jueves, 29 de noviembre de 2018
EL “NO” DE CUBA
EL “NO” DE
CUBA
LUIS MARÍN
OCDH pide eliminación del impuesto 10% del
dólar americano
Jornada académica “¿Hacia dónde puede ir
Cuba?
Reflexiones y propuestas”
28 años del fusilamiento del General Arnaldo
Ochoa
El reto para los cubanos es cómo visibilizar
el “NO” al proyecto de Constitución castrista por encima de la propaganda
oficial y el alto volumen de la orquesta roja de los medios globales, que si
pusieran una fracción del esfuerzo que derrochan tratando de derrocar al
presidente Trump y desprestigiar a Bolsonaro, en denunciar la tiranía, ésta no
se sostendría.
Cierto que quedaría en vigencia la
Constitución de 1976, también írrita y liberticida, pero la clave es no
participar, no hacer comparsa a farsas seudo-electorales, para poner en
evidencia que los Castro están en minoría y no pueden seguir justificando su tiranía
mafiosa con un supuesto apoyo popular nunca demostrado en comicios libres. Desobediencia
y rebeldía es la respuesta que han diseñado los cubanos para oponerse a la
perpetuación del castrismo, más allá de que le toque rendir cuentas ante Dios a
Castro II que maniobra para dejarle el trono a su delfín, Alejandro Castro
Espín, alias “El Tuerto”.
Maniobras enrevesadas porque han esparcido
rumores dentro y fuera de Cuba de que su Consejo de Defensa y Seguridad
Nacional, que subordina todos los servicios de inteligencia y contra
inteligencia del Estado, está siendo desmantelado, en una operación anticipada
de lo que ocurre cuando caen las tiranías, para eliminar pruebas y no dejar
rastros de tantas operaciones non sanctas.
Con lo cual parece que lo bajan a un sótano,
menos expuesto a la luz pública, donde se tejen y entretejen las intrigas y
conspiraciones a las que están habituados, para que tome los hilos del nudo
poder, el que se ha reservado Castro II una vez que designó un pelele en la
presidencia del Consejo de Estado y de Ministros, Miguel Díaz Canel; mientras
él sigue siendo 1º Secretario del Partido Comunista y Comandante en Jefe de las
Fuerzas Armadas.
Es una ironía del destino que mientras
imponen su régimen en Venezuela en contrapartida la situación generada aquí les
sirve como modelo para remozar el sistema allá, en la metrópolis, poniendo un
fantoche bajo los reflectores para distraer la atención mientras un comité
militar controla en la sombra los negocios; al extremo de que están fabricando
una jesuítica “oposición leal” para cubrir los estándares democráticos
occidentales.
El desafío más grave es si los verdaderos
opositores terminarán por sucumbir en la mazmorra “segregados, aislados y
silenciados, por irresponsables y violentos” como dicen los colaboracionistas
venezolanos, que descalifican a los voceros de La Resistencia como radicales o
“confrontacionales” (¿Existirá esa palabra?).
Todo parece “atado y bien atado” en la
familia: el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno de Raúl
Castro, porque se divorció de la hija pero no del jefe, maneja el Grupo
Administrador de Empresas S.A. (GAESA), un súper monopolio que controla toda la
economía del archipiélago.
Raúl Guillermo Rodríguez Castro, su hijo con
Deborah Castro, es el jefe de la Dirección General de Seguridad Personal,
título demasiado largo para un guardaespaldas, conocido como Raulito, el nieto
en jefe, alias “El cangrejo”, porque dicen que nació con seis dedos.
Mariela Castro Espín, diputado a la Asamblea
Nacional del Poder Popular, es jefe del Centro Nacional de Educación Sexual,
promotora y representante de los derechos de la llamada comunidad LGBTI, mejor
conocida como La Infanta, hija del Rey, tiene entre otros el título de
visitante ilustre de Montevideo, Uruguay.
Se dio el lujo de declarar al diario El País
de Madrid que Fidel Castro es un revolucionario y Franco un fascista, por lo
que los procesos de Cuba y España no son comparables, así que ni hablar de
transición en la isla, plantearlo sería un acto de neocolonialismo español.
Devota del sistema de partido único, en lo
que se da la mano con Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión
Europea Para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, para quien Cuba es
“una democracia de partido único”, doctrina asentada en el informe global sobre
Derechos Humanos (¡!) del Servicio Europeo de Acción Exterior.
El argumento, que conocemos a la saciedad en
Venezuela, es que allí se realizan elecciones periódicas. Aunque “las
nominaciones de candidatos a delegados a escala provincial y nacional se
acuerdan en una asamblea de nominación, compuesta por representantes de las
organizaciones de masas y políticas, presididas por un representante del
Partido” Comunista de Cuba; (…) por lo que “en el marco electoral actual los aspirantes
que no representen posturas dominantes del Partido o las organizaciones de
masas no llegan a convertirse en candidatos”.
Federica Mogherini es militante comunista
desde su infancia, miembro de la Federación Juvenil Comunista Italiana (FGCI),
rama juvenil del Partido Comunista Italiano (PCI) hasta su disolución en 1990,
poco antes del desmantelamiento de la URSS.
De allí paso a la organización heredera
Sinistra Giovanile (SG), cuando se hizo mayor pasó al Partido Democrático de
Izquierda (PDS) desde 1998 llamado simplemente Demócratas de Izquierda (DS).
Vicepresidente de la Organización de Juventudes Socialistas de la Comunidad
Europea (YES), secretaria del Foro de la Juventud de la FAO, lidera campañas
contra el racismo y la xenofobia.
Lo más relevante de su carrera es su profunda
filiación al mundo árabe y musulmán, que incluye una firme posición “pro
palestina” y antisemita. Su tesis de grado se refiere a los “aspectos
filosóficos de la relación entre la práctica religiosa y política en el Islam”.
Visitó personalmente, como representante del
partido, a Yasser Arafat en su bunker, La Mukata, en Ramallah, mientras era
asediado por el ejército israelí, en julio de 2002, de lo que dejó como
testimonio una foto que colgó en su blog y retiró pudorosamente cuando fue
designada Ministro de Relaciones Exteriores de Italia durante la administración
de Mateo Renzi, quien la impuso en el alto cargo que ahora ostenta.
Esto hace comprensible su adhesión al
concepto de “Democracia de Partido Único” y la subscripción de su “Acuerdo de
Diálogo Político y de Cooperación UE-Cuba”, en el que las palabras “diálogo” y
“cooperación” están inextricablemente unidas: ¡Dialogo y cooperación con una
tiranía comunista!
Una dificultad que plantea la lucha contra el
totalitarismo es que, como se dice en criollo, “no tiene orilla”, no hay por
dónde agarrarlo. No existe ningún país, ninguna sociedad que se haya liberado
de un régimen totalitario por sí misma, sin ayuda exterior.
Como es un fenómeno global no se puede atacar
sino globalmente. Hoy se identifica a La Habana, Managua y Caracas como el eje
del Mal; pero ¿cómo vencerlos si tienen apoyo en EEUU y la UE? Castro tiene más
seguidores allí en número, poder y riqueza, que en Cuba.
El alcalde de New York, alias Bill de Blasio,
es sandinista de viejo cuño y tiene una red de apoyo al régimen denominada
precisamente “red”, rojo. Obama es comunista de closet; pero Bernie Sanders lo
es fuera del closet. Federica Mogherini supera a todos en fanatismo.
El desafío es enorme, pero no debe ser mayor
que la imaginación de cubanos, nicas y venezolanos, aliados contra una misma
tiranía.
29/11/2018
Etiquetas:
Luis Marín - El "no" de Cuba
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