viernes, 12 de agosto de 2011

ABM - HUGO Y SU PARTIDA Y GOLPISTA HISTORIA


Celia Cruz voceó una y otra vez sobre las sorpresas que da la vida. Son los propios imponderables de la historia que llegan hasta  fomentar alarmas.

Los golpes de Estado, a lo largo de la historia de este ex país, que ya no existe en nación, en ningún momento tuvieron intención distinta a satisfacer las respectivas ambiciones y hacerse del mando-poder.

Nuestra llamada historia republicana  es  una sucesión de golpes de Estado, que, en muchos casos, se etiquetan de revoluciones. Un término que asumió el positivismo sin la carga transformadora que le quiso otorgar el marxismo.

Cada golpe de Estado fue sólo una montonera de ambiciones con uno u otro signo. Desde el golpismo independentista al bolivariano-revolucionario a nadie se le ocurrió darle otro cometido a esos movimientos.

La novedad del  golpismo que comienza a rodar a inicios de los 80, y que tiene su máxima expresión el 04F-92, radica en querer convertirse en insurrección. Una calificación además que ya fue superada porque ahora el golpista-presidente (GP) decidió que la infeliz intentona fue una Quijotada.

Y habría que agregar que fue una Quijotada acometida por el más grande de los caballeros andantes que ha parido Venezuela. El cuarto majadero de la Historia, convertido hoy en GP

Un golpe, además que, según el Nuevo Quijote, “partió en dos la historia del país” (Correo del O, 06/08/11, p.2).

Algo que no ocurrió con la invasión que se inicia en 1492 que impuso la condición de descubridores y descubiertos, propietarios y desheredados, civilizados y bárbaros.

El GP, ahora con disfraz cervantino,  entiende  que, a pesar del esfuerzo de los patriotas encabezados por Bolívar, la independencia no pudo superar el modelo invasor y siguió la desigualdad.

Y es justamente, con la hazaña  del 04F-92, que costó más de una década prepararla, que se inicia la gesta quijotesca, tenida y calificada como revolución, que cada día se profundiza más. 



Y es ese el golpe  que viene a partir la historia que nos impone el invasor europeo. Bolívar echó las bases, pero en todo lo que le sigue hay una gran carga de oligarquía, traición y desamor por la patria.


Y es sólo ahora, con la revolución quijotesca y bolivariana, como al fin se rompe con el oprobioso pasado y se avanza hacia  el luminoso futuro venecubano. Todo pasó a ser antes y después de ese día glorioso del 04F-92.

Atrás quedan esas cuatro repúblicas que siguieron los lineamientos del invasor. Ahora se produce la transición al socialismo para acabar para siempre con el ‘capitalismo salvaje’.

¿Y qué es y cómo se hace eso que llaman socialismo?  Hasta fines de los 80 se dijo que las 2/3 partes de la humanidad vivían bajo las banderas del ‘internacionalismo proletario’ y que la humanidad, teniendo la lucha de clases como el motor de la historia, avanzaba hacia la revolución mundial de los explotados.

Hoy, en medio de la violencia que impone la globalización, cuando los imperios mayores  entran en crisis frente a la mayor expresión del capital financiero, cuando capitalismo y socialismo se desdibujan y el fantasma global avanza, se ve claramente la continuación de la historia de la destrucción. Un mundo con escasas perspectivas y tomado por la incertidumbre.

Pero hoy y aquí, el Nuevo Quijote, en medio de la invocación de Maisanta, la Virgen del Carmen, los Babalaos cubanos,  el Espíritu de la  Sabana, dice  que su acción, al partir la historia, alcanzó  la verdadera independencia que es el socialismo.

¿Pero cuál socialismo? Hasta ahora esta ‘revolución’  tiene como agente histórico fundamental el capital en su más alta escala, las fuerzas armadas-milicias y el componente cubano, fundamental para la confederación de Venecuba.

Esa es la historia regida y dominada por el militarismo-golpismo desde el 04F-92, financiada por la mayor renta  petrolera que le haya entrado a este expaís.

Y el actual Min. Defensa le advierte a la derecha, a la otra parte de la polarización, que “No se equivoquen con la Fuerza Armada. No crean que aquí están los patanes de antes, a quienes convencían con reales y con pequeñas cosas”. Ahora todos los miembros son patriotas y revolucionarios. No es gente que se vende. Por eso en la FANB no hay traidores ni golpistas. La institución no es que apoya sino que es socialista (Ibíd., 09, p.03).

Esta es la misma fuerza que ha informado a través de voces autorizadas que aún en el caso de un descalabro electoral no  será entregado el mando-poder a las oposiciones.

Una decisión ya tomada por el alto mando de Venecuba, llamada a garantizar la estabilidad de la parte de la ‘historia partida’ que tomó de brazos y corazón el socialismo, que nadie sabe hoy qué es ni quién es capaz de adoptarlo.

Faltaría preguntar quiénes más se mudaron o se mudarán a esa parte de la historia que tan buenos dividendos otorga a quienes se le pliegan, mientras las aspas del molino siguen siendo los gigantes que aplastan lo poco que aún sigue con vida de este expaís, que ya no existe en nación. T:@ablancomunoz / abm333@gmail.com

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