miércoles, 11 de julio de 2012
DANIEL CASTRO ANIYAR - MALI, AL BORDE DE UNA GUERRA TOTAL
Foto de J. Pemberton
EN
ESTE PAÍS MUSULMÁN SE CONFRONTA LA SOBERANÍA ANTIIMPERIAL CONTRA EL ISLAMISMO
RADICAL
Miles
de malianos piden armas en Bamako para iniciar una ofensiva total contra los
invasores islamistas radicales en el Norte de Mali. A esta iniciativa se están
sumando las fuerzas armadas de los países del CEDEAO (Occidente de Africa), que
se disponen a una invasión conjunta en el territorio para expulsarlos.
Los invasores,
Al-Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento por la Unidad del Yijad en
África Occidental (MUJAO), el Movimiento por la Liberación de Al-Zawad y los
Defensores del Islam, tienen tres meses imponiendo la ley islámica del siglo V
en el Norte de Mali. La población femenina es sistemáticamente humillada en
público y miles de personas emigran de esta región hacia el Sur de Mali y otros
países.
"En
nombre de Dios" y porque "no cumplen la Ley islámica" los
invasores han destruido 7 de los 16 mausoleos de los santos musulmanes que
acoge la ciudad antigua de Tumbuctú, declarada Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco. También se han abierto puertas prohibidas de una mezquita
fundamental en la historia de la que es, después de Meca y Medina, la ciudad
santa musulmana más importante del mundo.
El
nuevo gobierno francés también lleva a las Naciones Unidas, de la mano de los
países del CEDEAO, la propuesta de una intervención armada.
La
invasión se produjo cuando grupos rebeldes pro-Gadafi, debieron retirarse de
Libia después de la guerra civil e invasión contra el expresidente Libio. Estos
grupos quedaron fuertemente armados y descabezados, por lo que decidieron
atacar a los países del sur del Africa con el objetivo de crear en el desierto
del Sael una nación bajo la ley islámica del siglo V.
Las
lecturas antiimperialistas son insuficientes. El poder omnímodo de las armas no
enfrenta solo países pobres contra ricos o imperios contra colonias, también
enfrenta a los oprimidos entre sí generando poderosas y nuevas formas de
dominación y represión. El islamismo radical y los independentistas del Sael
reproducen estructuras feudales en las regiones y países donde han logrado el
poder gracias al predominio de las armas y por medio de amenazas sobre cualquier
forma de disensión. Ahora atacan a la población maliana con el objetivo de
hacerse de la ciudad santa y controlar los importantes yacimientos de petróleo
no explotados que guarda Mali en su desierto. No hay nada inocente. El pueblo
de Mali, aunque aún está solo, ya lo sabe.
El
ejemplo de Mali hace transparente los errores cometidos por la izquierda más
irreflexiva, que subsume la complejidad de la luchas de los pueblos al
monotemático tablero del antiimperialismo, olvidando las peligrosas formas de dominación
y sojuzgamiento que han privado dentro de las clases explotadas y que se han
convertido, a lo largo de la historia, en nuevos juegos y modelos de
dominación.
El
pueblo maliano, musulmán, defensor persistente de otro mundo posible, promotor
mundial de la soberanía alimentaria y ejemplo indeclinable de felicidad popular
y antiimperialismo, hoy dispuesto a tomar las armas contra los invasores, lo
hace también por los muertos y las mujeres violadas de Darfur, así como contra
toda forma de oscurantismo que amenace la liberación definitiva y plena de los
seres humanos.
Las
organizaciones malianas nos piden apoyo. Nuestra solidaridad con Mali nos
obliga pensar de manera más comprometida y plena en la transformación de la
humanidad.
Para
mayor información sobre las movilizaciones malianas contactar a Mme. Touré:
sbourgoint@gmail.com
Daniel
Castro Aniyar
danielperolito@gmail.com
Etiquetas:
Daniel Castro Aniyar,
J. Pemberton,
Mali
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