lunes, 31 de octubre de 2011

RÓMULO LARES - IRRESPONSABILIDAD HISTÓRICA DE ACCIÓN DEMOCRÁTICA, COPEI Y SUCESORES


Cuando el 2FEB1999 se produjo la instalación del Congreso Nacional para atender como punto único de su agenda la juramentación del presidente electo Hugo Chávez como Jefe del Estado de la República de Venezuela, ya se había comprometido sustancialmente la legitimidad del propio Congreso, desde que AD y COPEI, a pesar de que las mayorías legislativas nacionales y estatales no representaban a los partidos del Polo Patriótico que llevó a Chávez a la presidencia, sin embargo, pactaron su entrega al grupo de golpistas mediante la elección de un representante de esas minorías para presidirlo, conformada en su mayoría por intelectuales y extremistas de izquierda identificados y comprometidos con el Foro de Sao Paulo y con Fidel Castro.

Ambos partidos políticos habrían mostrado el extravío absoluto de su capacidad de dirección de la nación al tolerar el arribo del crimen organizado transnacional al Poder Ejecutivo, cuando también promovieron el bloqueo del debate sobre la reforma constitucional y la pertinencia de los arreglos en el Tribunal Supremo de Justicia, que habrían dado luz verde para la modificación de la Constitución mediante una convocatoria directa del Jefe del Estado, mecanismo absolutamente contradictorio con la propia Carta Magna y con la tradición constitucional y administrativa venezolana y continental.

Estos dos antecedentes confirmarían el desmoronamiento aparatoso de lo que quedaba de la institucionalidad y los valores establecidos a partir del Pacto de Punto Fijo, que sucumbía ante la desaparición de los principales actores: Rómulo Betancourt y Jóvito VIllalba, pero sobre todo, ante la anulación de los relevos correspondientes, mientras que el único sobreviviente Rafael Caldera se habría dedicado a promover el colapso del Pacto, cuando no sólo habría abandonado a su propio partido COPEI asegurando la castración definitiva de sus delfines, sino que habría estimulado una acción subversiva bautizada como la crítica de los “notables”, en la que el propio Caldera participaría para defenestrar al “delfín mayor” de Betancourt y presidente: Carlos Andrés Pérez.

Antes, Caldera habría estimulado la desintegración de las Fuerzas Armadas mediante la protección y soporte de la longeva conspiración en el Ejército, hasta el sobreseimiento de la causa de los golpistas de febrero y noviembre de 1992, con la secreta invitación al propio Chávez para que lo sucediera en su partido político Convergencia-“chiripero” y, posteriormente, para sucederlo con los votos en Miraflores.

Después de los escandalosos acontecimientos en COPEI que habrían esterilizado la sucesión de Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez, quienes no figuraban y siguen al margen todavía hoy extraviados a la deriva, de la escandalosa despedida del Secretario General-candidato Luis Alfaro Ucero de AD, induciendo a ambas militancias a votar por Henrique Salas Römer, como corolario de la decisión de apoyar a la Miss Universo para impedir el triunfo del golpista, que se convertiría en consecuencia en el golpista-presidente.

Estas desviaciones explicarían el aparatoso derrumbe de las instituciones y de la sociedad venezolana. En tan sólo 12 años perdimos todo control de la soberanía, del territorio, de los activos y de los habitantes. Las élites de las instituciones de la sociedad, sin excepción, coincidieron en el establecimiento de una prioridad bochornosa pero tradicional: su propia “salvación” o permanencia a cambio de una cuota en la repartición del saqueo de los activos nacionales y mediante el endeudamiento insólito por varias generaciones.

De esta forma, Venezuela se transformó en VENECUBA a partir del 4DIC2005, fecha a la vez histórica por la coherencia de la sociedad al rechazar el sistema político-electoral de manera prácticamente unánime, representado en una más de las pantomimas electorales sin sentido, ratificándose en contra de la voluntad del colectivo la asociación con la subversión, el narcotráfico, la industria militar convencional y atómica, la legitimación de capitales y en especial con la máxima intimidad con los países y jefes de Estado considerados forajidos por la comunidad internacional y algunos reos de su Corte Penal.

A partir de aquella fecha se extirpó toda posibilidad de debatir sobre la ilegalidad e ilegitimidad de todas las autoridades nacionales, de los estados y de los municipios, del propio promotor de la manipulación de la opinión pública nacional e internacional, el Poder Electoral-Consejo Nacional Electoral, ente ilegítimo e ilegal pero legitimador de la usurpación de todos los poderes públicos, como se repetirá una vez más en las próximas pantomimas denominadas “elecciones primarias” del 12FEB2012 y “elección del Presidente” del 7OCT2012.

La patética y pusilánime reacción de los militares activos y retirados de la Armada, la Aviación Militar, las Fuerzas Armadas de Cooperación y del Ejército, cuyos oficiales activos se cuentan en permanencia cerca del millar sin asignación de cargos o a disponibilidad en sus domicilios particulares, es la de que tales circunstancias los exonerarían de la responsabilidad en la invasión y formalización de la ocupación y control territorial militar cubanos, que controla adicionalmente la identificación, inteligencia, aduanas, industria petrolera, corporaciones financieras y registros de propiedad, entre otras instituciones claves para el estado VENECUBANO.

Mientras tanto se producen invasiones y asaltos por la acción del terrorismo de Estado, se reparten diplomas universitarios y se asciende a los suboficiales cómplices a grados de oficiales superiores sin recato alguno y ante el silencio y el aplauso generalizado de la sociedad militar y civil.

La discriminación de los nacionales mediante el apartheid criollo que permite perturbar o acelerar cualquier trámite público, desde la inscripción en centros educativos del Estado, empleo o contratación, trámites de identificación y pasaportes, divisas, impuestos y aduanas, se complementa con la promoción de cierta emigración mediante el secuestro generalizado, el asalto de la propiedad urbana y rural, el exterminio y el asesinato, que explotó desde la  escandalosa cifra de 2 mil 700 en 1998 a ¡19 mil 500! en 2010, con más de un 5% de indiciados uniformados y más del 94% de los casos que ni siquiera llegan desde la Fiscalía a un tribunal, es decir: impunidad absoluta en más de 140 mil asesinatos durante este período.

Si la irresponsabilidad de AD y COPEI ha sido deplorable, la de las organizaciones y los “líderes” que pretenden sucederlos, simulando tumores malignos surgidos de sus senos y de la usurpación, entre otras, de las gobernaciones de los estados con mayor población y recursos: Zulia y Miranda y diversas alcaldías, que fueron concedidas dentro de las negociaciones y necesidades del crimen organizado transnacional para sostener la escandalosa pantomima electoral permanente.

Mediante tal violación permanente y continuada del Estado de Derecho y la de los derechos humanos de los habitantes en el territorio pero también en el exilio, se pretende someter por la fuerza del régimen–oposiciones y la censura y la autocensura de los medios de comunicación social, a un nuevo debate-engaño-fraude sin sentido alguno y sólo para cohonestar la tragedia, entre las dos caras de la misma moneda del régimen de ocupación totalitario transnacional cubano y el coro de los herederos de los escombros de AD y de COPEI.

Ante estas realidades, insistimos, documentadas y sometidas a la censura y autocensura absolutas desde el 2005, las academias, universidades, instituciones gremiales, empresariales, sindicales y eclesiásticas del colaboracionismo, la complicidad y la asociación, abanderadas por los poderes públicos del Estado y por las Fuerzas Armadas, sólo promueven las pantomimas electorales previstas para 2012, cuando ahora sí, después de 15 pantomimas anteriores, los también pusilánimes “expertos militares” aseguran el cumplimiento de la responsabilidad institucional, porque según ellos: ¡”esta vez sí harán respetar y acatar los resultados electorales”!

Mientras la sociedad nacional es testigo amordazado de la traición y crece la angustia, el miedo y el terror, ¿cómo se podría pretender recibir auxilio de una comunidad internacional cómplice que sólo beneficia sus estados y sus propios bolsillos con “buenos negocios” a largo y a corto plazo, a cambio de su silencio e indiferencia?

Como suele concluir el historiador de lo actual, profesor Agustín Blanco Muñoz: ¡Qué historia! amigas, amigos.

29 de octubre del 2011

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