El Día Mundial del Ambiente (DMA) fue establecido por la Asamblea General de la ONU en 1972 para marcar la apertura de la Conferencia de Estocolmo sobre el ambiente humano. Se conmemora cada año el 05 de Junio. Constituye uno de los medios principales a través del cual el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estimula el conocimiento mundial del entorno natural.
Los motivos del PNUMA para recordar anualmente esta fecha son los siguientes:
1. Humanizar los problemas ambientales.
2. Motivar a las personas para hacerse agentes activos del desarrollo sostenible y equitativo.
3. Concientizar a las comunidades, haciéndoles ver que son los entes cruciales para cambiar actitudes frente a los problemas ambientales.
4. Impulsar sociedades que garanticen a todas las naciones y sus habitantes el disfrute de un porvenir más seguro y próspero.
El país anfitrión para el año 2011 es la India y el lema central está referido a los bosques para destacar su importancia como componente ambiental imprescindible en la vida del planeta por su significativo efecto sobre el cambio climático, liberando oxigeno a la atmósfera a la vez que almacenan dióxido de carbono en su biomasa leñosa.
Además, los bosques cubren una tercera parte de la superficie del planeta, realizando funciones vitales y servicios alrededor del mundo. De hecho 1.600 millones de personas dependen de los bosques para su subsistencia.
Los bosques garantizan la suplencia de agua a más del 50 % de las grandes ciudades del mundo. Son los ecosistemas con mayor diversidad biológica sobre la tierra y refugio para más de la mitad de las especies terrestres de animales, plantas e insectos. También proveen refugio, empleo, seguridad y relevancia cultural para las poblaciones dependientes de ellos.
Son los pulmones verdes de la tierra, vitales para la supervivencia de los siete mil millones de seres humanos que habitamos en el planeta y representan gran parte de lo que es bueno y fuerte en nuestras vidas.
Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios ecológicos, económicos, sociales, culturales y de salud-bienestar inestimables, estamos destruyendo los bosques que necesitamos para vivir y respirar.
La deforestación global continúa a un ritmo alarmante ya que cada año se destruyen más de 13 millones de hectáreas de bosque. Las personas que dependen de los bosques para su sustento hacen un gran esfuerzo para sobrevivir. Muchas especies preciosas enfrentan la extinción. La biodiversidad está desapareciendo.
La deforestación y degradación de los bosques que ocurre a diario, en particular en la cuenca amazónica, nos empobrece a todos porque destruye el sistema que le da sustento a la vida en todo el planeta.
Pero esta tendencia no es irreversible. No es demasiado tarde para transformar la vida, enmarcándola en una visión donde los bosques sean la esencia de un desarrollo humano sostenible basado en economías verdes.
De allí la necesidad de tener una visión compartida sobre su conservación fundamentado en planes integrales de uso y manejo forestal, asumiéndolos como oportunidades de negocios dentro de un esquema de racionalidad eco-económica y ambiental.
En efecto, por cada 30 dólares (US$) que se invierte en una gestión sostenible del bosque para enfrentar la deforestación y degradación podría proporcionar un retorno de 250 US$ en nuevos productos y servicios, pudiendo generar más de 10 millones de nuevos empleos estables y de calidad a nivel mundial (**).
Ya muchos líderes están vislumbrando el potencial de la energía renovable y los recursos basados en la naturaleza, pero para que la transformación ocurra, los bosques necesitan convertirse en una prioridad política universal.
Los servicios que los bosques proporcionan son esenciales en cada aspecto de nuestra calidad de vida y la respuesta a una gestión forestal sostenible basada en esta racionalidad ambiental, moviéndose hacia una economía verde, está en nuestras manos.
Transformemos todos los días de nuestras vidas en días mundiales del ambiente, compartiendo entre todos una visión más limpia, verde y brillante de él en función de nuestro bienestar y el de las generaciones futuras.
Edgar Jaimes (*)
(*) Profesor Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo. jaimes.5060@gmail.com
(**) http://www.unep.org/spanish/wed/forestfacts/
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