sábado, 31 de octubre de 2020

EL FASCISMO Y LA DESESTABILIZACIÓN DEL PÁIS


El fascismo y la desestabilización del país
Humberto García Larralde



Increíble, pero cierto. El Madurismo sigue en sus cantinelas, impertérrito, mientras el país termina por desmoronarse sobre sus cabezas. Fascismo del subdesarrollo, porque al menos Hitler y Mussolini procuraban que sus países funcionaran, aunque fuese solamente para sostener el esfuerzo de guerra. Pero en la triste y trágica Venezuela de 2020, todavía se le ocurre al mamarracho de Tarek William Saab salir a denunciar que la detención de Roland Carreño –un desafuero más en la larga lista de atropellos a la justicia-- era porque estaba incurso en una conspiración, con Voluntad Popular, ¡para desestabilizar el país! Tan sumergidos en su mundo ficticio de clichés y excusas autocomplacientes están estos capos de mafia --que han chupado al país seco--, que continúan culpando a otros por sus barbaridades, como si nada. ¡Pero si el país lo vienen desestabilizando ustedes desde hace años! Lo desmontaron desde sus cimientos; no queda piedra sobre piedra. Acabaron con PdVSA, con los servicios públicos, con la libertad, la justicia y la autoridad, para dejarnos en una anomia, regida por criminales de cuello blanco, verde oliva o de franela con tatuajes. ¿estabilidad? Se refugian en un callejón sin salida que, más temprano que tarde, les cobrará bien caro. Prefieren cortocircuitar las pocas neuronas que les quedan repitiendo estupideces hace tiempo agotadas.

¿En qué país viven? ¿A quiénes se dirigen?

Tal conducta es expresión de que el combo de pillos y torturadores, con Maduro a la cabeza, ha decidido tirar la toalla en cuanto a “legitimarse” con carantoñas al juego democrático, como aquello de liberar presos políticos –como si fuera una concesión—, cuando el mundo está más que claro que nunca debieron estar presos. El empeño, hasta ahora no abortado, de insistir en las elecciones trampeadas de diciembre, cuando ya se ha cantado por adelantado el fraude a los cuatro vientos, es muestra de que, desde hace tiempo, no saben donde queda el freno en su carrera alocada al precipicio. Pero así es el fascismo. Peor que Jalisco, ni el empate lo satisface. O aplastan al otro o se inmolan. Recordemos a Hitler en su bunker echándole pestes a sus compatriotas por no haber estado a la “altura” de sus designios de grandeza y prefiriendo suicidarse ante su derrota, que negociar una salida.

Quien esto escribe, a pesar de haber insistido siempre en la naturaleza fascista o fascio-comunista del régimen, aboga por su salida pacífica, negociada, en aras de ahorrarle al país mayores sufrimientos. Ya ha sufrido demasiado. Pero su actitud hace cada vez más difícil acordar las bases mínimas de tal negociación. Como Hitler, prefieren atrincherarse en su bunker –no de concreto, sino de fantasías ideológicas—, que enfrentar la realidad. Mientras quede algo por robar –y están raspando con ahínco el fondo del barril—no cederán.    

Pero hace tiempo se les acabó la farsa. Su bancarrota se exalta ahora al encargar al esbirro militar, Reverol, ¡de la economía! ¡Ni gasolina son capaces de asegurar!  Su monigote “revolucionario” no tiene vida, es absolutamente inviable y su único destino es la muerte. Lamentablemente, no sólo del proyecto en sí, sino de buena parte de venezolanos, si no salimos pronto de él.

Por más difícil que pueda parecer la situación de las fuerzas democráticas en estos momentos, el futuro –y no muy lejos—les pertenece. ¿Hasta cuándo los fascistas van a prolongar el sufrimiento, torpedeando toda posibilidad de una salida que pueda ampararlos en lo inmediato –la justicia tardará, pero eventualmente llegará--, para sumergirse en su burbuja de consignas copiadas, imaginándose “blindados” contra la realidad? ¿Es que realmente creen que así habrán de salvarse? ¿Es que no queda nadie sensato ahí, con los pies en la tierra? ¿Todos son criminales enceguecidos por la rapiña?       


     Humberto García Larralde
economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela, 
humgarl@gmail.com
                                    
30 octubre 2020

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martes, 27 de octubre de 2020

LA ESTRATEGIA DE MONTANER





LA ESTRATEGIA DE MONTANER
Luis Marín

 “El tema de la campaña republicana es el supuesto socialismo de los demócratas. Ese argumento me ha mordido antes. No me lo creo. Ni Joe Biden ni Kamala Harris tienen nada que ver con la visión comunista de la sociedad”, escribe Carlos Alberto Montaner, en su ya larga e indigerible diatriba contra Donald Trump.

En esto los venezolanos podemos dar lecciones porque ciertamente que nos ha mordido ese argumento tan recurrente del “no vale, yo no creo”; pero también estamos escaldados en tratar de convencer a alguien del supuesto socialismo de sujetos como Maduro que aunque los únicos estudios formales que puede exhibir sean en la escuela de formación de cuadros del Partido Comunista de Cuba Ñico López, todavía hay quien se ofende con sólo escuchar que su régimen sea comunista.

CAM recuerda a un compatriota cubano que huyó alarmado de España apenas los socialistas ganaran las elecciones en 1982, contra cuya experiencia se estrellaba cualquier razonamiento que él alegara. A la luz de la situación actual de estos países ya debería ser suficiente para admitir que aquel compatriota suyo es quien tiene razón.

Refiriéndose a notables personajes de origen cubano que desempeñan altos cargos en el establishment americano dice que “probablemente, ninguno de ellos se hubiera establecido en los EEUU de haber estado en la Casa Blanca un nacionalista antiinmigrante como el señor Trump”, y esto lo escribe aunque esos señores están allí y Trump en la Casa Blanca.

DT estuvo casado con Ivana María Zelnicková, originaria de Checoslovaquia, y lo está con Melanija Knavs, natural de Eslovenia, es decir, con dos inmigrantes, no obstante, CAM insiste en esa monserga enfermiza de que DT es antiinmigrante, esto ignorando la cantidad de inmigrantes que apoyan entusiastamente su candidatura.

“Trump no quiere a los cubanos. Por lo menos no los quiere en territorio americano”. ¿Prueba al canto? Porque no revoca un decreto de Obama que suprimió el tratamiento de “pies secos, pies mojados” con que se beneficiaba a los cubanos que escapan de la isla. Mejor argumento imposible: la Orden Ejecutiva es de Obama; pero la culpa es de Trump.

“Tampoco quiere a los venezolanos, aunque los ayuda económicamente fuera de las fronteras estadounidenses. No les concede el Temporary Protected Status…”. En este punto es conveniente aclararle a CAM que el mayor interés de los venezolanos, en particular, la mayoría de la población, no es obtener un TPS en los EEUU, sino que se resuelva el problema interno del país, con lo que se solventaría no solo ésa sino la situación  del resto de los compatriotas en todo el mundo.

“No puedo ser trumpista, precisamente, porque Trump es un nacionalista, antiinmigrante, proteccionista, tres categorías que me producen un enorme rechazo.” Aquí comienza a despejarse el panorama. Veamos, CAM está contra los nacionalistas, ¿y cuál es la alternativa? Suponemos que alguna forma de gobierno mundial, que bien podría estar localizado en la ONU que, por cierto, ya se encuentra bajo la hegemonía socialista.

Lo de “antiinmigrante” alude a una cuestión que afortunadamente afecta más a Europa que a los EEUU, ¿cuál es la alternativa? ¿Un mundo de fronteras abiertas donde cualquiera pueda ir y venir según su criterio y circunstancia? Eso difícilmente se le podrá vender a ningún país de Europa individualmente considerado; pero lo más importante es que resulta un parte aguas que deslinda de qué lado está cada quien política e ideológicamente: la derecha es proteccionista, la izquierda se orienta hacia una confusa “sociedad abierta”.

No sólo la coherencia sino el lenguaje de CAM se desbarranca: “Entiendo que quiera sumar a los cristianos evangélicos, y que tome partido por los ´pro life´, aunque sea un tema resuelto por la Corte Suprema, pero alguien con su biografía al sur de la cintura, que se ufana de agarrar a las señoras por la entrepierna, seguramente lo hace como un sacrificio electoral más que como una convicción arraigada”.

En verdad la Iglesia Católica lleva el estandarte y sufre los más desconsiderados ataques por su firme actitud ´pro life´ y es el candidato Joe Biden, que se dice católico, quien no pronuncia la palabra “Dios” y tiene la comunión suspendida por su giro político a favor del aborto, una suerte de “bien vale la Casa Blanca una excomunión”.

En cuanto a biografías al sur de la cintura debería preocuparle más el ex Presidente Bill Clinton, porque su nieta, Paola Ramos, fue la Directora Adjunta de Medios Hispanos de la campaña electoral de Hillary Clinton. Antes estuvo al servicio de Obama y Biden durante todo su reinado.

Esta joven, que CAM promociona en su blog, realizó en estos días un reportaje según el cual “ViceNews visita Miami para ver como Trump está armando el socialismo para ganarse a algunos latinos”. El reportaje concluye advirtiendo sobre el peligro de “darle a la gente información que no necesariamente es correcta”. Esto es, “llamar a algunos candidatos comunistas cuando no están definidos como comunistas”.

Vocero de “For Lesbians Who Tech + Allies”, en ViceNews su trabajo se enfoca en LatinX, un neologismo originado en la comunidad trans que rechaza el sistema binario de géneros. Fue nominada a un premio por su reportaje “The LatinX Drag Queens Spearheading HIV Activismo on the border”, sobre la epidemia de HIV entre jóvenes gays mexicanos en Brownsville, Texas. Así destaca el tema de los inmigrantes en Miss Gay América, Arizona.

Es la hija de Jorge Ramos, el palangrista mexicano conocido en Venezuela por el reality show que escenificó con Nicolás Maduro el 25 de febrero de 2019, que luego el régimen proyectó completo, sin dar explicaciones del encontronazo, que se sabía que iba a ocurrir, ni el porqué y para qué la supuesta retención de las cintas para entregarlas después, mucho menos de cuánto costaría ese evento al erario público.

En realidad, un refrito del que escenificó con Donald Trump en la pasada campaña electoral de 2015. Entonces se dedicó a dictar conferencias acerca de cómo lo había hecho, que si tres cámaras colocadas aquí y allá, que si llevó un micrófono oculto para que su voz estuviera al mismo nivel del candidato, etcétera. Fue teatralmente echado de la sala para volver a entrar y confrontar a DT, todo muy calculado. Según su tesis, la TV no ocurre así, porque sí, sino que todo es “producido”.

CAM en su farragosa enumeración de razones por las que no le gusta DT nunca menciona su política hacia Cuba que, si no lo único, debería ser lo primero que nos interesaría; tampoco lo hace con la de Biden, lo que induce a pensar que resulta más fácil atacar al primero que defender al último.

En cambio, escribe vulgaridades como la siguiente: “Creo firmemente que los rusos pueden chantajearlo, no sólo por la mediación autorizada por Trump en las elecciones de 2016 y el 2020 (sic), sino por la procaz ´lluvia dorada´ que presuntamente le pidió a dos prostitutas sobre el lecho en que había dormido Barack Obama en una visita oficial a Moscú”.

Considerando que la visita de BO a Moscú fue en julio 2009 y el concurso de Miss Universo en Moscú al que asistiera DT fue en noviembre de 2013, la oferta turística de que pueda hacerse algo en el lecho donde durmió BO resulta muy poco creíble para cualquier huésped normal, si es que éstos admiten semejantes ofertas.

Sin embargo la clave de este dislate está en el “creo firmemente”, así como dice del supuesto socialismo del partido demócrata “no me lo creo”: Se puede creer algo inverosímil y no creer lo que está a la vista de todos.

La propuesta post liberal de CAM incluye además del anti nacionalismo, libre inmigración e implícita ideología de género, una especie de libre convicción.

Quien no la conozca, que la compre.

 

Luis Marín

25 octubre 2020


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lunes, 26 de octubre de 2020

LOS BUENOTES - LOS VERDUGOS DE VENEZUELA VI


LOS VERDUGOS DE VENEZUELA Y VI:
LOS BUENOTES
Humberto García Larralde

Venezuela se encuentra devastada, incapaz de proveer condiciones de vida mínimamente satisfactorias y dignas a la inmensa mayoría de su población. Su economía ha sido destruida, su industria petrolera desvalijada y los servicios públicos despojados de los recursos para su mantenimiento. Los venezolanos pasan días enteros –sino semanas—sin agua, con cortes recurrentes de luz y ausencia de gas, con pérdidas cuantiosas para el presupuesto familiar. Estas calamidades se acrecientan por la falta de gasolina, el colapso del transporte, ingresos miserables y la terrible inseguridad personal. Y ahora, con el informe de la Comisión de Verificación de Hechos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se confirma la perpetración de prácticas consideradas crímenes de lesa humanidad contra la población por parte de Maduro y su combo. Denuncias similares se venían haciendo desde hace tiempo por Foro Penal y otras ONG, y por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michele Bachelet.

Lo insólito y cruel es que tal tragedia ha sido urdida deliberadamente por quienes ocupan el poder. Una cúpula militar enviciada y una jerarquía política enferma han prohijado un entramado de complicidades con bandas criminales y traficantes de todo tipo para conformar un régimen de expoliación que está acabando con el país, ante la mirada alcahueta de un tribunal supremo vendido. Bajo tutoría cubana, Maduro ha logrado aglutinar en torno suyo a los personajes más perversos, lo peor de la sociedad, asociándolos a este proceso de depredación. Su estructura de poder es propia de una corporación criminal. Pero, sin tal entramado de complicidades no se explica su permanencia frente al Estado.  

Los atropellos que ha cometido y la violación abierta de los procedimientos democráticos, ha suscitado el repudio de unos 60 países al régimen, entre los cuales cabe mencionar los latinoamericanos que conforman el Grupo de Lima, EE.UU., Canadá y la Unión Europea. Si bien ello se ha reflejado en sanciones crecientes contra los perpetradores de los crímenes cometidos contra Venezuela y su gente, la resistencia y/o confusión –¿deliberada?-- de algunos actores en esos países, como al frente de terceros, ha logrado paliar otras, más severas, ofreciendo cierta salvaguarda al régimen fascista. Esgrimen, con sinceridad discutible, su oposición a cualquier forma de intervención en Venezuela, la necesidad de buscar una salida negociada, la autodeterminación de los pueblos, la inviolabilidad de la soberanía y otros alegatos “políticamente correctos”. En la medida en que se trata de argumentos, en principio, loables –todo el mundo preferiría una salida pacífica, concertada entre venezolanos-- podemos designar a quienes los esgrimen, como los “buenotes”. Pero en la medida en que sus acciones ofrecen respiro a las mafias que depredan al país, se asocian objetivamente con ellos, como sus verdugos. 

Sin duda hay quienes asumen estas posturas de buena fe, convencidos de que es el único camino para superar esta tragedia. En el otro extremo, asquean los que, haciéndose pasar por bien intencionados, se les distingue el cinismo a leguas. Entre éstos pueden señalarse los de la operación alacrán, ´diputados “formalmente” opositores, vendidos para usurpar la directiva de la Asamblea Nacional, y personajes como José Luis Rodríguez Zapatero, de quien no tengo dudas de estar en la nómina del fascismo madurista. Todavía más allá, se asoman los enemigos de la democracia, quienes esconden su afán de acabar con las libertades detrás de la bandera del antiimperialismo y de la defensa de los pueblos oprimidos. Aquí encontramos satrapías como la iraní y gobiernos autocráticos como el de Putin y Erdogán, sin mencionar los despotismos dinásticos de Cuba y Corea del Norte. Pero estos últimos contribuyen bastante poco a vender una imagen positiva de Maduro ante el mundo. Son caimanes del mismo pozo, cómplices abiertos de la destrucción del país. Difícilmente pueden pasar como “buenotes”.

Más preocupante es el vasto espectro intermedio, de cuyas intenciones no siempre puede uno estar seguro, que inciden en la conformación de la opinión pública, tanto nacional como internacional. Ello es así porque sus alegatos invocan valores genéricos que tocan las fibras sensibles de muchos. Los que no estén informados de la situación nacional pueden fácilmente reprimir todo juicio crítico ante estas nociones. Muchos que se consideran “progresistas” se dejan llevar por una retórica profusa en simbolismos de izquierda para absolver atropellos que, sin duda, serían condenados si proviniese de dictaduras de derecha. El neofascismo chavista está muy consciente de ello. Alimenta un imaginario en el que es víctima del imperialismo y de las sanciones internacionales impuestas a sus personeros. Por más gastadas que estén estos clichés, es antipático aparecer convalidando acciones del imperio contra una “revolución” de un país pequeño, que lucha “en beneficio del pueblo”. La burbuja ideológica que se ha construido el Chavo-madurismo proporciona una formidable defensa detrás de la cual agazaparse, sustituyendo el mundo real por una ficción que convierte sus crímenes en logros “revolucionarios”.

Un ejemplo es la “ley constitucional” (¿?) Antibloqueo. Este esperpento jurídico, salpicado con subtítulos altisonantes referidos al “pleno disfrute de los derechos humanos del pueblo venezolano”, el “desarrollo armónico de la economía nacional”, “la plena soberanía sobre todas sus riquezas y recursos naturales”, la “recuperación del ahorro de los trabajadores y trabajadoras” o la “atención prioritaria de planes, programas y proyectos sociales”, constituye, en realidad, una patente de corso para que Maduro obvie el ordenamiento jurídico que regula cualquier tipo de negocios, tanto a nivel nacional como internacional, y alegue reserva y confidencialidad para no presentar cuentas. Este libertinaje normativo, el extremo opuesto al régimen asfixiante que, durante años, se quiso imponer como socialismo, no ofrece, como tampoco aquel, garantía institucional alguna para el desarrollo de la iniciativa privada. Favorece operaciones a discreción con los activos del estado, facilitando aún más, la depredación de las riquezas minerales del país que, en buena parte, terminan en los bolsillos de algún representante de las mafias.                                                   

¡Mayor cinismo en el enunciado de sus propósitos, imposible! Mientras más aislado, más se atrinchera Maduro en su mundo de embustes para continuar destruyendo al país. Se le estrecha la mente, como revela la referencia al “bloqueo”, símbolo retórico del antiimperialismo cubano. Contra toda lógica, en sus momentos más difíciles, los maduristas se vuelven más fanáticos e intratables. Este blindaje contra la realidad es propio de todo régimen fascista. Como muestra está el empeño de pasar la aplanadora de unas “elecciones” parlamentarias fraudulentas al costo que sea, que nadie, salvo los cómplices de la corporación criminal internacional que se ha apoderado de Venezuela, van a reconocer.     

Difícil objetar la búsqueda de una salida pacífica negociada, aun cediendo posiciones a representantes de la mafia para que puedan escapar. Lamentablemente, la oligarquía militar – civil ha rechazado, una y otra vez, tales propuestas. Es su naturaleza. Es menester, por ende, lograr una posición de fuerza que la haga ver que no tiene otra alternativa, que su salida negociada es la única opción. Para ello debe neutralizarse las confusiones de los “buenotes”. Es menester separar el grano de la paja y hacer aún mayores esfuerzos por desnudar la impostura de los criminales que acaban con Venezuela.

En el pasado, los epígonos de Hitler y Mussolini terminaron siendo reconocidos como lo que fueron: enemigos de la humanidad, superadas las ilusiones que sembró en Munich el Primer Ministro Británico, Chamberlain. Hoy toca situar a los Rodríguez Zapatero y demás cómplices como lo que en verdad son, defensores del fascismo.

Humberto García Larralde, economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

24 octubre 2020

humgarl@gmail.com


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sábado, 17 de octubre de 2020

UN MUNDO MUERTO



UN MUNDO MUERTO 
Agustín Blanco Muñoz


Caramba profesor, menos mal que vino hoy a la bodega. Porque siento que andamos en un mundo como el que anunciaba una vieja canción: ¡Ay, que miedo me da que el mundo se va a acabar! Y uno preguntaba si eso era verdad y los adultos no sabían o se reían.

Pero hoy la situación la veo como más difícil con eso que dicen del nuevo orden económico mundial que podría llevar a un gran zaperoco bélico nuclear y computarizado entre los imperios antiguos y emergentes que no sólo haría temblar de miedo al mundo, sino que ahora, de verdad, podría acabarlo. ¿Sería la guerra que nos llevará a un mundo muerto, profesor?

Don Antero, comparto su preocupación que toca el destino de esto que llaman humanidad, en una hora en la que todo tiene inscrito el sello de la muerte. Pero creo que debemos ver esto con más realismo que el escenario en el que creemos vivir. No vamos hacia, sino que nacemos en un mundo muerto.

Un mundo abierto para las grandes mayorías desheredadas y puestas al servicio de las minorías de la explotación para conformar simples fichas que apenas subsistan. Es la misma sobrevivencia de la esclavitud, lo que significa que este sobrevivir tiene los siglos de la propiedad sembradora del mundo muerto. Sólo las minorías beneficiarias de la riqueza proclaman la vida y contribuyen directamente a la extensión e intensidad de la muerte colectiva.

Párese ahí profesor, porque lo que dice es muy grave. ¿Entonces la inmensa mayoría de los hombres nacen materialmente muertos? Es así Don Antero. Hoy se nace con la condena a muerte encima que se aplicará en el más breve plazo. Y es tan grave el cuadro que a cada uno de nosotros le cuesta saber qué es la vida y si en realidad vive.

Y supongo que la cosa es más trágica por lo del CV-19. Exacto, Don Antero. A esta hora las grandes mayorías ven con claridad, terror y amargura que todos los caminos conducen a la negación de la vida.

¿Y  en todo esto, profesor, hay sociedades o países que marquen una excepción? No, mi querido amigo. En general es la muerte imparable de siglos que en esta fecha puede hacerse más intensa si la guerra de los imperios, ahora en débiles generaciones, asume el nivel mundial. Se ratificaría así, en la práctica, que este ya es un mundo muerto.

Sancho, ¡En este mundo y Venezuela, buena parte de la supuesta vida se nos va en ver y contar injusticias, muertos, tragedias y tristezas!


17 octubre 2020

abm333@gmail.com
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domingo, 11 de octubre de 2020

BIRMANIA PARA CUBA


BIRMANIA PARA CUBA

Luis Marín

 

Las revelaciones hechas por Antonio Rodiles, Guillermo “Coco” Fariñas y otros opositores dentro de la isla, de que el plan de Obama para Cuba seguía el modelo implementado en Birmania, ha causado cierto revuelo entre los observadores de la realidad cubana, tanto más sorprendentes cuando se colocan en perspectiva con lo que está ocurriendo en Venezuela.

Como punto de partida aquella administración presuponía que se trata de países muy pequeños, mientras que los EEUU son lo suficientemente poderosos como para no verse afectados significativamente por lo que allí ocurra, así que pueden ensayar políticas inéditas sin exponerse, de manera que si algo sale mal, pues, se rectifica y no hay mayor problema.

Otro presupuesto es un tipo de negociación, de escuela de Harvard, para la que no hay límites infranqueables, puede llegar a cualquier extremo, al punto de incorporar a enemigos irreconciliables, dando lugar a situaciones desafiantes, arriesgadas, peligrosas, cuando no sencillamente suicidas.

Como ejemplos de la “doctrina Obama” podrían citarse las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, las armas químicas de Siria, la violación de la alianza con Israel, el acuerdo de paz Santos-FARC, el menos conocido arreglo con los militares birmanos y lo que consideró como uno de los mayores logros de su administración, el deshielo, apertura o “nuevo capítulo con el pueblo cubano”, en realidad, con la junta militar comunista.

En este punto es donde adquiere relieve el oscuro arreglo con los militares birmanos en que se les ofrecía la suspensión de las sanciones, incluso el embargo de armas, parte del congreso y los principales ministerios, a cambio de incorporar a la líder opositora Aung San Suu Kyi en una suerte de gobierno que no era de transición sino de cohabitación indefinida.

Las consecuencias están más o menos a la vista: la dictadura se estabilizó y cada tanto la llamada comunidad internacional se escandaliza por la represión, la violación de los derechos humanos, la aniquilación de minorías étnicas, particularmente de la conocida como Rohingyá, que tiene dolientes, porque además resultan ser musulmanes.

Suu Kyi ostenta un poder de facto como “Consejero de Estado”, porque nunca le permitieron asumir el poder formal mediante argucias constitucionales por haberse casado con y tener hijos extranjeros, es atacada desde diversos flancos, piden que la despojen del Premio Nobel de la Paz que le otorgaron en 1991 y hasta la llevaron a la Corte Penal Internacional acusada de genocidio; pero todos olvidan quienes armaron la tramoya que la puso en esa situación y luego la abandonaron en ese berenjenal.

Sin embargo algunos consideran este modelo como exitoso, por ejemplo, Tom Malinowski, asistente del Secretario de Estado de Obama, John Kerry, habría manifestado en su oportunidad cuánto lamentaba que Cuba no tuviera una Aung San Suu Kyi en aquellas circunstancias tan propicias para el país.

No la tiene, pero hay ciertos paralelismos que resultan inquietantes. En efecto, el Instituto de Liderazgo Hispano del Congreso de los Estados Unidos le otorgó a Rosa María Payá el Premio Internacional de Liderazgo Ileana Ros-Lethinen el 30 de septiembre del corriente año; indiscutiblemente, se trata de una investida líder de la oposición cubana.

Su padre, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá Sardiñas, fue asesinado en julio de 2012 por la tiranía de Castro, coincidencialmente, como el padre de Suu Kyi, héroe de la independencia de Birmania, Aung San, fue asesinado en julio de 1947 por agentes de una conspiración palaciega.

De manera que sólo faltaría que le otorgaran el Premio Nobel de la Paz (cosa que no resulta difícil para la izquierda global que controla los mecanismos de Oslo) para tener una figura completa para armar la “transición” en Cuba.

En contrapartida, las sanciones a los ministros de las FAR, del Interior y al jefe del emporio militar/mercantil GAESA, ex yerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, pueden interpretarse como incentivos negativos para crear el escenario de una negociación. 

RMP coordina el proyecto “Cuba decide” que propone la realización de un plebiscito vinculante mediante el cual el pueblo cubano decidiría si prefiere la realización de elecciones libres, justas, plurales, con libertad de expresión, prensa, organización, en fin, lo propio de una democracia liberal tipo occidental; o permanecer bajo el régimen comunista. Se le ha objetado que los derechos no son decidibles, en particular los derechos humanos, que se tienen por el simple hecho de ser concebido como ser humano.

Su otra línea de acción es la llamada “ayuda humanitaria”. Recientemente su iniciativa “solidaridad entre hermanos” realizó una colecta de bienes en la ciudad de Miami con la finalidad de enviarla para ser distribuida en la isla a las familias que así lo requirieran. Se dice que la ayuda llegó al puerto de Mariel donde espera a ser reclamada no se sabe por quién ni mediante qué procedimiento.

En este punto muerto de la “ayuda humanitaria” es inevitable observar las coincidencias en la conducta de la oposición oficial en Venezuela, que el 23 de febrero de 2019 se planteó la determinación de que la ayuda entraba “si o si”, para terminar varada en un atolladero en que no puede avanzar ni retroceder.

Asimismo, reincide en la fórmula de realizar otra consulta popular vinculante sin que haya cesado la usurpación ni formado un gobierno de transición, como era su mandato original.

Resulta por tanto que no sólo los regímenes de La Habana y Caracas están unidos en una sola revolución, sino que también algunos sectores de las oposiciones oficiales respectivas parecen estar unidos en un programa y proyecto común.

Pueden rastrearse en el substrato ideológico algunas pistas porque el movimiento cristiano liberación y su proyecto insignia “Cuba decide” son declaradamente demócrata cristianos; así como en Venezuela los partidos Primero Justicia, las varias facciones de lo que fue el partido COPEI y a nivel continental la ODCA, que los agrupa a todos, cuyo Consejo Superior se manifestó a favor de las elecciones parlamentarias del 6D, así como lo hizo la Conferencia Episcopal Venezolana.

Joe Biden, que promete seguir la política de Obama hacia Cuba, es católico, aunque con la comunión suspendida por apoyar políticas pro aborto; John Kerry, católico, apostólico y romano; su ya citado ex asistente, Tom Malinowski, polaco, experto en derechos humanos, militante de Human Rights Watch, organización financiada por George Soros, hizo campaña por el cierre de Guantánamo, se desempeña en el lobby anti-Israel y anti-Trump de la Cámara de Representantes.

Sin riesgo de ser acusado de seguir ninguna teoría de conspiración puede afirmarse, sin ofender, que todos son votacionistas a carta cabal, por la convicción de que esta es la única manera de resolver los conflictos de forma “pacífica” y profesan una invencible adhesión a la caridad cristiana, entendida como asistencialismo, la ayuda a los más necesitados.

El mismo cardenal Jaime Ortega reveló que fue él, personalmente,  quien fungió de correo entre Raúl Castro, Barack Hussein Obama II y el Papa Francisco, durante la negociación secreta del llamado deshielo, que culminó con la reapertura de las embajadas y las visitas al primero de estos últimos.

El Superior General de los Jesuitas, Arturo Sosa, quien fuera rector de la Universidad Católica del Táchira, mediador y garante de la seguridad de Chávez durante su golpe de estado de 1992, ostenta el número 810 en el Manifiesto de Bienvenida a Fidel Castro, dado en Caracas el 1º de febrero de 1989.

Incluso Juan Guaidó es egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, por lo que bien podría calificar como hermano de esta santa cofradía.

Luis Marín

07-10-20

 

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sábado, 3 de octubre de 2020

DEL ESPEJITO A LA MORTADELA



DEL ESPEJITO A LA MORTADELA
Agustin Blanco Muñoz

 

Hace 528 años, a propósito del mal llamado descubrimiento se inauguró en estas tierras la empresa del reparto. Y lo primero, al decir de cronistas y comentaristas, fue poner en manos de originarios que sobrevivieron la  invasión, un espejito que servía como material de distracción y artículo de cambio por una perla o cualquier pedacito de metal precioso.

Así se planteó la supuesta convivencia, capacidad de negociación y acuerdos entre las partes, calificadas como beligerantes y enfrentadas. El objetivo de esta “política” es claro: ‘el encontrado, hallado o descubierto’ es comprable, dócil, manejable. Una  cosa inferior, especie de animalidad que fue descubierto y sometido.

Se intenta desvirtuar de este modo que se haya aplicado el exterminio contra millones de originarios. ¿Cómo negar entonces que se juntaron lanza y cruz para someter, vejar y asesinar? ¿Se estableció o no el ultimato ‘hazte cristiano o muere’ contra herejes y salvajes sin el menor vestigio de civilización y cultura?

Y a 5 siglos de este holocausto, seguimos enfrentando el estigma de que somos descubiertos e inferiores y proclamamos que ‘Nadie descubre a nadie’ y que ‘No hay sociedades descubridoras o descubiertas, superiores e inferiores’. A la hora en que se supone la existencia de una forma de vivir y un comportamiento ético, creador, productivo y autónomo, conseguimos que sigue vigente el espejito del reparto como forma de dominación.

Regalo, engaño y presión para obligar al débil a depender y a sobrevivir en la miseria. Es la permanente tesis invasora aplicada incluso ‘a lo largo de nuestras repúblicas’.

El mismo VicePres del PSUV Diosdado Cabello el 30/09/20 criticó a los candidatos a diputados de su partido que hacen campaña electoral con el reparto, nada ético, de mortadelas y pollos. Y afirma:  se hace campaña con ideas y propuestas. ¿Pero se ha establecido aquí en 20 años de revolución un plan que lleve la gente de abajo, desde el infante al viejo, a la producción, a un hábito y disciplina de trabajo?

¿Por qué ‘los socialismos’ no crean programas y condiciones para llevar  la pobreza a una producción independiente y libre? ¿Por qué se privilegia las llamadas medidas solidarias y no se ayuda y prepara con dirección al vivir sin ataduras?

Sancho, ¡mientras estén vigentes las leyes espejito y mortadela la pobreza seguirá sobreviviendo en la misma miseria impuesta!


  @ABlancomunoz / abm333@gmail.com

03 de octubre 2020

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