lunes, 28 de septiembre de 2015
VISITA PAPAL
VISITA PAPAL
Palabras de la
circunstancia
Ramón Santaella
Hablar de la visita del Papa Francisco
y asumir cualquier tipo de crítica desfavorable, no resulta fácil, ni
conveniente; primero, porque no creemos haya habido espacio de América y posiblemente,
del Mundo, donde los comentarios favorables a su visita y planteamientos, no se
hayan oído y celebrado; segundo, porque resultaría un tanto “grosero” o fuera
de lugar, cualquier comentario negativo y si lo hubiese, habría que considerar
la programación de los gobiernos de los
países visitados por tan importante personaje de la religión católica y la
política mundial.
No obstante, se nos ha ocurrido considerar
algunos aspectos no ventilados con claridad u objetividad en las visitas a
Cuba y EEUU, donde se ha considerado su
presencia con agradecimiento tanto de la población como de los respectivos gobiernos
de ambos países.
El PF
representa al hombre elegido por ambos países con la intención de limar
asperezas que obstaculizaban la apertura del camino de relaciones adecuadas y el trato respetuoso de
uno a otro; el hombre que incentivó el diálogo fraterno de la conciliación, aún
en proceso de construcción pero, bien encaminado.
En la isla caribeña, sin embargo,
llamaría la atención algunos incidentes de carácter político que aparentemente
quedaron al margen de los actos celebrados, no obstante, la insistencia del
sumo pontífice en un discurso tendente a llegarle al corazón y sentimiento de
los oprimidos por el régimen, durante 56 largos años de revolución, a quienes
habló de evitar por todos los medios, de rebelarse contra la “esclavitud de la tristeza”; no sabemos si
se refería al régimen castrista como esclavizador del pueblo o a otro tipo de
tristeza, lo cierto es que pretendía aunque fuese durante ese momento del
discurso, que la población que le escuchara, sonriera junto a él.
“El Papa del pueblo” como lo definiera
“CNN” en español, no pudo evitar encontrarse con los organizadores de su
visita, jerarcas, “dueños” de la isla pero, no sabemos hasta donde, le hubo
sido impedido alguna conexión con el numeroso grupo disidente del poder
dictatorial y, logramos apreciar a través del programa “Impacto”, de
Vene-Visión, la arremetida de cuerpos de seguridad del gobierno (Al instante,
recordamos el comportamiento de la otrora Seguridad Nacional perezjimenista,
durante los años 50 en Venezuela), contra pocos manifestantes de la disidencia
que protestaban, no tanto contra el
Papa, sometido a una programación de visitante, sino en contra de la impotencia
y la desesperanza a la que han sido empujados por el régimen caribeño y,
Francisco en esos pocos días, era como una pequeña tabla en medio del océano a
la que pretendían asirse los jóvenes protestantes en busca del renacimiento de
lo que han carecido por mucho tiempo: libertad, trabajo productivo, crecimiento,
respeto gubernamental, etc.
Tres jóvenes de ese grupo manifestante,
serían tomados “infraganti” y apresados por dicha policía “secreta”.
En opinión de
un transeúnte cubano, son muchos los disidentes pero, pocos se atreven a
protestar por temor a la represión del gobierno.
¿Habría otra causa por la cual el Papa
Francisco evitaría la comunicación con el grupo disidente, más allá de la
impuesta por el gobierno, según programación?
Habrá que esperar unos días y todo
pudiera salir a la luz pública.
En cuanto a la visita del PF a EEUU,
cuarta visita del poder vaticano o papal, a este país, donde noticias y
comentarios dejaron vislumbrar que aquella presencia papal ha sido superior a
las otras.
Temas que han sido preocupación de la sociedad y “no” bien
tratados por organismos internacionales, fueron asumidos con decisión religiosa
y fundamentalmente, política, por el PF, como son: la inmigración y la sociedad
latinoamericana, la globalización y la igualdad en el trato del hombre, el
calentamiento atmosférico y la industrialización, el aborto, la pena de muerte,
la familia como base fundamental de la sociedad, etc.
Esos temas discutidos
internacionalmente, sin rasgos de acuerdo entre los diferentes países allí
representados, fueron puestos en la mesa por el PF.
No vamos a decir que el PF dialogó o
discutió las diferentes propuestas que hizo de los diversos temas
referenciados, pero, aprovechando su posición de personalidad invitada y más
allá de la sencillez con la que las hubo planteado, quedaría clarísima su intencionalidad
social, política, económica y religiosa en aquellos temas y así sería percibida
por la comunidad de católicos y muchos no católicos que acudieron a su cita o
pudieron verlo y oírlo a través de la televisión.
Pero, siempre habrá peros en visitas
de esta naturaleza porque muchos se sienten desconectados con la realidad
tratada y la suya, marginada, más allá de la importancia y complejidad de los
temas revividos en el discurso papal, de tanta importancia para la sociedad en
general.
Digamos que la propuesta de los temas
en cuestión, más que su discusión o tratamiento, se hizo sencillo porque hubo
una sola voz y se partía de principios lógicos, especie de “mandamientos” como
espiritualidad y ética: “Con la vara que midas, serás medido”, “No hagas a
otro, lo que no quisieras te hicieran a ti” y “ama a tu prójimo como a ti
mismo”.
En relación a la inmigración latina a
EEUU, apeló al sentido común de los oyentes, mediante lógica sencillísima como
si estuviese construyendo la forma hermenéutica de llegar a todos: “Los
inmigrantes latinos, andan buscando para sus hijos o familia, lo mismo que muchos
de ustedes han estado buscando siempre, para los suyos”. Luego, una bella
afirmación: “Alguna vez, hemos sido o nos hemos sentido extranjeros”.
Acá
empleó uno de aquellos mandamientos: “Con la vara que midas, serás medido”. Sin
embargo, en nosotros surgiría una duda grande y llegamos a considerar que el PF
había caído en contradicción, cuando, al estar en contra de la pena de muerte,
apelaría a los derechos humanos y al respeto de la vida; entonces, nos preguntábamos:
¿Será que los asesinos (a ex profeso, en serie o sin serie), quedan exentos de
considerar los derechos humanos de sus víctimas; no tienen por qué respetar a
sus presas, ni tienen por qué poseer vara para medir a las víctimas y en
consecuencia, deben ser perdonados?
Si a ello,
colocamos otro de los “mandamientos”: “No hagas a otro lo que no te gustaría te
hicieran a ti” ¿Cómo quedan los culpables de crímenes abominables o el sistema
que los crea?
Otro
planteamiento al margen del discurso papal, de suma importancia para la
sociedad y los individuos involucrados en ello,
quedó manifiesto en la entrevista
que hiciera CNN a una escritora y Psicóloga, supuestamente norteamericana o
mexicana, mientras el Papa permanecía en tierra de Filadelfia: La pregunta base
fue: ¿Qué está ocurriendo con los sacerdotes pederastas u homosexuales en EEUU?
La respuesta
fue sesgada hacia el tratamiento psicológico y el contenido del libro, autoría
de la entrevistada, pero, nunca se llegó a dar respuesta a la pregunta en
cuestión.
Suponemos que
este tipo de planteamiento no aparecía en la carta-menú del discurso papal, ni
de los organizadores del evento. Lo cierto es que, frente al televisor,
reflexionábamos un poco al respecto y nos preguntábamos: ¿Por qué la Iglesia
como organismo importante en las discusiones políticas, económicas, ambientales
y sociales que atañen al mundo, no es capaz de resolver sus problemas internos,
tal como sugiere, a los hombres y diferentes países que conforman la superficie
del planeta?
Es bonito,
cuando leemos en La Biblia, las “Epístolas de San Pablo”, el último de los
apóstoles, en el Nuevo Testamento, y encontramos que no solo la Iglesia
original aplicaba la caridad para construir Fe y esperanza en los pueblos
(Aunque no dio buen resultado y fueron muchos los arruinados); pero, algo más,
los obispos de aquellos inicios eclesiásticos, tenían derecho al matrimonio,
por consiguiente, el homosexualismo ha debido ser pequeño o inexistente.
No solo, se
permitía el matrimonio, sino que el mismo San Pablo, en sus cartas a Timoteo,
su gran discípulo, encargado de la iglesia en Éfeso (Grecia), y a Timo, encargado de la Iglesia en la isla
Chipre (Oriente del Mediterráneo), les recordaba que debían tener una sola
mujer. He ahí, el medicamento poderoso para acabar con los pederastas en la Iglesia
Católica. No olvidemos que antes de santos, son hombres.
RSY.
domingo, 27 de septiembre de 2015
¿CÓMO EL CHAVISMO FUE POSIBLE?
¿CÓMO EL CHAVISMO FUE POSIBLE?
Miguel Aponte
La
respuesta está pendiente; esto sin apelar a los complejos de siempre. Decir que
todo se explica porque somos “sudacas”, es racista y ridículo. Allí está
precisamente España, país “desarrollado”, por dar un sólo ejemplo, con sus
chavistas de “casa”. Entonces, ¿los sudacas son ellos? El asunto va más allá de
decir que alguien (¿Chávez?) engañó a la democracia y al “pueblo”, con el
preciso sentido de traicionar ambos y ahora una banda en Miraflores se aprovecha
de aquello.
Estos argumentos pueden considerarse
pero para ser rechazados, pues de lo contrario, jamás será posible hacer una
reflexión importante. Somos como somos, sí, pero tendría que haber más que
decir desde la sociología, la psicología social y la historia; así que dejemos
de lado los lugares comunes y preguntemos cómo es posible que el chavismo en
sus diversos empaques fuera posible.
El asunto tiene que ver con la historia
de las ideologías y algunas antipáticas preguntas: ¿por qué el liberalismo
deriva hacia el marxismo y, peor, por qué éste lo hace hacia el totalitarismo?
¿Por qué dejan a la democracia de lado? Y, otro peor, ¿por qué liberalismo y
marxismo se “casan”, como en China, o configuran sociedades zombis tipo Orwell
donde lo mejor que se ofrece es la insignificancia de un consumo sin sentido?
El chavismo buscó siempre su engarce
ideológico en la herencia marxista. Esto, aunque avergüence cada vez más a los
comunistas serios, si es que aún hay. Así, si alguien creyó que luego del siglo
XX habría esterilidad y anquilosamiento de las ideologías comunistas de
“liberación social” se equivocó de plano: la cosa más bien se degradó hasta lo
impensable y emergió el chavismo.
En el deslave intelectual del “todo
vale” contemporáneo el chavismo se combinó con las “ideas” más peregrinas, que
van desde la teología de la liberación y el tercermundismo hasta la religión,
los mitos de la redención y los libros de autoayuda, para terminar –que nadie
se sorprenda– en el arrase de la democracia y la ruina económica.
Todo lo mismo que ya ocurriera el siglo
pasado, pero -como si cupiera- con mucho menos dignidad y mucha más estupidez.
Hasta aquí cuestiones para los
“intelectuales” que lo avalaron, ¿tendrán algo serio que decir?
Pero para el resto de nosotros las
preguntas siguen: ¿por qué las democracias representativas pierden la adhesión
del ciudadano? ¿Cómo ese edificio tan rígido del liberal-marxismo degenera en
una cosa tan difusa y vagabunda como el chavismo? ¿Hay en el núcleo del
liberalismo algo que anuncia desde su misma formulación teórica la muerte de la
democracia y la libertad en manos de su supuesto adversario, el marxismo? ¿Son
adversarios? ¿Cómo ambos tienden a la “insignificancia” o a las máximas de
Goebbels y nunca hacia la libertad que supuestamente los inspiró?
27 de septiembre del 2015
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Miguel Aponte,
Socialismo Siglo XXI
miércoles, 23 de septiembre de 2015
¡QUÉ FÁCIL ES SER CHAVISTA!
Palabras de la circunstancia:
RECORDANDO EL ÚLTIMO TRIMESTRE
DE 2014 Y ALGUNOS
COMICS POLÍTICOS DE 2015
Hemos pensado en relación a la situación política que nos
ha estado dejando lo que tenemos por país y llegamos a la conclusión: ¡”Que fácil es ser chavista”!, aunque sólo sea cuestión de percepción, el relacionar al chavismo con la mentira utilizada como comportamiento
“ético” (término este último, del vocabulario supuestamente ideológico, del
partido “revolucionario”, del Gobierno venezolano), asociado a la participación
política cotidiana de muchos defensores y cercanos colaboradores al gobierno
actual, quienes por uno u otro interés, se ven en la necesidad de aceptar
cuanta cosa promueven los “dueños del poder”.
Sin descartar de nuestra parte, que para los más
comprometidos con el método en cuestión, se trata de una actitud cómoda,
derivada de la confianza política adquirida y manera
reiterada de actuar, con la que se ha querido hacer ver a la ciudadanía que
todo marcha sobre ruedas, según apariencia de lo
establecido en la constitución de la República de 1999, de donde –dicen- “se
desprende el discurso político “nacional”.
Esa misma percepción advierte cierta condición ciudadana
de sumisión forzada que conduce a la alienación política, más que social o
económica, ante una serie de situaciones graves, existentes como la acción
incontrolada de la delincuencia común, el desabastecimiento de productos de la
dieta básica y de medicamentos para enfermos crónicos y no crónicos; crisis
asistencial hospitalaria, devaluación permanente de cuanto pueda representar
nuestra moneda en la actualidad, control casi absoluto de los medios radiales y
televisivos, la corrupción extrema a todo nivel como modo de vida, y pare Usted
de contar o enumerar.
En definitiva, una práctica política alienante, de parte
del ente político, con cierta postura permanente, de “victoria”, más allá de la
crítica situación económica, financiera, moral y social concreta, de la
República.
El uso del método político referenciado, por quienes
controlan el poder, ha permitido que frente a cualquier interrogante planteada a
miembro alguno del oficialismo o partido de Gobierno, por opositor alguno o
entrevistador ocasional, la respuesta siempre sea la misma y “contundente”.
El entrevistado responderá de la forma que lo haría
cualquier jerarca del Gobierno o del partido en cuestión. Pareciera que cada
entrevistado transporta en uno de los bolsillos o cartera, la “Biblia” “escrita”
por el Comité Central del Partido, no la Constitución, respondiendo a las interrogantes, según el
“salmo” correspondiente.
A los mencionados ciudadanos no les tiembla ninguna parte
del cuerpo, cuando han de responder y dejar boquiabiertos a quienes oyen sus
respuestas relacionadas con la situación actual “nacional”, y como todo el que
ostenta una cuota por pequeña sea, de poder, la defiende, la cabeza siempre
erguida, aunque los ojos delaten lo contrario; por ello, el uso de lentes
oscuros en los seguidores, no convencidos, la palabra recomendada, buen tono de
voz y la mentira apropiada, firme, afirmativa, contundente, reafirma todas sus
“verdades”.
¡Cuidado!, si la entrevista es realizada en algún
programa televisado y al periodista encargado de orientar las preguntas, se le
ocurre discutir las respuestas inverosímiles del entrevistado porque ese día
pudiera pasa a engrosar filas en el permanente “7”% de los desempleados en
Venezuela.
En verdad, ¿resultará fácil ser chavista?, la
interrogante tiene sentido porque cuando estamos frente al televisor y surge
determinada entrevista a cualquiera de los personajes referenciados, no sabemos
cómo calificar su condición ciudadana y si es posible, humana, más que posición
moral, ante lo que nos dejan por país, más allá delos compromisos políticos con
el partido y el poder, traducidos en alienación y ceguera “voluntaria”.
Con cada respuesta oída, una exclamación de rabia, impotencia,
frustración, duda y posible desesperanza; difícil evitar el camino hacia el estrés
cotidiano, incluso, hemos estado pendiente de ciertas entrevistas para recomendarle
a nuestros allegados inmediatos, apagar a tiempo el televisor, cambiar de canal
o hacer de cada respuesta insólita, un chiste más, para provocarnos risa, poder
disfrutar de posibilidades futuras de existencia y parafraseando al Papa
Francisco en Santiago, cuando se dirigiera a la grey cubana, antes de entregarse a la
misa en la iglesia donde se venera a la virgen como Nuestra Señora del Cobre,
patrona de Cuba: Es necesario liberarse de la esclavitud de la tristeza y
abrazar la causa de la alegría. Un bello mensaje espiritual para un pueblo cuya
esperanza ha permanecido extraviada o dormida por más de medio siglo.
Lo importante es continuar avanzando, más allá de
confirmar que del país otrora conocido, queda
poco, aunque no resulte fácil asimilar que tampoco era muy bueno porque de lo
contrario, no seríamos lo que somos, ni tendríamos el gobierno que tenemos, mientras
todo se extingue más aprisa de lo pensado.
En nuestras generalidades y percepciones, decidimos no
señalar nombres de ciudadanos entrevistados, no solo para evitar problemas de
orden político-militar, sino que, más allá de transcribir frases textuales, nos
interesa que el lector reviva experiencias como espectador “activo” de nuestra
situación actual y analice el empleo que se ha estado haciendo del método
Mentira como parte del poderío informático de quienes ostentan el poder. Así
mismo, encontraremos canales de información que publicitan la manera veraz de
informar, pero, no dicen que uno de los platos de su balanza tiene mayor peso
por contenido oficialista y mucho es el público que busca audiencia en otros
medios informativos, dentro y fuera del país.
En este sentido, haremos referencia al día en el cual se
produjo tal o cual declaración o entrevista.
Solo tics:
Miércoles, 12/11/2014:
Como todas las mañanas, antes de salir a la caminata de
costumbre, hemos encendido el televisor para intentar informarnos de las
noticias nacionales e internacionales; ese día, el entrevistado es delegado del
partido de gobierno como miembro del Parlamento UNASUR (Unión de Naciones
Suramericanas, organismo de ámbito internacional que tiene entre sus objetivos
construir una identidad y ciudadanía suramericanas, al igual que desarrollar un
espacio regional integrado…), (Internet).
El periodista del programa plantea: La prensa nacional en
casi su totalidad critica la situación económica actual que vive el país; se
menciona fuerte desabastecimiento generalizado en relación a todos los
productos de la Cesta Básica y otros rubros como los de la construcción; fuerte
caída de la productividad, inexistencia de divisas que permitan a empresarios y
comerciantes realizar importaciones a tiempo y laborar regularmente; aumento
tendencial del valor de la cesta básica en cerca de 100%, durante el último
año; la inflación continúa galopando en el territorio nacional y debe ser tan
alta que el BCV se ha negado a publicar la información respectiva desde el
último de Agosto; la devaluación del bolívar es diaria y parece no encontrar
fondo, los precios de los productos en general, aumentan cada día, a
consecuencia de la poca oferta de los mismos; se puede cargar dinero en los
bolsillos y no encontramos los productos en los anaqueles de los supermercados,
etc., etc., etc.
Entonces, preguntamos, dice el periodista:
¿Qué opina Usted de la economía actual del país?
Respuesta:
Ante todas esas cosas que Usted plantea que no sabemos de
dónde las obtuvo porque nada de eso ocurre en nuestro país, no puedo sino decir
que nuestra situación económica es excelente, mejor no podría ser; aunque
viéndolo bien, aun intentamos superar los efectos del paro petrolero de 2002.
De la mano de nuestro Presidente, continúa diciendo,
estamos enfrentando la guerra económica decretada por la burguesía enemiga de
la revolución; por otra parte, estamos ganando la batalla al comercio de
extracción o contrabando, ya los custodios de la frontera están de nuestro lado
(desconocemos a quienes se refería), y
el próximo año, produciremos y exportaremos más petróleo y obtendremos más
billetes verdes, para resolver los problemas que pudieran aquejar a nuestra
población.
No olvide que ahora, “Venezuela es de todos” y “tenemos
Patria Segura”.
¡Mire!, para muestra un botón, prosigue señalando: el
Director del INE afirma que solo el 7% de la población activa en el país es
desempleada, mientras el Imperio rebasa el 10% en una economía crítica.El
problema es que la oposición no encuentra la manera de desacreditar al gobierno
de nuestro amado Presidente y cómo las inventa.
Pero, nosotros, tranquilos, sin preocupaciones,
trabajando como un bloque revolucionario, unidos, para elevar a nuestro país el
próximo año 2015, a primera potencia económica, tal como lo hubo planificado
nuestro comandante eterno en el Plan de la Patria que estamos poniendo en
marcha, ¡Qué tal!
Por nuestra parte, oíamos con atención la respuesta del
diputado y nos preguntábamos: ¿Será que el próximo año, nuestro Presidente hará
como Juan Vicente Gómez en 1910 que decretó el desarrollo de Venezuela?
En esto que nos dejan por país, todo es posible para la “revolución”
y así como los fines de los 2 últimos años, el Presidente ha decretado “Navidad
Feliz”, bien pudiera hacerlo con el “desarrollo”, ¿Quién habrá de impedirlo, si
aún posee la concesión “Ley Habilitante”, otorgada por mayoría parlamentaria?
En el preciso instante de plantearse el entrevistado, el
desarrollo, cortaron la energía eléctrica; 2 horas más tarde, al ser
restablecida, otro programa, donde exhibían el comic “la gata loca y su novio Ignacio”.
Si hay algo interesante en todo ese discurso, propio del
comic referenciado, es que falta un trimestre para finalizar el 2015 y aún Papá
Noel no se presenta. Por supuesto, no quisiéramos estar en los zapatos del
diputado entrevistado entonces porque la vergüenza no nos permitiría caminar;
no obstante, malo o bueno, tendríamos
que reconocer que el método ha funcionado.
MILITARIZACIÓN DESDE LA FRONTERA
MILITARIZACIÓN DESDE LA FRONTERA
Humberto García Larralde
La reciente extensión del estado de
excepción bajo control militar a 23 municipios fronterizos que abarcan los
estados, Táchira, Zulia y Apure, y la creación de una misión para la “Nueva
Frontera de Paz” dirigido por el mayor General Gerardo Izquierdo Torres,
representa otra avanzada más en el proceso de militarización del país. La
suspensión de garantías en esos municipios permitirá inspeccionar casas y
negocios sin orden judicial, impedir el libre tránsito de personas y bienes, y
prohibir reuniones y manifestaciones públicas que no estén autorizadas. Es
decir, el cese, por tiempo indefinido, de derechos ciudadanos básicos
consagrados en la Constitución. Pero no es un caso aislado.
El lanzamiento de
los OLP (Operativo de Liberación del Pueblo) a nivel nacional bajo comandos militares
y policiales ha significado, de hecho, la suspensión de las garantías
constitucionales en muchas zonas residenciales de bajos recursos, entre éstas
la más importante: la referente al derecho a la vida. Más allá, encontramos 11
gobernaciones, numerosos ministerios y centenares de cargos de alto nivel del
sector público en manos de militares o ex militares, sin mencionar la
presidencia de la Asamblea Nacional.
El control militar en la Venezuela de
hoy, eliminada la separación y autonomía de poderes por su subordinación al
ejecutivo, caracterizada por la relativización de los derechos constitucionales
por jueces que condenan obedeciendo órdenes políticas y cuyas autoridades se
niegan a cumplir los dictámenes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
y tampoco de la comisión de igual mismo nombre de las NN.UU., deja a la
ciudadanía a merced de una racionalidad que nada tiene que ver con el ejercicio
democrático. Se achican los espacios para el cuestionamiento de las decisiones
tomadas desde el poder y se castiga a quienes, en la opinión de jerarcas
militares, ponen en peligro su concepción particular de patria: aquella sujeta
a la voluntad indiscutible del gendarme, en nombre de los “intereses supremos
de la nación”.
Desde la óptica del ejercicio de los derechos civiles y de la
ciudadanía responsable, el poder militar no puede ser sino arbitrario y
despótico. Se va imponiendo la razón de la Seguridad Nacional como arbitrio de
nuestra conducta. Desgraciadamente, la historia venezolana está plagada de
estos abusos, siendo que –con escasas excepciones- prácticamente todos los
gobiernos previos a 1959 estuvieron bajo dominio militar. A eso los venezolanos
hemos llamado siempre Dictadura.
Lo insólito de la situación actual es
que esta “fagocitación” progresiva del país por parte de elementos castrenses
se hace ¡invocando argumentos de izquierda! Muerto Chávez, el partido militar
que prohijó se ha autonomizado, enseñoreándose del poder a pesar de lo
establecido en el artículo 328 de la Constitución y del mejor juicio de mucho
oficial institucionalista, obligado a inhibirse por razones de disciplina
castrense y/o amenazas del G2 cubano.
La razón militar se asocia con la
preparación y ejecución de acciones bélicas. Su interés está en cómo ganar,
prevenir y/o neutralizar conflictos con “enemigos de la patria”. El dominio
militar se “legitima”, como lo revela la drástica implantación del estado de
excepción, con la identificación de “enemigos” cuya amenaza “justifica” la
suspensión de garantías. Pero, ¿con qué criterios se define quién es enemigo?
¿Quién decide al respecto? Cualquier expresión organizada de la sociedad civil
que cuestione la razón militar –sindicatos, gremios, universidades, medios de
comunicación, ONGs- es sospechosa y está en “la mira”. Ya lo dijo Ameliach al
amenazar a la MUD que la acusaría de “traición a la patria” si rechaza el
estado de excepción y apoya las quejas de Colombia.
El ejercicio del poder político
como si se tratara de conducir la guerra por otros medios –invirtiendo a
Clausewitz- es propio de regímenes fascistas. De ahí la necesidad permanente de
ubicar enemigos que “legitimen” la militarización, el control, la regimentación
de la sociedad y la suspensión de los derechos civiles. Nadie mejor que
Norberto Ceresole –asesor de Chávez en sus primeros años de gobierno- para
construir argumentos a favor. Pero nadie como Fidel para encubrir estas
prácticas dictatoriales dentro de una apología “revolucionaria” que absuelve
los desmanes y atropellos de un régimen de fuerza.
En Cuba, gracias a la
epopeya envolvente de la Sierra Maestra que abatió la suspicacia de todos menos
los más desconfiados, la disolución del ejército y del aparato estatal
batistianos, y la paciente, sostenida y eficaz labor del MinFar bajo
Raúl, los militares se han adueñado del país. Se han erigido en la nueva casta
dominante, a cargo de empresas y servicios, amén de las actividades de inteligencia,
represión y resguardo de su propia hegemonía.
Es éste una parte vital del “paquete
tecnológico” que los hermanos Castro han ido “transfiriendo” a Venezuela a
cambio de miles de millones de dólares cada año, junto a los mecanismos de
acoso y falsificación de pruebas para criminalizar la disidencia, y la
represión descarnada. Con esto es que el dominio cubano sobre Venezuela ha
engolosinado a muchos jerarcas militares, tradicionalmente nacionalistas y
anticomunistas.
Aquí no hay nada de “convicción ideológica”: es la simple y
cruda razón de poder la que explica la aquiescencia de mucho jefe castrense con
la entrega del país a intereses foráneos. Porque es muchísimo lo que está en
juego para ellos, como lo revela el Cartel de los Soles, la disputa entre
oficiales del ejército y de la Guardia Nacional por esa lucrativa mina –en
grado extremo- que representa la frontera con Colombia, sin mencionar las
oportunidades de extorsión que ofrecen tantas leyes punitivas cuyo cumplimiento
obligatorio es confiado a la fuerza armada.
La habilidad de Fidel para consolidar un
régimen militar fascistoide a su servicio alegando fines de redención social,
libertad (¡!) y de lucha por la “Segunda Independencia” (2ª Declaración de la
Habana) lleva a acuñar un nuevo término, el de fasciocomunismo. Y
Maduro, Cabello y compañía han mostrado ser fieles –aunque muy torpes-
discípulos. Ante cada vuelta de tuerca en la militarización del país,
radicalizan sus posturas de “izquierda”, hablando de “la construcción del
socialismo”, la lucha contra el imperio y la redención del “pueblo”. ¡Y todavía
hay quienes se lo creen!
El colmo del cinismo es la negativa a respetar los
derechos UNIVERSALES del ser humano, rubricados por Venezuela en distintos
acuerdos internacionales, empezando por la Declaración de las Naciones Unidas,
¡alegando “la inviolabilidad de nuestra soberanía”!
Pinochet, Videla y la cáfila de gorilas
que han martirizado tanto a América Latina durante el último siglo estarían
envidiando, desde sus respectivas tumbas, lo que viene logrando, sin prisa pero
sin pausa, la oligarquía militar venezolana: aplastar lo que siempre fueron
anhelos de libertad, justicia y respeto por los derechos humanos, los que solía
enarbolar la izquierda. ¡Viva la “Revolución”!
Humberto García Larralde
eonomista, profesor de la UCV
22 de septiembre del 2015
lunes, 21 de septiembre de 2015
INDEX SOCIALISTA
INDEX SOCIALISTA
Luis Marín
Juan Carlos Sosa Azpúrua asumió el reto clásico de fiat veritas et pereat mundus, que conlleva al ostracismo garantizado por la hostilidad combinada del gobierno cubano y sus colaboradores criollos y la única ventaja de que cada vez son más los que advierten que el ámbito público se ha convertido en un teatro, por cierto, de muy mala factura.
El guión es archiconocido y mil veces repetido, lo que más que escepticismo lo que produce es aborrecimiento en el público; los actores son mediocres y su terca insistencia en acaparar la escena, a pesar de los abucheos, comienza a generar la sospecha de que la ganancia no viene de la menguada taquilla sino de otras fuentes menos confesables.
La verdad es la primera víctima en la guerra y el gobierno guerrerista de Cubazuela la proscribió como el primero y quizás más grave delito político, precisamente porque su propósito esencial es edificar un mundo de mentiras, que se derrumba con sólo decir lo que es cierto; de allí que esté explícitamente prohibido tocar ciertos temas y mencionar a ciertas personas que van conformando un index prohibitorum socialista.
Derribado el muro de Berlín se conocieron listas de autores, comentaristas, creadores de opinión que tenían prohibido aparecer en cualquier canal de televisión, radio o medio impreso, que a la sazón eran todos del Estado, censurados por la Stasi y controlados por el Partido Socialista Unificado (la semejanza de nombres no es casualidad).
Ahora bien, a diario se repite que el socialismo fracasó, no obstante esos controles y quizás precisamente por ellos el imperio soviético fue desmantelado; pero entonces la pregunta que se impone es ¿cómo es posible que haya tanta gente empeñada en poner en práctica algo que se sabe que no funciona? Este es el punto a dilucidar, porque tal vez se está ignorando la masa del Iceberg.
Es una tontería sino un error deliberado pensar que millones de personas estrictamente disciplinadas y adoctrinadas en una ideología impermeable iban a abandonar el comunismo y dedicarse a actividades liberales solamente porque el comunismo soviético hubiera colapsado.
Cuando la realidad demuestra lo contrario: la URSS desapareció, pero no Rusia, que emerge otra vez con el afán de reconstruir su imperio sin las cargas que le dificultaban la marcha en el pasado. Vladimir Putin, antiguo jefe del KGB puso a otros kagitas en la gobernación de los estados de la Gran Federación Rusa y creo nuevos satélites con la Confederación de Estados Independientes.
Otro ejemplo ilustrativo es el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, evento típicamente soviético auspiciado por la así llamada Federación Mundial de la Juventud Democrática, reconocida incluso por la ONU. El último festival antes del colapso del imperio soviético se realizó en Corea del Norte en 1989 y luego entró en crisis, con la salida de su columna vertebral, la organización juvenil comunista, Komsomol, disuelta en 1991 junto con el aparato de estado soviético del que formaba parte.
No puede ser casual que fuera relanzado en Cuba en 1997, en período especial y le siguiera otro en Venezuela en 2005, al que Chávez dirigió dos larguísimos discursos de apertura y despedida. El orador de orden, Heinz Dieterich. La más reciente edición fue el 2013 en Ecuador.
Los grandes partidos comunistas europeos como el francés y el italiano se disolvieron y mutaron en irreconocibles movimientos antimundialistas y ecologistas, furiosos, que protestan desde la corrupción, el desempleo, hasta la falta de viviendas, sin olvidar algunas facciones extremistas armadas enrevesadas con el radicalismo islámico.
El comunismo retrocedió sólo para coger impulso.
DESDE CHILE, CON AMOR
Es absolutamente imposible hacer comprender la situación de Cubazuela en el exterior primero porque las agencias noticiosas transmiten la información reproduciendo textualmente los infundios del régimen y usando términos que tienen un sentido en Europa y EEUU del que carecen por completo en este expaís.
¿Cómo hacer entender que no existe un poder judicial independiente, ni jueces, porque ni siquiera tienen nombramiento; ni sentencias, sino órdenes ejecutivas; ni condenas, porque suponen un delito previo; ni el menor atisbo de algo que pueda llamarse justicia?
No ayuda que la destrucción de esta ex república sea consecuencia de una conspiración internacional, originada en el Foro de Sao Paulo pero que aprovechan redes del crimen organizado, del narcotráfico y otros tráficos, el terrorismo islámico y otros terrorismos, donde sobresale la intervención de la Internacional Socialista y la Socialcristiana, muy anteriores a la revolución.
Un ejemplo ilustrativo podría ser el de una juez accidental que ocupa el cargo de la todavía titular María Lourdes Afiuni, cuyo nombre no importa porque sólo lo presta para firmar una orden ejecutiva, que acapara titulares de la prensa mundial y es objeto de toda clase de diatribas e improperios como aquellos proverbiales chivos expiatorios que luego son echados del pueblo cargando con todas las culpas.
Sería más fácil convencer a unos cuervos de que el espantapájaros no es el granjero que a cierto público de que estos muñecos de paja, siempre mujeres civiles, no tienen nada que ver con los crímenes que se les imputan para desviar la atención de los verdaderos perpetradores, siempre hombres militares, a veces cubanos.
El interés en este caso no es por lo que oculta sino por lo que revela. Parte del escándalo es que enviarían a la “juez” a vivir su exilio dorado en Chile, lo que da protagonismo a la presidente Michelle Bachelet, a quien no le exoneran la deuda que tendrían los demócratas chilenos con sus pares venezolanos que los auxiliaron en los tiempos sombríos de la dictadura militar.
Pero ¿por qué no habría de servir Chile como refugio a alguien con estas características si ha sido el asilo de los dolientes del muro de Berlín? Comenzando por el dictador comunista Erich Honecker, la que ahora es su viuda, Margot y su hija Sonja, casada con un ciudadano chileno.
Una justa retribución al hecho de que la presidente Bachelet y su madre, Angela Jeria, estuvieron exiliadas en la RDA entre 1974 y 1979, antes de volver a Chile en medio de lo que ellas califican como una dictadura implacable, en cambio, en la RDA nunca advirtieron el menor rastro de represión.
La madre de Michelle Bachelet dice que “no puedo condenar lo que no vi, ni conocí gente allí que hubiera sido arrestada, torturada, detenida, desaparecida, que estuviera presa. Vi gente que le gustaría haber salido, gente que no podía salir y que le gustaría”.
Margot Honecker, que todavía vive en Santiago, escandaliza de vez en cuando a la opinión alemana como cuando le preguntan por los casi doscientos asesinados tratando de huir de la RDA: “No necesitaban saltar el muro y pagar con sus vidas esa estupidez”.
Ministra de Educación Popular desde 1963 hasta 1998, con el mismo fanatismo del primer día, no se arrepiente de nada, son los demás los que tienen que pedir perdón, dice desafiante: “La semilla que sembramos allí, fructificará”. Presumiblemente en Chile.
La presidente Bachelet a veces incurre en infidencias como en su reciente visita a El Salvador en que recordó: “mi primer hijo nació estando yo en el exilio, en la RDA, y por tanto tuve ahí todas las condiciones tanto de salud, de nutrición, de apoyo, que me permitieron estudiar y tener un hijo en Sala Cuna” (Sebastián Dávalos, mismo que está siendo procesado por corrupción inmobiliaria, lo que da fe de su sólida formación).
El anfitrión, presidente Salvador Sánchez, fundador del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional y de su ala militar, el Frente Popular de Liberación, alias comandante Leonel, siendo Vicepresidente asumió ad honorem el Ministerio de Educación del gobierno de Mauricio Funes, el hombre de la transición, porque no era miembro del FMLN-FPL, sino una suerte de agente encubierto.
Un inconveniente de evocar los Kinderkrippe es que recuerdan las adopciones forzadas en casos de mujeres arrestadas, procesadas y despojadas de la patria potestad de sus menores hijos, luego entregados a familias leales al régimen, sólo por incurrir en la estupidez de intentar cruzar el muro, casos por los que Margot Honecker fue acusada aunque nunca condenada por los tribunales alemanes. También recuerdan los centros de reclusión de menores, antros de adoctrinamiento y lavado de cerebros.
Margot Honecker promueve como líder del futuro a Camila Vallejo, una comunista de cuna a la que el capitalismo le sienta muy bien, porque más que una aguerrida líder estudiantil parece una modelo, personificación del socialismo con rostro humano.
Esta joven lideró la rebelión estudiantil en Chile en 2011 en demanda de una reforma educativa a la que con la otra mano accedió gustosamente la Bachelet. Hoy, convertida en flamante diputado, por esos vicios de la democracia burguesa, es Presidente de la Comisión de Educación del Congreso.
No se necesita ser ningún conspirativista para adivinar que una asesora experimentada de la tal reforma educativa es la eterna ministra de educación popular Margot Honecker.
La educación es la clave del futuro comunista, hasta en eso son jesuitas conversos.
LAS FRONTERAS DEL MAL
Es inevitable hacer un paralelismo entre la crisis de la frontera colombo-cubazolana y la de refugiados en Europa por coincidencia no solo temporal sino política y militar, pues evidentemente han sido provocadas por conflictos internos que gravitan en los vecinos.
Ni siquiera Juan Manuel Santos ni el Departamento de Estado serían capaces de ignorar que aquí la crisis es un mecanismo de presión sobre Colombia para conseguir mayores concesiones a favor de las FARC, rompiendo el estancamiento de las “negociaciones de paz” en La Habana.
De inmediato se advierte que la crisis en Europa también ha sido provocada, esta vez por el terrorismo desenfrenado de ISIS, la respuesta no menos desaforada de Bashar al Assad, en un ámbito de vacío generado por el retiro de las fuerzas aliadas de Irak.
Si la corrección de una política se mide por sus resultados ya podrían evaluarse los de la Administración Obama en Medioriente, en particular sus pactos para la destrucción de las armas químicas “declaradas” del régimen sirio y el del programa nuclear iraní, mucho más inquietante en vista de las consecuencias del primero.
En relación a Cubazuela los resultados no pueden ser más desalentadores, considerando que el plan de normalización de las relaciones con Castro continúa a contrapelo de toda evidencia de que la corriente va en dirección contraria, como en la frontera.
La doctrina de “la guerra de todo el pueblo” iniciada por Mao y llevada a sus últimas consecuencias por Vo Nguyen Giap en Vietnam, es la que se enseña en las academias militares de Cuba, especialmente en las de “solidaridad con los pueblos” donde se entrenan guerrilleros de la Tricontinental, esto es, Asia, África y Américalatina.
La primera frontera que se rompe en este nuevo tipo de confrontación política de masas contra los ejércitos tecnológicamente insuperables del “imperialismo” es el tradicional límite de separación entre combatientes y no-combatientes.
La población civil que para la doctrina militar clásica estaba fuera del campo de batalla, ahora está en el mero centro, mejor dicho, es el campo de batalla.
Probablemente la incorporación del pueblo al esfuerzo bélico comenzó en la Segunda Guerra Mundial, no sólo por el énfasis en la construcción (y destrucción) del complejo industrial militar, los medios de transporte como el ferrocarril, etcétera; sino por la instrumentalización de la población civil misma.
Una anécdota atribuida a Winston Churchill lo presenta recibiendo un informe según el cual miles de refugiados por los bombardeos de ciudades alemanas estaban atestando las carreteras, quizás para llamar su atención sobre una posible crisis humanitaria (si eso hubiera sido importante entonces). La sorprendente respuesta de Churchill habría sido: “¡Estupendo! Esa gente dificultará el desplazamiento de las tropas de Hitler”.
Al margen del cinismo que proverbialmente se le atribuye a Churchill, una frase como esta abre una nueva época en la concepción de la guerra y del papel de la población civil en ella, no solo como afectada pasiva, sino como instrumento agresivo.
Los aviones cargados de pasajeros estrellados por los extremistas islámicos contra las torres gemelas de Nueva York apuntan hacia esa absoluta indiferencia por la suerte de personas inocentes en esta contienda global, más bien a su negación, que rezaría así: “Nadie es inocente. El pueblo es un arma y la vamos a utilizar, sin miramientos”.
La nueva alianza de comunistas, nazis y fundamentalistas islámicos no tiene límites en su política de poder. Los nuevos califas no son menos crueles que los antiguos y su objetivo final sigue siendo el mismo, la supremacía mundial.
El mal absoluto no conoce fronteras.
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¿QUIÉN HACE LA LEY Y CÓMO?
¿QUIÉN HACE LA LEY Y CÓMO?
Miguel Aponte
La felicidad humana no consiste en la mera
realización del deseo. Si así fuera, la sociedad se haría imposible, pues, cómo
hacer con los deseos perversos o incluso aquellos buenos pero imposibles o que
conducen a efectos contrarios a lo deseado, ¿debemos realizarlos todos? ¿Cómo
discriminar? Un mundo movido solamente por los deseos sería el verdadero
infierno; aceptemos esto: los límites son indispensables y la realidad no
basta, es preciso que el ser humano admita la necesidad de su autolimitación.
Ahora bien, lo
anterior se encuentra en el ámbito de “lo privado”. ¿Qué ocurre en el campo de
“lo público”? ¿Existe lo público? ¿Qué es? Respuesta corta: es el “nosotros” de
una manera que no podemos eludir y que excede lo privado. Lo público es lo que
nos atañe a todos. En la política todo es del orden de lo público, pues en el
fondo se trata de una sola cosa: quién hace la ley y cómo. Cuando no aceptamos
que la ley sea para siempre –y es fácil mostrar que una ley eterna es
imposible– es inevitable toparse con el problema: ¿quién debe hacerla,
modificarla, eliminarla? Este es el problema nuclear de la
democracia.
Ahora bien, a menos
que aceptemos “iluminados” de la política, debemos reconocer que estrictamente
nadie tiene el monopolio del saber en este campo. Entonces, la conclusión
directa es que de la política debemos, tenemos, que ocuparnos todos y el dilema
central de las democracias modernas es precisamente resolver el problema de
cómo volver a la política después de que se negó a la comunidad su derecho a
actuar en tal ámbito y se redujo esta gestión a los “profesionales” y
“representantes”: falsos gurúes que terminan secuestrando el asunto y matando
la democracia en nombre del resto. Ejemplos sobran: un vicepresidente
cualquiera no es votado por nadie y se encuentra a un paso de la presidencia:
basta un golpe de suerte o la trampa correspondiente. ¿Esto es democrático?
Esta “democracia”, sin duda, está sobrevalorada y es, en realidad, una
estafa.
La democracia
representativa cuando funciona es deficiente, debemos aceptar esto si queremos
superarla y superarla es indispensable si creemos que la libertad es un
requisito humano; por eso, cuando, por el contrario, nos conformamos con que la
democracia sea sólo asunto de representantes, abrimos el camino para su
degradación y terminamos dejando a los gobernantes sin mecanismos de
contención; servimos, entre otras cosas, la mesa para que a la vez se permita
la reelección, con lo cual abrimos las puertas al despotismo y el destino de
ese país será siempre la servidumbre. Por eso es imprescindible limitar a
quienes gobiernan, no sólo en el ejercicio del poder sino en el tiempo y los plazos
que deba ejercerlo. Todo venezolano sabe hoy que el precio pagado siempre será
la libertad.
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domingo, 13 de septiembre de 2015
¿SERÁ LA SENTENCIA DE LÓPEZ EL FIN DEL CUENTO?
¿SERÁ LA SENTENCIA DE LÓPEZ EL FIN DEL CUENTO?
Juan Carlos Sosa Azpúrua
“Crónica de una muerte anunciada”
fue la sentencia de Leopoldo López.
Hace muchos años quedó en evidencia
que el régimen chavista es una agencia operativa de la dictadura cubana, y sus métodos
son los mismos, aunque con ciertos modismos adaptados a las circunstancias
específicas de Venezuela.
Chávez, a diferencia de Castro, no
tuvo que fusilar a nadie; en su caso, el método escogido fue el de las
transferencias bancarias, a tantos humanos con rabo de paja, que si se
les prendiera un fósforo en las posaderas, la hoguera se visualizaría en la
estación espacial que orbita el planeta Tierra.
El régimen, y el secuestro que
ejecutó sobre el Poder Judicial, se puso en evidencia llenando las cárceles
de presos políticos desde hace trece años, cuando condenó con la máxima pena
posible, treinta años, a personas inocentes; mientras los culpables, que fueron
grabados disparando a mansalva a una población desarmada, fueron premiados por
la revolución, algunos con cargos diplomáticos muy atractivos.
Luego vino aquella imagen dantesca
de magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) coreando en sesión
plenaria: “Uh, Ah…Chávez no se va” y su
presidenta declarando a todo pulmón que la revolución siempre estaría por
encima de todo, incluyendo la justicia. Confesó que la “justicia” aplicable es
aquella que le sea conveniente a la revolución.
A partir de tantos hechos
aberrantes, sucedió un cúmulo de acontecimientos que no hicieron otra cosa que
profundizar el hueco donde enterraron al Derecho.
Serían demasiados los ejemplos a
citar, pero recordemos cómo el CNE permitió celebrar referéndums inconstitucionales
en 2007 y 2008; y terminar de clavar su daga revolucionaria cuando los
magistrados – y la MUD – se hicieron los locos con decretos presidenciales
firmados por un Chávez que tenía semanas de fallecido; y aquellas sentencias
insultantes, donde violando cínica y doblemente la constitución, dieron luz
verde a Maduro para que fuera presidente.
Todas estas cosas se sabían de
sobra, demasiadas pruebas se han acumulado para que cualquier persona con dos
dedos de frente entienda que aquí no existe justicia, y que las instituciones
que dicen representarla, son una quimera, una mentira con nombres rimbombantes,
que no hacen diferente a los tribunales de cualquier casita de plástico,
colocada sobre el tablero de un juego de Monopolio, jugado
por malandrines que no respetan reglas de la vida ni de nada.
La justicia en Venezuela, es igual a
las sesiones del parlamento, a las declaraciones del defensor del pueblo, del
fiscal, del contralor; es igual a las elecciones; es un concepto altisonante:
“justicia”, que se prostituyó y cayó en manos de una mafia que se la violó con
tal nivel de animalidad, que la redujo a un despojo inerte, cuya única valía es
el uso que le pueda dar la revolución para seguir engañando a los incautos. O
sencillamente para servirle de traje de gala en el festín de los hipócritas,
donde siguen bailando felices y enmascarados casi todos los dirigentes
políticos de cualquier tendencia; y muchos integrantes de la sociedad civil
“enchufada”.
López es un caso singular y es
difícil tocar este tema en momentos donde tantos sentimientos pasionales
circulan por los aires. Pero si queremos ponerle sindéresis al país, se
requiere hacer análisis frío de los hechos, evitando las subjetividades de
cualquier tipo, que pudieran empañar la posibilidad de entender qué cosa está
pasando.
No hay duda que su cárcel es una
aberración. Todo el proceso que se le siguió fue una farsa colosal, desde
su orden de detención hasta la predecible y aberrante sentencia que se le
dictó.
Nada justo puede extraerse de una pantomima
semejante, pero sí hay cosas que deben someterse al juicio crítico de los
venezolanos, porque esto – pese a la cruel tragedia que significa para la
familia López – no se trata exclusivamente de una persona en concreto, y
sería un error imperdonable hacer de lo que está ocurriendo una épica
individual, ajena al contexto que rodea todo el asunto, y en donde cada uno de
nosotros somos afectados directos.
López ha sido miembro principal de
un conglomerado político – la MUD –que ha evadido una cuestión de vida o muerte
para la nación: el hecho de estar secuestrados por una organización criminal
que no respeta ningún derecho humano, y que notablemente carece de cualquier
tipo de legitimidad.
Este conglomerado político ha
decidido darle trato de gobierno a una mafia, y asumida esa actitud, han
llevado su vida como si en Venezuela no pasaran las cosas que pasan,
insistiendo en narrar un cuento de ficción que atrapa a los ingenuos,
empujándoles a un teatro de mentira, donde se experimenta una realidad paralela,
en una dimensión en donde los años pasan y la trama siempre es la misma.
Este conglomerado político ha
aplaudido la obra de Chávez; ha hecho campaña reivindicando su farsa y ha
mitificado su imagen. La esposa de López ha manifestado abiertamente su dolor
por ver comprometido “el legado” del felón por cuenta de su sucesor. Y
principales figuras del partido de López hablan de Chávez como si éste hubiera
sido un dignatario respetable. Hace pocos días se retrataban felices con
los socialistas del mundo, ratificando su visión de izquierda, algo que sería
inocente y válido si no fuera por lo afectado que está el destino venezolano
por cuenta de esa ideología fracasada.
Estos hechos son graves y se suman a
otros que ya habían dejado malos precedentes.
A sabiendas de la falta de
condiciones para celebrar comicios, López invitó al país a seguir ese rumbo
electoral. Siendo jefe de campaña de Capriles, hizo mutis ante el fraude
gigantesco que se perpetró en 2012 y luego, otra vez, en 2013; poniéndose a
trabajar activamente para ser protagonista pocos meses después en otra farsa
conducida por un Consejo Nacional Electoral, cuya naturaleza envilecida es
exacta a la de los tribunales.
En 2014 la calle reventó de hastío,
fueron demasiadas las mentiras acumuladas, y la frustración llegó a su cénit.
Miles de personas, especialmente jóvenes, decidieron jugárselo todo, y
enfrentaron con gallardía a las fuerzas del terror.
López fue astuto y buscó capitalizar
el momento, acuñando el concepto de “La salida”, tema del que ya se venía
hablando en diversos sectores durante los meses previos. Ejerciendo su
liderazgo, encabezó manifestaciones y pronunció discursos sonoros. Allí
el régimen ubicó al chivo expiatorio que necesitaba para endosarle sus crímenes
y le dictó orden de captura.
Aquí es donde todo se complica y las
pasiones se mezclan, haciendo muy peligroso siquiera pensar sobre el tema sin
temor a ser el blanco de cualquier tipo de insultos fanáticos.
¿Una orden de captura hecha por unos
mafiosos confesos?
Semejante ironía ameritaba una
carcajada para cualquier persona viviendo la realidad y no la ficción. Y, para
el afectado, una razón más que justificada para no acatarla, teniendo la
oportunidad de oro para declarar su desconocimiento a una autoridad írrita, que
usa la institucionalidad como brazo ejecutor de sus fechorías.
Pero López optó por lo insólito,
decidió entregarse, no sin antes organizar una concentración de personas para
televisar mundialmente su rendición. El acto fue un mitin político –
sobre la estatua de Martí – y los eventos subsiguientes fueron dignos del
realismo mágico que cincela las facciones de Latinoamérica.
Vimos a un López lanzando consignas
desde una tanqueta de la Guardia Nacional que lo apresó; y luego siendo
conducido a su sitio de reclusión, teniendo como piloto a nada más y nada menos
que uno de los agentes más temibles del proceso revolucionario, el sujeto que
con su mazo destruye lo que le da la gana. Este mafioso declaró que la
vida de López estaba en peligro, y que su misma familia había convenido con él
– en la biblioteca del hogar de los padres de López – que se entregara a
la “justicia”, para que así el régimen velara por su protección.
Otro hecho insólito nace de esta
situación.
Se entrega López a un sistema
notoriamente injusto, atendiendo la orden de captura de un régimen asesino, que
le promete velar por su vida y protegerlo de las amenazas que se ciernen sobre
su cabeza. Aquí la paradoja parece más bien una broma de algún chistoso
del infierno. Cualquier historia concebida por García Márquez
palidecería.
Una vez recluido, López y su familia
comienzan un periplo legal nada envidiable, donde lo más resaltante es la
esperanza que manifiestan de probarle su inocencia al sistema que lo procesa, y
recibir justicia del juez de la causa, una funcionaria que trabaja para una
pantomima.
Pasan los meses y vemos galerías
fotográficas de López en su vida cotidiana como preso. Aprende a tocar
cuatro, se deja crecer la barba y pinta dibujos hermosos. También emite
declaraciones públicas. Logra grabar videos y éstos salen a rodar por las
calles, escribe cartas que todos leemos, hace campaña electoral para su
partido, nunca más habla de calle ni constituyente, es entrevistado durante
media hora por CNN en prime time, convoca
marchas, saca fotos y más fotos, menos de la huelga de hambre a la que
dice someterse; y la esposa se transforma en su vocero internacional, además
nos presenta a sus hijos, esos niños bellos e inocentes, que son retratados
para el público en las peores circunstancias.
Poco a poco su causa resuena en el
mundo, y conmueve a dignatarios, académicos, y personalidades de la farándula.
Pasan los meses, y todo el proceso
judicial que se le sigue muestra sus muecas grotescas y le escupe a diario al
deber ser. Hasta el último momento, su esposa declara que se hará
justicia, que el Estado no probó nada y que la juez tendrá que dictar sentencia
favorable. Llega incluso a declarar que le dijo a sus hijos que esperaran
a su padre con los brazos abiertos, porque finalizado el juicio, la sentencia
no podía ser otra que la liberación de su marido.
Toda la historia de este caso es
extraordinaria. La sentencia de López es una crueldad cantada que suma a la
montaña de crueldades del régimen que nos secuestra; un régimen sádico
que tiene a otros presos políticos, como Vasco Da Costa, comiendo caraotas con
gusanos y en celdas oscuras que apestan a excrementos y orine.
Pero su misma excepcionalidad, y la
notoriedad que ha alcanzado, deberían servir de reflexión a un país que
desaparece. Si de algo debe servir esta patraña a la que se sometió López
es de material para comprender de una buena vez y para siempre el carácter
criminal de un régimen que no se detendrá hasta destruirlo todo.
La cultura del espectáculo, a lo que
ha degenerado la civilización occidental, hace que sea tentador para muchos
convertir este penoso y trágico caso en una suerte de reality show, de esos que transmite “E entertainment television”.
Manipular sentimientos, usar niños y
lágrimas, dibujos infantiles y tragedias auto infligidas se vuelven
instrumentos poderosísimos para influir en las emociones de la gente y
motivarlas a creer y hacer cosas que en
otras circunstancias no harían. Es el método de la lástima, un vicio que
se aleja del concepto de responsabilidad individual, el cual es imprescindible
para el progreso de las sociedades.
El caso de López debería ser el
punto final de la historia de ficción narrada por el conglomerado político que
ha insistido en realidades fantásticas. Debería convertirse en el prólogo de la
nueva historia, la de verdad, el mundo donde no hay gobierno sino mafia, y no
existen posibilidades de usar instrumentos del régimen para lograr nada
distinto a lo que quiera el régimen.
Pero ya hay indicios alarmantes de
que el conglomerado no tiene intenciones de que esto sea así.
Lo que motiva estas letras es la
angustia que siento al ver que no habían pasado tres minutos del anuncio de la
sentencia, y ya aparecían los miembros del conglomerado político velando
por la sobrevivencia de su cuento de mentira. La misma esposa de López
anunció que leería una carta de su marido, pero que lo haría junto con la MUD y
en un acto popular al día siguiente.
Por más que intento comprender, me
cuesta sentir empatía ante semejante histrionismo en un momento tan delicado.
Todo a partir de la sentencia me ha sonado a guión pre hecho, al nuevo episodio
de un reality show donde la víctima principal, el
espectador obligado, es el destino de un país, la nación de todos
nosotros.
A Leopoldo López le deseo libertad y
me siento asqueado de la injustica a la que fue sometido. Ninguna persona
inocente merece un castigo semejante; pero no puedo omitir el hecho de que él
mismo decidió someterse a un sistema que de antemano se sabía injusto y cruel.
Lo que hizo López con su entrega
física fue coherente con eso que hace cada vez que incita al país a participar
en las farsas electorales que monta el régimen para legitimarse y prolongar la
vida de su aberrante existencia, una que ha destruido a Venezuela.
López decidió entregar su vida a una
justicia que trabaja para el mal. El resultado fueron casi catorce años de
injusta prisión donde su familia sufrirá lo indecible. Es un destino
terrible que no se le desea a nadie.
Pero no podemos permitir que este
hecho trágico en la vida de López y su familia, sirva de motor al conglomerado
político para seguir impulsando su mundo de mentira, esa ficción donde nada
bueno pasa.
Si López quiere libertad, y yo
imagino que eso quiere, lo mejor que puede hacer es no seguir legitimando con
sus palabras y acciones al régimen que le condenó injustamente; y nada mal le
vendría separarse del conglomerado político que insiste en la ficción,
mentira que ya para él, a partir de anoche, ha de transformarse en su peor
enemiga.
Venezuela merece libertad… Leopoldo
López y su familia también.
Llegó la hora de cambiar estrategia,
y eso empieza por vivir la realidad y no el cuento.
@jcsosazpurua
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