miércoles, 27 de febrero de 2013

PABLO HERNÁNDEZ PARRA - YA NO ES POSIBLE CALLAR



Eduard Munch

YA NO ES POSIBLE CALLAR
Amig@s tod@s, camaradas, compañer@s de lucha, la reapertura del expediente del asesinato de Motilón y especialmente la aparición de los restos de Noel Rodríguez, han sido el pretexto para que el gobierno de los militares anticomunistas y del lumpen político de “izquierda y derecha” que lo acompaña, quienes hoy dirigen y controlan el país, encabezados por Hugo Chavez, Diosdado Cabello  y Nicolás Maduro,  tomen las viejas banderas de la revolución democrática y hagan uso de la memoria de nuestros hermanos y compañeros caídos en la lucha armada contra el Estado venezolano en el siglo pasado.
El señor Cabello, furibundo anticomunista de toda su vida llegó al descaro, al cinismo y la hipocresía declarando de la manera más vulgar que “el  joven y dirigente revolucionario Noel Rodríguez, ejemplo de lucha y espíritu libertario para las generaciones, que hemos decidido en su honor, continuar transitando el camino de la Revolución Bolivariana para fraguar la definitiva independencia de nuestra patria, bajo la insignia de la igualdad y la justicia social.
Si bien es cierto que la lucha que emprendimos en los años 60 del siglo XX pudo haber estado cargada de errores, de traiciones y delatores, como de hecho lo estuvo, jamás ninguno de nosotros nos  doblegamos ante el Estado venezolano bajo ninguna circunstancia, ni en la cámara de tortura, ni en la clandestinidad, ni en la cárcel. Tampoco nos vendimos por un cargo en la administración  pública para servir al capital y su Estado, y en ningún momento hemos aspirando a sus dadivas y limosnas. Muy por el contrario a lo largo de nuestras vidas le combatimos y seguimos combatiendo,  y por sobre todo a nuestra edad no vamos a mendingarle pensiones ni puestos públicos al Estado venezolano.
 En pocas palabras, no vamos a cambiar nuestros principios, nuestros sueños, nuestro programa COMUNISTA, haciendo el triste y vulgar papel de títeres y testaferros mercenarios de los militares venezolanos, y en esto seguimos sin transigir, ni negociar con el enemigo.
Todo comunista, y aun todo demócrata burgués liberal, aun cuando solo cuente con su experiencia histórica, saben muy bien que a lo largo de la historia de nuestro país, el soporte principal de todas las dictaduras y “democracias”  son el ejército y los militares, y que sus armas y bayonetas son los verdaderos soportes del Estado venezolano desde 1830. Este principal instrumento de represión es el fundamento material detrás de  los disfraces y las máscaras que adopta el Estado para garantizar la opresión política, el sometimiento ideológico y la explotación económica en defensa de los intereses y privilegios de la minoría propietaria en particular, y del capital internacional en general, tal como lo hizo el gobierno de la “Gran Colombia”, cuando llegaron al país las casas comerciales y las embajadas de Europa y de EEUU a cobrarnos la deuda de guerra y a controlar todo el comercio exterior  y la economía venezolana.
En 500 años de existencia como Estado esta región que se llama Venezuela ha tenido un solo amo: El capitalismo mundial, sólo ha cambiado la nacionalidad del mismo. Desde los Reyes Católicos hasta el capitalismo financiero globalizado de hoy, llámese anglosajón, chino, ruso, japonés o brasileño que hoy despedaza a Venezuela, nuestra historia es la historia de la adecuación del Estado, y los títeres que lo gobiernan, al servicio del amo de turno.
Es hora de que quienes no nos doblegamos ante nuestro enemigo histórico nacional y extranjero, nos reunamos y fijemos contundentemente una posición en defensa de nuestros principios e ideales y alcemos la voz ante estos mercaderes militares y civiles, de “izquierda y derecha”, que pretenden convertir en propaganda política y electoral  la memoria, ideas y luchas de nuestros  herman@s, camaradas y compañer@s caídos enfrentando al Estado y en especial a su ejército, Guardia Nacional y policías.
Ya no es posible callar,  estos Señores Chavez, Cabello y Maduro y todas su Corte de los Milagros que les  acompañan al frente de su gobierno de forajidos y delincuentes, son ante todo los continuadores históricos del ejército permanente creado por Juan Vicente Gómez en el siglo pasado, instituido precisamente para garantizar a las compañías petroleras el control del yacimiento y campamento que se llama Venezuela. Este ejército y la Guardia Nacional Bolivariana de hoy, nada tienen que ver ni siquiera con el ejército de la independencia, aunque se disfracen de herederos del mismo.
Que los militares se pongan su verdadero uniforme de Boinas Verdes,  sean consecuentes con su ideología, hagan honor a su consigna favorita aprendida y repetida cuando acudían a la Escuela de las Américas: “SOY EL ESPÍRITU DE LA ESCUELA DE LAS AMÉRICAS. ESTOY ENTRE AQUELLOS HOMBRES  QUE ANSÍAN DETENER EL COMUNISMO EN LAS AMÉRICAS”.
La parodia de revolución de los Srs. Chávez, Cabello y Maduro no tiene nada que ver con EL PROGRAMA Y REVOLUCIÓN COMUNISTAS. Esta comienza en su etapa socialista, con el derrocamiento del Estado burgués existente, se propone  la supresión de la propiedad privada sobre los grandes medios de producción y no el fortalecimiento del capitalismo de Estado; la abolición de las clases y el trabajo asalariado y no convertir a la población trabajadora en tercerizados y mendigos del Estado;  la extinción del Estado y no la elevación al poder político a ningún “comandante en Jefe” y partidos al servicio de una casta militar; no es propulsar y propiciar el oscurantismo religioso en cualquiera de sus formas para mantener a la mayoría sumida en la ignorancia, cuando lo que se requiere es el desarrollo del pensamiento científico y crítico para comprender y cambiar las bases del actual orden social.
No olvidaremos jamás Srs. que los asesinos de Noel y  Motilón y de todos los torturados, desaparecidos, y  asesinados en aquellos años  fue obra principal y única de los militares integrantes, mandos del Ejército, funcionarios policiales del mismo Estado y ejercito de cual hoy Uds. forman parte, muchos de estos asesinos fueron sus profesores y Uds. mismos participaron en la masacre de febrero de 1989.
En conclusión, Srs. Chavez, Cabello y Maduro, representantes del Estado venezolano, a Uds.les queda grande, pero muy grande llamarse revolucionarios. Respeten la memoria de hombres y mujeres que murieron por hacer una  verdadera revolución en Venezuela y no como Uds. y su Corte que la llevan en la boca para vivir de ella, robar en su nombre y entregar los recursos del país a gobiernos y compañías internacionales.
“El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es de por sí una hipocresía”. -William Hazlitt

Pablo Hernández Parra, 08/02/2013

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