domingo, 27 de mayo de 2012
MANUEL RODRÍGUEZ MENA - LA DESTRUCCIÓN REVOLUCIONARIA DE LA UNIVERSIDAD
EL IMPERATIVO DE
LOS FRENTES SOCIALES
DEMOCRÁTICOS
INTRODUCCIÓN NECESARIA
Tal como ha sido
habitual en los últimos años al realizar algún trabajo sobre la revolución
castrochavista, utilizaré como elementos conceptuales y referenciales básicos los resultados de la
comprobación de hipótesis sobre la naturaleza, objetivos y estrategias del
actual régimen que he venido realizando desde el año 2001, y que he venido exponiendo públicamente
desde el año 2006 en la Cátedra Pío Tamayo y desde el año 2007 en el Frente
Patriótico, además de otros medios de comunicación.
UN NUEVO LAMENTO
UCEVISTA
En EL NACIONAL del sábado 26.05.2012,
en la página 7, la APUCV publica en su cartelera un escrito intitulado “LA
UNIVERSIDAD ESTÁ SOLA”, que no es otra cosa que un lamento más frente a los
ataques de la revolución
castrochavista, sobre la ineficacia de
su defensa frente a la ferocidad de los ataques y ante la soledad en que se debate.
Se entiende el lamento, pero la condición de
militante ucevista obliga a transcribir (en negritas)
y comentar (en blancas) tres de los cuatro párrafos del escrito, pues ello se
impone para precisar, una vez más, la forma errónea y por ende ineficaz con que
se ha actuado frente a la
agresión de la revolución castrochavista. En especial el haber manejado una
noción de la revolución basada en lo que ella dice ser y no en lo que realmente
es, por lo cual los objetivos y estrategias fundamentados en tal noción errónea
no han dado, porque no podían dar, buenos resultados.
LA NECESARIA
DESTRUCCIÓN DE LA UNIVERSIDAD
1. “No nos engañemos, sin embargo: lo que se incendia y rompe,
lo que se desgarra y golpea, no son únicamente los hombres y las cosas, es la
libertad que lleva al conocimiento, la que corre, perseguida, por los pasillos
y la que el gobierno pugna por espantar de las aulas.”
Si todo llegara sólo hasta allí, se
quedaría dentro de las fronteras de lo académico. Continuar creyendo eso, sería
seguir engañándonos. No es, y dista mucho de ser, sólo un problema académico,
tal como ha venido siendo considerado por tratarse de una universidad. Por el contrario, por la parte del régimen no tiene nada de
académico, sino que lo tiene todo de político, de política bastarda y canalla.
La UCV y las otras universidades autónomas, y las universidades privadas, no son vistas por la revolución
castrochavista como debería ser, como centros fundamentalmente académicos que
propenden al desarrollo social, sino como escollos que deben ser arrasados y
destruidos.
¿Son escollos
para quién o para qué? Son escollos para el proyecto político de la revolución
castrochavista, que consiste básicamente en dos elementos fundamentales: El objetivo
supremo de instaurar un
régimen militarista totalitario de hegemonía absoluta y total sobre la sociedad
venezolana, y la estrategia capital de destrucción de todos ámbitos
democráticos de la sociedad, de los cuales figuran entre los primeros objetivos de
destrucción las universidades, por su naturaleza democrática, liberal,
pluralista. El proyecto político preside desde muy alto todo el discurso, toda
la acción política y toda la gestión gubernamental. Lo demás, absolutamente
todo lo demás, es retórica farsante para allanarse el camino..
Como la coexistencia de un régimen militarista
totalitario y de las universidades autónomas y libres es absolutamente
incompatible, la destrucción institucional de éstas es condición sine qua nonpara la
instauración de aquél. Esto
venimos planteándolo públicamente desde el año 2006, ante el desdén arrogante de quienes
han debido prestarle atención o por lo menos discutirlo, siendo sólo ahora
que, cuando a golpes y
porrazos la revolución se ha desenmascarado a sí misma, por fin algunos están comenzando a “sospechar” que el
régimen no es lo que dice ser sino todo lo contrario, y que hay algo no
académico sino más perverso como causa de la agresión a las universidades. Here is the beginning of my post.
LA UNIVERSIDAD
SE HA DEFENDIDO INEFICAZMENTE
2. “La Universidad se defiende con lo
que la enaltece: el saber, el respeto a sí misma y a quienes la enfrentan, la
dignidad que otorga su tolerancia en medio de la adversidad. Y, después de
todo, la gallardía que da el entender que, en el fondo del fondo, de lo que se
trata ahora es de unirnos, unos y otros, en la elección de luchar por la
libertad y la justicia.”
3. “La Universidad está sola, si la
dejamos sola, si las Academias y Colegios Profesionales, y demás
organizaciones y formas que se engendraron en su impulso, miran hacia
otra parte, en lugar de mirar hacia donde pasa lo que le pasa a
ella.”
Es verdad que la Universidad se ha
defendido del ataque de la revolución castrochavista con valores y cualidades
que la enaltecen ante la sociedad, como suele haber ocurrido durante mucho
tiempo. Y la enaltecerían ante el gobierno, si fuera democrático como dice
ser, o siquiera
defectuosamente democrático
como lo fueron los del
período 1959-1998. Pero
tales valores y cualidades en nada la enaltecen ante la revolución agresora,
pues al contrario, esos
méritos son, además de otros que también ostenta, la razón principal para que
la revolución la considere un obstáculo importante para la instauración y
funcionamiento de su proyecto político y,
por tanto, merecedora de ser
destruida.
Utilizando un símil válido, cabría
decir que la Universidad se ha defendido armada con navajitas amelladas, ante
los ataques de la revolución castrochavista dotada con armas de guerra de
última generación como las que están en manos de privados de libertad (¿?) en
nuestras cárceles.
Es verdad que “de lo que se trata
ahora es de unirnos, unos y otros, en la elección de luchar por la libertad y
la justicia”, pero aclarando enfáticamente que no es por tratarse de ser
un asunto “de ahora”,
sino que ello está planteado desde hace mucho tiempo, tanto como desde el año 2006,
cuando propusimos –y lo hemos venido reiterando terca, necia y empecinadamente,
siempre con saldo de clamor en el desierto— la puesta en marcha de un
Movimiento de Movimientos bajo la forma de Unión Nacional de Frentes Sociales
por la Democracia y contra el Militarismo Totalitario, como única posibilidad
de frenar el avance destructivo del militarismo totalitario.
La Universidad está sola,
específicamente la UCV está sola, porque sus líderes la han mantenido luchando
sola, de manera que cada uno de ellos haya podido mantener su liderazgo
parroquial. Los de la UCV, al igual que los de las otras universidades, han hecho oídos sordos ante las reiteradas
propuestas que les hemos formulado de promover un Frente Universitario con todas las
universidades autónomas y privadas, que actúe como un solo bloque, con una sola
directriz, con una sola agenda de lucha: la defensa enérgica, combativa y eficaz de las universidades no
oficialistas. Que una vez puesto en marcha el Frente Universitario, éste propenda
a la formación del Frente
Educacional, con la participación de profesores y maestros independientes de
todos los niveles educativos .
Que una vez puesto en marcha el Frente
Educacional, sirva de ejemplo y estímulo promotor para la formación de otros
frentes sociales: Por ejemplo, el Frente Económico, formado por empresarios y
trabajadores de las empresas privadas independientes de la ciudad y del campo;
el Frente Sindical, compuesto por todas las federaciones y sindicatos
independientes; el Frente Gremial, integrado por todos los gremios
profesionales y técnicos independientes; el Frente de Empresarios y
Trabajadores de empresas industriales, agropecuarias, comerciales, etc.,
destruidas, confiscadas o arrebatadas por la fuerza. Todos actuando como un solo bloque,
con una sola directriz, con una sola agenda de lucha, defendiendo al respectivo
sector social y luchando por la democracia y contra el militarismo
totalitario.
Con todos los frentes sociales que se
logre constituir, formar la Unión Nacional de Frentes Sociales por la
Democracia y Contra el Militarismo Totalitario. Así, pero sólo así,
podremos aspirar a frenar el objetivo supremo (instauración cabal del
militarismo totalitario) y la estrategia capital (destrucción de todos los ámbitos
democráticos) de la revolución castrochavista.
Como son millones
los que han sido agredidos
y perjudicados, directa o indirectamente, por la revolución castrochavista,
y también son millones los
que terminarán siendo agredidos y perjudicados cuando cuaje por completo el
proyecto revolucionario, cabe ser optimista ante la respuesta que la sociedad
daría a la convocatoria que le hagamos, siempre y cuando haya miles de
dirigentes que estén dispuestos a subsumir su liderazgo parroquial en aras del
liderazgo masivo.
Ésa es la tarea por cumplir. Lo demás, todo lo demás, es la
misma agua de borrajas que
nos ha traído hasta este trágico presente.
Manuel Rodríguez
Mena
Final de mayo de 2012
And here is the rest of it.
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