domingo, 21 de enero de 2018

IMÁGENES INDELEBLES




En pocas palabras


IMÁGENES INDELEBLES
Ramon Peña

¿Por qué me aguijoneas si te estoy
ayudando a cruzar el rio?
preguntó la ranita al escorpión.
Lo siento, esa es mi naturaleza,
le respondió.

Fábula popular

Si faltaba horror en El corazón de las tinieblas de la Venezuela de hoy, el país y el mundo entero han presenciado en tiempo real las imágenes de la masacre a sangre fría de unos venezolanos rebeldes que negociaban su rendición ante la fuerza pública y la justicia. Las premonitorias grabaciones que el líder del grupo, el Comisario Oscar Pérez, tomó cuidado en enviar a las redes sociales antes del brutal ajusticiamiento y las de los celulares indiscretos que registraron el desmesurado ataque con armas de guerra, reafirman una vez más ante el mundo la naturaleza despiadada y malandra de la banda gobernante.

Esta acción de los matones del régimen nos ha recordado uno de los iconos más representativos de la cruenta Guerra de Vietnam: aquella fotografía, tomada en febrero de 1968, luego de la masiva Ofensiva del Tet, en la que un general del ejército de Vietnam del Sur dispara a la cabeza de un joven del Vietcong, prisionero, indefenso y esposado, en una calle de Saigón.



La gráfica, testimonial del cobarde gesto de este oficial de una tiranía que era respaldada por el ejército de Estados Unidos, produjo repudio y condena mundial. En la sociedad norteamericana, desató un categórico rechazo que liquidó las aspiraciones del guerrerista Lyndon B. Johnson a ser reelegido Presidente.  

La pandilla que nos rige podrá continuar mintiendo y deformando los hechos, pero le será imposible borrar las imágenes acusadoras de los medios digitales. Son tan indelebles como aquella gráfica de Saigón. Cuando llegue la hora de la justicia estos criminales se las verán con los celulares como testigos de cargo.

Ramón Peña
22/1/2018




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¿Y AHORA QUÉ?




Del POR AHORA... al
¿Y AHORA QUÉ?
William Cárdenas Rubio


Óscar Pérez lo logró! Los derrotó muriendo con valor y dignidad! Tuvo la entereza que no tuvo ni el mismo Hugo Chávez cuando, rendido el 4 de febrero de 1992, aprovechó su intervención de un minuto en la televisión para causar un auténtico terremoto, al pronunciar aquel famoso “POR AHORA”, nacer a la vida política de Venezuela y provocar la mayor tragedia que jamás ha vivido nuestra sociedad.

Gozaron los insurgentes de entonces, incluido un acobardado Diosdado Cabello, de todo el respeto a sus derechos ciudadanos, sin reparar en que habían cometido un acto de traición, al utilizar las armas que la patria les había confiado, para insurgir en contra de sus instituciones democráticas.

También el 11 de abril del 2002, cuando Hugo Chávez provocó la Masacre de El Silencio, sus derechos fueron resguardados, se le ofrecieron todas las garantías, se respetó su vida y hasta se le brindó el auxilio espiritual, que requirió entre lágrimas y sollozos.

Con Óscar Pérez sucedió todo lo contrario. Hasta 600 hombres de los diferentes organismos de inteligencia, seguridad del estado, de las Fuerzas Armadas y grupos terroristas paramilitares, que actúan a las órdenes del alto gobierno, fueron movilizados para reducir de manera artera, cruel y despiadada, a un grupo de 8 personas, entre ellas una mujer y un niño, que habían manifestado su disposición de rendirse y entregarse a las autoridades.



Más de 150 vehículos transportaron aquel extenso y macabro pelotón de verdugos, que han protagonizado una de las páginas más tristes y vergonzantes de la historia de nuestras Fuerzas Armadas, pues valiéndose de la superioridad numérica, haciendo uso de fusiles automáticos de asalto, carros blindados, tanques, lanza misiles y granadas, con un escandaloso poder de fuego, procedieron a ejecutar extrajudicialmente a Óscar Pérez y las personas que le acompañaban, incluyendo en la operación los correspondientes tiros de gracia.

Lo que nunca pudieron imaginar era que aquellos 8 hombres ya heridos, mantuvieran su firmeza y dignidad, como nunca ellos lo habrían hecho, para con una valentía poco común, grabar en vídeos su sacrificio, permitiendo que todo el mundo se enterara, en tiempo real, de lo que estaba ocurriendo aquella mañana del 15 de enero pasado, y especialmente, que esa Comunidad Internacional, que no termina de reaccionar, evidenciara finalmente el carácter de un régimen violador de los derechos humanos, que ha cometido uno de los crímenes más odiosos que hayamos conocido jamás.

Las imágenes demoledoras de La Masacre del Junquito remueven la conciencia de todos, para llevarnos a la conclusión de que esto no puede continuar, que hay que ponerle fin a nuestra tragedia, para honrar el sacrificio de Óscar Pérez y los suyos, de los 140 jóvenes inmolados el año pasado, de los asesinados anteriormente, de los miles de heridos y detenidos ilegalmente, de los torturados, de los perseguidos y de todos aquellos que han sufrido en sus carnes la acción de unos criminales desalmados.

Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Néstor Reverol, Freddy Bernal, Tarek El Aissami, y tantos otros que tendrán que responder ante la justicia como autores mediatos de este crimen de lesa humanidad, perdieron su última batalla. Pensaron que pasando por encima de la vida de estos mártires con toda la fuerza arrolladora de sus ejércitos y armas, iban a lograr una gran victoria, pero resulta que el valor de Óscar Pérez y sus compañeros, armados tan sólo con un teléfono celular, los ha derrotado.

Nunca antes un aparato tecnológico tan aparentemente inofensivo como un teléfono celular, ha evidenciado ser un arma con tanto poder de destrucción.

William Cárdenas Rubio
Madrid, 20 enero 2018


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sábado, 13 de enero de 2018

YO ACUSO Héctor Silva Michelena



YO ACUSO
Héctor Silva Michelena


“Por eso me dirijo a vos gritando
la verdad con toda la fuerza de mi
rebelión de hombre honrado”.
Émile Zola.

Este es un grito de la verdad que hago llagar a oídos de la señora Silvia Fernández de Gurmendi, presidente de la Corte Penal Internacional (CPI), y a todos los hombres y mujeres que aman la libertad y la justicia. Hago esta rebelión ya que la justicia en mi país no es objetiva, no es imparcial y carece de la auctoritas, es decir, de la cualidad por la cual una persona se hace merecedora del respecto de los que la rodean a través de la experiencia, y la realización plena y completa durante mucho tiempo de otras virtudes. Es una opinión acusatoria del el alto gobierno, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, por el delito de genocidio, de agresión y de lesa humanidad, durante y después de las protestas opositoras realizadas entre abril y junio de 2017.

Esta opinión se suma a las denuncias introducidas por la abogada Tamara Suju (23 de julio) contra 57 altos cargos del gobierno de Nicolás Maduro, y los delitos expresamente señalados en las acciones incoadas, adicionalmente, ante la CPI por la fiscal ilegalmente removida Luisa Ortega Díaz (16 de noviembre), los senadores de Colombia y Chile (19 de julio), y la Plataforma Democrática de Venezolanos en Madrid (7 de septiembre).

Yo acuso a Nicolás Maduro como el mayor responsable de los delitos de genocidio, agresión a los manifestantes, detenciones arbitrarias, torturas psicológicas y físicas. Yo acuso a los miembros del llamado Comando Antigolpe, que el jefe del Estado nombró en enero de 2017, para reprimir cualquier protesta o disensión contra su mal gobierno. Allí figuran el vicepresidente Tareck el Aissami, el ministro de la Defensa y comandante estratégico operacional, general Vladimir Padrino López; el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol; la ex canciller Delcy Rodríguez; el ex presidente de la Asamblea Diosdado Cabello; la almiranta Carmen Meléndez, ex ministra de la Defensa y vicepresidenta de Soberanía Política, Seguridad y Paz; el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), general Gustavo González López, y el comandante general de la Milicia Nacional, mayor general César Vega González, el comandante de la GN Antonio Benavides Torres, tristemente célebre por su sevicia y encono contra los disidentes.

Yo acuso a la Guardia Nacional y a la Policía Nacional, mal llamadas bolivarianas, de las torturas habituales que van desde la intoxicación por el uso excesivo de bombas lacrimógenas hasta golpes con objetos contundentes, violaciones o tratos crueles y humillantes, como las denuncias presentadas por detenidos que aseguran que los obligaron a comer excrementos y gusanos o a vestirse con ropa empapada en heces, y de infligir a los manifestantes y detenidos graves daños corporales que dejaron duras secuelas. Son prácticas sistemáticas. Se trata de la cadena de mando de los funcionarios implicados en las torturas. Aquí acuso al director de la Policía Nacional Bolivariana, Carlos Alfredo Pérez Ampueda, y al director del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, Douglas Rico.

Yo acuso al alto gobierno venezolano, y a los que monopolizan las armas de ignorar y despreciar el informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, presentado el pasado 30 de agosto, donde se denuncia el uso letal de la fuerza y la ejecución de actos de tortura por parte de policías y militares contra manifestantes y detenidos durante las protestas en contra de la ilegal y fraudulenta asamblea nacional constituyente. La legítima Asamblea Nacional venezolana es la elegida, en comicios populares, el 6 de diciembre de 2015. Y el legítimo TSJ es el designado por esa Asamblea, que representa la voluntad de nuestro pueblo, aún hoy en día. Sus magistrados han sido perseguidos y están en el exilio. Hago esta denuncia basado en el informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que confirma que lo que está pasando en Venezuela no son actos fortuitos sino crímenes de lesa humanidad.

Yo acuso a todo el alto gobierno, a las FAN, a la PN, al Sebin, al Cicpc y a los paramilitares, pagados por el gobierno, de llevar a cabo un plan de “limpieza social” de apartheid o segregación, de desconocer más de 1.000 elementos probatorios de la violación de los derechos humanos, y de los reconocimientos médicos legales, psiquiátricos, inspecciones técnicas y entrevistas a las víctimas indefensas. Yo los acuso de ser los responsables del número de muertos que entre enero de 2015 y junio de 2017 llegaría a las 8.000 personas, un verdadera epidemia que asola Venezuela.

Yo acuso a los agentes del Sebin de ser despiadados torturadores sin alma y sin compasión por el ser humano, de ser entrenados psicópatas, de ser criminales a sueldo oficial, pagados por los venezolanos para reducir a los detenidos políticos a condiciones incompatibles con la dignidad humana, causantes de toda clase de traumas, muchas veces irreductibles e irremediables, que dejan graves secuelas de por vida.

Este es el testimonio de Daniel Ceballos, plasmado en una carta del 30 de diciembre pasado, que llegó a manos del portal El Estímulo, y cuyas notas finales transcribo: “Desde el Helicoide. Estas líneas las escribo luego de haber sido despojado de mis libros y mis lápices el pasado 25 de diciembre por una comisión de funcionarios del Sebin, con órdenes del comisario Richard Centeno, alias ‘Pachuco’, como represalia a mi actitud de resistencia y no cooperación frente al hostigamiento de hacerme tres fotos al día y usar un grillete electrónico en mi tobillo, en el fondo del último calabozo de la cárcel del Helicoide. El tigrito es una minúscula celda de castigo en donde son confinados los presos de la cárcel del Helicoide, para aplicarles la ‘Bolsa’ y el ‘Baigón’, instrumentos de tortura”.

Yo acuso formal y públicamente estos procedimientos de los mandos medios, de violar sistemáticamente los derechos humanos de miles de compatriotas nuestros, que luchan por la Constitución y la democracia.

Yo acuso a los altos mandos de ejército y de la nación que lean este artículo, de criminal complicidad, si no detienen de inmediato esta situación que hiere los sentimientos más elementales de solidaridad humana de los venezolanos no afectados por la vesania o el fanatismo.

Estos crímenes son parte de una política oficial para reprimir las protestas y manifestaciones del pueblo venezolano, y de acciones de un hampa desatada ante la pasividad y la impunidad del gobierno. Texto Ortega Díaz (Enlace: http://elestimulo.com/blog/estas-son-las-acusaciones-con-las-que-piden-prision-para-maduro-y-4-de-sus-generales/).

Yo acuso al espurio fiscal Tarek William Saab y a todos los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia de grave complicidad con las violaciones de la Constitución y las leyes, por lo cual me veo en la necesidad de acudir a este expediente por cuanto en Venezuela no hay justicia. No es posible que se logre sancionar a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad.

Yo acuso, con gran fuerza, a Nicolás Maduro de violación flagrante de los artículos 5, 70, 347, 348 y 350 de la CRBV, por haber convocado una asamblea nacional constituyente, sin cumplir los requisitos de respeto a la soberanía popular, que reside intransferiblemente en el pueblo. Lo acuso del grave delito de abolir la soberanía popular, conquistada por el mundo democrático tras duras luchas de sangre derramada.

Yo acuso al gobierno, y a su jefe, Nicolás Maduro, de haber entregado gran parte de la soberanía nacional hasta degradar a Venezuela a ser un protectorado de Cuba, directamente o por medio de sus agentes del G-2 en Venezuela. Yo acuso a Maduro de haber endeudado ilícitamente a la nación venezolana, imponiendo sobre sus ciudadanos una pesada carga que solo ellos van a soportar.

Yo acuso al gobierno venezolano, en todas sus filas, por la desesperada situación de miseria, empobrecimiento masivo, desnutrición, enfermedades e inseguridad personal derivadas exclusivamente de las pésimas políticas públicas puestas en práctica, sin escrúpulo alguno.

Declaro que no conozco ni he visto nunca, en carne y hueso, a las personas y entidades a quienes acuso. Las considero como entes, como espíritus de maleficencia, social y personal. Y el acto que aquí realizo no es más que una obligación ciudadana, un medio de activar la explosión de la verdad y de la Justicia, esa diosa griega –Temis, de origen egipcio, de Maat– violada incontables veces por el sistema judicial venezolano y su cabeza, un TSJ espurio.

El significado de los elementos principales de la dama de la justicia es el siguiente: balanza: representa la consideración objetiva de los argumentos de las partes en controversia. Venda en los ojos: representa la imparcialidad para resolver el caso, ver los hechos o controversia, no a las personas. Espada: representa la autoridad y la capacidad de coerción para imponer las decisiones tomadas.



Coda: un día como hoy, 13 de enero de 1898, el escritor francés Émile Zola publicaba su J’accuse...! (en español, Yo acuso) en el diario L'Aurore, un severo alegato en forma de carta pública, dirigida al presidente de Francia, Félix Faure, en favor del capitán Alfred Dreyfus, judío francés acusado injustamente de alta traición. Posteriormente, Dreyfus fue hallado inocente y rehabilitado en 1906.




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miércoles, 10 de enero de 2018

SOBRE LA DEMOCRACIA - RESPUESTA A OTILIO CAÑIZALEZ



LUIS ENRIQUE SUCRE RESPONDE
Respuesta a Otilio Cañizales crítico del artículo titulado: 

Sin ánimo de polémica ni controversia, quiero dirigirme al Sr. Otilio Cañizales , quien muy gentilmente leyó el artículo publicado por mí, sobre el alzamiento del 1º de Enero de 1958 y el nacimiento de la democracia en Venezuela. El  lector formula  observaciones muy valederas. Pero en  nuestro criterio, algunas de ellas, no se ajustan a la realidad.

Todo surge porque el participante sostiene que la paternidad de la Democracia en Venezuela ya ha sido atribuida a diversos personajes a lo largo de la historia. Y  es aquí  donde el  Sr Cañizales  se queja y manifiesta su disconformidad con mi artículo, afirmando que dicha publicación,  le ha producido  confusión.

 En tal sentido debo aclararle lo siguiente: entre los personajes señalados como padres de la Democracia, cita entre otros, al Padre de la Patria Libertador Simón Bolívar, y esto constituye una verdad no terminante. Es necesario recordar, que el Libertador fue un aristócrata convencido, un mantuano criollo de vocación clasista que luchó por la libertad, la independencia y el conjunto de valores republicanos.

Sin embargo, no se puede olvidar que se movió entre la democracia y la dictadura.  Y a la final no dejó establecida la democracia como el sistema que debía servir de marco organizacional de la República de Venezuela. Y luego de su muerte se produce una larga sucesión de dictaduras.

En sus innumerables discursos, proclamas y su copiosa correspondencia Bolívar no plantea la democracia como la forma de gobierno que debería implantarse. No lo coloca como un objetivo a alcanzar. Hay que tener en cuenta más bien que llegó a asumir la condición de dictador.

Otro de los personajes señalados en el escrito es el general Eleazar López Contreras. Este personaje tuvo nexos y compromisos bastante sólidos con el gomecismo. Fue miembro prominente de ese gobierno. En ningún momento asume la condición de opositor. Y en su gobierno arremetió contra todas las organizaciones políticas opositoras y aventó sus dirigentes al exilio.

Es  necesario señalar además  los numerosos  presos políticos, los ataques a la prensa y a periodistas y una férrea censura a la misma que tiene un punto altamente trágico el 14 de febrero de 1936 en lo que se conoce como la masacre de la Plaza Bolívar. También  se recuerda el ataque armado contra  la antigua Universidad Central de Venezuela,   donde perdió la vida el estudiante Eutimio Rivas, y  asimismo, numerosos  heridos. En consecuencia, en  dicho período de gobierno  no se puede hablar en puridad, de la Democracia sustentada por el general López Contreras y mucho menos atribuirle su paternidad.

Y por último, se cita  como padre de la Democracia al Sr. Rómulo Betancourt. No dudamos de su vocación democrática y de su deseo ferviente por implantar la Democracia en el país. Pero por las circunstancias a que haya lugar, el período de gobierno más conflictivo fue el conocido como puntofijista, en el cual  el del Sr. Rómulo Betancourt recurrió a procedimientos nada democráticos para sostener su gobierno. Se niega de este modo los postulados democráticos exhibidos  el 1ª de Enero de 1958.

La atribución  de la paternidad de la Democracia a un determinado personaje,  es un concepto puramente subjetivo,  que no obedece a ninguna regla  ni a principio inexorable.

Todo depende del sector de la población que se sienta identificada y  beneficiada por la acción del gobierno de turno. Éste tendrá, lógicamente, la aprobación y beneplácito del sector favorecido,  que se llama así mismo democrático. Es el sentir y la calificación de la ciudadanía lo que determina o no la existencia de la democracia.

Podemos poner como ejemplo al actual Gobierno que se autodenomina democrático. No obstante, viola consuetudinariamente la Constitución y todo el ordenamiento jurídico,  ha incurrido en graves  delictivos: violación de los derechos humanos, llegando, según organismos internacionales, a delitos de lesa humanidad etc.

Sin embargo, este régimen ha procedido a recubrirse con una especie de manto o disfraz democrático para tapar  su realidad de régimen arbitrario, violento y perseguidor, como son las llamadas experiencias socialista que se  han conocido. Son simples dictaduras supuestamente del proletariado, aunque no se ha conocido que en ninguna de ellas esta clase haya tenido nada que ver con el poder.

Señor Cañizales, espero haber respondido a sus inquietudes. Sin embargo, no pierdo de vista que estamos ante un tema que no está cerrado y que es susceptible de diferentes interpretaciones. Porque la propia democracia tienen esos rasgos: lo que es democracia para unos no tiene que serlo irremisiblemente para otros. 

Reciba mis respetuosos y cordiales saludos: LESP

Enero 2018.



                                              
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lunes, 1 de enero de 2018

EL 1º DE ENERO DE 1958 NACE LA DEMOCRACIA EN VENEZUELA



EL 1º DE ENERO DE 1958 
NACE LA DEMOCRACIA EN VENEZUELA
Luis Enrique Sucre

Este 1º de enero de 2018 se cumplen sesenta años de la gesta del 1º de enero de 1958, que como es sabido, logró de hecho el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez; pese a que este acontecimiento histórico es atribuido generalmente, en su casi totalidad, a los eventos del 23 de enero del mismo año.

En honor a la verdad histórica es necesario y oportuno oír algunas voces esclarecidas que le dan crédito y méritos suficientes a las acciones determinantes del 1º de enero en dichos sucesos. Así tenemos la opinión del Dr. Ramón J. Velásquez: “No fracasó pues desató una crisis que al término de veintitrés días logró su propósito fundamental que era el derrocamiento del Gobierno de Marcos Pérez Jiménez, rompió el equilibrio inestable que sostenía la vigencia de aquella situación y abrió el cauce a las corrientes políticas, económicas y sociales represadas durante una década.”

Por otra parte, el Dr. Godofredo González, actor y testigo de excepción en los acontecimientos de Maracay señala lo siguiente: “Sin el primero de enero Maracayero no se hubiese dado el 23 de enero Nacional.”

La Junta Patriótica en manifiesto que circuló el 3 de enero de 1958, dio la siguiente opinión sobre el movimiento del 1º de enero: La Junta Patriótica considera que El Movimiento de Liberación Nacional, aparentemente debelado por la tiranía, ha revelado a la República la más fuerte escisión en el ejército desde 1945. Lo más calificado de la Institución Armada se ha rebelado contra las permanentes violaciones de la Constitución y del ordenamiento jurídico.

Otro testimonio es el del periodista, ya fallecido, Fabricio Ojeda, Presidente de la Junta Patriótica: “La dictadura ha sido golpeada a muerte, lleva una honda herida en el pecho y ya no podrá recuperarse; la insurgencia del 1º de enero quiebra el poder militar de Pérez Jiménez, demuestra las profundas contradicciones, ya la Dictadura no puede hablar a nombre de las Fuerzas Armadas.”

Ante estos categóricos argumentos no dudamos en afirmar, que con la gesta del 1º de enero de 1958 nace la Democracia en Venezuela.  Y esto se pone de manifiesto en los siguientes y meritorios logros: 1º) Haber retado a la Dictadura cuando ésta se encontraba en pleno ejercicio del poder usurpado, con el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas, en donde toda resistencia había sido reducida a su más mínima expresión. No obstante, con dicha rebelión quedó al descubierto su vulnerabilidad y acabó con el mito de la unidad monolítica de las Fuerzas Armadas en apoyo al régimen.

2º) Como consecuencia de lo anterior la ciudadanía ya no se sintió desvalida, recobró nuevos bríos y a partir de ese momento, comenzó a organizar la resistencia y posterior insurrección.

3º) Le envió un contundente mensaje claro y resuelto a los compañeros de armas, indicándoles cuál era la posición correcta al lado de la justicia y de la historia.

4º) Restituyó a la ciudadanía la confianza y la esperanza perdidas, apartó el temor que le infundía la Policía Política y elevó la conciencia ciudadana.

5º) Por último podemos señalar, que fue tal la sorpresa de la rebelión del 1º de enero, que la Dictadura no logra salir de su confusión, procediendo en la Administración Pública tanto en el área civil como en la militar, a una serie de cambios innecesarios y sin ningún sentido.

Inmediatamente se pone en evidencia las apetencias de poder por parte de algunos jerarcas castrenses, quienes fueron reducidos sin mayores consecuencias. Algunos fueron enviados a prisión y otros extrañados del país. Estos incidentes contribuyeron de algún modo con el caos reinante dentro del régimen y, en consecuencia, precipitan los acontecimientos.

Y todo culmina el 23 de enero con la insurrección popular continuada e iniciada el 1º de Enero. Esta movilización fue reprimida ferozmente tanto por la policía civil como por la Policía Política, con un saldo importante de fallecidos.

Este pronunciamiento final de las Fuerzas Armadas fue determinante y marcó el derrocamiento de la Dictadura. Se produce entonces el abandono incondicional del poder por parte del general Marcos Pérez Jiménez y la instauración de un nuevo gobierno de corte democrático y popular que vendría a implantar la verdadera república soberana e independiente.  Un propósito de muchos que no adquirió una plena realización.

Por ello, a esta hora es necesario destacar que, dentro de la reserva ética de la FAN, se encuentran los principios morales e institucionalistas del 1º de enero, que tienen plena vigencia en el tiempo.

También podemos afirmar que con la insurrección de enero se ratificó la vocación constitucionalista, civilista, republicana, democrática y liberal de las Fuerzas Armadas, constituyéndose de ese modo, en un ejemplo referente e invalorable para las generaciones castrenses del presente.

Y esto permite sostener que, por encima de todo pisoteo y negación de la democracia, hoy sigue con vida el espíritu e ideales del  1º de Enero de 1958.

01 enero 2018.
                                           
                                                

                                             



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