y local están y seguirán negadas a la gente; al ciudadano; al que solo le
quedará; como ya está siendo; votar por los candidatos postulados por las burocracias.
Con la circunstancia de que las concesiones del madurismo en función de que el
CNE produzca ahora en las regionales ese cuadro creíble de resultados; no
tendrá que hacerlas ni las hará, ni cuantitativa ni cualitativamente a nivel de
las elecciones locales.
.- Todos madurismo y oposiciones en la línea de
la regresión centralista.
Aparte la
descalificación, oportunista siempre, de que “participar es legitimar a
Maduro”; y de la contraria, igual
oportunista, de que abstenerse también es hacerle el juego; la desregionalización y la desciudadanización
de la política que conlleva el sistema electoral madurista es lo determinante
para la estrategia de centralización total, perfecta, que él se propone. De tal forma que por la via de
dejarse entrampar las burocracias oposicionistas e involucrarse acríticamente como
ha sido hasta ahora; no se avanzará ni un mínimo en la dirección de salir de la
crisis; ni la de cambiar las correlaciones de Poder. Al contrario; se le
seguirá aportando al centralismo total, perfecto, en la dirección de la regresión centralista que
es la base del Plan de La Patria.
Caracas septiembre
2017.
martes, 19 de septiembre de 2017
COGOBIERNO Y CORRESPONSABILIDAD
COGOBIERNO Y CORRESPONSABILIDAD
Luis Marín
Los llamados “espacios” pueden traducirse
literalmente como nómina, cargos, presupuesto, contratos, o sea, lo que
necesitan los partidos tradicionales para mantener a su clientela y, en
consecuencia, un partido que no pueda ofrecer siquiera una expectativa
razonable de que va a tener acceso a ellos se debería extinguir, como un ser
vivo fuera de su atmósfera.
Pero no es sólo eso, la llamada “ayuda
internacional” dejaría de fluir, porque las agencias, comités, fundaciones que
las canalizan no pueden entender que se pidan fondos para algo que no sean unas
elecciones, por lo que participar en ellas se convierte en otro factor de
supervivencia de los partidos reducidos a simples maquinarias electorales.
No vale la pena insistir otra vez en que las
elecciones son un complejo mercado en que pululan multitud de negocios de
propaganda, comunicación, impresión, textiles, transporte, en fin, todo el
espectro productivo; también una fauna de estrategas, asesores, consejeros,
creativos, sastres, peluqueros y maquilladores; sin entrar al submundo de la
guerra sucia, sabotaje, dispersión de rumores, información y desinformación,
que son tanto o más caros.
De manera que basta que el régimen pronuncie
la palabra mágica “elecciones” para que estalle una conflagración de intereses
a ver quién mete baza de primero en la feria y por supuesto, todo el que
pretenda contener la estampida queda en desventaja automática sino, menos que
profeta, loco, insensato o alguien que “no entiende las realidades políticas”.
Quizás deba repetirse que en Venezuela no
existen elecciones desde hace años, en cualquier sentido que se le atribuya a
esa palabra, sin necesidad de añadirle el adjetivo “auténticas” que es el
argumento de los técnicos para decir que no se elige realmente porque no se
cuentan los votos, al menos desde 2004, que no hay registro electoral, que
éstos caen en el vacío cibernético volviendo al sistema inescrutable,
inauditable y un larguísimo etcétera.
Con las inhabilitaciones no se pueden promover
candidatos que tengan un discurso esclarecedor porque ni siquiera les permiten
participar aunque les roben la elección al final o si “ganan” les desmantelan
el cargo, los dejen sin sede ni presupuesto para que no puedan ejercerlo y si
se ponen muy tercos los destituyen, encarcelan y que den paso a las mujeres.
En lo que sí se debe insistir, porque no se
enfatiza lo suficiente, es que tras los inhabilitados se encubren los
“habilitados”, aquellos que le hacen la tarea al régimen. Es un insulto
predicar que si inhabilitan a uno se pone otro en su lugar porque por ese
camino los únicos participantes serían los seleccionados por el régimen de
ocupación.
Así son las “elecciones” en Cuba e Irán, que
son los modelos que este régimen copia, donde los candidatos deben ser
aprobados previamente por un Consejo Revolucionario que decide quien es
elegible y quien no, según sus credenciales revolucionarias, a juicio exclusivo
de los ayatolas respectivos.
El elector no cuenta ni elige en absoluto,
pasa de un sistema electivo a otro convalidatorio, en que confirma las decisiones
impuestas por otro y aquí llegamos al quid de la cuestión: ¿Cómo se puede
participar en un mecanismo de opresión y acorralamiento de la población en que
la obligan a hacer lo que nunca haría si pudiera tomar decisiones libres, sin
hacerse responsables de las consecuencias jurídicas, políticas, morales y por
qué no decirlo, administrativas y penales correspectivas?
AD coopera con la pretensión de volver al
bipartidismo; pero para los comunistas la táctica es la de “pelar una cebolla”
eliminando a los elementos más radicales desplazándose hacia el centro hasta
llegar a un sistema de partido único como en Cuba o, en su defecto, de partidos
amaestrados como existieron en la RDA bajo la ocupación soviética.
Se necesitaron casi 20 años para admitir que
esto es una tiranía bajo ocupación comunista cubana: ¿Harán falta otros 20 para
reconocer que AD es el partido de cogobierno, en concurso con Primero Justicia?
Aunque AD dejó de ser un partido
político stricto sensu para convertirse en una suerte de
Agencia De Colocaciones propiedad privada de Henry Ramos Allup & Flia.,
cuya actividad principal se centra en los negocios familiares más que en la
política como servicio público.
Tiene su fracción en el TSJ, CNE,
universidades, ministerios, pero más importante, en las FFAA. ¿Qué han hecho en
el equivalente a cuatro períodos presidenciales del antiguo régimen? Lo mismo
que hacían; pero pretendiendo no pagar costos políticos ni de otro tipo.
¿Cuántos oficiales adecos estarían allí
arrellanados aplaudiendo a Chávez cuando ordenó cerrar RCTV, por poner un
ejemplo entre miles posibles? ¿Cuántos burócratas participan en el diseño y
ejecución de programas, planes, misiones, incluso de represión y exterminio?
¿Cuántos guardan la camiseta de “institucional” en el fondo del closet para
ponérsela cuando esto pase, si es que pasa? Porque si no, pueden seguir ahí,
medrando tranquilazos.
HRA dice que la sedicente Asamblea Nacional no
designa los rectores del CNE para no repetir la trágica escena de los
supuestos Magistrados del TSJ, huyendo en desbandada; la pregunta es: ¿Cómo es
posible que éstos sean perseguidos pero no quienes los nombraron?
Se opone tenazmente a las sanciones de EEUU
porque “afectaran al pueblo y Maduro seguirá comiendo sabroso”. Y él,
¿cómo comerá? ¿Cómo en los últimos 20 años y los 20 anteriores? ¿O será en
prevención de que afecten, entre otros, a Derwick Associates?
Ya no es cuestión de complicidad, sino de
coautoría.
Luis Marín,
17-09-17.
lunes, 18 de septiembre de 2017
LA NATURALEZA DEL RÉGIMEN
LA NATURALEZA DEL RÉGIMEN
José Domingo Blanco
Mingo
Hubo una vez un Hermann Escarrá que fue
opositor. Sí, un Escarrá que denigraba del régimen y denunciaba sus actuaciones
sin importarle que, en ese bando, se encontraba su hermano. De eso, hace una
década más o menos. En el año 2007, si mi memoria no falla, Escarrá era,
incluso, un vocero de la oposición. Más de una vez lo entrevisté y, con esa
formalidad tan suya, decía –y me permito citarlo: “este es un régimen caracterizado
por el maridaje inmoral entre la casta política que se ha entronizado en el
poder y el usufructo de los dineros públicos. Por eso, uno los ve por ahí
comprando casas en Miami, comprando casas en las principales urbanizaciones. Los
mejores y más importantes vehículos, son ellos quienes los tienen; es decir, se
trata de una nueva casta política, una nueva casta económica, que se ha montado
sobre la corrupción y se ha enseñoriado sobre toda la nación. Eso es lo que hay
que enfrentar. Y por eso es que nosotros decimos que nuestra lucha no es solo
enfrentar el proyecto de destrucción de la República sino reconstruir la restauración
ética y moral de Venezuela”.
Increíble ¿no? Es el mismo Hermann Escarrá que
hoy tiene prohibida la entrada a EEUU porque al gobierno americano le huelen
muy mal las lujosas propiedades y negocios que tiene en Florida.
Esa ambigüedad, esos saltos de talanquera, los
cambios de opinión, no sé a qué atribuírselos; pero, lo que sí puedo
asegurarles es que, en aquel entonces, cuando conversábamos con él, enfatizaba
lo que teníamos que hacer para salir de este régimen. Cuando lo consultábamos
aseguraba que “el gran problema que tenemos en la oposición, el enorme problema
que tiene el liderazgo opositor, es que desconoce la naturaleza del régimen”.
Y además señalaba que nos faltaba organización
ciudadana. Que teníamos que desconocer al régimen y apoyarnos en la Constitución.
Que no era sólo convocar a una marcha, sino permanecer en la calle, sin
retorno, hasta que el régimen cayera. ¡Qué nosotros, la sociedad civil, la
ciudadanía, teníamos que acorralar al régimen! Sin embargo, el régimen del que
despotricaba y calificaba con los más horrendos epítetos, lo sedujo. Tanto lo atrajo,
que fue una pieza clave para que Nicolás y sus secuaces consumaran su fraude
Constituyente, que Escarrá avala como asambleísta.
Seguimos sin conocer la naturaleza del
régimen. Un régimen al que hemos logrado arrinconar en varias ocasiones y que,
de la mano de algunas de las oposiciones -que reculan en la estrategia- se
oxigena y recupera las fuerzas. Ya en 2007 Escarrá nos decía lo que teníamos
que hacer para salir de este desgobierno, y no lo hicimos. Ahora, el
narcoestado corrigió sus debilidades y se fortalece. Gobierno y oposiciones se
han burlado del diálogo, en todas las oportunidades habidas y por haber.
La MUD
dijo “no más diálogo hasta que se cumplan todas las condiciones”, y mintió. La
MUD dijo “no iremos a elecciones porque el fin es salir de Maduro este año y
rápido” y mintió. La MUD dijo “hay que promulgar el abandono del cargo y
restaurar todos los poderes públicos” y mintió. La MUD dijo “la calle es la
salida y los muertos son héroes” y mintió. La MUD dijo “no negociaremos con el
régimen” y mintió. El régimen dice “esta revolución cada día se fortalece más.
Hasta el 2030 y más” y no miente. Porque, en estos momentos, cualquier diálogo
fortalece a la narcomafia que gobierna.
Nicolás Maduro le ratifica al mundo que en
Venezuela hay diálogo entre el gobierno y la oposición. Se jacta de ello. Y sus
secuaces y los cómplices no tardan en refrendarlo. Ese diálogo, con elecciones,
hará que el mundo reconozca a Nicolás y a su Constituyente Corporativa. Permite
que Maduro logre reconocimiento y legitimidad. Y no es que me niegue al
diálogo; pero, caramba, ya está bueno de engaños. Para dialogar hay que saber,
con reglas del juego claras y que se cumplan, quienes son los contendores.
Los gobiernos democráticos del mundo se
conmueven cuando hasta el más sangriento dictador anuncia diálogo. Y eso ha
sido así históricamente. Los países no se resisten a las salidas democráticas
aun cuando estén teñidas de corrupción y teatro. Le conceden el beneficio de la
duda a la intención de enmendar pacíficamente los errores. Este nuevo
acercamiento entre el régimen y personeros de la MUD, detendrá las sanciones a
la narcomafia. Frenará las actuaciones contra sus crímenes de lesa humanidad.
¿Para eso es el diálogo? ¿Para que el narcorégimen no reciba los castigos que
le esperan?
Diego Arria aseguraba que “es un hecho sin
precedente en el mundo que narcos y criminales estén en pleno control de una
nación”. Ante esto, solo nos queda la civilidad y la ciudadanía como estrategia.
La protesta sin retorno era la propuesta de aquel Escarrá opositor cuando
todavía no había ayudado a blindar la dictadura jurídicamente, y cuando el
partido militar aún no estaba tan consolidado ni tan armado como está ahora.
Una de las últimas
entrevistas que hice en Puntos de Vista, antes de que cerraran la emisora, fue
al profesor Agustín Blanco Muñoz quien dijo que, cuando la revolución advirtió
que no tenía cómo ganar elecciones, promovió la violencia. Y el TSJ se encargó
de montar las trampas. Esa es la naturaleza de este régimen. Es perverso como
aquel que un día descubre que es más fácil –y más rentable- unírsele que
combatirlo.
@mingo_1
REVISIONISMO ENGAÑA CON SANCIONES DE TRUMP
REVISIONISMO ENGAÑA CON SANCIONES DE TRUMP
Carlos Hermoso
Sobre las
sanciones de Trump contra el Estado venezolano, hay dos cuestiones que deben
ser abordadas con la precisión y la fuerza que ameritan por su importancia
política. En primer lugar, lo atinente al revisionismo, que no ha sido tomado
en cuenta por unos y otros. Nos resulta sorprendente que —muy a pesar de que el
revisionismo, el discurso socialista, ha tenido tanta eficacia política— no se
maneje con la profusión del caso para desenmascarar al régimen. Lo que refleja
una inconsecuencia con el principio leninista según el cual hay que enfrentarlo
en todas sus variantes.
Le brinda más
vigencia a este asunto el pliegue que hace el gobierno incorporando a
Venezuela, en condición de satélite, claro está, al bloque imperialista
liderado por China —imperialismo en el que impera un revisionismo añejo— y
Rusia, cada día más identificado con un discurso similar, seguramente, a
sabiendas de la eficacia que ofrece para sus planes hegemónicos. Todo en medio
de una creciente pugnacidad interimperialista.
En segundo lugar,
otro asunto que ha sido subestimado por unos y otros —aunque el gobierno no ha
dejado de ventilarlo como parte de su fortaleza— se refiere a los efectos
políticos de la presencia imperialista en el conflicto venezolano. Dejan
claramente establecida su idea de que el imperialismo yanqui es agresivo,
mientras que chinos y rusos son amigos de nuestro pueblo, dispuestos a
defendernos desinteresadamente.
Pero, en la
oposición en general, este asunto no ha sido atendido con la rigurosidad o
amplitud del caso, para pedir lo menos. Como mínimo han debido dar cuenta de
algo de lo que sucede en el chavismo a partir de las circunstancias que se han
abierto. Lo que ha llevado a manifestaciones claras de subjetivismo, sobre todo
en relación con las debilidades del régimen por el acoso de la comunidad
internacional, a la cual siempre presentan como algo homogéneo, cuando en
realidad no existe tal comunidad internacional, sino bloques imperialistas.
Su relación en
las actuales condiciones es fundamental no solo para la comprensión de lo que
sucede en Venezuela y en buena parte del mundo, sino también para la definición
de políticas en momentos en que se vive un reflujo significativo del movimiento
de masas, luego de la gesta que representó la rebelión democrática de buena
parte del pueblo venezolano contra la dictadura. Decaimiento que puede ser
conducido a una “paz” que permita favorecer al régimen de manera importante en
camino a su eventual recuperación. Cuenta esta perspectiva no solamente con las
determinaciones antes señaladas, sino con los favores que le brindan sectores
opositores por la respuesta política que dan, entre otras, frente a las medidas
tomadas por el presidente estadounidense.
Oxígeno y algo más al revisionismo…
Hemos señalado
de manera clara que enfrentamos un régimen revisionista. Socialista solo de
palabra. Que impera en Venezuela una forma de dominación despótica que se
disfraza de socialista. Lo que supone un esfuerzo por labrar la mayor
comprensión de lo que ello significa, y los efectos que puede traer una
respuesta inapropiada. Y es que no hay manera distinta al análisis radical de
lo que acontece en Venezuela para definir posturas políticas que contribuyan
con la unidad contra el oprobioso régimen chavista. Sobre todo ahora cuando el
chavismo cuenta con la iniciativa política, mientras las masas ven pasar el
reflujo en medio de una rabia que nuevamente será combustible para la lucha por
el cambio político.
Las sanciones
de Trump permiten que el chavismo en buena medida se unifique y encuentre argumentos
para colocar la cuestión militar en el centro de la política. Le permite
afianzar la militarización de la sociedad toda vez que es en el sector
castrense donde descansaría la defensa del país frente a una eventual agresión
del imperialismo yanqui. Además, lo más importante, el país pasa de manera más
clara a formar parte del bloque imperialista encabezado por el revisionismo
chino, el más competitivo del planeta. En cualquier caso, son mayores los
beneficios que los costos para el régimen chavista.
Sin embargo, la
respuesta del imperialismo estadounidense expresada en esas medidas era de
esperarse y se corresponde con la agresividad que expresa Estados Unidos ante
la pérdida de hegemonía a escala planetaria. Independientemente de que resultan
contraproducentes, EEUU está obligado a mostrar su agresividad y espíritu
belicista frente a China y Rusia. Es la única salida que le queda, pues es en
este sector, el militar, donde encuentra más capacidad competitiva. Con todo y
que en áreas sensibles —a saber, aeroespacial, aérea y blindados— ha sido
superado por Rusia y en telecomunicaciones por China. Y qué decir en producción
energética.
Como hemos
indicado, estas sanciones no afectan al chavismo en la magnitud que muchos
esperan desde el punto de vista económico. Eso sí, afianzan una tendencia
iniciada más de una década atrás, que parece colocar al mundo al borde de una
guerra por el reparto del mundo. Si EEUU fuese el acreedor de otros tiempos,
ciertamente las cosas fuesen diferentes. Pero China es el principal prestamista
mundial muy por encima del Fondo Monetario Internacional. Además, cuenta China
con la tenencia de papeles de deuda estadounidense por encima de los 1,3
billones de dólares. De tal manera que el asunto es más político que económico.
La respuesta de
Maduro, al anunciar medidas económicas para supuestamente atender la crisis,
dejan claramente establecido que la dinámica imperialista, sus pugnas,
encuentra en Venezuela, en este régimen, un punto focal que hace época y
anuncia el desarrollo de una tendencia de consecuencias inconfesables.
Recordemos que una de las razones por las cuales EEUU aceleró la invasión a
Irak fue la decisión del gobierno de Saddam Hussein de tranzar con euros con
Alemania y la sustitución del dólar como moneda de reserva.
Por su parte,
China tiene pospuesta su decisión de convertir al yuan en la principal moneda
de cambio y de reserva. Pero esta decisión del gobierno de Venezuela sienta un
precedente de significación, aun cuando la economía venezolana no tiene
significación desde el punto de vista financiero, circunstancia que se afianza
producto de la crisis por la que atraviesa. Su importancia radica en el hecho
de que se convierte en una declaración de alineamiento en torno del bloque
chino-ruso. Es un mensaje al mundo de una gran connotación política.
Este resultado
es ciertamente temprano. Desde que se desarrolla la tendencia al pliegue de
Venezuela al bloque chino hasta esta declaración ha pasado muy poco tiempo. Así
como ha sido acelerada la entronización de la hegemonía china a escala
planetaria, cuestión que todavía no logran asimilar muchos analistas, ni qué
decir de talentosos dirigentes políticos que ni siquiera se han percatado de
este fenómeno.
Sus efectos en
la política venezolana no terminan de ser asimilados. Es más, no se percibe que
este asunto sea atendido por buena parte de las fuerzas opositoras. Seguramente
es reflejo del poco juicio o la poca profundidad que reina en su dirigencia.
Esto hace más urgente profundizar en el análisis de esta determinación inscrita
dentro de una estrategia para desplazar el régimen.
Son medidas imperialistas
Ahora, bien,
independientemente de la circunstancia venezolana, de la necesidad de hacer uso
de todo lo que pueda debilitar al chavismo, debemos ubicar que las contradicciones
interimperialistas suponen un mero asunto de pillaje. Que, dentro de esas
contradicciones, el imperialismo estadounidense es el más agresivo, por estar
en franca desventaja frente al avance de los imperialismos chino y ruso y el
bloque que han logrado configurar. Que, siendo el más agresivo, atiza cualquier
conflicto hasta convertirlo en posibilidad de guerra, en parte del reparto. De
allí que resulta, por decir lo menos, un riesgo importante comprometerse con
alguna cuestión que a la postre represente un costo político demasiado costoso
para las fuerzas del cambio que demanda Venezuela.
Debemos ubicar
que ciertamente las contradicciones interimperialistas resumen una reserva
estratégica para los procesos políticos en todo el mundo. Lo que no supone
actuar de manera olímpica con tal de alcanzar un objetivo. Se corre el peligro,
por ejemplo, de estimular una guerra de rapiña imperialista en el propio país.
O, bien, actuar de una manera que conduce a un costo político tan grande que le
llevamos agua al molino de quien queremos derrotar. Ése es el caso que nos
ocupa. Esto es, convertirnos en reserva estratégica indirecta a los intereses
del imperialismo estadounidense. En vez de sacar provecho de las
contradicciones interimperialistas, terminamos en lo contrario.
Nos puede
excusar el hecho de que los procesos adelantados por el imperialismo son el
resultado de su naturaleza. Por ejemplo, las sanciones impuestas por Trump, a
todas luces contraproducentes del punto de vista político, son el producto de sus
demandas imperialistas. Son independientes de nuestra voluntad. Se podría sacar
algún provecho si ello debilitara al régimen, pero no es el caso.
Un buen ejemplo
al respecto lo resumen las sanciones contra Rusia que, a la larga, han
beneficiado el desarrollo del imperialismo ruso en varias ramas, estratégicas y
subalternas, que lo afianza en su perspectiva de competir por la hegemonía
mundial.
Además, debemos
ubicar que estas contradicciones sintetizan una reserva estratégica que va más
allá de la coyuntura venezolana. Son varios los escenarios en el planeta de la
misma significación. En todos los casos debemos levantar la condena de que se
trata de guerras atizadas por el imperialismo. Ni por asomo debemos brindar el
más mínimo apoyo a tales empresas, muchas veces adornadas por fraseología
humanitaria, así como los revisionistas la disfrazan de nobleza progresista.
Así se trate de guerras contra gobiernos amigos del chavismo.
En cualquier
caso —como lo señala Stalin en Los
fundamentos del leninismo, refiriéndose a las reservas indirectas—, a
sabiendas de que su significación no siempre está clara, su valoración debe ser
muy bien atendida. Se trata de contradicciones imperialistas en torno de las
riquezas de Venezuela, por lo que en ningún caso debemos plegarnos a favor de
uno u otro imperialismo, además de que la agravación de las penurias del pueblo
no debe formar parte de políticas para supuestamente debilitar al régimen.
Sin duda
alguna, la determinación más importante de las actuales circunstancias obedece
a la política chavista. Hemos indicado en varios escritos que una cosa es
aprovechar las contradicciones inter imperialistas en favor del desarrollo
soberano e independiente de un país y otra muy distinta plegarse a un
imperialismo para enfrentar otro. Aprovechar la reserva estratégica que suponen
las contradicciones inter imperialistas no niega en ningún caso condenar el
injerencismo y su naturaleza.
Por ello hay
que ser cuidadosos en el tratamiento de estos asuntos, pues las tesis
revisionistas van más allá de la declaración pedestre acerca del ”socialismo del siglo XXI” a la cubana, a la
chilena, a la árabe, entre otros. Recordemos que el socialismo, si no es
científico, no es. Pero va más allá.
Abarca cuestiones concretas en todos los aspectos de la vida. El revisionismo
asume la defensa de los derechos humanos, mientras los viola de manera
flagrante, como se demostró en Venezuela con el asesinato de decenas de jóvenes
durante la reciente rebelión democrática. Dicen asumir la defensa de la
soberanía, mientras la entregan a una potencia imperialista que practica
exactamente los mismos principios así sea disfrazados de solidaridad. Hasta se arrogan la condición de ser los más grandes
defensores de la llamada sexo diversidad: propician el matrimonio gay y lo
presentan como parte de las reivindicaciones que son capaces de realizar,
mientras cercena los derechos humanos, el derecho al trabajo y auspicia el
incremento de la explotación.
Porque es la
mejor manera de atender las crisis revolucionarias, la burguesía y el bloque
imperialista en torno de China y Rusia recrean formas revisionistas muy
diversas. Siempre ha sido así. En las actuales condiciones podemos observar
cómo los rusos cada vez más reivindican el pasado socialista y se aproximan a
una fraseología del pasado revisionismo desde Jruschov hasta Breznev.
Esa psicología
revisionista ha terminado por convertirse en inextricable para quienes
encabezan la oposición venezolana. No logran atinar en políticas para enfrentar
al régimen. Pues no solo se trata de enfrentar el revisionismo sino el bloque
en el cual se apoya que viene adquiriendo cada vez más perfiles en esa
dirección. Ahora se suma India, fundadora del Movimiento de los Países No
Alineados, suerte de espacio que fue labrando desde hace décadas y que hoy día
da los frutos esperados.
El MPNA, a su
vez, se articula a la teoría maoísta de los tres mundos, lo que la engarza con
una forma revisionista más clara. Por lo que resulta risible decir que el
gobierno de Venezuela tiene en contra la “comunidad Internacional”, cuando hace
apenas un año Maduro presidió la Conferencia en la isla de Margarita. En sus
maniobras, los opositores no logran ver la naturaleza de sus acciones. Por lo
regular son subestimadas las respuestas chavistas a cada situación concreta.
Son analizadas de tal forma que su condena está de antemano llevada al fracaso.
Sumemos que siempre han contado con que la respuesta de las mayorías será a su
favor.
En este orden
de ideas, una de las cuestiones que no logran ver los opositores que dirigen la
principal instancia unitaria es que el anticomunismo no cuenta con eficacia
política como no sea para satisfacer los oídos de un reducido sector social y
político, principalmente radicado en el exterior, y al imperialismo
estadounidense. Sigue soñando el chavismo con seguir siendo acusado de comunista y revolucionario. Le sigue brindando beneficios importantes.
Entendemos que
llegar a la raíz de estos asuntos supone la realización de un método y una
perspectiva de análisis que son ajenos a la ideología burguesa, en cualquiera
de sus expresiones. Además, por los intereses específicos que representan en el
momento, las expresiones políticas burguesas tradicionales no son capaces de
decir las cosas tal cual son. Chocan verdades con intereses en juego, a lo que
se le suma la perspectiva estadounidense.
Sin embargo,
hay quienes todavía se achicopalan
por las oleadas anticomunistas. Tienen cabida en reducidos sectores de la
burguesía y la pequeña burguesía, pero no llegan con la misma fuerza a los
sectores populares, más cuando las capas medias han sido tan afectadas como
resultado de la crisis que ya se encuentran entre quienes nada tienen que
perder.
Trump, por su
parte, está obligado a profundizar en su ofensiva contra el gobierno chavista.
Muchos ven sus respuestas, las del presidente estadounidense, como resultado de
sus intemperancias. No se percatan de que son decisiones del imperialismo
yanqui que busca afianzar una política de rescate de espacios perdidos. En las
actuales circunstancias el imperialismo estadounidense es el más agresivo.
Es una
tendencia que todo país imperialista —en medio del desarrollo desigual y la
tendencia a la nivelación— pugne por un reparto del mundo donde resulte
favorecido. Entretanto, en la búsqueda de una tasa de ganancia competitiva, se
hace de un espacio acá o allá como mercado, o como fuente de materias primas, o
por el simple desgaste del oponente.
El desarrollo
capitalista conduce de manera indefectible a un desarrollo desigual signado por
el comportamiento de la cuota media de la ganancia. Donde ella sea más elevada
que la media, allí se concentrarán los capitales. Durante décadas China fue
imán de los capitales a escala planetaria. Estados Unidos desplazó sus
capitales al país asiático. La historia ha sido breve, pero contundente. China
se convierte en la mayor potencia financiada por el resto de naciones
imperialistas.
Venezuela se
convierte así en uno de los focos más importantes de la disputa imperialista.
Junto a Corea del Norte, centran la atención en este sentido. Corea por el reto
a EEUU en su sentido bélico y de irrespeto a la menguante hegemonía yanqui.
Venezuela por plegarse de manera clara y genuflexa al imperialismo chino. Más
bien al bloque imperialista conformado por China y Rusia.
Carlos
Hermoso
Septiembre
de 2017
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