domingo, 30 de diciembre de 2018
DE MARIEL A MARIELA
DE MARIEL A MARIELA
Luis Marín
El puerto
de Mariel saltó a la fama en 1980 en lo que luego se interpretó como una espita
de escape de la presión política y social existente en Cuba, por donde salieron
más de cien mil emigrantes conocidos como “marielitos”; hoy es centro de
atención por un mega proyecto, la Zona Especial de Desarrollo, ejecutado por
Odebrecht y financiado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
(BNDES), en la mira del Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil.
Al menos un
millardito de dólares se distrajeron por los vericuetos de las administraciones
de Lula Da Silva y Vilma Rousseff para la Zona de Desarrollo Integral Mariel
S.A., perteneciente a los Almacenes Universales, S.A., adscritas al emporio
GAESA, dirigido por el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno de
Raúl Castro.
Todo el
megaproyecto que no ha pasado de la primera fase, en que se instalaron cuatro
gigantescas torres operadoras de fabricación china, publicitado
alternativamente como “La Puerta de Cuba al Mundo” o “La llave del Golfo”,
inaugurada con gran boato en el 2014, ha terminado en un fraude descomunal,
como casi todos los emprendimientos del finado comandante Chávez.
La nueva
válvula de escape es Mariela Castro Espín y su aporte a la reforma de la
constitución en la que introdujo por iniciativa personal un artículo 68 que
decía que “el matrimonio es la unión voluntariamente concertada entre dos
personas con aptitud legal para ello, a fin de
hacer vida en común”, para derogar el vigente artículo 36 que dice unión
“de un hombre y una mujer”.
Calculadamente
concentraron la polémica en torno a ese artículo, evadiendo otros de mayor
importancia, para algarabía de los medios globales, hasta Amnistía
Internacional lo llegó a calificar de “un gran avance” aunque no se sabe cómo
una materia de estricto derecho civil pasó a objeto de derechos humanos.
Como el
puerto de Mariel el rompeolas de Mariela no resistió el contraste con la
realidad y terminó reducido a un mucho más modesto artículo 82 que dice
nimiedades como que “el matrimonio es una institución social y jurídica. Es una
de las formas de organización de las familias” y de algún modo reconoce las
uniones de hecho, donde cabría cualquier cosa.
Esto le es
suficiente para cantar victoria porque aunque no se introduzca la unión “entre
dos personas” se saca la unión “de un hombre y una mujer” y se relativiza la
familia como razón del matrimonio, colocándolo como una entre otras formas
cualesquiera, lo cual debe resolverse en un futuro Código de Familia, que se
aprobará en referendo separado en un plazo de dos años.
En un país
donde toda propaganda que no sea la oficial está prohibida y muchas personas están pagando cárcel o multas
exorbitantes por apenas intentarlo, no obstante, se permitió que ciertas
iglesias, sobre todo evangélicas, hicieran alguna propaganda contra lo que
eufemísticamente llaman matrimonio “igualitario” aunque no se sepa a qué es
igual. La iglesia católica ni siquiera entró en liza y le ahorraron el tener
que hacer algún tipo de pronunciamiento oficial seguramente embarazoso para el
Cardenal Jaime Ortega y su política de consentir todo al régimen comunista.
“Los
retrógrados y fundamentalistas que se oponen políticamente al proyecto”
denunciados por Mariela no están en las iglesias, que al fin y al cabo no tienen
el poder en Cuba, sino en las FAR que no hallan compatible el espíritu militar
con la homosexualidad ni nada más reñido con la virilidad: “Nómbrenme un solo
prócer de la independencia que haya sido homosexual o que la haya promovido y
estaremos de acuerdo”.
De manera
que era previsible una ruptura entre la cúpula militar y de seguridad con la
propuesta, vale decir, una ruptura en la familia, nubarrones que Mariela se
encargó de disipar con su intervención en la AN del 22 de diciembre: no hay
paso atrás con el proyecto sino hacia un lado. Más adelante se dictarán las
normas apropiadas.
Lo que ella
escenifica en la AN no lo puede más nadie, como pedir permiso para abrazar a su
padre, quien le enseñó “a amar a la revolución sin abandonar a la familia y
amar a la familia sin abandonar a la revolución”, y lo hace, en medio de una
clamorosa ovación: “El general de ejército me pide que recuerde también a mi
mamá”.
Le agradece
a ambos por servirle de inspiración para su lucha por la causa de la comunidad
homosexual “gesto que provocó que Raúl Castro comenzara a llorar en medio de
los aplausos de cientos de diputados de pie”, celebran los medios oficiales.
Esta puesta
en escena da para un tratado de psicopatología política: es imposible
imaginarse a Chapita Trujillo o Tacho Somoza, por muy pintorescamente
familiares que fueran sus tiranías, haciendo algo semejante. Ciertamente la AN
comunista cubana no es una Institución impersonal, sino un club familiar y de
obsecuentes amigos de la familia; pero este drama deja la sensación de que
oculta cuestiones más trascendentes que se quieren pasar tras bastidores,
dejando a un lado una espectacular salida del closet.
Otro
artículo que acumuló objeciones fue el 121: “El Presidente de la República es
elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular de entre sus diputados, por
un período de cinco años, y le rinde cuentas a de su gestión”. Lo que implica
el doble filtro de la Asamblea de nominación y la elección previa como
diputado.
Pero ese no
se cambió, por la sencilla razón de que la elección del Presidente mediante
elecciones universales, directas y secretas crearía un vínculo entre un
individuo y sus electores, algo inadmisible para el Partido.
Parece que
nadie objetó el artículo 5, que consagra al único PCC como “la fuerza dirigente
superior de la sociedad y del Estado”.
Mariela
llama a aprobar todo esto e insiste en que “ante las campañas manipuladoras que
la contrarrevolución está impulsando en las redes sociales para sabotear el
referendo promoviendo el NO, tenemos el deber de hacer una buena y rigurosa
campaña”.
Tanto
glamour, doctorado honoris causa de una academia finlandesa, ilustrísima
visitante del Uruguay, no dan para comprender que cuando se trata de un
referendo la opción del NO es válida y legítima, no un sabotaje, de lo
contrario la consulta carece de sentido.
Pero deja
muy claro que la oposición sigue prohibida y que no se permite la organización
de los electores ni la promoción del NO, que desde ya se considera contrarrevolucionario
y punible, lo que vuelve a plantear el recurrente debate entre los opositores:
por un lado, los que pretenden participar en donde se saben excluidos de
antemano y los que proponen boicotear el evento buscando otras maneras de
hacerse sentir.
El punto es
que los cubanos que pueden expresarse libremente no votan y los que votan no
pueden expresarse. Al interior han resumido las posturas entre “yo no voto” y
“yo voto no”; en principio, no votar, pero los que estén obligados por sus
empleos o exposición a represalias, entonces, si están obligados a ir, pues,
que marquen el “NO”, como mal menor.
En
Venezuela conocemos sobradamente estas argucias y que al fin y al cabo, como
decía el camarada Stalin, no importa tanto quienes votan sino el que cuenta los
votos.
Luis Marín
30-12-18
Etiquetas:
Cuba 2019,
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