miércoles, 10 de abril de 2024

¿AMANECIENDO POR EL SUR DE LAS AMÉRICAS?




¿AMANECIENDO POR EL SUR DE LAS AMÉRICAS?
¿IMAGEN DE OTRA REVOLUCIÓN?
 Rómulo Lares Sánchez

 

 “Todo el que en política y en historia se rija por lo que se dice, errará lamentablemente.” 

ORTEGA Y GASSET.(1)

 

“La mentira se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente. El daño ha sido incalculable y alcanza zonas muy profundas de nuestro ser. Nos movemos en la mentira con naturalidad… De ahí que la lucha contra la mentira oficial y constitucional sea el primer paso de toda tentativa seria de reforma.” OCTAVIO PAZ. (1)

La creación de estados americanos desde California a la Patagonia, arrasando naciones y culturas ancestrales en los territorios “descubiertos” e invadidos por los Reyes “católicos” y coadministrados con la “Santa” Inquisición, habría sido guiada hacia su transformación en naciones modernas por espíritus locales incorporados intensivamente a la cultura Universal e inspirados, por nacimiento, en las suyas propias.

Destaca en las Américas un proyecto parcialmente ejecutado, quizá como consecuencia de la desaparición prematura de Simón Bolívar y de su fortuna personal, guiado por principios filosóficos y políticos como manuales de estrategias y tácticas que conformarían la partitura de tan notable como ambicioso sueño, quedando registrados en palabras como acciones y el ejemplo compartido con almas que los conectasen, sembradas y regadas con principios: Ética y Dignidad.

No sería delirante afirmar que el Homo Sapiens estaría quedando registrado como el catalizador de una evolución de evoluciones que en el siglo XXI nos transformaría, así como a nuestras sociedades, en agrupaciones de homos cuyo apellido estaríamos debatiendo y tratando de determinar, quienes estaríamos despertando de un largo sueño compartido con pesadillas, ambos colectivos, generalmente autoinducidos hasta un nivel de “coma social”.

Hoy estarían popularizándose algunas dimensiones adicionales a las tres percibidas en el Espacio, el Tiempo y la Energía, avanzando en la hipótesis según la cual “Dios no habría creado el Universo usando dados”, como tampoco para “administrarlo”.

Desde Venezuela habría correspondido a la sangre mezclada en nuestros ancestros, nativos, europeos y africanos iluminar nuestro Planeta en el Siglo XIX con proezas como una breve “Campaña Admirable” (1813), conocida por determinante en el diseño del mapa político del continente, así como aromas en sus culturas.

En lo andado del siglo XXI hemos decaído a las antípodas de la gloria para protagonizar un éxodo, cuyo origen y equipaje contendría insumos que mostrarían la vergüenza de una agenda comparable más bien, a una prolongada “Campaña Abominable” (1999-¿¿??) en otro Holocausto.

Hoy nuestros orígenes como los de la Humanidad estarían impregnados tanto de la luz y la gloria como de las tinieblas y el horror, cuyo interruptor quizá, estaría determinado por una conciencia en dignidad.

Hemos venido siguiendo varios años el desarrollo de una inteligente y coherente “Batalla Cultural” impulsada por intelectuales argentinos de varias generaciones, que habría iluminado conciencias mucho más allá de sus fronteras, quienes de manera sorpresiva y revolucionaria como estrategia de lucha por el poder, habrían incorporado la promoción de la Ciencia de la Economía en la cultura popular de la Argentina, liderada por otro porteño genial, un pibe apasionado por la Libertad, progresivamente por el Fútbol, el Rock y la Economía, artes que habría estudiado profundamente y que ejerciendo la última desde la plaza pública, los medios de comunicación y redes sociales habría expuesto hasta desnudar por completo la farsa del alma de la “casta política”.

Habría recibido adicionalmente el llamado de la Torah, creando y diseñando el Éxodo de sus compatriotas por sus propios caminos hacia la Dignidad.

Hasta acá su energía y vibración, creatividad, mensaje, organización y equipo, se convertirían sublimados en esperanza para sus compatriotas en todos los estratos sociales, encaminando a la sociedad Argentina en una ruta hacia la libertad, con tal excedente creativo original que podría estar convirtiéndose en la continuación de la “Campaña Admirable” en el Continente, que con el estado de la ciencia, la tecnología y las comunicaciones universales podría alcanzar como chispa para detonar el despertar en cadena de los americanos, en cuyo caso podríamos representar nuestra América y por qué no el Planeta y la Humanidad ante la Sociedad Inter-Galáctica.

Venezuela, cuya terrífica referencia e imagen de caos - ¡HOLOCAUSTO! - estaría apropiadamente presentando este autodenominado León a los “leones argentinos”, a manera de grito de alerta roja para torcer el rumbo de la Patria evadiendo imitarnos, nos recordaría hoy la voz de Andrés Eloy Blanco (1896-1955) en épocas nuestras menos oscuras:


“Si por huir de un yugo caemos en el trance
de ser esclavos de otro lema,
el afán de innovar será la llave
que a la sinceridad cierra la puerta.
Pasen bajo su propia aurora
las Musas Nuevas;
caiga a su paso
todo el laurel que el mundo brote de una cosecha;
pero yo he de esperar mi voz,
la voz que tú me traes entre la boca inédita.
No he de ir al camino, detrás de los que pasan,
con domesticidad de vaca vieja.” (2)


Líneas paridas en nuestras mazmorras de un castillo colonial que describiría nuestro "maestro" Luis B. Prieto F. (1902-1993): “Este libro -BAEDEKER 2000- fue escrito en las bóvedas del presidio de Puerto Cabello. En presencia de la realidad rechazada por el ser, el poeta intenta la evasión; crea su mundo, y se mete en él; ni un minuto más está en la cárcel. Ha creado la realidad deseable, es una superrealidad pero no aislada ni hermética. En él quiere el poeta que vivan todos los seres del mundo derrotado, de la realidad indeseable que lo rodea y de la que está fuera de la cárcel, por todas partes, rodeado de los pueblos tranquilos”.

“… refiriéndose al “Colombismo” de Blanco, no escuela sino estado del alma, como una actitud descubridora del poeta, en busca siempre de los valores, sentimientos, aspiraciones ocultas del hombre americano, que implicaba una nueva forma de entender a América, distinta a la de Darío en el tiempo que estuvo de espaldas a la América en cuanto a la poesía.” (2)

 El Colombismo implicaba poner rumbo hacia una nueva forma de entender América. Andrés Bello (1781-1865) invitaba a los poetas para que hicieran de los motivos americanos temas de sus poemas.

 “Se trataría de algo distinto, quiso con su posición humana hacia el hombre y hacia los pueblos encaminar todo el peso y la actitud descubridora de su poderosa imaginación.”.

En la “Conferencia Interamericana pro Democracia y Libertad” -durante su exilio en Cuba (1948)- “invitaría a la armonía de los pueblos, a la altura del pensamiento del intelectual de América, a quien señalaría una función de defensa y la condenación del mal uso de las armas hecha por los guerreros, empeñados más que en la libertad de los pueblos en el sojuzgamiento de éstos y la denuncia del mal uso de las conciencias de los soldados civiles”.

“Mucha luz hay en América -decía entonces a los intelectuales- pero precisamente por eso hay más entraña, más angustia en el oficio de los pensadores: sereno al sol, lámpara encendida bajo la luz del cielo.” ¿Por qué dudar en aplicarla también en la Economía a la política, transformada en poesía? Tomando la precaución de preparar las vasijas del “Árbol de la Vida” haciendo méritos aumentando progresivamente su capacidad, con el propósito de recoger la cantidad de luz necesaria para elevar las conciencias de los hombres al estadio de la Dignidad.

Así como la Argentina habría sido potencia económica y social en el mundo a principios del Siglo XX, inspirada en el diseño de la Constitución de 1853 y su economía por Juan Bautista Alberdi (1810-1884), habría declinado progresivamente hasta la antesala del abismo en cuyo fondo oscuro estaría Venezuela hoy, determinados sus hijos a evitar su caída; siendo sus diferencias menores, fundamentalmente porque ambas repúblicas compartirían haber sido declaradas hace décadas en condición de metástasis de la moral.

Habrían nacido en Venezuela almas iluminadas cuyas desapariciones impedirían su acción esclarecedora para la disciplina del Estado, prematuramente, por secuestro a “muerte perpetua” en el referido Castillo de Puerto Cabello para otro poeta, José Pío Tamayo (1898-1935) (3), por causas naturales Alberto Adriani (1887-1936) (4) o impidiendo el acceso a la gestión digna de nuestra República y la promoción de los valores humanos de genialidades desaprovechadas: Juan Pablo Pérez Alfonso (1903-1979), Carlos Rangel (1929-1988) (1) e Iván Pulido Mora (1943-2007).

Amanecería desde el Sur. La libertad avanza, mientras honren el ser de sus símbolos patrios, el Sol en la bandera y el escudo de la nación, protagonizando una oportunidad para establecer un rumbo correcto y necesario aún más allá de sus fronteras, consolidando la esperanza cada día mediante resultados, exhibiéndolos en sus astas como estandarte, de manera de iluminar progresivamente el resto de las Américas.

La reciente “carta pública de 200 economistas argentinos”, farsa de crítica al único programa económico de estabilidad para lustros presentado en detalle en todos los espacios públicos por Javier Miley, expondría el mismo perfil de la mayoría de los egresados de las facultades de Economía de las decadentes universidades venezolanas, subcategoría de profesionales que el Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central de Venezuela Manuel Rodríguez Mena (1930-2011) bautizaría en su momento: “economistas sube y baja”; añadiríamos: unos, mientras otros, miembros u operadores de nuestra “casta político-social” e institucionalizada mediante la ocupación extranjera y la traición, como periodistas, en otros gremios profesionales, empresarios y sindicalistas, en la Academia, universidades, Iglesia e instituciones públicas y privadas en general.

Los tiempos y las latitudes no serían los mismos, como las circunstancias locales y globales, sin embargo, la diferencia fundamental estaría en la obligación absoluta de no dejar escapar una oportunidad, histórica, para iniciar desde el Sur la promoción, rescate y establecimiento de la Dignidad, una vez más la refiero, porque habría que sentirla como parte de nuestro ser, como valor fundamental de las Américas.

Esperanzas de transformación de nuestras naciones habrían sido traicionadas por los “mesías” de turno, sus limitaciones y debilidades como de sus aliados y cómplices. En este caso se trataría de un personaje 100% civil que estaría siendo acompañado por “equipos” de inspiradores éticos, filósofos liberales, de la batalla cultural y diversos profesionales cuyas hojas de vida, además de reputación local, regional e internacional, exhiben en sus presentaciones y debates en medios de comunicación y redes sociales un rumbo claro, en concordancia con los valores que practicarían y promueven, luciendo capacidad de control compartido entre los equipos intelectuales asesores y de gobierno comprometidos, en caso de asumir la jefatura civil y militar del Estado.

Entre ellos algunos hoy visibles: Ideólogos liberales-Batalla Cultural: Alberto Benegas Lynch hijo., Agustín Laje, Nicolás Márquez. Equipo de Gobierno: Victoria Villarroel, Guillermo Francos, Diana Mondino, Emilio Campos, Ramiro Marra/Eduardo Jorge Martino, Carolina Píparo. Jóvenes emprendedores en redes sociales: Mariano Pérez, Iñaqui Gutiérrez.

La familia, integrada por Karyna Miley, la “jefa” (hermana y soporte fundamental personal y al proyecto político) y los “hijitos de 4 patas” Conan y “nietos”: Murray, Milton, Robert y Lucas, bautizados en honor de los insignes economistas, Murray Rothbard, Milton Friedman y Robert Lucas.

Destacaría la ausencia de actores militares, condición que luciría estable mediando el comportamiento institucional más reciente de las Fuerzas Armadas, aunque sí expresiones tensas del pasado turbio que pretenderían encubrir actores incorporados hasta hoy a la política, banalizando las heridas aún abiertas y pendientes en la Sociedad y la Justicia, pretendiendo diferenciar entre el terrorismo de Estado y militar, olvidando o encubriendo la tragedia y consecuencias del terrorismo autóctono e importado con la Internacional Comunista gestionado con sus mercenarios y cómplices locales. 

Por otro lado, la presencia de la manifestación de una fuerte injerencia directa de la Iglesia Católica y el Estado Vaticano que mono lidera el Papa porteño y Jefe de Estado; la más reciente para recordar a sus compatriotas la Alemania Nazi del año 1933 y “Adolfito”, en la antesala de su ascenso al poder como sus consecuencias.

Mientras regiría el silencio de la Compañía de Jesús y su “Papa negro” venezolano.

Un obstáculo-impulso mayor para el avance de esta “revolución” estaría en la manipulación de la información, opinión y encuestas como de los resultados y prácticas electorales, fraude hoy propagado universalmente y denunciado en las recientes primarias/“Paso”, presente, en razón tanto del nivel de corrupción generalizada como la capacidad limitada de control, a pesar del inmenso apoyo popular para un grupo de carácter revolucionario con sólo meses de edad, que presentaría como objetivo central de su gestión el compromiso de girar el Statu Quo hacia la adopción de valores éticos y morales, asegurándolo en el ámbito de la eventual gestión autónoma del Poder Ejecutivo de la Nación y de la ciudad/provincia de Buenos Aires, únicos objetivos tácticos en su estrategia general desde dónde gestionarían sus relaciones con los ciudadanos, los demás poderes públicos nacionales, regionales, municipales y los diversos sectores, grupos representativos de la sociedad profesional, empresarial, sindical así como al exterior con las Américas y el mundo.

Se trataría entonces de un experimento de revolución civil, laica, civilizada … armada sólo con virtudes y limitaciones humanas para gerenciar en Derecho e institucionalmente los arsenales de un Estado reducido.

La pretensión de desconocer los verdaderos resultados electorales, opción probable, podría determinar una transformación inmediata de esta revolución “sin armas” a otra “armada”, por diversas razones, entre ellas:

1) El debate central en este proceso político hacia las elecciones, habría expuesto el desprecio de la “casta política” y sus cómplices por los valores éticos, así como su impacto directo en la vida cotidiana presente como en la incertidumbre del futuro de los argentinos y sus libertades, que estaría recalentado adicionalmente el ambiente añadiendo la sistemática manipulación y magnitud de la falsedad generalizada generada desde los medios de comunicación.

2) La injerencia de la Iglesia Católica y el Estado Vaticano ya referida, pudiendo explicar parcialmente el aumento de la virulencia de rutina en los esquemas de entrevistas promovidos por medios de comunicación, periodistas y asesores. Ejemplo de algunos temas sospechosos como:

3) La legitimidad y conveniencia del porte y tenencia de armas establecido en la Argentina, o el aborto Derecho vs. Crimen como mecanismos para disminuir la inseguridad generalizada y el desprecio por las leyes, mediando argumentos científicos y demostrados adicionalmente por la múltiple experiencia empírica, que habrían sido cuestionados con el estilo arbitrario y superficial como en la también referida “carta de los economistas”.

4) La injerencia de otras ramas autónomas del Poder Público Nacional en el proceso electoral, como la declaración “extemporánea” del Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alejandro Rosatti, adelantando opinión no solicitada sobre la “inconstitucionalidad” de la eventual eliminación del Peso argentino como moneda de la nación, entre otras (5). Ni hablar de los abusos y escándalos permanentes generados desde el Ejecutivo y Legislativo nacional, regional y municipal.

¿Qué otro hecho podría incidir en la transformación a movimiento armado?: quizá, la popularización de la interpretación del significado de “Fraude Electoral” para los ciudadanos argentinos.

Si desconocer la voluntad de los ciudadanos en una República y Estado de Derecho en Democracia, en teoría, expresada mediante el voto, tendría que entenderse con tal claridad como un golpe de Estado, es decir, un ataque flagrante a la patria y a la Constitución, que obliga a todo ciudadano a “armarse en defensa de la patria y de esta Constitución” (6).

La transformación podría asechar tan sólo con la chispa de una primera explosión, que no tendría que ser promovida o ejecutada por un accidente de la demencia de algún argentino o externa, como las que exhibiría ocasionalmente la “política” individualmente desde otras naciones y sus socios, algunas agendas del “nuevo orden mundial”, corporaciones globales, hasta el terrorismo y el de Estado, el crimen organizado transnacional y los cómplices de todos ellos.

Desde la Argentina avanzaría la Libertad en este experimento revolucionario que luciría resplandeciente con alma de “Campaña Admirable”, civil, laica, civilizada en el siglo XXI. ¡Larga vida!

Los americanos observaríamos con atención y respeto, también espiritualmente y en oración, procurando que el rumbo de la Argentina se consolide en Paz y que su ejemplo, pudiésemos extenderlo aplicándolo a las Américas y al mundo.

Mientras tanto Miley, el león porteño sigue rugiendo con un:

¡VIVA LA LIBERTAD CARAJO!

 

¿Cómo se contruyó la revolución liberal Argentina del siglo XXI? : "LA PELÍCULA DE MILEI. JAVIER MILEI LA REVOLUCIÓN LIBERAL". https://www.youtube.com/watch?v=7VJE05otwo8&ab_channel=ElPelucaMilei )

 

Caracas, 29 septiembre 2023

 

(1)      Carlos Rangel, anteprólogo “DEL BUEN SALVAJE AL BUEN REVOLUCIONARIO” Monte Ávila Editores. Caracas, 1976.

(2)      Andrés Eloy Blanco. En escritos de Rafael Caldera y Luis B. Prieto F. Cuadernos de Pedacería N°4 y notas de José Agustín Catalá, editor. EL CENTAURO/ediciones. Caracas, 1996.

(3)      “PÍO TAMAYO. UN COMBATE POR LA VIDA. OBRAS RESCATADAS 1”. Mery Sananes, Agustín Blanco Muñoz, Clementina Tamayo y Jesús Mujica. Expediente Editorial José Martí, Centro de Estudios de Historia Actual (CEHA) y Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela-UCV, 1984. www.catedrapiotamayo.blogspot.com, www.redinternacionaldelcolectivo.blogspot.com

(4)      Alberto Adriani y la Venezuela que no pudo ser. Domingo Alberto Rangel. Mérida Editores. Caracas, 2004.

(5)      https://www.perfil.com/noticias/politica/horacio-rosatti-contra-la-dolarizacion-si-elimina-el-peso-es-inconstitucional.phtml .

(6)      Libro Blanco de la Defensa de la República Argentina, 2015 (1.ª edición).  pp. 48. Editorial: Buenos Aires [Argentina]: Ministerio de Defensa Presidencia de la Nación, 2015. ISBN 978-987-3689-22-2.

Zona de los archivos adjuntos

Vista previa del vídeo LA PELÍCULA DE MILEI: JAVIER MILEI LA REVOLUCIÓN LIBERAL de YouTube

 

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jueves, 1 de febrero de 2024

EL LIBELO DEL APARTHEID






EL LIBELO DEL APARTHEID

Luis Marín


El apartheid es una institución sudafricana, concebida y aplicada para abordar situaciones específicas de ese país, tan particular y complejo, que es imposible extrapolarla a otros países o sociedades diferentes; por lo que causa perplejidad el esfuerzo y la tenacidad invertidos por Amnistía Internacional, entre otros, para endosársela a Israel, un país tan diametralmente opuesto que esto tiene tan poco sentido como si quisieran aplicarle su jurisprudencia o sus leyes de tránsito.


Se suelen asociar las leyes del apartheid con el acceso al poder del Partido Nacional Afrikáner, en 1948, que intentó dar forma jurídica a prácticas y relaciones sociales que obviamente ya existían, pero, siendo que el derecho anglosajón se basa en la costumbre, no tenían expresión escrita, positiva; luego, si el fundamento de toda legislación es la historia y la tradición, como predican los británicos, entonces la segregación racial está enraizada en la conciencia del pueblo sudafricano, es parte de su idiosincrasia.


Y este es el meollo del asunto: es erróneo pensar que el apartheid desapareció súbitamente de Sudáfrica con la toma del poder por el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela y consortes, esto es, por un simple cambio de partido en el gobierno, si la sociedad sigue siendo exactamente la misma, con los mismos prejuicios y resentimientos. Dicho más claramente: los negros sudafricanos son tan racistas y segregacionistas como los blancos y no existe ninguna superioridad moral en el supremacismo negro respecto del blanco.


Por ejemplo, el Partido de la Libertad Inkatha, apoya la división territorial por razas porque tiene la provincia (bantustán) Kwa Zulú-Natal para la tribu Zulú. El Partido de Luchadores por la Libertad Económica, clama por la expropiación sin compensación de los granjeros blancos. Su líder, Julius Malema, antiguo jefe de la liga juvenil del CNA,  corea en sus mítines una canción que reza: “Dispara al bóer, mata al blanco”.


El gobierno, para disculparlo, afirma que una canción no es una declaración (Statement); pero, contradiciéndose, presenta en La Haya el video de unos supuestos soldados israelíes cantando una cancioncita guerrera como prueba de intención genocida. 


Mismo partido que propuso al parlamento a fines del año pasado cerrar la embajada de Israel en Pretoria y cortar cualquier relación con este país, lo que fue aprobado por abrumadora mayoría. El gobierno, a su vez, solicitó a la Corte Penal Internacional una orden de arresto contra el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu.


Otro partido en ascenso es “Operación Dudula”, expresión que podría traducirse como “expulsión forzosa”, esta vez contra los inmigrantes de otros países africanos que viven legalmente en Sudáfrica; pero que ellos acusan de casi todos los males que sufre este país, en el que lo único que crece es la corrupción, la criminalidad y el desempleo, productos comprobados de las políticas socialistas, no de los extranjeros.


Y es que el CNA, que lleva treinta años ininterrumpidos en el poder, es socialdemócrata, miembro de la Internacional Socialista y tiene una coalición histórica con el Partido Comunista Sudafricano, con el que se presenta a las elecciones y que ocupa un tercio del gobierno y de la representación parlamentaria.


Esta unión simbiótica se remonta a los años 60 en que Nelson Mandela fundo el brazo armado del CNA que llamó “la lanza de la nación” y no por casualidad se inspiró en la guerra de guerrillas del Che Guevara que entonces ejercía en el Congo y luego en Angola, Mozambique y Guinea Bissau. De aquí provienen los vínculos con la Unión Soviética y sus apadrinados, la OLP y Al Fatah de Yasser Arafat.


De manera que la postura anti israelí del gobierno sudafricano tiene al menos estas dos vertientes: una, ideológica, porque son marxista-leninistas, alineados de antaño con el comunismo internacional (de hecho, el único diputado comunista de la Knesset, Ofer Cassif, saltó a apoyar la demanda de Sudáfrica contra Israel); otra, racista, porque consideran a los judíos como “blancos”, aliados del ancien regime y de algún modo vinculados al imperialismo y colonialismo.


De esta manera tortuosa llegamos de las recurrentes acusaciones contra Israel de ser un “estado de apartheid” a la actual demanda de Sudáfrica acusándolo por ante la Corte Internacional de Justicia de cometer “genocidio” en Gaza, que es otra sorprendente puesta del mundo al revés que los marxistas llaman “inversión dialéctica”.


Porque es que el mismo término “genocidio” fue inventado por un abogado judío, Rafael Lemkin, que dedicó toda su vida, hasta la extenuación, para que este tipo penal fuera reconocido como delito internacional, con el propósito de prevenir que un crimen como la Shoah no pudiera ocurrir impunemente nunca jamás. La Convención Para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada en 1948, a instancias de Lemkin, fue el giro del Derecho Internacional que originó a la Corte Penal Internacional.


Así que resulta repugnante que una resolución que bien pudo llamarse “Convención contra el Holocausto”, concebida para proteger a los judíos y a otros pueblos que ya lo habían sufrido, como los armenios a manos de los turcos, entre 1915 y 1923, se haya retorcido al extremo de acusar precisamente al Estado judío de violarla.


La Corte Internacional de Justicia hizo un pronunciamiento preliminar infortunadamente justo antes del Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, el 27 de enero, en el que si bien no satisface las medidas cautelares pretendidas por Sudáfrica, admitió y le dio curso a la demanda considerando como “plausibles” sus calumnias, algo que no deja de ser un insulto para cualquier amante de la justicia.


Por un lado, viendo de lejos, se puede observar con sonrisa interna que esta es la Corte de El Principito: “Ordena hacer lo que hago y prohíbe lo que, de todas maneras, no hago” y eso son los cinco primeros enunciados. El sexto, de rendir informe a la Corte, es problemático, porque coloca a un Estado soberano bajo su escrutinio, como sub judice.


Y esto da pie a que siga la propaganda enemiga, que busca desesperadamente que alguna institución más o menos respetable avale un discurso atrabiliario, ofensivo, falaz, que eso sería lo de menos si no fuera, éste sí, genocida.


Le sería tan fácil asentar algunas verdades evidentes como, por ejemplo, que Israel no es ninguna “potencia ocupante” de su propio territorio, que los judíos no son “colonos” en su tierra ancestral, que el judío no es un “Estado de apartheid” como sí lo es Sudáfrica, en fin, desautorizar toda esa retórica barata, destructiva, además de inútil.


La actitud de Sudáfrica contra Israel califica como persecución. Basta recordar su diligencia para que la delegación israelí fuera echada en forma deshonrosa de la Cumbre de la Unión Africana, el año pasado, donde tenía la calidad de observador, sin ningún respeto por el sacrosanto principio de la cortesía internacional.


Sudáfrica se alía con Irán en su obsesión por destruir a Israel; pero también es miembro del BRICS, lo que le asocia con Rusia y China, todos grandes enemigos de occidente.


Por donde se hale un cabo, sale la alianza socialista, comunista, fundamentalista islámica, la mayor amenaza de nuestro tiempo.


Luis Marín
01-02-24

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lunes, 18 de diciembre de 2023

¡HACIA EL TRIUNFO ESEQUIBO!






 ¡HACIA EL TRIUNFO ESEQUIBO!
Agustín Blanco Muñoz

 

¡Buenos días Don Antero! Caramba profesor, que buen regalo de navidad que usted caiga en esta bodega de su Maracay nativo, en una hora de muchas cosas que conversar. Y por eso, de una le planteo lo del duro y difícil tema del Esequibo.

 

¿CÓMO VE LA HISTORIA ACTUAL
EL CASO DEL ESEQUIBO?

 

Si, mi querido y respetado amigo, este es un asunto a revisar con mucho cuidado y con el mayor esfuerzo de equilibrio y objetividad. Por eso, precisamente, es que nos interesa su visión de  Historiador de lo Actual para que, en medio de su posición crítica, nos dé su parecer sobre  las medidas tomadas por el gobierno.


SE OLVIDÓ EL PROTOCOLO DE 1966
PARA BUSCAR DIÁLOGO Y PAZ

 

Por nuestra parte consideramos que los anuncios oficiales sobre el problema son acertados. Y esto lo digo sin poner de lado lo que siempre he dicho sobre esta llamada revolución que tiene en la destrucción su mayor objetivo. Pero en este caso no hay que ponerse ciego y lejos del pienso y advertir que en el caso Esequibo, el gobierno no tenía para donde coger, porque la otra parte, Guyana, colocó la materia en situación radical. Olvidó aventureramente  el asunto ese del protocolo de 1966 que pide buscar acuerdos, negociaciones por la vía del diálogo y la paz.

 


SE PREFIRIO VOLVER AL DESPOJO DEL LAUDO ARBITRAL
DE PAÍS DE 1899

 

Prefirió volver al despojo, al mismísimo robo del Laudo Arbitral de París de 1899 y  se lanzó a ocupar la zona en litigio y autoriza y negocia la instalación de la ExxonMobil. De modo que es grande la sacada de gas y petróleo de alta calidad y quien sabe que más estará pasando en ese espacio que tengo entendido cuenta con muchas otras riquezas como oro, diamantes y bauxita.

 

Y ES GUYANA QUIEN PIDE SOLITARIA A LA ONU
UN DICTAMEN SOBRE EL DIFERENDO

 

Fíjese además, profesor, que es Guyana quien pide solitaria a la ONU un finiquito sobre el diferendo. Y sin siquiera opinión de Venezuela la cosa va a la CIJ. Y todo parece dispuesto para que se favorezca al ilegal demandante.

 

Porque cuando piden que se elimine el referendo consultivo, dispuesto para que la lucha no sea de un gobierno sino de un pueblo, lo que se explica como jugada política, la respuesta de la Corte es negativa, pero establece esta menudencia: Guyana, que “administra y controla” la zona, y Venezuela deben dejar todo como está hasta que ellos resuelvan.

 

ANTE ESTE SESGO EL GOBIERNO SIENTE LA NECESIDAD
DE RESPONDER CONTUNDENTEMENTE

 

 

Ante este evidente sesgo, este gobierno se siente en la obligación y necesidad de responder de manera contundente. Y dígame profesor, en su condición de historiador de lo actual, si tengo o no algo de razón en lo que comento.

 

MIRE, DON ANTERO, HABRÁ QUIEN LO ACUSE
DE CHAVISTA



Mire Don Antero, no faltará que lo acuse de chavista, vendido o traidor en medio del fanatismo  e inclinación polarizada que se ve por todas partes. Hay muchas voces o posiciones que, aunque disimulan sus actitudes, se alegrarían con la pérdida del Esequibo, porque entienden que eso conduciría a la irremisible caída de Maduro y su gobierno, la pérdida de las elecciones 2024 y el fin de la llamada ‘revolución bolivariana-marxista-leninista-fidelista-socialista y comunista’.

 

Y SIN EMBARGO SUSCRIBO, DON ANTERO, SU ANÁLISIS Y AGREGO QUE LA PELEA ES CON LA EXXONMOVIL USA

 

Pero por encima de estas circunstancias, yo suscribo su análisis en todas sus partes. Y agrego: ya la pelea no es exactamente con Guyana sino con la ExxonMobil-EEUU-Guyana. Y con otros intereses inscritos en  este territorio.

  

PAÍSES DE DOBLE JUEGO AHORA ASUMEN
DE NEUTRALES

 

Son países del doble juego, que han recibido de Venezuela todo tipo de ayuda y a esta hora de su reclamación, asumen la posición de neutrales o equilibristas, que les permite, al margen de toda moral, seguir chupando de los dos gajos.

 

MÁS ALLÁ DE LOS FANATISMOS AQUÍ ESTÁ PLANTEADO
EL TRIUNFO CON LA CIUDAD GUAYANA ESEQUIBA

 

Este es el caso, por ejemplo, de los países del CARICÓN, guiados ‘sabiamente’ por Cuba. Y el asunto no queda aquí porque se impone revisar la posición asumida por ‘aliados’ como China o Brasil. Sin embargo, y a pesar de estos intereses y el referido fanatismo, aquí está planteado hoy el triunfo con ciudad Guayana Esequiba al frente de un operativo de decisiva ocupación civil y militar de lo que ha sido y es territorio venezolano.

 

 Y SE LE CONCEDE UN PLAZO DE TRES MESES A LA
EXXONMOBIL PARA ABANDONAR EL TERRITORIO

 

Por esto se concede un plazo de tres meses a la ExxonMobil para que abandone el territorio que ilegalmente ocupa en la actualidad. Indispensable en este sentido tener en cuenta el nuevo mapa de Venezuela. Esta es una posición adoptada teóricamente por los venezolanos y de la cual este gobierno no podrá devolverse, sin el consentimiento de lo que se tiene como soberano.

 



 

¡NO A  LA  FRANJA ESEQUIBA!

 

Indispensable, sin embargo, entender, y actuar en consecuencia, que no es nada conveniente, y estar negado hasta todos los extremos, de llevar la violencia-destrucción a la zona. De contribuir a crear un escenario de dolor, penas y muertes. ¡No a la Franja Esequiba!  Y evitar a toda costa que se cree aquí una nueva Franja Gaza.

 

ESTA LUCHA ESEQUIBA HAY QUE VERLA MÁS ALLÁ
DE LOS LLAMADOS ‘PARAPETOS POLÍTICOS
ELECTORALES’

 

Sancho, ¡Esta hora  de lucha Esequiba tenemos que verla más allá de las llamados ‘parapetos políticos electoralistas’!

 

@ABlancoMunoz

 17/12/23

 

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sábado, 9 de diciembre de 2023

SOBRE LA REVOLUCION Y EL EMPODERAMIENTO CIUDADANO



 

SOBRE LA REVOLUCIÓN Y EL 
EMPODERAMIENTO CIUDADANO

HUMBERTO GARCÍA LARRALDE

 

Una relectura del libro de Hannah Arendt, Sobre la revolución, ayuda a aclarar mejor las vulnerabilidades que exhibió la democracia venezolana en el pasado, así como elementos que contribuirán a fortalecerla --cuando logremos desplazar a la actual oligarquía criminal del poder--, ante posibles arremetidas dictatoriales a futuro. El libro de la célebre filósofa y politóloga judeo-alemana se centra en el examen de aspectos aleccionadores de las dos revoluciones más emblemáticas en la determinación de la modernidad política en los países avanzados: la revolución francesa y la que emancipó a las 13 colonias de Norteamérica del dominio británico, que ella refiere como revolución “americana”.


Para Arendt el uso de la violencia no es la característica definitoria de una revolución. Ésta se distingue por su propósito central, que es conquistar condiciones para ejercer la libertad. Cónsono con la visión liberal, ésta se asienta en el individuo, pero lo más importante es que, a partir de ahí, fundamenta la acción pública de los integrantes de una comunidad. Abolido el régimen autocrático asentado en privilegios de nacimiento, de derecho divino o en expolios de conquista, la libertad fundamenta su soberanía para abordar los desafíos de la justicia y del bienestar social, conforme a criterios que surgen del debate en su seno. En su libro explica cómo puede comprometerse esta condición básica de libertad cuando se le subordina a la prosecución de una justicia social como fin central de la revolución. 

 

Al comparar Hannah Arendt las revoluciones francesa y americana, señala que la primera terminó secuestrada por la preeminencia de resolver la injusticia social, desbordada como estaba por la marejada de sans-culottes recientemente empoderados por su liberación de las estructuras de sumisión del Ancien Régime. En un escenario de gran efervescencia social, llevó a asumir potestades dictatoriales para atender sus exigencias, desplazando el interés acerca de la nueva arquitectura política que mejor resguardaría la libertad y de cómo debía expresarse en una constitución cuya discusión empezaba.

 

Desembocó, como se sabe, en el reino del terror de Robespierre y, posteriormente, en el régimen imperial napoleónico que, si bien, impuso –a cañonazo limpio--la modernización de las estructuras de poder en buena parte de Europa, no consagró el ambiente de libertad esperado, como la entendemos hoy. Tampoco pudo asegurar la justicia social tan anhelada, siendo que aún no se contaba con el desarrollo tecnológico para ello. A través de este recuento, Arendt acentúa la distinción entre liberación, que frecuentemente involucra el uso de la violencia, y libertad, que es el fin deseado.

 

Para la revolución americana, perpetrada por una población comparativamente menor pero más próspera de colonos, dada la riqueza del Nuevo Mundo, la preocupación central era cómo mantener y fortalecer las libertades asociadas al autogobierno que había surgido gracias a la lejanía del poder monárquico, y sobre las cuales descansaba el ejercicio de la libre iniciativa y las normas de respeto a la propiedad y a las libertades de los demás (salvo los esclavos) como pilares de la sociedad deseada.

 

El reto de erigir un Estado federal a partir de las trece colonias autónomas, que no ahogara la soberanía popular conquistada, lleva a Arendt a argumentar a favor de la permanente participación de la población conjurada en la toma de decisiones políticas, garantía única de que la revolución no fuese secuestrada progresivamente por una casta cada vez más poderosa que decidiera, a distancia, en nombre de la sociedad.

 

Es decir, aparece el problema de la representatividad –necesaria en un país de las dimensiones del que se estaba constituyendo— ante la inviabilidad de ejercer una democracia directa al estilo de las ciudades-estado de la antigüedad clásica. El peligro que observaron algunos “Padres Fundadores” del nuevo estado federal, notablemente Jefferson, era que un poder constituido por una minoría de representantes que decidían “en nombre de”, tendía a propiciar que las mayorías utilizaran su libertad para refugiarse en su esfera privada de intereses, abandonando la política, salvo cuando les tocaba votar. Desaparecía la polis, espacio fundamental para el ejercicio de la libertad.

 

De ahí puede derivarse una noción de revolución centrada en la constitución de un régimen político que asegure la participación activa y directa de los individuos en los asuntos que les conciernen, plasmados en transformaciones institucionales fundamentales. El cambio de manos del poder político a través de proclamadas “revoluciones” que han salpicado tanto nuestra historia no pasaría de ser, en realidad, un golpe de Estado. Fueron revueltas que violentaron los mecanismos aceptados para el traspaso del poder, frecuentemente definidos por el autócrata de turno, pero no se asociaron a vuelcos significativos y duraderos en sus instituciones. Podrán haber sido acciones cruentas, capaces de desplazar a buena parte de la élite existente, pero no fueron revoluciones en el concepto de Arendt.

 

 En Venezuela, la llamada “revolución bolivariana” ha estado muy distante de todo lo planteado. Si bien se caracterizó como ruptura del marco institucional de la democracia representativa adeco-copeyana, lo hizo para entronizar una autocracia que fue acorralando y reprimiendo los ámbitos autónomos de participación y acción política de los venezolanos. Sólo admitía la conformación de espacios para la única expresión de “pueblo” aceptada, aquellos que plasmaran ciegamente la voluntad de Chávez.

 

Bajo su personalismo irresponsable, la “revolución” desembocó en la instalación de un régimen de expoliación militarizado, excluyente, amparado en la represión y en la negación de los derechos constitucionales; un caso claro de involución. Pero, al lado de esta ruptura (para peor) hubo también mucho de continuidad. Potenció enormemente las peores lacras del pasado, notablemente el populismo, el clientelismo y la corrupción asociadas al manejo discrecional de la enorme renta petrolera que pasó por sus manos.

 

De ahí que el desplazamiento de este régimen bien podría entenderse como una revolución de verdad, en los términos Arendtianos, si logra, a la vez que supera definitivamente al rentismo estatista, desarrollar y consolidar una democracia de avanzada basada en la descentralización, la apertura de la gestión de gobierno en todos los niveles al escrutinio público, el libre flujo de la información y, con ello, espacios para la potenciación de la iniciativa y la libertad de los venezolanos.


El concepto clave aquí es el de empoderamiento ciudadano. Nuestro gran reto, más allá de un programa económico coherente y eficaz, capaz de sacar a Venezuela del abismo en que la arrojó la mafia dominante, será forjar una cultura de participación, con su marco institucional correspondiente, que reconozca y potencie las potestades de organismos de base –sindicatos, gremios, asociaciones de vecinos, culturales, de consumidores, ecológicas, etc.—para aportar en la solución de los problemas e inquietudes que les conciernen, como para la vigilancia y llamado de atención activa a las acciones instrumentadas por los distintos niveles de gobierno.

 

Se trata de la crear espacios para lo que, en otro plano, conforma el capital social: la asociatividad, confianza mutua y reconocimiento, para que venezolanos bien informados y conscientes puedan motorizar los cambios y las respuestas requeridas ante los desafíos y oportunidades de la reconstrucción de Venezuela. El ingreso petrolero siempre será bienvenido, pero no debemos depender de él, más cuando, en manos del Estado, refuerza una cultura paternalista que consintió políticas populistas y clientelares que desembocaron en el actual régimen.

 

Estas referencias a una tensión ciudadana por inmiscuirse en los asuntos que le competen, así planteadas, podrían señalarse como una ilusión. Es, claramente, la aspiración de los demócratas a nivel mundial, en contraposición a las autocracias populistas que amenazan hoy las libertades públicas. La propia Hannah Arendt, al final del libro, tantea la idea de una arquitectura política enraizada en órganos de gobierno participativo local –municipios, cabildos, etc.-- sin atreverse a afirmar que sería la solución al problema de cómo reducir la desafectación de la gente por la polís, espacio de participación política de la ciudadanía.

 

Quizás sean, como figura ideal, una ilusión. Pero su conceptualización como referencia a la cual aspirar será un ingrediente permanente para la defensa de las libertades públicas que constituyen la esencia de la democracia. En la educación, la formación ciudadana y la apertura de espacios de participación están las garantías para la democracia futura en Venezuela.

 

 
 
Humberto García Larralde
economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela,
humgarl@gmail.com


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viernes, 8 de diciembre de 2023

GAZA, 7 DE OCTUBRE



GAZA, 7 DE OCTUBRE

Luis Marín

 


 

La Cátedra Pío Tamayo y el Centro de Estudios de Historia Actual de la Universidad Central de Venezuela convocó a un Foro titulado “La Franja de Gaza: ¿Guerra religiosa, político-imperial o por simple espacio?”, que se realizó el miércoles 29 de noviembre, fecha del 76 Aniversario de la aprobación de la Resolución 181 de la Organización de Naciones Unidas, en la que se propuso la partición del territorio del Mandato Británico de Palestina para dos Estados, uno árabe y otro judío. Como es bien sabido, los judíos aceptaron la propuesta y declararon la independencia del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948; pero los árabes la rechazaron e invadieron el naciente Estado judío para impedir su establecimiento.

 

En esta Resolución se encuentra el origen del mito de los 2 Estados, que conserva una extraña persistencia que se prolonga hasta nuestros días. Todavía se escucha a veces que una solución al conflicto podría ser que Israel volviera a las fronteras de 1967 para abrirle espacio a otro Estado; pero éstas ni son fronteras ni son de 1967, porque más bien se trata de las líneas de armisticio de la Guerra de Independencia de 1948, fijadas ante cinco potencias agresoras: Egipto, Jordania, Líbano, Siria e Irak.

 

Con más propiedad debería hablarse de la “solución de los 22 Estados” porque, en efecto, hay solo un Estado Judío y en cambio veintidós Estados inscritos en la Liga Árabe, incluso uno llamado “Palestina”, cuyo territorio coincide con el de Israel y su capital estaría en Jerusalén. Para advertir la desproporción basta echar una ojeada al mapa del Medio Oriente y norte de África, donde es difícil siquiera divisar el mínimo territorio en disputa.

 

La Organización de Cooperación Islámica agrupa 56 países más uno, “Palestina”, lo que es una anomalía porque se supone que la autoridad palestina es laica, no confesional y garante de todas las religiones por igual en Tierra Santa. La Organización de Países No Alineados reúne a 120 Estados y su presidencia la ostenta Azerbaiyán, miembro de la OCI. Estas estadísticas podrían explicar algunas conductas incomprensibles de la ONU.

 

Así que puede descartarse que estemos ante una mera disputa territorial, de simple espacio; cuando a la tierra se le pone el adjetivo de “Santa” ya la disputa toma un cariz religioso, la lucha por esa tierra se vuelve parte de la Jihad o Guerra Santa, que tiene el objetivo manifiesto de imponer el Dar Al Islam, el dominio musulmán, que implica aniquilar o someter incondicionalmente a los infieles.

 

Aunque para los judíos se trata de la Tierra Prometida, que Dios le concedió primero a Abraham y luego le confirmó a Jacob, en el judaísmo no existe nada equivalente a aquella guerra santa. Como religión no es proselitista, ni concibe la conversión por la fuerza, la aniquilación o sometimiento de infieles, como el Islam. La Milhemet Mitzvah, que podría traducirse como guerra por mandato o mandamiento, es mucho más que el “derecho de defensa” reconocido en occidente, entraña un imperativo, es una defensa obligatoria.

 

Finalmente, es un hecho notorio que dondequiera que se plantee un conflicto en la actualidad, inmediatamente las grandes potencias toman posicionamiento de uno u otro lado. Pero no sólo EEUU, como acostumbra rezar la izquierda al tratar del “imperialismo”, debe incluirse a Rusia como jugador en el tablero mundial, de inmediato a China, como la gran potencia emergente y en el Medio Oriente es imposible ignorar la presencia del Imperio Persa, que no es una potencia emergente sino que siempre ha estado ahí, presionando sobre occidente.

 

Habría que remontarse al primer imperio Aqueménida de Ciro II El Grande, 550 años AC, hasta Dario III, que terminó abatido por Alejandro Magno en el 330 AC. El Sasánida, que caería bajo el Islam en el 651 DC. El Safávida, del 1501 al 1722, convertido al chiísmo. Y el último, Pahlavi, desde 1925 a 1979, derrocado por la revolución islámica. Cabe preguntar si estos ayatolas son legítimos sucesores de aquellas dinastías; pero no podría dudarse que pretendan continuar el Imperio de los arios originarios.

 

Otro gran imperio que gravita sobre esta vasta región es el británico, que tiene la mayor responsabilidad en los desaguisados actuales, no solo porque ostentara el Mandato sobre Palestina después de expulsar al imperio otomano, contribuyera con los acuerdos secretos Sykes-Picot a los conflicto fronterizos entre los países que emergieron del proceso de descolonización, sino por la insidiosa hostilidad que siempre ha manifestado contra Israel y los judíos en general, desde las sucesivas ediciones del Libro Blanco hasta los actuales libelos difamatorios difundidos por la BBC de Londres.

 

Sería demasiado arduo remontarnos a las raíces del antisemitismo británico, siendo el primer país europeo en expulsar a sus judíos mediante un edicto de Eduardo I en 1290; pero es forzoso mencionar algunos datos sueltos que ayuden a entender esta compleja idiosincrasia que no es invención de la BBC o del diario The Guardian, sino que ellos la expresan.

 

La respuesta más fácil es que esta gente respira con la nariz de la Royal Dutch Shell, el gigante petrolero tan familiar en Venezuela y que fuera financista del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán y el régimen de Hitler, antes, durante y después de la II Guerra Mundial. O bien de la British Petroleum (BP), antaño Anglo-Persian Oil Company, fundada en Irán en 1908 que, para frustrar su nacionalización, conspiró para el derrocamiento de la República y la restauración del Sha de Persia mediante un golpe de Estado en 1953.

 

Otra respuesta más difícil sería admitir que todo el dinero de Catar, antigua colonia británica y principal financista de Hamás, no bastaría para comprar el odio sincero que destilan ciertos presentadores de la BBC, como una que le espetó a Naftalí Bennett, quien fuera Primer Ministro de Israel, que las fuerzas israelíes “son felices matando niños”. El punto no es lo mucho que esa mujer debe haber acariciado esa frase antes de escupírsela a Bennett, sino la plácida acogida que tuvo en la directiva del canal y en el público, porque nadie protestó, por más que esa señora no pueda tener evidencia alguna de esa felicidad que le imputa a las FDI; pero todos ven a los árabes celebrando, danzando y repartiendo dulces cada vez que asesinan a un judío, sea hombre, mujer o niño.

 

En RU no existe sanción social al antisemitismo. Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, ha ensayado con cierto éxito el antisemitismo político, fue jefe de la oposición y candidato a Primer Ministro. Roger Waters, airea su antisemitismo como un estandarte en sus conciertos para regocijo del público. Y no es inadvertencia: Apenas el teatro alemán le revocó un premio a la dramaturga Caryl Churchill por su militancia antiisraelí, decenas de intelectuales y artistas firmaron una carta pública para respaldarla. La solidaridad con el pueblo “palestino” es el barniz con que la aristocracia británica da lustre a un odio ancestral para hacerlo plausible, como si se pudiera ser antisemita y conservar la nobleza.

 

Quizás no se ha subrayado lo suficiente que no hay tirano que no sea antisemita o que este reproche no le calza a ningún liberal.

 

Luis Marín

07-12--23

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