miércoles, 13 de marzo de 2013
RÓMULO LARES - EL ESPÍRITU SANTO: DEL VATICANO A VENEZUELA
EL ESPÍRITU
SANTO, DEL VATICANO A VENEZUELA
La presentación de Francisco Sumo
Pontífice sería humilde y directa: “Hermanos, hermanas. Buenas noches”,
incorporando al colectivo católico de todo el mundo, conectados
cibernéticamente con los de la Plaza de San Pedro, elevándolos conjuntamente en
la oración del Padre Nuestro, Ave María y Gloria, para luego solicitar que
rezasen en silencio al “Señor para que me bendiga”, al hombre y nuevo guía de
la iglesia vaticana, quien solo entonces impartiría la Bendición Urbi et Orbi.
Podría haber esperanza de renovación
para la Iglesia Católica, para el mundo y para las Américas predominantemente
católicas, mientras dispongamos de guías cuyo estandarte de vida fuese el de la
verdad.
Reflexionemos sobre las
manifestaciones del Espíritu Santo, con el estímulo de
las sorpresivas llegada del Papa Francisco como consecuencia de la renuncia de
Benedicto XVI, exigiendo seriedad y la verdad sobre la situación de VENECUBA,
nuevo estado originado por la asociación entre Cuba y Venezuela,
arbitrariamente impuesta en contra de la voluntad de los venezolanos mediante
el miedo, el terror y el despliegue de todo tipo de violencia, frente a los
antivalores de nuestras élites institucionales, medios de comunicación,
académicas, sindicales, gremiales, eclesiásticas, políticas y la cobardía de
los militares.
No hay margen de duda posible para
admitir que a partir de 1999 habría sido institucionalizado el fraude
generalizado, sistemático y continuado con el propósito del control
totalitario, violando sin obstáculos los derechos humanos y el patrimonio de
los venezolanos y residentes. Tal condición, deliberada y recurrente, eleva
estos delitos a la categoría máxima de crímenes contra la humanidad, de lesa
patria y de lesa humanidad, imprescriptibles e irreversibles, mientras
continuamos promoviendo el Sistema Electoral establecido por los mismos
criminales, y convalidado por las “oposiciones”, para disimular y soportar la
impunidad de los crímenes referidos.
Existe entonces una contradicción
muy primitiva frente a la capacidad de comprensión de cualquier venezolano,
cuando se pretende argumentar en medio de la tragedia, promoviendo una
polarización y sus candidatos, los unos buenos y los otros malos, sobre una
sucesión de 14 años de fraudes electorales y de manipulación de la opinión
pública.
El absurdo se habría materializado
en estos polos devenidos en las caras de la misma moneda, mientras que las
mayorías del colectivo son censuradas y oprimidas intensivamente, los polos
pasan de cómplices a socios de las proclamaciones de la institución electoral,
destruyendo desde las raíces del CNE y por completo, la legalidad
y legitimidad del origen de su autoridad, verdaderos usurpadores del poder
público.
No conformándose con la pestilencia
en el origen de sus mandatos, se hermanan en una gestión al margen absoluto de
la legalidad, refrendando por completo la desaparición del Estado de Derecho y
el sometimiento de la soberanía nacional a otra nación que administra sus
intereses con los del crimen organizado transnacional en la región.
Han sido conocidas y documentadas
las relaciones de amistad, cooperación y asociación del régimen con el crimen
organizado transnacional y con sus derivados en el narcotráfico y la
subversión, así como con los regímenes totalitarios del planeta que son
considerados forajidos por la comunidad internacional. El balance de estas
incestuosas relaciones exhibe ¡más de 20 mil asesinatos por año!
Callar ante una situación tan grave
y catastrófica, representada por la desaparición de una nación, el saqueo de su
patrimonio y la esclavización de sus habitantes, en pleno siglo XXI, no deja ya
espacio para el humor negro representado con estrategias y condiciones absurdas
para promover la participación en los crímenes del CNE , contribuyendo con el
ocultamiento de la verdad.
Los polos usurpadores de los poderes
públicos, ejercidos por los representantes de VENECUBA y por los de la mesa de
los politiqueros y comunicadores de turno ofrecen una imagen que permite que
las democracias e instituciones multilaterales, para proteger los intereses
materiales de las naciones representadas, se abstengan de compromisos para
apoyar la restitución de nuestras libertades públicas y que hasta ni siquiera
las consideren restringidas.
Quienes para promover “elecciones”
como la absurda convocada el 14ABRIL2013, argumentan la posibilidad de corregir
los contrasentidos y la larga lista de vicios de nulidad absoluta, por lo demás
imposibles de resolver sin la deposición del régimen y la organización de una
nueva institución electoral, no son sino cómplices y socios de la tragedia
venezolana.
Venezuela no recuperará el sendero
de la luz y la libertad hasta que se divulgue libremente la verdad y se asuman
todas las consecuencias.
Frente al control militar y policial
de la ex nación convertida en VENECUBA y la incapacidad ética y material de
nuestras élites para asumir el liderazgo, enfrentar a los traidores y a los
invasores invitados, así como la censura y la autocensura de medios de
comunicación y diversas instituciones de la sociedad, existiría una posibilidad
que se nos presenta para despertar a nuestra confundida sociedad frente a sus
esperanzas inútiles y crecientes, y al mundo, una vía hacia la recuperación de
la cordura y el imperio de la ley.
¿Cuál sería esa vía?, la del ejemplo
inspirado también por la iluminación previa del Espíritu Santo a Benedicto XVI,
para que renunciara por su incapacidad e incompetencia para asumir las
responsabilidades de guía de sus rebaños, creando un espacio para la reflexión,
que estimularía y promovería la selección de guías apropiados para las
circunstancias.
El 4DICIEMBRE2005, el colectivo, de
manera misteriosa, reaccionó en contra de los usurpadores del Estado y de la
propaganda y la manipulación de los medios de comunicación, cuando se habría
unido y renunciado en una manifestación de la dignidad de la ciudadanía,
denunciando con su ausencia de los centros de votación la elección de los
miembros de la Asamblea Nacional. Ese desprecio general del colectivo por el
Sistema Electoral del régimen habría sido traicionado por las oposiciones que
se declaraban “democráticas”, transmutándose de cómplices en socias de un
régimen cuya definición más apropiada sería, repito una vez más, la de crimen
organizado transnacional.
Durante estos días manifiestamente
propicios para la intervención del Espíritu Santo, previos al 14 de marzo, si
es que de verdad deseamos el inicio de una transición, le correspondería
renunciar a los cómplices y socios del crimen organizado transnacional, quienes
por su acción directa participan en el engaño, el fraude y la traición, al
ocupar cargos públicos proclamados por el templo de la ignominia, el Consejo
Nacional Electoral.
La verdadera demostración de la
convicción de la prédica por la unidad para restablecer el imperio de la ley
sería entonces la renuncia de los usurpadores de los poderes públicos,
encabezada por el reincidente usurpador ahora como candidato, Henrique Capriles
Radonski, gobernadores y alcaldes, conjuntamente con los miembros de la
Asamblea Nacional, Parlamento Latino y Andino, de los consejos legislativos,
concejos municipales y de las juntas parroquiales, mediante una declaración que
dejare establecido con claridad su:
101) Denuncia nacional e internacional de la ilegalidad e
ilegitimidad del régimen, y de la ocupación extranjera militar, policial y
administrativa.
202) Denuncia de la usurpación y control íntegro de los poderes
públicos del Estado, tanto nacionales, de los estados y municipales, así como
las instituciones del Estado y los servicios públicos en general.
303) Denuncia del control absoluto de los medios de comunicación
social, su censura y autocensura, así como la implantación de mecanismo del
miedo, terror y la aplicación de un “apartheid criollo” mediante listas para
hostigar, maltratar y perseguir a cualquier persona opuesta al régimen.
404)
Solicitud del auxilio político y militar a la comunidad de
naciones continental y mundial, así como a todo el colectivo nacional.
505)
Reconocimiento de la responsabilidad y el error por haber
promovido fraudes para ser ellos mismos proclamados por el CNE .
606)
Solicitud del perdón al colectivo y a Dios, por el error y
su propia contaminación con la traición a la patria.
707)
Desconocimiento del régimen y de todos los poderes públicos.
808)
Promoción de convocatoria conjunta de un gobierno interino
de transición en todos los niveles del Estado.
909) Promoción de la convocatoria de nuevos liderazgos no
contaminados y desconocidos a la primera línea para ocupar sus cargos
interinamente.
110) Convocatoria inmediata de elecciones para la proclamación de
los jueces en todas las instancias del sistema judicial.
111) Presentación del diseño de un cronograma para convocar
progresivamente a elecciones inmediatas para proclamar a todos los cargos de
elección popular.
Otra cara para completar la utopía
sería aquella para promover la unidad de los polos venezolanos, mediante la
incorporación a la renuncia colectiva del teniente coronel Francisco Árias
Cárdenas, acompañado con el mayor número de compañeros golpistas usurpadores
militares.
Habría iluminado así el Espíritu
Santo, en paz, un camino verdadero hacia una nación libre, sobre todo para las mayorías
democráticas oprimidas, perseguidas, censuradas y desesperadas, que rechazan y
desprecian los dos extremos polarizados que usurpan su representación en
complicidad, violando sistemática y recurrentemente los Derechos Humanos y que
adicionalmente, en conjunto, no representarían sino una minoría de la población.
Rómulo Lares Sánchez.
13MARZO2013
Miembro
del Poder Electoral en el “exilio”
www.observatorioelectoralinteramericano.blogspot.com
Etiquetas:
Papa Francisco,
Rómulo Lares
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